Érase una vez, una princesa valiente...
¿Qué hago después de que mi mejor amigo me dé un ultimátum y Eric desaparezca tras descubrir la peor parte de mí? Huir. Marcharme a Fuerteventura y comenzar una nueva vida. Nuevo hogar, nuevo trabajo, nuevos amigos. El propósito inicial de este viaje es tomar una decisión al respecto de todo lo ocurrido, aunque sin prisa, logrando en estos casi tres meses hacer incluso callar a Úrsula. Pero irme a vivir a casa de mamá tiene un hándicap, que te obliga a ver todo eso que no quieres, empujándote sí o sí de vuelta a casa (a la de verdad), porque al parecer no hago más que dar palos de ciego y mi lugar no está en esta isla.
La vuelta a Tenerife no se me presenta nada fácil, pero tras una reveladora conversación con mi madre, decido que va a suponer un antes y un después y que, por primera vez, voy a empezar a hacer las cosas bien. Y, para ello, hay dos personas con las que necesito hablar: Eric, del que no he sabido nada desde qu