En septiembre de 1919 tenía lugar la desaparición del trasatlántico español de la naviera Pinillos “Valbanera” cerca de Cayo Hueso (Florida, Estados Unidos), con un saldo de 488 víctimas y ningún superviviente, convirtiéndose desde entonces en el mayor desastre de la marina mercante española. Una honda conmoción recorrió los lugares de origen de aquellos marinos y pasajeros que viajaban a bordo del infortunado barco. Canarias fue el lugar donde más impacto tuvo la tragedia, dado que aproximadamente la mitad del pasaje procedía del archipiélago. Eran emigrantes. Campesinos pobres –jóvenes en su mayoría– que huían de la nefasta situación económica que se sufría en las islas. Buscaban convertirse en mano de obra de los grandes ingenios azucareros cubanos, ahorrar dinero y poder retornar a Canarias unos años después, comprar tierras o abrir algún negocio y poder escapar así de la miseria que padecían. De este modo, mediante enormes esfuerzos familiares que permitiesen el pago del pasaje, l