Conjeturas con dosis de realidad Nuestra Palabra | 26 ABRIL 2011
Desde que fue creada la Comisión de la Verdad por parte del régimen de Lobo Sosa, nuestra posición ha sido crítica respecto a su legitimidad ya que en vez de ser establecida a partir de amplias consultas con la sociedad hondureña y con las víctimas de violaciones a los derechos humanos, fue implementada de manera hermética, a prisa y sin reunir todas las garantías de independencia y autonomía. También hemos señalado nuestra preocupación con respecto a la posibilidad de que el informe elaborado por esta Comisión sirva para justificar el golpe de Estado, lavar la imagen de los altos responsables del mismo en tanto se vieron obligados por las circunstancias a ejecutarlo y legitimar al régimen frente a la comunidad internacional. Estas conjeturas adquieren dosis de realismo cada vez que la información sobre el informe se empieza a filtrar. Así, el 15 de marzo de este año, Eduardo Stein, coordinador de la Comisión de la Verdad, dio una entrevista a Radio Nederland en la que adelanta que los liderazgos más extremos del país, tanto conservadores como otros sectores radicales, van a quedar disgustados con el contenido del informe, ya que “varios de los elementos que intervinieron en esta crisis no son responsabilidad de una sola persona; no son responsabilidad de un solo grupo”. Asimismo, Stein asegura que Porfirio Lobo ha hecho esfuerzos por mostrar la invalidez del procedimiento en los juicios contra el ex presidente Zelaya y “que eso daría paso al retorno de Honduras al seno de la OEA”. En toda la entrevista, Stein ni siquiera menciona la cuestión de la impunidad y de las graves violaciones a los derechos humanos. Habla de la importancia de conocer la verdad pero ni siquiera insinúa que el informe será un instrumento para que las víctimas puedan obtener justicia. Con estos pocos datos, las conjeturas que hemos venido señalando respecto de este informe adquieren mayor relevancia y la información que se filtra poco a poco en los medios de comunicación parece confirmar lo que hemos venido denunciando: Que la Comisión de la Verdad y Reconciliación se constituirá en una instancia experta en lavar impecablemente el primer golpe de Estado exitoso de nuestro continente en el siglo XXI.