NOTA DE DUELO

P. Juanito Donahue Con profunda pena, pero con profunda gratitud al Señor, la Compañía de Jesús informa a la feligresía de la parroquia San Ignacio, de las parroquias de Toyós y Urraco Pueblo, del departamento de Yoro, de las parroquias San Isidro Labrador de Tocoa, de Sangrelaya y Bonito Oriental en el departamento de Colón, así como a todos sus amigos y amigas tanto de dentro como fuera del país, que el día primero de septiembre a las cinco y media de la tarde ha partido a la casa del padre nuestro querido compañero jesuita, el P. Juan Donahue, el P. Juanito por todos conocido y querido, quien el 26 de noviembre habría de cumplir 68 años de vida, con 50 años de haber ingresado a la Compañía de Jesús y con 35 años de ordenado sacerdote.

Tan pronto como fue ordenado, el P. Juanito pidió y a su vez recibió el destino de realizar su misión apostólica en Honduras, y desde entonces, su andar en bicicleta y su desprendimiento de cosas materiales, son rasgos que formaron parte de su identidad, y su aporte más hermoso a la Iglesia y a la Compañía de Jesús. El P. Juanito murió así como vivió, lleno de fe y esperanza en el Señor y su justicia, rodeado de sencillez y muy dueño de su pobreza. Su vida y presencia en la Compañía de Jesús y en la misión apostólica estuvieron cargadas de austeridad, humildad y entrega. Quienes estuvimos cerca de él, siempre fuimos convocados por su testimonio para confiar más en la providencia de Dios y en los pobres que en medios e instrumentos materiales.

Gracias al Señor por haber regalado al P. Juanito, y elevamos nuestra plegaria porque en la Iglesia y en la Compañía de Jesús podamos alimentarnos del testimonio de este hombre de Dios para poner todo cuanto hemos recibido al servicio de la misión, usando de las medios tanto cuanto contribuyan a la causa de la evangelización y para que brille la gloria de Dios. Que la fe, la justicia y la paz brillen así como brilló y seguirá brillando de sencillez y esperanza en el rostro de nuestro hermano y compañero Juanito, por quien hoy ofrecemos nuestra oración y gratitud.