Processos de la creació artística: Bernarda Alba

La Casa de Bernarda Alba Proceso de creaci贸n del figurinismo y libro de arte de una obra de teatro

Rocio Vidal Chica Processos de la Creaci贸 Art铆stica 2012/2013

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Índice

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Introducción........................................................... 4

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Federico García Lorca........................................... 5

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La Casa de Bernarda Alba..................................... 6

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Análisis de los personajes..................................... 7

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Simbolismo: reflejo de los personajes a través de su ropa ….... 24

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Primeros Bocetos................................................... 27

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Segunda Búsqueda................................................ 35

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PRE-Diseño del Arte Final...................................... 38

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Fragmentos preparatorios para libro de Arte......... 41

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Diseños Vestuario Final......................................... 43

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Vestuario en Escena...............................................46

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La imagen de Bernarda Alba: Creación del

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Libro de Arte y el merchandise de la obra..............52

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Bibliografía............................................................. 62

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Conclusiones......................................................... 63

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-Silencio he dicho, ยกSilencio!Bernarda, al inicio y final de la obra

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Introducción Llevar a cabo el figurinismo de una producción teatral supone un reto que llevar a cabo junto al director o directora y el escenógrafo/a del mismo. A través de su ropa y manera de llevarla, el figurinista debe definir a los personajes, darles personalidad y generar un aspecto auténtico que los sintetice en su máxima expresión. Personalmente, esta es la primera vez que llevo a cabo un trabajo como figurinista de una producción teatral real y es para mi una ardua tarea en la que trato de dar lo mejor de mi misma y de mis conocimientos sobre el sentido artístico y el simbolismo de las prendas que los personajes de esta clásica obra de lorca van a vestir.

Lo que se os presenta a continuación es el proceso creativo desde 0 del figurinismo de una versión de La Casa de Bernarda Alba llevada a cabo por una alumna de 3º de Dirección y dramaturgia en el institut del teatre, junto a otros estudiantes de la entidad como actores, escenógrafos etc. ¿Por qué una dibujante de comic y no una figurinista profesional? En este caso, la directora de la obra buscava una persona en cuyas ideas visuales primara la autenticidad y la experimentación más allá del conocimiento academico y exacto del figurinismo, aun así, la respuesta tiene más explicaciones, y es que si bien yo como dibujante doy mi participación en las ideas para formas, colores y componentes de la caracterización de la obra, he trabajado junto a un figurinista para las cuestiones técnicas como patrones, funcionalidad, conocimiento de los materiales y demás. Mi papel como figurinista se basa en el diseño y el concepto, puesto que a partir de seguir este proceso podré elaborar el libro de arte de la propia obra de teatro. Así pues, seguir el camino del proceso de creación del figurinismo me ha proporcionado, a través del análisis, las ideas realizadas y deshechadas y la búsqueda de inspiración la documentación e interiorización perfecta del objetivo a nivel de imagen de la obra, de esta manera, una vez la primera parte queda resuelta en bocetos de un nivel academico base (y algo pobre, pero son bocetos para patrones) es cuando se lleva a cabo el libro de arte, que incluye 6 ilustraciones sobre la casa de bernarda Alba y que plantearíamos como un trabajo de ilustración y diseño, pues no solo serviría para darle la imagen a la propia obra sino que también serían utilizadas en el libreto del mismo, generando así una atmosfera única entorno a esta versión de Lorca. De tal manera, el proceso de creación del figurinismo de La Casa de Bernarda Alba es un viaje de interiorización de los personajes y de profundización en la psicología del mismo para poder llevar a cabo las ilustraciones del libro de arte, además de un proceso de aprendizaje en una disciplina que desconocía.

Este es un trabajo completo en el que se puede seguir de una manera muy clara todo el proceso creativo desde los primeros bocetos a la búsqueda de influencias seguida por el análisis de obra y psicología de los personajes, un viaje donde se podrá ver la evolución de unas ideas y conceptos iniciales que mediante avanza el proyecto toman forma y signif icado en el proceso introspectivo personal en busca de formas, composiciones y colores que se adecuen a esta versión de La Casa de Bernarda Alba cuyo estreno tiene lugar el día 19 de Junio de 2012 en el Institut del Teatre.

Así pues, os invito a seguir dicho proceso, como se rompe con el concepto tradicional de la obra, cuales son los puntos a trabajar y a denunciar a través de la producción y plantear ideas y conceptos del mundo moderno a través de un clásico del teatro contemporáneo español y ver cual ha sido el camino para poder realizar las ilustraciones finales para el libro de arte.

Disfrutad del camino.

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Federico García Lorca

García Lorca en su juventud, orígen:http://elblogdepizcadepapel.blogspot.com.es/ Federico García Lorca, uno de los poetas más notorios e importantes de nuestra época, nació en Fuente Vaqueros, un pueblo andaluz de la vega granadina, el 5 de junio de 1898—el año en que España perdió sus colonias. Su madre, Vicenta Lorca Romero, había sido durante un tiempo maestra de escuela, y su padre, Federico García Rodríguez, poseía terrenos en la vega, donde se cultivaba remolacha y tabaco. En 1909, cuando Federico tenía once años, toda la familia—sus padres, su hermano Francisco, él mismo, sus hermanas Conchita e Isabel—se estableció en la ciudad de Granada, aunque seguiría pasando los veranos en el campo, en Asquerosa (hoy, Valderrubio), donde Federico escribió gran parte de su obra .

Más tarde, aun después de haber viajado mucho y haber vivido durante largos períodos en Madrid, Federico recordaría cómo afectaba a su obra el ambiente rural de la vega: “Amo a la tierra. Me siento ligado a ella en todas mis emociones. Mis más lejanos recuerdos de niño tienen sabor de tierra. Los bichos de la tierra, los animales, las gentes campesinas, tienen sugestiones que llegan a muy pocos. Yo las capto ahora con el mismo espíritu de mis años infantiles. De lo contrario, no hubiera podido escribir Bodas de sangre.”

En sus poemas y en sus dramas se revela como agudo observador del habla, de la música y de las costumbres de la sociedad rural española. Una de las peculiaridades de su obra es cómo ese ambiente, descrito con exactitud, llega a convertirse en un espacio imaginario donde se da expresión a todas las inquietudes más profundas del corazón humano: el deseo, el amor y la muerte, el misterio de la identidad y la creación artística.

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La Casa de Bernarda Alba La casa de Bernarda Alba fue escrita en la primavera de 1936, al parecer en pocos días. Fue la última obra de Lorca, ya que poco después vino su muerte.

No se estrenaría hasta 1945 en Buenos Aires; el mismo año y en el mismo lugar apareció la primera edición. La obra se subtitula "drama de mujeres en los pueblos de España". ¿Por qué drama y no tragedia? Para Lorca la tragedia comportaba elementos míticos que aquí estarán ausentes. El realismo del lenguaje y ciertas expresiones que cabría llamar "cómicas" (en boca de Poncia, por ejemplo) serían también rasgos propios del drama. Sin embargo, por la esencial impresión de necesidad de la catástrofe, de lo inexorable de la frustración, hablaríamos de tragedia.

Resumen de la Obra: La casa de Bernarda Alba se desarrolla en el contexto rural de la Andalucía de los años 30, concretamente en un pequeño pueblo donde vive la familia Alba que, en relación con la pobreza de los habitantes de la aldea, aparenta una posición social acomodada. Tras la muerte de su segundo marido, Antonio María Benavides, Bernarda queda al cuidado de sus cinco hijas. Con ellas convive la Poncia, sirvienta y confidente de Bernarda, y María Josefa, madre de Bernarda, a quien mantiene encerrada, para ocultar su demencia.

La acción comienza con el funeral del padre de familia y el sometimiento de Bernarda a las hijas a un riguroso luto de ocho años. En medio de estas mujeres solas aparece un hombre, el joven Pepe el Romano, para casarse con Angustias de 39 años, hija del primer marido de Bernarda y la mayor de las cinco, debido a que, tras las particiones de la herencia, es ella la que más hereda. Esta situación desencadena pasiones y rivalidades entre las hermanas al ver en Pepe la posibilidad de liberarse del encierro, especialmente entre Adela, la menor de las hijas y el verdadero objeto de deseo de Pepe, con quien mantiene una relación carnal clandestina, y Martirio que tras su primera frustración en el amor, debido a que Bernarda había impedido que Humanes un joven jornalero se casara con ella, por la diferencia de casta.

Martirio celosa de Adela, la espía durante sus encuentros nocturnos con Pepe, quien va a buscarla cada noche hasta altas horas de la madrugada, después de la visita de compromiso que hace a Angustias rutinariamente.

Poncia, conocedora de la desgracia que se está gestando, trata de advertir a Bernarda de las nefastas consecuencias de su rigidez para con sus hijas. Pero Bernarda rechaza toda crítica y se niega a aceptar consejo de alguien que está a su servicio, manteniendo así su aparente control y dominio en la casa.

A medida que se acerca la boda de Angustias, los acontecimientos se precipitan inesperadamente y Martirio que cada vez sigue más de cerca la clandestinidad de los amantes, una noche que están en el corral, se enfrenta a Adela e incapaz de detener su determinación de entregarse por completo, y por encima de todo a Pepe, Martirio llama a gritos a Bernarda, delatando así a su hermana. A pesar de ello, Adela se arma de valor y desafía la autoridad materna rompiendo el bastón de Bernarda, símbolo del poder totalitario. Ante la rebeldía de Adela, Bernarda, desesperada, se arma con una escopeta para acabar de una vez por todas con Pepe el Romano, aunque falla al disparar, y él logra escapar con vida. Martirio, para destruir a Adela, le miente con la falsa muerte de Pepe. Ésta, creyéndole muerto, se encierra en su habitación y se suicida. Al descubrir Poncia el cuerpo de Adela, Bernarda impone silencio y, para ocultar la vergüenza, ordena que se diga en el pueblo que su hija ha muerto virgen, sumiéndose todas en un pozo de luto.

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Análisis de los personajes BERNARDA, 60 AÑOS Es el personaje central de la obra, madre de cinco hijas, que, al enviudar, asume el rol dominante dentro de la casa con la intención de proteger a sus hijas. Se caracteriza por su tiranía, simbolizada con el bastón, siendo violenta y autoritaria a la hora de imponer el orden a sus hijas. Está obsesionada por la preservación de la moral tradicional, basada en el clasismo, el sometimiento de la mujer y la castidad femenina. Sus ansias de control la llevan al extremo de reprimir cualquier sentimiento. Su primera y última palabra a la vez es :”¡Silencio!”.

Es patente la sobriedad del carácter amargo y duro del personaje y podemos dilucidar su palidez, la falta de vida, de luz, de sol, de aire, toda ella es una máscara que manif iesta encierro y represión. Su relación con esta máscara es muy estrecha la cual mantendrá a lo largo de toda la obra y que en su momento más intimo, sería interesante verla en una situación en la que aparentemente podría estar experimentando satisfacción, pero en realidad su máscara sería mustia, su sobriedad se intensif icada, mostrando su patetismo y la enorme tristeza de su interior la cual se ha transformado en muerte interna o amargura, (muerte de toda expresión de su feminidad, se transforma en hombre, pensamos después de varios análisis su transformación es hacia una mujer asexuada).

Su máscara rígida, siempre con los labios apretados esconde inútilmente las líneas de expresión del latente sufrimiento, cosa que es una constante en el personaje, el cual reprime sus verdaderas emociones intentando disimular su mustia existencia y frustraciones. Intenta ocultar con un dedo la verdadera catástrofe a la que está condenada su familia. Tiene una gran responsabilidad ante la sociedad y la moral que las aprisiona, en una casa llena de mujeres, donde el padre de familia ya no está y debe ser aun más rígida para preservar del caos que asecha a su familia y protegerla de la censura y las criticas.

En la obra hay dos espacios dominantes, fuera y dentro, la casa y la calle, el encierro y la libertad; los infinitos paralelos con esta dualidad podría presentarse.

Hay, también, dos tiempos: el que transcurre y que un día traerá el cambio, y el estático, el tiempo en el pasado, en el instante consagrado por el respeto a la tradición, y que no se modif icará jamás.

Bernarda es fundamentalmente la encarnación de ese espacio interior, y es el pilar de roble que sostiene la casa, también es la imágen de ese tiempo inmóvil, Concentra todas sus fuerzas en conseguir que las hijas permanezcan dentro y no esperen nada del mañana, porque están atadas al respeto a lo que fue: padre, fortuna, poder.

Bernarda es, ella misma, la casa de Bernarda Alba, sólida, indiferente, dueña de las vidas y voluntades de los que somete por el encierro. Bernarda es ella misma y su posesión: está atada a lo que heredó y al deber de mantenerlo intacto.

La condición fundamental de su carácter es el inmovilismo, nada le hace cambiar de idea, no hay sentimiento que la haga olvidar las apariencias. “ BERNARADA:... Así sucedió en casa de mi padre y en casa de mi abuelo... es la regla a la que acude para explicar lo que ordena.”

Es una mujer de hielo, que no conoce la ternura, no menciona afecto por nadie, ni por su difunto marido, ni por el padre de Angustias. La muerte la rodea, todo lo que toca muere, su primer marido, el segundo y la más joven de sus hijas, además de la muerte en vida del resto de mujeres bajo su dominio. Y esos hombres que han pasado por su vida, al perecer simplemente han cumplido la misión de fecundarla, y la figura de su

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padre del que respeta sus costumbres y las que pretende perpetuar, porque no conoce otra forma de vida y porque es la forma de conservar su posición de poder sobre las demás.

Vive como las bestias mordiendo a sus cachorros, para enseñarles las duras lecciones de la convivencia, negándose a compartir su alimento, mostrándo los dientes a quienes cruzan el umbral de su territorio. Como las bestias defiende su posesión contra todos y se siente rodeada de cazadores en acecho; cree que cualquier rasgo de debilidad equivale a bajar la guardia y no se lo permite jamás, ni siquiera ante el cadáver de su hija.

Hostiga a sus hijas, especialmente a Angustias quien se casará a una edad muy avanzada, la edad es un motivo por el cual la humilla constantemente. Ignora a sus hijas y se vuelve sorda a sus quejas. Pareciera pensar que quien no mejora la raza, no merece vivir.

Su fuerza es su territorio, y en él delimita los espacios: los hombres, en el patio; las mujeres, alejadas del corral, de la reja y de las paredes; las descentes, en sus cuartos, solas; las mal nacidas, en el pajar.

Instalada en su espacio, se siente dueña del tiempo, el propio y el ajeno: “BERNARDA: En 8 años que ha de durar este luto, haremos de cuenta que hemos tapiado puertas y ventanas” Pone cerco al espacio, y así cree que ha detenido el tiempo; por eso no ve el odio que va creciendo, que el deseo se instala en la casa, que en el corazón de las hermanas sus órdenes no encuentran eco. Bernarda encarna a la represión: una pared delante y una norma a cumplir, el resto no existe. La represión desencadena el efecto contrario.

Es la más feroz en la represión, y paradójicamente es también la más fecunda, y entre sus hijas, como entre las crías de las bestias, la más débil es eliminada y la más despiadada se perfila como sucesora de la madre al frente de la manada sometida. (Martirio) Pero es muy importante no perder de vista, que Bernarda es una madre que intenta proteger a sus crías de las amenazas externas, más que por un instinto maternal, es para protegerse a sí misma y a su legado, el deseo de las hijas es una amenaza constante al equilibrio del orden establecido y de su poder, por eso las inmoviliza. Antepone su papel de madre y el poder que éste le otorga, que al de ser mujer (reniega de ser mujer y reniega de los hombres, por tanto se asexúa), en ausencia del padre su poder su duplica, esa doble fuerza (autoridad madre-padre) no es capaz de canalizarla, y se vuelve mucho más abrupta, extrema, excesiva, desmesurada e intransigente.

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ANGUSTIAS – 39 AÑOS Es la mayor de las hijas de Bernarda Alba, prometida con Pepe el Romano. Físicamente se caracteriza por cierta fealdad y una tendencia a ser enfermiza. Ejemplo del texto: “MAGDALENA: Aunque Angustias es nuestra hermana, aquí estamos en familia y reconocemos que está vieja, enfermiza y que siempre ha sido la que ha Betenido menos mérito de todas nosotras. Porque si con veinte años parecía un palo vestido, ¡qué será ahora que tiene cuarenta!”

Es frágil y completamente sometida a Bernarda, pese a su débil intento de rebelión al maquillarse el día del funeral del segundo marido de su madre. Es el segundo luto que pasa. Grandes ventajas sobre las demás: gran parte de la herencia y su próximo matrimonio con Pepe el Romano. Angustias va a casarse, como seguramente lo hizo su madre, porque tiene dote y un hombre de su clase la ha elegido, pero sin amor ni deseo. Por tanto, a pesar de estas dos ventajas, no es feliz: sobria, taciturna, continuamente a la defensiva y en permanente estado de alerta al saberse envidiada y criticada. Respeta el valor dinero como vía para la liberación. Casamiento como liberación e independencia. Contrariamente a sus hermanas, no vive la muerte de Antonio María Benavides como el final de sus esperanzas. Ansiaba el momento del fallecimiento del segundo marido de Bernarda para poder obtener el dinero y casarse. No se hace ilusiones con respecto a sí misma y a Pepe, siendo 14 años mayor que su prometido, aunque no le importa al tener la llave del poder: el dinero. “ Angustias – Yo me encuentro bien y al que le duela que reviente.

Magdalena – Desde luego hay que reconocer que lo mejor que has tenido siempre es el talle y la delicadeza.

Angustias – Afortunadamente pronto voy a salir de este infierno.

Magdalena – ¡A lo mejor no sales!

Martirio - ¡Dejar ya esa conversación!

Angustias – Y además, ¡más vale onza en el arca que ojos negros en la cara! “ Conflicto con Magdalena. Dispuesta a repetir la historia de las mujeres de su clase: el hombre la busca por su dinero, aunque sabe que así son las cosas en su medio. Su relación con Pepe es distante, desconfía de él, no se atreve a preguntarle porque esto forma parte de su rol y no quiere oír la verdad, incapaz de amar, aunque sí de odiar. No quiere salvar a Pepe cuando Bernarda pretende matarle, sino que pretende impedir que Adela se reúna con él.

“Angustias – De aquí no sales con tu cuerpo en triunfo. ¡Ladrona! ¡Deshonra de nuestra casa!”

No muestra dolor ante la muerte de Adela como consecuencia de su odio ni intenta salvar a Pepe del disparo. Es uno de los vértices del triángulo Adela – Pepe – Angustias.

Angustias siente deseo sexual, siente su cuerpo, siente sus cambios, su revolución interna, siente que todavía está viva y debe esconder todo indicio, pues a su edad en la sociedad en la que vive, es repudiado cualquier comportamiento relacionado con el amor, la feminidad, el deseo, la belleza, la sensualidad, todo ello se considera ridículo para una mujer de su edad.

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MAGDALENA – 30 AÑOS De las cinco hijas, es la única que estaba unida a su padre. Gozaba de ciertos privilegios y libertades debido a la complicidad que tenía con él. Se caracteriza por su conformismo, conoce su propia realidad de mujer de 30 años, sin herencia ni belleza, en medio de un largo luto. Es la más realista, y al igual que su hermana Amelia, renuncian a Pepe como renuncian a todo y aceptan lo que las vida les da y les niega. Magdalena sabe que no se va a casar y que está condenada al encierro. Aunque no es la más fuerte, se muestra por momentos irónica e incluso amargada. Ejerce un pequeño poder al negarse en un primer momento a ayudar a sus hermanas a bordar sus telas y a decir lo que piensa incluso delante de Bernarda. No se hace ilusiones respecto a su futuro ni al de sus hermanas. Por este motivo se niega a hablar de niños y de adornos en las sábanas de sus respectivos ajuares: “MAGDALENA: Ni las mías ni las vuestras. Sé que ya no me voy a casar. Prefiero llevar sacos al molino.

Todo menos estar sentada días y días dentro de esta sala oscura. “ Está amargada. Sólo se dedica a matar el tiempo. Es una muerta en vida. Detesta su situación, aunque no hace nada para salir de ella al rendirse antes de tiempo. Siente cierta compasión por su hermana pequeña, Adela, al ver que no se resigna, tal y como se explicita en el siguiente parlamento: “MAGDALENA: ¡Pobrecilla! Es la más joven de nosotras y tiene ilusión. ¡Daría algo por verla feliz! “ Maldice su condición de mujer al suponerle la falta de libertad total y absoluta “¡Malditas sean las mujeres!”

Consciente de su realidad de mujer de treinta años en medio de un largo luto. Conoce bien a sus hermanas y denuncia su hipocresía. Es sincera al saber que no tiene nada que perder. No lucha por vivir, pero tampoco se interpone en la vida de los demás. La noche de la muerte de Adela, mientras las demás se acechan y espían entre sí, ella se queda dormida sin preocuparse por nada. Al enterarse del idilio entre Adela y Pepe, no pretende separarles: “MAGDALENA: ¡Déjala que se vaya donde no la veamos nunca más! “ Anhela desestabilizar el orden impuesto por Bernarda al ser su madre el foco de represión y de autoritarismo que las condena a todas a la muerte prematura. Por este motivo crea rencillas entre sus hermanas, pretendiendo infundir en ellas un afán de rebeldía para socavar las normas impuestas por un ser que todo lo puede, con lo cual acabarán sucumbiendo a su tiranía al no atreverse a dar el paso.

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AMELIA, 27 AÑOS Se dice que es el personaje más desdibujado de la obra, sin embargo creemos que es ese trazo aparentemente inconcluso el que facilita precisamente la lectura de este personaje, es allí donde encontramos su verdadera esencia. Comparte con su hermana Magdalena altas dosis de conformismo, siendo, no obstante, soñadora a la vez.

Pusilánime, apocada y servil. Destaca su conducta falsamente afectuosa hacia Martirio, utilizando su condición poco agraciada y enfermiza para acercarse a ella y así sonsacarle información. La más tímida e introvertida de las hermanas. Intenta ser gentil y conciliadora al desconocer el mundo donde vive, haciendo lo posible por adaptarse a él, arrimándose siempre a alguien más fuerte que ella. Se nos muestra temerosa, vive aterrorizada: (Cita: Aparece Amelia en el fondo, que mira aterrada con la cabeza sobre la pared) Jamás cuestiona la autoridad materna, escandalizándose cuando alguna lo hace. Encarna el ideal de mujer que Bernarda quiere conseguir, la mujer jarrón. No exterioriza su rebeldía, lo que nos hace pensar que la contiene desesperadamente y que ha asumido ese rol para sobrevivir. Prefiriendo no hacer frente a la realidad, con una alta dosis de docilidad y sumisión. Ingenua y supersticiosa. No mide los sentimientos de sus hermanas, llegando a incomodarlas con su excesivo servilismo. “ AMELIA: ¿Has tomado la medicina?

MARTIRIO: Para lo que me va a servir AMELIA: Pero la has tomado AMELIA: Llevas los cordones desabrochadas MAGDALENA: ¡Qué más da…!

AMELIA: Te los vas a pisar y te vas a caer MAGDALENA: Una menos “ El tema de los hombres y el casamiento le producen vergüenza, y deja sin respuesta a quien le insinúa que aún podría casarse. Al igual que su hermana Magdalena, ha decidido no luchar por su felicidad, es decir no vivir, pero a diferencia de ella, eso no la transforma en una mujer amargada ni tampoco es agresiva, o como mínimo esconde sus miserias para guardar la apariencia que tanto proclama Bernarda. Sea como sea, es una permanente espectadora pasiva ante la acción que transcurre, sin intervenir en los momentos de mayor tensión, por ejemplo, en la escena final sólo sabemos de ella por las acotaciones. Personif icación de la renuncia a la acción y a la esperanza. Cumple con los deberes impuestos y espera, con cortesía, el fin de sus días encerrada dentro de la casa.

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MARTIRIO , 24 AÑOS Dos rasgos importantes: la envidia hacia Angustias y Adela y la rebelión. Es la única, junto con Adela, que se enfrenta a Bernarda. Fea, enfermiza y deformada . Una mal intencionada frase suya provoca el suicidio de Adela: MARTIRIO - ¡Se acabó Pepe el Romano!

Se dan dos pasiones contrapuestas: el temor instintivo hacia los hombres y la frustración que le produce tener que renunciar a ellos (Enrique Humanes y Pepe el Romano). La más compleja a nivel psicológico por estas dos pasiones encontradas.

En el acto segundo: “ (Al salir, Martirio mira fijamente a Adela) ADELA: ¡No me mires más! Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas para que te compngas esa joroba que tienes, pero vuelve la cabeza cuando paso.”

Sabemos también las razones por las que su cuerpo se fue contrayendo y deformando: “ MARTIRIO: Espreferible no ver a un hombre nunca. Desde niña les tuve miedo: Los veía en el corral uncir los bueyes y levantar los costales de trigo entre voces y zapatos y siempre tuve miedo de crecer por temor de encontrarme de pronto abrazada por ellos. Dios me ha hecho débil y fea y los ha apartado definitivamente de mí.”

Martirio no ama a Pepe, ella y todas son incapaces de amor, pero lo desea ardientemente y lucha por él con Adela: Al comienzo, la lucha es encubierta, porque Martirio se muestra fría y huidiza: Cuando desaparece el retrato de Pepe, todas se asombran cuan Poncia encuentra el retrato entre sus sábanas y ella dice que s etrata de una broma. En secreto, su deseo alimenta esperanzas, porque sabe perfectamente que Angustias, a quien Pepe no ama, no constituye una verdadera rival, sin embargo si lo es Adela. Por consiguiente trata de que las demás la descubran con sus insinuaciones. Por ejemplo en el segundo acto: “ PONCIA: ¡Esa niña está mala!

MARTIRIO: Claro, ¡No duerme apenas! “ Igualmente al final del acto segundo, en la escena en la que el pueblo arrastra a la pecadora, es decir a la hija de la Librada, la soltera, que tuvo un hijo no se sabe con quién. Y que para ocultar la vergüenza lo mata y lo esconde. “ MATIRIO: Vamos a salir también nosotras.

BERNARDA: Y que pague la que pisotea la decencia.

MARTIRIO: (mirando a Adela) ¡Que pague lo que debe!

Cuando comprende que no cabe ninguna esperanza, vuelve al orden establecido: acusa a Adela, llama a la madre para que le impida reunirse con Pepe, sale con Bernarda a buscarlo y simula la muerte de Pepe, para vencer a Adela. Cuando Adela muere exclama: MARITRIO: ¡Dichosa ella mil veces que lo pudo tener! “ Con este grito Martirio deshace la imagen que ella había creado de sí misma y que mostraba al resto: entonces se descubre que en relidad no huye de los hombres y no es verdad que no quiera ser abrazada por ellos, más bien todo lo contrario, pues se da cuenta, al ver a Adela muerta, que habría hecho lo mismo

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que ella, habría dado la vida a cambio del amor de Pepe y de la posibilidad de entregarse a él, al contrario de tener un alarga existencia.

Es violenta, (quizá porque lo ha aprendido de su madre) es capaz de amenazar de muerte, delatar y mentir.

Desea deseperadamente a Pepe, pero es intransigente con quien siente lo mismo que ella y no es capaz de comprenderlo, y cuando pierde las esperanzas defiende las apariencias y por encima de todo, egoístamente, sólo piensa en sí misma y en sus intereses. Es ella la que más se parece a su madre: Por eso perfectamente a su madre, y sabe que su poder se basa en la sumisión de los demás: “ BERNARDA: Ni lágrimas te quedan en esos ojos.

MARTIRIO: No voy a llorar para darle el gusto.”

Esta similitud entre Martirio y Bernarda, nos sugiere que Martirio será el relevo y continuación del poder tiránico reinante en la casa, cuando su madre muera será ella quien domine imponiendo el odio, la violencia, el luto y el encierro. Martirio sale con su madre a matar a Pepe, y Bernarda la apoya en la mentira.

Martirio ha descubierto otra forma posible de poder, la única que pueden ejercer en su mundo, lo squ eno tienen dinero: el carácter firme y despiadado que somete a los débiles.

En el segundo acto Martirio pone al descubierto los resortes del dominio materno, y demuestra que tiene poder sobre Bernarda; es el momento en que la Poncia que busca el retrato de Pepe, lo encuentra entre las sábanas de Martirio. “ BERNARDA: ¿Dónde lo has encontrado?

PONCIA: Estaba...

BERNARDA: Dilo sin temor.

PONCIA: (Extrañada) Entre las sábanas de la cama de Martirio.

BERNARDA: (A Martiro) ¿Es verdad?

MARTIRIO: ¡Es verdad!

BERNARDA: (Avanzando y golpeándola) Mala puñalada te den, ¡mosca muerta! ¡sembradura de vidrios! “ “ MARTIRIO: (fiera)¡No me pegue usted, madre!

BERNARDA: ¡Todo lo que quiera!

MARTIRIO: ¡Si yo la dejo! ¿Lo oye? ¡Retírese usted! “ Bernarda permite que Angustias se interponga entre ellas, impidiéndole agredir a Martirio. Martirio, por su parte, mantiene la actitud. “ BERNARDA: Ni lágrimas te quedan en esos ojos.

MARTIRIO: No voy a llorar para darle el gusto.”

El enfrentamiento es mucho más serio y revelador que el que mantiene Adela con su madre en el acto III. Podemos decir de que a pesar de que aparentemente es Adela la que se rebela y se enfrenta a la tiranía de Bernarda, rompiendo el bastón, esta cede inmediatamente al dominio de Pepe y demuestra que tiene otro amo y que es enormemente vulnerable. Martirio en cambio, pone en evidencia que que la madre es tirana de quienes se le someten, pero que no tiene poder sobre quienes no se lo permiten. Ella no tiene otro amo que no sea su corazón inflexible, sola y durísima, , cuando la desesoeración nole deja otra salida que destruir en los demás lo que ella ha perdido, se vuelve definitvamente igual a su madre y, sin sometérsele jamás se adhiere a ella.

Como a todas la tradición también ha limitado a Martirio: su madre hizo alejarse al pretendiente que no era

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de su clase social (Enrique Humanes), a quien esperó inutilmente en la reja de su ventana, y Pepe no le pertenecerá nunca. Los 8 años de luto y la condición modesta la apartan de cualquier esperanza de salir de la casa; su propio terror a enfrentar esta díficil búsqueda de la pareja la ha convertido en una mujer contrahecha. Martirio, como todas las otras, no tiene más salida que el luto y el silencio, no tiene posibilidad a pesar de su fortaleza con respectoa las otras, de librarse del peso de la tradición, por consiguiente seguirá reproduciendo los mismos códigos establecidos.

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ADELA, 20 AÑOS La obra está concebida según los cánones de la tragedia clásica: un coro dividido en dos grupos (las doscientas mujeres enlutadas or un lado, las hermanas y las criadas por otro) que comenta los sucesos y mantiene el clima que los origina; un personaje que representa las fuerzas establecidas y hostiga al rebelde: Bernarda; un poder superior que se sabe indestructible: la casa; un rebelde débil y sólo, cuya batalla está perdida desde el comienzo per que igualmente, fatalmente, se lanza a la lucha: Adela.

Adela como todo antagonista, se perfila como opositora, a partir de un suceso desencadenante como es el luto de 8 años que el grupo respeta, ella se niega a aceptar. Su desesperación por salir del encierro la pone frente a frente con la casa tradicional: Pero Adela no tiene voluntad propia, no ha podido desarrollarla en el medio en el que vive, y por eso debe motivarse con un elemento externo, que es Pepe, al fin al cabo otra forma de someterse, pero que representa la encarnación del sexo, la transgresión y la posiblidad de huida.

Ella no conoce a Pepe como persona ni de sus pensamientos, de sus sentimientos ni de sus proyectos, se diría que tampoco le importa, porque no busca a la persona sino al sexo y cuando se asegura de que, pese a todo, podrá seguir gozando, se tranquiliza: Final del tercer acto: “ ADELA: Sí, sí. Vamos a dejar que se case con Angistias, ya no me importa, pero yo me iré a una casita sola donde él me verá cuando quiera, cuando la venga en gana.”

Su desesperación por escapar lleva la obra a su climax: el momento en que Adela rompe el bastón de Bernarda. “ ADELA: (Haciéndole frente) ¡Aquí se acabaron las voces de presidio!

(Arrebata un bastón a su madre y lo parte en dos) Esto hago yo con la vara de la dominadora: No dé un paso más. En mí no manda nadie más que Pepe.”

Pero cabe el caso de reflexinar, acerca de que Adela en realidad no quiere o no está consiguiendo ser libre, más bien cambia de amo, cosa que Bernarda comprende inmediatamente, por eso intenta matar a Pepe, o simular la muerte, para vencer a Adela. Cuando Adela escucha que Pepe ha muerto, no reflexiona ni un segundo, siente que no puede permanecer en la casa, que su puerta de salida ha sido clausurada, que nadie va a poder sacarla de allí, y se suicida como unica salida posible. Su inmolación no sirve de nada, todo continuará de la misma manera.

Por tanto Adela no es una verdadera rebelde, no busca ser libre sino someterse a Pepe, por eso decide la muerte cuando cree que el ha muerto. Su relación con Pepe marca una trayectoria descendente en la autoestima de Adela, ella ha creído hasta la muerte de su padre, que se casaría con Pepe, y la sorprende dolorosamente la noticia de su noviazgo con Angustias. Veamos en la escena del vestido verde en el Acto primero.

ADELA: Tenía mucha ilusión con el vestido. Pensaba ponérmelo el día en que vamos a comer sandías a la noria. No hubiera habido otro igual.

MAGDALENA: Lo mejor que puedes hacer es regalárselo a Angustias para la boda con Pepe el Romano.

ADELA: (con emoción contenida) Pero Pepe el Romano...

AMELIA: ¿No lo has oído decir?

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ADELA: No. MAGDALENA: Pues ya lo sabes ADELA: ¡Pero si no puede ser!

Cuando es consciente de la realidad, Adela descubre que está ligada a Pepe por el deseo (sexualmente) y que aceptará cualquier cosa con tal de satisfacerlo: ADELA: Es inútil tu consejo. Ya es tarde. No por encima de ti, que eres una crida; por encima de mi madre saltaría para apagarme este fuego que tengo levantado por piernas y boca. ¿Qué puedes decir de mí? ¿Qué me encierro en mi cuarto y no abro la puerta? ¿Que no duermo? Soy más lista que tú. Mira a ver si puedes agarrar a la liebre con tus manos.

Su deseo es lógico: es joven y hermosa y siente inclinación hacia un joven hermosos que la ha iniciado en la sexualidad, lo es que desse y que, siendo ambos libres y de la misma condición social, piense en casarse con él. Lo que no resulta lógico es que no sea capaz de prever la elección de Pepe, es ehombre frío y sumiso que como le manda su madre, se unirá a una cuarentona que tiene dinero, sin molestarse siquiera en decírseloa a su amante.

Cuando Adela comprende esto, pierde el rumbo y no puede renunciar al único que podrá conocer en los 8 años de luto que tiene por delante y a la vez, sabe que no puede esperar nada de él: “ ADELA: Esto no es más que el comienzo. He tenido fuerzas para adelantarme.

El brío y el mérito que tu no tienens. He visto la muerte debajo de estos techos y he salido a buscar lo que era mío, lo que me pertenecía.

MARTIRIO: Ese hombre sin alma vino por otra. Tú te has atravesado.

ADELA: Vino por el dinero, pero sus ojos los puso siempre en mí.

MARTIRIO: Yo no permitiré que lo arrebates. Él se casará con Angustias.

ADELA: Sabes me jor que yo qu eno la quiere.

MARTIRIO: Lo sé.

ADELA: Sabes, porque lo has visto, que me quiere a mí.

MARTIRIO: (Despechada) Sí.

ADELA: (Acercándose) Me quiere a mí. Me quiere a mí.

(Se oye un silbido y Adela corre a la puerta pero Martirio se interpone) MARTIRIO: (A voces) ¡Madre! ¡Madre! “ El impulso ciego con el que derriba obstáculos para seguir es silbido, es el mismo que la lleva a ahorcarse cuando le dicen que Pepe ha muerto. No tiene otro objetivo en la vida, ni siquiera busca la libertad: se oponía a todos con la fuerza de del deseo insatisfecho que aparta como puede a cuanto lo separa de su objeto, pero no tiene otra meta que poseerlo.

Su figura es, la de la mujer que amó a alguien antes de haber podido amarse a sí misma y respetarse, conocerse. Su acción no trasciende, su final es mal logrado y es el peor, pues conlleva la negación de su gesto final y de todos sus gestos; por obra del silencio impuesto por Bernarda, Adela será para el pueblo la que no amó y la que no fue amada. La que no conoció el odio ni la desesperación, la que no tomó desición alguna ni se destacó entre las demás. “La hija de Bernarda Alba ha muerto virgen”; su madre la niega tanto, que ni siquiera la nombra. Y cuando hayan dado el toque de las dos campanas, se sumirán en un interminable luto, en el silencio y el olvido. Será como si detrás del blanco muro, ella no hubiera amado, ni gritado, ni tronchado su vida. Sólo el poeta sabrá de ella.

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Algo nos hace pensar de que posiblemente Adela estĂĄ embarazada, en el segundo acto cuando grita que no maten a la hija de la librada, que es justo la que ha cometido infanticidio, bien puede ser porque ella tambiĂŠn ha estado con un hombre fuera del matrimonio, o porque teme estar embarazada y correr la misma suerte.

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LA PONCIA, 60 AÑOS En este personaje se evidencia la intención del autor de mantener la tradición renacentista de dar vida a los “criados”, siempre más despiertos y audaces que sus amos. Y apelando a las normas del drama rural español, deja a los diálogos de los criados la revelación de lo que va a suceder y la radiografía clara de los demás personajes.

Además, en la intención de “documental fotográfico” del autor, éste revela una realidad social: la Poncia, de condición más humilde que Bernarda y sus hijas, tiene mucha más libertad que ellas, puede salir, hablar con todos, expresarse como quiera y, sobre todo, puede pensar. Ella es el puente con el exterior de la casa, es la reportera de la actualidad a la que no pueden acceder las demás, a las que Poncia provee de los acontecimientos de la aldea. Ella está en la casa por necesidad, aunque finge estar ahí por elección: “ PONCIA: Ésas están mejor que vosotras. ¡Siquiera allí se ríe y se oyen porrazos!

MARTIRIO: Pues vete a servir con ellas.

PONCIA: No. Ya me ha tocado en suerte este convento.”

La Poncia es además el punto de contacto con el mundo, el nexo que las mujeres de la casa tienen con la vida. Como figura, está muy arraigada en la tradición literaria (sirva de ejemplo toda la picaresca y los criados del teatro, desde Fernando de Rojas a Benavente); socialmente, es la clase dominada la que actúa en lugar de sus patrones y termina por dominarlos, porque conoce sus secretos y sus debilidades y es el brazo ejecutor sin el cual no saben vivir. Fundamentalmente, la Poncia vive, en contraste con las demás figuras que reproducen lo impuesto. Ella enfrenta las situaciones nuevas y les busca solución. “ PONCIA: Además, ¿quién te dice que no te puedes casar con él? Tu hermana Angustias es una enferma. Ésa no resistirá el primer parto. Es estrecha de cintura, vieja, y con mi conocimiento te digo que se morirá.

Entonces Pepe hará lo que hacen todos los viudos de esta tierra: se casará con la más joven, la más hermosa, y ésa serás tú.”

Bajo la licencia que le otorga su condición social humilde, es la única que se permite llamar las cosas por su nombre y mirar la realidad de frente. Mientras Bernarda se preocupa por vigilar la fachada, Poncia lee las actitudes, adivina los pensamientos, prevé las consecuencias. Ha conocido el placer con su marido, y piensa que Pepe y Adela tienen derecho a gozarlo; es su mundo el instinto se manif iesta crudamente, y se sacia el deseo sin que cuenten las conveniencias. Poncia sirve en una casa regida por el odio, y acepta las reglas del juego: trabaja por la paga, guarda silencio por obediencia, y no se encariña con ninguna, no quiere a nadie: “ PONCIA: No os tengo ley a ninguna, pero quiero vivir en casa decente.”

Su carácter a pesar de su condición inferior, es menos agrio que el de las mujeres para las que sirve. Es la única que las hace reír y guarda con las hijas una cierta complicidad a espaldas de Bernarda.Su odio se concentra en Bernarda, de la que conoce perfectamente todos sus defectos y desaprueba su conducta constantemente.

Bernarda percibe esa desaprobación de Poncia y detesta a la sirvienta de la que no puede prescindir. El constante estereotipo del poder en Bernarda, la ha privado de la flexibilidad necesaria para solucionar los problemas sin prohibir ni castigar, y ella sabe que la Poncia es capaz de esa flexibilidad, que la hace invulnerable.

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Ambas mujeres conviven por necesidad y anulan mutuamente sus fuerzas con la misma amenaza tácita: revelar a las gentes la vergüenza de sus secretos: Bernarda: sabe que la madre de Poncia fue prostituta.

Poncia: sabe la verdadera situación patrimonial escasa de la familia.

- De la locura de María Josefa - De la relación de Adela con Pepe Ambas se mantienen juntas por temor al qué dirán, en una situación típicamente lorquiana, la tensión que las anima viene de fuera, de los vecinos que nunca vemos.

Bernarda constantemente le recuerda las distancias que las separan. << BERNARDA: Me sirves y te pago. ¡Nada más !>>.

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MARÍA JOSEFA: 80 AÑOS Este personaje poético y demente, al que nadie escucha y siempre tiene razón, es la voz del autor. Lorca demuestra a través de María Josefa que la suya es todavía la tierra de Don Quijote, donde el que habla de amor, de ternura y de simplicidad es tachado de loco o vive preso. << MARÍA JOSEFA: Yo me quiero ir a mi pueblo... Bernarda, yo quiero un varón para casarme y para tener alegría.

BERNARDA: ¡Encerradla! >> Ma. Josefa como el Quijote es el único personaje cuerdo, el que ve el mundo como debería ser, lleno de paciencia, de generosidad y de ternura, fecundo, simple y comunitario. Dementes son los que tuercen ese destino, cierran puertas y levantan cercos que separan a los amantes, aprisionan a los jóvenes, marginan a los niños. Dementes son, en esta obra, los que se casan por dinero, los que niegan el pan a quien lo necesita, los que cierran las ventanas para no ver el campo ni escuchar las risas: << MARIA JOSEFA: Tú eres Martirio, ya te veo, Martirio, cara de Martirio. ¿Y cuando vas a tener un niño? Yo he tenido éste.

MARTIRIO: ¿Dónde cogió esa oveja?

MARIA JOSEFA: Ya sé que es una oveja. Pero ¿por qué una oveja no va a ser un niño? Mejor es tener una oveja que no tener nada.

Bernarda, cara de leoparda. Magdalena, cara de hiena.>> En esta obra la poesía ha desaparecido casi por completo, en relación a las otras dos tragedias de la trilogía trágica lorquiana. En Bodas de sangre formaba parte de los diálogos, en Yerma está reducida a las canciones e invocaciones, pero estas son muchas e impregnan la obra. En la casa de Bernarda Alba los personajes hablan una dura prosa; pero el otro mundo, al que no se da cabida en la casa, se expresa poéticamente: las coplas de los segadores y la canción de María Josefa cumplen la misión de destensar las tensiones cuando ronda la muerte, y de evocar la vida, la naturaleza y el amor.

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CRIADA, 50 AÑOS La criada representa el eslabón social más bajo del convento simbólico, salvo que está por encima de una indigente, y sobre la cual, ejerce el mismo desdén que recibe de sus amos, reproduciendo las mismas formas de discriminación a la que está expuesta, continuando así con el efecto dominó. Si bien es cierto que no tiene el protagonismo que la criada Poncia, la criada lleva consigo información muy valiosa, es la evidencia de lo que se esconde realmente detrás de las apariencias. La criada nos revela que ha mantenido sexo de Antonio María Benavides, situación a la que se ha visto sometida por el doble poder del hombre de condición masculina y económica. Tiene que cuidar de una hija de la que podemos pensar es hija de su amo, pue son habla de su marido, sino que se preocupa por procurarle alimento a su hija.

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PEPE EL ROMANO Es el personaje ausente más presente de la obra, es él quien mueve desde fuera los hilos que agitan a las hermanas, es la fuerza centrífuga que las atrae con el poder del sexo, la juventud y la belleza. La única que tiene derecho a obedecer a esa atracción es Angustias, su prometida, sin embargo es la que menos la siente. Magdalena y Amelia, puede que también lo deseen, pero han renunciado a todo y se conforman con lo que la vida les da. Adela y Martirio sienten una atracción irrefrenable por Pepe, pero es Adela la que es correspondida. Pepe es el amante de Adela, es el hombre que le descubre el placer sexual, pero a su vez la esconde, la pone en peligro, no se hace cargo de ella, le hace el amor en la casa, en el silencio de ese mundo de luto, en el granero donde se agita el caballo y ladran los perros. No le promete nada y no le da nada, obtiene el placer de ella, y la expone a la vergüenza, al castigo y a la muerte. Tampoco respeta a Angustias, cuya ventana deja para correr a ver a otra y busca su dinero descaradamente, hasta tal punto que se acerca a la casa a pedirla, el mismo día que se hacen particiones.

“Pepe tiene los derechos que otorga a los hombres la sociedad machista en que vive” Su mundo es el del la calle, el campo, la taberna, su contacto con la casa es fugaz y periférico. En la obra, nadie describe matices de la personalidad de Pepe, pero podemso dilucidarla por lo que hace, Pepe tiene una cara anónima, más bella que la de otros y signada por la dura determinación del hombre que sólo piensa ejercer sus derechos.

Interesante: Angustias renuncia al amor por el casamiento.

Adela renuncia al casamiento por el amor.

Martirio por el deseo sería capaz de renunciar al casamiento y al amor y hasta la vida.

Pepe, como hombre, no renuncia a nada, puesto que las mujeres le han otorgado todos los derechos.

“PONCIA: A vosotras, como mujeres, os conviene saber que el hombre, a los quince días de la boda, deja la cama por la mesa y luego la mesa por la tabernilla, y la que se conforma, se pudre llorando en un rincón.”

Ellas se pudren llorando en un rincón, él no debe explicaciones a nadie.

“ANGUSTIAS: Yo creo, madre, que él me oculta muchas cosas.

BERNARDA: No procures descubrirlas, no le preguntes y desde luego, que no te vea llorar jamás.”

Ni siquiera al final cuando estalla el escándalo y Adela declara que es su amante y él la espera en el granero, cuando resulta patente que Pepe está ultrajando a su novia y a la casa, tampoco se le piden explicaciones ni se espera que dé la cara por una de las mujeres. Bernarda sale con la escopeta y dispara peros sin intención de matar; ella sabe muy bien lo que signif icaría el cadáver de un hombre semidesnudo en el umbral de su casa. Sólo quiere que Pepe se aleje y se lleve el secreto de lo que ha ocurrido, para poder encerar sus hijas y recuperar el silencio y la dignidad de la fachada.

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Simbolismo: Reflejo de los personajes a través de su ropa Definir a los personajes es una tarea difícil y compleja que implica trabajo por parte del director, el actor, el escenógrafo y el figurinista, ya que cada uno va a otorgarle un poder comunicativo distinto. En nuestro caso, tenemos que definir al personaje a través de su ropa y caracterización. Hemos de ser capaces de hacer de nuestro análisis algo visible en forma de vestuario. El proceso necesita por ello un trabajo conjunto, ya que es el director el que nos guiará para saber cual es la perspectiva que quiere generar y de que manera va a tratar al elenco, donde estarán los puntos fuertes, donde habrá cosas que no necesite... y en este proceso el diseñador debe poder guiar al director de manera artística e intuitiva en la búsqueda de la intencionalidad de cada personaje y del contexto que se quiera aplicar a la obra. Esto debe ser claro, el equipo interpretará su representación a partir de la obra escrita a no ser que se quiera ser total y absolutamente naturalista. Así pues, una vez ya hemos nuestro análisis hemos de saber que perspectiva vamos a explotar en nuestra obra.

La transformación de Bernarda Alba: recontextualización y atemporalidad En nuestro caso, la represión femenina es el motor principal de nuestro proyecto, del mismo modo, se quiere tratar esta historia en un marco de atemporalidad que pueda situar al espectador como creador en pequeña medida a partir de su propia contextualización de la historia que se le plantea.

A nivel artístico, en la escenografía se apuesta por el plástico y el látex, materiales fuertes e impermeables que 'asfixian' a los personajes, los presiona y los cierra como el personaje de Bernarda hace. Si bien el color negro es un símbolo de la trayectoria y mensaje de la obra, este inundará por completo a sus desafortunados personajes.

Por tal de generar un carácter atemporal, el vestuario tratará de tener formas sencillas y diseños comprensibles que no sabríamos en que situación del siglo XX situar exactamente, y esa es nuestra intencionalidad, generar que el espectador cree un imaginario propio entorno a los personajes.

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Primeros Bocetos

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BERNARDA: Para llevar a cabo el figurinismo de Bernarda, se ha optado por ensalzar su poder inquisitivo, su fortaleza, severidad y estilo. Recordemos que es un personaje altivo y que demuestra su distinción social con sus actos y temperamento, que generan que jamás pierda el control de si misma y la situación que abordar.

Las prendas que viste Bernarda se componen de un traje chaqueta negro de estilo Chanel, de corte clasico que realzan un estilo elegante, recuerda a las mujeres que participan en los puestos de poder y ensalza esa actitud de perfección y control ante el mundo que la rodea. La idea de usar un traje de este tipo parte sobretodo del concepto atemporal de la obra, una atemporalidad situada entre los años 20 y la actualidad.

Su camisa interior, de un color gris que dibuja su cuello y el collar de perlas que lo rodea, aportan esa idea de estilo y superioridad ante el resto. El uso de zapatos de tacón bajo y grueso, determinan su idea de no alardear y mostrarse estable, reiterando la idea de fortaleza y control expuestas, además de no exaltar sensualidad alguna en ella. Bernarda es severa, segura de si misma y auyenta la idea de cualquier tipo de sexualidad, es por ello que su maquillaje es pálido, vampirico, una juventud inquietante que se mantiene para expresar esa virilidad y fuerza de algo muy viejo que permanece recio a pesar del paso del tiempo.

Su pelo es otra muestra de perfección y severidad, no la aprisiona pero demuestra ser robusto, no la hace atractiva, pero evidencia pulcritud y represión, pues está perfectamente peinado, recogido y brillante, mostrando ese vampirísmo del que hablamos anteriormente. No obstante, recordemos su actitud altiva, y es que este peinado incentiva más dicha actitud dotándola de distinción social y junto a su maquillaje, hace además un rostro inquietante que llega a intimidar al propio espectador.

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ANGUSTIAS El figurinismo de Angustias se centra en resaltar a una mujer sujeta a los prejuicios sociales respecto a su edad, una realidad en la época en la que está enmarcada la obra, y que sigue vigente en nuestros días.

Angustias intenta explorar su sensualidad y lucha vanamente por escapar del estigma de su condición y de la biologización. Convirtiéndose en victima por parte de la presión social y el entorno familiar. El espectador verá una discordancia entre los prejuicios sociales, que intentan relegar a la mujer a partir de los 30 a un rol dentro del ámbito familiar como mera reproductora y esposa en el matrimonio, presionando a la mujer a través del reloj biológico, para negarle su necesidad de crecimiento y satisfacción como individuo. Y por otro lado esta discordancia vendrá dada, al contradictoriamente, estar presenciando a una mujer todavía de apariencia joven y bella, que trata de mostrar y explotar una sensualidad castrada por otra parte. El personaje está sujeto a constantes burlas y humillaciones por parte de Bernarda y sus hermanas, deseando con fervor demostrar que a pesar de ser la mayor, puede ser bella y seducir a Pepe. Por lo tanto lo que podría ser una emancipación de Angustias como individuo, se convierte en una esclavización de la apariencia y de la presión a la que está sometida. Angustias, a su vez utiliza el poder económico para sentirse superior a las demás, como mecanismo de defensa ante el intento de las otras por derruirla.

Por ello, nuestro personaje viste una camisa de seda negra, de estilo modernista, con un lazo en el cuello que aprisiona al propio personaje pero no deja de mostrar que tiene un poder adquisitivo superior al de sus hermanas, así pues en dicha camisa situamos un broche que denota este poder, así como una pulsera de brillantes en su muñeca izquierda. Maquillada con sombras color tierra y labios de color neutro, en el primer momento en el que encontramos a Angustias en escena, viste una falda de gasa negra con una raja casi imperceptible a un lado que solo se hace notoria mediante el movimiento de esta. Mediante la obra avanza, los cambios de vestuario y maquillaje en dicho personaje son imprescindibles, ya que para remarcar esta belleza negada, esta dominación familiar tán intensa, en los momentos de intimidad de Angustias, veremos que viste un corsé que determina sus formas femeninas y a su vez la oprime con fuerza. En este intento desesperado de sentirse una mujer apetecible, Angustias se maquillará con la torpeza habitual de la ansiedad y la inexperiéncia resultándo algo esperpéntica. A conjunto con ese intento, vestirá una falda corta gris que posteriormente y a causa de Bernarda, se tornará una falda de tubo que avejentará su apariencia y denotará de nuevo esa batalla perdida frente a una familia que la abruma y la niega constantemente. Su pelo se verá recogido en un moño bajo y trenzado, de carácter atemporal que la mantiene recatada y la neutraliza.

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MAGDALENA Camiseta negra de cuello alto, pantalones de aviador, botas altas planas negras. Pelo recogido en cola de caballo, algo improvisado. maquillaje neutro.

Magdalena es una mujer vivída, resignada y asqueada con lo que la rodea, un espíritu rebelde que hace caso omiso a las palabras de Bernarda. Es la única que verdaderamente vive el luto de su padre y paradójicamente la única que no viste para la ocasión, demostrando en su vestimenta el último intento de rebeldía delante de la tiranía de su madre. Su ropa, de carácter militar, acentua su actitud terrenal y fuerte, su pelo se recoge en una coleta alta y robusta que la masculiniza, viste con unos pantalones de aviador que la ensanchan exageradamente en las caderas para poder desdibujar esa forma de mujer de la que ella misma reniega. Su camiseta es de color verde militar y está algo usada, parece no importarle su propia imagen y prefiere esconderse tras el color de camuflaje. Lleva botas militares negras, llamativas, robustas y bien atadas, haciendo del conjunto un vesturario curioso, que no deja indiferente y que parece tener el mismo objetivo que tienen los adolescentes en su forma de vestir: llamar la atención sin poder hacer nada más allá.

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MARTIRIO Martirio es una mujer débil, amargada y sometida, solo piensa para si misma y reniega de las personas que pueden tener deseos sexuales cumplidos, pero se esconde tras la fachada de su enfermedad. Viste un vestido gris con mangas de 3 cuartos que le va algo grande, para tratar de disimular su deformidad, su maquillaje la caracteriza como enfermiza, pálida y falta de vida, lleva medias transparentes para acentuar la palidez de su piel y unos zapatos planos negros que no se adecuan para nada a su edad... parece haberlos heredado, como si no tuviera dinero para más y se conformara con esos zapatos viejos. El cabello recogido en una coleta baja, le tapa algo las orejas, como queriendo taparla junto a su vestido... se acentuan mucho las ojeras en sus ojos y hacen que su mirada resulte cansada, enferma y en ocasiones cruel. Sus manos lánguidas destacan e influyen más gracias al uso del 3 cuartos en las mangas.

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ADELA Niña rebelde, llevada por sus pasiones y sin cabeza con la que pensar, encerrada en el momento en el que desea abrir las alas desesperadamente y echarse a volar... Su look es sexy, atrevido y siempre obligado a reprimirse. Adela viste inicialmente una camisa semitransparente con una camisa interna negra, que realza su belleza y juventud, insinuando sus formas, así como una minifalda negra y unas medias moradas con unos botines negros. Parece negarse a desprenderse de su atractivo, así que se convierte en la estilista de la muerte. Envidia de muchas de sus hermanas y conocedora de su poder sexual, no se detendrá ante la lucha por Pepe. Posteriormente, Adela viste en la obra original un vestido verde, que aquí se reconvierte en un vestido-pantalon verde esmeralda o verde lima, con unos shorts muy arriesgados y con escote de pico... ese vestido realza su hermosura y alimenta su fuerza y pasión. Adela lleva un maquillaje austero pero notorio, toda ella quiere resultar notoria en cualquier sitio y es precisamente este elemento el que acaba por hacerla perder la cordura que la mantenía viva.

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AMELIA En su primera aparición, Amelia viste una camisa de pasamanería gris hasta el cuello, chaleco negro, una falda por debajo de las rodillas negra y recta y unos zapatos de salón planos: Es la mujer de luto que Bernarda quiere, silenciosa, de estricto negro , sin crear la más mínima provocación. El cabello recogido en una trenza baja y el maquillaje austero. Las manos siempre entrelazadas, inspirando falsa inocéncia. El vestuario de Amelia nos da a entender el afán de Amelia por ser aprobada por su madre, su máxima aspiración es ser como ella, quiere demostrarle que es la única en la que puede confiar, desea ser la mejor entre sus hermanas, a las que manipula para sonsacarles cualquier información. Así pués, una vez en casa, Amelia vestirá con una chaqueta fina de color gris, una camiseta interior negra así como una falda de volantes negra que le darán ese aspecto de estudiante conservadora e inocente que quiere conseguir. Su pelo, esta vez estará peinado de tal manera que resulte inocente y dulce, con una cinta ancha que recoje su flequillo. Es la 'niña perfecta' cuyo único objetivo en la vida es asemejarse a su madre y obtener su aprobación de esta... para ella el fin justifica los medios.

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PONCIA

MARIA JOSEFA

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CRIADA/HIJA DE LA LIBRADA (2)/MUJER DE NEGRO

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Segunda Búsqueda Si bien el proceso de personif icación del vestuario es correcto, la búsqueda en la armonia entre espacio y personajes está demasiado separada y por lo tanto, el proceso de búsqueda tiene que seguir investigando a través de formas y materiales. Si bien el anállisis psicologico de los personajes es correcto y se ha enfocado como se ha dispuesto, debemos encontrar unif icación y sincronía con las ideas y mensaje que queremos transmitir a través de la descontextualización de la obra en sí, extraeremos del imaginario de la casa de bernarda alba los conceptos bases de esta obra y que harán de las formas, los diseños y las ilustraciones finales la representación visual de los conceptos a trabajar: en nuestro caso vamos a trabajar sobre los conceptos que Pepe el Romano y Bernarda simbolizan para dicha obra, si bien Bernarda representa la familia tracicional, los conceptos arcaicos sobre la mujer y su posición de servidumbre y funcion perpetuadora, Pepe el Romano signif ica la falsa liberación de la mujer, donde la sexualización extrema y la ausencia de los valores y apoyo familiar en pro del hombre amado suponen una supuesta decisión propia, pero cuya realidad es el sometimiento al hombre, satisfaciéndolo sexualmente y obedeciendo sus demandas, dejando su sexualización y actitud para consigo misma en dependencia del hombre que la somete haciéndola creer que es libre. El vestuario debe generar asfixia, esterilización e impermeabilidad y si bien la escenografía consta de elementos plásticos, el siguiente paso es el de adaptar ese material al propio vestuario rompiendo con el concepto de obra clásica y naturalista, donde podremos jugar mucho más con las formas e intenciones y experimentar y abrir nuestras miras a nuevas posibilidades en nuestro libro de arte y en la producción teatral a la que representa, desmitif icar la estética y explorar a través de formas y materiales esta historia de mujeres oprimidas que se vuelven opresoras por la experiencia vivida, donde son mujeres que caminan sin rumbo, perdidas y desorientadas sin saber que modelo de mujer deben seguir, cuando la respuesta está en que ni lo que antes exístia y existe (la representación de Bernarda) ni lo que se ha impuesto a través de modas e influencias sociales partidarias de un neo-machismo oculto tras el velo semitransparente de una supuesta liberización de la mujer (lo que representa Pepe) son el camino a seguir.

De esta manera nos liberamos en los diseños de las formas concebidas y mitif icadas de la obra clásica y vamos mas allá, experimentando con formas e incluso colores, tratando de palpar ese concepto de muñeca rota y asfixiada, de muñeca usada que ya no quiere nadie y cuyo tiempo se perdió en pro de satisfacer a la tan deseada y tan odiada a su vez figura del opresor.

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Bocetos

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Bocetos

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PRE-Dise単os finales

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Vestuario de las hermanas

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Fragmentos preparatorios para libro de arte

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*''TenĂ­a este vestido guardado, para ir a comer sandĂ­as...'' Adela, primer acto

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Diseños de vestuario final Los recursos económicos así como los deadlines del propio proyecto suponían sintetizar las ideas expresadas en los bocetos anteriores, así que se optó substituir los zapatos de tacón de aguja por cintas negras en tobillos y muñecas que signif icaban de esta misma manera la represión materna y la sumisión completa del género femenino. Por otro lado se le quitó el cuero a Bernarda y permanecieron en ella los zapatos. Poncia no viste faldas, es parecida a un perro guardián y corretea tras Bernarda vestida con el delantal que ya se le planteaba y una apariencia algo masculina de camiseta y pantalones negros, la criada resume su estereotipo visual clásico en el negro y el blanco y Maria Josefa permanece con la bata rosa inicial que la destaca del resto y los peinados, en general, son más sintéticos.

A continuación podréis observar el proceso de creación de parte del vestuario.

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Vestuario final en escena

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La imagen de Bernarda Alba: Creación del Libro de Arte y el merchandise de la obra.

La creación de la obra de Bernarda Alba supone, además del figurinismo, escenografía, ensayos, dirección y demás, la creación de la imagen de la propia obra a nivel publicitario, creando una imagen corporativa para difundir la producción, que conllevará el diseño del cartel, el tríptico con el programa y los datos de la obra, así como establecer objetos diseñados para la venta de la propia producción, como camisetas, marcapáginas, libretas y demás material, de esta manera, surje todo un torbellino de producción artística y de diseño gráfico que supone un reto para el propio creador.

De esta manera, se generan a su vez ilustraciones de la obra que crean la imagen corporativa de la misma.

Así pues arte y diseño convergen en lo que llamaríamos libro de arte.

Diseño del cartel: Curiosamente, se establecieron dos carteles diferentes, uno con la ilustración del look que se quería pero por falta de recursos económicos no se pudo, y uno con el look que se usó. Como se puede observar en todas las ilustraciones, son en blanco y negro, macabro, ellas tienen los ojos en blanco, ciegas ante su mundo de mentrias en el que viven atrapadas.

Ilustración previa bajo las premisas del diseño ideal.

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Carteles finales

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Ilustraciones para el libro de arte: BERNARDA

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PONCIA

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ANGUSTIAS

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ADELA

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MAGDALENA

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MARTIRIO Y AMELIA

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Creaci贸n del triptico-programa de la obra: Anverso:

Reverso:

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Merchandise de la obra: Camisetas:

Marcapรกginas

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Bibliografía

- Federico García Lorca: La Casa de Bernarda Alba (libreto) - Cortezo, Mampaso, Narros, Nieva: 50 años de figurinismo teatral en España, Teatro Albéniz, marzo 1988 - Carl Gustav Jung: Contribuciones al simbolismo del-mismo, Trotta, 2011 - Danner, Alexander - Withrow, Steven: Diseño de personajes para la novela gráfica, Gustavo Gill 2010 - Belen Roldán: Las madres vaca y el neomachismo, artículo en www.elreservado.es, 27 de Octubre de 2010

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Conclusiones Los diseños finales junto con las ilustraciones preparatorias, todas ellas de carácter fuertemente expresivo, nos permiten explorar más alla del género clásico de drama rural y nos adentra en el problema de la posición de la mujer alrededor de una sociedad opresora y oprimida que confunde y utiliza a su merced la figura femenina.

Mientras una gran parte de la sociedad actual mantiene la defensa de unos valores eternos que alguien un dia impuso, otra parte proclama una falsa liberación sexual y personal, influenciando y dirigiendo a la mujer en su actitud para con el hombre, en su forma de vestir, de comportarse y de salir al mundo. La conclusión es la misma: es un mundo de ilusión. Robusto, pero de ilusiones que basan la existéncia de la mujer en la servidumbre y en perpetuar la especie.

El trabajo realizado con la unif icación de la vestimenta de las hijas y la caracterización total de maquillaje y peinado denota una necesidad de transmitir la esencia de cada una pero denotando que practicamente han perdido la voluntad propia. Se las ve pálidas, apagadas y numeradas, han perdido la voluntad y las opciones, se trata de un grupo de muñecas rotas que tratan de no perder lo poco que les queda de humanidad. El trabajo simbólico de las marcas de la boca que se asemejan a las de un títere nos reitera esa pérdida de la autonomía propia en pro de la tiranía de Bernarda o la falsa libertad de Pepe el Romano.

La utilización de materiales como el látex o los plásticos como los de los propios vestidos de los personajes, unif ican el concepto de esterilización y asfixia que propone la escenografía así como la mirada de la propia versión de esta obra. No obstante podremos observar en los bocetos y en las perparatorias del libro de arte que los personajes, a parte de Maria Josefa y Poncia, son lánguidos, cadavéricos, de ojos en blanco y pérdida de las formas femenínas. La propia Bernarda incluso lleva vendados los pechos al parecer con una intención de asexualización por todo lo vivido. Sus hijas, por otro lado, mantienen los pechos al descubierto debajo de sus vestidos de ese plástico traslúcido, que deja ver sus formas de mujer pero las difumina. De esta manera, no es de extrañar que las ilustraciones reflejan en cualquier caso, la esencia y espíritu de los personajes sin limitarse al diseño de las piezas de ropa, sino creando un todo en base a la forma y la intencionalidad del propio mensaje que esta obra inspira.

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