¿ES POSIBLE UNA RELACIÓN INTERCULTURAL E INTERRELIGIOSA CONSTRUCTIVA? Martha Gabriela Flores Medina1
La diversidad cultural, fruto de la inmigración y de las condiciones actuales de globalización y de lo que podemos llamar posmodernidad, nos
llevan
a
convivir
con
una
gran
cantidad
de
ideas
y
comportamientos acerca de lo que es creer en Dios, de la manera en que expresamos la religiosidad y en buena parte de la crisis de sentido que experimentan las grandes sociedades. Como lo describe Pablo Semán en varias de sus obras, a medida en que se debilitan los compromisos religiosos se debilita y hace difícil la integración social, teniendo como consecuencia una gran cantidad de ofertas religiosa, que generan fragmentos de la sociedad y empiezan a convivir mezclando vivencias culturales que generan falta de identidad colectiva. Como lo señala Lluís Duch2, la vivencia religiosa en el hombre actual prescinde de las instituciones religiosas para encontrar la mejor forma de expresar su fe de acuerdo con su horizonte cultural propio y buscando lo que desde su propia perspectiva vale la pena buscar en la relación con lo sagrado. Ahora bien, el desempeño de pequeñas comunidades o grupos humanos en donde diseñan un estilo de vida
1 2
Estudiante de la Maestría en Teología en la Universidad Católica Lumen Gentium. Cfr. Lluís Duch, Un extraño en nuestra casa, Herder, Barcelona, 2007.
15