POETAS SIN FRONTERAS ENERO 2020

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Me dices lo indecible. Bertha Laraf. Veracruz, México Se te sale el alma en la mirada, es intercambio de ternura, cariño, vuelves, retornas, reencuentras el susurro de mi voz. En un arranque impulsivo me dices, lo indecible, me besas, lo imbesable, me sellas, cual pluma indeleble. Surge la evidencia, sin copos de vergüenza, del te amo total, como qué más da, la angustia espectral que nos persigue, bloqueos que pretendes, que nos venzan. Hay palabras que merecen tatuarse, otras dejarse atrás que corran como rio, hay palabras memorables, otras que se las lleve el viento arrepentido. Soy reincidente, si lo soy, porque creo, insisto y me renuevo, en la que abro la llave del grifo del amor, que cae a cuenta gotas.


Invirginal e impoluta. Bertha Laraf. Veracruz, México Trato de expandirme de fugarme de evadirme para sobrevivir al paraíso de la fantasía. Galopo en caballo blanco de crines con tornasolados visos. Atravieso el manto estrellado vuelo, transformándome veloz proyectándome. Dispersa en mil fractales, atravieso el enrejado horizontal del tiempo sideral. Salgo intacta. No siento culpas en sentido literal, me auto perdono, sin revelaciones, con ausencia de cariz emocional. Demuestro que soy impoluta, invirginal y al mismo tiempo pura. Majestuosa…una vez más


Ritual de año nuevo Carina Andrea Nadale Los Cóndores (Córdoba-Argentina) El este enciende la forja, fundo el acero. En el yunque de la mañana le doy forma a la hoja, intento equilibrarla con la empuñadura. Templo el metal en el rocío. Acometo la oscuridad del año viejo para tajearla, sangrarla, rebanar las sombras; abrir la ventana con el filo y con la parte roma, aparto residuos de tiniebla. Espolvoreo la mesada, golpeo la masa descargando la ira, la suavizo, le doy forma de pan. Parto los bollos con la mano. Extiendo el mantel, cuento las presencias, adorno sitiales ausentes con ramos silvestres de añoranza. A media mañana, tejo perdones y olvidos… Zurzo espectros


en la espalda del viento. Suelto. Fluyo. La esperanza pasa por el ojo de una aguja, bordo en punto cruz mis oraciones matutinas. El termómetro del abrazo marca setenta y cinco grados en una ronda de yerba mate. El amor multiplicado pasa de mano en mano. Después de la siesta siembro el patio con futuro, riego la semilla con lágrimas de felicidad ante la visita inesperada. Por la noche, se agazapan los pájaros en la ventana, al acecho de los sueños. Que los lleven alto. Que los lleven lejos. Qué los hagan verdaderos.


ME ESTORBA Clauzbeth Casvel Veracruz, México Me estorba el tiempo, la distancia para verte. Me estorban los minutos, los silencios, los transeúntes. Salen sobrando las dudas, los ayeres que no duermen. Me estorban los miedos plagados en mi mente. Me aparta de ti el trabajo y los quehaceres; los días, las semanas con su pasar intransigente. Cuento los minutos indolentes, ¡en que mi corazón deja de latir por la lejanía tan presente! ¡Y es que quiero mirarte noche y día! Y el reloj con su correr de manecillas, me ha declarado la rencilla… De apartarte lejos de mi vida. ¡Porque quiero contemplarte y tener tu cercanía! Que envuelve a mi alma con su fulgor en pleitesía. ¡Y es que deleitas sin tardía, cada pulsación de mi agonía, de percibir que falta en sinfonía…! Tú presencia avasallante que me inspira.


SELFIE Clauzbeth Casvel Veracruz, México ¿A quién buscamos en el espejo del reflector inconsciente de las cámaras? ¿Dónde están nuestros sueños? ¿Dónde está nuestra alma? ¿A quién mostramos los dientes y miramos fijamente? Al receptor de metal que no es duradero, que se adhirió voraz a las falanges del cuerpo. A ese aparato terminamos sonriendo queriendo guardar tan solo un recuerdo, ¡prueba fugaz de nuestra existencia! ¡Comprobar a toda costa que la vida es cierta! Tenaz reflejo inamovible de fotografía, allí plasmamos nuestra imagen disuadida, que ha de reproducirse sin tardía… ¡En cientos de pupilas que no nos miran! ¿A quién anhelamos asiduamente? Y en su búsqueda permanecemos insistentes. Nos hemos perdido en esa batalla, de mirarnos de frente, cara a cara. No logramos encontramos, nos escondemos y es que realmente no hemos descubierto… ¡El confuso secreto que encierra la vida! La sublime entraña que apacigua sin prisa.


Estamos tardíamente reconociendo que nos estamos buscamos todo el tiempo; a través de una imagen, ¡de la poesía! A través del arte que nos suspira. ¿Cuánto hemos de tardar para reconocernos? ¿Aún faltan muchos siglos venideros? Años y años que han ido transcurriendo y no encontramos respuesta que sacie por dentro. Seguiremos jugando a plasmar sin mesura, ¡miles de réplicas que nos desdibujan! Hasta reencontrarnos en aquel perdido sentido, ¡de saber quiénes somos en este mundo dolido! Que como en saco roto no curan fatiga del arduo peregrinaje sin rumbo ni huida. Seguimos somnolientos en la eterna guarida… ¡Que resguarda sagaces nuestras frágiles mentiras!


Fabricio Prada México Tardaría tres segundos en obedecerte si me dieses el mandato de enamorarme de ti

Conflictuáte. Llénate de duda. Similar. Estanque e insomnio. No duermas. Semejante. Piensa. Insiste. Coincidente. Reprocha. Duda y duda. Rechaza y rechaza. Compaginable. Ya llegamos. Aquí estamos. Acomodable.


Soy yo. Eres tú. Armonizable. Soy tú. Eres yo. Agua somos. Compatible Sólo agua. Grita. Libre. Concomitante. Empújame. Afín. Mójame. Cántame. Concordante. Y responde fuerte. Cómplice. Muy fuerte.


Título: Llegaron los reyes magos Autor: Felipe Cancino Castro Lugar: Boca del Río, México Que magia maravillosa puede poseer este día capaz de pintar tu rostro y llenarte de alegría. Despiertas y recuerdas lo ocurrido hace tiempo cuando al despertar buscabas el anhelado regalo perfecto. Podría ser de trapo de metal o de madera un juguete un gran regalo y no lo recibía cualquiera. Que sorpresa gratificante el seis de enero despertabas dedicado a jugar todo el día y nada más importaba. Maravillosos recuerdos que hoy viven en tu mente momentos inolvidables que llevarás desde siempre. Recuerda con una sonrisa y transmite la tradición obsequia a tu pequeño un juguete de corazón Que sienta ese momento que alguna vez tu sentiste a pesar de tantas cosas no te olvides que un niño fuiste.


Hoy es seis de enero y llegaron los Reyes magos espero que la salud y bienestar sean para ti un buen regalo. Abraza a tus pequeños y enseñalos a valorar en esta vida es más grande quien tiene más que brindar.

Título: Petición de Reyes Autor: Felipe Cancino Castro Lugar: Boca del Río, México. Esta obscureciendo padre me apresurare para dormir soñaré que juego en el campo soñaré que soy feliz. Soñaré soy carpintero y un barco enorme construiré navegare por los mares partiré al amanecer Tal vez sueñe soy soldado y luche sin una bala disparar de fe al desprotegido y marche en pro de la libertad Soñaré que soy cirquero y hago miles de malabares y los hombres en las tabernas con mi audacia haga se esfumen sus pesares


Tal vez sueñe soy ingeniero y construya un enorme puente para unir a los continentes y se pueda acercar la gente. Y si sueño ser doctor para curar a todos los niños instalare mi consultorio en un enorme castillo Esta obscureciendo padre mañana es seis de enero como regalo de reyes deseo un abrazo sincero Si soñar es una utopía entonces no deseo despertar para que jueguen todos los niños y ni uno deba enfermar. Curalos desde el cielo ese será un gran regalo no olvides de un sencillo presente para mis pequeños hermanos Esta obscureciendo padre ahora iré a descansar te pido que no te olvides a todos traer bienestar.


Cuento para un nuevo inicio... José Rafael Rivero Venezuela Se disipaban los días solitarios del invierno y el cielo turnaba sus colores al atardecer. Los días en aquella cabaña habían causado su efecto, el estrés del día a día se había olvidado, luego de una temporada desconectado de la tecnología y también de la gente. En el recorrido de regreso, el camino me brindaba una calurosa despedida, algunos árboles ya despojados de la nieve, comenzaban a reverdecer y algunos ciervos se dejaban ver, tímidos entre los arbustos cercanos al bosque. Me preguntaba qué habría sido de ella? Se casaba en aquellos días cercanos a mi partida. Era un extraño momento para pensar en eso, luego de tantos días en paz mental, disfrutando sólo de aquella naturaleza increíble a mi alrededor. Tal vez fue un escape y hasta ahora lo entendía, ella me importaba pero nunca fui capaz de decirle lo que significaba para mí. Por mucho tiempo compartimos rutinas, me acostumbré a verla desde mi mesa en aquel café, mientras ella llegaba a su oficina en el primer piso de aquel edificio de amplios ventanales, que permitía ver todo su interior desde la calle. Arantza era un nombre extraño y bonito para una mujer de cabellos rojizos, vestida a la moda y con un paso ágil al caminar. Viajaba en tren desde algún lugar cercano, lo supongo porque trabajaba hasta tarde. Algunos días que llegaba más tarde que de costumbre a tomarme mi café y leer algún libro, ella aún estaba de un lado a otro en su oficina. Me sentí muchas veces como un acosador, por lo constante de mi observarla entre líneas, pero en realidad yo tenía más


de quince años tomando café en ese sitio, siempre en la misma mesa y aunque esa oficina ya estaba allí cuando me tomé mi primer café, ella apenas tenía un par de años trabajando para esa firma de contadores. Si alguien me preguntase por qué nunca le hablé, no sabría responder, tal vez llevaba tanto tiempo sin buscar pareja que no sabría cómo abordarla y me apenaba que pensase mal de mi accionar. Durante todo ese tiempo ella entró un par de veces al café mientras yo estaba y su sonrisa me paralizaba. Saludaba a algunas personas y en ocasiones llegaba con su novio que la pasaba buscando. Se veía que la pasaban bien, así que para que interponerme en una relación estable. Preferí continuar mis lecturas y disfrutar cada momento al verla. Fue así como pasaron los años hasta hoy, en este regreso a casa luego de este retiro a la naturaleza de invierno. Era Lunes ya atardeciendo. El sol y el cielo se conjugaban entre rojos intensos y un ocre impresionante. Las aves revoloteaban de vuelta a sus nidos. Se acercaba un nuevo evento literario y necesitaba escribir algo para mí colaboración del mes y no sé me ocurría nada interesante, romántico o sensual, como en otras ocasiones. Había estado ausente en las últimas ediciones del evento y quería retomar esa costumbre de conectarme con buenas historias o un buen poema. Pedí un café achocolatado, venía con especias como cardamomo, canela, entre otras. Tal vez esos aromas traerían algo bueno... Comencé: Comenzar sin un sentimiento De esos que mueven esferas Mientras se rompen las cadenas Que atan a algunos pensamientos Que no deje de soplar el viento Cuando describo las pasiones


Esas narradas en canciones Sobre amantes en vaivén y movimientos Que declaran sudores y amores a cada momento De sus alocadas existencias Y es que al pensar con deficiencia Que el amor es una locura Se disuelve mi cordura Al tratar de convencerme Que si me atrevo a quererme Algún día encontraré compañía Sin importar las lejanías, Las edades ni las coincidencias Es por eso que mi conciencia Me dicta rimas y sonetos Acusando a mi respeto A mí impaciencia y terquedad Recordándome que no hay edad Cuando de alborotar al corazón se trata Es por eso que es escribir impacta Al que escribe y al que Lee Así que nada guardado se quede Porque el tiempo se pasa Las palabras se duermen Y el amor se cansa... Así, luego de aquel delicioso café, un escrito había encontrado entre líneas y bocados, está tarde de lunes, en un nuevo comienzo... De vida...


Soles, que se besan. Héctor Daniel Paz Argentina

La imagen ingresó como una fotografía urgente, a mí ser interno. El tiempo se detuvo y comenzó a retroceder. Cómo un loco reloj ebrio, golpeaba el pasado y regresaba a mi presente, visitando esas cosas que veré más adelante. Las figuras con formas y colores, no tenían límites que separaran su presencia. La mañana dibujaba silencios y mis ojos se entregaron al abrazo, que a la distancia, pudo ver. Una joven madre se mezclaba con su transparente bebe, entre palabras y miradas. Mi corazón pudo ver espíritus adheridos, enlazados y que mágicos intercambiaban la esencia misma de la existencia, como es el amor. La madre y su pequeño eran música, danzas que honran la vida, perfumes que invadían a todos los que pasaban cerca. Cuantas veces habré visto esta situación, más fue en este momento, y sabrá la vida, que esa pintura mágica me llevó por delante. Dos espíritus unidos, es lo que vi. Dos soplos que habían escapado de lo que muchas veces llamamos realidad y un visceral encuentro de limbos que como planetas disfrutaban el estar tanto tiempo juntos, como si supieran que en algún momento la vida los separaría por un mínimo tiempo, que para ellos sería, como besar la eternidad. La madre y su hijo es una de las máximas expresiones del sentido de vida. Unas plantas unidas en sus raíces, unas avecillas que tocando las olas pueden garabatear figuras que sólo ven, aquellos que miran para afuera, que espían miradas buscando hallar sus propios pasos.


Cosas Viejas Héctor Daniel Paz Argentina Días atrás miré los estantes de mi casa, con atención. ¿Cuántas cosas antiguas vi? – ¡Tal un museo! Sentenció mi hija. Con absoluta reflexión ingresaron esas palabras a mi yo, quedándose durmiendo en la alcoba de esas frases que aguardan, esperando, con algo de paciencia y con asomos de tristeza. Hoy, cuando salí a la vereda, vi algunas hojas de papel tiradas en la vereda. Lo escrito, inferí, relataba el trabajo de alguien que visitaba supermercados de hace más de diez años. Cuanto trabajo, dedicación, prolijidad y horas de vida, contaban esas hojas. Horas vividas. Alegrías, tristezas, sueños e historias de vida guardarían esos renglones. Y ahora en el suelo, voladas a propósito, como mendigando un reconocimiento de épocas olvidadas. Y entonces ellas me miraban con su energía positiva, como sabiendo de la mutación a otra materia. Ingresé a mi casa y fui directamente a dónde estaban las fotos y ahora con un nudo en la garganta y los ojos brillosos murmuré – Trastos viejos. Emocionado, porque ya no carecían de valor y porque nunca habían sido un estorbo. Eran una alegría y un homenaje escondido, a mis sentimientos. Ellos hablaban espiando un momento de mi vida y, tal caso, un momento de lo no vivido, como las fotos de mis abuelos y esas otras cosas que encontré en el fondo de casa, pavas abolladas, macetas y cubiertos amarillos. Cuadros con pintura esfumada, sillas desvencijadas y la sonrisa de mil horas habidas en un momento de la historia. Concluí que no existen las Cosas Viejas y volví a alzar las hojas de la calle, con respeto, y así con humildad, servir al tiempo.


Después de la tormenta Héctor Daniel Paz Argentina Que linda la mañana cuando llega entre la bruma fresca, porque a la noche unas ruidosas nubes refrescaron al campo con sus láminas de agua, después de ese día cálido y pesado. A la distancia se muestra el nuevo año con sus figuras indefinidas entre sueños que se columpian graciosamente hacia lo más allá de la vista de las intenciones. Las figuras fantasmales de los dioses de la salud, la riqueza y la del amor, son llamadas en todos los idiomas y por motivos diversos. Una campana suena, entre los cerros limpios por el agua. El eco languidecido por el viento retumba como un llanto de alegría contagiosa. De la nube calina una imagen apareció, tal un cuadro estático un manojo de flores pintadas en colores aturquesados y un grupo de personas, con vasos brindando, mostraban un momento de absoluta felicidad, en un gran trazo renacentista. Todo era atemporal y como una cortina rustica comenzó a emerger haciéndose dueño del inseparable espacio. El apurado tiempo, en estos últimos días del mes de diciembre, ganó quietud cuando ese telón transparente rezumó su humedad en los ojos de los que mirábamos con esperanzas, el amanecer. La música del viento terminó llevando al cuadro hasta convertirnos en esos seres que el artista había bocetado en su tapiz. Y así quedamos, olvidados del pasado y renunciados del futuro.


Levantamos la copa de metal amarillento a lo alto y con miradas de absoluta inocencia brindamos soñando únicamente a la vida. Se abrazaron a la figura estática energías que habían pasado por esta existencia y que con nosotros habían compartido momentos milagrosos. Nuestros brazos giraron como homenaje a soplos tan bellos. El gran año llegará con rapidez y la red será el entusiasmo.


Ángel Primordial. Isidoro Arturo Gomez Montenegro. A mí Esposa. America Guerrero González. Veracruz, México Mi voz es solo eco. Rebota en los sueños. Cicatrices quedan distantes. Lágrimas desembocan totalmente en la boca. Rostro de agua desbarata; la memoria. Lluvia disuelve la noche. Y aleja fantasmas. En una mujer amamos a todas las mujeres. Un solo poema escribimos,en toda la vida. Solo vivimos una vez. Petrificada en silencio. En abril , bajo tibia sombra. Fuimos dónde en consumo hemos vivido. Entre tus marítimos muslos y tú arpa angelical. Magentas susurros frigidos. Deliciosamente unidos por la brisa. Pasión conviertes. Lumbre devora oscuridad. Ondean a lo lejos. Hilos de luna, liquidan la noche. Punzar el silencio. Despierta el día. Prolongar nuestros sueños,real e... imaginariamente. Vivo en tu diluvio. Sin distancias en el sueño. Mi (angel Primordial acampa.) Deshojamos al mundo al escribir. La hoja en blanco,queda inmersa de palabras. Inventamos nuevas cosas. Escrita has quedado en mi.


Volver, solo volver Ma.Angelina Bustos Bargas La Cruz-Cordoba-Argentina Quiero volver a saborear el néctar de tus besos. Volver, solo volver y bajo el fulgor rojizo de los manzanares beber en el cuenco de tus manos el éxtasis del fruto prohibido. Despojar las hilachas del olvido y remendar de soles nuevos nuestros días hasta la eternidad.

La excitante vida de un Alcohólico Ma.Angelina Bustos Bargas La Cruz-Cordoba-Argentina Envuelve sus noches en un Vaho de alcohol y por las mañanas entre las bambalinas de sus sueños postergados, teje una maraña de ilusiones nuevas que le permiten navegar resistiendo los embates de la existencia. No hay un timonel en su barcaza, no hay un brújula que marque su rumbo, solo el presente amarrado a su ombligo, cicatriz de vida que lo arroja cada día a lo desconocido.


Doncella. María del C. Rodini Río Tercero (Cba) Argentina. _Eres pura virginal sublime, divina y venerable tus pies sobre el mundo englobando cielo y tierra y en todo lugar…. _Estas allí, en ese espacio mirándonos con amor, para todos eres igual…. _Son infinitos los milagros entre plegarias, nos das elevada en el cielo, reina en las alturas en un ambiente sagrado donde allí estás… _Tus ojos fijos y brillantes como espejos al mirar las estrellas te coronan íntegra, pura con ternura parece acariciar…. _Eres madre de todas las madres Y te queremos venerar la fragancia envuelve entre un ramo de rosas blanca tu dulce nombre, María. Vestida con resplandor….


El Mantel Azul María del Carmen Rodini. Río Tercero, Cba. Argentina. El día se muestra soleado la familia a esperar a reunirse los domingos juntos, niños y grandes la amplia mesa es desear. No afecta las arrugas del mantel azul, con alegría y risas unidos con armonía endulza la vida. La tabla esta plena pero siempre hay un lugar se confunden los aromas con diversos sabores. La copa llena no falta en lo alto, para brindar la familia unida leva de festejar..


El Mediterráneo. María del Carmen Rodini. Río Tercero. Cba. Argentina. Envuelve una brisa marítima palpita en el cielo y el mar acuna el tiempo sin fin sobre las aguas rizadas. Sopla el viento y enfurece el mar vuelve, una y otra vez gime y se abalanzan las olas tableadas con fuerza sin cesar. Con turbulencia cachetea la playa, dibuja sobre la arena dormida empujando hacia dentro lengüetazos de un azul profundo en la oscuridad del mar. Mi cuerpo se arropa de emoción apoderándose de temor y respeto resonando en mi interior. Al ver su espuma rabiosa me conmovió el alma. daba de pensar, una fantasía, pero fue real.


COMO OLVIDAR Mirella Guadalupe Salido García Veracruz, Ver. Como olvidar la luz de tus amados ojos, como olvidar el fuego que emanaba de tus labios como olvidar el calor tibio que siempre sentí , en tus amados brazos. Como olvidar aquellos bellos días, en que siempre decías que me querías, que era tu musa, tu inspiración ,tu centro en cambio tu fuiste para mi el impulso de mi alma de poeta. Los años pasaron el amor se diluyo como agua pasajera, los recuerdos quedaron, las tormentas se fueron, y solo nos dejaron las añoranzas, nostalgias y quimeras.


AÑO NUEVO Mirella Guadalupe Salido García Veracruz, Ver. Otro año que se va, otra oportunidad que llega otros amaneceres, para vernos crecer, un año que se fue, llevándose viejos atardeceres, el mes de Enero nos regala su magia, su inspiración, su dulce candor, viene cargado de proyectos, de vida de alegría, dejando en el olvido viejas melancolías. Bienvenido seas mes de Enero, Tráenos una alforja de primicias e ilusiones, para que los corazones marchitos vuelvan a sonreír y las almas cansadas vuelvan a respirar el aire fresco de una bella alborada.


A LA DISTANCIA Santa Velia Flores. Sabinas, Coahuila, México Y como saber que estas aquí, en mi... si tu aire distante llena de dudas mi vivir la penumbra me susurra sus murmullos me entristecen y como sabia consejera pone alertas. La celosa distancia se sonríe, pone retos muy dudosos, no imposibles de vencer. Ella hoy altiva ganadora, arrastra esas inmensas garras deseosa de nunca perder. En nuestros tiempos de ilusiones y esperanzas, un día ella se distraerá y ese será el camino que tanto esperaremos y se sonreirá el destino por tan acertado evento. A la distancia hoy le digo que por esa distracción colaboró dando alegrías a un gozoso corazón.


Vendaval Sara Muñoz Gapiz Seudónimo: Sarahiadelina México, Veracruz

El mar estaba furioso, en el puerto jarocho el viento del norte, mecía las olas. En su vaivén, las palmeras soplaban al compás del susurrode la brisa. Las olas azotaban las rocas que salían del mar, para cubrir sus calles. El boulevard está silencioso. Pues no había un muro que impidiera que el mar se saliera, él quería, recuperar su espacio. El viento derribó árboles cuánta naturaleza perdida. A los lancheros y pescadores los sorprendió el vendaval en altamar y estaban desaparecidos, las familias, hacían plegarias para sus familiares perdidos. El mar se llevó unas almas, fue un viento fuerte que no sobrevivieron en el puerto jarocho. Las calles de Veracruz y Boca del Río estaban inundadas por el mar que se salió. Cuántas pérdidas hubo ese día; vidas y lanchas destrozadas de los lancheros y pescadores que viven del mar para alimentar sus hogares. Veracruz, cuántos nortes ha pasado y mi tierra Veracruzana siempre se ha mantenido de pie, es una tierra muy cálida en su primavera y refrescante su mar. En tiempo de vendaval son los fríos. Así es su invierno, pero el jarocho siempre lo disfruta con su algarabía y sus tradiciones, el corazón del jarocho reboza de alegría, hoy estás letras son para mi puerto de Veracruz.


El aire de Veracruz. Sara Muñoz Gapiz Seudonimo: Sarahiadelina El viento sopla con calma y las olas y la playa y su brisa marina refresca y un conjunto de jarochos bailando la bamba y zapateando. Así es el puerto jarocho, mi tierra de luz y de poesía, efluvios de algarabía que da alegría. Las lanchas mecen con el vaivén de las olas que salpican. Alegres los peces nadan sin parar y las gaviotas vuelan sobre las palmeras, y los vientos del norte soplan por el malecón. El jarocho va siempre sonriente caminando por su calles y el sonido del arpa y sus sones, se escuchan en el zócalo y los portales. Así es mi tierra, mística de ciudad, de arena y mar. Es un completo orgullo de los jarochos y los pescadores, que con sus lanchas salen a pescar a alta mar; con su piel tostada, por el sol y los peces saltan sin parar. Lanza tus redes pescador al mar y atrapa un buen róbalo para hacernos un buen caldo, con camarones para cócteles. Eres el puerto que los turistas ansían conocer y los barcos turísticos, que te transportan para pasear a la Isla de sacrificios y recorrer sus alrededores. Y el tranvía recorre todo Veracruz. Así mi tierra jarocha y un hermoso malecón, donde el jarocho baila sin parar, y su gente camina por esas playas tan agradables que refrescan Veracruz y Boca del Río, dos municipios, con una misma cultura. Los versos del jarocho se escuchan con jarana y arpa que alegra el corazón.


La sirena de Boca del Río. Sara Muñoz Gapiz Seudónimo: Sarahiadelina México,Veracruz

El cielo está nublado y las nubes están grises, el mar y sus aguas están cristalinas, es un agosto de lluvias en mi tierra Veracruz y Boca del Río. Dos municipios con la misma algarabía de sus fiestas y bailes, jarocho y danzón. Una brisa sutil y susurrante, es un aroma agradable y penetrante… el olor a sal y su refrescante aire. Todo es belleza, todo es hermosura. En esta mañana otoñal teñida de colores por su arcoíris, donde una bella sirena, observa sus coloridos. Ella sentada en una piedra del mar, adorna a Boca del Río y su boulevard. Los marineros surcando olas en el barco, en el mar y los pescadores pescan en sus lanchas y la isla de sacrificios a lo lejos se ve. Y esta es la playa de Boca del Río y las embarcaciones llegan a mi tierra y fondean sus barcos...bendita tierra y su mar .


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