Poetas sin fronteras 7mo. Aniversario Julio 2019 AĂąo 7 Ejemplar 66
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Ramón Hernández Olivares Director y Editor
El jardín de los girasoles muertos. Antonio P. Malpica México, Veracruz. En el jardín de los girasoles muertos, existe dama que colecciona varones de alquiler, como la amo. Sus desvaríos y sus complejos retozan en su pupila derecha, del cual me enganché al verla caminar en la caverna de platón. El largo manto negro cubre su mirada y recrea una excursión al monte venusiano inmaculado; me dirige ese terruño y me convence de ser su explorador. Taciturna y de forma eventual dibuja en mi sonrisa una dudosa trayectoria; emite aquella voz que diluye entre los espasmos negros de su respiración. Su beso metafórico despierta la sinapsis pendiente, y cuelga entre los anales de la Psique fragmentada. Ese tierno susurro exhalado se plasma en un simbolismo ancestral; me remite a sentenciar a Cupido. Tiemblo al percibir su voz y al escuchar su esencia. Los fotogramas se conectan en una complejidad de ilusiones y atracciones; el arquetipo de la Papisa se guarda en tus labios.
Querida mía, ¿existen simulaciones que le den pena de muerte a este florecimiento de girasoles? El silencio emerge con la melancolía, se deriva de la ausencia. Entre mas sea el espacio de muros elaborados en este cliché, el corazón se empequeñece; respirando martirios radiofónicos. La zosobra ha llegado al jardín de los girasoles, se ha tejido una angustia ingenua; los toques delirianos van sosteniéndose en ficciones académicas. Una sonrisa edifica la astucia que sostiene al burlar las flechas de mi grito armónico, mi bella sierpe, flor de alquiler, belleza mutagena. Los ocasos se derrumban por suspirar en tu interior y exhalar en ese cuerpo sinuoso; muerte. Muerte es lo que se oculta en tu jardín, el jardín de los girasoles muertos.
He abierto un libro Bertha Laraf Veracruz, México. He abierto un libro al azar, en la página 121 para ser precisa le sigue a la página 120, recalco justo después. A veces creo que es de forma fortuita, que la página en que lo abrimos un mensaje nos quiere traer, por ejemplo, éste dice “Huerto de sacrificios que perfuma la vida, derramas en mis noches tus abriles en flor” De cierto es un regalo tuyo del que desprendieron quizás a propósito la primera hoja, ahí en esa hoja contenía tu dedicatoria, tu letra, tus palabras implícitas del amor que un día me profesaste con toda tu alma. Creo no fuiste correspondido te describo…culto, mirada sonriente y enternecedora al unísono. Ademanes elegantes, voz gruesa regional. Alto muy tierno y abrazador. Alrededor tengo una tarde plena de nubes grises esparcidas casualmente en el cielo y de fondo escucho un poema de Marwan.
También te he buscado en los residuos del café del último café que te bebiste a sorbos lentos antes de sucumbir a la vida. Memorable aquel aroma a durazno de las transparentes gelatinas temblorosas que en un banco de la barra de a poco degustaba, mientras corría el sutil miedo de ser sorprendidos besándonos. ¿Porque se muere el amor? Será que el amor es un mal inmortal, que no perece que lo mantienen vivo los solitarios, los ausentes, los desnutridos de emoción…ignoro, solo sé que, entre más reciente el amor, realmente produce un crescendo sexual agotador, más intenso. Otros mezclados con dulzura de ayeres poseen una caducidad imborrable, estos crujen o rechinan como las puertas de cedro viejas, también existen los perennes que de tanto usarse se vuelven melancólicos y festejables hipócritamente. Reitero, no te quise o al menos no como tú me querías, pero hoy han transcurrido las horas ya se vislumbra la luna llena que irradia demasiado y surgen sombras jamás vistas, me acordé de ti, de tus ojos, de tus palabras, de tu voz y de tanto en tanto, te digo que sí, que al menos hoy si me haces mucha pero mucha falta.
“VERSOS PERDIDOS” Diógenes Escritor Boca del Río, Veracruz México Palabras que se convierten en versos, que perdidos, vuelan, se agitan, disipándose como motas de polvo a los que se le sopla, buscan su camino, buscan su destino. Algunos de ellos borroneados, terminan en un papel cualquiera, amarillo, húmedo de lágrimas, estriado por el tiempo, herido por el filo de la pluma. Versos que buscan encontrarse, y que como siempre, terminan extraviados…
“CREÍA SER POBRE…” Diógenes Escritor Boca del Río, Veracruz México Doblado sobre mí, estoico, aguanto las punzadas de hambre. Dos días sin comer ya. Que suerte la mía. ¿Qué estaré pagando? ¿Por qué a mí me caga esta perra suerte? La casa, mi casa, siempre humilde pero limpia, hoy peca de lo contrario. Horrendo lugar. ¿En qué momento se convirtió en este basurero? Prefiero no saberlo. Quiero ignorarlo. ¡Bah!. La verdad (me digo siempre a solas): No sé cuanto tiempo más pueda aguantar. Sorprendido, asustado escucho mi risa, loca. Sin pudor alguno me carcajeo. Me espanta el volumen y me da pavor darme cuenta que poco a poco la risa se convierte en llanto. Ahora el llanto mismo me ahoga. Me recupero un poco y encuentro la razón de mi repentina locura.
Me iba a decir (una vez más) “Soy más pobre que una rata”. Cuando frente a mi pasó una, muy grande de pelaje sucio y gris que al voltear a verme (como si hubiera adivinado que la observaba) pude ver que en el hocico llevaba mordiendo por una esquina: ¡UN BILLETE DE CIEN PESOS! Quisiera morir, quiero morir ya mismo…
Naufragar. Enrique Caro. México La poesía pasa como remedio por la noche y una lágrima rueda sobre el asfalto, recorre la ciudad desolada, fría y perpetuada por la nostalgia. Se detiene en un bar agringado, sucio mal oliente y ruidoso retoza con el primero que le sonríe para olvidar momentáneamente su ridícula existencia. Con el despecho en la mente y el corazón derretido en el puño, el acto sexual le sabe a miseria entintada de goce. La belleza en su rostro muere, es una falsa puesta de Sol, el cielo extiende su cortina y las nubes borran su inusual sonrisa de la boca. Un momento de lucidez le ha mostrado que el miembro de ese desconocido es simplemente un miembro más y que ninguna erección es más fuerte que el abrazo de aquel que le ha dejado el alma destrozada por hacerla pasar a segundo plano en su vida. Esa noche no es como todas aquellas donde solía salir a cazar, devorar, a hacerse la chula y recoger miradas deseosas de su ser.
Esa noche era su noche para olvidar, para rodar y rodar, para dejar de saltar de cama en cama, de motel en motel, para dejar de inundar su garganta de cualquier sustancia líquida y embriagante, era tiempo de dejar atrás todo y volver a vivir. Madurar nunca fue para ella, nunca se sintió parte de algo, nunca estuvo cómoda con ser alguien y no algo, siempre prefirió ser objeto, no le incomodaba que la cosificaran hasta que se encontró con eso a lo que se la gente llama amor. Pero su poca experiencia la ha exhibido y su falta de tacto con sus sentimientos la ha traicionado pues jamás pensó que llegaría el momento de que aquel que le había hecho el amor y no solamente el sexo reventaría un día como revienta una olla de presión mal enroscada. A ella siempre le gustó jugar con su suerte y la de los demás, pues siempre le había favorecido y sonreído, sin embargo, esta noche la suerte le coqueteó a otra mujer que ahora ocupaba su lugar, lugar que jamás sintió como suyo.
Esta vez una foto de él no la salvará porque por más que le haga latir el corazón no dejará de sentir ese dolor que la oprime y la deja sin aire. Han pasado ya dos veranos y él no ha vuelto a casa. No ha sabido nada de él desde que tuvieron esa discusión atípica, sin palabras, sin ruidos y solo una mirada de él sobre ella que le advertía que ya estaba cansado de todas esas veces donde ella lo engañó a placer con cualquier cosa, con cualquier taco que le supo a cena en la calle. 1
ok veo
CONTEMPLANDO EL VACÍO. J. Gregorio Tuxpan, México I PENSAMOS QUE ESO NUNCA SUCEDERÍA Pero las naves ya habían zarpado, Cuando llegamos al muelle Los barcos en el horizonte Iban quemando sus velas, Y vimos la noche crecer Sobre los restos De sombras marinas, El silencio cerró la luz, Esto debe ser algo muy cercano a la muerte, La luna encalló en el vacío. II SOÑAMOS CON AMPLIAS ALAS DE METAL Para escapar al amanecer, Pero nos hizo falta cielo, La noche se reía al vernos caer Sobre los escombros de la vida, Lentamente despertamos Cuando todo era tormenta Y nuestros cuerpos se hundieron en la sal.
III CUANDO AMANECIÓ ya era muy tarde Para el ayer, El mañana nunca llegaría, Como tantas cosas Que no llegan a suceder Encendimos una antorcha al medio día Y danzamos bajo el sol, Quimeras preñadas de luz Efervecian sobre el filo de una sombra, Pensamos que eso nunca sucedería, Y mira ya, ¿Cuantas horas hemos perdido Contemplando el vacío?
CARMEN José Luis Jiménez Ayala Veracruz Ver.
Para Carmen Portugal Álvarez
Estar con ella cada día, ¡Es mi más grande alegría! y descubro cuando camina la belleza, el amor y la armonía. Cada mañana cuando camina voy mirando su rostro hermoso ¡Se llena de emoción mi alma! ¡late mi corazón junto al suyo!, ¡Y brilla más el sol, el mar y cielo! No importa si los demás nos miran, cuando vamos caminando los dos. ¡De amor nuestras almas suspiran! ¡Y al hablar y reír, felices somos! Para ella corté del jardín siete rosas, al dárselas el aire tocó sus cabellos y ¡perfumó sus rizos, tan hermosos! ¡Su voz es música por las mañanas! ¡Y brillan más que el sol, sus ojos!
Carmen ¡nombre de canto y música! ¡Jardín, conjuro, hechizo y poema! ¡Tú pensar me cambia con alquimia! ¡Junto a ti cada momento es magia! ¡Caminamos, reímos y cantamos! ¡Carmen tu transformas mi vida! ¡En el amor navego con tu magia! ¡Hoy, te invito a amarnos los dos y brillan más que el sol, tus ojos!
DOLOR LOLA VARA He sentido el dolor del desamor la tristeza de la ignorancia de sus ojos. La tremenda soledad de sus caricias el profundo silencio de sus palabras. Se ha secado mi boca al aguardar sus besos. He limpiado mis llagas con mis lĂĄgrimas. FingĂ una y mil veces seguir de pie ante tanto desprecio. Pero ya ven.
Aún la madrugada se desvela tras mis sueños. Aún mis oídos se aturden ante el ruido brutal de los silencios. Se ahogan los gemidos que no fueron. Y las páginas se inundan de versos que no lee. Mientras beso temerosa la esperanza. Que un día cualquiera el Infierno se convierta en Paraíso asesinando con su voz éste desierto.
NO TE DIGO ADIOS Lourdes Lagardery Puerto Rico No te digo adiós, sino hasta luego, he de volver a renacer de las cenizas y solamente al Todopoderoso ruego que devuelva a mi rostro la sonrisa. No te digo adiós, solo hasta luego, volveré por las huellas que deje perdidas, y vuelvo de nuevo y ruego, que me den la salvación en mi partida; Porque al volver y mirar tus ojos falsos ojos que me perdieron, tomare la revancha y ya sin enojos reconstruiré lo que tus palabras destruyeron.... ¡Mi vida, Roberto, Mi vida!
Gracias amigo Poeta sin Fronteras Lucila Reyes González. México, Ciudad de México Porque siempre has estado a mi lado, y cuando estoy triste, conmigo has llorado, y porque siempre acudes a mi llamado, y cuento contigo, siempre que te he necesitado. Porque tu alegría, no conoce de tiempo ni de espera, y con ella hemos traspasado mares y fronteras, y de clases sociales, religiones y sexos hemos roto barreras y hemos formado juntos una sola esfera. Porque me has entregado tu alegría y tu candor, por tu ayuda incondicional y tu crítica certera, y has cantado conmigo con fuerza y con amor dime ¿verdad que es imposible, que no te quiera? Porque mi noche has convertido en día, en este mundo de amistad pura y sincera y, porque mi tristeza has convertido en alegría, muchas gracias, amigo Poeta Sin Fronteras.
Brindis por la amistad. Lucila Reyes González. México, Ciudad de México Hagamos un brindis por la amistad, por aquellas que nunca se olvidan, que durarán para toda la vida; y recordarlas nos da felicidad. Por aquellas que aunque pasajeras, de gratas experiencias nos llenaron, intensos recuerdos te dejaron: que llevaras contigo cuando mueras. Por aquellas honestas y sinceras, que otorgaron grandes enseñanzas; que no escatimaron alabanzas, ni en dar una crítica certera. Otro, por amistades mundanas, esas que no fueron tan fieles, las que nos brindaron sus hieles, y que apuñalaron la espalda. Brindemos, en fin, por los amigos, que nos hicieron ser lo que somos, que podemos escribir varios tomos, pues de nuestra vida son testigos.
Luna que juegas jugando. Lucila Reyes González. México, Ciudad de México La luna siempre jugando a estar en el cielo y no estar a reflejarse en el mar y la pasión provocando. Al ir la luna pasando viéndola con devoción envuelve mi corazón una nostalgia infinita por eso mi boca grita: ¡Dame un beso juguetón! La luna, brilla brillando, de luz tu figura envuelve y en mis manos se disuelve porque yo sueño soñando Selene veme llorando por tus caireles de cielo que estando yo en el suelo y sin poderte alcanzar sólo me queda soñar y sobrellevar mi duelo.
La luna que siempre juega a estar en el cielo y no estar a reflejarse en el mar y que a la pasión se pliega. El que a la luna se apega, viéndola con devoción, envuelve su corazón con su ternura infinita por eso su boca grita: ¡Dame un beso juguetón! La luna, brilla que brilla, de luz tu figura envuelve y en mis manos se disuelve como en el agua la arcilla. Luna son tus mejillas y tus caireles de cielo las que me traen por el suelo y sin poderte alcanzar sólo me queda soñar y sobrellevar mi duelo.
DECISIÓN Ma. Angelina Bustos Bargas La Cruz-Cordoba-Argentina Una silueta mundana se recorta al filo del acantilado mientras el alba silenciosa descorre las cortinas de la noche. La lluvia produce un ruido armónico y ese olor de tierra mojada no es casual. Con los primeros rayos de sol, el canto de los pájaros, glorifica esa porción de universo donde se ha detenido en la necesidad de apartarse del mundo, de gritar su verdad. La angustia amuralla sus sentidos, quiebra las palabras. Eleva su espíritu en un vuelo apajarado, mientras el viento se enreda en la cabellera y vocifera en su oído. No hay modo de silenciar el mensaje encapsulado en las gotas de lluvia. Un miedo arcaico le recorre el cuerpo y lacera la piel. Siente la implacable necesidad de equilibrar sus impulsos y con la mirada anclada en el futuro, elige la vida.
RETRATO Ma. Angelina Bustos Bargas La Cruz-Cordoba-Argentina “ Mereces
un amor que te acompañe en tu vuelo que no le asuste caer” Frida Kahlo
Hay dolor en su lienzo donde descansa el tiempo. Sus dedos de pincel plasman la historia. La huella de su nombre Se ha grabado con óleos de colores sombríos. Los versos vomitan el dolor de la carne. La agonía se ensaña en el útero estéril. El corazón maltrecho late trepado a la esperanza. Ama, vive, agoniza y sin remedio es arrasado por la borrasca de un ocaso inclemente.
NAVEGANDO María Luz Olivares Aldana Veracruz, México En el océano de mi caracol navego en un barco de papel teñido de color de sol y el timón sabor a sal. Así navego por los puentes, las casas y las banquetas y con pedacitos de recuerdos voy marcando las veredas. Y navego por los espacios de las ventanas abiertas, por retratos estáticos y paisajes bellos de viejos almanaques. Aunque mi barco… tiene el tamaño de mi zapato me lleva de laberintos a un mar violento. Quisiera avanzar en una playa y olvidarme de todo lo vivido rimar mi vida al verso en la forma ideal del universo.
CUENTO María Luz Olivares Aldana Veracruz, México Quiero inventar un cuento donde enlace tu vida con la mía y tomados de la mano, los dos visitemos castillos encantados. Que surgen al toque de campana donde los amantes… tu y yo protagonistas vivamos un sueño en fantasía. Con cascadas de diamantes, pájaros azules en sus nidos, y ruiseñores embelesándonos con sus hermosos trinos.
Montaremos un Pegaso y en él elevaremos anhelos a las estrellas del infinito. Y en el bosque mariposas vestirán nuestros desnudos cuerpos temblorosos de pasión. Después de todo será un cuento y al paso de los años habrá quien descubra la historia y sus secretos.
TE NOMBRABAN REYNA María Luz Olivares Aldana Veracruz, México La pluma resbala de mi mano cuando el pensamiento y la mirada traspasa el cristal de un retrato. En la foto envejecida que descansa sobre el piano de una mujer hermosa que todos le llamaban Reyna. Recuerdo su cocina verdadero laboratorio con jengibre, chile, pimienta, manzanilla y hierba buena. En su sillón preferido bordaba en tela sus sueños y en su regazo arrullaba al hijo de sus anhelos.
La recuerdo con su biblia leyendo y orando por los hijos presentes y los que ya… se habían marchado. Todos te nombraban Reyna solo tus hijos al llamarte con cariño y tiernamente te decían MAMÁ.
Déjame Llorar. Maruca Rodini Argentina Quiero llorar en la ribera del mar mis pupilas se contienen, las lágrimas empañan los ojos, el corazón descarga un dolor…… Deseo estar sola, y mitigar mis penas será descuido del destino siento que me ahogo al pensar…. Déjame llorar, derramar esa tristeza son momentos que he sufrido los sueños se me escapan recordando esas caricias y besos…. Cruzamos tantos ríos y caminos tomados de las manos, mi piel rozaba con la tuya, --y ahora te vas— Dejando amargura en mi rostro donde era revestida de mucho amor..
El tiempo es testigo del amor que entretejimos nos brindamos tanta ternura ahora todo terminó…. Saber que no volveré a verte quiero despedirme en silencio y deseo tener al fin, paz…..
Ensueño. Maruca Rodini Argentina Un esfuerzo me arrastra el alma acariciada por los sentidos, entre tu mirada triste y temerosa me dan brillo esos bellos ojos tiernos, color café…. La piel oscila entre los lirios, y se visten palabras de amor anidando los pensamientos… Quedan las mejillas ardientes, donde— las lágrimas rotas se agotan de ese sueño vacío que nutre solo el silencio….
Una pareja de gaviotas Mónica Cifuentes Veracruz, México El ave se encuentra muy cansada, sus alas muy dañadas están. No tiene fuerza para volar, aun así teje su nido y aunque éste ya no es tan resistente, al menos podría garantizar calor y refugiarse en el por algunos inviernos más. Está satisfecha de haber visto a sus críos emprender su vuelo buscando nuevos horizontes. Él aún con fuerza, atrevido, aventurero disfruta tanto volar, contemplar los hermosos paisajes disfrutando cada momento, a veces lo hace tan alto que no mide las consecuencias. Es su elección, cambiar un arcoíris de colores pastel, por verse reflejado en espejos y cristales multicolores o volar sobre una alfombra de pétalos negros, quizá otros paisajes aun no descubiertos con tal sentir emociones nuevas e intensas, aunque éstas solo sean pasajeras…
Olvido Nancy Vechio Argentina Muchas veces olvido que me resguardo en silencios. Caminando sobre cielos adornados de algún recuerdo. Muchas veces olvido como expresar sentimientos. Corazón de mil candados. Escondiendo llaves ante Cupido. Muchas veces olvido la receta de la felicidad. Mezclo ingredientes embrujados tomando sopa de realidad. Muchas veces olvido que vendrán otras primaveras. Conservo grises y espinas. Sueños entumecidos.
Muchas veces olvido la transparencia del alma, que delata batallas y calmas, en silenciosos aullidos. Muchas veces olvido que el recuerdo filtra arremetido, entre persianas entreabiertas, entre soles que despiertan. Muchas veces olvido mis propias preguntas. Tragando respuestas que me han descosido. Muchas veces olvido que el amor rescata. Que el amor cura. Que el amor salva. Que el amor... ...el amor no se ha ido.
Melancolía Nancy Vechio Argentina Ya no la volví a ver. Ya no la encontré. Salió corriendo al saber que mis letras son hoy mi mejor amparo. Ya no me asalta por las noches. Ni tampoco cuando cae la lluvia. No tengo miedo, le enfrento. Con papeles en blanco, y grafitos afilados. Ya no acompaña mi caminar. Ni pesa sobre mis espaldas.
De a poco abandoné culpas y rencores. Los cambié por gratitud. Buenos espejos. Excelentes abrazos. Ya no logro entenderla, cuando penosa me habla. Idioma que pretendo desaprender y olvidar. Mis palabras ahora indican un nuevo despertar. No la hallo en este nuevo ser. Salió despavorida al cegarse con mi luz. Mi fortaleza, mi ser. Mi alegría y equilibrio.
Mi amor, mi guía. Mi paz. Abrí las ventanas. Sé, no le agrada el sol. Ni el vuelo de golondrinas. Menos que, mirándome al espejo, le haya dicho...”Adiós”
SALEN A LA LUZ. OSVALDO PETTINICCHIO (Daniel Vattimo). (Derechos Reservados). ARGENTINA. Para sobrevivir tengo argumentos de caudales de vida de sentidos adversos Para sobrevivir solo necesitaría un guión con manos que no ahoguen con letras que estimulen los intentos Lo demás es tan solo anécdota Mi vida fue un detonante intenso mis horas un volcán que expulsa las vidas del fuego Todo entorno a mí fue confuso cuando lo pienso y espero Mañanas de silencio, búsqueda de razones pérdidas soterramiento de las culpas Derrumbe Huída Destrozar las ausencias, Desterrar los demonios que poblaron la soledad infectando especies Voluntades concretas Sobrevivir es un milagro que siento lejano, Polvoriento Para sobrevivir necesito un ensayo escrito con palabras de cielo que me devuelva los pasos del destierro.
DIAS SIN NOMBRE. OSVALDO PETTINICCHIO (Daniel Vattimo). ARGENTINA. Cuando despierto No sĂŠ si vengo de una noche anterior de un solitario viaje al desconcierto o del no saber Por eso no duermo casi nunca boca abajo Cuando sueĂąas a veces sucede que caminas y andando temes hundirte en la insolencia del trasfondo insospechado de tu cama Dormir boca arriba tiene el placer del vuelo inmediato impredecible
Cuando despierto insomne siento frio justo allí… en la vida Porque la vida te hace ruido cuando duermes te fastidia Te hacen ruido las hojas que has leído Te agolpas en rincones sordos pero aun así escuchas el devenir de los albatros El mar te inunda de páginas mojadas Hay veces cuando no duermo que cancelo mi desvelo en la desnudez de una muerte anunciada de pared oscurecida de intentos fallidos
La vida se deriva en curvos otoños la muerte tiene cuerpo de mujer y un sueño puede durar 50 años Tal vez aun no desperté y siga el camino de aquella dama gris de las tinieblas
Grullas Osvaldo Pettinicchio (Daniel Vattimo) Argentina Marchan… Son como la bruma que madruga Como la gentil modorra mañanera Como un paso firme de la aurora sobre un brocal de sombras en espera Marchan… y son las voces y los niños hijos de la desventura de estos días Son las manos que revuelven la basura Son miradas que no ofenden Piden…
Ya nada los detiene son la boca de un volcán sin tregua Son la tregua de un volcán Sin boca Que guarda la lava que enciende mil mechas Que estalla después de las horas de los días que cambian de los ruidos de viejas cercanías que se juntan y hablan Y no vuelven atrás porque buscan y ya se cansaron de mañanas iguales.
Son como una guerra sin guerra que destruye que hiere o que mata que trashuma las rutas las calles y que de pronto calla. Pero habrá que medirle el cuidado al silencio que esconde la llaga cuando el labio sangra de morder la rabia. Cuando nadie escucha y el silencio habla Cuando todo es fuego y el palo no duele y ya da lo mismo porque igual no hay nada. La antorcha que descubrió la noche ya es día y descansa Cenizas en un doquier de brisas Pensamientos en un doquier de calma Centellas en los ojos y lágrimas ahogadas Un hilo que sostiene la duda La paz de los árboles.
"Soy tu mujer" Patricia Cecilia Cervantes Domínguez Veracruz México Con la sutil caricia de mis fantasías, atada me tienes, perdida, cautiva, cierro mis ojos, mi cuerpo transpira, Y tu sombra erguida, quiero poseer... Con la sutil mirada, guías, encaminas, a mi agitada alma, al limbo de placer... Con el sutil tacto de tus manos finas, dibujas códigos, que puedo entender, Y en desespero a besos reanimas, a mi corazón, que va a desfallecer. Un sutil suspiro, que erizó mi piel, un soplo, un abrazo, resonantes en el, Unidas las aguas, un mar y un río, Uno le da calma y otro le da sed.
Llega la noche el sol ya se ha ido, Y en las estrellas, aún te puedo ver, abro mis ojos, y con un gemido, Y atolondrada quiero comprender... A dónde estás, adónde te has ido? hombre del mar... Yo soy tu mujer.
UNA MIRADA OCULTA Ramón de J. Hernández Olivares Veracruz, México Te observo sutilmente, imagino tu malicia escondida, tu alma con demonios que desgarran el velo de la noche, mientras tú aúllas sin piedad en busca de tu víctima, eres capaz de sonreír y sentir absolutamente nada. Eres el bufón de lobos desquiciados, pretendiendo ser triunfos y victorias, sin embargo por tu locura eres capaz de mentir. Miro tu indiferencia carcomiendo recuerdos vagos de noches sedientas, de placeres ocultos, y miro tu alma arrogante y altiva mirándome sobre los hombros, ¡Maldita sea!
Seré la bestia y tú mi venganza de objetos inanimados, miraré tu estupefacta silueta, que me provoca náusea y tristeza. ¡Infeliz barco de papel! ¡Caricatura pigmea! Aborrezco las horas de insomnio, y ríos de lágrimas ocultas que ahogan mis penas y mis ansías locas, ¡Renuncio a los terremotos provocados por mi ira! Soy la cara de la moneda en donde no encontrarás valor acuñado, para tomarme como pretexto de tu festín de lobo hambriento de lunas nuevas. Te observo sutilmente, deseando cegar tu locura, en arrogantes días convertidos en claveles manchados de ecos sollozantes, donde no habrá lágrimas, queda el camino triste y surrealista Pienso continuar caminado en calles vacías verme en el espejo y descubrir lo que soy y solo queda borrar de mi rostro marchito ¡Lágrimas!