ENSAYO CAMILA RAMOS
uando el sistema perdura, pensar en corregirlo suena muy revolucionario. Es por esto que debemos reflexionar si está a la altura del contexto histórico en el que vivimos. Cambian los años y con estos, las costumbres, la ideología y el desarrollo de la tecnología. Pero no así el sistema educativo que parece mantener intacto su legado. La idea de querer cambiarlo no empezó hace poco. Incluso Platón o Einstein presentaban sus reclamos al respecto. El primero, argumentaba que las personas aprendían haciendo, como queja ante el modelo educativo de Grecia. Albert Einstein, por su parte, al alemán. La educación es un derecho fundamental: la base para la formación de una persona; herramienta que nos ayuda a decidir por nuestros medios y nos lleva a crecer en sociedad. La misma desarrolla nuestra capacidad intelectual, moral y afectiva. Si se implementan mejoras y ajustes al modelo convencional, los resultados van a contribuir al desarrollo social y económico. Tomando a Noruega como referencia, quien cambió la historia de su educación -lo cual le valió ocupar, en los últimos años, los primeros puestos en el estudio de desarrollo educacional1podemos lograr cambios a futuro que serán valiosos. La inexistencia de tarea, el lugar de importancia que ocupa el juego, el trato personalizado con cada alumno, la enseñanza en grupos reducido son algunos de ellos. Como así también los ajustes en el horario escolar, la reducción de carga horaria, el aumento en el tiempo de recreación y la implementación de materiales que ayudan a aprender mediante la experiencia, los cuales convierten al modelo anticuado -que poco agrada a la mayoría de los alumnos-, a uno que contiene, entiende y respeta el ritmo de aprendizaje de cada uno. En cuanto a la duración del ciclo lectivo y los horarios de este, se debe dar lugar al cuestionamiento de ambos. El estrés que tanto los alumnos como profesores lidian, entorpece la enseñanza y destruye la motivación. No hay que olvidar que la parte emocional influye en la vida cotidiana de una persona y, por consiguiente, en lo académico. Una muestra científica de esto, es la de un estudio reciente que advierte a las personas que deben iniciar sus actividades a partir de las 10 de la mañana. "La gente en general está privada de sueño y esto es muy perjudicial para el cuerpo e impacta física y emocionalmente rendimiento"2.Es por esto que las autoridades deben conocer las nuevas investigaciones que aportan al desarrollo. Una cuestión que se pasa por alto, es que las ciencias sociales y el arte son considerados en un rango de importancia menor a las matemáticas o las ciencias naturales. Está comprobado por la neurociencia que las actividades artísticas, en particular la musical, promueven el desarrollo de procesos
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cognitivos. Si un adolescente se desenvuelve mejor artísticamente, no se debe intentar adaptar a los estándares normales sino motivar y aprovechar su potencial de manera que lo favorezca. Con esto no quiero decir que no se enseñen conceptos básicos de cada materia, sino que no se pierda tiempo en profundizar en lo que el alumno no se destaca. La motivación es un factor crucial. Sin ella, los pilares hacia la mejor educación posible se desmoronan. Es por esto que el Estado debe incentivar tanto a los docentes como a los alumnos para generar un ambiente genuino para ambos, donde el estudio no sea considerado un castigo y la institución como una cárcel. Si quienes deben estar a cargo de una tarea tan importante como enseñar, no se los considera profesionales altamente cualificados y valorados, con un empleo bien remunerado, que posean todas las herramientas para ejercer su trabajo, el eslabón de una concatenación de factores que ayudan a mejorar la educación, se pierde. Como así también si no se escucha el grito de una generación que pide modificaciones. No obstante, los profesores deben acomodarse a la época que transcurre (como así también el sistema). Se tiene que tomar en consideración que con tal solo un dispositivo tecnológico, los jóvenes podemos saber cualquier tipo de información. Por esto, el maestro no debe perder protagonismo sino adaptarse a la situación actual. Las técnicas y herramientas para saber pensar por nosotros mismos ante las posibilidades que se presentan, deben ser cuestiones que el profesor debe implementar, ya que el alumno lo consigue a través de él y no por medio de la tecnología. Se debe enseñar a indagar, investigar y reflexionar. No a repetir sin parar ya que eso no construye. Los alumnos debemos saber actuar en el marco de la realidad. Los alumnos somos inquietos, críticos, hábiles y creativos. No dejemos que nadie intente borrar esa creatividad. Como conclusión, considero que desarrollar la capacidad para el juicio independiente es elemental. Se trata de no moldear a cada alumno y limitarse a transmitir conocimiento, sino darle las herramientas para que pueda utilizarlas a la hora de pensar. Si se quiere hablar de mejorar el sistema educativo, lo fundamental es la inclusión. Para esto debe existir el establecimiento, los elementos y la capacitación adecuada a los profesionales a cargo para que la tarea de educar a toda la población, en función de un país que avance, sea posible. Pero si el Estado no aporta las herramientas necesarias para el contexto histórico que transcurre y tampoco atiende las necesidades actuales de los alumnos, el trabajo se dificulta. Y si esto ocurre, la motivación se desgasta. Por lo tanto, el sistema fracasa. “SI LES ENSEÑAMOS A LOS ESTUDIANTES DE HOY COMO ENSEÑAMOS AYER, LE ESTAMOS ROBANDO EL MAÑANA” JOHN DEWEY
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