Raquel Guerrero León 1º Bachiller – Ciencias CMC: Isabel Castro
Pág. 3-7 Biografía…………………………………………………………………. 8-17 Viaje del Beagle ………………………………………………………… 18-20 Islas Galápagos…………………………………………………………. 21-25 Darwin en las islas……………………………………………………….. 26-29 La teoría de Darwin………………………………………………………. 30 Bibliografía…………………………………………………………………
El famoso naturalista Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury, una villa de Shropshire, en el oeste de Inglaterra, era una ciudad de unos 20.000 habitantes situada en el campo. Charles nació el 12 de febrero de 1809. Charles Darwin hijo de Robert Waring Darwin, famoso médico rural, hombre sencillo por quien Charles sentía gran respeto y admiración, y de Susana Wedgwood, quien poseía habilidad artística, inventiva y sentido práctico. Era el quinto hijo de seis hermanos y el segundo varón. Su abuelo paterno, Erasmus Darwin, un conocido medico importante naturalista, poeta, inventor y evolucionista, expuso en 1794 su obra ¨Zoonomia, or the laws of organic life¨, ideas acerca de la evolución biológica. Tras la muerte de su madre, en 1817, cuando Charles tenía tan solo 8 años, su hermana mayor Carolina se encargó de criarlo y educarlo. En 1818, ingreso en la escuela local, de la que no fue un alumno destacado. Era más bien un muchacho tranquilo, observador, atento y con poca vocación de estudiar, se le dijo que era mucho más lento para aprender que su hermana menor, Catherine y en una ocasión su padre le respondió: ¨Nunca serás nada, lo único que te preocupa es cazar los perros y matar ratas, te convertirás en una vergüenza para ti mismo y para tu familia¨. En efecto, la escuela de Shrewsbury, a la cual se lo envió seguía métodos y programas arcaicos, lenguas clásicas, gramática,
aprendizaje memorístico, ejercicios de retórica y composición poética. En octubre de 1825, ingreso en la universidad de Edimburgo, una de las mejores de su tiempo, para estudiar medicina por decisión de su padre, pero todo fue un fracaso. Charles no consiguió interesarse por la carrera; la repugnancia por las operaciones quirúrgicas sin anestesia y a la incapacidad del profesorado para captar su atención, vino a sumarse el creciente convencimiento de que la herencia de su padre le iba a permitir una confortable subsistencia sin necesidad de ejercer una profesión como la de médico. Charles pensó que tenía la libertad de dedicarse a sus colecciones. De modo que, al cabo de dos años, su padre dispuesto a impedir que se convirtiera en un ocioso hijo de familia, le propuso abandonar la medicina y seguir una carrera eclesiástica. Tras resolver los propios escrúpulos acerca de su fe, Darwin acepto con gusto la idea de llegar a ser clérigo rural y a principios de 1828 ingreso en el Crist´s Collage de la universidad de Cambridge, con el propósito de estudiar teología y ser pastor de la iglesia anglicana. Su nueva carrera implicaba estudiar latín, griego, historia, algebra y geometría, entre otras especialmente teológicas. Tampoco aquí se sentiría cómodo con los planes de estudio, especialmente por su poca habilidad por las matemáticas y los idiomas, pero extrajo provecho de su asistencia voluntaria a las clases del entomólogo, geólogo y botánico Reverendo John Henslow quien lo alentó a estudiar botánica y zoología. Por una parte, al término de sus estudios en abril de 1831 John lo convenció de que se interesase por la geología y le presento a Adam Sedgwick, fundador del sistema cambriano, quien inició sus
estudios geológicos sobre el mismo en una expedición al norte de Gales realizada en abril de ese mismo año en compañía de Darwin. Por otra parte, y lo que es aún más importante fue Henslow quien le proporciono a Darwin la oportunidad de embarcarse como naturalista con el capitán Robert Fitzroy y acompañarle en el viaje que este se proponía realizar a bordo del Beagle alrededor del mundo. En un principio su padre se opuso al proyecto, pero su tío y futuro suegro Josiah Wedgwood lo convencieron para que apoyara a su hijo y así Darwin partió en el Beagle, cuando tenía 22 años de edad. A bordo del Beagle, Darwin se transformó en un naturalista cabal y comenzó a abandonar sus planes de convertirse en un sacerdote anglicano. La salud de Darwin se había alterado al regresar a Inglaterra. Se ha especulado con la posibilidad de que en marzo de 1835, en Lujan de Cuyo contrajera la infección de la enfermedad de Chagas, tras la picadura de un insecto. El 2 de octubre de 1836 el Beagle volvió a Gran Inglaterra. Desde su llegada hasta comienzos de 1839, Darwin se casó con su prima Emma Wedgwood con la que tuvo una feliz vida matrimonial. Emma era una mujer retraída y amable, que se dedicó al cuidado de sus diez hijos. Charles y Emma residieron en Londres hasta septiembre de 1842, luego se establecieron en Down, un pueblito pacifico en el condado de Kent donde vivieron el resto de sus vidas.
Darwin seguía trabajando en soledad en su casa, estudiando, experimentando, escribiendo y recolectando pruebas para fortalecer su teoría, respecto a que los seres vivos que había observado en el viaje surgían de un antepasado común y habían ido cambiando a loa largo del tiempo. En la búsqueda de respuestas Darwin incorporo a su reflexión dos importantes fuentes: la experiencia de los criadores y el concepto de ¨lucha por la existencia¨ de Malthus. A los 30 años Darwin había encontrado una explicación consistente para interpretar los cambios de las especies de la naturaleza, la variación al azar y la competencia a ciegas. En 1856 comenzó a preparar un libro sobre su teoría de la evolución, y terminó de escribir su libro¨El origen de las especies¨ y el 24 de noviembre de 1859 se publicó. El libro fue muy bien recibido y la primera edición (1250 ejemplares) se agotó el día de su aparición. Las implicaciones teológicas de la obra que atribuía a la selección natural, facultades hasta entonces reservadas a la divinidad fueron causa de una enconada oposición capitaneada por el paleontólogo Richard Owen. Posteriormente Darwin publicó otros tres libros en los que se desarrollan más extensamente los principios enunciados en el origen de las especies, ellos son: La variación de los animales y plantas bajo la domesticación (1868) El origen del hombre y la selección en relación al sexo¨ (1871) La expresión de las emociones en el hombre y en los animales¨ (1872)
Los otros libros de Darwin se ocupan de diversos aspectos de las plantas pero en todos ellos aparece la idea principal de la adaptación, entre ellos podemos enunciar: Sobre los varios mecanismos mediante los cuales las orquídeas británicas y exóticas son fertilizadas por los insectos¨ (1862) Movimientos y hábitos de las plantas trepadoras¨ (1875) La formación de tierra vegetal a través de la acción de las lombrices¨ (1881) En 1881 Charles Darwin comenzó a padecer graves problemas cardiacos y el 19 de abril de 1882 a los 73 años de edad falleció en su casa de Down como consecuencia de un ataque al corazón. todos los que se habían escandalizado con sus teorías tras su fallecimiento le tributaron los máximos honores, incluso una delegación parlamentaria propuso y aceptó que fuese sepultada en la Abadía de Westminster, junto Llyell y Newton, grandes artífices del pensamiento moderno.
En agosto de 1831 Darwin fue invitado por Henslow, a dar la vuelta al mundo como naturalista no retribuido de la expedición del H. M. S. Beagle, bergantín de tres palos, de 242 toneladas, 28 metros de eslora, armado con diez cañones. En él debían convivir varios años 74 personas, al mando del capitán de la Real Armada (más tarde Almirante) Robert Fitzroy, cartógrafo y meteorólogo. Aunque Henslow no consideraba que en ese entonces el joven Darwin fuese un naturalista expert o, estimaba mucho su cualidad de observador, su curiosidad, su inteligencia y su afán de coleccionista metódico, características importantes para el trabajo que se debía realizar. Peacock le proponía, por recomendación de Henslow, aceptar el puesto de naturalista a bordo del H. M. S. Beagle.l principio su padre se negó a consentir que Charles viajase en el Beagle, porque a su juicio aquel viaje errabundo no era la mejor preparación para el púlpito y declaró que se trataba de un plan peligroso y descabellado, que no aprobaría ninguna persona sensata. Sus temores tenían cierto fundamento: los marineros daban entonces el apodo de "ataúdes flotantes" a los barcos del tipo del Beagle y a los trópicos el nombre de "cementerio del hombre blanco". Charles debió rechazar la oferta a regañadientes. Intentando olvidar lo ocurrido, se fue a pasar el final de las vacaciones en la casa del tío Jos. Su tío se enteró pronto del problema e intervino directamente. Robert Darwin le había advertido que si encontraba a "un hombre cualquiera con sentido común dispuesto a recomendar la experiencia", daría su consentimiento. La tenaz oposición paterna fue vencida por los ruegos de su tío Josiah Wedgewood, a quién su padre consideraba con sentido común. Conseguido el permiso, Charles señaló que tendría que ser muy inteligente para conseguir gastar más de lo habitual a bordo del Beagle, a lo que su padre respondió "pero todo el mundo dice que tu eres muy inteligente". Charles escribió apresuradamente a Henslow, aceptando. Darwin
fue aceptado luego de sutiles exploraciones acerca de la firmeza de sus convicciones políticas y de su disposición a tolerar las incomodidades del barco. Además de no percibir remuneración alguna, debía pagar 500 libras por lo que durara el viaje, más 30 libras anuales por mantenimiento. Robert Darwin canceló los gastos de su hijo, compró su equipo y hasta le proporcionó un criado, Syms Cavington, para los cuatro años de viaje. Charles estuvo a punto de quedarse en tierra porque el capitán Fitzroy estaba convencido que a Darwin le faltaba decisión. Más tarde, no obstante, Darwin y Fitzroy llegarían a ser grandes amigos. Ya que, Fitzroy necesitaba como compañero de viaje un caballero de su misma clase social, con el que congeniase razonablemente y que no fuese parte formal de la tripulación. La disciplina impuesta por el almirantazgo inglés impedían a los capitanes confraternizar con otros oficiales y la tripulación, de aquí provenía la necesidad de Fitzroy de un compañero de su clase social que no fuera un empleado, de modo que la función de Darwin consistiría fundamentalmente en evitar que el Capitán se volviera loco de soledad. El anterior capitán del Beagle, Pringle Stokes, se había suicidado en un viaje anterior, después de permanecer tres años en el Pacífico sur, mientras se hacía un levantamiento del Estrecho de Magallanes. Fitzroy sufría de depresiones y había antecedentes de suicidas en su familia, por lo tanto temía hacer un viaje largo en esas condiciones. En la tripulación del Beagle existía el puesto de naturalista, que
desempeñaba Robert MacCormick. Pero el pretexto más honorable para que el Almirantazgo Inglés aceptara otro compañero de viaje sería el de contratar a otro naturalista. En un comienzo Darwin y MacCormick trabajaron juntos en la colecta de ejemplares, pero pronto dejaron de entenderse y Darwin comenzó a colectar por su cuenta, con todo el apoyo del capitán. Apenas cuatro meses después de zarpar, MacCormick se separó de la expedición en Río de Janeiro. Por otra parte, había interés en el Almirantazgo por las riquezas minerales de esta zona de Sudamérica, lo cual podría haber ayudado a la contratación de un naturalista con interés en la geología, como era el caso de Darwin. El Gobierno chileno sospechó que los resultados de las exploraciones geológicas del Beagle decidiera una ocupación inglesa del extremo austral de Sudamérica, como ya había ocurrido con las islas Malvinas. Las islas Malvinas fueron ocupadas por los ingleses el 2 de enero de 1833, dos meses antes que estuviese allí el Beagle. La Constitución chilena de 1833 fijó el límite austral en el Cabo de Hornos y en 1843 se ocupó el Estrecho de Magallanes con la fundación del Fuerte Bulnes.
El H. M. S. Beagle era un barco hidrográfico y de investigación fletado por el Gobierno británico. Había sido comisionado para continuar el estudio de las costas de Patagonia y Tierra del Fuego, iniciado en un viaje anterior, y examinar las costas de Chile, Perú y algunas islas del Pacífico, con el objeto de obtener información para elaborar nuevos mapas y cartas marinas, obtener una serie de medidas cronométricas, estudiar las condiciones climáticas y recoger colecciones geológicas, botánicas y zoológicas. Otra razón del viaje era devolver a su tierra a tres fueguinos llevados por Fitzroy a Inglaterra durante un viaje previo. La Corona Inglesa, a través del Almirantazgo, se interesaba enormemente por estas regiones, desde el punto de vista político y económico. Darwin embarcó en el Beagle en el puerto de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 (día que Charles consideró "mi auténtico nacimiento") y regresó a Inglaterra el 2 de octubre de 1836. Durante su largo viaje visitó Tenerife, las islas del Cabo Verde, la costa brasileña, Montevideo, Tierra del Fuego, Buenos Aires, Chile, Perú, Galápagos, Tahiti, Nueva Zelanda, Australia, Tasmania, isla de los Cocos, Mauricio, Santa Elena, Ascensión, Brasil, las Azores e Inglaterra. El crucero debía durar dos años según el plan inicial, pero en realidad duró cuatro años, nueve meses y seis días, realizando un recorrido de 40.000 millas. A bordo del navío, Charles escribió cuadernos de notas, diarios de navegación y personales y realizó lecturas. En su equipaje personal, llevó una Biblia, el "Paraíso Perdido" de John Milton, y obras de ciencias naturales, como las de Georges Cuvier, Geoffroy de Saint Hilaire, Jean Lamarck y el primer volumen de los "Principios de Geología" de Charles Lyell, recién publicado, y que había recibido como regalo de Henslow. Su instrumental consistía en un microscopio, martillo de geólogo, una carabina, una pistola, instrumentos de disección y taxidermia, y una gran cantidad de recipientes y reactivos. En aquella época, la mayoría de los geólogos se adherían a la teoría de la catástrofe , la cual dice que la tierra ha experimentado una sucesión de creaciones de vida animal y vegetal, y que cada creación había sido destruida por una catástrofe repentina, como un
levantamiento o convulsión de la superficie de la tierra. De acuerdo con esta teoría, la más reciente catástrofe, el diluvio universal, eliminó toda la vida excepto aquellas formas que se llevaron en el arca. El resto estuvo visible solamente como fósiles. Desde el punto de vista de los catastrofistas, las especies fueron creadas individualmente e inmutables, esto es, sin cambio por el paso del tiempo. Sir Charles Lyell
El punto de vista de los catastrofistas, fue cuestionado por el geólogo inglés en su trabajo de dos volúmenes Principios de Geología (1830-33). Lyell sostenía que la superficie de la tierra está sufriendo un cambio constante, como resultado de las fuerzas naturales que operan uniformemente durante largos periodos de tiempo. A bordo del Beagle, Darwin encontró que muchas de sus observaciones encajaban en la teoría uniformista de Lyell. Sin embargo, más allá de eso, se dio cuenta de que algunas de sus propias observaciones de fósiles y plantas y animales encajaban sin duda en la teoría de Lyell que las especies fueron especialmente creadas. Notó por ejem plo, que ciertos fósiles de especies
supuestamente extintas recordaban vivientes en la misma área geográfica.
estrechamente
especies
Durante el viaje Darwin estuvo constantemente mareado. Su alojamiento era estrecho, la alimentación mala, el barco no ofrecía ninguna comodidad. Compartía con dos oficiales un camarote de 15 pies por diez. Para conseguir sitio para colgar su hamaca debió quitar uno de los cajones del armario junto a la pared. Debió desarrollar el ingenio para encontrar sitio para sus objetos personales y el material científico colectado. A pesar de ello, aprovechó esos cinco años al máximo. El propio Darwin expresa que los años que pasó en el Beagle fueron el acontecimiento más importante de su vida. Las relaciones entre Darwin y Fitzroy se mantuvieron en términos amistosos, salvo unos pocos altercados. En Sudamérica comprobó Darwin con horror los efectos del sistema esclavista, y como Fitzroy defendiera la esclavitud, pelearon de manera tan apasionada que los miembros de la expedición temieron que llegara a producirse una ruptura definitiva. Ambos supieron contenerse y aprendieron a respetarse mutuamente. Su convivencia era estrecha, compartían la cabina y el comedor. Darwin era querido por todo el mundo, debido a su carácter tolerante y respetuoso, y su disposición a ayudar en lo que se necesitara. Los marineros le llamaban "papamoscas" o "filósofo", apodo abreviado en "Filos" por el capitán. Sus actividades científicas le ocupaban mucho tiempo, entre lecturas, estudio,
colección de ejemplares marinos, ordenación, clasificación, apuntes detallad os de todo lo que observaba y la redacción de su minucioso Diario personal de viaje. Con frecuencia escribía a su familia y a Henslow, a quién también hacía envíos periódicos de materiales colectados desde distintos puertos. Charles Darwin no se limitó a explorar los sitios cercanos a los puntos de escala, sino que efectuó una serie de largas excursiones al interior, especialmente en Sudamérica, donde el Beagle bordeó las costas durante tres años. A pesar de marearse constantemente, Darwin logró leer gran cantidad de bibliografía científica que había llevado consigo. Ninguna obra fue tan importante como los "Principios de Geología" de Charles Lyell, que no sólo le proporcionaron un curso avanzado de geología sino que además lo introdujeron en los argumentos de Jean Baptiste Lamarck a favor, y los argumentos de Charles Lyell en contra, del pensamiento evolucionista. Los volúmenes segundo y tercero de los "Principios de Geología" de Lyell se los envió Henslow a Sudamérica, y llegaron a sus manos en Montevideo y Valparaíso, respectivamente. Lyell era el principal exponente de la geología evolucionista científica, que afirmaba que los procesos geológicos determinables y activos en el presente son suficientes para explicar la evolución de la corteza terrestre. Henslow no era de modo alguno partidario de las ideas de Lyell, "la obra - escribió Henslow a Darwin - era sin duda muy interesante, pero no debía creer en la exactitud de las teorías de Mr. Lyell". Darwin los consideró un material inapreciable para la metodología que ponía en práctica en sus observaciones geológicas. Durante el viaje, observó y recolectó toneladas de muestras de rocas y miles ejemplares de vegetales y animales, que mantuvieron ocupados a los naturalistas del Museo Británico durante varios años. Extrajo numerosos restos fósiles de los acantilados y estudió los secretos de los arrecifes de coral. Cabalgó con los gauchos argentinos, navegó por mares tempestuosos, sobrevivió a un terremoto y caminó por selvas densas, cubiertas por lianas. Fue una combinación de aventuras, dificultades, descubrimientos, trabajo duro y constante, que duró cinco años. Las cosas que aprendió, el
material que coleccionó y las oportunidades de observación que tuvo durante el viaje fueron de incalculable valor. Recolectó especimenes de muy diferentes grupos de organismos, observó la variación geográfica de especies pertenecientes a un mismo grupo. Al recorrer las pampas descubrió que en diferentes regiones geográficas, existías diferentes formas de ñandúes, cada zona estaba poblada por una forma característica que no se apareaba libremente con otras; desenterró importantes fósiles, dedicó mucho tiempo a la geología, pero sobre todo observó la naturaleza y se hizo innumerables preguntas sobre el cómo y el porqué de los procesos naturales. Darwin recogió gran cantidad de interesantísimas observaciones que le llevaron a meditar sobre temas importantes, como la adaptación de los seres vivos, la diversidad de las especies y sus relaciones mutuas, la lucha por la existencia y la formación de los atolones de coral. Aunque Charles Lyell rechazaba la evolución biológica, tuvo una importante influencia en el resultado científico del viaje del Beagle. Cuando Darwin se embarcó creía en la fijeza de las especies, al igual que Lyell y todos sus profesores de Cambridge. Pero durante el viaje Darwin realizó varias observaciones que le convencieron que Lyell se equivocaba respecto a la evolución biológica. El descubrimiento en Sudamérica de restos que gliptodontes y otros edentados, parecidos a los actuales armadillos y perezosos de la misma zona, dedujo que no podía deberse al azar, sino que testimoniaba un parentesco, una filiación entre los animales vivientes y los desaparecidos. Darwin escribe: "Esta relación se aprecia claramente - tan claramente como la que existe entre los fósiles de los marsupiales extinguidos de Australia, frente a la notable variedad de marsupiales que conforman la fauna actual, ocupando numerosos nichos ecológicos. Reflexiono acerca del extraño carácter de los animales de este país en comparación con los del resto del mundo. En esta colección se encuentran 28, exceptuando 4, de las 32 especies extinguidas de cuadrúpedos terrestres que habitan hoy las regiones en las que se encuentran las cavernas; y estas especies extinguidas son más numerosas que las
actualmente vivas. Hay fósiles de mamíferos hormigueros, armadillos, pecaríes, tapires, guanacos, osos lavadores, numerosos monos y roedores sudamericanos y otros animales. Esta maravillosa relación en un mismo continente entre las especies desaparecidas y las vivientes podría sin duda alguna, arrojar más luz que cualquier otra clase de datos sobre la aparición y distribución de los seres orgánicos en nuestro planeta". A su vuelta al Reino Unido publicó su obra “Diario del viaje del Beagle”. Poco después, Darwin se había convertido en una celebridad científica. Fue elegido secretario de la Soc iedad Geológica de Londres y se ganó el respeto y amistad de la elite intelectual británica: Charles Lyell, Thomas Henry Huxley y Joseph Dalton Hooker. Pocos misterios de la biología se le resistieron al naturalista Charles Darwin, mas hubo uno que lo atormentó durante décadas, y terminó causándole la muerte. No era un problema académico, sino una terrible enfermedad desconocida (algunos creyeron que inexistente), que lo convirtió en un seminválido y acabó por destrozarle el corazón una brumosa tarde de abril de 1882, en un lugar del sur de Inglaterra. Ni el naturalista, ni sus médicos, ni sus biógrafos, llegaron a determinar hasta 1981 -casi cien años después de su deceso- el origen preciso del mal que lo aquejaba. Hoy se sabe que éste fue incubado en el curso de su exploración a bordo del Beagle.
Los médicos de la época -después de decenas de exámenes e interconsultas- no encontraron una causa orgánica para su enfermedad, ni menos pudieron remediarla, por lo que hasta hoy han abundado los análisis psicológicos del personaje, en busca de neurosis diversas, una probable misantropía o hasta "una rebelión contra la figura del padre autoritario" (incluso del Padre Eterno, por su teoría materialista del origen del hombre), que lo llevó después a una profunda depresión. El naturalista falleció finalmente de una obstrucción circulatoria y un ataque cardíaco. Tuvo que pasar casi un siglo para que el médico inglés S. Adler, en 1981, examinara en nuestra época la biografía de Darwin contrastándola con los avances de la medicina. Y así descubrió la casi total identidad del cuadro clínico con los síntomas del Mal de Chagas, que transmite un chinche gigante, llamado vinchuca y su agente, el "tripanosoma", parásito de la sangre, recién identificado en 1909, veintisiete años después del fin de Darwin.
Las islas galápagos conforman un archipiélago ubicado en el océano pacifico. Son islas oceánicas es decir, nunca han estado conectadas al continente y son de origen volcánico. La placa Nazca y la de Cocos son dos placas oceánicas que subducen con las continentales de Sudamérica y Antillas respectivamente. Ambas se desplazan en dirección este. La placa de Cocos choca con la placa Antillas originando la Fosa entre el océano y la Cordillera en la región de centro América. La placa Nazca choca con la placa sudamericana dando como res ultado el origen de la fosa peruanochilena y la Cordillera de los Andes. Los Galápagos se forman y surgen entonces por el conjunto de esos fenómenos, como resultado de las fuerzas que emergen y convergen. Esto caracteriza a las islas de origen volcánico oceánico y no continental.
Las islas datan de hace poco más de un millón de años. Los vientos que soplan del continente y las olas que van y vuelven de las playas a las rocas marinas debieron de arrastrar los primeros granos de
tierra y las esporas de los líquenes y helechos que fueron los primeros colonizadores del basalto; luego, los pájaros llevando semillas entre sus plumas, en el vientre o en las patas. La corriente de Humboldt, por su parte, habrá arrastrado, aferradas a maderos a la deriva, como balsas naturales, otras especies animales, como el pingüino, hasta las que se extienden desde un grado de latitud norte hasta dos grados de latitud sur. Así habrá comenzado a poblarse el archipiélago que dista poco menos de 1.000 Km. del litoral ecuatoriano, y cuya superficie total es de unos 7.800 km2. La mayor de las islas ocupa más de la mitad de esa superficie: 4.888; la menor de ellas tiene apenas 5 km2. El descubrimiento del archipiélago lo realizó en 1535 un obispo español de Panamá, Tomas de Berlanga, enviado por el emperador Carlos V al Perú a fin de mediar en la discordia entre los conquistadores Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Berlanga y sus tripulantes fueron seguramente los primeros que la llamaron Galápagos. Las islas no ofrecían interés alguno para los conquistadores, pero eran, en cambio, un lugar ideal como guarida de piratas. Hacia 1800, el capitán Collnet, de la Royal Navy, propuso la caza de las ballenas que abundaban en torno al archipiélago, por haberse prácticamente extinguido las del atlántico. A partir de entonces los balleneros ingleses y norteamericanos se dedicaron al saqueo desaforado de las aguas, acabando no solo con los cetáceos sino también con las tortugas apetecidas por su carne y su aceite. Según los archivos de la Marina Norteamericana del siglo XIX, su flota ballenera cazo en 27 años más de 13.000 ejemplares de esos animales que, cuando se los deja en paz viven más de 2 siglos.
Darwin halló en la isla Charles (hoy Santa María) una población de 200 o 300 personas, formadas en su mayoría por “gente de color, expulsada de Republica del ecuador por delitos políticos”. El Ecuador había tomado posesión de las islas el 12 de febrero de 1832. Las llamo archipiélago Colon y las bautizo con nombres cristianos relacionados con la vida del gran almirante: Isabela (Albemarle), Fernandina, Pinta, Santa María, Marchen a, Genovesa, San Salvador (James), Pinzón, Santa Fe, Española y San Cristóbal (Chatham). En la Floriana, quienes habían obtenido concesiones para la explotación de la chinchilla extorsionaron a los colonos. En 1845 solo quedaban 25 de éstos, en 1851 doce, luego ninguno. Una población de menos de 5.000 habitantes, distribuidos en tres islas, que ocupan una décima parte de la superficie total, (el resto ha sido declarado Parque Nacional), cultivan actualmente patatas, limones y café. En las regiones de mayor altitud se han formado pequeñas pampas donde ha comenzado la ganadería. De esta forma, la aguda escasez de agua, la distancia y las dificultades del trasporte hacen poco rentable la agricultura o la cría de ganado.
Darwin encontró en el archipiélago un verdadero laboratorio de la evolución. Y dado que “hay incluso una diferencia entre las especies de las diferentes islas”, no solo pudo observar el producto final del largo proceso evolutivo sino incluso las diferentes etapas o instantes de ese proceso, como el de engrosamiento del pico de los pinzones o el del alargamiento del cuello de las tortugas gigantes. “la mayoría de los seres orgánicos son producciones aborígenes, no se encuentran en ningún otro lugar…”
En las Galápagos las tortugas pertenecieron inicialmente todas a la misma especie, diferenciándose después en 15 subespecies que integran tres grupos según la forma del caparazón. La de las islas Española, Pinzón, Pinta, Fernandina y una parte de Isabela lo tienen en forma de silla de montar, con el borde anterior levantado afín de poder alargar el cuello y alcanzar los altos cactus de que se alimentan; las de Santa Cruz lo tienen redondo y el cuello y los miembros más cortos, pues se nutren de una vegetación
rastrera. Entre estas dos especies, hay una tercera que abarca múltiples variantes del tamaño y del diseño del caparazón. (Fig. 1)El tipo de alimentación determina también la frecuencia con que estos animales – los seres vivos más antiguos del planeta- se trasladan en lentas procesiones a las raras fuentes de los terrenos altos, donde “hunden la cabeza en el agua hasta encima de los ojos y tragan ávidamente grandes sorbos a razón de unos 10 por min. Los habitantes dicen que cada animal permanece tres o cuatro días en las proximidades del agua, y luego regresan a las zonas bajas”. Para ello, suponía Darwin, la tortuga ha debido desarrollar una vejiga similar a la de la rana, que actúa como un depósito de la humedad que necesita para sobrevivir. Aunque algunas de estas especies parecen extinguidas –y en ciertos casos han fracasado los intentos de cruce entre ejemplares únicos de grupos diferentes – aún quedan colonias importantes, particularmente en Santa Cruz y en Isabela. Si los habitantes de las islas sostenían, según Darwin que las tortugas son sordas, por la impavidez de que dan muestras frente al hombre, lo mismo puede decirse de casi todas las especies, de las Galápagos y, en particular de las iguanas marinas. En grupos compactos suelen permanecer asoleándose en las rocas, no muy cerca del agua. Este es un animal monstruoso por su apariencia aunque no por su tamaño, de cresta y lomos dentados y de garras poderosas que le sirven para aferrarse al suelo. Asimismo los súbitos cambios de temperatura que supone lanzarse de las rocas recalentadas por el sol al agua fresca y salir de esta nuevamente a su medio terrestre han hecho que modificara su ritmo cardiaco: experiencias de laboratorio han demostrado que pierden calor en la mitad del tiempo que necesita para recuperarlo según la temperatura del ambiente.
El pingüino de las Galápagos es el único de su especie que se haya aventurado hasta tan cerca de la línea equinoccial. Es también el más pequeño del mundo, busca el agua fría y profundas entre las islas Fernandina e Isabela y en tierra en el fresco de las lavas horadadas por las olas. De las 13 especies conocidas de piquero, el de la Española es el único del mundo que vive en el trópico. De ellos el piquero de Nazca es el único de su especie que tiene su ciclo de reproducción anual, pero la época de esta varía de una isla a la otra: en la Genovesa tiene lugar de agosto a noviembre y en Piquero de Nazca la Española de noviembre a febrero. Al igual que el piquero de patas azules, pone sus huevos directamente en el suelo, habiendo perdido la costumbre de construir nidos seguramente debido a la escasez de árboles y a la ausencia de animales o aves depredadoras en la costa, el piquero de patas azules pone dos huevos, de los cuales solo sobrevivirá uno ya que el más débil será expulsado del nido y por tanto no será alimentado y morirá. El caso más famoso y característico Piquero de Patas Azules que se conoce cómo ejemplo para la explicación de la teoría de Darwin es el caso de los pinzones. Todas las especies de pinzones que pueblan las islas Galápagos surgieron a partir de un tipo ancestral de pinzón venido del
continente muchos años atrás. Al permanecer unas poblaciones de pinzones aisladas de otras, se fueron acumulando variaciones graduales que dieron los tipos actuales. Cada tipo de pinzón está adaptada a distintas formas de explotar el medio, encontrándose una variedad en los hábitos alimentarios que va desde los herbívoros estrictos hasta los insectívoros. Estas formas de alimentación se corresponden con distintas morfologías de sus picos. Además de los hábitos alimenticios distintos, las distintas especies de pinzones viven en diferentes hábitats: desde los que habitan en las copas de los árboles (arborícolas) hasta los que lo hacen en el suelo (terrícolas). Al diferenciarse por sus hábitos alimentarios, comportamientos y hábitats, por efecto de la especiación, las distintas poblaciones de pinzones no compiten entre sí.
En este caso, uno de los argumentos mayores de la teoría de Darwin sobre la selección natural, se observa la diferencia que existe en el grosor del pico de las diferentes especies. Darwin dedujo que en el transcurso de muchas generaciones los pinzones habían tenido que adaptarlo de acuerdo con el tamaño de los granos, semillas, insectos u hojas de que se alimentan. De las trece especies catalogadas, la que más llama la atención es la del pinzón artesano o pinzón picamaderos que busca los insectos y sus larvas en las hendeduras de la corteza del palo santo, así llamado por el perfume que desprende, sobre todo al romper sus semillas Mas, como no tiene el pico suficientemente largo, se sirve de una espina de cactus para hurgar en las hendeduras, constituyendo el único caso en el planeta de un ave que utilice un instrumento para alimentarse. Descubrimientos recientes permitieron demostrar además que, que los pinzones de cada isla canta de modo diferente, sin comunicarse entre especies. En síntesis, casi la totalidad de los reptiles, la mitad de las aves, un tercio de las plantas y gran número de insectos de las islas no existen en ninguna otra parte del mundo. En cifras podemos establecer que de las 7214 especies existentes en las Islas Galápagos un 31% es endémico. Actualmente los animales domésticos llevados por el hombre al archipiélago ponen en peligro la supervivencia de las poblaciones zoológicas autóctonas. Los perros salvajes devoran las tortugas y a las iguanas, las cabras arrasan la vegetación, los huevos y las crías pequeñas son el alimento preferido de los cerdos, e incluso los gatos llegaron a ser otra especie invasora que junto con los perros obligaron al gobierno a tomar medidas para controlar y erradicarlos de las islas, ya que ponen el peligro este delicado ecosistema.
Después de regresar a Inglaterra en 1836 empezó a recopilar sus ideas. Su teoría surge como resultado de una búsqueda, utilizando datos obtenidos de la observación directa como así también argumentos y teorías procedentes de otras disciplinas. La teoría que elaboró Darwin se basa en dos puntos fundamentales: la evolución en sí misma y la selección natural. Resulta indispensable aclarar que Darwin, al igual que Lamarck, no utilizó nunca en su escrito “El origen de las especies” la palabra evolución para designar el cambio orgánico, sino que se refería a este término como “descendencia con modificación”. En ese período, evolución significaba cambio progresivo, concepción criticada por el darwinismo, cuyo término fue acuñado por Albrecht von Haller (1708 – 1777) para su teoría embriológica y utilizado por primera vez por Lyell en 1832 para discutir las ideas de Lamarck. La hipótesis básica de Darwin sostenía que las especies cambian debido a que la descendencia tiene modificaciones y afirma el cambio. Las especies que hoy conocemos derivan de otras antecesoras, algunas de las cuales han desaparecido, hasta llegar quizás, si retrocediéramos lo suficiente, a un único antepasado común para todos los seres vivos. Esta concepción básica, compartida por otros naturalistas, significó el progresivo y definitivo abandono de la perspectiva fijista. Esta idea de evolución era tan general que, a excepción de Lamarck, nadie había propuesto una explicación acerca del mecanismo por el cual se producía. La propuesta de Darwin establece las condiciones específicas para el desarrollo de las especies derivando unas de otras.
Charles Darwin describe su teoría de selección natural de la siguiente manera en su libro El origen de las especies: “…sabemos que una variación que fuera perjudicial, por pequeño que fuera ese prejuicio, no correría otro destino que el de la destrucción. He denominado “selección natural” o “supervivencia de los más aptos” a la conservación de las diferencias y variaciones individuales beneficiosas y la destrucción de las que no lo son”.
Según Darwin, este es el mecanismo principal por el cual se produce la evolución de los seres vivos. Pero para poder entender la selección natural tenemos que estudiar ciertas nociones que están implicadas. Los individuos de una misma especie, no son exactamente iguales entre sí, sino que presentan pequeñas variaciones. Gran parte de las variaciones individuales son hereditarias, y se transmiten de generación en generación, hecho fácilmente observable, aún cuando Darwin desconoce el estudio de Mendel “Experiencia sobre plantas híbridas”, publicado en 1865 (6 años después de El origen de las especies) y que nunca llegó a conocer.
Los individuos crecen a una tasa que siempre excede la capacidad del medio para mantenerlos, por lo que el excedente de población tiene que desaparecer. La supervivencia no se produce al azar, sino que depende en gran parte de la constitución hereditaria de los individuos supervivientes. Esta última idea fue tomada por Darwin de las opiniones de Robert Malthus. Esta diferencia de crecimiento entre el alimento disponible y la población origina según Malthus una competencia. Por lo que Darwin quince meses después de iniciar su investigación uniendo en su cabeza estas ideas con su larga y continua observación de los hábitos de los animales y plantas, estableció que bajo tales circunstancias las variaciones favorables tenderían a preservarse y las desfavorables a destruirse. Como resultado de ello, sería la formación de una nueva especie. Maltus ponía de manifiesto una situación social que requería un tratamiento urgente, que generaba la idea de “competición” entre individuos, mientras que Darwin vio en esta teoría la clave del mecanismo evolutivo. El mecanismo por el cual se produce la selección entre los individuos es la lucha por la sobrevivencia y, el éxito en esta “lucha” le dará a los que lo logren una mayor capacidad reproductiva, es decir, que tendrán más descendencia, con la consecuencia de que los caracteres hereditarios favorables de los padres, probablemente, prevalecerán en una mayor cantidad de individuos en la nueva generación. La selección natural es un proceso donde cada generación de organismos es seleccionada por el medio ambiente. Dadas ciertas condiciones ambientales, éstas provocarán la disminución o la incapacidad de dejar descendencia de aquellos cuyas características no resulten favorables. Como resultado de este mecanismo la constitución media de la población de organismos va a ir cambiando de tal modo que las formas con variaciones menos favorables se irán haciendo cada vez más escasas, y aumentará la cantidad de los que tengan características que resulten favorables.
Los de “adaptación” y “selección natural” se hallan ligados, ya que un organismo está adaptado a sus condiciones si consigue sortear la barrera entre generaciones sucesivas. En sentido estricto, para los biólogos un organismo está adaptado si puede reproducirse en un medio dado. La selección natural actúa sobre una población de organismos. No tiene sentido decir que los sujetos, como tales, evolucionan. La evolución es el cambio que se produce en la composición promedio de una población de individuos a medida que se suceden las generaciones. La frase introducida por Dawin en su sexta edición de El origen de las especies “la supervivencia del más apto”, ilustra la idea de la selección natural.
www.geocities.com/rainforest/canopy/7800/es-darwin.html http://www.taringa.net/posts/noticias/1295214/El-Chagasmat%C3%B3-a-Darwin.html www.wikipedia.org/wiki/Charles_Darwin http://www.allaboutscience.org/spanish/teoria-de-la-evolucionde-darwin.htm http://www.portalplanetasedna.com.ar/teoria_evolucion.htm http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/librostecnicosye nsayos/darwin/elorigendelasespecies/index.asp http://www.biografiasyvidas.com/monografia/darwin/ http://www.darwinfoundation.org/english/pages/index.php http://origendelasislasgalapagos.blogspot.com.es/ http://www.en-ecuador.com/galapagos/ http://lasislasgalapagosana.blogspot.com.es/p/el-origenvolcanico-de-las-islas.html