AI MIS HIJOOOOOS
La Llorona es un espectro del folclor hispanoamericano que, según la tradición oral, se presenta como el alma en pena de una mujer que asesinó o perdió a sus hijos, busca a estos en vano y asusta con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen. Si bien la leyenda cuenta con muchas variantes, los hechos medulares son siempre los mismos.
La
llorona
La presencia de seres fantasmales que lloran en los ríos por motivos diversos es una característica recurrente de la mitología aborigen de los pueblos prehispánicos. Es así como pueden encontrarse rasgos de estos espectros en varias de las culturas precolombinas, que eventualmente, con la llegada de los conquistadores españoles, fueron asumiendo rasgos comunes gracias a la expansión del dominio hispánico sobre el continente. La leyenda es una historia que posee referentes míticos en el universo prehispánico, pero que instaura su drama y su cortejo imaginario y angustiante en el orden colonial.1
El cadejo es un animal legendario de la región mesoamericana extendida entre las zonas rurales e incluso urbanas de Centroamérica. Se dice que es un mítico perro (o dos perros) que generalmente se le aparece a quienes deambulan a altas horas de la noche y al cual se le atribuyen poderes misteriosos.
EL
CADEJO
Dicho animal acompaña al hombre en todos sus viajes solitarios por la noche; y en la versión de dos cadejos, el blanco lo protege y lo defiende contra los malos espíritus encarnados en el cadejo negro, color tenebroso que simboliza la muerte, o sea, el mal en todas sus manifestaciones.
El Sombrerón, también llamado Tzitzimite, es un personaje mitológico de las Leyendas Guatemaltecas. Es representando como un enano que lleva consigo un enorme sombrero, dando serenatas a las mujeres que elige les trenza el pelo en la noche y tratando de que se vayan con él formando parte de la amplia gama de almas perdidas por este ente. Carga una guitarra y viaja en una mula que lleva carbón. Es un ranchero ,que canta y enloquece a las mujeres. Es uno de los últimos vestigios de la "Pequeña Latinoamérica"...
El sombreron
Una de las leyendas más conocidas sobre este personaje de la cultura guatemalteca y además también es muy conocida en Aguadas, Caldas dice así: Una noche El Sombrerón caminaba en un barrio de La Antigua Guatemala cuando vio a una muchacha muy bella con pelo largo y se enamoró de ella. Buscó su casa y le llevó serenata una y otra noche, pero ella no le dijo nada a sus padres sobre él. Un día empezó a dejar de comer hasta el punto de que casi murió, y fue entonces cuando la madre se dio cuenta que era por El Sombrerón.
En aquellos tiempos en ocotlan de morelos oaxaca carecía de alumbrado y estaba como la noche que el Presidente López Mateos inauguró la luz de Temascal: a oscuras. Y por el rumbo del convento, y por la Avenida Morelos, y cerca del templo de santo domingo, ocurrió un suceso digno de relatarse
La careta de la muerte
Comenzó a hablarse por el barrio entre las gentes de buena fe y timoratas, de un espanto que solía aparecer por el convento era –decían las monjas que pasaban algunas noches haciendo “vela” por penitencia - un chirrido, como el de una pesada carreta que pasara sobre el empedrado de la angosta callejuela. Otra, una tal doña Nila, vieja santurrona, juraba haberse asomado a su ventana, para contemplar horrorizada –antes de caer desmayada, por supuesto, según certificaron sus hijos- que se trataba de una carreta cubierta hasta todo lo alto con negros crespones, arrastrada por negros caballos y conducida nada menos que por la mismísima muerte cubierta con blanc
La Siguanaba (también llamada Sihuanaba, Siguamonta, Cigua, Cegua y Chuca) es un espectro del folclor centroamericano que, según la tradición popular, se les aparece a hombres trasnochadores o infieles en la forma de una atractiva mujer desnuda o semidesnuda, pero con el rostro oculto. Cuando los hombres se le acercan, la fantasmagórica mujer les muestra su faz, que resulta ser la de un caballo (o la de una calavera en algunas variantes), por lo que termina enfermándolos, enloqueciéndolos o matándolos del susto.
La siguanaba
Se cree que el mito pudo haber sido introducido en el Nuevo Mundo por los españoles durante el período colonial, quienes lo habrían usado para ejercer control sobre las poblaciones indígena y mestiza de la región.