LA ATEROSCLEROSIS José Borrás Tortosa discípulo de Felipe de Torres del Solar Consejero Higienista Dietético, Naturopata Superior, Antroponomo, Vitacultor Mantener vivo a un hombre en medio de tantos peligros y hostilidades significa un milagro tan grande como el de su creación. –JEREMI TAYLOR (1.651)— La edad biológica de una persona viene dada por sus reacciones funcionales y fisiológicas en los momentos de tensión. En realidad el envejecimiento y por último la muerte, se producen cuando se agotan todos los sistemas enzimáticos celulares, es cuando las células ni se dividen ni se regeneran de manera positiva. Cuando esto ocurre, las arterias del corazón, de una forma, súbita o gradualmente, reducen su aporte de sangre a las distintas partes del organismo, esto significa que las arterias han perdido en parte o por completo, su capacidad de regenerarse a si misma. Las paredes arteriales, en condiciones normales, sintetizan 98 clases de enzimas diferentes. Estas enzimas son proteínas muy complicadas que intervienen de forma instantánea en las reacciones químicas para las que son requeridas por el organismo. ¿Qué ocurre? que con el estilo y la forma de vida que actualmente se lleva en Occidente, también llamado “paises civilizados”, se van agotando prematuramente los sistemas enzimáticos celulares, así el stress, las tensiones psíquicas, las emociones dan lugar a un excesivo consumo de enzimas que el organismo no le da tiempo a restablecer, entonces las células se descomponen y es cuando aparecen los síntomas de la enfermedad. Es lo que ocurre con frecuencia con el corazón, a veces, el cuerpo de una persona funciona bien en muchos aspectos, pero su corazón NO PUEDE MÁS y sufre por tanto un ataque cardiaco. La mayoría de las veces la victima cardiaca, ha estado sometida a si misma a continuas tensiones, a ello hay que añadir la dieta rica en grasas saturadas, el tabaco, la ausencia de ejercicio físico, los disgustos laborales, familiares especialmente, etc… y al final termina dañando el sistema enzimático del corazón. ARTERIAS.- Las arterias son conductos membranosos de ramificaciones convergentes, encargadas de distribuir a las diferentes partes del cuerpo, la sangre que es expulsada a cada sístole de las cavidades ventriculares, es decir, las arterias llevan a todas las células el oxígeno y todos los elementos necesarios para su correcto funcionamiento. De aquí se deduce la importancia que tiene el paso libre y sin obstáculos de la sangre por estos conductos. Para comprender bien el mecanismo de cómo y porque se produce la aterosclerosis, así como las distintas lesiones que en los distintos órganos van a tener lugar, es necesario saber como están estructuradas nuestras arterias. Las paredes arteriales se componen
1