Las elites y lo popular en un cuento de Alfredo Bryce Echenique

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TRRECoNCTUABLES?:

I-as Éures y Lo

POPUI"ÁR EN UN CUENTO

oe Ar¡neno Bnyce EcueNreuE Rolando Rojas Mi nombre es Menfas. Vivo en Pachitea. Mi suegra todo el día me grita serrano. Regreso de traer algarrobo y ella me gita sen'ano. Róger Santiváñez.

No hay manera de no darse cuenta de que Ia literatura es una lorma de conocimiento, y de hecho algunas de las visiones mas profundas, más perspicaces del Peru, son precisamente las que sutgen de sus escritores. Ar¡tonio Comejo Polar.

Las páginas que siguen procuran recoger las visiones y sentidos que el cuento Anorexia y Tijeriknos propone acerca de la sociedad limeña anclada hacia la primera mitad de los ochentar. Se pone especial atención al üpo de relaciones que se establecen entre los grupos sociales y a las maneras de percibir al "otro" popular que üenen los miembros de la clase alta limeña. El cuento referido nos ofrece una mirada excepcional del encuentro entre personajes de las élites y del mundo popular en el marco de una barriada limeña. Excepcional porque lo común en la narraüva de Alfredo Bryce Echenique ha sido presentamos a los personajes populares en ciert¿ armonía con las élites. Así, aparecen conviviendo como una servidumbre solícita y diligente para facilitarle la vida a sus patrones, y complacidas con el lugar que les ha correspondido en la sociedad. Anorexia y üjerita en cambio, nos

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Aunque el referente temporal no estii explícito del mismo modo que el espacial (Lima y Villa el Salvador), es posible suponer que sea la fecha indicada si tenemos en cuenta que Villa el Salvador existe a partir de l97l y que en el cuento se hace referencia a un régimen democráücq cosa sólo posible a partir de los 80. Esto coincidiría ademiís, con el año de publicación del cuento (1986).

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Penú CorurenponÁNeo presenta un encuentro tenso y conflictivo entre Raquelita, personaje de la clase alta limeña y un "neEyo inmenso", poblador de una barriada en las afueras de la ciudad. La particularidad de esta historia consiste en que Raquelita sale de su ámbito social y "desciende" a los suburbios limeños, para enfrentarse a personas muy diferentes a las que ella puede observar en el mayordomo acomedido o en el chofer servicial que habitan su casa2.

I-a histoia Joaquín Bermejo es un exministro que acaba de dejar el puesto en medio de un escándalo de comrpción (el caso Scamarone). Agobiado por las noticias

de la prensa y ante Ia posibilidad de que se le abra un proceso poliüco, siente como si el cielo fuera a desplomarse sobre su cabeza. Inclusive, se dice, podría convertirse en el chivo expiatorio del próúmo gobiemo. Sólo dias antes habia pensado en que tal vez podria llegar a convettirse en Presidente de la Repúblic4 y ahora no podía ni salir de este problema por sí

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mismo. En esos momentos no sólo su futuro sino todo lo que lo rodea adquiere una tonalidad oscura- Su esposa Raquelit¿ que padece de anorexi4 es percibida con un pateüsmo mayor al usual; la ve como un "esqueleto", un "pellejo que duerme" a su lado y a Ia que todavía üene que meterle "su polvo devez en cuando". Su nueva situaciÓn, fuera del poder, tiene una cargada sensación de degradación; sin los patrulleros flanqueando las entradas de su casa y sin el chofer del ministerio esperándolo con la puerta abierta del coche, vuelve a senürse "un abogado más", "abyecbamente solo". Asimismo, debe cancelar su viaje a Europa con Viclcy, su adorada amante. Por último, ni qué pensar de las palabras que había estado cavilando para presentarse ante sus hijos como una persona respetable y emergente a fuerza de su trabajo: "todo lo que üenen en la vida se lo deben a su padre, muchachos, aprendan de mi, puro pulso, muchachos, pulso y cráneo". En realidadJoaquín Bermejo no puede ni mirar directamente a sus hijos. Es en estas circunstancias que su esposa Raquelita una mujer que pertenece a una "excelente y riquísima" familia y que cuenta entre sus antepasados a ministros, "mas presidentes, virreyes y hasta un fundador de la ciudad de Lima", decide visitar a su padre que anda pescando en la playa de cerro Azul para pedirle que interceda y salve a su esposo del escándalo.

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El cuento apareció ori$nalmente en ellibro Magdalena Peruana Or¡eja Negr¿ Colombi4 1986. Nosotros la tomamos de 15 cuentos de amory humot;Peisa,Lima 1996, que prologra y seleccionara Carlos GaraYar.


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El padre de Raquelita, hombre poderoso que se codea con la élite poliüc4 arregla todo entre el Presidente de la República y los ministros y ya no "habría caso Scamarone ni chivo expiatorio". De ese modo quedaba resuelto el problema de Joaquín Bermejo. En el üaje de retomo a la ciudad, el auto de Raquelita sufre un desperfecto a la altura del pueblo joven de Villa el Salvador, lo que la obliga a dejar su automóvil en la autopista e intemarse en ese distrito popular. AIli no üene mas remedio que abordar un microbús que la lleve a c¿rsa. Sin embargo, una vez que esta a bordo nota que no trae consigo su reloj de pulsera de diamantes. Ella deduce que se lo han robado y que ha sido el "negro inmenso que tenia parado a mi izquierda". Entonces extrae su üjerita y se la coloca al hombre en las cosüllas, le conmina a colocar el reloj dentro de su carter4 el hombre obedece a las exigencias de Raquelita y ella retoma triunfante a su casa para contarselo a su esposo. Pero después de narrarle lo sucedido, ambos ingresan

al dormitorio y se dan con la sorpresa de hallar la pulsera de diamantes sobre el tocador. Raquelita habia olvidado el reloj en casa y, debido a este erroS ahora tenía en su poder el reloj de aquel "negro inmenso" de Villa el Salvador.

Unalimaque sevino [,as migraciones del campo a la ciudad, el crecimiento urbano, y la formación de barriadas son, seguramente, los hechos mas visibles de la peculiar modemización capitalista pen¡ana. En sólo tres décadas (50-70) la anügua ciudad de los reyes se conürtió de lugar de residencia histórica de

las élites y centro de su poder, en un universo nuevo, en morada de proüncianos, de ambulantes y de gentes humildes. Bl suelo limeño se hizo m¡ís democráüco al albergar a hombres de todN las sangresque se instalaron e hicieron suyos las calles y las plazasy las üerras baldias de los alrededores. t¿ Lima que se vino es, pues, una Uma chola y popular, mas real. Par¿ las élites limeñas estos cambios fueron traumáücos. Vieron la llegada de los provincianos como una invasión y a los migrantes como sus enemigos. Desde su óptica las barriadas que comenzaron a cercar Lima afeaban la ciudad y la hacía inhabitable. "Lo que es, es un asco, una vergüenza para una ciudad como Lima', dice acerca de las baniadas Raquelita, personaje del cuento aquí analizado. Seria más correcto que ella dijer4 afean "mi" ciudad, porque asi senüan las élites. Pensaron que Lima era suya y por eso racionalizaron la llegada de los migrantes como una "invasión".

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Penú CoNrevponÁNeo Bste proceso, sin embargo, hizo que los peruanos nos viésemos Ia cara

de más cerca. El hecho de que aqui se reunieran gentes de todas las procedencias sociales y culturales hicieron pensar a algunos que se abrían las puertas de la integación, que los peruanos tendríamos la oportunidad de aprender a compartir el uso de un mismo espacio y a toleramos, a curar viejas heridas. Ahora podemos decir que la integfaciÓn no fue el desenlace feliz de ese encuentro. Los que pensaron de ese modo no calibr¿ron bien la profundidad de los abismos socioculturales que nos separan ni el poder del racismo que heredamos de Ia colonia [n que aquí se produjo fue mas bien la formación de al menos dos Limas, como lo señala Julio Ortega: "(una) la invadida cuyo trazo se consütuye en los años 30-40 y, la otra la invasora, que la ocupa por dentro y (la) amenaza desde los cerros"3. Esta Lima que se üno es en realidad varias Limas. AI no haber integraciÓn, se formaron mundos apartes, rozándose pero separados unos de otros. Las élites, desde un principio, se negaron a admiür la pluralidad del país, optaron por abandonar los lugares ocupados por los nuevos limeños y levantaron urbanizaciones exclusivas para protegerse con rejas y vigilantes particulares de una realidad inaceptable. Prefirieron entender que el pais eran ellos. Pero el pais siempre se les mete portodos lados, antes en las playas y ahora en las discotecas: "Lima esta plagada de esa gente. iQué horror! iQué gentuza!", va 'a decir Raquelita acerca de su indeseables vecinos. Esta Lima cambiada chola y divers4 va a ser incomprensible para los miembros de las élites que heredaron los valores señoriales de la colonia [¿ Lima de los 80s, pletórica de nuevos senüCos y referentes, se va a contradecir con una mentalidad oligárquica osificad4 anacrónica y pasadista que no le

permiürá a Raquelita tener una lectura coherente de la realidad. Joaquin Bermejo, su esposo, va a decir de ella que había que sen "caida del palto, ademas, para creer que con una üjerita podia senürse segura en una ciudad como Lima. áte imaginas una cojudez igual Vicliy? (...) nada menos que hoy en Limay tal como estan las cosas"' Imagínate, Viclsy, yo que le tengo la casa rodeada de patrulleros y ella confiando en una üjerita de uñas para protegerse (-.) Mas loca no

podía estar la muy creüna" (todos los subrayados son nuestros)'

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Esta incomprensión de la nueva realidad se va a expresar también en el hecho de que Raquelita no presiente ni siquiera que su esposo la engaña y

que el "urgente viaje de negocios" que tenia planeado, y que debido al

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p' 16' Julio Ofteg+ Cultun y modemizaciÓn en la üma del 900. CEDEP, Lima 1986,


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escándalo del caso Scamarone tiene que cancelar, era en realidad un viaje por toda Europa con Viclcy, su amante. Raquelita como siémpre "se tragaría sus explicaciones (se dice Joaquín), apenas tendría que explicarle, apenas inventarle algrln pretexto para postergar ese largo y utgente üaje de negocios".

Raqtelih en el rcino de Io popular Villa el Sahador, escenario que el narr¿dor ha esco$do para el encuentro entre Raquelita y el 'negro inmenso", simboliza talvez mejor que cualquier otro caso el proceso que dotó a Lima de su nuevo rostro social. l,a densidad de sus significados bien merece cierta explicación. Su historia se inicia en mayo de 1971 y su peculiaridad tiene que ver con el periodo de reformas anüoligárquicas que el gobiemo militar de Velasco Alvarado venía llevando a cabo en el Peru. Alli se dio, con el inicial apoyo del Estado, la experiencia mas decantada de toma de conciencia social y de opción porvivir como una colectividad organizada Por muchos años las élites üeron con estupor que allí salía el pueblo en m¿rsa para exi$r al Estado los derechos sociales y poliücos de que ahora eran conscientes. las luchas diarias en que los pobladores de Villa el Sahador se verían envueltos, les harían comprender que lo que estaban constnryendo debía ser algo nuevo y diferente, pero que no podían sustraerse del proceso histórico y poliüco del cual eran parte. Así que en su primera convención, realizada en el año 1973, miles de pobladores aprobarian la siguiente resolución: "los pobladores de Villa el Salvador

rechazan y condenan el sistema capitalista y repudian toda forma de organización social, económic4 politica y cultural basada en el sistema capitalista e incorporan a su conducta social, a su organización vecinal y a sus creaciones poliücas y culturales los principios socialistas de solidaridad y fraternidad"a. Este distrito sería uno de los mas importantes terrenos de luchas sociales de los 70 y basüón electoral de la izquierda peruana en los

ochenta Es este suelo el que Raquelita pisa cuando su auto se descompone y üene que intemrmpir su üaje a casa Alli sus referentes señoriales entrarán en contradicción con la nueva realidad. Ella espera encontar a hombres serviles, a .p€rson¿rs sumisas a sus órdenes, pero no, la gente "la miraba indiferente mientms ella les daba instrucciones para que hicieran algo mas

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CitadoenJaimeCoronadoyRamónPajuelq VllaelsalwdorPoderyComunidad.Cecosan¡ Ceis, Lima l99O p. 13. Este libro es uno de los pocos que r€coge la historia pollüca de Ia organización vecinal (CUAVESI pero palzr una üsión de conjunto de su proceso histórico, de Antonio Tapata, Sociedad y Poder.Duco, Uma 1996.

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Penú CoNrevponÁNeo que estarla mirando". Estos hombres ya no son los de antes. lrjos de que sus demandas surtan efecto, Raquelita presenciará cÓmo se diluye su poder:

"iTú crees que movieron un dedo? Nad4 no tuve más remedio que echarme a andar por la autopista. Por supuesto que a nadie se le ocurrió parar a ayudarme, tampoco". Estos hechos obligan a Raquelita a recorrer el distrito, a mezclarse con la gente y a manifestar su desprecio: "(Es) un lugar atoz", dice. Pero también

hay temor en sus palabras y desearía desaparecer el nuevo mundo que contempla: '1-a verdad, Joaquín, no sé cómo no bombardean esos lugares".

La conciencia

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qftia

A Raquelita no lo queda mas remedio que subir a un microbús para poder acercase a su casa Pero no había pasado ni un minuto y aparentemente ya le habían robado su reloj de diamantes. Ella piensa que ha sido el "negro inmenso" que üene a su lado y aprovechando que el micro esta oscuro, mete la mano en la cartera, saca su üjerita y le pega un hincÓn en las costjllas. "Se lo pegué con toda el alma, Joaquín", dice. De ese modo consigue que el hombre coloque el objeto en el interior de su cartera Luego va a c¿Isa y, después de contarle la"hazafta" a su esposo, ingresan al dormitorio y ven el reloj de diamantes sobre el tocador. Entonces descubren que no hubo robo, que mas bien Raqueiita se había traido ei reioj dei"negro lnmenso'. Aterrado, Joaquín gyita: "iRaquelita! iFijate qué reloj tienes en la cartera!". Gracias a este artificio narraüvo, la conciencia críüca del narrador nos propone dos cosas: primero, el"negro inmenso" no es un ladrÓn, es decir, la imagen delincuencial de lo popular es irreal e insostenible. Segundo, es Raquelita quien ha despojado de un bien a otro indiüduo. Así, por un lado, lo popular se sacude del esügma de la delincuenci4 y por otro este desvalor se vuelve conüa sus acusadores y los idenüfica. Entonces tenemos que: A- Con lo primero se ataca directamente al estereoüpo que idenüfica a los grupos populares con la delincuencia En efecto, es este estereoüpo el que hace que Raquelita se "percate" (llama la atenciÓn que sea en ese momento y no antes) de que no lleva su reloj y que no dude en que el autor del "robo" sea el negro. Ni siquiera era necesario mayores observaciones: "Quién podía ser másque el negro inmenso que tenía parado a mi izglirerdt En un primer momento el razonamiento de Raquelita parece correcto, dice: t,lo bien le pedi el reloj me lo devolvió. No hice mas que decirle pÓngalo


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usted en mi cartera". Sin embargo, cuando se descubre que había olüdado su reloj en cas4 el narrador nos esta poniendo en evidencia la inconsistencia de este estereoüpo. Debemos señalar, sin embarSo, que no obstante la idenüficación de lo popular con lo fascineroso se revela infundado, Raquelita va a persisür en su visión negaüva de lo popular. Esta visión se va a enfrentar con la percepción mas realista que üene su esposo. Pues él:

"había intentado explicarle a Raquelita que podía tratarse de un hombre honrado volviendo de su trabajo (...) se lo habia imaginado honrado y obrero y llegando a su casa sabe Dios dónde". P"aquelita poi su parte, se negará a aceptar la evidencia de los hechos escudándose en el estribillo: "ltlada Era un üpo de la ínfima". Esto hace patente la existencia de al menos dos discursos encontrados acerca de lo popular (desde la óptica de las élites): uno (el de Raquelita) que se obsüna en clasificar a los individuos de acuerdo a criterios estamentales de origen colonial, que propondrían que la honra se adquiere por nacimiento; y otro (el deJoaquín) que üene una percepción mas real de lo populary que prefigura una noción de clase para üpificar a los hombres. B.- Con lo segundo se hace, de manera implícita, una criüca a la manera cómo las élites consiguen sus nquezas. El significado que tiene el hecho de que Raquelita se halle en posesión del reloj del "negro inmenso" puede expre$rse en la frase: los ricos despojan a los pobres. Es necesario tener en cuenta que cuando Raquelita descubre el "malentendido", cuando comprende que el hombre no es un ladrón sino víctim4 ella no va a pensar en un acto reparador, ni va a pretender rectificar lo que ha cometjdo. Ni siquiera üene cargo de conciencialoaquín le dice: ?ero reconoce que tu te has equivocado esIavez". Pero nada Para ella era suficiente decir que el hombre "era un üpo de la infima'. De ahí que: "Ilaquelita dormía plácidamente yJoaquín se decia que ése era su secreto. Ese. Cuando no se sabe (...) se opta YRaquelita había optado (...) Por eso tanta indiferencia cuando al entrar encendieron laluz del dormitorio v el reloj de los diamantes se le habia olvidado sobre el tocado/. Es decir, lanqueza de las élites tendría un origen infame: la expoliación.

El narrador al asignarle historicidad a este hecho estableciendo filiación entre Raquelita y anüguos "virreyes y hasta un fundador de la ciudad de Lima", nos esta refiriendo que el despojo de las clases populares es un hecho

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de larga duración, remontable al üempo de la conquista. Asimismo, este hecho (el despojo) pasaria a formar palte del saber colectivo cuando el "negro inmenso" va a su casa y cuenta lo que le sucedió a su familia: "una negra y unos negritos escuchándolo entre aterrados e incrédulos". Podemos

afirmar, entonces, que el cuento pone de manifiesto la eústencia de una conciencia de la opresión. De otro lado, cuando Raquelita dice: "Si vieras, Joaquin, qué maravilla. t¿ pegue un hincón (con la üjerita) en las cosüllas", se nos esta indicando al agente que hace posible el despojo, que es ella misma O sea no habría intermediarios en el momento de la expoliaciÓn, se podría hacer simple y desnudamente. Y con violencia si es necesario: Yo no le saqué la üjerita de entre las cosüllas hasta que me bajé. iAy qué asco, Joaquín! Limpiamela, por favor. Esta toda manchada de sangre". Se pone, así, a descubierto el carácter abusivo y violento que puede adoptar la consecución de riqueza por parte de las élites. Riqueza que además no sería resultado del trabajo o la laboriosidad de sus miembros. Pongámoslo en los términos de Raquelita: "Ahora bien,Joaquín, nunca se te ocurravolverles a hablar a mis hijos de sudor de la frente y de cosas así de la infima (...) que nunca jamas se te ocurra mencionar cosas como el sudor de tu frente, y sobre todo en la mesa. Ni una sola palabra que tenga que ver con el sudor. No se suda Joaquín, en esta casa no se suda".

Ias dases medias En el Peru los last¡es de la servidumbre y la oligarquia no se revolvieron con una guerra civil. [¿ tarea que en otras partes cumplieron los agentes del cambio -las clases medias y populares--, en el Peru lo hicieron los mas insospechables para eso. Aquí, el ejército tuvo que convertirse en "revolucionario" y hacer lo que históricamente le correspondía a la sociedad. Estos militares que pocos años antes habían ahogado en sangre a las guenillas y que nunca titubearon en disparar contra las masas campesinas, fueron en

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cambio blandos a la hora de desalojar a los hacendados de sus propiedades. En verdad, no hubo necesidad de bajas. Bastó unos pocos soldados y sus fusiles para dejar a los "señores" sin señorio. De esta manera Velasco se anotó una victoria que coffespondía a otros. Tal vez no podía suceder de otro modo, si tenemos en cuenta que las clases medias se senüan más cercanas culturalmente a la oligarquía que a las clases populares de origen andino. De ahi también su actitud dubitaüva" Mas aún cuando siempre


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tuvieron la posibilidad de ascendersocialmente através de calculados enlaces matrimoniales. con la oligarquía debilitad4 luego de las reformas velasquistas, estos canales de ascenso social se hicieron mas amplios. Este hecho, el querer heredar mas que reemplazar a la oligarqula, ha sido definitorio para que las clases medias asienten su poder no sobre el exterminio o en lucha frontal contra la oligárquica sino mas bien para que opten por transary establecer alianzas matrimoniales como mecanismos de ascenso social. Se enüende asi la persistencia de ciertos valores que, como el racismo, debieron de haberse cancelado junto a la clase social que lo sostenía Todo esto, remarquémoslo, sólo se hizo posible con una oligarquía en descomposición, sin base material y necesitada de la vitalidad que las alianzas con las clases medias podían brindarle Ese es el senüdo de las acciones deJoaquín Bermejo. Su historia personal, largamente detallada en el cuento, puede ser leída como una exitosa carrera de ascenso social gracias a su matrimonio con Raquelita. El era un abogado que compartía un modesto estudio con cuato colegas y que se üo catapultado a las alfuras del poder, merced a las relaciones ganadas a través de la familia de su esposa. Ahora bien, el narrador no nos va a presentar este ascenso como un proceso limpio y sano, pues Joaquln se había casado sin amor, por pura conveniencia:

loaquín recordó la escen4 visitó sin ganas la noche completa de verano y de jardín para decir eso en que le dijo que quería casarse con ella". No obstante, el matrimonio con Raquelita le habla significado ganancias nada despreciables, como: "que a su sueÉlro le debier¿ los doce mejores clientes del estudio (...)y (...) porque fue el regalo de bodas de su suegro y de su suegra".

lo mismo podía decir de la casa que heredó

Y sin embargo todo esto implicaba cieÉos costos, como que Joaquín no fuera feliz con Raquelita Tntonces Joaquín descubrió su gran enor

(...)

que nunca habla odiado

tanto a Raquelita como en el jardÍn de aquella maldita noche de calor en que le preguntó si lo queria como él

era".

Ia3


Penú Co¡..revponÁNeo EI carácter poco combaüvo de las clases medias, anteriormente señalado, hace eco en Joaquín Bermejo y va a ser definitorio para que el deseo de ver muerta a su mujer no pase de la conspiración. Así, él va a "pensarlo todo hasta el úlümo detalle", desde el lugar y la persona que lo haria pero nunca va a dar un paso para deshacerse realmente de Raquelita ni siquiera le va a contar a su amante lo que por largos días viene soñando: "que un negro inmenso le había enfriado a Raquelita de un solo navajazo y ahora todos vamos a descansar enpaz".

De esta maner4 el narrador nos va a presentar el ascenso social de foaquín Bermejo como un proceso contradictorio. De una parte le reporta saüsfacciones materiales, pero de otra, no consigue ser feliz. Por el contrario, Ioaquin se siente vacío y allí es cuando aparece "el tremendo culo que era Viclcy". Pero que tampoco va a ser Ia solución a sus problemas de afecto, porque se trata de una relación envilecida por los intereses materiales que hay de por medio. Una relación sin lealtades ni consideraciones pues Vicky podría dejarlo en cualquier momento "plantado, meüdo hasta el cogote en el caso Scamarone". Asi, Joaquín consigue sus objeüvos de ascenso social, pero al mismo tiempo termina construyendo un mundo falso y vacío a su alrededon tiene una mujer a la que no ama (pues se pasaba "días y dias acariciando la idea de ver a su esposa asesinada"), una amante que no lo quiere (que "cada día le exi$a mas"), unos hijos desafectuosos, etc.

Poderpollümy riquea Otro de los aspectos de este proceso contradictorio del ascenso social de Joaquín Bermejo es el referido al caso Scamarone. Recordemos queJoaquín ha llegado al puesto de ministro de Estado gracias a las relaciones ganadas con su matrimonio, pero una vez allí se ve envuelto en un caso de comrpciÓn del que será librado sólo por las influencias que su suegro aún conserva en los círculos de poder. Sin embargo, Joaquín no podrá evitar la degradaciÓn pública de su nombre. Se hará rico pero a costa de su despresügio social, de convertirse "en objeto predilecto de los ataques de la prensa amarilla':

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Empezó a jabonarse la piema derecha pensando que en tres años de ministro talvez no había sacado una tajada tan grande como la que pudo. iO sí? En el fondo, sí, aunque si la prensa amarilla no lo hubiese asustado con esos ütulares en primera página talvez habria podido sacarle mejor partido a...Al caso Scamarone, como le llama la prensa amarilla (...) t¿ puta que los parió. Seguían con lo del caso


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Scamarone, icuándo se iban a hartar| ácuándo encontrarán algo mejor?, ácuándo me dejaran en pazT. De este modq Joaquín Bermejo es sancionado y su conducta es reprobada moralmente. Ahora bien, se entiende que esta degradación de su imagen va a ser el costo que Joaquín üene que pagar para obtener la coronación de su ascenso social. Pero el caso deJoaquín no es.algo excepcional en el mundo de la politica: "Porque qué ministro no habia robado", se va a decir. En realidad, la com"rpción se presenta como un mal que atraviesa a otras insütuciones de la sociedad y que p¿rece fagocitarlo todo:

?orque como el caballo de Troya el caso Scamarone ocultaba el caso Banco de Finanzas, dentro de éste andaba meüdo lo de S'., y hasta dentro de la SA hay gato encerrado, según parece". De esta maner4 el narrador nos ofrece una mirada que cuesüona al grupo social que ejerce el poder políüco. Se desprende, ademas, que quienes ejercen este poder son los mismos que concentran la riqueza de la sociedad. Es decir, no habría mucha diferencia entre clase propietaria y clase políüca Esta asociación se hace patente cuando se señala que la "excelente y riquísima familia" de Raquelita cuenta entre su ascendencia con ministros, presidentes y virreyes.

Latagdk

de las clans medias

Cuando Joaquín Bermejo busca el "dinero y el poder" lo que pone en pÉctica es Ia búsqueda del reconocimiento social que esas dos variables

otorgan a los hombres en nuestra sociedad. Y ésa es su tragedia" Joaquín aún es prisionero de los criterios valor¿ürros que la oligarquia asigna al hecho de naceren el seno de familias ricasy de anüguo abolengo. Recordemos que él es un recién llegado al grupo de las élites y que nos ha manifestado su senümiento de inferioridad al momento de pedirle a Raquelita en matimonio: "iMe quieres como soy, Raquelital. la vergüenza que siente de sus origenes modestos es la razón de su anhelo de poder y dinero propios, que no lo hagan senürse como un arrimado. De ahí que quisiera ser "un presidente mejor que cualquiera de los que me eche la familia de su madre", porque necesitaba al menos eso conha Raquelita porque su madre, muchachos, cómo explicarlels-."

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Penú CorurevpoRÁNeo Sin embargo, Joaquín va a descubrir que ese reconocimiento social es en

realidad una construcción ficücia falsa e inmerecida para las élites. Pero también es un arrna contra aquellos hombres que como él buscan escalar la pirámide social: "porque qué ministro no había robado pero sólo a él le habia caído lo del caso Scamarone". Esta comprensiÓn tardía del carácter ideoló$co del estatus social le hace fracasartambién en su intento por hacerse valorar a raz6n de sus esfuerzos y habilidades (que también son falsos). Ya no sería posible decirle a sus hijos:

'Lo que en fes años de ministro les había estado queriendo decir: Mírenme a bien a la car4 hijos, a los ojos, mírenme bien'yvean cómo su padre se ha convertido en ministro y cómo se puede convertir en presidente de la República también, si le da la gana (.'.) áY quieren saber cómo ha sido? áQuieres saber, Carlos? Tú, Germancito, équieres saber? Porque claro que tú también quieres saber, ino es cierto, Dianita? iPues pulso! iCráneo! iPulso y cráneo! iY con el sudor de mi

frente! iCon el sudor...!". Por supuesto esto ya no era posible. Lejos de conseguir el respeto de sus hijos, Joaquín lo había perdido y no le quedaba otra cosa que asumir las consecuencias de sus actos:

'Bueno, pero a qué santos tanta explicación, quién era él para tener que andar rindiéndole cuentas a sus hijos".

hmenhriofinal l,o que el texto nos propone es un problema de comunicación entre los grupos sociales estropeada por la mentalidad anacrÓnica de la clase alta limeña cargada de prejuicios y racismo. Así, el encuentro no puede acabar sino en un malentendido, sin mediar diálogo alguno, pero en perjuicio de una de las partes. En todo caso, pareciera que sÓlo es posible el lenguaje de Ia violencia-

A su vez, esta incomunicación parece ser una opciÓn adoptada por

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las

élites para eludir la resolución de los problemas sociales, pero sobre todo porque lo otro sería reconocer el estafus de igualdad enke los hombres. De ahí que Raquelita ni siquiera ante la eüdencia de su error, admita que se ha equivocado y que el "negro inmenso" no es un ladrón' En ese senüdo, la imagen delincuencial de to popular es funcional para que las élites nieguen a los "otros" de los mismos derechos que ellas üenen-


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Luego, el hecho de que Joaquín Bermejo no asuma una posición firmg pues finalmente no puede convencer de su error a Raquelita ni hara nada

para rectificar lo que ha comeüdo, nos estaría indicando la debilidad del discurso democratizador de las clases medias y su inoperancia,para representar el cambio. En cierto senüdo, la visión que nos propone el texto es desconsorodor4 sin resolución del antag¡onismo de las élites y lo popular. I as élites parecerían persisür en mantener el mismo sistema de relaciones sociales con las clases populares y éstas no tendrian lafuerza ni la claridad para invertir las cosas. De otro lado, debería quedar claro que debajo del humor con que er cuento es relatado, hay una mirada profundamente críüca de los avejentados valores

de la clase alta limeña y de los estereoüpos racistas con que se pretende naturalizaÉ las diferencias sociales. Ademas cuando se presenta como ilegümo el origen de la nqueza de las élites, se cuesüona la inequidad económica y social existente entre las clases sociales y se su$ere que este hecho ya es parte del saber colectivo popular. Es decir, el texto re$straria una conciencia de la opresión. Desde luego todo esto sólo es posible de observar, con la agudezaque

demuestaAlfredo Bryce Echenique, en una sociedad bajo proceso de cambio, en momentos en que la disposición de los grupos sociales esta variando. Asi, la otrora clase social de cuño oligárquico, simbolizado en Raquerita" una mujer anoréxic4 se nos presenta en un progresivo desmoronamiento, como "un esqueleto" que "uno de estos dias se muere de puro flaca . pero que va a alargar su a€lonia, dada la unión que se logra con las ascendentes clases medias, llegando a dar la impresión de ser inmortal "el pellejo que duerme a mi lado es inmortal, se dijo, aterrado y hasta respetuoso Joaquin Bermejo". Toda una época parece concluir para dar paso a otr4 donde ras élites se recomponen para adaptarse a los cambios y para absorber a las emergentes clases medias. Por úlümo, se ha querido relievar la importancia del analisis de textos literarios como una manera de enriquecer las perspectivas para comprender la sociedad pemana. En especial, la obra de Alfredo Bryce Echenique ofrece

posibilidades todavia sin explotar.

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Resulta interesante rescatar la siguiente idea de Nelson Manrique: "el racismo cumple una

función decisiva en la legtimación de las exclusiones, pues'naturaliza'las desigualdades sociales, consagrando un orden en el cual uno üene un lugar inmutable, en t¿nto que este no aparece fundado en un origen social sino anclado en la nahrraleza". Nelson Manrique, la piel y Ia pluma Escritos sobre litentura ehicidad y ncismo. Sur{idiag Lima 1999, p. 11.

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