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GEE BEE Z-25 de RC Tecnic SEMIMAQUETA ENVERGADURA: PESO EN ORDEN DE VUELO: PESO FINAL: SUPERFICIE DE ALA: LONGITUD DE FUSELAJE:

1190 mm 1300 Gr 1720 Gr 710 gr/dm2 810 mm

EMISORA REQUERIDA: SERVOS: MOTORES SUGERIDOS:

4 canales 3 servos Glow 2 t (Asp s32A ó Asp s36 A) Brushless con reguladores de esc 40-60.

PESO AÑADIDO PARA EQUILIBAR EL MODELO: 60 gr.

PVP: 88 euros.

Cedido por RC TECNIC.

Texto: Víctor Pérez de las Heras - Fotos: Eduardo Domínguez

Opinión No creo que muchos modelos puedan compararse a éste en cuanto a la diversidad de opiniones que puede despertar, pero es claro que a nadie le deja indiferente. Y la verdad es que este modelo que RC Tecnic nos ha cedido para esta prueba vuela increíblemente bien, a pesar de la leyenda negra que acompaña tradicionalmente al Gee Bee. Si no fuera por su ligera dificultad al aterrizar sería casi un avión cómodo de volar. Disfrutamos de los toneles y aguanta bien el invertido. Un avión rápido para expertos con ganas de ponerse a prueba.

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El hacedor de viudas

l Gee Bee modelo Z original fue construido para ganar la carrera de Thompson Trophy en 1931 en Cleveland, EEUU. Sus constructores, los hermanos Granville, decidieron ponerle un enorme motor en un fuselaje muy corto y alas diminutas. Todo el avión estaba diseñado para ser rápido, sobrepasando los 400 kilómetros por hora. Incluso llegó a ganar el

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récord mundial de velocidad con 430 km por hora y muy pronto estaría volando a 450 km por hora. Pero lo que su piloto Lowell Bayles no sabía es que una de sus alas se desprendería en pleno vuelo y él moriría envuelto en una bola de fuego.

Comenzaba así la leyenda negra del “hacedor de viudas”, y es que fueron muchos los que murieron intentando pilotar estos aviones. En 1978, Bill

Truner reconstruyó el avión y lo modificó para hacerlo un poco más seguro, alargando las alas y el fuselaje y reduciendo los caballos del motor para que fuera más controlable. Y finalmente fue la Disney quien lo popularizo en la película de 1991 the Rocketeer.

Dejando a un lado la interesante historia de este avión, está claro que el aeromodelista que adquiere cualquier mo-

delo del Gee Bee siempre tiene esa inquietud de si volará bien, y sobre todo de si aterrizará bien, y nosotros no íbamos a ser una excepción. Pero esa pregunta la responderemos al final del artículo.

El kit y su montaje.- Pesado muy pesado, esa es la sensación que se tiene cuando se sopesa el fuselaje de fibra, casi todo aquel de mi entorno Aero RCmodel PAG: 21 / nº 105

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Detalle de cómo va colocado el Axi 2820/10.

60 gramos de plomo son necesarios para centrar este modelo con esta motorización.

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que lo sujetó en sus manos antes de montarlo solía torcer el gesto y no dudar en calificarlo de “ladrillo con alas”. “Eso no vuela”, y “dime hacia donde lo vas a tirar para coger los trozos” era lo más oído. Sin embargo uno con los años se va haciendo cabezota, siempre lo fui, y empecé a investigar que motor podría ser el encargado de tirar con fuerza de dicha mole. Los Glow recomendados equivalentes al Os 35 ax de cilindradas de 5,25 cc aproximadamente me parecía que añadiría mucho peso y muy justo de motor para tirar del ladrillín, así que me decidí por electrificarlo, ya que viene preparado perfectamente para hacerlo.

El montaje la verdad es que no se diferencia mucho de construir cualquier entrenador, y en unas tardes dedicándole algo de tiempo se puede tener montado.

El manual es en blanco y negro y en inglés las cuatro palabras que incluye, sin embargo las fotos dejan ver bien el trabajo que se ha de realizar.

Las semialas vienen preparadas para abisagrar los alerones con sus bisagras instaladas pero sin pegar, con todos los huecos bien marcados. Una vez hecho esto se han de pegar las alas con Epoxi e instalar el servo de alerones, en este caso un Futaba s 3001 al que confié el movimiento de las exiguas su-

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perficies de mando. Y es que hay que decir que son auténticamente mínimas.

Después hay que preparar el tren de aterrizaje, haciendo coincidir el verdadero con el falso, pues éste viene muy bien preparado para dar el pego y que parezca que dentro de esos enormes patines van los verdaderos ejes de las ruedas. Como se ve en las fotos los ejes van por fuera, solucionando con relativa facilidad el compromiso.

No hay más que sujetar el eje en el hueco fabricado en el ala y queda perfectamente fijo.

Los empenajes de cola no tienen el más mínimo misterio, se monta y se puede decir que todas las piezas de este modelo han encajado a la perfección.

Lo mismo sucede con el acabado de las alas.

El único momento delicado es el momento de colocar el motor en su bancada, pues no viene ninguna marca que sirva de referencia, y hay que ingeniárselas para centrar el motor.

Para sujetar la bancada al fuselaje de fibra usamos unas tuercas de araña que lo fijan con rigidez.

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fabricante puede tirar cómodamente de un modelo acrobático, no tienen categoría “ladrillos”, por más que la busqué, de 1900 gr, para una lipo de 3s y una hélice de 10x6. Con un variador de Jety, el advance 40 plus sería supuestamente suficiente para mantener en vuelo al animalito de aproximadamente 1200 gramos que como veremos sería algo más a la postre.

Como receptor un 7 canales de 2,4 sería el responsable de trasmitir la señal.

El kit trae también una cabina trasparente bastante pobre, la verdad, que yo he decorado para que no se viera tan fea y una pieza de plástico blanco que hace las veces de falso motor. Entreteniéndose un poco en pintar las supuestas partes del motor queda algo bastante bien parecido.

La cabina decorada queda mejor que trasparente.

El centrado del modelo.- El centro de gravedad nos

Los “patuco” son muy aparentes.

Electrónica.- El montaje de la electrónica no tiene tampoco ninguna dificultad, los servos 3001 de Futaba serían los encargados de dirección y profundidad y llegaba el momento de elegir el motor. Utilice una técnica que yo he dado en llamar “el que tengo encima de la mesa”.

Coincidió que me había sobrado de otro proyecto un Axi 2820/10 que según anuncia su

El duro tren trasero que tuvimos que doblar para evitar que el avión capotara.

lo fija el fabricante en 55mm tras el borde de ataque que al ser un ala baja debemos mirarlo con el avión en invertido.

Pronto descubrimos que con esta motorización teníamos que adelantar todo lo que pudiéramos los componentes del equipo puesto que el modelo se caía de cola. Para ello tuvimos que eliminar un pequeño refuerzo que lleva en madera y alojar lo más adelante que pudimos variador y batería, junto con una no despreciable cantidad de plomo, 60 gramos.

En cuanto a la batería sería un lipo de 3s y 2200ml los que nos darían la fuerza necesaria

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GEE BEE Z-25 de RC Tecnic SEMIMAQUETA para despegar el modelo y realizar un vuelo de unos 4 o 5 minutos.

En cuanto a las deflexiones de los mandos teníamos que fiarnos de nuestra experiencia, porque el manual no da ninguna indicación a este respecto. Así que lo más lógico era programar la radio para tener tres mandos con distintas deflexiones e ir en vuelo probando cual era la que más ajustaba al modelo.

Con esto el modelo quedaba centrado y preparado para la prueba de fuego en el campo, o para llevarnos el mayor premio astillas en cualquier concurso, pronto lo sabríamos.

Prueba de vuelo.- Tras muchos días de este duro invierno viendo cómo el hombre del tiempo no daba más que malas noticias por fin llegó la primavera y… seguía lloviendo.

Cuando por fin escampó, al cabo de varias semanas, nos decidimos a probar el Gee Bee Z hasta las últimas consecuencias. El encargado de ello sería mi colaborador y amigo Eduardo Domínguez, mientras yo tomaría las fotos del primer vuelo.

Con las baterías bien cargadas las enchufamos al variador y montamos las alas, y realmente me alegré de haber montado un interruptor en el exterior del fuselaje por que los dos torni-

llos que sujetan las alas son un poco engorrosos de apretar debido al embellecedor de fibra que lleva en forma de panza para completar el fuselaje.

Una vez montadas las alas encendemos el modelo y tras comprobar que todos los mandos funcionaban perfectamente Eduardo encaró el avión al viento. Con decisión dio motor y una de nuestras dudas durante los últimos meses se disiparía por completo, se fue al aire en apenas 15 metros. Un poco de trimado a picar y el asesino de los años 30 comenzó a trazar con una buena velocidad, eso sí, a tres cuartos de motor. Se muestra entonces como un avión algo crítico en la curvas y, como era previsible, al que hay que hacer correr para que se sujete en el aire. El motor tira alegremente de él y la hélice parece ser la adecuada, pero justo cuando Eduardo empieza a relajarse llega otro de los momentos más temidos por todo piloto de Gee Bee, el aterrizaje.

Nuestro piloto prepara la aproximación a pista desde muy lejos y simplemente bajando muy poco el motor, dejándole correr por la pista y cuando el modelo está sobrevolando la pista a unos dos metros del suelo, corta motor casi de golpe, sujetando con la profundidad y para nuestro asombro aterrizó bastante bien.

Solo hay que entrar con un par de puntos de motor y cuando está sobre la pista, cortarlo de golpe. Fácil.

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Desmontado casi no ocupa lugar.

Detalle del mucho espacio para un montaje limpio.

Con las seguridad de tener algunas fotos me tocó a mí disfrutarlo, y es cuando descubrí lo bonito que es, cuando lo ves en vuelo su estampa es magnífica.

Y cier to es que recuerda a aquellos años en los que los pilotos de las primeras décadas del siglo pasado se jugaban la vida en cada vuelo.

Conclusión.- En vuelos sucesivos nos hemos ido animando a hacer algo de acrobacia con él, por supuesto sabiendo lo que se trae uno entre manos, pero acepta los toneles y realiza bien el looping, eso siempre que se tenga la precaución de no quitar motor como estamos acostumbrados normalmente, que algún susto nos ha dado por este motivo ya que cae como una piedra.

El peso final del modelo fueron 1720 gr. Tiene mucha tendencia a capotar una vez que está en el suelo, pero se soluciona fácilmente doblando un poco el fuerte tren trasero para hacerlo bajar. Aunque con velocidad aguanta sorprendentemente bien el invertido, apoyándolo un poco con profundidad, claro. Pero la verdad es que los 88 euros que cuesta bien merece la pena emular a héroes del pasado, aunque nosotros eso sí, no nos jugamos la vida, tan solo la honrilla de domar al “hacedor de viudas”.

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