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José Ignacio Sánchez Ballesta
Y OIREMOS DE NUEVO: “PROCESIÓN A LA CALLE”
FERNANDO LÓPEZ MIRAS, PRESIDENTE DE LA CARM
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Murcia es Semana Santa, y la Semana Santa es Murcia. No podemos entender una celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo sin haber vivido en la calle la devoción de los cofrades, en ese catecismo en movimiento que son nuestras procesiones.
Son cientos de años de tradición, de una pasión transmitida de padres a hijos para configurar una manera de entender la fe “a la murciana”, con el andar de los penitentes que reparten caramelos, mientras nuestra mirada busca la llegada de los pasos, el esfuerzo de los estantes y las siempre certeras indicaciones de sus cabos de andas. Y sobre sus hombros, la simpar imaginería de una escuela murciana que se abrió paso en la escultura española hasta hacerse inconfundible y alcanzar el reconocimiento internacional de su extraordinaria calidad.
Vivir la fe sin ver en la calle la obra de Salzillo, de Bussy, de González Moreno y de cuantos han hecho posible el mejor ejemplo de la Pasión es difícil, y también ha sido estos dos años muy doloroso para quienes amamos nuestra Semana Santa, para quienes sabemos de la importancia de vestir nuestro hábito nazareno y recorrer las calles.
Echamos de menos el sonido del estante que golpea el frontal de un paso para “decirle” que ande. El de las bocinas y tambores de la burla. El de la música de procesión. El de las campanas que anuncian la salida de un Titular o el de esa algarabía que se torna respetuosa en las sillas al paso de una sagrada imagen.
Han sido años de extraordinario sacrificio, en una renuncia que ha contribuido a salvar vidas, a evitar contagios, a proteger a los nuestros.
Hoy, con todas las precauciones, con cautela, con la responsabilidad que hemos demostrado, si nada lo impide volveremos a salir a la calle y a exteriorizar el sentimiento nazareno, ese que nunca hemos perdido, que hemos mantenido vivo en nuestros hogares, en nuestras cofradías, pero que alcanza su plenitud cuando Murcia entera se maravilla ante la más bella de sus tradiciones.
Lo esperamos con verdadera fe, y miramos las hojas del calendario con la confianza puesta en que nada impida oír en San Nicolás, en Santa Catalina, en San Francisco de Asís, en San Pedro, en San Antolín, en San Juan Bautista, en San Juan de Dios, en el Carmen, en San Lorenzo, en Jesús, en San Bartolomé, en San Esteban y en Santa Eulalia esa frase que tanto hemos esperado: “Procesión a la calle”.