Gabriela Erazo
EXĂ NIME
vimdivinam.wordpress.com
Me propongo a desatar el cuerpo desde la mĂĄs onda vigilia de la noche. Los pies desnudos, cual raĂces danzando, invitan estar inmĂłvil.
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Zara Neliana
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Anamaría Aguirre Chourio
HUMO Y CENIZAS
Me han desvalijado.
Angustias y lastres
Me han despojado de lo último que tenía.
Labores y pesares
De
mi cabello sólo queda humo y cenizas,
de mis manos, sombras;
Me han dado odios para regalar.
y de mis pies,
Me han quitado besos y tiempo.
no han dejado ni sus huellas.
Me han escupido. Me han vejado. Me han dado nombres que no son míos.
Me han despojado de él y de ella,
Me han confundido y me han cambiado.
de ti y de mí. De mí Me han amado tan fuerte
sólo han dejado una pila
que me han quebrado los huesos.
de humo, huesos rotos,
Me han amado con tal fuerza
miedos y cenizas.
que han sacado toda humanidad
de mí.
Me han sumado a un mar de miles que carecen de rostros e identidad
Han desmembrado mi vida: tomado a mi familia, raptado a mis amigos. Hasta a mis enemigos y la parva de desconocidos aún por conocer
Me han quitado la luz y la sed. Me han dado nada. Sin embargo me han dicho que me han dado todo.
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Bernardo Carrillo
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Eres un castillo de blancos muros, opulento a la mirada. Un fuerte medieval formidable, en un mundo de fantasía, en tu mundo, en ti y en tu esencia; la perfecta edificación del alma tuya. Imponente estás ante mí y mis cañones que, empedernidos, bombardearon a tus muros blancos todo este día. Cae la noche, se prenden las estrellas Y las acompaña la luna Y la noche es fría Y estoy solo Y vuelvo Resignado A cargar mis tristes cañones Porque mañana será otro día en esta agonía de exilio. Cuanto anhelo Volver a ese mágico reino Tuyo Y cultivar con mis manos Los frutos De tu pueblo Bajo el azul cielo de tus ojos.
Manuel Alejandro Martins
BLANCOS MUROS Y TRISTES CAÑONES DEL ALMA MÍA
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MarĂa HernĂĄndez Laplaza
cargocollective.com/mariahernandez
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Daniela Gaitan
POSDATA
marimariteje.tumblr.com
Intento abrazarte con las palabras correctas ya que parecen ser lo único que no se desvanece por completo. Intento corregir mis pasos a futuro pero intentar es tratar de hacer todo lo que no fue posible hacer antes y antes no fue posible abrir la puerta dejar caer el infinito sobre la cama agotarlo hasta cerrar mi boca. Esculpir una figura que pudiera atravesar mi habitación en menos de dos segundos y aunque nunca lo pediste, parecía una buena idea, mencionarte en todas mi cartas a Dios pedirle que pudieras atravesar el océano no mi habitación. Que ganaras la lotería o simplemente Reírte de la paz misma. No. Antes no me fue posible. Supe que tendríamos una vida para decir adiós o para dar un abrazo una vez para pedir perdón y ésta vez para darlo. Supe que tendríamos una vida miserable hasta que ya no.
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Betzabhet Lacruz
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quienmaspuedesaberlo.blogspot.com
Me sumergí como pez en el agua dentro de tus constelaciones, me hice amigo de las medusas y flote por lugares donde ya no había soles. Escuche la replica del hombre que no es nada, lo escuche como rumor de pueblo, como campanada de iglesia que alguna vez adornaba la plaza. Sucumbí ante melifluo sabor de sus labios, me volví salvia, que descendía de la copa de los arboles como lluvia que no deja marchitar, como lluvia que revive. En remolinos mi cuerpo se fue escudando de los vientos polares, aumentando mi calor en fuegos, ardiendo en llamas, mirando sin mirar, corriendo hacia la salida de emergencias y encontrándome con las puertas del cielo, que ya no cerraban, que ya no eran exclusivas para los que creían hacer bien. Se mecen los planetas por sobre mi cabeza, entre sueños que ya no marchan y mentiras que patalean, se va construyendo la casa del hombre que alguna vez se quejo y que alguna vez sintió como su costado sangraba. En una mirada, en un encuentro furtivo, en la llovizna que tizna la gente que escapa, en el reflejo del agua, en la sonrisa del que calla, en las manos del que teje, en el pecho del que duerme; allí es donde se ubica la verdad que se busca y parece nunca encontrarse. Ascendí de las tinieblas en forma de globo, flotando entre peces de colores y arrecifes de corales que hacían reír, fui emergiendo, como si volviera a nacer de entre los torbellinos de furia que arrancaban todo a su paso. Respire de nuevo, mis pulmones se llenaron de aire puro y tosí polvo, huesos, miedos. En mitad de una brisa suave, los caballos decidieron llevarme a lo alto de aquella montaña, que entre sus arboles guardaba viejas historias de héroes muertos, que alguna vez
LA CASA DEL HOMBRE Rayfer Martinez
creyeron estar vivos sin saber que su destino era no salir de todo esto. Te busque, entre la niebla densa que ocultaba el suelo repleto de cadáveres y forme parte de aquel cementerio por algunos minutos. Te busque sin encontrarte, escuchando el rechinar de la puerta que esta a punto de cerrarse. Me separe en piezas que alguna vez no encajaron y me fui alejando de mi sustancia, del centro de mi alma, de la base, de la raíz que pulula sangre. En un instante era ciego, que solo sentía, que solo podía percibir el resto con sus dedos, para luego, darme cuenta que la vida la había vivido así, mirando sin mirar, con los ojos abiertos, pero, teniendo tinieblas que ocultaban mi guiño, mi brillo, el camino que nunca he seguido. El búho sobrevuela la casa del hombre, observando como sucede todo, como yo, andariego y ciego, intenta encontrarlo. Estoy cerca, puedo sentirlo en los huesos, en como mi carne se derrite, en como solo quedo yo sin el resto que parezca tangible o corpóreo. Abro los brazos y entro, ya no siento, ya no oigo, ya no canto ni sueño, ahora soy todo en cada instante, ahora soy todo en cada pueblo que camina el hombre que se queja como el rumor de las campanas que nunca dejan de escucharse.
“Sortilegio, sangre, fuego. Muchedumbre, grito, miedo. Distancia, palabra, consuelo. Tu, yo, amor eterno.” 21
Claudia de Lima
elenadearenales.tumblr.com
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