Lanzamos una campaña en todo el mundo para exigir que el Alto Ártico sea declarada zona protegida por las Naciones Unidas, y así liberarla de la explotación petrolífera, y de la pesca industrial. Pretendemos exponer el Ártico como ejemplo, a la vez, de los impactos que ya se están padeciendo y del modelo energético que los ha causado.