Relatoría para la Democracia La Relatoría para la Democracia es una iniciativa emergente de los debates que tuvieron lugar en las mesas de discusión del Foro de la Sociedad Civil, a propósito de la VII Cumbre de las Américas, realizada en Panamá en abril, y forma parte de las conclusiones y recomendaciones presentadas a los 35 jefes de Estado y de Gobierno. Dos meses después, en la sesión de Diálogo de Sociedad Civil con el nuevo secretario general de la OEA, Luis Almagro, esta iniciativa sumó respaldos de decenas de instituciones sociales de Sudamérica, Centroamérica y de Norteamérica, situación que fortaleció la propuesta y su entrega pública a Almagro, quien luego de analizarla promovió diálogos iniciales con su gabinete a fines de junio. En San Salvador también sumamos respaldos (VIII Conferencia Ministerial de la Comunidad de las Democraciasjulio de 2015). Esta propuesta busca respuestas a los persistentes déficits de igualdad política y social en gran parte de nuestros países. Es imprescindible la creación y vigencia de mecanismos eficaces para el seguimiento de los principios de la Carta Democrática Interamericana (Lima, 2001) así como los convenios y protocolos que en materia de derechos civiles y políticos ha establecido el Sistema Interamericano, en la perspectiva de incorporar —de manera real— la participación de la sociedad civil en los procesos de toma de decisiones en nuestros países y continente. En ese sentido, en los debates de Panamá coincidimos en que seguimos siendo un continente de desigualdades y que en nuestros países prevalecen injusticias y deudas históricas por saldar. En ese sentido, una Relatoría para la Democracia debería contar con mecanismos de alerta temprana, asociados al trabajo de un relator independiente (como la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la OEA), que informe a la Comisión Interamericana de posibles amenazas a la gobernabilidad, la democracia y la participación ciudadana. La Relatoría para la Democracia coincide con el programa de trabajo del nuevo Secretario General de la OEA que tiene previsto el fortalecimiento de la democracia y el Sistema Interamericano, el respeto y vigencia de los derechos humanos, el desarrollo integral y combate a la pobreza, el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática y su promoción. En ese sentido, en su discurso inaugural del XLV Periodo Ordinario de Sesiones, Almagro expresó que “La OEA no puede ser una organización de uso neutral, (...) tiene que ser la expresión del compromiso con el más pleno respeto de cada una de estas fundamentales herramientas e instrumentos que tiene la organización”. Lo cierto es que existen importantes desafíos para avanzar en el desarrollo de políticas públicas que efectivicen la “prosperidad con equidad”, reseña de la última Cumbre de las Américas, la cual resultará inviable sin la vocación de los gobiernos para ejercitar los principios democráticos y la participación de la sociedad civil, algunos de los mandatos fundamentales que tendrá la Relatoría para la Democracia que hoy promovemos, invocando el primer artículo de la Carta Democrática Interamericana,
que establece que “Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos, la obligación de promoverla y defenderla”. Eddie Cóndor Chuquiruna Abogado, analista y Director Ejecutivo de Fundación Buen Gobierno (Bolivia) Representante en Bolivia de Comisión Andina de Juristas