Informe CeDoSTALC 2018 - Chile

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ÍNDICE Introducción 1. REDLACTRANS, 1 2. Centro de Documentación y Situación de las personas Trans en América Latina y el Caribe (CeDoSTALC), 2 Estado actual de la problemática del VIH/SIDA en las mujeres trans, 3 Presentación institucional: Sindicato Nacional Independiente de Trabajadoras Sexuales, Comunidad Trans "Amanda Jofré Cerda", 5 Situación de las personas trans en Chile, 11 Metodología para el levantamiento de casos, 18 La experiencia como documentadora, 20 Análisis de casos de violaciones a los derechos humanos de las personas trans en Chile durante 2018, 23 Recomendaciones al Estado de Chile, 36 Referencias, 38 Datos de contacto, 40


Introducción 1. REDLACTRANS La Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans (REDLACTRANS) fue creada en 2004 y en la actualidad está integrada por 26 organizaciones lideradas por mujeres trans, promoviendo y asegurando que sean éstas quienes hablen por y se representen a sí mismas. La red promueve los principios de inclusión y participación sin discriminación de ningún tipo, con particular énfasis en la equidad de los géneros, el respeto de las etnias, de las identidades y las expresiones de género, de la edad, del país de origen y/o situación socioeconómica y cultural. La REDLACTRANS se encuentra en la actualidad en Argentina, Barbados, Bahamas, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay. Trabajamos con el propósito de hacer efectivo el cumplimiento y el ejercicio de los derechos humanos desde y hacia nuestra población a través de estrategias de incidencia política, visibilización, participación y fortalecimiento de nuestras organizaciones en acciones de salud, educación y justicia. Así, nuestra visión se orienta hacia una región sin discriminación ni violencia, con el respeto de nuestra identidad de género y el acceso a la salud, la educación y la justicia. En este sentido, el informe 2016-2017 ha contribuido a la incidencia política de las organizaciones de base en los diferentes países donde la REDLACTRANS está presente visibilizando las reiteradas violaciones que nuestra población sufre día a día. Asimismo, se han presentado informes en el 167° y 169° Período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, celebrados a lo largo de 2018 en Bogotá, Colombia, y Colorado, Denver, Estados Unidos.

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2. Centro de Documentación y Situación de las Mujeres Trans en Latinoamérica y el Caribe (CeDoSTALC) En la región se evidencia una falta de conocimiento e información sobre la situación social de la población trans. En 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó recolectar información estadística de manera sistemática sobre la violencia contra las personas LGBT en América Latina y el Caribe. En general, no se cuenta con suficientes datos epidemiológicos y socioeconómicos que faciliten la comparación entre los países, y los datos existentes tampoco brindan información suficiente para la toma de decisiones relacionadas con la respuesta frente al VIH-SIDA, teniendo en cuenta las particularidades de la población trans. Estas estadísticas señalan que una de las formas más extremas del estigma y la discriminación hacia las personas trans en América Latina es la violencia social e institucional. Si bien la violencia en América Latina y el Caribe afecta a toda la población, las personas trans la sufren en forma desproporcionada por ser víctimas de crímenes de odio y por la impunidad que rodea a estos crímenes. El estigma social y la discriminación se acrecientan cuando las personas trans adquieren VIH-SIDA, constituyendo una barrera importante que impide acceder a los servicios de tratamiento y apoyo. Como respuesta a esta situación, la REDLACTRANS ha puesto en marcha el Centro de Documentación y Situación Trans de América Latina y el Caribe (CeDoSTALC), que permite obtener información de primera mano a partir de la recepción de denuncias sobre las violaciones y vulneraciones de derechos humanos que sufre la población trans en la región, particularmente en las áreas de violencia institucional y acceso a la salud. El CeDoSTALC se constituye como un sistema comunitario para recopilar información, monitorear y responder a las barreras que impiden el acceso a los derechos humanos de la población trans en la región. Se enfoca particularmente en las áreas de violencia institucional, acceso al VIH y otros servicios de salud. Dicho sistema se ancla en una plataforma virtual de recolección de casos que posibilita la circulación y centralización de la información de las OTBN (Organización Trans de Base Nacional) con la Secretaría Regional de la REDLACTRANS.

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Para la puesta en marcha del CeDoSTALC, la REDLACTRANS ha realizado talleres de capacitación a fin de que una mujer trans se desempeñe como documentadora de violaciones a los derechos humanos en su país. Se trata de una estrategia que garantiza el éxito en la documentación debido al acercamiento directo hacia su misma población. REDLACTRANS reconoce el apoyo brindado por el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria y Robert Carr Civil Society Networks Fund, por el trabajo de documentación y elaboración del presente informe. Este proceso ha demostrado que el trabajo en asocio entre diferentes organizaciones es la estrategia que asegurará la continuidad del CeDoSTALC para disminuir las violaciones a los derechos humanos que sufren las mujeres trans en América Latina y el Caribe.

Estado actual de la problemática del VIH/SIDA en las mujeres trans Junto con la colonización se instaló la hegemonía epistémica de la escritura, como única fuente válida para la creación y transmisión del conocimiento. El pensamiento moderno colonial está basado en la objetivad como principio vector del saber, dejando de lado las formas subjetivas del conocimiento tan ricas en sociedades como las nuestras. Por otra parte, el conocimiento generado es de tipo androcéntrico, es decir construido a partir de la mirada del hombre. Esto ha tenido consecuencias de alto impacto, ya que en primer lugar las mujeres han quedado ajenas a la producción del saber y más aún las mujeres trans relegadas a un último escalafón en las redes de organización social. Somos vistas como un simple objeto de estudio, pero no como sujetos de derecho, ni menos como una voz válida para producir conocimiento. La población trans ha sido invisibilizada histórica y sistemáticamente. No sabemos cuántas somos, cuáles son nuestras características ni nuestras necesidades. En 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó recolectar información estadística de manera sistemática sobre la violencia contra las personas LGBT en América Latina y el Caribe. En esta perspectiva, en 2018 realizamos un estudio en conjunto con la Universidad Central, llamado Diagnóstico de VIH en mujeres trans chilenas y migrantes de la Región Metropolitana. Allí recogimos las primeras estadísticas sobre 3


aspectos socio-comportamentales, autopercepción de la propia identidad de género y violencia institucional, además de realizar test rápido en VIH/SIDA. Su fin fue contar con datos cuantitativos y cualitativos para la comprensión de las vulnerabilidades que afectan el cuidado de la población trans femenina de la Región Metropolitana en Chile. De una muestra de 196 mujeres trans, 21,94% vive con VIH, cifra estimativa que no se encuentra reportada en las instituciones públicas de salud. Lo anterior, sumado a la escasa consulta de las personas trans en los centros asistenciales, probablemente debido ser víctimas de discriminación, hace que tanto la prevención de esta enfermedad como su tratamiento, sea un problema de salud pública. Por otro lado, el escenario es aún más alarmante pues del total de mujeres trans del universo encuestado que viven con VIH, el 20,9% no posee previsión de salud en el sistema público ni privado (Benavente, González F. González, V. Pantoja. 2019. p.19). En relación con las compañeras migrantes en Chile, la supuesta estabilidad económica ostentada por el gobierno ha hecho que vengan a nuestro país muchas compañeras de diversos lugares con la promesa de un futuro mejor. Pero en lo concreto llegan a trabajar en la calle. Viven en condiciones precarias, son amenazadas y violentadas por mafias que operan en las calles, hecho del cual daremos cuenta más adelante. Para nosotras resultaba urgente hacer este diagnóstico e incluir a las compañeras migrantes, dándonos cuenta de que muchas de ellas llegan al país desconociendo su situación de salud. En el trabajo en terreno de Amanda Jofré, buscamos a las compañeras migrantes que desconocen que el Estado de Chile garantiza su atención de salud, independientemente de su situación migratoria. Gestionamos horas médicas, muchas veces de emergencia, para que puedan ser atendidas y recibir un trato digno acorde su identidad de género. En diversos informes realizados por la REDLACTRANS, se ha puesto de manifiesto que la condición de salud en torno al VIH/SIDA es una condicionante importante que afecta a muchas compañeras. Por lo tanto, resulta urgente para todas las organizaciones que formamos parte de la red generar medidas al respecto. El foco central del proyecto “Mujeres trans sin fronteras contra la transfobia y el VIH/SIDA” está en los talleres de sensibilización e información de los protocolos de salud para la atención de nuestra comunidad. Esto ha sido muy importante y ha dado grandes frutos en un corto periodo de tiempo, lo que habla del impacto positivo de la implementación del proyecto.

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Presentación institucional del Sindicato Nacional Independiente de Trabajadoras Sexuales, Comunidad Trans “Amanda Jofré Cerda” Nuestro país estuvo 17 años bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet, periodo caracterizado por una serie de violaciones a los derechos humanos. Las mujeres trans no fuimos ajenas a estas vulneraciones. Recuperada la democracia, la sociedad chilena tuvo que tomar fuerza para volver a trabajar de forma organizada. Dentro de este contexto (década del 90) surgieron las demandas de la comunidad LGBTI pues, durante la dictadura, existió mucha represión hacia los diferentes grupos de la diversidad. Si bien en un comienzo estuvimos bajo el alero de las organizaciones, principalmente de hombres gay, rápidamente comprendimos que debíamos iniciar nuestra propia lucha. Las necesidades de nuestra población eran muy diferentes a las de los gay y lesbianas, quienes se iban insertando rápidamente en los diferentes espacios de la sociedad. En cambio, nosotras seguíamos relegadas al trabajo sexual, siendo discriminadas inclusive en el interior de estas agrupaciones. A finales de los años 90, diferentes compañeras nos reunimos para iniciar un trabajo enfocado en solucionar nuestras problemáticas y luchar por nuestras demandas. Nuestra escasa experiencia en el trabajo organizado, sumado a diferencias políticas que fueron surgiendo, hizo que esta iniciativa no prosperara. Sin embargo, muchas de nosotras teníamos la necesidad de seguir organizadas pues, si bien nuestro país gozaba de una democracia incipiente, comenzaban a surgir algunos grupos de orientación neonazi que nos amedrentaban y violentaban en lo que ellos denominaban “barridas”. Por otra parte, la policía aún seguía actuando bajo la lógica de la dictadura, cuando vestirse con ropas femeninas era considerado una falta a la moral y las buenas costumbres. En muchos casos, los carabineros o la Policía de Investigaciones se ensañaban con nosotras, nos hostigaban, nos golpeaban y hasta nos atropellaban con sus vehículos. Las compañeras morían en las calles sin recibir ayuda, otras eran encontradas en las compuertas del río Mapocho, ya que tiraban sus cadáveres a su cauce. En esa época también se realizaban detenciones por sospecha; éramos el blanco perfecto para estas acciones arbitrarias. Cuando éramos detenidas en las calles por expresar nuestra identidad, nos llevaban a las comisarías donde muchas veces los policías nos violaban o nos pedían favores sexuales a cambio de no ser golpeadas. En otros casos la policía nos maltrataba en grupo, nos 5


hacían el “callejón oscuro”, como ellos decían, siendo agredidas con escupidas, golpes de pies y puño e insultos. Luego nos pasaban directamente a la cárcel, aunque el estar vestidas con ropas femeninas solo era considerada una falta y no un delito.

Nos

internaban en las áreas de donde estaban los presos con VIH; allí muchas de nuestras compañeras fueron violadas y adquirieron el virus. Otro flagelo que vivimos en aquella época fue la silicona inyectable. Desde Argentina llegaban algunas “mamis” a poner aceite de motor, estas cirugías clandestinas se convirtieron en la posibilidad más cercana de conseguir el estereotipo binario de la femineidad. En aquellos años no teníamos una conciencia feminista y nuestra forma de construir nuestra identidad obedecía a los cánones del patriarcado. Queríamos tener grandes senos, caderas y labios, para ser el objeto de deseo del macho. Este deseo por lograr esa imagen de mujer perfecta fue la condena para muchas de nosotras. En algunos casos las inyecciones eran mal puestas, y cuando afectaban de forma directa algún órgano, causaban la muerte inmediata. En otros casos, eran inyectadas con aceites de baja densidad, que se difundía rápidamente por el cuerpo, alojándose en tobillos o abdomen. A veces, las compañeras se inyectaban aceite emulsionado o parafina, lo que causaba extrañas anomalías corporales. Hoy, numerosas compañeras sufren a diario los efectos de estas sustancias, porque desde el área de la salud no existen muchos avances para poder subvertir sus efectos. En este contexto resultaba imperioso seguir organizándonos, ya que nos estábamos muriendo y sufríamos agresiones no solo de personas en las calles, sino también de las instituciones, policías, gendarmería y también del área de salud. Por aquella época no se respetaba nuestro nombre social; en los consultorios, hospitales y postas éramos objeto de burla y maltrato. Esto provocaba que muchas de nuestras compañeras descuidaran su estado de salud, algunas llegaban a etapa SIDA y morían. Recuerdo que era parte de nuestro cotidiano ir a velorios y funerales, mes a mes íbamos sepultando a nuestras amigas y, sabíamos que cualquiera de nosotras podría ser la próxima. Estábamos conscientes de que algo teníamos que hacer y que juntas podíamos tener la fuerza de salir adelante y conseguir cambios. Hubo un hecho que nos marcó profundamente y que a la vez se convirtió en el motor para organizarnos formalmente. En noviembre de año 2002 nuestra amiga y compañera Amanda Jofré fue asesinada por el químico Winston Michelson, cliente del comercio sexual 6


trans habitual del barrio de Providencia. El asesino creaba droga sintética y nos utilizaba como conejillos de India. La muerte de Amanda nos golpeó muy duro, no podíamos seguir solas, necesitábamos actuar en conjunto y organizadas. Es así como en el año 2004 decidimos armar un sindicato de trabajadoras sexuales y lógicamente fue en honor de nuestra amiga, Amanda Jofré Cerda. Como presidenta de esta organización he visto cómo hemos crecido a costa de muchas dificultades, porque si en lo individual, como mujeres trans hemos sido discriminadas, constituirnos como un sindicato de trabajadoras sexuales más aún. Chile, al igual que los demás países de la región, es muy conservador y cristiano. A pesar de ser un estado laico, la Iglesia sigue hasta el día de hoy influyendo en las decisiones y el futuro del país. Nuestro sindicato ha mantenido desde sus orígenes propósitos fundamentales en relación con el respeto a la identidad de género, incidir en las mejoras de las atenciones de salud y luchar para que no existan detenciones arbitrarias ni violaciones a nuestros derechos humanos. Si bien hemos avanzado en todos estos aspectos, aún queda mucho por hacer. Cabe señalar que la experiencia nos ha conducido a ampliar nuestro campo de acción. Ser un sindicato de trabajadoras sexuales nos cerraba muchas puertas, tampoco podíamos trabajar con familias y niños y niñas. Por tal motivo decidimos constituirnos como una organización social, esta figura actualmente está ligada a la Municipalidad de Santiago, pudiendo obtener allí algunos beneficios sociales. Por otra parte, nos constituimos como corporación, figura legal que nos permite tener mayor alcance y poder postular diferentes proyectos en diversos ámbitos. De esta manera, al tener estas tres figuras, podemos operacionalizar nuestros objetivos estratégicos y conseguir mayor alcance e impacto social. En el ámbito de salud hemos avanzado muchísimo, pudimos tener incidencia en la creación de dos circulares emanadas desde el Ministerio de Salud (n°21 y n°34), que aseguran ciertas condiciones para nuestras atenciones médicas. Cosas tan simples como que nos llamen por nuestro nombre social ha mejorado la calidad de los servicios. Esto se llevó a cabo en el año 2011, sin embargo, estas circulares no han sido implementadas en todos los centros a lo largo de país. Como sindicato hemos participado estos últimos tres años en el proyecto "Mujeres trans sin fronteras contra la transfobia y el VIH/SIDA”, trabajando con la REDLACTRANS. Ser parte de este proyecto nos permitió realizar talleres en Santiago y en diferentes regiones del sur y norte de nuestro país. Estos talleres 7


estuvieron destinados a los centros de salud, para sensibilizarlos e informales de las necesidades propias de nuestra población, tomando como insumos las circulares recién nombradas y orientaciones emanadas de la red. Esta actividad ha tenido gran impacto, cosa que hemos podido evidenciar a través de los testimonios de muchas compañeras, parte de la REDTRANSCHILE que Amanda Jofré lidera y articula a lo largo de todo Chile. Uno de los elementos que a mi juicio resultó clave para el éxito fue que las relatoras de salud han sido nuestras mismas compañeras, quienes pudieron hablar desde su propia experiencia. También en el ámbito de salud hemos podido generar algunas iniciativas muy positivas en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud y la Universidad Central de Chile. Con la OPS se elaboró la “Primera Guía Médica para Personas Transexuales”, un verdadero hito para organizaciones como las nuestras. También se realizó el estudio “Levantamiento de información de VIH/SIDA y estudio socio-comportamental en mujeres Trans de la Región Metropolitana de Chile 2017-2018” en el que participaron alrededor de 200 mujeres trans de la Región Metropolitana; aquellas compañeras que salieron reactivas al virus fueron vinculadas a centros de salud y acompañadas en el proceso. En conjunto con esta universidad, también se realizaron modificaciones significativas al examen medicina preventiva en adulto EMPA. Este protocolo de salud era implementado en los diversos centros del país sin tener en consideración las variables propias de nuestra población trans. En el año 2019, este examen será tomado en diversos centros de salud, especialmente en los llamados policlínicos trans, donde también se realiza la vía clínica. Sin lugar a duda, el año 2018 será considerado un hito en nuestra lucha, ya que, por fin, nuestro país cuenta con una Ley de Identidad de Género. Estamos conscientes de que la ley es binaria y que tiene muchas falencias, no obstante, nos entrega un piso básico para seguir con nuestras demandas y representa un logro histórico de nuestra lucha. Tener el derecho básico a la identidad, nos permitirá visibilizarnos y mostrar la violencia estructural que hemos sufrido de parte del heteroparadigma, patriarcal y misógino. Si bien este es un logro de las diferentes organizaciones de la sociedad civil, Amanda Jofré fue la primera organización en poner el tema en el tapete público. En el año 2006 se llevó a cabo el Segundo Congreso Trans en Chile. Doce organizaciones de ocho regiones diferentes del país participaron del encuentro. En esta oportunidad se invitó a María Belén Correa de Argentina y a Carla Antonelli de España, precursora de la LIG en su país.

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Para cerrar, resulta necesario comentar los desafíos que aún tenemos pendientes y las líneas de trabajo que impulsaremos. Ser la presidenta de una organización trans implica una gran responsabilidad. Soy la cara visible de muchas iniciativas que en algunos casos no son bien recibidas; por ejemplo, me ha tocado iniciar las denuncias a grupos de inmigrantes responsables de proxenetismo y trata de personas, por lo cual recibí graves ataques a modo de represalias. También he tenido que luchar muy fuerte con instituciones y personas que no nos validan como interlocutoras, incluso con miembros de los propios grupos LGBTI, quienes se sienten con el derecho de hablar por nosotras. Pero a pesar de todo esto, tengo la convicción de que juntas somos más y mantener a mis compañeras unidas por causas comunes es la forma de conseguir logros tan importantes como la LIG. Al tener tres figuras legales, podemos articularnos mejor y conseguir nuestras demandas. Desde el sindicato, resulta imperioso aumentar el número de socias, ya que día a día muchas compañeras comienzan a ejercer el trabajo sexual, muchas veces sin tener los salvaguardos correspondientes ni claridad acerca de sus derechos. En marzo de 2019, realizaremos una serie de talleres con Carabineros de las comisarías de las zonas donde trabajan nuestras compañeras chilenas e inmigrantes, en alianza con el departamento de derechos humanos de esa institución. También es importante establecer alianzas con otros sindicatos para avanzar en un proyecto de cupo laboral, y comenzar así a incorporar a compañeras en otros trabajos. Como organización social Amanda Jofré, hicimos un convenio con el departamento de diversidad de la Municipalidad de Santiago, para realizar cursos de perfeccionamiento en diversas áreas, no cursillos de poco tiempo con escaso impacto, sino cursos completos y profesionales. En marzo abriremos la primera Casa Trans de Chile gracias a que, después de muchos años y con la figura legal de corporación, pudimos arrendar una casa que albergará nuestros sueños y proyectos. Contar con un espacio físico nos permitirá tener una serie de actividades y un espacio seguro para compartir nuestras reflexiones y planificar nuestro futuro. En el área de salud, seguiremos trabajando en la mesa de la RRI (Respuesta Regional Integrada) liderada por el Ministerio de Salud, además de participar en los procesos de campañas de prevención llevadas a cabo por el Colegio Médico. También este año trabajaremos con testeo rápido y vinculación a centros de salud. Se implementará un convenio de colaboración con AIDS Healthcare Foundation Chile para la lucha en contra 9


del VIH/SIDA. Pero nuestras acciones no solo estarán ligadas a este ámbito pues nuestras compañeras necesitan una atención de salud integral, tanto física como psicológica. Durante el primer semestre realizaremos un ciclo de yoga, así como otras iniciativas en asociación con centros de salud que apunten hacia la atención integral. Como organización confiamos en que el futuro de nuestra población será mejor, estando siempre atentas a los avances de los grupos conservadores y gobiernos que pretenderán quitarnos lo que hemos ganado. Pero estamos ilusionadas con que las nuevas generaciones podrán tener infancia junto a sus familias, podrán crecer en un ambiente seguro y no tendrán que salir a la calle a exponer sus cuerpos para matar el hambre, podrán disfrutar de sus cumpleaños con sus amigos, terminar sus estudios, vivir bellos amores, caminar por las calles sintiéndose libres y seguras, ser lo que deseen ser. Pero como una mujer trans adulta no puedo dejar de pensar en mis pares, las que hemos sobrevivido a la violencia sistemática. Como organización también miraremos nuestro pasado. Nos hemos adjudicado un fondo de cultura para recopilar las historias de las mujeres trans que fueron detenidas y desaparecidas durante la dictadura militar. Esta investigación jamás ha sido realizada y sin duda será un aporte y reconocimiento a nuestras compañeras luchadoras que por ser trans ni siquiera fueron reclamadas por sus familiares. Por otra parte, deseamos documentar los casos de violencia hacia nuestras compañeras desde un punto de vista diacrónico. En nuestras memorias están sus historias, en nuestras conversaciones nos vamos transmitiendo ese conocimiento; pero la oralidad de nuestro mundo desaparece en la medida que vamos muriendo. Es nuestro deber mirar también hacia el pasado, mostrar cómo durante siglos hemos sido violentadas y exterminadas. Por esta razón este número del informe CeDoSTALC está dedicado a todas las compañeras que murieron esperando una LIG. En especial a Paloma y Martina, compañeras muy cercanas que murieron en 2018. Alejandra Soto Castillo Presidenta

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Situación de las personas trans en Chile Luego de un arduo debate en el Congreso Nacional y de diversos actores de la sociedad civil, entre los cuales estuvimos presentes desde el primer día, el 10 de diciembre del año 2018, se publicó la Ley 21.120, “Reconoce y da protección al derecho a la identidad de género”, también conocida como Ley de Identidad de Género, en adelante LIG. (1) Dentro de los aspectos relevantes de esta ley, se contempla el derecho a la identidad de género y la rectificación de sexo y nombre registral. Al asegurar este derecho, el artículo 1° define lo que se entiende por identidad de género: Para efectos de esta ley, se entenderá por identidad de género la convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma, la cual puede corresponder o no con el sexo y nombre verificados en el acta de inscripción del nacimiento. Dentro de los objetivos de la ley se encuentra regular los procedimientos para acceder a la rectificación de la partida de nacimiento de una persona en lo relativo a su sexo y nombre ante el órgano administrativo o judicial respectivo, cuando dicha partida no se corresponda o no sea congruente con su identidad de género. Se deja claramente establecido que no es condición para acceder a estos procedimientos, las exigencias de modificaciones a la apariencia a través de procedimiento médicos. Garantías y derechos relativos a la identidad de género La LIG establece garantías (artículo 4°) y principios (artículo 5°) relativos al derecho a la identidad de género. Artículo 4°.- GARANTÍAS ASOCIADAS AL GOCE Y EJERCICIO DEL DERECHO A LA IDENTIDAD DE GÉNERO. Toda persona tiene derecho: a) Al reconocimiento y protección de la identidad y expresión de género. Se entenderá por expresión de género la manifestación externa del género de la persona, la cual puede incluir modos de hablar o vestir, modificaciones corporales, o formas de comportamiento e interacción social, entre otros aspectos. b) A ser reconocida e identificada conforme a su identidad y expresión de género en los instrumentos públicos y privados que acrediten su identidad respecto del nombre y sexo, en conformidad con lo dispuesto en esta ley. Asimismo, las imágenes, fotografías, soportes digitales, datos informáticos o 11


cualquier otro instrumento con los que las personas figuren en los registros oficiales deberán ser coincidentes con dicha identidad. c) Al libre desarrollo de su persona, conforme a su identidad y expresión de género, permitiendo su mayor realización espiritual y material posible.

Artículo 5°.- PRINCIPIOS RELATIVOS AL DERECHO A LA IDENTIDAD DE GÉNERO. El derecho a la identidad de género reconoce, entre otros, los siguientes principios: a) Principio de la no patologización: el reconocimiento y la protección de la identidad de género considera como un aspecto primordial, el derecho de toda persona trans a no ser tratada como enferma. b) Principio de la no discriminación arbitraria: los órganos del Estado garantizarán que, en el ejercicio del derecho a la identidad de género, ninguna persona sea afectada por distinciones, exclusiones o restricciones que carezcan de justificación razonable, en los términos del artículo 2° de la ley N° 20.609, que establece medidas contra la discriminación. c) Principio de la confidencialidad: toda persona tiene derecho a que, en los procedimientos seguidos ante autoridad administrativa o jurisdiccional, se resguarde el carácter reservado de los antecedentes considerados como datos sensibles, en los términos señalados por la letra g) del artículo 2° de la ley N° 19.628, sobre protección de la vida privada. d) Principio de la dignidad en el trato: los órganos del Estado deberán respetar la dignidad intrínseca de las personas, emanada de la naturaleza humana, como un eje esencial de los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución Política de la República y por los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por Chile y que se encuentren vigentes. Toda persona tiene derecho a recibir por parte de los órganos del Estado un trato amable y respetuoso en todo momento y circunstancia. e) Principio del interés superior del niño: los órganos del Estado garantizarán a todos los niños, niñas y adolescentes la máxima satisfacción en el ejercicio y goce pleno y efectivo de sus derechos y garantías, en los términos del artículo 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño. f) Principio de la autonomía progresiva: todo niño, niña o adolescente podrá ejercer sus derechos por sí mismo, en consonancia con la evolución de sus facultades, su edad y madurez.

En su título II, la ley establece los procedimientos de rectificación de sexo y nombre registral, diferenciando entre procedimientos administrativos y procedimientos judiciales. Al procedimiento administrativo solo podrán someterse las personas mayores de 18 años, sin vínculo matrimonial vigente. La solicitud judicial podrá tramitarse en los Tribunales de Familia, por: 1.

Personas mayores de 14 años y menores de 18 años.

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Personas mayores de edad con vínculo matrimonial vigente. 12


El artículo 14 de la LIG establece que la solicitud de rectificación de las personas mayores de catorce y menores de dieciocho años deberá ser presentada por sus representantes legales o alguno de ellos, a elección del mayor de catorce y menor de dieciocho años, si tuviere más de uno, lo que claramente hace limitada la posibilidad de esta solicitud de rectificación si es que la persona de menos de 18 años no cuenta con el apoyo de su familia, situación bastante común en la comunidad trans. Por otro lado, no existe ningún tipo de procedimiento administrativo, ni judicial, para cautelar las debidas garantías y el derecho a la identidad de género de los menores de 14 años. Si bien la LIG establece una serie de principios a los cuales deben someterse los organismos del Estado, no contempla ninguna acción específica para asegurar el derecho a la identidad de género, más allá de la acción de no discriminación arbitraria contenida en la Ley N° 20.609, también conocida como Ley Antidiscriminación o Ley Zamudio.

Programas de Acompañamiento Profesional En su artículo 23, la LIG contempla los Programas de Acompañamiento Profesional a los cuales pueden acceder los niños, niñas o adolescentes cuya identidad de género no coincida con su sexo y nombre registral, así como sus familias. Dichos programas deberán ser ofrecidos por entidades con personalidad jurídica sin fines de lucro, acreditadas por la autoridad competente. Las acciones que contemplen los programas de acompañamiento profesional deberán ser diseñadas por el Ministerio de Desarrollo Social, en colaboración con el Ministerio de Salud, a través de un reglamento que a la fecha se encuentra en elaboración. La importancia de estos programas radica en que estos podrán emitir informes de participación necesarios para realizar la solicitud de rectificación de sexo y nombre registral de mayores de 14 años y menores de 18 años, siendo prueba indispensable en el juicio. Sin embargo, la LIG no contempla el financiamiento de dichos programas, los que deberán ser costeados por los participantes, es decir, por los niños, niñas, adolescentes trans, y sus familias. Esto tiene un claro componente de clase basado en la condición socioeconómica, ya que quienes no puedan pagar el valor de los servicios no podrá acceder a estos, y por tanto, no podrá realizar los procedimientos de rectificación de sexo 13


y nombre registral, privándoles su derecho a la identidad de género que protege la misma ley. Registro Social de Hogares (2) El Registro Social de Hogares es un sistema de información cuyo fin es apoyar los procesos de selección de beneficiarios de un conjunto amplio de subsidios y programas sociales. El registro es construido con datos aportados por el hogar y por las bases administrativas del Estado -Servicio de Impuestos Internos (SII), Servicio de Registro Civil e Identificación (SRCeI), Instituto de Previsión Social (IPS), Superintendencia de Salud, Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) y Ministerio de Educación, entre otras. Dentro del conjunto de información disponible en el Registro Social de Hogares, se incluye una Calificación Socioeconómica del hogar, que ubica a cada hogar en un tramo de ingresos o vulnerabilidad socioeconómica. El Registro Social de Hogares y las mujeres trans Este registro contempla variables (índice de necesidades) que permiten identificar a determinados grupos vulnerables como menores de edad, adultos mayores, condiciones de salud, integrantes de origen indígena, hogares con jefatura de hogar femenina, niveles educacionales de los integrantes del hogar, condiciones de la vivienda, etc. Sin embargo, el registro no contempla ninguna variable como mujer o mujeres trans, o la variable mujeres trans jefas de hogar, sin rectificación de sexo y nombre registral, quienes para efectos del registro aparecerán como hombres. Tampoco contempla las condiciones de precarización laboral y las dificultades del acceso al empleo de las mujeres trans lo cual impide que puedan acceder a ciertos beneficios propios de las mujeres. Tampoco se contemplan las variables referentes al estado de salud y enfermedades (VIH/SIDA) o complicaciones médicas asociadas a esta población. Sin perjuicio de lo anterior, con la dictación de LIG se podría establecer una serie de modificaciones que tengan por objeto incorporar las variables socioeconómicas de las mujeres trans, sobre todo considerando uno de los principios de la LIG, el de no discriminación arbitraria. El artículo 5°, expresamente señala:

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b) Principio de la no discriminación arbitraria: los órganos del Estado garantizarán que, en el ejercicio del derecho a la identidad de género, ninguna persona sea afectada por distinciones, exclusiones o restricciones que carezcan de justificación razonable, en los términos del artículo 2° de la ley N° 20.609, que establece medidas contra la discriminación. Reforzando este principio, el artículo 25 de la LIG establece: Artículo 25.- PROHIBICIÓN DE DISCRIMINACIÓN ARBITRARIA. Ninguna persona natural o jurídica, institución pública o privada, podrá realizar un acto u omisión que importe discriminación arbitraria y que cause privación, perturbación o amenaza a las personas y sus derechos, en razón de su identidad y expresión de género. Los directamente afectados por una acción u omisión que importe discriminación arbitraria podrán interponer la acción de no discriminación arbitraria establecida en la ley N° 20.609, sin perjuicio de la responsabilidad civil, penal o administrativa que pudiera emanar de esta contravención. En cuanto la acción de no discriminación arbitraria, en razón de su identidad y expresión de género, establecida en la ley N° 20.609 (Ley Zamudio), cabe destacar que dicha acción ha sido de poca aplicación debido a que la ley no ha tenido eficacia en tribunales y tampoco ha servido para la elaboración de políticas públicas en los Órganos de la Administración del Estado (3). En vista de este principio consagrado en la LIG, se podría exigir a la autoridad administrativa que se incorporen las variables de las mujeres trans en el Registro Social de Hogares, considerando que es parte del derecho a la identidad de género, y una garantía efectiva al goce y ejercicio del derecho a la identidad de género, que reconoce y protege la identidad y expresión de género (artículo 4° LIG). Prestaciones de salud para las mujeres trans La LIG no contempla ninguna garantía específica para la salud de la población trans ni menos de las mujeres, sin perjuicio de la garantía genérica que contempla la ley referente a la protección a la identidad de género, ya descrita anteriormente. Cabe destacar que el proyecto inicial de la LIG establecía que las personas trans podían acceder al tratamiento hormonal o a una intervención quirúrgica solo con presentar un consentimiento informado, sin embargo, dicha disposición quedó fuera de la ley y, por tanto, en la actualidad no existe ninguna disposición legal que asegure el derecho a la salud como derecho fundamental de las personas trans. De esta manera, la LIG no aborda las 15


principales problemáticas en salud trans: no establece obligaciones en cobertura, ni presupuesto, ni actualizaciones en las normativas del MINSAL. Actualmente, la cobertura de las cirugías y tratamientos de reasignación sexual se hace a nivel de prestación de salud y no como resolución integral, por lo que el costo para los afiliados al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) dependerá de la modalidad de atención que elijan: Atención Institucional -MAI, o Libre Elección -MLE, y el grupo al que pertenezcan. Por otro lado, los recintos públicos que atienden pacientes trans son reducidos, con largas filas de espera, sin que exista una política pública integral en dicho sentido. Por otro lado, una de las dificultades de las mujeres trans es que muchas de las prestaciones a las que deben acceder (medicamentos, terapia hormonal, insumos quirúrgicos, entre otros) no se encuentran valorizadas ni codificadas, es decir, no tienen código Fonasa y por lo tanto, solo se pueden realizar de forma particular, esto impide que muchas mujeres trans de escasos recursos accedan a prestaciones de salud adecuadas a su identidad y expresión de género. Preocupadas por este tema, como organización y en conjunto con el área de salud de la Universidad Central, hemos realizado modificaciones significativas al examen medicina preventiva en adulto EMPA. Este protocolo de salud era implementado en los diversos centros a lo largo del país sin tener en consideración las variables propias de nuestra población trans. La participación de nuestras compañeras pudo incidir de forma directa en la consideración de elementos como: la silicona inyectable, VIH, el nombre social, una categorización más específica, entre otros elementos que, sin la mirada trans, los profesionales de la salud, en su mayoría cis, no hubiesen logrado visualizar. Este EMPA inclusivo se ha comenzado a implementar en diferentes centros, como el hospital San Borja, San Juan de Dios y Van Buren entre otros. Debido al éxito que ha tenido en los centros donde se ha implementado, esta iniciativa tiene proyecciones a nivel nacional. Leyes integrales para personas trans La reciente aprobada LIG, si bien estableció el reconocimiento al derecho a la identidad y expresión de género, no estableció ninguna garantía para el acceso a derechos económicos, sociales, culturales y políticos de la población trans, ni menos de las mujeres trans, sin embargo, tenemos en la región importantes referentes que nos sirven para ir 16


avanzando y exigiendo la aprobación de leyes integrales para personas trans. En este sentido, al ser parte de la REDLACTRANS, Amanda Jofré está consciente de las actividades en la región. Situación de mujeres trans privadas de libertad Las mujeres trans padecen numerosas vulneraciones como el estar privadas de libertad en recintos penitenciarios destinados para personas de sexo masculino, o el no respeto de la identidad y expresión de género dentro de los recintos carcelarios. Aunque no existe normativa al respecto, se podría exigir con la implementación de la LIG. Durante 2018 algunas zonas de trabajo sexual eran territorio de una mafia de colombianos, quienes sembraban el terror dentro de la comunidad de mujeres trans. El líder de la banda, Jason Rodríguez, cobraba “cuota” a las trabajadoras sexuales; quienes no pagaban eran cortadas con machetes que no solo provocaban heridas en la piel sino que en muchos casos sucedían cortes de tendones e incluso lesiones más graves. La situación de los últimos meses del año hizo crisis y llevó a un grupo de compañeras a tomar justicia por sus propias manos en el interior de un departamento del piso 17 de un edificio ubicado en Merced 562, en Santiago. Para ejemplificar como son las vulneraciones de derechos mostraremos una síntesis de la cronología del caso. Cronología del caso El 5 de diciembre son formalizadas cinco personas imputadas por el delito de homicidio calificado (Artículo 391, Nº 2 del Código Penal). En dicha audiencia se decretó la medida cautelar de prisión preventiva en contra de todos los formalizados, ninguno con antecedentes penales anteriores, ingresando a cumplir dicha medida al Centro de Detención Preventiva Santiago 1, penal exclusivamente para personas de sexo masculino, ubicado en la ciudad de Santiago. La investigación actualmente se encuentra vigente (con un plazo de investigación de 80 días desde el 19 de febrero, aunque inicialmente se habían decretado 60 días), la fiscal del caso es Marcela Rocha, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte. Por otro lado, en la audiencia de formalización, la imputada de iniciales KBA, realiza una denuncia en contra de los funcionarios policiales que llevaron a cabo la detención en su domicilio, indicando que le hurtaron elementos de su departamento. La defensa 17


requiere que se incauten las cámaras de seguridad del domicilio del imputado entre las 03:00 horas y las 06:00 horas del día 03 de diciembre. El tribunal acoge la denuncia y ordena remitir los antecedentes al Ministerio Público para que se inicie una investigación. Situación penitenciaria El día 6 de enero, la defensa de KBA presentó cautela de garantía (4) solicitando cambio de módulo de la unidad penal por estar en riesgo su integridad física debido a su “condición sexual” (en palabras del defensor). Ante esta solicitud, el juez del 7° Juzgado de Garantía, Cristián Sánchez, ordenó “proceder a trasladar de módulo al Sr. KBA desde el módulo 34 al módulo 87 de su recinto penal o al que pareciere más idóneo atendido que el Sr. KBA es población vulnerable LGTTBI.” (Resolución de fecha 7 de enero de 2019). El día 8 de enero, se hizo la misma solicitud respecto de la imputada de iniciales RRR, además de solicitar atención médica al interior del penal debido a una enfermedad no tratada. En la actualidad, ambas se encuentran en el Módulo 87 del Centro de Detención Penitenciaria Santiago 1. Asimismo, la defensa de la imputada de iniciales WCV solicitó audiencia de cautela de garantías pues no ha recibido el debido tratamiento médico para el VIH, por lo cual se ha fijado audiencia con el objeto de verificar el incumplimiento de este tratamiento por parte de Gendarmería de Chile. A través de esta cronología, observamos la realidad de las detenciones de las mujeres trans y los atropellos padecidos por falta de protocolos especializados.

Metodología para el relevamiento de casos La investigación se enmarca en un paradigma sociocrítico, ya que posee un carácter transformador de la realidad. González (2003) afirmó que este tipo de estudio: “tiende a lograr una conciencia emancipadora, para lo cual sustenta que el conocimiento es una vía de liberación del hombre” (p.133). La investigación pretende ser un aporte en la transformación del heteroparadigma opresor que tanto daño a causado a población trans. El enfoque de investigación es de tipo cualitativo, ya que pretende la comprensión del fenómeno para poder explicarlo. Comprender para Sirvent (2005) significa “captar el significado, el sentido profundo que las personas y los grupos le atribuyen a sus acciones; la trama histórica y la dialéctica…” (p.6). Por lo tanto, la comprensión implica interacción 18


sujeto-objeto desde dentro del fenómeno. Para esta comprensión se requiere recabar la mayor cantidad de información posible del fenómeno y para esto hay que participar en la realidad o contexto en que ocurre dicho fenómeno. El instrumento utilizado para la recolección de datos es un cuestionario mixto, sin embargo, para efectos de análisis se utilizaron los datos de tipo cualitativos, ya que se optó por profundizar en los casos expuestos, dejando de lado las variables cuantitativas presentes en el instrumento. Cabe señalar que la información que se recopila es subida a una plataforma virtual, llamada Martus, utilizada por la REDLACTRANS, por lo tanto, la información recabada desde Amanda Jofré podrá ser utilizada para futuras investigaciones. La información fue recopilada por una documentadora, una mujer trans capaz de insertarse en el mundo y generar la empatía necesaria y así contar con rica información para el análisis. Cabe mencionar que los casos no solo responden a hechos sucedidos a personas específicas, también se recogen casos de violencia hacia toda la comunidad. Otro factor importante es que las fuentes para nutrir los casos son variadas, lo que implica revisión de la prensa, conversaciones con testigos, etc. Para el presente informe se seleccionaron once casos representativos de diversos tipos de violencia hacia nuestra población. El análisis se realizó bajo el prisma de ciertas teorías que como población nos resultan fundamentales para la comprensión de los casos. Hemos extraído conceptos desde la teoría feminista, postfeminista, así como el denominado giro decolonial. Conceptos que serán abordados de forma directa durante el análisis de los casos. Resulta fundamental destacar que hemos utilizado una epistemología feminista, siguiendo los lineamientos de Haraway (1995), quien planteó que la producción de conocimientos situados es la forma para alcanzar cierto grado de objetividad. El valor de este informe radica en que el conocimiento producido está generado desde un grupo de mujeres trans que formamos parte de Amanda Jofré, la presidenta Alejandra Soto, la secretaria Carolina Espinoza y la asistente técnica Anastasia Benavente, con el apoyo de una compañera feminista, la abogada Betsabé Carrasco. Bajo esta lógica de pensamiento no pretendemos entregar un conocimiento objetivo patriarcal, sino un análisis desde nuestra mirada. Por siglos nuestra voz estuvo acallada y hoy, gracias al proyecto “Mujeres trans sin fronteras contra la transfobia y el VIH/SIDA” y el apoyo de la REDLACTRANS, tenemos el privilegio de compartir este conocimiento.

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La experiencia como documentadora En mi calidad de documentadora, constantemente me veo analizando lo que es ser una mujer trans, reflexionando acerca del proceso que ha tenido lugar durante estos últimos quince años (desde que empecé la transición). Vivo sintiéndome muchas veces privilegiada por la aceptación social debido a mi imagen binaria, aceptación que sienten mis compañeras trans que son migrantes empobrecidas o aquellas que viven en lugares apartados donde expresar la identidad de género tal como la sentimos puede llegar a ser un riesgo incluso vital. Haciendo esta documentación puedo ver que por más leyes que haya, por más agrupaciones feministas y transfeministas que surjan y empaticen con nuestra lucha, sigue existiendo mucha violencia y crímenes de odio relacionados con ataques transfóbicos. Comencé a documentar respondiendo a una necesidad del sindicato Amanda Jofré, en un momento en que yo era la persona más indicada para realizar esta tarea, contando con la confianza de nuestra presidenta Alejandra Soto. El trabajo no fue fácil para mí; las mujeres trans hemos quedado al margen de mundo letrado. Pero de a poco entendí que mi misión no era tan distinta a lo que hemos hecho históricamente, que es escucharnos y brindarnos apoyo, pues muchas de las mujeres trans somos trabajadoras sexuales y con frecuencia nuestras compañeras han sido nuestra única familia. Nos hemos escuchado, nos hemos acompañado a los servicios de urgencia cuando alguna ha sido atacada y durante los días de hospital. Así me he ido empapando de conocimientos acerca de mi comunidad. Y he realizado una labor de rescate de nuestras historias desde la oralidad. Ha sido un largo proceso de aprendizaje, lleno de experiencias nuevas y, a la vez, de mucha complejidad emocional, puesto que, por tratarse de violencia y crímenes hacia miembros de mi comunidad, me afecta directamente habiendo sido yo misma víctima en innumerables oportunidades de dicha violencia, ejercida por múltiples actores y desde la infancia. Esa es la realidad de una persona trans, o lo era, más aún en la época en que yo empecé a desarrollarme y a entender mi transición. Esta violencia vivida fue una de las razones por las que decidí sindicalizarme en Amanda Jofré, podría decir que comencé a los 17 años en el activismo, cuando aún no podía inscribirme como socia oficial puesto que era menor de edad y por tratarse de un sindicato de trabajadoras sexuales. Al cumplir los 20


18 me inicié activamente como participante del sindicato, alternado con el trabajo sexual que ejerzo hasta el día de hoy. Al ser adolescente y no tener un conocimiento específico, mi interés fundamental al acercarme al sindicato fue obtener orientación e información acerca de cómo poder exigir mis derechos en cuanto al trabajo sexual y en cuanto a mi identidad y mi posicionamiento frente a la sociedad. Del mismo modo, esto me ayudó con mi autoconfianza y con la manera en que actualmente me relaciono con el mundo que me rodea. Me dio facilidades para desenvolverme en distintos contextos y salir del estigma con el que cargamos las trabajadoras sexuales. El activismo también me ha ayudado para abrir otras puertas, como, por ejemplo, poder encontrar una escuela con horarios flexibles en donde nivelar mis estudios. Allí terminé mi enseñanza media junto a otras compañeras trans que no tenían cabida en otros establecimientos del sistema educativo convencional porque no era respetada su identidad de género y sufrían constante acoso por parte de la comunidad estudiantil en general: profesores, alumnos, personal de aseo, directivos, etc. En cuanto a los testimonios a documentar, me he ido dando cuenta de la fuerza y resiliencia que tienen mis compañeras. En muchos casos, han sido violentadas desde todos los ángulos: familiar, social, laboral, institucional, salud, etc. Nunca es fácil enfrentarse a dicha violencia, menos aun estando sola. De ahí la importancia de crear una red de apoyo, cosa que también he ido aprendiendo a lo largo de los años trabajando con las chicas en distintos proyectos y planes para nuestro bienestar y seguridad. Siento que es muy importante la compañía y la fraternidad en contextos violentos. Más allá de prestar la correspondiente ayuda legal, falta unir a las compañeras y que comprendan que no son casos aislados, que ellas no provocan lo que les pasa. He aprendido a dar la lucha desde todas las posiciones, como mujer trans trabajadora sexual, hija, hermana, amiga, activista. La educación y el trabajo por y para nosotras debe abarcar cada ámbito de nuestras vidas. Somos cada vez más conscientes de nuestros derechos y libertades. Aunque hoy en día sigue existiendo violencia en diversos ámbitos de la vida, tengo plena confianza en que, gracias al cambio cultural y el desarrollo de los últimos años, nos espera un futuro mejor. La misión en cuanto a mi activismo es participar y gestionar todo lo que esté a mi alcance para ver logros en materia de derechos. Con respecto a la Ley de Identidad de Género, siento que es deficiente. Si bien hay un reconocimiento de un segmento de la sociedad, el de las mujeres trans, aún falta mucho en lo cual trabajar. 21


Erradicar las violencias tiene que ver con un cambio social y cultural, más allá de la ley, que involucra la educación primaria, planes de integración, de adaptación a la diversidad para formar ciudadanos receptivos a las diferencias y, en particular, las identidades distintas. Por todo lo antes mencionado, puedo decir que el trabajo como documentadora me ha abierto más aún los ojos para ayudar a mi comunidad y a mí misma. Para lograr el empoderamiento que la sociedad nos quita desde que empezamos a participar activamente en ella como individuo y por el hecho de manifestar una identidad no convencional según lo establecido socialmente como correcto. A través de estos años ha habido cambios positivos para nuestra población. Por ejemplo, puedo mencionar ciertas libertades como el poder circular libremente de día por espacios públicos, sin temor a agresiones físicas o verbales puesto que hay leyes que actualmente nos amparan. Producto de ello y de la visibilidad trans que se ha logrado en el último tiempo, considero que en ese aspecto hay una cierta tranquilidad. Así mismo ya no hay detenciones arbitrarias por el sólo hecho de vestirse de mujer, de ser travesti. Hablando de proyección, este año 2019 me gustaría lograr un mayor y mejor reconocimiento para la población trans; me gustaría lograr a mediano plazo cambios fundamentales en el país en cuanto a aceptación, cupo laboral, vivienda, salud, etc.; cambiar el estigma social, cambiar la visión errada y mitificada de la mujer trans. Como organización seguiremos trabajando en la documentación de casos de violencia, no solo del presente, sino también del pasado. Como documentadora, descubrí que soy historiadora aunque sin estudios formales, porque la violencia estructural ejercida sobre mi cuerpo no me lo permitió. Pero gracias a esta experiencia puedo darme cuenta del valor de poner por escrito nuestras historias. Este año trabajaremos con el apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo de la Cultura y el Arte, en la documentación narrativa y visual, a través del proyecto “Trans migrantes”. Y también un proyecto de escritura que dará cuenta de las historias de nuestras compañeras detenidas y desaparecidas durante la dictadura militar. La voz de nuestra comunidad debe ser respetada, valorada y escuchada, nuestra historia es digna de ser contada, para que de una vez por todas culmine el genocidio hacia nuestra población. Carolina Belén Espinoza Barrera Documentadora y secretaria 22


Análisis de casos de violaciones a los derechos humanos de las personas trans en Chile durante 2018 El concepto de violencia de género ha estado ligado históricamente a las mujeres. El feminismo ha dejado en claro la posición de subalternidad a la que han sido relegadas las mujeres dentro del sistema patriarcal. Esta posición genera una serie de violencias, ya que la superioridad del varón le permite ejercer de forma sistemática e incluso validada acciones que van en detrimento físico y psicológico de las mujeres. Por lo tanto: “(…) la categoría analítica “género” permite visibilizar las desigualdades que las diversas sociedades construyen tomando como criterio el sexo de las personas.” (Torres, San Miguel, Fernández. p.19). El sistema de sexo/género está basado en la superioridad masculina. El hombre subyuga a la mujer, relegándola al espacio privado, cuidado de los hijos y labores domésticas, en cambio él es quien toma las decisiones tanto del hogar como las concernientes a la vida social. De esta manera, la violencia de género se manifiesta en todos los ámbitos de la vida de los seres humanos que vivimos en sociedad. Si bien la violencia que vivimos las personas trans puede ser considerada como violencia de género, existen muchas variables que la hacen distinta. Un elemento que constituye el sistema sexo/género es su carácter heteronormativo, este aspecto resulta crucial para analizar la violencia hacia nuestra población. Rubin (1975) se refirió al origen de este sistema: (…) tomando los aportes de Levi-Strauss respecto a las estructuras elementales del parentesco, se centra en la función material y simbólica de las mujeres como objeto de intercambio entre los hombres. Al analizar el tráfico de mujeres, sentó las bases para la comprensión feminista de la economía política del sexo, al mismo tiempo que interpreta la heterosexualidad como una institución que sustenta el sistema de género. (c.p. Martínez, 2015, pp.2-3) Para comprender mejor las reflexiones de Rubin, resulta necesario aludir a Engels quien hipotetiza o en palabras de Butler (2010) especula, sobre el origen del capitalismo. Lo sitúa en el surgimiento del concepto de familia patrilineal, a diferencia del modelo social de una horda, en que los hijos pertenecían a la comunidad y los vínculos eran matrilineales debido a la certeza de su procreación. Cuando las comunidades se vuelven sedentarias y comienza la acumulación de bienes, potencialmente heredables, surge la necesidad de vincular ese hijo al padre y, por ende, las mujeres pasan a ser consideradas como un bien más, capaz de generar hijos; instalándose el núcleo monógamo y heterosexual como una norma familiar y por ende social. 23


Si bien esta hipótesis estructuralista conlleva ciertos riesgos totalizadores, no se trata de problematizar en dicha perspectiva sino más bien de utilizar estas ideas para configurar la matriz heterosexual. En relación con esto Butler (2010) dijo: (…) la patrilinealidad se afianza mediante la expulsión y, de manera recíproca, importación ritual de las mujeres. Como esposas, las mujeres no solo permiten la reproducción del nombre (el objetivo funcional), sino que llevan a cabo un intercambio simbólico entre clanes de hombres. (p. 107). De esta forma la matriz heterosexual queda establecida como un sistema totalizador que se debe perpetuar. Según su sexo, cada integrante tiene asignado roles y funciones preestablecidos. En este sistema la heterosexualidad es un régimen obligatorio (Rich, 1980), que sujeta los cuerpos a un molde de conductas y deseos, por lo tanto, la heterosexualidad es un régimen de opresión y de poder discursivo hegemónico. Entender la heterosexualidad como un régimen de opresión, nos permite comprender la violencia estructural que las personas trans hemos vivido históricamente. Si analizamos este fenómeno desde un giro decolonial, podemos entender que esta visión del mundo es eurocentrada y que se instaló en los territorios de Latinoamérica y el Caribe, junto con la colonización. De esta forma, se puede configurar como un heteroparadigma que abarca las diversas dimensiones de la existencia humana. Todos los sistemas pertenecientes a este paradigma pasan por un orden primeramente sexual; los individuos tendrán acceso a ellos en la medida que pertenezcan a un extremo del binario femenino-masculino como una base para su pertenencia. Estos sistemas de relaciones sociales son públicos y privados, dentro del ámbito público nos referimos al Estado y las instituciones, y dentro del ámbito privado a las diferentes relaciones familiares o de parentesco, así como la constitución de otros tipos de vínculos. Los casos de violencia que fueron seleccionados serán analizados bajo la lógica recién expuesta, mostrando cómo la violencia que hemos vivido tiene estrecha relación con nuestro género, por no pertenecer a los extremos del sistema binario.

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Violencia ejercida por una autoridad comunal (caso 1) En la comuna de Santiago se encuentran la mayoría de las zonas donde se ejerce el trabajo sexual. Uno de los barrios más antiguos es el sector de Avenida Matta. La relación entre vecinos y trabajadoras ha pasado por diferentes momentos. En la actualidad existe una alianza entre la junta de vecinos llamada “El progreso” y las trabajadoras sexuales. Una integrante de la directiva es una mujer trans y trabajadora sexual del sector. El año 2018 se caracterizó por el incremento de la delincuencia, asaltos y portonazos (robo de vehículos). La junta de vecinos dio tribuna pública a estos hechos en algunos medios televisivos. El caso que se describe a continuación fue protagonizado por el alcalde Felipe Alessandri quien, a través de su actuar y dichos, violentó a la comunidad de trabajadoras sexuales trans del sector. Felipe Alessandri convocó el 12 de abril a una asamblea para abordar principalmente el tema de la delincuencia. Lo curioso es que esta actividad no se efectuó con los integrantes de la Junta de Vecinos “El Progreso” quienes fueron los que denunciaron. Se presentaron varios proyectos relacionados con la seguridad ciudadana en donde se señalaba al trabajo sexual como el gran foco de delincuencia; algo incorrecto, pues en realidad muchos vecinos del sector agradecen la presencia de las trans ya que en varias oportunidades los hemos defendido. Como organización nos preocupa la visión y el lenguaje utilizados por el alcalde para referirse a las personas trans que desarrollan el trabajo sexual en las vías pública, así como la manera en que él aborda nuestra realidad, viéndonos más bien como un problema y una amenaza. Esto se refleja en el discurso que utilizó aquel día, cuando anunció algunas medidas ante la asamblea, medidas que tomó sin siquiera consultarnos como sindicato de trabajadoras sexuales. Propuso por ejemplo instalar fotopartes para multar a los dueños de los autos que se atienden con los travestis (en esos términos se refirió a nosotras). Si el alcalde no es capaz de comprender que no somos el problema sino parte de la solución, difícilmente podremos avanzar. Demandamos la voluntad para considerar nuestra experiencia como un aporte significativo para una propuesta integral que contemple una “zona de resguardo” en la que se pueda desarrollar el trabajo sexual, mejorando de este modo las condiciones de seguridad de las trabajadoras sexuales y de los residentes del sector. 25


Hasta que el Estado chileno y la sociedad no se hagan cargo de una realidad de la que son responsables, el trabajo sexual será para muchas mujeres trans el único medio para subsistir. Violencia ejercida por un representante del poder legislativo (caso 2) El lunes 28 de mayo se firmó el Proyecto de Reforma Constitucional de Equidad de Género que busca establecer como deber del Estado promover y garantizar la plena igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. Durante la ceremonia, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, hizo un reconocimiento a las mujeres más sobresalientes de nuestro país, entre ellas mencionó a la actriz Daniela Vega quien, gracias al personaje de Marina en la premiada película “Una mujer fantástica”, logró estremecer a la opinión pública. En la vida real, Daniela Vega es una mujer trans, quien ha debido viajar por todo el mundo con un carnet y un pasaporte que no respeta ni refleja quién ella es realmente, testimonio y experiencia de vida que ha compartido a través de los distintos medios. Al día siguiente, el diputado Leónidas Romero, integrante de la conocida bancada evangélica del Partido Renovación Nacional, compuesta también por la diputada Francesca Muñoz y el diputado Eduardo Durán, emitió su profundo descontento y rechazo al reconocimiento que se había otorgado a la expresidenta Michelle Bachelet y a la actriz Daniela Vega durante la ceremonia que se realizó el día anterior en el Palacio de La Moneda. Según Leónidas Romero, “Daniel Vega” (Daniela Vega) no tendría mérito alguno pues se trataría, según sus palabras, de “un hombre que dice ser mujer” porque hasta donde él “sabe” no se ha operado, por lo tanto, sigue siendo hombre, nació hombre y su ADN es de hombre. En Chile ha habido un fuerte avance de grupos conservadores y un incremento de iglesias evangélicas. Esto ha provocado una gran discriminación hacia nuestra población, ya que estas iglesias son incluso más fundamentalistas que la iglesia católica. Ellos ven lo trans como un fenómeno incluso demoníaco. Ahora bien, la relación de estos líderes con la política es aún más preocupante, ya que tiñen las decisiones de un país entero con sus creencias religiosas. Estos individuos no dudan en agredir verbalmente y de forma pública, tal como lo hizo el diputado Romero. Hablan desde la ignorancia más extrema, llaman “ideología de género” a todas las reflexiones realizadas en torno al tema. Piensan que esta 26


ideología es perniciosa para sus hijos e hijas. Se oponen a una enseñanza inclusiva desde las escuelas, utilizan sentencias como “con nuestros hijos no se metan”. Piensan que ser trans es una degeneración sexual, recurren a estudios falsos creados para mostrar estadísticas y así convencer a sus seguidores. Si bien en el congreso no son mayoría, como organización de derechos humanos nos preocupa enormemente la influencia que pueden generar. Violencia ejercida por parte de la policía (casos 3 y 4) Es conocido que la policía en Chile ha participado en graves atropellos a los derechos humanos en general, y si bien desde hace algunos años ellos están preocupados por mejorar como institución, sigue habiendo graves falencias. Al respecto, afirma Amnistía Internacional: Violencia institucional, este tipo de violencia a la que se enfrentan las mujeres trans al no encontrar en las personas que están al frente de las instituciones la colaboración necesaria para recibir y procesar denuncias de violencia por razón de identidad y expresión de género. Algunos funcionarios se excusan detrás de la ignorancia o a la ausencia de un marco legal de protección a las mujeres trans y de sanciones a este tipo de delito. (Quiteria, 2017, párr. 10) Con la próxima entrada en vigencia de la LIG, las instituciones deberán estar preparadas para atender los diversos requerimientos de nuestra comunidad, para que los casos como los que se relatan a continuación no sigan ocurriendo. El 23 de marzo muchas personas marcharon por las calles del centro de Temuco para protestar porque el alcalde desea retirar de la vía pública a un conjunto de mujeres de origen mapuche que venden hortalizas en un sector del centro de la ciudad. Ese día, personal uniformado de carabineros detuvo a diez manifestantes que posteriormente fueron trasladadas al cuartel de la octava comisaría. De las personas detenidas, varias denunciaron que fueron maltratadas y expuestas a tratos vejatorios por funcionarios policiales. Entre ellas, un menor de 17 años fue detenido junto a su hermana trans de 21 años, quien fue violentada en todo momento, pues no respetaron su nombre social además de la humillación de consultar con las demás detenidas si no les molestaba compartir celda con una persona de estas características. Estos hechos fueron denunciados por el INDH, Instituto Nacional de Derechos Humanos.

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El día miércoles 10 de octubre alrededor de las 17 horas, cuatro carabineros de la primera comisaría llegaron a la Plaza de Armas de la comuna de Santiago a hacer control de identidad a un grupo de mujeres trans en el cual estaba Mía Adelia Rizzo León, de nacionalidad ecuatoriana. Los carabineros, de forma agresiva y sin respetar su identidad de género, comienzan a expulsarlas de Plaza de Armas, donde ellas a diario ejercen el trabajo sexual, exigiéndoles también carnet de sanidad y constantemente burlándose de ellas por su condición de mujeres trans. Carabineros actuó de forma agresiva, riéndose y usando los nombres masculinos, aunque las chicas tienen su cambio de nombre y sexo realizados. Cabe mencionar que los carabineros taparon sus placas para evitar ser identificados. Estas mujeres agredidas no se atrevieron a denunciar por ser extranjeras; en nuestro país, muchas compañeras dedicadas al trabajo sexual son extranjeras. En varios casos su situación migratoria no está en regla, por lo tanto, temen hacer denuncias porque piensan que serán deportadas. Esto hace que sean banco fácil para vulneraciones de diferente índole. Desde Amanda Jofré realizamos constantemente labores de denuncia y acompañamiento de casos. Por otra parte, en el trabajo en terreno les informamos de sus derechos. Violencia ejercida por una autoridad de la Iglesia Católica (caso 5) Después de finalizar la ceremonia de inauguración del año académico 2018 de la Universidad Católica, una periodista del diario online EMOL le consultó al Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati Andrello, su opinión por la inclusión de adolescentes mayores de 14 años en el proyecto de Ley de Identidad de Género. Él respondió advirtiendo que el tema de fondo va más allá de la edad, atreviéndose a definir el cambio de sexo y nombre registral de las personas trans bajo el concepto de “Nominalismo”, y citó como ejemplo: “no porque yo a un gato le pongo nombre de perro, comienza a ser perro”. Con estas duras y absurdas palabras calificó como un deseo antojadizo el derecho de todas las personas de contar con una identidad registral que se refleje en los documentos legales. Es verdad que las personas trans no solo necesitamos el cambio registral de nuestro sexo y nombres en nuestra cédula, también requerimos ser incluidas en las políticas públicas para que éstas nos protejan y propicien el desarrollo de la población trans. Está claro que el arzobispo ve la realidad y los derechos de las personas trans en Chile de modo muy diferente al de las personas afectadas. 28


También el arzobispo mencionó: El diálogo no es simplemente decir 'mire yo pienso esto, tú piensas esto otro y se acabó'. Un diálogo verdadero tiene que estar fundado sobre razones que sean, digamos, de humanidad, que respeten la antropología, que busquen el bien de todos. De humanidad en sus palabras claramente no vemos mucho; “respetar la antropología”, el estudio del hombre, que claramente fue escrito por hombres, tampoco aporta a la inclusión de nuestra población y, por ende, no aporta al bien común, bien común que el arzobispo pretende predicar a través de la religión. Y finaliza diciendo: “lo importante dentro del respeto que nos debemos, es que podamos razonar coherentemente de acuerdo con los principios que rigen el pensamiento y la realidad de la persona”, como si las personas trans existiéramos en otra dimensión y nuestra difícil realidad fuera producto de nuestra imaginación. Resulta gravísimo que la máxima autoridad de la iglesia católica en Chile se exprese en esos términos, sobre todo por la incidencia que la iglesia tiene en la política. Como comunidad deseamos que el Estado, que se dice llamar laico, no se vea influenciado por la moral cristiana. En el nombre de dios se masacraron a nuestros antepasados, en nuestros lugares sagrados construyeron monasterios, iglesias, conventos. El catolicismo sepultó a nuestros dioses, diosas y las diferentes deidades que no están bajo la lógica del binarismo de género. El cristianismo nos oprime y violenta, el fin reproductivo del sexo, la culpa, etc., son principios que escapan a nuestra forma de ser, sentir y vivir.

Violencia dentro del contexto escolar (caso 6) La institución llamada escuela es la encargada del traspaso de los conocimientos de una generación a otra. Estos saberes son los validados culturalmente y representan una visión política de lo que el Estado desea ser a través de sus ciudadanos. El currículum, por lo tanto, también es heterosexual, la escuela replica y perpetúa el modelo social binario. Bajo este escenario, la escuela ha sido un lugar de opresión y tortura para nuestra comunidad. Al no calzar con el modelo binario, hemos sido violentadas, acosadas, violadas, humilladas, entre otras muchas formas de violencia. Actualmente, existe una preocupación por parte del Ministerio de Educación, en adelante Mineduc, por revertir esta situación. En el 29


documento Orientaciones para la inclusión de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en el sistema educativo chileno, el Mineduc establece: Violencia de género: [en el entorno escolar] se define como “actos o amenazas de violencia sexual, física o psicológica que acontecen en las escuelas y sus alrededores, perpetrados como resultado de normas y estereotipos de género, y debidos a una dinámica de desigualdad en el poder. También se refiere a las diferencias entre las experiencias de los niños y las niñas y sus vulnerabilidades ante la violencia. Incluye amenazas explícitas o actos de violencia física, bullying, acoso verbal o sexual, tocamientos sin consentimientos, coerción y agresión sexual, y violación. El castigo corporal y los actos de disciplina en las escuelas se manifiestan con frecuencia de formas discriminatorias e influidas por el género. Otros actos implícitos de violencia de género relacionada con la escuela surgen de prácticas escolares cotidianas que refuerzan los estereotipos y la desigualdad entre los géneros, y fomentan entornos violentos o inseguros”.

Esta descripción de violencia la hemos vivido históricamente. Estos graves atropellos a nuestros derechos han hecho que nuestra población tenga muy bajos índices de escolaridad. Como no hemos sido censadas y los estudios que existen no poseen una muestra lo suficientemente representativa, no sabemos cuántas han desertado del sistema, cuál es el promedio de escolaridad, etc. Pero como sí nos conocemos, sabemos que muchas no han completado siquiera la enseñanza básica. El siguiente caso describe la experiencia de un niño trans masculino. P. es un niño trans de 12 años alumnos del Colegio Moderno de la comuna de Paine, en la Región Metropolitana. El 27 de septiembre concurrió a su colegio; estando en el patio del colegio un compañero llamado J. de 13 años comenzó a insultarlo y a agredirlo verbalmente por su identidad de género, hasta que P., aburrido del hostigamiento, lo increpó. Esto ocasionó que J. comenzara a golpearlo hasta dejarlo casi inconsciente con un TEC cerrado, existiendo un reporte médico por la golpiza. El Mineduc publicó en el año 2017 dos documentos: la Circular “Derechos de niños, niñas y estudiantes trans en el ámbito de la educación” y Orientaciones para la inclusión de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en el sistema educativo chileno. El primero muestra el marco legal que se desprende de la Ley General de Educación y los tratados internacionales firmados por el Estado Chileno, mientras que el segundo muestra algunas directrices para operacionalizar la circular, dando orientaciones para cada estamento dentro de la comunidad educativa. No negamos que este es un avance importante, sin embargo, la naturaleza de estos documentos no es obligatoria, dejando a 30


los establecimientos la última responsabilidad en la materia. Por esta razón, se siguen vulnerando nuestros derechos, sobre todo en colegios de orientación religiosa. Violencia ejercida por los medios de comunicación masivos (caso 7) Los medios de comunicación masivos representan para muchos un cuarto poder del Estado debido a su influencia en la vida de las personas, marcando tendencias de comportamientos y por consiguiente políticas. Los estereotipos de género son la base de la publicidad, las figuras de la televisión perpetúan el modelo binario, los cánones de belleza, lo que se puede decir o no según la moral, etc. Durante muchos años en la televisión chilena era común las mofas a la comunidad LGBTTI, en especial de los humoristas que realizaban extensas rutinas denostándonos. Hoy en día eso está mucho más regulado desde la misma sociedad que condena públicamente estos hechos; sin embargo, estos hechos siguen ocurriendo. El jueves 8 de marzo comenzó una nueva temporada del programa televisivo de canal 13, Vértigo, entre las personas invitadas estuvo Daniela Vega, mujer trans y actriz, protagonista de "Una Mujer Fantástica", largometraje que ganó el Oscar como Mejor Película Extranjera 2018. Además, ella ganó precisamente este capítulo del programa gracias a su credibilidad que le ha merecido el apoyo y la empatía del público. Mientras se desarrolla el programa, como es tradición, existe un segmento donde el actor y comediante Daniel Alcaíno, mediante su personaje “Yerko Puchento”, realiza una rutina bastante ácida. Desgraciadamente, en esa oportunidad se burló de la genitalidad de muchas mujeres trans al presentar a la protagonista de la película como “Una Mujer Fantástica” con “Coco”. Utilizó este juego de palabras para referirse a ambas películas, alimentando la morbosidad de la gente, idea que se confirma cuando el personaje, de una manera irónica, comenta haberse emocionado con la película “Coco”, la que le recuerda cuando le sacaron un testículo. El personaje de Yerco Puchento, no conforme con mofarse de la identidad de la actriz trans que en el film interpreta el papel de una persona trans, finaliza esta primera presentación diciendo “Bienvenido a Vértigo”, para después supuestamente elogiarla por el triunfo de la película. Los comentarios de los televidentes en redes sociales no se hicieron esperar y las críticas llovieron contra el comediante. En Chile existe una figura llamada Consejo Nacional de Televisión, organismo que básicamente tiene por misión fiscalizar los contenidos televisivos, en muchos casos desde 31


una perspectiva moralista cristiana. Sin embargo, en muchas oportunidades, ni siquiera se pronuncia ante casos tan lamentables como el recién expuesto. El actor, escudándose en un personaje, ha denostado a muchas mujeres y miembros de la comunidad LGBTTI y año tras año sigue apareciendo en ese programa de televisión, dando espacio a las numerosas personas que piensan como él y que al día siguiente repiten las mismas violencias. Violencia ejercida en las relaciones privadas (caso 8) Como organización social Amanda Jofré, durante 2018 tuvimos el privilegio de participar de un proyecto llamado “Programa contra todas las violencias” perteneciente al Fondo Alquimia. Esta experiencia se realizó en conjunto con otras agrupaciones de mujeres de grupos vulnerables. Pudimos comprender que la violencia tiene muchas caras y que en nuestra población hemos normalizado muchas de ellas. Como hemos tenido una historia de violencia extrema, abusos, violaciones, golpizas, asesinatos, etc., hemos dejado de lado muchas violencias que se dan desde lo cotidiano, incluso desde nuestras relaciones de pareja, ya sean estables u ocasionales, como lo ocurrido en el caso que se expone a continuación. Y. (ecuatoriana) se encontraba compartiendo con sus compatriotas en la casa de una prima, luego se fue con uno de los chicos de la fiesta hasta su domicilio. Ella se fue confiada, ya que había estado anteriormente con él. Una vez en su casa intimaron y de repente se subió sobre ella y comenzó a insultarla y a agredirla, primero con una taza y luego con un hervido eléctrico. Ella gritaba e intentaba soltarse, pero él más la agredía y le decía que la iba a matar. Yuleisy quedó casi inconsciente, pero al fin logró escapar del lugar casi desnuda pidiendo auxilio. Casos como estos son muy habituales; muchos hombres después de satisfacer sus deseos sexuales desatan su ira en contra de nosotras. Como mujeres trans nos hemos acostumbrado a relacionarnos con los hombres así, con el miedo a que en cualquier momento ellos puedan agredirte. El amor ha sido negado para nosotras, hemos sido relegadas solo al placer sexual, vistas como un objeto en el cual los machos pueden arrojar sus más oscuras perversiones. Las mujeres trans adultas hemos vivido al margen del respeto y muchas compañeras mueren sin siquiera haber recibo ni escrito una carta de amor.

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Violencia Simbólica (caso 9) La violencia que sufrimos como población también posee un carácter simbólico. Vivimos en un mundo lleno de símbolos que van determinado los patrones de conducta de las sociedades. En la década del 70, Bourdieu estableció la importancia de este ámbito, pues este tipo de violencia está mucho más arraigada, es parte de nuestro sistema de comunicación y traspasa el conocimiento de una generación a otra. Muchas de nosotras no nos cuestionamos ciertas cosas porque creemos que por ser trans es así, no vamos a ciertos lugares, nos vestimos de determinada manera en ciertos contextos, no hablamos de ciertos temas, etc. Se trata de un sinnúmero de situaciones de naturaleza simbólica que nos han mantenido en un lugar de subalternidad no solo respecto de los hombres sino también de las mujeres. El caso que se detalla a continuación sirve para comprender este tipo de violencia con mayor profundidad. A.S., 35 años, vive en Valparaíso. La noche del sábado 14 julio, A.S., junto a un amigo, hacía fila para entrar en el local bailable “La Taberna”. Mientras esperaba para entrar fue abordada en más de una oportunidad por uno de los guardias para advertirle que no era bienvenida, ya que habían tenido problemas con personas transgénero (femeninas) al momento de querer utilizar el baño de damas. Pese a la advertencia y en su legítimo derecho, A.S. y su amigo ingresan al local. La primera vez que intentó ingresar al baño de damas fue detenida en la puerta por la encargada del baño, quien le señaló que le correspondía usar el de hombres, y le sugirió que hablara con el dueño. El dueño le facilitó el baño del personal y dijo que conversaría con sus trabajadores. Esta actitud cambiaría por completo cuando A.S. solicitara usar el baño nuevamente, él dueño le dijo que si quería la dejaba entrar al baño de mujeres ya que eso estaba reglamentado por ley. Pese a que la versión que declara el dueño para el diario “La Estrella” difiere bastante en cómo sucedieron los hechos, lo cierto es que en el baño no cabían más de dos personas, A.S. estaba dispuesta a esperar para entrar sola y no “incomodar”, aunque otras mujeres que estaban allí se solidarizaron con ella. Pero la actitud del dueño y algunos trabajadores tensaron el ambiente; cuando A.S. ya se retiraba del local y le manifestó al dueño su decepción, él junto a un guardia amenazaron con sacarla del recinto si seguía insistiendo y le recalcaron: “déjate de weiar, weón maricón, si a la final tú eres hombre”. A.S. en ningún momento desestimó el dialogar con el personal del local y hacer esto público, pues sabe lo importante que es sensibilizar a la sociedad, dado que participa en la Oficina de la Diversidad de la Municipalidad de Valparaíso.

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En este caso podemos observar que nuestras sociedades se han construido simbólicamente a partir del binarismo de género, los baños públicos son prueba de ello. Un bigote para identificar el baño de caballeros y unos labios carnosos para el baño de damas, entre muchos otros símbolos no lingüísticos. Cuando las personas trans nos enfrentamos a esto, vivimos este tipo de violencia; nadie se cuestiona que esto no está bien, que es una construcción simbólica del sistema patriarcal. No es un tema de que existan o no baños exclusivos para nosotras, sino que representa una sociedad que nos margina de aquellos espacios púbicos.

Violencia dentro del trabajo sexual (caso 10) El trabajo sexual ha sido la forma más común de subsistencia y sobrevivencia de las mujeres trans. Ahora bien, estamos concientes de que ha habido un sistema que nos ha llevado a ejercer este tipo de prácticas. Muchas de nuestras compañeras fueron expulsadas de sus casas siendo niñas o adolescentes. Solas en las calles, con hambre y frío, han sido expuestas a aquellos “heterosexuales” pedófilos que buscan niños y niñas vulnerables para ejercer su poderío y violencia sexual. Las historias se repiten cuando nos contamos cómo llegamos a ser trabajadoras sexuales. En este contexto de violencia nace el Sindicato Amanda Jofré, para exigir y luchar por nuestros derechos. Sabemos que como mujeres trans tenemos autonomía sobre nuestros cuerpos y podemos hacer de ellos lo que deseemos, pero no queremos que el trabajo sexual sea la única opción para las nuevas generaciones, ni menos que sean víctimas de trata de personas, ni de proxenetismo y violencia sexual. El 8 de junio a las 20:30 horas, N. (22 años) recibe a M.N. en el hotel Terrano, ubicado en Concepción. N. fue agredida con puños y patadas por el sujeto; declara haber sido golpeada en distintas ocasiones, además de ser rociada con un líquido inflamable con la intención de ser incendiada. Existe una investigación en curso. La denuncia fue realizada ante Carabineros. Hasta donde se sabe la Organización MOVILH Concepción está asesorando a la compañera y ha emitido un comunicado de repudio ante estos hechos.

Lo ocurrido a N. es una historia que repetida constantemente; en la calle se viven muchas violencias y los clientes ejercen su poder con nosotras, sabiendo que pueden agredir y quedar impunes. Muchas veces se excusan diciendo que los engañamos, que les 34


dijimos que éramos mujeres cisgénero, entre otros muchos argumentos. La violencia de este tipo también se genera por la carencia de marcos legales que regulen el trabajo sexual. Crimen de odio (caso 11) Actualmente son pocas las travestis, transgéneros y transexuales que llegan a vivir más de cincuenta años. Y si logran llegar hasta la tercera edad, las condiciones en que sobreviven están lejos de ser el sueño de cualquier persona que trabajó toda su vida. Cómo se logra sobrellevar la soledad, después de perder contacto con los familiares y de haber despedido a la gran mayoría de las amigas y compañeras asesinadas por la transfobia, el SIDA y la desesperanza que desvergonzadamente por décadas ha brindado el Estado Chileno… Lamentamos las condiciones y las circunstancias en que falleció nuestra compañera P., una sobreviviente de la dictadura, quien a sus 74 años aún tenía que pagar arriendo por una habitación para ella y sus cuatro gatos, en una casa de Santiago, donde también vivían otras personas. Entre ellas P.P.B., el vecino que P. identificó en un video, como la persona que la agredió con combos y patadas dentro de la casa. Estos episodios violentos se venían repitiendo hace bastante tiempo, pero la última agresión sucedió el 1 de febrero, alrededor de las 16:00, cuando encontraron a P. inconsciente en la vereda. Desde allí fue trasladada al Hospital San Juan de Dios, en donde falleció el 14 de febrero. Con la muerte de P. se inauguró el primer Mausoleo Trans de Chile en el Cementerio General de Recoleta. Hemos dejado para el final este caso porque, sin duda, fue el que más nos estremeció como comunidad. La muerte nos ha perseguido constantemente. Sabemos desde la REDLACTRANS que la expectativa de vida de las mujeres trans en la región no supera los 35 años. Debido a esto, quienes superamos esa edad nos consideramos sobrevivientes. Como se ha explicado a lo largo del informe, nuestra población ha sufrido un daño estructural de parte de toda la sociedad, de forma sistemática y permanente. P. muere el 14 de febrero, el día del amor. Muere sola como muchas de nosotras, que se nos ha negado la posibilidad de desarrollarnos en diversos ámbitos, incluso en el poder formar una familia a nuestra manera. La compañera P. estará para siempre en nuestra memoria y este informe 2018 va dedicado a ella y a todas las compañeras que murieron esperando un reconocimiento a su identidad.

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Recomendaciones al Estado de Chile El año 2018 quedará para siempre marcado por el gran hito para nuestra comunidad: la Ley de Identidad de Género. Sin embargo, existen muchas tareas pendientes, entre las que destacamos las siguientes: El Estado debe contemplar recursos para que los niños, niñas y adolescentes trans tengan un acompañamiento idóneo. Actualmente el artículo n° 23 de la LIG, contempla la necesidad de contar con organismos capacitados para esta tarea, sin embargo, no contempla recursos para aquello. De esta forma, muchas familias de sectores vulnerables no podrán tener acceso a este acompañamiento, poniendo en riesgo nuevamente la integridad de nuestra comunidad. El Ministerio de Desarrollo Social debe actualizar la ficha de protección social, incluyendo las variables que nos afectan como población a fin de acceder a los beneficios sociales que el Estado ofrece a los grupos vulnerables. Es de suma importancia que el próximo censo incluyan preguntas referidas a nuestra población, ya que necesitamos saber cuántas y cuántos somos y dónde estamos, a fin de dirigir de mejor manera las políticas públicas. Necesitamos contar un cupo laboral trans, el Estado debe incluir en sus filas a mujeres y hombres trans. En esta misma línea, el Estado podría ofrecer incentivos a los empleadores privados para la contratación de personas trans. Es preciso contar con codificación en Fonasa de todas las prestaciones asociadas a la salud de las personas trans, incluida la vía clínica. Las modificaciones al examen EMPA realizadas por la organización en conjunto con la Universidad Central, deberían ser ampliamente difundidas en todos los centros de atención. El Estado debe marcar su carácter laico y separar sus asuntos de los de la Iglesia, no es posible que en pleno siglo XXI se actúe con una moral medieval.

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Necesitamos que el Estado tome una postura frente al trabajo sexual, ya que en estos momentos existen muchos vacíos legales que nos perjudican. Requerimos de zonas seguras para las compañeras que ejercen el trabajo sexual. Requerimos que la Circular 2609 que establece los derechos de las personas trans en el ámbito educativo, tome un carácter obligatorio, tanto en el ámbito público como privado. Y que se destinen fondos para capacitar a los miembros de las comunidades educativas. Requerimos aseguramiento de becas para continuación de estudios tanto primarios, como secundarios y de educación superior. También es preciso contar con establecimientos que garanticen la consideración de las variables que nos afectan, creando programas de nivelación de estudios específicos para nuestra población. Es fundamental que se trabaje en una ley integral de reparación. No podemos exigir a las sobrevivientes al genocidio trans, que estudien, que busquen un trabajo, etc., pues están dañadas física y psicológicamente. Por esta razón, necesitan diversas reparaciones en los diferentes ámbitos, teniendo como base una pensión que cubra sus necesidades.

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Referencias Notas (1) La LIG fue publicada el 10 de diciembre de 2018, sin embargo, según el artículo tercero transitorio entrará en vigencia ciento veinte días después de la publicación de los reglamentos, que según el artículo segundo transitorio, deben dictarse en el plazo de seis meses desde su publicación, es decir, el 10 de junio del año 2019. En vista de aquello, esta ley entrará en vigencia el último trimestre del año en curso. (2) La Ley N° 20.379, crea el Sistema Instersectorial de Protección Social e Institucionaliza el subsistema de protección integral a la infancia “Chile crece contigo”. Dicha ley en su artículo 5° establece la necesidad de contar con un sistema que caracterización socioeconómica de la población nacional. Para dar cumplimiento es que se dicta el Decreto Supremo N.º 22 de 2015, del Ministerio de Desarrollo Social, el que regula el Registro Social de Hogares. (3) “Aplicación de “ley Zamudio” y la comunidad LGBTI: Una reforma urgente”. Por: Programa de Diversidad Sexual y de Género del Frente Amplio. El Desconcierto. 09.08.2017. Disponible en: https://www.eldesconcierto.cl/2017/08/09/aplicacion-deley-zamudio-y-la-comunidad-lgbti-una-reforma-urgente/). (4) La cautela de garantía es una solicitud que puede realizar cualquier imputado/a, que alegue que durante el curso de un proceso penal se han vulnerado sus derechos fundamentales, asegurados en la Constitución. Bibliografía Antón, E. Torres, L. Violencia de género. León: Caja España Benavente, A. González, F. González V. Pantoja, V. (2019). Conocimientos situados de la población trans en Chile, debate contemporáneo desde una perspectiva médico-política. Estado del arte, sin publicar. Santiago. Butler, J. (2000). El Marxismo y lo meramente cultural, en New Left Review N° 2 MayoJunio, pp. 109-121. _______ (2010). Género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad. Madrid: Paidós. Engels, F. (2006). El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Madrid: Fundación Federico Engels. Fernández, J. (2003). Habitus y sentido práctico en la obra de Bourdieu, Cuadernos de Trabajo Social, vol. 16 (2003), 7-28. González, A. (2003) Los paradigmas de Investigación en las Ciencias Sociales. Islas, 45(138):125-135. Haraway, D.J.: Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, Capítulo 7. Conocimientos situados: la cuestión científica en el feminismo y el privilegio de la perspectiva parcial. Madrid: 1995. Martínez, A. (2015). La matriz de inteligibilidad heterosexual: El estatuto de la identidad de género desde una perspectiva queer de la psique. Disponible en: 38


http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/17221 Mineduc, (2017). Orientaciones para la inclusión de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en el sistema educativo chileno. Disponible en: http://formacionciudadana.mineduc.cl/wpcontent/uploads/sites/46/2017/04/Orientaciones-para-la-inclusi%C3%B3n-de-laspersonas.pdf Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Ley núm. 21.120. Reconoce y da protección al derecho a la identidad de género. 15 de noviembre de 2018. Disponible en: Ley identidad https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1126480 Quitera, F. (2017). La violencia hacia las mujeres trans también es violencia de género. Disponible en: https://www.amnistia.org/ve/blog/2017/11/4194/la-violencia-hacia-lasmujeres-trans-tambien-es-violencia-de-genero REDLACTRANS. (2014). Informe sobre acceso a los derechos económicos, sociales y culturales de la población trans en Latinoamérica y el Caribe. Disponible en: http://redlactrans.org.ar/site/wpcontent/uploads/2015/03/Informe%20DESC%20trans.pdf REDLACTRANS. (2012). La noche es otro país: Impunidad y violencia contra mujeres transgénero defensoras de derechos humanos en América Latina. Disponible en: http://redlactrans.org.ar/site/wp-content/uploads/2013/05/Violencia-e-impunidadEspa%C3%B1ol1.pdf Rich, A. (1980). Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana. Disponible en: http://www.mpisano.cl/psn/wp-content/uploads/2014/08/Heterosexualidadobligatoria-y-existencia-lesbiana-Adrienne-Rich-1980.pdf Salas, Antonia. Ezzati y cambio de sexo registral en menores: "El tema fundamental no es simplemente la edad, es algo más profundo". 6 de Abril de 2018. Emol. Disponible en: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2018/04/06/901511/Ezzati-y-cambio-desexo-registral-en-menores-El-tema-fundamental-no-es-simplemente-la-edad-es-algo-masprofundo.html Sirvent, M.T (2005). Problemática actual de la investigación educativa. Recuperado en Agosto del 2013 de www.infanciaenred.org.ar/margarita/etapa2/PDF/013.pdf Superintendencia de Educación. Orden Nº 0768. Circular “Derechos de niños, niñas y estudiantes trans en el ámbito de la educación” Disponible en: https://www.supereduc.cl/wp-content/uploads/2017/04/ORDN%C2%BA0768-DERECHOS-DE-NI%C3%91AS-NI%C3%91OS-Y-ESTUDIANTES-TRANSEN-EL-%C3%81MBITO-DE-LA-EDUCACI%C3%93N-A-SOSTENEDORES.pdf

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Datos de contacto Página web: http://www.amandajofre.com/ Instagram: amandajofre_oficial Facebook: Amanda Jofré Cerda Alejandra Soto Castillo, Presidenta del Sindicato de Trabajadoras Sexuales Amanda Jofré. Correo electrónico: contacto@amandajofre.cl Carolina Espinoza Barrera. Secretaria, documentadora y promotora de salud del Sindicato de Trabajadoras Sexuales Amanda Jofré Correo electrónico: secretaria@amandajofre.cl Anastasia Benavente Esquivel: Asistente técnica del Sindicato de Trabajadoras Sexuales Amanda Jofré. Correo electrónico: asesorias@amandajofre.cl

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