ENFOQUE Y ESTRATEGIA: LA CAPACIDAD DEL ESTADO Y EL ROL DE LA POLÍTICA
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CAP./ 1
“CON NUESTRAS VOCES, CON NUESTRAS MANOS”
UNA AGENDA POLÍTICA DE LA JUVENTUD PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LOS TERRITORIOS RURALES.
UCAR Unidad para el Cambio Rural
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“CON NUESTRAS VOCES, CON NUESTRAS MANOS”
UNA AGENDA POLÍTICA DE LA JUVENTUD PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LOS TERRITORIOS RURALES.
UCAR Unidad para el Cambio Rural
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ENFOQUE Y ESTRATEGIA: LA CAPACIDAD DEL ESTADO Y EL ROL DE LA POLÍTICA CRÉDITOS
Dirección de arte : María Mac Lean Textos: Capítulo 1: Favio Pirone Capítulo 2: Eduardo Fontenla, Matías Pontoriero Capítulo 3: Favio Pirone, Eduardo Fontenla, Viviana Blanco Capítulo 4: Mariana Vázquez, Daniela Perrotta Corrección de textos: Ariel Solito Diseño y Maquetación: Pablo Redondo Fotografías de Tapa: Gabriel Díaz, Santiago Porter y Juan Travnik
Pirone, Favio Con nuestras voces, con nuestras manos : propuestas para la elaboración de una política de y para la juventud rural / Favio Pirone ; con colaboración de Mónica Franzzini ... [et.al.]. - 1a ed. - Buenos Aires : Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca . MAGyP., Unidad para el Cambio Rural, UCAR, 2012. 132 p. ; 30x21 cm. ISBN 978-987-1873-07-4 1. Agricultura Familiar. 2. Jóvenes. 3. Políticas Públicas. I. Franzzini, Mónica, colab. II. Título. CDD 630 Fecha de catalogación: 31/08/2012
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AUTORIDADES NACIONALES
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Presidenta de la Nación Argentina Cristina Fernández de Kirchner Jefe de Gabinete de Ministros Juan Manuel Abal Medina Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Norberto Yauhar Coordinador Ejecutivo de la Unidad para el Cambio Rural Jorge Neme
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PRESENTACIÓN
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PRESENTACIÓN ENFOQUE Y ESTRATEGIA: LA CAPACIDAD DEL ESTADO Y EL ROL DE LA POLÍTICA
En esta tercera etapa del proyecto nacional en el Gobierno, me complace presentar un libro que recupera el recorrido transitado junto a la juventud rural por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación durante estos años de transformación constante de la ruralidad como producto del nuevo modelo de intervención que llevamos adelante desde 2003. Para continuar avanzando, es necesario complementar todo lo que hemos realizado con acciones que generen mayor inclusión social en el agro, integrando a los miles y miles de pequeños productores rurales a los que todavía no hemos alcanzado directamente. Y lo lograremos a través de las economías familiares rurales: este será el camino por el que vamos a asistir a esos pequeños productores cuyos nombres y apellidos aún desconocemos; esos que hoy, para nosotros, todavía son anónimos. No solo porque lo consideramos necesario, sino porque es un esfuerzo especial y puntual que nos ha pedido encarecidamente la Presidenta de la Nación. Nosotros, desde el Estado, tenemos que trabajar junto a los pequeños productores con políticas públicas activas, proponerles un camino, ofrecerles proyección, hacerlos partícipes del mundo más amplio de la producción y la comercialización. Todos los países de la región debemos aunar esfuerzos para recuperar a cientos de miles de pequeños productores convirtiéndolos definitivamente en un nuevo y fundamental eslabón de la organización productiva del sector. A través de los jóvenes queremos llegar a los pequeños productores. La combinación de juventud y agricultura familiar nos permite articular una amalgama estratégica con mucho entusiasmo, energía e innovación. Desde el Ministerio de Agricultura entendemos que se requieren herramientas nuevas, fundacionales, para fortalecer el desarrollo que estamos forjando y que necesita el país, y los jóvenes poseen la aptitud para el cambio por naturaleza. En ese sentido, la mirada de la juventud, mezcla de presente y futuro, es un aporte esencial que revigorizará la sustentabilidad del modelo de inclusión a favor de los más postergados en nuestros territorios rurales.
Norberto Yauhar Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación
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PRÓLOGO
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PRÓLOGO ENFOQUE Y ESTRATEGIA: LA CAPACIDAD DEL ESTADO Y EL ROL DE LA POLÍTICA
Desde 2003, en el marco de la gestión de gobierno de Néstor Kirchner y luego de Cristina Fernández de Kirchner, la formación de las y los jóvenes rurales orientada a desenvolver y consolidar sus capacidades de conducción, ha sido uno de los ejes estratégicos que guiaron la ejecución de los programas de desarrollo rural del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) que nos tocara coordinar. Las páginas de esta publicación dan cuenta de una parte central de los productos obtenidos, la que se refiere a la elaboración de una agenda política de la juventud para la transformación de los territorios rurales. Nuestras acciones en la materia se han concentrado en tres dimensiones, que se corresponden con otros tantos ámbitos de la vida de muchachas y muchachos: la económica, la social y la política. Al articular y dar forma a las iniciativas, estos jóvenes facilitan a las personas y a las organizaciones el acceso a los beneficios disponibles, y a los instrumentos públicos del desarrollo rural, el logro de mayor impacto y cobertura más amplia. En lo que a la primera dimensión se refiere, nuestra premisa ha sido estimular las competencias emprendedoras, la creatividad y la innovación, con el fin de posibilitar a la generación joven la creación de empresas y fuentes de trabajo en el medio rural, teniendo en cuenta las oportunidades que ofrecen los nuevos escenarios. En cuanto a la segunda dimensión, nos hemos enfocado en identificar jóvenes rurales para capacitarlos como animadores sociales y mediadores, que puedan así obrar como interfaz activa entre los proyectos privados y las políticas públicas. Al articular y dar forma a las iniciativas, estos jóvenes facilitan a las personas y a las organizaciones, por un lado, el acceso a los beneficios disponibles y a los instrumentos públicos del desarrollo rural, por el otro, el logro de mayor impacto y cobertura más amplia. Finalmente, en el ámbito de la política, la formación de dirigentes que encaucen demandas surgidas de sus comunidades, transformando, al decir de un sociólogo y filósofo contemporáneo 1 , las necesidades individuales en objetivos colectivos, ha configurado el rubro central de las acciones ejecutadas, a las que hemos considerado en todo momento como auténtica pre-inversión en el desarrollo rural. En esa última dimensión se inscribe, claramente, este libro. La dinámica del desarrollo en los territorios rurales requiere de una juventud que, mientras se prepara para protagonizar el mañana, actúe hoy en espacios propicios con sus modalidades características: el cambio, lo nuevo, el entusiasmo y la osadía son rasgos generalmente asociados a la juventud que la economía, la sociedad y la política rurales necesitan en nuestros días tanto como siempre. Muchos de los que eran jóvenes en 2003 ya no lo son tanto, pero la incorporación permanente a este proceso de chicos y chicas deseosos de defender su derecho a vivir y trabajar en el interior rural al tiempo que aportan a la construcción de un país económicamente independiente, socialmente justo y políticamente soberano, renueva el compromiso y actualiza los desafíos. La agenda que estas páginas recogen es un resultado de lo hecho, pero constituye asimismo un insumo para lo que todavía tenemos que hacer.
Jorge Neme, Coordinador Ejecutivo de la Unidad para el Cambio Rural
1. Bauman, Zygmunt. En busca de la política, Fondo de Cultura Económica, 2001.
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AGRADECIMIENTOS
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AGRADECIMIENTOS ENFOQUE Y ESTRATEGIA: LA CAPACIDAD DEL ESTADO Y EL ROL DE LA POLÍTICA
Durante todos estos años hubo actores importantes que trabajaron y nos acompañaron intensamente para que este proceso de formación, en todas sus facetas, se hiciera realidad. Queremos destacar el aporte de todos y todas y es por eso que queremos agradecerles a: Néstor Kirchner, por generar las condiciones políticas necesarias para iniciar el camino hacia un desarrollo con inclusión, equidad e igualdad; al Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Norberto Yauhar; a Julián Domínguez, Presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, ex Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca; a Andrea García, Diputada Nacional, ex Secretaria de Relaciones Institucionales del MAGyP; al ex Subsecretario de Agricultura Familiar, Guillermo Martini y su equipo; al Coordinador Ejecutivo de la Unidad para el Cambio Rural –UCAR–, Jorge Neme; a la Responsable del Área de Relaciones Institucionales de la UCAR, Susana Márquez; al Coordinador General del FIDA Mercosur, Álvaro Ramos; y al Gerente de Programas de la División de América Latina y el Caribe del FIDA, Paolo Silveri. Junto con ellos a Eduardo Polcan, Martín Carnaghi, Gustavo de la Arena y equipo, Eduardo Fontenla, Santiago López Osornio, Adriana Azcorra y todo el equipo PEA 2. Mariana Vázquez, Daniela Perrotta, Emanuel Porcelli, Leticia González y Nadia Schandeler. A los compañeros de la coordinación de los programas FIDA, Juan Calderón, Nicolás Arano, María del Carmen Quiroga, Santiago Blázquez, Viviana Blanco, Ana Reises, Romina Castello, Patricia Perrone, Mario Anastasio, Mauricio Ferrari, María de los Ángeles González, Soledad Di Giorgio, Guillermina Cuevas, Cecilia Romano, Mara Barenbaum, Gabriela Amadeo. A los compañeros de la UCAR, Bárbara Marengo, Gladys Liotti y equipo, Andrea Trabucco, Agustín Pérez Andrich, Mariano Lechardoy, Daniela Raposo. A quienes aportaron su saber y su experiencia a lo largo de todo el proceso de formación: Enrique Martínez, Juan Cabandié, Carlos Mermot, Daniel Arroyo, Jacques Chonchol, Silvia Lilian Ferro, Antonio Vadell, Luis Caputo, Marcela Román, Francesco Pierri, Elisa Guaraná, Fabio Quetglas, Pedro Tsakoumagkos, Luciana Soumoulou, Florencia Gómez Galizzi, Clementina Pruneda, Carlos Figari, Mariana Gaba, Ondina Fraga, Carlos Paz, Adriana Poggi, y Mónica Franzzini por sus aportes al capítulo 2. Al Foro Nacional de Agricultura Familiar, al Movimiento Agrario Misionero (MAM). Entre otros…
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INTRODUCCIÓN
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ENFOQUE Y ESTRATEGIA: LA CAPACIDAD DEL ESTADO Y EL ROL DE LA POLÍTICA INTRODUCCIÓN
El objetivo general de este documento es poner en valor la voz de las y los jóvenes rurales: contar el modo en que han formulado una agenda común de temas que los preocupan y que identificaron mediante un proceso participativo regional, llevado a cabo conjuntamente con sus pares de Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile, así como las problemáticas que más impacto negativo tienen sobre ellos. Este trabajo es una recopilación de diferentes experiencias y testimonios que dan cuenta del proceso de formación de jóvenes dirigentes de las organizaciones de la agricultura familiar, que, iniciado en el año 2003, continúa hasta el día de hoy. Por su diseño y objetivos, el documento presenta de manera detallada las etapas de formación realizadas por el equipo de trabajo responsable del área de juventud de los programas de desarrollo rural PRODERNEA, PRODERNOA, PRODERPA y PRODEAR, financiados por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) en Argentina. A su vez, se describe aquí cómo esta agenda fue validada en un proceso similar desarrollado en las cinco regiones de nuestro país (NEA, NOA, Patagonia, Cuyo y Centro) con la participación de más de 250 jóvenes que conformaron los Espacios de Encuentro y Formación de Jóvenes de la Agricultura Familiar (EEFJAF), mediante dos encuentros regionales y otro de carácter nacional. Durante este proceso, las jóvenes y los jóvenes de la agricultura familiar formularon definiciones y propuestas de políticas públicas para cada uno de los temas de agenda, como también para el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial. Por último, este documento intenta trasmitir el esfuerzo, las vivencias y los momentos compartidos por fuera de los ámbitos de formación, los cuales constituyen un fuerte aprendizaje a la hora de compartir la experiencia cotidiana y las realidades de cada compañero y cada compañera. Destacamos el invalorable empeño de cada uno de las y los jóvenes de creer que es posible el desarrollo de las áreas rurales, teniéndolos a ellas y ellos como actores estratégicos para el cambio. Conocemos los procesos de vida y de construcción de aprendizaje que los jóvenes realizaron. Y es por eso, el valor y la significación que le otorgamos a este documento, cuyo carácter genuino brilla por su pureza.
Favio Pirone
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PRIMERA PARTE 22.
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CAPÍTULO / 1 ENFOQUE Y ESTRATEGIA LA CAPACIDAD DEL ESTADO Y EL ROL DE LA POLÍTICA
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CAP./ 1 1.1. El rol del Estado 1.2. Política pública y políticas públicas construidas para la juventud rural 1.3. La participación 1.4.Conclusiones
Guilherme Cassel / Ministro de Desarrollo Agrario de Brasil 2006-2010 “Durante muchas décadas el neoliberalismo destruyó la capacidad del Estado de formar, no sólo a los jóvenes, sino a todos los agricultores familiares. Es necesario ahora retomar esa perspectiva y financiar esa capacitación para que los jóvenes decidan permanecer en el campo. La capacidad de los jóvenes es decisiva para el éxito de esta política”. José “Pepe” Mujica / Presidente de la República Oriental del Uruguay “…hay que crear la institucionalidad del campesinado, trabajadores de la tierra inteligentes, preocupados por el conocimiento tecnológico y por la cultura”.
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1.1. El rol del Estado
Durante el transcurso de las décadas de los ochenta y, principalmente, de los noventa, se asentó un modelo económico neoliberal 1 , que generó pobreza, dependencia económica y condujo a la política a cederle el centro de la escena al mercado, convirtiendo al Estado en un aparato puramente administrativo. De esta manera, la política fue relegada de su rol principal: ser el motor de cambio social. La reestructuración de las actividades productivas, como consecuencia del nuevo modelo adoptado, deter2 minó el desplazamiento de la agricultura familiar. Así, el “paradigma de los agronegocios” (Hernández, 2009) supuso que las familias de productores tuvieran que decidirse por adecuar el patrón productivo, según las nuevas reglas de juego, o bien cambiar de actividad, lo cual conllevaba la modificación de su identidad, sus valores, su esencia. Durante este período, la sostenibilidad de políticas diferenciadas hacia el sector de la agricultura familiar se desvalorizó y resignó su presencia en el conjunto de la política social de la región. Los propios “ciclos de vida” de los programas y proyectos financiados con aportes de los organismos internacionales de crédito (BID, BIRF, FIDA), si bien han contribuido a visibilizar la heterogeneidad del sector agropecuario (pequeños productores/agricultores familiares), socavaron la construcción de una estrategia integral y nacional con una visión a mediano y largo plazo. El modelo de “ruralidad globalizada”3 tuvo sus efectos sobre la estructura agraria, particularmente en la disminución de las explotaciones agropecuarias, que alcanzó su mayor incidencia entre los pequeños y medianos productores. Se produjo entonces un fuerte crecimiento de la superficie de tierra bajo arriendo, mientras que disminuyeron las explotaciones con toda su tierra bajo propiedad. Luego de la profunda crisis económica, social, política y de representatividad, expresada de manera generalizada a fines del año 2001, se da inicio a un período de recomposición del tejido político, social y productivo, que intenta colocar en el campo estatal las exigencias y demandas sociales del sector de la Agricultura Familiar. Por ello, se tornó imperioso un cambio de enfoque de las instituciones gubernamentales hacia los proyectos y programas relacionados con el desarrollo rural, asumiendo la heterogeneidad de la población rural de acuerdo con sus capacidades y las potencialidades de los territorios y sus actores sociales. Si en la década anterior existió un Estado que permitió, reglamentándolo, el paradigma de los agronegocios, el mayor reto consiste hoy en explorar las condiciones que permitan transitar hacia un mayor grado de capacidad regulatoria del Estado en relación con los lazos sociales que establece. Esta tarea no depende
1. De acuerdo con David Harvey (2005), hay que diferenciar la teoría del neoliberalismo de su práctica. La teoría considera que la libertad individual y la libertad en general son el punto culminante de la civilización y que pueden protegerse mejor a partir de una estructura institucional basada en los derechos de propiedad privada, el libre mercado y el libre comercio (léase, en un mundo en el que la iniciativa individual puede prosperar sin ataduras). La implicancia práctica de esto es que el Estado no debe intervenir demasiado en la economía, sino que debe usar su poder para preservar los derechos de propiedad privada y las instituciones del mercado y, de ser necesario, promover estas metas en el escenario mundial. 2. Valeria Hernández (2009) considera que se produjo, en los últimos quince años, un cambio de modelo socioproductivo cuyas consecuencias trascienden la implantación de la soja como cultivo, y suponen un cambio en la división social del trabajo. En este escenario, toda empresa de agronegocios genera un entramado novedoso de relaciones, tanto en su interior como puertas afuera, que presiona a los actores a privilegiar el mercado global. Los productores antiguos, por lo tanto, se reconfiguran al mismo tiempo que el conocimiento se torna el eje que direcciona el cambio. La transformación de las subjetividades afecta a la agricultura familiar: la tierra ya no es un elemento identitario en tanto no se posee (de aquí, los “sin tierra”) y el hombre de campo se equipara a un productor moderno, innovador y dotado de la última tecnología. El saber hacer del chacarero (un conocimiento agronómico que se transmite generacionalmente) es dejado de lado, reemplazado por un conocimiento institucionalizado.
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de la sola existencia de estructuras administrativas coherentes sino, particularmente, del tipo de interacción política que se genere entre el aparato de gestión estatal y los actores políticos, sociales y corporativos. La premisa, por lo tanto, es valerse de políticas activas destinadas a aumentar dicha capacidad. Las instituciones constituyen, a su vez, un aspecto central en la construcción de la capacidad estatal. La interacción institucionalizada es la que debe marcar el tono y el contenido del proceso. Y es en este marco donde puede entenderse la estructura de oportunidades que enfrentan los individuos y los grupos/ instituciones al interactuar. El desafío es construir o reconstruir la capacidad del Estado en cuanto a la política social. El papel que desempeñan las instituciones en este contexto se enmarca en el accionar de los actores que pugnan por dar cierto carácter y cierta dirección a las decisiones y acciones de quienes ejercen el manejo del Estado. Esta visión implica entender que el Estado es más que un ente burocrático de gestión ya que, principalmente, representa también la arena política en la que se procesan intereses e ideologías internas y externas al entramado organizacional estatal. Un elemento significativo en términos de la construcción del consenso social lo constituye el desembarco, a partir del año 2003, de un gobierno receptivo a las demandas sociales con relativa distancia de los organismos financieros internacionales e intereses sectoriales tradicionales. Durante esta etapa comienza, a nivel nacional, un período de importantes transformaciones económicas y sociales; y es en este marco que confluyen la voluntad política del nuevo gobierno y los históricos reclamos del sector agropecuario encabezados por organizaciones de pequeños y medianos productores y comunidades originarias, muchas de ellas integrantes del Foro Nacional de la Agricultura Familiar (FoNAF ).4 La creación de la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, en el marco de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, que tuvo lugar en el año 2008, dio respuesta a estas demandas, dándole mayor visibilidad a un sector tradicionalmente ignorado y damnificado por el avance de la frontera agropecuaria en manos de los grupos económicos vinculados al modelo agroexportador. La decisión de la Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, de elevar el rango de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos a Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en octubre de 2009 (que trajo aparejada la creación de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar) produjo un salto de calidad institucional insoslayable, y le otorgó al sector de la agricultura familiar una importante presencia en su estructura, incorporando en su discurso y acción la presencia de miles de familias a lo largo y ancho del país.
3. Es el modelo descripto por Hernández (2009) en el marco del paradigma de los agronegocios (véase nota anterior). 4. En el año 2006, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos institucionaliza oficialmente el espacio del FoNAF como ámbito de debate y concertación de políticas públicas para la agricultura familiar, a través de la Resolución n° 132/06. A partir de ese momento, el foro fue organizándose a través de la creación de espacios de discusión en Foros Regionales. De esta manera, queda manifiesta la voluntad de presentar la posición común del sector rural en los temas que lo afectan, para que sea tomada en cuenta en la definición de políticas públicas de desarrollo rural. Vale destacar que las organizaciones del sector rural expresan la representatividad de los productores familiares de la Argentina, que avanzan en la construcción de una propuesta participativa para el desarrollo rural, constituyendo y compartiendo un espacio de trabajo y discusión, tanto a nivel nacional como provincial y local, entre las propias organizaciones, y entre ellas y el Estado.
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1.2. Política pública y políticas públicas construidas para la Juventud Rural
Un rasgo que resulta interesante analizar, a la luz de la experiencia que es objeto del presente texto, engloba las diferentes acciones y herramientas que el Estado puede implementar en beneficio de un grupo, sector y/o aspecto de la realidad social. Por ello, es importante detenernos particularmente en el diseño de estas acciones, es decir, en el “cómo” y en el “para quién”. ¿Qué se entiende, entonces, por políticas públicas? Según Carlos Vilas, “las políticas públicas consisten en el conjunto de acciones de gobierno ejecutadas para alcanzar los fines hacia los que se orienta el ejercicio del poder político” (2011: 111-112). Dichas acciones siempre repercuten o afectan una diversidad de ámbitos y grupos poblacionales; por lo tanto, es recomendable que, hasta donde sea posible, estos sean tenidos en cuenta por quienes formulan y ejecutan políticas públicas. Asimismo, siguiendo a Peschard (1994), la definición de políticas públicas requiere de la participación política, entendido esto como la acción de las personas que lleva a tomar las decisiones relacionadas con el poder y su ejercicio. El ejercicio del poder, por lo tanto, está íntimamente relacionado con la participación política (no necesariamente partidaria) y la toma de decisiones. Dentro de este esquema, el diálogo político entre los diversos actores sociales reviste una importancia particular. Al mismo tiempo, toda política pública se propone dar respuesta a un tema o asunto problemático que se ha tornado una “cuestión pública”. Comprender esto permite develar el sujeto al que se dirige la política pública. Planificar lo social tiene como correlato empírico el diagnóstico de una situación que afecta a muchos o, sin duda, a no pocos. Esta afectación, por ser continua en el tiempo, demanda la respuesta de una intervención desde la política. Por supuesto, el “cómo” de esta respuesta e intervención está relacionado con el recorrido de la palabra y las voces que enuncian la solución a las necesidades o problemas observados en el diagnóstico de la situación señalada (el qué, el cómo y el quiénes se anudan en todo ciclo de las políticas). De este modo, toda planificación de lo social y cualquiera de sus componentes, en relación a respuestas a necesidades, problemas y cuestiones varias, puede surgir por diferentes demandas: Como parte de la agenda de funcionarios o agentes de gobierno; Como una demanda instalada en la opinión pública y la sociedad en su conjunto; Como una demanda específica de los mismos afectados. Desde ya, el origen de la demanda condicionará buena parte del diseño de las políticas públicas y su aceptación. El concepto de políticas públicas remite a otras esferas conceptuales de comprensión y aplicación: la economía, la sociología, la antropología y la política, disciplinas desde las cuales se interpreta (e implementa) este concepto. El sesgo negativo suele presentarse cuando se juzgan las políticas públicas sólo por su implementación e impacto, básicamente (y en general) en lo económico, desconociendo así la totalidad integrada de las demás dimensiones que atraviesan lo social. La historia de los impactos de las políticas públicas está sembrada de numerosos errores, por ejemplo: el desconocimiento de las voces de los afectados y de las otras dimensiones que atraviesan lo social, el sesgo sectorial de las soluciones, la discontinuidad en su aplicación, entre otros. Así, las políticas públicas destinadas a la juventud rural han transitado el mismo camino. En ese sentido, es importante observar el carácter de las políticas públicas y el significado de la mirada y la palabra. No es objeto de este trabajo hacer un racconto de los diferentes paradigmas y enfoques sobre el estudio de las políticas públicas. Sin embargo, resulta imperioso destacar que, para su abordaje, reafirmamos como válidas las intervenciones de un Estado que logre fortalecerse como propulsor principal y órgano garante por excelencia de la ejecución de las mismas. Entendemos que la solución a los problemas y necesidades que afectan a los diferentes grupos humanos, en este caso a los jóvenes
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rurales, debe provenir desde los mismos actores involucrados. En nuestra condición de agencia burocrática del Estado, nos preguntamos acerca del “cómo” de una política pública diferencial para este sector, cuya complejidad se encuentra atravesada por dos dimensiones: el concepto de juventud y juventudes rurales, y la polisemia de ser jóvenes en una ruralidad diversa, cambiante, en aparente estado de transición. Juventud, como un tiempo y un proceso; ruralidad, como un espacio donde convergen la estructura, lo orgánico y lo coyuntural. El desafío es, entonces, configurar una política pública participativa en este estado de la cuestión, concluyente sin ser definitiva, concreta y particular sin ser sectorial, que contemple la ruralidad y a los jóvenes rurales de manera abarcadora, respetando la particularidad y diversidad de las situaciones; dar con el “cómo” de una política pública cuyo diseño responda a las propias voces de los jóvenes rurales. Para ello, el Estado debe garantizar un contexto que posibilite el acceso a los bienes públicos, el sostenimiento de los grupos y las organizaciones, y la reproducción de su vida ampliada. Las voces de los jóvenes, cuyo texto es la demanda de solución a sus necesidades y problemas y la forma de esta solución, tienen como contexto lo que se ha dado en llamar “lo socio-territorial”. Estas voces remiten a una forma de entender el desarrollo, concepto implícito a lo largo de todo lo enunciado. Deben operar sobre la base del fortalecimiento de las instituciones ya existentes o crear otras nuevas. También deben trabajar sobre la base de una profunda y extendida descentralización territorial e institucional priorizando el plano local. Una política de juventud sólo será eficiente si es concebida desde una perspectiva integral. Es menester lograr una política de actores en un sistema de sectores/instituciones en los que influyen las variables técnicas y las dimensiones de la situación nacional. Los movimientos juveniles necesitan de visibilidad, reconocimiento y participación. Entonces, hay que promover la más activa participación de los y las jóvenes en el diseño, la implementación y evaluación; y contar, principalmente, con una perspectiva de género que garantice la igualdad de oportunidades. Este es el desafío que nos proponemos alcanzar.
1.3. La participación
La participación está destinada a promover el diálogo, el reconocimiento del otro y la generación de una visión compartida; aporta mayor solidez, pertenencia y sustentabilidad a la acción como un camino de doble vía, tanto para asegurar mejores resultados como para vincular más estrechamente a la continuidad con los procesos, empoderando en este caso a las y los jóvenes 5 . El modo de participación que orientó los encuentros y la efectiva corrección o validación de la agenda propuesta en el ámbito de la REAF (Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar), a través del Curso
5. De acuerdo con Ratton Sanchez (2005), se pueden identificar cuatro formas de participación en foros intergubernamentales: información, consulta, cooperación y deliberación. La información es un proceso unilateral que se expresa en la manifestación de una institución en relación a otra. La consulta, la cooperación y la deliberación se basan en el desempeño activo de todos los agentes involucrados. La consulta se utiliza para obtener datos sobre un determinado tema. La cooperación contempla un grado de permanencia más intenso en la interacción entre los agentes. La deliberación se diferencia del resto por su relación directa con el derecho al voto, que está restringido a los representantes de la burocracia estatal. Las tres primeras pueden ser parte del proceso de toma de decisiones, siendo la información un requisito para cualquier forma de participación; mientras que la deliberación sintetiza la relación entre todas las demás. Esta clasificación es útil para comprender la acción regional y nacional para la juventud rural.
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Regional de Formación de Jóvenes Rurales del Mercosur, reduce las brechas en la medida que acerca a jóvenes de distintas regiones del país, a la vez que implica un mayor y mejor acceso a la información. Este modelo de intervención estimula a que los jóvenes dialoguen e influyan sobre las políticas que afectan sus vidas. De este modo, se refuerza el compromiso y la responsabilidad por ser artífices de un destino común al asumir de manera efectiva su rol de actores estratégicos para el desarrollo. Destacamos, entonces, la importancia de promover espacios de diálogo entre los jóvenes, por lo que siempre es necesario potenciar y desarrollar sus habilidades, su vocación y su flexibilidad para incorporar conocimientos ante los crecientes cambios tecnológicos, como un invalorable aporte a la innovación. El Estado puede y debe, conjuntamente con las organizaciones, aportar a este proceso. Estamos convencidos de que cualquier construcción de una política pública destinada a la juventud, solamente cobrará legitimidad en la medida en que sean los propios jóvenes, mediante la participación directa y la construcción colectiva, quienes formen parte del diseño, la evaluación y la ejecución de esas políticas. En particular, subrayamos el desafío prioritario de que los sectores juveniles logren constituirse como actores estratégicos para incidir en ámbitos donde se diseñan las políticas y se toman las principales decisiones que afectan a sus condiciones de vida. Una política de juventud así planteada estimula a otros jóvenes a involucrarse activamente en organizaciones ya existentes, o a generar nuevos espacios colectivos donde se impulsen acciones que promueven el cambio y el desarrollo, tanto en lo personal como para su comunidad. Concebir a los jóvenes como sujetos del presente implica la redistribución del poder generacional. La experiencia indica que es cada vez más necesario aportar al mejoramiento de la representación de dirigentes políticos, sociales y gremiales que construyan esta concepción de la agricultura familiar. Las demandas de los jóvenes no son estrictamente “juveniles”, puesto que los jóvenes sostienen demandas que ya cuentan, en algunos casos, con grupos de adultos organizados alrededor de ellas. En consecuencia, las relaciones entre jóvenes y adultos adquieren, en la dinámica interna de las organizaciones, una relevancia fundamental. Algunas de estas demandas son resignificadas por los jóvenes en un intento de “actualizar” la demanda original, incorporar acciones y presentarlas de forma diferencial.
1.4. Conclusiones
El balance de estos últimos nueve años respecto del modelo adoptado es favorable: generó certezas y oportunidades. El Estado, a través de políticas públicas y, en particular de políticas de financiamiento puestas al servicio de los productores agropecuarios, creó buenas expectativas para estimular la inversión y el desarrollo del sector. Habiendo revalorizado las potencialidades de todas y cada una de las actividades agropecuarias para la consolidación de un nuevo capital nacional, nuestro país es hoy un escenario ideal para producir con mayor competitividad y rentabilidad y, de esta forma, incrementar la producción, inversión y comercialización, incorporando más tecnología y trabajo. La facilitación de los instrumentos crediticios dio respuesta a los viejos reclamos del sector de la producción primaria sobre la falta de acceso a tasas y plazos adecuados para la necesidad y capacidad de los productores, lo que posibilitó así la inversión. En este contexto, politizar las necesidades de los y las jóvenes es un avance importante en el marco de un proceso de formación de políticas que logren profundizar esta transformación. Politizar necesidades
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y, sobre todo, convocar a más y más jóvenes para incorporarse de manera activa en procesos que promuevan su emancipación y autonomía es la tarea. En el mundo se abrió un nuevo marco de referencia para los países en desarrollo por la creciente demanda de alimentos y su restringida oferta. El cambio consiste en sumar valor agregado en origen a la producción agropecuaria y diversificar las potencialidades de nuestros recursos naturales, tecnológicos y humanos. La agricultura familiar ocupa un lugar protagónico en la producción de alimentos y garantiza la soberanía alimentaria, por lo que es uno de los ejes esenciales de la política para el sector. Por otro lado, nuevas oportunidades se suman a un fuerte aumento de la rentabilidad. El avance hacia nuevas intervenciones públicas deberá evitar los programas aislados y fragmentados. Una nueva generación de políticas públicas para la juventud rural tiene que promover transformaciones sustantivas en las prácticas informales entre el conjunto de los involucrados en este tipo de problemáticas y las consiguientes políticas públicas. No alcanza con mejores políticas públicas para la juventud rural, sino que se requiere fortalecer los sistemas de representación política, tendientes a una cultura política más solidaria e inclusiva. En tal sentido, nosotros profundizamos constantemente nuestra acción en el trabajo de formación política y lo hacemos focalizados en su doble mirada combinada de presente y futuro. La política importa siempre y, más aún, cuando el objetivo se relaciona con incluir y transformar, construir ciudadanía desde y con los y las jóvenes.
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CAPÍTULO / 2
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CAP./ 2 2.1. Juventud 2.1.1. La juventud como grupo etario 2.1.2. La juventud y la generación 2.1.3. La juventud rural
2.2. La ruralidad, lo rural y las nuevas ruralidades 2.3. Jóvenes rurales, ¿de qué ruralidad?
Susana Márquez / Responsable del Área de Relaciones Institucionales y Comunicación de la Unidad para el Cambio Rural (UCAR), Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina. “Los jóvenes están para el cambio; si vamos a querer cambiar, tenemos que apostar al recurso que por naturaleza apuesta al cambio”.
Jacques Chonchol / Ministro de Agricultura de Chile durante el gobierno de Salvador Allende “El hecho de que existan jóvenes rurales que están preocupados por mejorar las condiciones sociales en el campo es un elemento muy positivo para el futuro. Mantener en el sector rural una población joven, una población dinámica que pueda hacer los mejoramientos de los campos que sean necesarios”.
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CONCEPTUALIZACIÓN DE LA JUVENTUD RURAL
2.1. Juventud
Resulta numerosa la literatura respecto de las diversas definiciones sobre “la juventud” y el “ser joven”; este último, un estado siempre en proceso, que viene de la niñez y/o la adolescencia y sigue hacia la adultez. En ese sentido, el concepto del ser joven se relaciona con un tiempo en forma de movimiento, de recorrido y, también, con una forma de asumirse como sujeto social. ¿De qué hablamos entonces cuando nos referimos al ser joven? ¿Remite a una edad? ¿Se trata de una forma de asumirse como ser y de definiciones externas del “cómo ser”? ¿Nos referimos a características que cursan en lo biológico? ¿Se trata de una categoría social? ¿O es más bien un posicionamiento determinado ante la vida y sus implicancias? Cada una de estas preguntas abona, sin lugar a dudas, a variadas respuestas que demarcan nuestra manera de entender e interpretar este concepto. Para comenzar, se puede definir el “ser joven” a partir de sus atributos, a saber: como un ideal (el joven idealizado o el estado de la juventud, como el deseo constante de la edad feliz); como problema (por carencia o ausencia), lo incompleto, lo que “aún no es” o ya ha dejado de ser (el joven que disputa un campo previamente acordado y legitimado por los “adultos” ya sea por ganancia o descrédito); como la promesa o amenaza de cambio (lo que siempre ocurre en un tiempo ajeno al presente).
2.1.1. La juventud como grupo etario
En la mayoría de las definiciones, el tiempo cronológico y social se torna la dimensión que mayor relación tiene con el concepto: lo atraviesa, lo contiene y lo define, tanto en su caracterización como en su condicionamiento y deber ser. Cada una de las definiciones acerca de la juventud y el ser joven remite a enfoques distintos sobre la manera de interpretar este concepto, lo que sin duda incidirá en la mirada y la acción concreta del trabajo con los y las jóvenes. Luego, es posible definir la juventud como el período de vida que normalmente toma lugar entre la niñez y la adultez. De acuerdo con lo establecido por las Naciones Unidas, esta tiene lugar entre los 15 y los 30 años; siendo, por lo tanto, una de las etapas más importantes de la vida, que define intrínsecamente a la persona, sus intereses, sus proyectos y sus relaciones con el mundo que la rodea. Al respecto John Durston observa que la juventud: “es una etapa durante la cual aumenta progresivamente la presencia del trabajo en la jornada cotidiana, y disminuye el juego, mientras que el aprendizaje llega a su auge en esta etapa y posteriormente decrece. [En consecuencia, para abordarla es necesario] realizar un análisis basado en lo que cabría denominar un «enfoque etario», que tome en cuenta los cambios en las relaciones socioeconómicas de una persona vinculados a la evolución de su edad”. (Durston, 1998:7). Tal enfoque debería abordar tres procesos distintos y mutuamente relacionados: el ciclo de vida de la persona, la evolución cíclica del hogar en el que la persona vive y las relaciones inter e intrageneracionales que surgen, en gran medida, de la interacción entre el ciclo de vida del hijo o hija y el de la evolución de su hogar de socialización.
2.1.2. La juventud y la generación Del mismo modo que no es la misma juventud la que transcurrió en la década de los ochenta que la que
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recorrió los años sesenta (por cronología), tampoco en el interior de cada una de ellas es la misma juventud la de aquellos que nacieron en Capital Federal que la de los nacidos en Santos Lugares (Santiago del Estero). Son las marcas del espacio histórico, social y cultural las que determinan las condiciones de existencia y el ser en el tiempo y espacio. En este sentido, es importante referenciar de manera breve el concepto de generación, siguiendo los aportes de Karl Mannheim y Pierre Bourdieu. En primer término, Karl Mannheim (1990:41) observa que: “la unidad de una generación no es un lazo social que tienda a la constitución de grupos concretos, incluso aunque pueda ocurrir ocasionalmente que la unidad de la generación se convierta en el fundamento consciente y unificador de la formación de grupos concretos […] A las unidades de grupos concretos se opone el fenómeno de la situación análoga de los hombres en el espacio social -un momento del análisis en el que situación de clase y conjunto generacional son análogos– […] Nuestro primer paso en el análisis consiste por tanto en oponer el fenómeno de la situación a la formación de «grupos concretos»; y debería estar claro que el conjunto generacional reposa sobre una situación análoga en el espacio social de individuos que pertenecen a una misma generación” (Mannheim, 1990:41). Entonces, lo que delimita la pertenencia a un grupo son sus mismas condiciones de existencia en un determinado contexto sociohistórico. En sus términos: “La contemporaneidad [es] en primer lugar la posibilidad que se sigue de participar en los mismos acontecimientos, en la misma vida […] Es fácil demostrar que la contemporaneidad cronológica no basta para constituir situaciones de generación análogas […] No se puede hablar de una situación de generación idéntica más que en la medida en que los que entren simultáneamente en la vida participen potencialmente en acontecimientos y experiencias que crean lazos. Sólo un mismo cuadro de vida histórico-social permite que la situación definida por el nacimiento en el tiempo cronológico se convierta en una situación sociológicamente pertinente”. (Mannheim, 1990:52-53). Ser contemporáneos, por lo tanto, no es condición única para formar parte de una generación. Al contrario, son las condiciones materiales, históricas y sociales las que determinan y condicionan a los individuos; y es allí donde se producen los diversos sentidos que los grupos humanos les dan a las cosas. Ampliando a partir de Mannheim: “El concepto de generación es fundamental porque remite a las variaciones en el tiempo de las formas de producción de individuos -variaciones que no se deben al tiempo en sí mismo, sino a la variación de las condiciones sociales y materiales-; variaciones que cobran relevancia por la importancia de las primeras etapas de la vida en la producción del individuo –en la “estratificación de la experiencia”- […] Su formación supone unas determinaciones negativas y positivas sobre lo perceptible, sobre lo pensable, sobre lo factible” (Mannheim, 1990:45). Pierre Bourdieu también plantea que no es posible hablar de generación más que en la medida en que se comparta, además de la contemporaneidad cronológica, una misma situación en el espacio social, la cual comporta las mismas condiciones materiales y sociales de producción de individuos. Al respecto: “las diferencias de generación son diferencias en las formas de producción de los individuos. Estas diferencias en el modo de generación no afectan, en un momento determinado del tiempo, a toda la sociedad, sino que se limitan, en cada momento, a grupos y campos concretos. Y es que estas diferencias en el modo de generación nos remiten a las diferentes condiciones materiales y sociales de reproducción de los grupos sociales” (Bourdieu 1988:464-5). Consideramos entonces la juventud como una forma de ser en el espacio y tiempo, que idea un recorrido en proceso, no lineal, en reciprocidad con lo que acontece; que observa hacia su interior (y exterior) diversas condiciones de existencia que remiten a la materialidad de su propia historia social; que su identidad es atravesada por los hechos incidiendo en ellos también a través de sus propias practicas, resultado de su subjetividad y de su habitus de existencia.
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2.1.3. La juventud rural
La juventud rural se inscribe en este espacio de significación asumiendo las diversas particularidades de su contexto sociohistórico. Siguiendo a Luis Caputo (2006), la juventud rural es: “aquella juventud que por razones familiares o laborales se encuentra directamente articulada al mundo productivo agrícola (juventud campesina), como así también, a aquella que está vinculada a actividades no agrícolas, e incluso residiendo en pequeños poblados rurales, además de aborígenes en hábitat rural”. Gabriel Kessler (2007), por su parte, propone (para el caso argentino) delimitar la franja etaria de la juventud entre los 13 y 30 años con el objetivo de realizar un diagnóstico sobre políticas públicas para el sector. Sobre la base de lo expresado, en un marco de trabajo y diseño con este grupo humano y social, definimos juventud rural y el ser joven como a aquellos sujetos sociales cuyas edades oscilen entre los 13 y 30 años, que además se sientan parte del mismo contexto histórico, social, cultural y geopolítico, y que la significación de sus subjetividades y habitus social esté condicionada y atravesada por otro concepto, el de la ruralidad y, en él, las nuevas ruralidades y su relación con la territorialidad.
2.2. La ruralidad, lo rural y las nuevas ruralidades
Lo rural, definido en general a partir de consideraciones demográficas o productivas, en tanto concepto, fue abordado de manera dicotómica hasta, aproximadamente, la década de los años setenta, a partir de la distinción de lo rural y lo urbano como polos de una forma de tabular el espacio geográfico, económico, social, político y cultural. En ese marco, lo rural recorría las siguientes caracterizaciones. Desde lo conceptual, dispersión demográfica y baja densidad poblacional; asociado a actividades agrícolas y actividades complementarias a éstas. Según sus elementos culturales, se lo pensó ligado a lo folclórico, a cierto uso del tiempo, hábitos y creencias y un particular modo de vida: la vida campesina asociada a una visión casi romántica del campesinado, como un sujeto pasivo, noble y de una relación fluida con la naturaleza. También se lo caracterizó con categorías operativas: poblaciones localizadas no mayores a 2500 habitantes; ocupaciones y principal ingreso proveniente de las actividades agrícolas. Dos son los criterios que pueden encontrarse para separar lo rural de lo urbano, según Rodríguez et al (2007). El primero de ellos consiste en diferenciar el campo de la ciudad; es decir, tomar en consideración las fuerzas que inciden sobre la aglomeración de la población. Este primer elemento nos daría dos situaciones extremas: lo rural se entiende como dispersión de la población y lo urbano como alta densidad demográfica. El segundo criterio gira en torno a la utilización de la tierra: observa las dinámicas que condicionan las modificaciones en su uso. Nuevamente, aquí se observan dos situaciones extremas: lo rural implica que el uso de la tierra es para actividades primarias mientras que lo urbano implica que se la utiliza para servir a una población altamente aglomerada. Esta visión lleva implícito el movimiento y la transición de lo rural hacia lo urbano y opone ambos conceptos de manera dicotómica: lo tradicional (rural) / lo moderno (ciudad); campo–ciudad; actividades agrícolas / actividades industriales; conservadurismo–raciocinio .6 6. Siguiendo a los autores, esa visión tradicional de la ruralidad se fundamenta en diferencias entre lo urbano y lo rural: a) ocupacionales (rural es agrícola); b) ambientales (rural implica contacto con la naturaleza); c) tamaño de las comunidades (las rurales, de menor tamaño); d) densidad poblacional (la rural, de menor densidad); e) homogeneidad / heterogeneidad de la población (rural más homogeneidad); f) diferenciación (lo rural, menos diferenciado); g) estratificación y complejidad social (la rural, más simple); h) movilidad social (lo rural, con menos movilidad); i) dirección de las migraciones (rural-urbano); y j) sistemas de integración social (rural menos integración) (Rodríguez et al., 2007).
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El enfoque tradicional deja de tener validez empírica (y teórica) ante las transformaciones que desde hace algunas décadas viene atravesando el medio rural, que dieron surgimiento a “las nuevas ruralidades”. Las principales modificaciones se emparentan con cuatro procesos: primero, la diversificación en la actividad productiva, la que ya no está en vinculación exclusiva con lo agropecuario, puesto que se observa un significativo crecimiento en otras actividades de transformación y de servicios; segundo, la integración más funcional entre lo rural y lo urbano, y además la revalorización de lo que puede ofrecer el medio rural, tanto para residencia como para recreación (turismo rural o residencias “periurbanas”); tercero, los cambios en los estilos de vida asociados a lo rural, al igual que los valores, transformaciones ligadas quizás al acceso a la comunicación, acontecimiento nuevo en este medio; y cuarto, la descentralización política, a través de lo cual se busca darle mayor poder a las instancias locales y regionales. Las definiciones sobre la “nueva ruralidad” varían, desde su descripción y caracterización según los procesos sociales que la componen y las estrategias de los actores sociales ante los cambios en el ámbito rural, hasta el análisis de las formas de intervención y las recomendaciones para el diseño y la ejecución de políticas de desarrollo en el territorio. Ruiz Rivera y Delgado Campos (2008) señalan que las acepciones que se dan de la nueva ruralidad varían según la disciplina de origen de los investigadores (quienes suelen provenir de la sociología del desarrollo, la antropología social, la geografía humana y la economía) y también según los intentos multidisciplinarios por combinarlas. Por lo tanto, son cuatro los enfoques a partir de los cuales se definen las nuevas ruralidades, a saber: Enfoques sociológicos analíticos En ellos prevalece el objetivo por describir los efectos de la globalización en el ámbito rural y las estrategias utilizadas por los actores sociales; estos estudios se enmarcan en los diferentes procesos sociales, políticos y culturales (Norma Giarracca, Echeverri y Ribero, Pérez, Sumpsi, Farah, Carton de Grammont); Los enfoques sociológicos normativos Si bien como el enfoque anterior estudian los nuevos procesos sociales tanto en su génesis como en su descripción, este enfoque propone alternativas de intervención y diversos programas de acción (Solleiro y Del Valle, Alexander Schejtman y Julio Berdegué, Echeverri y Ribero); Los modelos espaciales Este tipo de análisis surge en general del modelo fundacional que aborda la relación espacial campociudad, el modelo campo-periferia. A partir de los diversos análisis y modelos: el de urbanización diferencial, modelos de estadios de desarrollo urbano, las nociones de urbanización y periurbanización; Los enfoques neomarxistas de los nuevos procesos rurales En este enfoque, a pesar de que algunos de sus exponentes no adscriben explícitamente al marxismo, los conceptos utilizados para explicar las transformaciones en el medio rural remiten a él; de ese modo, se pone atención a las explicaciones e interpretaciones que priorizan el papel de las relaciones sociales de producción por encima de otros factores. Finalmente, también consideramos de suma importancia la definición de ruralidad de Castro y Reboratti (2007):
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“Se considera que un territorio es rural cuando el proceso histórico de construcción social que lo define se sustenta principalmente por los recursos naturales y mantiene esta dependencia estructural de articulación […] Esta definición rompe con el dualismo urbano-rural propio de las definiciones tradicionales y establece una nueva forma de relación de densidades, como las concentraciones poblacionales que forman parte de territorios rurales, los centros urbanos con funciones rurales, al tiempo que incluye todos los sectores económicos que tienen lugar en este tipo de territorios, más allá de las actividades agrícolas o de sus encadenamientos directos” (Castro y Reboratti, 2007). En el caso argentino, lo rural es definido por tres cuestiones: a) la relación con el medio natural, ya sea a través del uso de los recursos y servicios naturales para la producción agropecuaria como por su aprovechamiento en otro tipo de actividades, como la recreación y la residencia; b) la poca densidad de población relativa, si bien enmarcada dentro de una gran variabilidad de situaciones, pero claramente diferenciada de la urbana si utilizamos escalas detalladas; c) la existencia de redes territoriales que articulen los ámbitos dispersos y los centros poblados de diferente tamaño, estando éstos, según sea la situación, fuertemente integrados al medio rural” (Castro y Reboratti, 2007:7) A nuestro parecer, el enfoque territorial trasciende lo geográfico y, con él, la dicotomía rural - urbano, ya que incorpora en su análisis la dimensión histórica y la trama del tejido económico sociocultural y político que se da en la interacción de los diferentes actores sociales. Entendemos el territorio como una dimensión socioespacial en la que se establecen vínculos y relaciones de carácter económico, cultural, institucional y político. De ese modo, el abordaje territorial y sus componentes deben ser tratados como un todo integrado, en el que cada una de las dimensiones tiene una significativa importancia. El territorio se encuentra atravesado por los signos de la globalización, a lo que responde con la particularidad histórica de cada contexto territorial. Por lo tanto, asumimos que se observan diferencias y desigualdades entre diferentes territorios e incluso en el interior de cada uno de ellos, tomando en cuenta, de acuerdo con sus condiciones sociohistóricas, las diversas formas de relacionamiento entre los procesos de localización y relocalización. Las nuevas ruralidades, como se han dado en llamar los cambios ocurridos durante las últimas décadas, se caracterizan específicamente por: procesos de concentración económica y extranjerización de la industria alimentaria; crecimiento de la agricultura del contrato y otras formas de articulación entre el agro y la industria, por lo que adquieren mayor poder las grandes empresas extraagrarias en relación con los medianos y pequeños productores y la dependencia de unas pocas grandes empresas transnacionales para la provisión de semillas y del paquete tecnológico que la acompaña. Este proceso comenzó con las semillas híbridas y continúa en la actualidad con la transgénica; y el deterioro de las condiciones de vida de la familia rural, así como las condiciones ambientales (Teubal y Rodríguez, 2001: 6-7). En consecuencia, puede afirmarse que la “nueva ruralidad” actualmente está pasando por un momento de transición que torna las fronteras entre lo rural y lo urbano más borrosas; por ejemplo, se percibe un notable aumento de las actividades no agrícolas en el ámbito de lo rural 7. Consecuentemente, en “las nuevas ruralidades” convergen la agricultura urbana, lo periurbano, la reurbanización. Resulta imperioso interrogar a qué elementos obedecen estos cambios y transformaciones así como indagar 7.Resulta interesante que el trabajo no agrícola ha aumentado radicalmente como producto de la modernización del sector rural, la monetarización de las relaciones económicas, la creación de una demanda rural semejante a la urbana, la interrelación económica entre la producción agrícola y no agrícola, especialmente en las áreas de agricultura dinámica (Caputo, 2006).
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si, quizá, también estos cambios visibles hoy son el resultado de un proceso antiguo por el cual se fueron modificando las relaciones sociales y los medios de producción. Observamos que algunas caracterizaciones de los cambios señalados obedecen más a estrategias de resistencia y supervivencia de los actores rurales (como la pluriactividad, la importancia de las remesas, el trabajo no agrícola, la ocupación extra-predial) que a la modernización del sector rural de la agricultura familiar. Consecuentemente, consideramos que las transformaciones ocurridas en el ámbito rural de la agricultura familiar son respuestas orgánicas a un proceso de orden estructural, caracterizado por: 1. / Concentración de grandes cantidades de tierra en pocas manos; 2. / Monopolización de los medios de producción: tecnología e insumos; 3. / Modelo extractivista de la producción; 4. / Desarrollo desigual entre el sector de la agricultura y el de la agroindustria; 5. / Subordinación de la agricultura a la agroindustria; 6. / Exclusión de pobladores rurales de las posibilidades de desarrollo en sus lugares de origen. Estos elementos obedecen a un proceso histórico, de raíces profundas y de un marcado sesgo hegemónico de dominación. En este contexto histórico, económico y social, se enmarcan las cotidianidades de los jóvenes rurales, afectados por cuestiones estructurales, a lo que responden de manera coyuntural, sin que ello suponga una posibilidad de cambio y mejora en su calidad de vida ni que les asegure su arraigo al lugar donde viven ellos y vivieron sus padres y abuelos.
2.3. Jóvenes rurales, ¿de qué ruralidad?
Como se observó en el análisis anterior, ambos conceptos, juventud y ruralidad, comprenden varias y diversas acepciones. Sin adentrarnos en cuestiones de índole conflictiva, de raíces profundas, reeditadas constantemente a través de la historia argentina, queremos relatar una ruralidad, de un “otro” campo, un campo invisibilizado, pero que persiste, existe, resiste, a pesar de las relaciones de dominación y explotación que perviven, como parte de una contradicción principal, de esta, nuestra historia como Estado. Rescatamos, aquí también, el momento histórico de este campo, cuya fuerza organizativa y su capacidad de gestión posibilitaron su emergencia y deseos de visibilidad, gracias también a la actual coyuntura política. Sin embargo, ¿de qué hablamos cuando decimos “agricultura familiar”? Este concepto también reviste distintos alcances, por lo que resulta importante citar al menos dos definiciones, en principio por su precisión y también por la significación de los actores que la enuncian. La primera es propuesta por los mismos protagonistas, los representantes de la agricultura familiar, organizados a través del Foro Nacional de la Agricultura Familiar (FoNAF): “La agricultura familiar es una «forma de vida» y «una cuestión cultural», que tiene como principal objetivo la «reproducción social de la familia en condiciones dignas», donde la gestión de la unidad productiva y las inversiones en ella realizadas son hechas por individuos que mantienen entre sí lazos de familia. La mayor parte del trabajo es aportada por los miembros de la familia, la propiedad de los medios de producción (aunque no siempre de la tierra) pertenece a la familia, y es en su interior que se realiza la transmisión de valores, prácticas y experiencias. Incluimos en esta definición genérica y heterogénea distintos conceptos que se han usado o se usan en diferentes momentos, como son: pequeño productor, minifundista, campesino, chacarero, colono, mediero, productor familiar y, en nuestro caso, también los campesinos y productores rurales sin tierras y las comunidades de pueblos originarios.
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El concepto amplio de «agricultura familiar» comprende las actividades agrícolas, ganaderas o pecuarias, pesqueras, forestales, las de producción agroindustrial y artesanal, las tradicionales de recolección” (FoNAF) En segundo término, dos especialistas en desarrollo rural consideran que: “El término «agricultura familiar» […] hace referencia a un modelo de producción con rasgos económicos y sociales bien diferenciados, que se distingue de otros modelos por varios elementos, por ejemplo lo relacionado con la organización de los sistemas de producción y la utilización de los recursos naturales, así como por factores de producción, la mano de obra que se utiliza, los niveles de capitalización y el acceso a los mercados” (Márquez y Ramos, 2011: 2). En tercer término, resulta oportuno citar la caracterización que el Grupo Mercado Común (GMC) realiza de la agricultura familiar, como modo de destacar también la importancia que este proceso organizativo tuvo (y tiene) en el Mercosur, la significación que el diálogo político posibilitó. “El GMC define los siguientes criterios comunes para identificar a las poblaciones rurales que conforman el conjunto de la agricultura familiar: I) La mano de obra ocupada en el establecimiento corresponderá predominantemente a la familia, siendo limitada la ocupación de trabajadores contratados; II) La familia será responsable directa de la producción y gestión de las actividades agropecuarias y residirá en el propio establecimiento o en una localidad próxima; III) Los recursos productivos utilizados serán compatibles con la capacidad de trabajo de la familia, con la actividad desarrollada y con la tecnología utilizada de acuerdo con la realidad de cada país (lo que supone una relación directa entre la capacidad de los agricultores y el uso de los recursos). Son también parte de la agricultura familiar, siempre que se respeten los criterios enumerados supra, los hombres y mujeres que son productores rurales sin tierra, beneficiarios de los procesos de reforma agraria o programas de acceso y permanencia en la tierra, como también las comunidades de productores que hacen uso común de la tierra” (Resolución de Grupo de Mercado Común Nº 25/07). Creemos que todas estas definiciones están atravesadas de manera implícita por el concepto de reproducción ampliada de la vida, según el cual el trabajo sirve para posibilitar la vida de las familias respetando su cultura e identidad, ya no a merced del capital. En esta configuración conceptual y empírica se asientan los jóvenes rurales, quienes son el eje de este trabajo. Destacamos también que el concepto de agricultura familiar asume diversos rostros de acuerdo a las diferentes regiones que componen el territorio nacional. Ello es visible, entre otras cuestiones, a partir de los diferentes problemas planteados por varones y mujeres jóvenes (incluso hacia el interior de cada variable, las problemáticas asumen diversas caracterizaciones) como también en las soluciones propuestas. Se impone como desafío a la construcción democrática el respeto por todas las voces en su diversidad identitaria.
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SEGUNDA PARTE 44.
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CAPÍTULO / 3
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CAP./ 3 3.1. Antecedentes 3.2. El curso regional de formación de jóvenes rurales 3.2.1. Identificación 3.2.2. Conclusiones
3.3. Seminario regional de caracterización de la juventud rural
Guillermo Martini / Ex Subsecretario de Agricultura Familiar Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina “La necesidad de formarse, de capacitarse como verdaderos dirigentes que hagan posible la motorización y la recuperación de lo que es la agricultura familiar”.
Cornelio Notario / Participante del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales del Mercosur – Paraguay “Mi sueño es que el gobierno de mi país tenga políticas dirigidas a la juventud rural, para que los jóvenes puedan trabajar la tierra y así evitar las migraciones que afectan negativamente en la vida de los jóvenes… Nuestro lugar es el campo”.
Eliane Souza / Participante del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales del Mercosur – Brasil “Nuestra expectativa como jóvenes es que podamos participar de este proceso de formación contribuyendo en la elaboración de las políticas públicas de juventud en América Latina (…) Este curso es un espacio de contribución para la elaboración de esas propuestas y para la permanencia de la juventud en el campo”.
Cristian Martín / Participante del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales del Mercosur – Argentina “La expectativa para este curso es la de poder afirmar los conocimientos adquiridos en el país y discutir esas políticas a nivel del Mercosur, y compartir con los jóvenes de la región los problemas e inquietudes comunes para alcanzar un acuerdo y tener una política a nivel regional”.
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EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
3.1. Antecedentes
Los movimientos agrarios en los países de Sudamérica, que han expresado demandas sociales, culturales y políticas de los agricultores y agricultoras familiares, tuvieron como protagonistas a jóvenes mujeres y varones rurales. En este sentido, la juventud rural ha accionado como una fuerza propulsora de los cambios generados en la región. Asimismo, ha funcionado como dinamizador de la economía y las relaciones sociales del interior profundo de nuestros pueblos sudamericanos. Sin embargo, la juventud rural es uno de los sectores más invisibilizados a la hora de las decisiones de las políticas en general y de las acciones de política pública en particular. Es, por lo general, un sector “citado” únicamente cuando su presencia sirve para el cumplimiento de ciertos objetivos. El desaprovechamiento de la juventud como un actor estratégico de transformación de los territorios rurales provoca la marginación y la emigración de mujeres y varones jóvenes. La migración por falta de oportunidades no representa una elección libre sino una expulsión y, con ello, nuestros pueblos se reducen, en el círculo vicioso de la pérdida del capital social. En consecuencia existe también una merma de oportunidades para la política, los gobiernos y las instituciones públicas en general de apuntalar un desarrollo con inclusión, considerando que la región vive hoy un crecimiento económico que impacta notablemente entre los sectores vinculados al campo y, no obstante, de no mediar acciones públicas diferenciales, son solamente los sectores más dinámicos de la economía rural los que pueden aprovechar mejor esas oportunidades. En este sentido, el registro de que no todos son iguales en el territorio rural puede, potencialmente, redireccionar las políticas públicas hacia un reconocimiento de la diferencia para el aprovechamiento de oportunidades. Desde esta perspectiva, estos hombres y mujeres jóvenes representan un importante colectivo de sujetos que le dan al campo el dinamismo, empuje, innovación y capacidad de cambio; todos elementos necesarios para equilibrar las diferencias y potenciar su riqueza. Ahora bien, las políticas públicas para los jóvenes rurales fueron y son parte de la agenda de las organizaciones agrarias. Las demandas de atención vienen siendo planteadas desde hace mucho tiempo. Por lo tanto, esto requiere que los Estados nacionales de la región recuperen el rol de promotor y nivelador de oportunidades. Precisamente, los Estados deben incluir y proponer, para la agenda de políticas públicas orientadas al desarrollo rural, propuestas y acciones especialmente diseñadas para los jóvenes. En línea con esta situación, desde el espacio regional se ha decidido dar inicio al desarrollo y articulación de la juventud rural; particularmente, en esta nueva etapa del Mercosur 8., se ha comenzado a fortalecer el diálogo público – privado intrarregional para la construcción de una agenda de políticas públicas diferenciales para el sector de la Agricultura Familiar. La Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar (REAF 9.) es un agente que ayuda a la realización de esas políticas públicas demandadas por las organizaciones y recogidas por los gobiernos de los países que integran el Mercosur para convertirlas en políticas de Estado. Por lo tanto la REAF, a través de las cancillerías y de los ministerios con competencia en la materia, dados sus mandatos institucionales, sus principios rectores y la agenda consensuada en estos, resulta funda8. El Mercado Común del Sur (Mercosur) se creó el 26 de marzo de 1991 con la firma del Tratado de Asunción por parte de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. De manera sucinta, ha contado con dos fases de funcionamiento diferenciadas: la primera, desde su creación hasta los años 2001 ‐ 2002 se orientó, casi de manera exclusiva, a la liberalización comercial interna y externa. La segunda fase se inicia en el año 2003, a partir de los procesos políticos de cambio en cada uno de los Estados parte y se distingue por promover nuevas agendas de integración: productiva, social y ciudadana, principalmente (Perrotta, 2010). 9. La Reunión Especializada de Agricultura Familiar (REAF) se creó en el año 2004 mediante la Resolución 11/04 del GMC.
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mental para fortalecer a la dirigencia agraria juvenil de los países del Cono Sur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile) teniendo en cuenta que las organizaciones agrarias son parte importante en el diseño de políticas públicas que los afectan, e impactan en todos los habitantes de la región al margen de la especificidad de los distintos países. Se requiere, entonces, fortalecer a las organizaciones y a sus dirigentes en lo que respecta a sus capacidades de gestión política, gremial y comunitaria, en el sentido de mejorar su perfil dirigencial, capaz de ayudar a generar mayor valor público y forjar, además, apropiadas coordinaciones interorganizacionales con otras instancias del Estado y la sociedad civil. El proceso de diálogo desarrollado en las reuniones regionales de la REAF del Mercosur y las respectivas secciones nacionales permitió aumentar la capacidad de diálogo político, tanto en dirigentes del sector de la AF como de los cuadros funcionales del sector público. Sin embargo, es preciso contar con una política de participación claramente definida en la que se contemplen oportunidades y riesgos; más aún si lo que se persigue es que la participación y el diálogo aporten las ventajas genuinas que pueden ofrecer a la generación y la gestión de políticas públicas (Márquez y Ramos, 2011). Para aprovechar al máximo esta oportunidad es preciso contar con un método que permita a los participantes reunir una agenda de temas que sean prioritarios para todos los países y los agricultores familiares de toda la región.
3.2. Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales
Tratar el tema de la juventud en la región de manera calificada consiste en fortalecer la perspectiva común de los derechos humanos de los jóvenes. Significa, entonces, influir sobre la construcción de las agendas de políticas públicas volcadas hacia los jóvenes. El Curso Regional encaminado entre los años 2008 y 2009 se propuso como objetivo general fortalecer el rol de los jóvenes dirigentes de las organizaciones de la agricultura familiar de la región, revalorizando el debate de las políticas de desarrollo rural para mejorar la gestión asociada de los asuntos públicos y orientarla a la construcción de un modelo de desarrollo rural sustentable. El curso se dirigió a cuarenta jóvenes, todos ellos y ellas dirigentes de las organizaciones de la agricultura familiar. Los participantes provinieron de los países de lo que se conoce como el “Mercosur ampliado” (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile); se acordó un criterio proporcional de participación: diez jóvenes por cada uno de los países. Dicho curso se desarrolló en cuatro módulos, con una duración de cinco días cada uno. Cada jornada de trabajo tuvo una duración de ocho horas, lo que se traduce en un total de 40 por módulo, que contabilizan un total de 160 horas. A continuación detallamos esquemáticamente el proceso local que llevó a la organización del Curso Regional. 2004 - Posadas, Misiones Se realiza un seminario en el marco del convenio de colaboración con el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE-UNESCO)10para la investigación sobre juventud, educación y desarrollo rural. 2005 - Tafí Viejo, Tucumán Se organiza un encuentro de jóvenes rurales, para identificar sus demandas y expectativas para la transformación de los territorios rurales. 10. El IIPE es un foro de intercambio de ideas y conceptos en materia de planificación y gestión educativa. Fue fundado por la UNESCO en el año 1963.
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EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
2007 - Mercedes, Corrientes Se lleva a cabo el primer curso “Jóvenes Agentes de Desarrollo Rural”, siete módulos de capacitación. 2007 - La Rinconada, Tucumán La realización del segundo curso “Jóvenes Agentes de Desarrollo Rural”, siete módulos de capacitación A continuación, se resume esquemáticamente el proceso regional, en el marco de la REAF, que llevó a la organización del curso. IV REAF - Montevideo, 2004 La delegación de Chile, como integrante del Mercosur ampliado, plantea la necesidad de abordar el tema de la juventud rural. V REAF - Buenos Aires, 2005 La delegación argentina realiza una presentación a las delegaciones como un posible abordaje al tema de los jóvenes de la agricultura familiar. VI REAF - Porto Alegre, 2006 Se realiza un seminario de diagnóstico de los jóvenes rurales sobre una propuesta presentada por jóvenes de las organizaciones de la agricultura familiar. Se crea el Grupo Temático de Juventud. VII REAF - Asunción, 2007 Se aprueba una propuesta de capacitación para jóvenes dirigentes de las organizaciones de la agricultura familiar. En estas jornadas se aprueban los contenidos que se detallan en las páginas 50, 51 y 52. VIII REAF - Montevideo, 2007 Se aprueban los contenidos temáticos del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales del Mercosur. IX REAF - Buenos Aires, 2008 Se acuerda la realización del curso regional durante el segundo semestre de 2008: módulo I (Buenos Aires), módulo II (Río de Janeiro); primer semestre de 2009: módulo III (Posadas), módulo IV (Itaipú). Se acuerda el abordaje y los objetivos pedagógicos del curso entre las delegaciones de Argentina y Brasil de acuerdo con la siguiente programación: Módulo I Fundamentos teóricos de un abordaje generacional/juvenil de un desarrollo rural y agrario en el Mercosur. El objetivo general del módulo consistió en establecer los elementos teóricos para la comprensión e interpretación de la trayectoria del desarrollo rural y agrario en el continente sudamericano y el papel de la juventud y las dinámicas generacionales en su efectivización. Se propusieron los siguientes temas: Introducción al desarrollo rural y agrario; Desarrollo rural sustentable y agricultura familiar; Juventud y teoría social;
50.
CAP./ 3
Identidad y cultura; Género y sexualidad; La condición juvenil en la agricultura familiar; Juventud y desarrollo rural en el Mercosur; Historia de la lucha por la tierra en los países del Mercosur; Economía solidaria. Módulo II Metodologías para la ampliación del capital social y protagonismo juvenil. Análisis de situación, estrategia de participación, gestión asociativa y elaboración de proyectos. El objetivo general del módulo fue presentar elementos teórico-prácticos para capacitar a los jóvenes en el desarrollo de la reflexión acerca de las metodologías para la realización de las actividades de elaboración, ejecución, desarrollo y evaluación de proyectos que promuevan el aumento del capital social y del protagonismo juvenil con vistas al desarrollo rural sustentable. Se propusieron los siguientes temas: Capital social y desarrollo rural: definición y estrategias; Metodología de análisis de situación y diagnóstico de sistemas agrarios; Planeamiento estratégico participativo y actuación de organizaciones juveniles; Elaboración y gestión de proyectos de desarrollo rural sustentable y agroecología. Módulo III Integración regional y fortalecimiento de la agricultura familiar. Desarrollo de sistemas de producción sustentable, redes de comercialización y cooperación técnica regional. El objetivo general del módulo fue informar a los jóvenes sobre los marcos legales y la constitución del Mercosur como sistema de integración regional, las formas de articulación entre los diferentes actores de las cadenas agroalimentarias y agroindustriales, y los mecanismos de facilitación y fortalecimiento del comercio entre productores familiares y sus productos. Se propusieron los siguientes temas: Estado y organizaciones sociales en el desarrollo rural; Historia de la formación de los bloques regionales y del Mercosur; Marco institucional de la REAF; Agricultura familiar y reglas multilaterales; Participación y articulación de productores familiares en cadenas agroalimentarias y agroindustriales en el Mercosur; Instrumentos para la facilitación de la inserción de los agricultores familiares en el comercio regional; Instrumentos de financiamiento y de cooperación técnica regional; Comercio justo y solidario. Módulo IV Emprendimientos juveniles: Innovación y reconfiguración de prácticas productivas, uso de tecnologías de información, procesos de empoderamiento y construcción de autonomía juvenil. El objetivo general del módulo consistió en promover una mayor aproximación de cada joven a experien-
51.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
cias desarrolladas por instituciones, movimientos sociales y asociaciones productivas de jóvenes que se caractericen por la innovación y reconfiguración de prácticas de producción, experiencias de difusión de información y de actividades productivas autónomas a través del relato de experiencias y de la observación en el lugar. Se propusieron los siguientes contenidos: Paradigmas de emprendimientos juveniles innovadores, información, sustentabilidad, solidaridad y autonomía; Políticas públicas de acceso a tierra y apoyo a emprendimientos productivos de los jóvenes agricultores familiares en los países del Mercosur; Relato de experiencias en el desarrollo del Mercosur. Evaluación y síntesis El curso constituyó una experiencia concreta de participación e incidencia de la juventud rural en un espacio de construcción de políticas regionales: no sólo en el sentido de brindar la posibilidad para la elaboración de una propuesta de agenda de trabajo sobre la juventud rural del Mercosur que luego pudiera ser desarrollada por la REAF, sino –principalmente– en el hecho de que los y las jóvenes rurales fueron los protagonistas de este proceso. Asimismo, el Curso Regional valorizó las identidades de la juventud rural, responsable de la reproducción del modelo de producción de la agricultura familiar, e incentivó el intercambio de experiencias de formación de redes en la región. La formación de líderes para la agricultura familiar y la formulación de propuestas de políticas públicas para la juventud rural en el ámbito del Mercosur se erigieron como los principales propósitos del curso. Además, el curso contribuyó a la formación de jóvenes como agentes de desarrollo rural sustentable y como líderes de las organizaciones rurales. En este sentido, se procuró estimular la elaboración de propuestas y la presentación de demandas relacionadas con las políticas públicas para la juventud rural, de manera de encaminar acciones concretas a ser implementadas por la REAF. Si bien la programación de los módulos a lo largo del curso tuvo ajustes en el proceso, el nivel demostrado por este curso superó las expectativas. En suma, la evaluación del curso permite observar que sus objetivos fueron plenamente alcanzados, ya que permitió el intercambio y la socialización cultural y política de mujeres y varones jóvenes de las distintas expresiones de la agricultura familiar, que fue para ellos una intensa experiencia.
3.2.1. Identificación de los y las jóvenes participantes del Curso Regional
Con el objetivo de realizar un diagnóstico sobre el Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales del Mercosur, fueron desarrollados instrumentos para la recolección de datos. La metodología articuló procedimientos cualitativos y cuantitativos. El proceso de elaboración y preparación del documento fue realizado por la consultora Salomé Lima Ferreira de Almeida en el marco del proyecto de cooperación “Apoyo a las políticas y a la participación social para el desarrollo rural sustentable” (PCT IICA/MDA-NEAD). La elaboración del cuestionario consideró las particularidades de cada movimiento para diferenciar algunas
52.
CAP./ 3
cuestiones más específicas. Este procedimiento se tornó esencial para garantizar y capturar la diversidad existente entre los movimientos y organizaciones en que actúan los jóvenes participantes del curso. Este instrumento cuantitativo y cualitativo (básicamente en la forma de encuestas) fue organizado en cuatro bloques temáticos: I.
Identificación: edad, sexo, estado civil, lugar de nacimiento, religión, etnia;
II. Escolarización: preguntas que permitieron el análisis de nivel de escolarización, abandono escolar, las razones para dejar de estudiar; III. Trayectoria política: año de inicio de la participación en organizaciones sociales, otras cuestiones que apuntaron a procesos de formación y consolidación de la militancia, cargos ocupados con anterioridad o actualmente en la organización o movimiento; IV
Evaluación del Curso Regional.
El cuestionario fue realizado durante el período 15/11/2009 y 21/11/2009 en el estado brasileño de Río Grande del Sur durante la realización del cuarto módulo del curso regional de formación. En este sentido, los datos aquí presentados se refieren a los módulos 1, 2 y 3. Fueron entrevistados todos los jóvenes que estuvieron presentes durante el cuarto módulo Como ya mencionamos, es menester recordar que los y las jóvenes que formaron parte del universo investigado eran oriundos de los países del Mercosur (véase gráfico 1). Gráfico 1 País de origen (%)
30
26,7
26,7
10 6,7
Argentina
Uruguay
Brasil
Chile
Paraguay
Ref: el porcentaje del caso chileno es más elevado porque los participantes del curso fueron rotando y aquí se contabilizan todos los y las jóvenes que asistieron al curso regional de formación.
En lo que refiere a la distribución de género de los y las jóvenes participantes, las mujeres representaron el 56,7%, mientras que los varones, el 43,3% (véase gráfico 2).
53.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
Gráfico 2 Sexo (%)
Femenino Masculino
56,70
43,30
En lo que corresponde a la distribución etaria de los y las participantes del curso regional de formación de la REAF, de los treinta entrevistados, el más joven tenía 18 años, mientras que el mayor contaba con 32 años. La franja etaria con mayor preeminencia es la que va entre los 22 y los 26 años (véase gráfico 3).
Gráfico 3 Franja etaria (%)
16,7 13,3
10
6,7
3,3
3,3
18 años
19 años
6,7
6,7
6,7
10
6,7
3,3
20 años
21 años
22 años
23 años
24 años
25 años
26 años
27 años
28 años
29 años
3,3
3,3
30 años
32 años
a.- Escolarización El segundo ítem del cuestionario abordó cuestiones relativas a la escolarización de los y las jóvenes participantes. Los resultados obtenidos indican que más de la mitad de los jóvenes se encontraban estudiando, mientras que un 43,3% de los jóvenes no se encontraron cursando algún estudio (véase gráfico 5).
Profundizando sobre esta cuestión, se obtuvo información respecto del nivel educativo al que asistía el grupo de jóvenes que declaró encontrarse estudiando en dicho momento (véase gráfico 6). Al respecto, la mayoría (un 76,5%) indicó estar asistiendo al nivel superior.
54.
CAP./ 3
Gráfico 5 Estado educativo actual (%)
56,7 43,3
Estudia
No estudia
Gráfico 6 Nivel de escolarización de los jóvenes que están estudiando (%) 1o / 2o año de educación media técnica
5,9
3o año de educación media técnica
5,9
Superior
76,5
Posgrado
5,9
Técnico
5,9
Por su parte, del grupo que declaró no encontrarse estudiando, se destaca que, en su mayoría, se había alcanzado el tercer año del nivel medio y/o técnico (véase gráfico 7). Vale aclarar que en este punto la situación de escolarización resultó más disímil. En lo que compete a los motivos que llevaron a abandonar los estudios (véase gráfico 8), el 44,4% indicó la falta de recursos económicos como la razón principal. Asimismo, un dato a resaltar consiste en el porcentaje (16,7%) de los jóvenes que indicaron haber abandonado los estudios debido a la imposibilidad de conciliarlo con la participación en las organizaciones. Luego, en lo que compete a los otros motivos, se destaca la falta de transporte (11,1%) y la lejanía de la escuela respecto de su comunidad (5,6%); situación que merece ser destacada dadas las dificultades en el proceso de escolarización vividas por los jóvenes que habitan áreas rurales.
55.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
Gráfico 7 Nivel de escolarización de los jóvenes que no están estudiando (%)
6o a 8o año de educación básica
7,7 15,4
1o / 2o año de educación media técnica 3o año de educación media técnica
38,5 23,1
Superior incompleto Superior completo
Gráfico 8 Motivos señalados por los jóvenes que no se encuentran estudiando (%)
Localización lejana de la escuela
15,4
5,6
Falta de transporte
Trabajo en el campo
11,1
5,6
Falta de recurso económicos
44,4
Difícil conciliación entre el estudio y la participación en los movimientos sociales / sindicatos / organizaciones civiles
16,7
Otro motivo
16,7
En lo que compete al ejercicio de algún tipo de actividad remunerada, la mayoría (un 60% del total) declaró afirmativamente; mientras que el 40% restante indicó no encontrarse realizando una actividad remunerada (véase gráfico 9). Vale destacar que muchos jóvenes aún viven con sus padres y actúan apenas en la organización; en muchos casos, este trabajo no es remunerado.
56.
CAP./ 3
Gráfico 9 Realización de alguna actividad remunerada (%)
Si No
60
40
Profundizando en el grupo de jóvenes que declararon ejercer alguna actividad remunerada, se procedió a recoger información en torno al tipo de trabajo y/o acción realizada (véase gráfico 10). Al respecto, el 66,7% indicó que desempeñaban esta actividad en el campo, mientras que un 22,2% indicó que lo hacían tanto en el campo como en la ciudad. Apenas un 11,1% indicó ejercer sus actividades de manera exclusiva en la ciudad.
Gráfico 10 Lugar de realización de la actividad remunerada (%)
66,7
22,2 11,1
Campo
Ciudad
Campo y ciudad
b.- Actuación en política social En lo que compete al análisis de los datos sobre su participación política y social, se verificó que casi en su totalidad (96,7%) los y las jóvenes participaban de algún movimiento social, sindical u organización civil (véase gráfico 11).
Al preguntarles en qué momento de sus vidas comenzaron a participar en organizaciones, resulta interesante observar que el 37,9% de los jóvenes lo hicieron con 18 años de edad, en tanto un 20,7% señaló iniciar este tipo de participación a los 22 años (véase gráfico 12).
57.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
3,3
Gráfico 11 Participación en organizaciones (%)
Si No
96,70
Gráfico 12 Edad en que comenzó a participar en organizaciones (%)
37,9
20,7
6,9
13 años
3,4
3,4
16 años
17 años
3,4 18 años
19 años
3,4 20 años
21 años
6,9
6,9
22 años
23 años
3,4
3,4
24 años
29 años
Al indagar sobre el tipo de área en la cual se desarrollaban en la organización, la mayoría indicó que lo hacía en el sector dedicado a la juventud (52,9%) (véase gráfico 13).
Gráfico 13 Sector o área en que actúa en la organizacíon (%)
Educación
2,9
Género
2,9
Reforma agraria
Ningún sector específico
Otro
58.
52,9
Juventud
8,8 14,7 17,6
CAP./ 3
Luego, al ser interrogados sobre la ocupación de cargos en la organización (véase gráfico 14), un 58,6% respondió de manera afirmativa.
Gráfico 14 Ocupación de cargo en la organización (%)
Si No
58,60
41,40
Asimismo, es interesante notar que de aquellos que afirmaron poseer un cargo en alguna organización o movimiento social, el 33,3% declararon haber asumido esa función a los 19 años (véase gráfico 15). Se desprende, entonces, que los y las jóvenes indagados ocupan cargos de responsabilidad y liderazgo muy tempranamente.
Gráfico 15 Edad en que se comenzó a ocupar cargos en organización (%)
33,3
20 13,3 6,7
18 años
19 años
6,7
6,7
20 años
22 años
6,7
24 años
25 años
27 años
6,7
29 años
Al ser indagados sobre su participación en otras organizaciones para y de la juventud, se observó que un 56,7% de los jóvenes declararon afirmativamente, mientras que un 43,3% indicaron su presencia en apenas un movimiento social (véase gráfico 16). Adicionalmente, se intentó conocer su participación pasada en alguna otra organización y/o movimiento social. El 56,7% de los y las jóvenes declararon haberlo hecho antes de la actual (véase gráfico 17). Entre los que participaron en otras organizaciones o movimientos, se intentó obtener información sobre su tipo, particularmente, si se trataban de organizaciones de juventud. Del gráfico 18 se desprende que el 43,3% habían estado involucrados en otras organizaciones de juventud, mientras que el 56,7% declararon negativamente.
59.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
Gráfico 16 Desempeño de tareas en organizaciones de juventud (%)
Gráfico 17 Actuación anterior en otra organización o movimiento social (%)
Gráfico 18 Participación previa en otras organizaciones / movimientos de juventud (%)
Si No
56,70
43,30
56,70
43,30
56,70
43,30
Si No
Si No
En el cuestionario se dedicó un apartado a la vinculación de la familia, en general, con organizaciones o movimientos. Al respecto, un dato interesante consiste en el hecho de que un 76,7% de los jóvenes declararon que sus padres participaban de algún movimiento social, sindical o asociación civil. Resulta
60.
CAP./ 3
importante destacar que, en muchos casos, la participación de los padres se realiza en la misma organización en la cual el joven actúa. En los casos más específicos se observó que las familias nucleares (padre, madre, hijos) ingresan en la misma organización o movimiento. Otro elemento que fue indagado consistió en relevar si los y las jóvenes habían participado previamente en cursos de formación política (véase gráfico 19). La gran mayoría (73,3%) lo había hecho.
Gráfico 19 Participación anterior de algún curso de formación política (%)
Si No
26,70 73,30
Asimismo, en esta sección del cuestionario dedicada a la participación política y social se incorporaron cuestiones que buscaron referenciar el grado de influencia del curso de formación de jóvenes, la trayectoria y la experiencia de participación del propio joven. En este sentido, se verificó que el 83,3% ya habían ejercido alguna actividad política, social, comunitaria antes de ingresar en el curso de la REAF (véase gráfico 20).
Gráfico 20 Ejercicio de alguna actividad antes de ingresar al curso regional de formación de jóvenes de la REAF (%)
Si
16,70 No
83,30
Profundizando sobre el tipo de actividad (véase gráfico 21), del 83,3% que declaró ejercer alguna actividad previa al Curso Regional de Jóvenes de la REAF, el 16,7% respondió que desarrollaban tareas de acción política/comunitaria. Más de la mitad de los jóvenes estuvieron participando en actividades en que
61.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
pudieron relacionarse con otros jóvenes, tales como: capacitaciones (13,7%) y organización de asociaciones de jóvenes (11,8%). Finalmente, se indagó sobre el ejercicio de liderazgo de los y las jóvenes participantes del curso de formación regional. La mayoría indicó que ocupaba posiciones de liderazgo con anterioridad (véase gráfico 22).
Gráfico 21 Actividades ejercidas antes de ingresar al curso regional de formación de jóvenes de la REAF (%)
Coordinación de proyectos Elaboración de proyectos de gestión cooperativa
8,8 3,9 7,8
Elaboración de proyectos Capacitación en proyectos de formación técnica
10,8
Elaboración de proyectos de capacitación en desarrollo rural sutentable
9,8
Capacitación en proyectos de formación política
9,8
Elaboración de proyectos de generación de ingresos
2,9
Participación en acciones políticas / comunitarias
16,7
Organización de jóvenes
11,8
Capacitación de jóvenes Otros
Gráfico 22 Ocupación de cargos o lugares de liderazgo antes del curso regional de formación de jóvenes de la REAF(%)
62.
13,7 3,9
Si No
63,30
36,70
CAP./ 3
3.2.2. Conclusiones
El estudio y seguimiento del procedimiento permitió observar las rutas tomadas para lograr los objetivos propuestos por el curso. En primer lugar existe un perfil de jóvenes líderes, en su mayoría mujeres, con inserción previa al curso en la dirección de sus organizaciones, que se fusionó con jóvenes con una inserción menos fluída. Lo que puede verse en el hecho de que 58,6% de las y los jóvenes ocupan un puesto en su movimiento social, sindicato u organización civil, mientras que el 41,4% no ocupó cargos formales. Esta elección de diversos perfiles permitió el intercambio de opiniones diferentes acerca de la condición de las y los jóvenes, así como también de los caminos para la construcción de propuestas de políticas públicas. El perfil de las y los jóvenes en cuanto a educación formal fue más homogéneo. Como hemos visto, del 56,7% que declaró estar estudiando, más de la mitad se encontraban matriculados en la educación superior; y del 43,3% que no está estudiando, más de la mitad dejó sus estudios durante la escuela secundaria. Otra información importante acerca del perfil es la siguiente: el 58,4% de las y los jóvenes comenzaron a actuar en diversas organizaciones de la sociedad civil entre los 18 y 22 años de edad. Otro hecho significativo consiste en que la mayoría de los participantes, un 73,3%, ya había recibido educación política y cursos de capacitación antes de la experiencia de REAF. Cabe destacar que todos los jóvenes (100%) han mostrado motivación para participar en otros cursos de formación. Estos datos apuntan a una importante asociación entre educación formal y capacitación, así como entre la formación y práctica de trabajo. Respecto de los acontecimientos inmediatos, se puede ver que el 14,6% ha realizado reuniones para multiplicar el contenido del curso regional. En el transcurso de los dos años de duración del curso, logramos percibir una articulación entre los y las jóvenes que movilizó y motivó un proceso de empoderamiento y activo protagonismo. La evaluación del curso permite afirmar que se lograron plenamente sus objetivos. El fortalecimiento y reconocimiento de las diferentes expresiones e identidades de la agricultura familiar, ya sean en sus países de origen o entre los países participantes, trajeron aparejada la necesidad de prácticas de fomento del diálogo y el consenso. Los conflictos que surgieron en el proceso fueron tratados en el contexto; es decir, dentro de las normas de convivencia, de reconocimiento político y de identidad en torno a este espacio. Un resultado a destacar consiste en la identificación de las numerosas demandas de la juventud rural para garantizar condiciones de elección que permita la permanencia de la agricultura familiar en la región. Este proceso dio lugar a la formulación de recomendaciones para REAF y el grupo de trabajo (GT) de juventud. Sin embargo, se observó, como punto de partida, la invisibilidad de la juventud rural y sus demandas en la región, la descalificación vis a vis de la actuación de los jóvenes en la gestión, formulación y adopción de decisiones, tanto en la producción diaria en el hogar, como en las esferas de la formulación de políticas públicas.
3.3. Seminario Regional de Caracterización de la Juventud Rural del Mercosur
Tras la finalización del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales del Mercosur, se realizó en el marco de la XII REAF de Montevideo, entre los días 1º y 4 de diciembre de 2009, el Seminario de Caracterización de la Juventud Rural. Tuvo como objetivo general debatir la centralidad de la juventud rural, como población y como actor estratégico, para la consolidación de un modelo de desarrollo rural sustentable para la región, con base en la agricultura familiar.
63.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
El seminario se dividió en tres paneles: el primer panel, de caracterización de la juventud rural de la región; un segundo panel, de evaluación de los resultados del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales de la REAF, en términos de incidencia y participación juvenil; y el tercer panel, de presentación de las recomendaciones construidas por los y las jóvenes participantes del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales de la REAF, quienes fueron los principales protagonistas a lo largo de todo el seminario.
PANEL 1: Caracterización de la Juventud Rural en el Mercosur El primero de los paneles tuvo como objetivo presentar el cúmulo de los estudios sobre la categoría juventud rural con el fin de profundizar su comprensión y sus implicancias económicas, sociales y políticas para un proyecto de desarrollo rural sustentable con base en la agricultura familiar. Entre los panelistas que participaron, se destacaron la Lic. Elisa Guaraná (Universidade Federal Rural do Río de Janeiro, Brasil), el Lic. Luis Caputo (BASE Investigaciones Sociales, Paraguay) y la Lic. Marcela Román (Universidad de Buenos Aires).
PANEL 2: Evaluación de los Objetivos del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales El objetivo general del segundo panel fue evaluar el cumplimiento de los objetivos iniciales definidos para el Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales de la REAF y sus impactos en términos de: Empoderamiento de los jóvenes que participaron del Curso; Multiplicación de la formación para otros jóvenes; Apertura y refuerzo de la temática juventud en los movimientos sociales que participaron del curso y en los gobiernos de la REAF. El panel contó con la disertación de los puntos focales del GT de Juventud Rural de la REAF/Coordinación del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales, Favio Pirone y Guilherme Brady Rocha. PANEL 3: Recomendaciones de los y las jóvenes participantes del curso regional para la estructuración de la agenda de trabajo para la juventud rural de la REAF El objetivo del último panel fue presentar los resultados de los trabajos del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales de la REAF y las recomendaciones construidas por las y los jóvenes participantes, en los temas que consideran prioritarios: Moderador del panel: Pablo Acosta (participante del Curso, Uruguay) Contextualización de los aspectos ligados a la juventud rural y su relación con los resultados del Curso de Formación (Willian Clementino, Brasil); Migración (Gabriela Zárate, Paraguay); Educación/formación/capacitación (Eliana Pirotto, Uruguay); Acceso a tierra y reforma agraria (David Corpuz, Argentina); Sistemas de producción y manejo sustentable de los recursos naturales (Eliane de Souza Oliveira, Brasil); Fortalecimiento institucional de la temática de la juventud rural en los gobiernos y en las organizaciones (Rodrigo Yañes, Chile); Evaluación del proceso por parte de las y los jóvenes cursantes (Marina Marini, Argentina);
64.
CAP./ 3
3.3.1. Recomendaciones para la REAF
Las recomendaciones que surgieron del espacio de diálogo y discusión de los y las jóvenes del curso regional fueron elevadas al GT Juventud Rural de la REAF para su análisis y su posterior recomendación a la REAF en torno de una posible agenda de trabajo para la juventud rural, a ser desarrollada a partir del año 2010. A continuación se presentan los temas emergentes del trabajo de los jóvenes: Tema 1: Sistemas de producción y manejo sustentable de los recursos naturales (expositora Eliane de Souza Oliveira) Promover líneas específicas de financiamiento para los y las jóvenes rurales, según sus características, valorizando los sistemas productivos sustentables y garantizando su aplicación sin discriminación; Promover iniciativas sustentables desarrolladas por las y los jóvenes para la generación de trabajo y renta, valorizando las experiencias desplegadas en el ámbito de la economía; Promover la articulación de los Ministerios con los organismos de innovación tecnológica, aportando a la difusión de la tecnología existente y apropiada a la AF y a la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías; Promover procesos de toma de conciencia sobre hábitos sanos de alimentación a través de campañas; identificación y organización de la producción de la agricultura familiar y de la agroecología; Crear un sello o marca de productos de la agricultura familiar y de productos agroecológicos con certificación de las organizaciones sociales del Mercosur; Trabajar el tema de la Asistencia Técnica y Extensión Rural en conjunto, con una formación de técnicos con enfoque agroecológico; Que en la formulación de proyectos las familias tengan un rol activo y sean parte constituyente de los mismos; Que en el ámbito de la REAF se cree el GT de medio ambiente y recursos naturales; Promover intercambios de la juventud de la agricultura familiar para conocer experiencias de producción agroecológica. Tema 2: Acceso a tierra y reforma agraria (expositor David Corpuz) Promover la articulación de redes dentro de las organizaciones, con el fin de que aporten los criterios para las políticas públicas de acceso a la tierra y reforma agraria para la juventud rural; Que los gobiernos promuevan, en articulación con las organizaciones sociales, proyectos piloto de colonización y reforma agraria para los y las jóvenes rurales; Proponer la capacitación y formación continua de la juventud sobre el acceso a la tierra y la reforma agraria, sus aspectos jurídicos y función social, así como también sobre el uso sustentable de los recursos naturales; En conjunto con el GT de Tierras, promover investigaciones sobre el acceso a la tierra de los y las jóvenes rurales; Que la REAF retome los debates sobre la Red de Tierras, de modo de acompañar y seguir las acciones de acceso a tierra y reforma agraria desarrolladas en los países; Que en el futuro el Mercosur promueva un instituto de colonización y reforma agraria del Mercosur; Que los países articulen en el ámbito de la REAF una campaña regional de valorización de reforma agraria y de la agricultura familiar.
65.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
Tema 3: Educación, capacitación, formación (expositora Eliana Pirotto) Garantizar el acceso a la educación pública y de calidad, en todos los niveles, garantizando la continuidad de educación en las áreas rurales con infraestructura, metodología y contenidos adecuados a la realidad de la juventud rural; Promover el fortalecimiento de programas de educación no formal, atendiendo las demandas de los y las jóvenes rurales, valorizando las experiencias de las organizaciones sociales; Garantizar el acceso a la educación técnica y profesional, que priorice la difusión de sistemas de producción y manejo sustentable de los recursos naturales, como también el agregado de valor en la producción de la agricultura familiar; Promover el intercambio regional de experiencias de formación en materia de educación formal y no formal.
No se registraron propuestas para los dos temas restantes, ya que el caso de “migración campo–ciudad” se identificó como transversal a los demás ejes; mientras que en lo que compete a la “institucionalidad de la juventud rural”, su contenido se dejó a cargo de cada país.
66.
CAP./ 3
67.
EL PROCESO REGIONAL. EL MERCOSUR
68.
CAP./ 3
CAPÍTULO / 4 AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
69.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
70.
CAP./ 4
CAP./ 4 4.1. Informe de relatoría de los
“Acceso a la tierra”
4.2.1. Resumen de las acciones necesa-
las jóvenes a la visión del PEA 2
Espacios de Encuentro y Formación
4.1.5. Consideraciones sobre la cuestión
rias para encaminar políticas públicas
4.3.2. Aportes de las y los jóvenes a
de Jóvenes de la Agricultura
“Institucionalidad de la juventud rural”
para la juventud de la agricultura
la misión del PEA 2
Familiar (EEFJAF)
4.1.6. Consideraciones sobre la cuestión
familiar, por región y por área temática
4.3.3. Aportes de las y los jóvenes a la
4.1.1. Conclusiones y resultados de
“Producción sustentable”
4.2.2. Entrevistas
matriz F.O.D.A. del PEA 2
los módulos I y II
4.1.7. Consideraciones sobre la cuestión
4.1.2. Observaciones sobre la relevancia
“Migración campo-ciudad”
de la agenda de la REAF y la jerarqui-
4.3.4. Conclusiones
4.3. La juventud rural y el Plan Estratégico Agroalimentario y
4.4. El Espacio Nacional
zación de sus componentes
4.2. La construcción de estrategias
Agroindustrial Participativo y
4.4.1. Definiciones comunes y
4.1.3. Consideraciones sobre la cuestión
para la elaboración y puesta en
Federal (PEA 2) por Facundo
propuestas para una agenda de
“Educación en el campo”
marcha de políticas públicas para
Millán, Emilio López
políticas públicas para la juventud rural
4.1.4. Consideraciones sobre la cuestión
la juventud rural
4.3.1. Síntesis de los aportes de los y
Néstor Kirchner / Presidente de la Argentina (2003-2007), Secretario General de UNASUR (mayo a octubre 2010) “A los jóvenes les digo, sean transgresores, opinen, la juventud tiene que ser un punto de inflexión del nuevo tiempo”. Cristina Fernández de Kirchner / Presidenta de la República Argentina “Les pido que tengan ejemplos, pero que sean ustedes mismos, cada uno de ustedes. Por primera vez ustedes –generación del Bicentenario– se están incorporando a la política no contra alguien, sino por alguien, por una historia, por la Argentina, por seguir mejorando las cosas”.
71.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
Agenda y propuestas sobre políticas públicas para el sector de la juventud rural
Escuchar a las y los jóvenes y comenzar a trabajar en el diseño de nuevos y mejores instrumentos públicos para la agricultura familiar fueron los objetivos principales para la realización del primer Encuentro Nacional de Jóvenes de la Agricultura Familiar: Desarrollo Rural para un Futuro con Inclusión, organizado por la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar y la Dirección Nacional de Juventud del Ministerio de Desarrollo Social (DINAJU). Cerca de 2000 jóvenes de las regiones NOA, NEA, Centro, Cuyo y Patagonia, trabajaron intensamente durante las jornadas de los días 12 y 13 de mayo de 2009 en la ciudad de Buenos Aires. El rasgo distintivo de este encuentro radicó en la posibilidad de los y las jóvenes rurales de escuchar y ser escuchados por la Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, en lo que se constituyó como la primera experiencia de acercamiento entre la máxima autoridad política y la juventud rural. Educación, salud, acceso a la tierra y al agua, condiciones equitativas para la comercialización, acceso al crédito y tecnologías apropiadas fueron algunas de las principales demandas que se escucharon entre la juventud de las cinco regiones del país y que pasarían a consolidar una agenda para el sector, en consonancia con la agenda elaborada en el marco de la REAF; por lo que se erigió, al mismo tiempo, en el puntal para comenzar el proceso de validación de los temas y la construcción de propuestas de políticas públicas que garanticen el arraigo rural a través de los Espacios de Encuentro y Formación de Jóvenes de la Agricultura Familiar (EEFJAF).
4.1. Informe de relatoría de los Espacios de Encuentro y Formación de Jóvenes de la Agricultura Familiar (EEFJAF)
En el marco de las acciones dirigidas a las y los jóvenes de la agricultura familiar, encaminadas por el Ministerio Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, mediante los proyectos FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola) en Argentina, bajo la órbita de la UCAR, conjuntamente con la Subsecretaría de Agricultura Familiar, entre los meses de agosto y noviembre de 2010 se desarrollaron las jornadas del Espacio de Encuentro y Formación de Jóvenes de la Agricultura Familiar (EEFJAF). En este capítulo se realiza un análisis sobre la estructuración de los encuentros y los resultados obtenidos: en particular, las voces de los jóvenes. Las páginas que siguen dan cuenta del camino desandado por los y las jóvenes hacia la elaboración de propuestas de políticas públicas para el sector de la juventud de la agricultura familiar asumiendo su rol protagónico. Durante todo el proceso de capacitación, el objetivo general fue brindarles herramientas conceptuales y prácticas para el diálogo político y trabajar conjuntamente con los más de doscientos jóvenes participantes de los EEFJAF, de manera que adquirieran conocimientos para convertirse en actores y autores de políticas públicas que entiendan y atiendan sus particularidades. En este marco se llevaron a cabo acciones vinculadas a constituir un lugar de encuentro entre las y los jóvenes, de manera de favorecer el intercambio de experiencias. La formación de los jóvenes de la agricultura familiar, así como los talleres de validación de la agenda construida en el marco del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales de la REAF/Mercosur, se desarrollaron en tres etapas, con un carácter profundamente federal. Los dos primeros encuentros se organizaron sobre una base regional:
72.
CAP./ 4
Región Centro - La Falda, Córdoba, los días 23 y 24 de agosto y 4 y 5 de octubre de 2010. Región Patagonia - Las Grutas, Río Negro, los días 26 y 27 de agosto y 14 y 15 de octubre de 2010. Región NEA - Posadas, Misiones, los días 2 y 3 de septiembre y 21 y 22 de octubre de 2010. Región NOA - San Miguel de Tucumán, Tucumán, los días 6 y 7 de septiembre y 21 y 22 de octubre de 2010. Región Cuyo - La Rioja, La Rioja, los días 9 y 10 de septiembre y 5 y 6 de noviembre de 2010. Cada módulo tuvo una duración de dos días y 16 horas cátedra, lo que sumó un total de 160 horas en las cinco regiones. Las acciones de coordinación pedagógica, en cada uno de los encuentros, implicaron la organización de los diversos módulos de formación a partir de criterios de lógica interna y coherencia, que permitieron la acumulación del conocimiento por parte de los y las jóvenes; la selección de las estrategias pedagógicas más convenientes, en función de los objetivos propuestos de los EEFJAF. Tras la experiencia de los primeros encuentros, durante los segundos encuentros se priorizaron abordajes desde la educación no formal, en los que los facilitadores brindaron las herramientas adecuadas (modalidad taller) para el diálogo grupal y el plenario, que permitió la discusión de los contenidos y la consecución de las metas de formación. La evaluación fue una tarea permanente de estas estrategias: entre encuentro y encuentro y, particularmente, en los diversos momentos en que en cada región se llevaron a cabo los talleres tendientes a fomentar la participación de los y las jóvenes, se analizó y corrigió el instrumento del taller con el objetivo de garantizar que todas sus opiniones fueran tenidas en cuenta. Asimismo, durante cada uno de los encuentros se supervisó la realización rigurosa de las relatorías correspondientes, ya que en cada una de ellas quedaba plasmada la voz de los y las jóvenes de la agricultura familiar. En relación con las tareas de elaboración de los contenidos se llevaron a cabo las siguientes acciones: Selección de los contenidos de los tres módulos clave de las actividades de formación: problemática del desarrollo rural en Argentina, formación para el diálogo político y validación de la agenda de la REAF Mercosur; Elección de información clave en cada uno de los temas para la elaboración de las presentaciones correspondientes; En el caso particular de las acciones vinculadas a la validación de la agenda de juventud de la REAF: en primer lugar, determinación de los contenidos de la formación de las y los jóvenes en relación con la temática del Mercosur; en segundo lugar, selección de los contenidos para la elaboración de la presentación acerca de la agenda de juventud de la REAF; y, en tercer lugar, elaboración de los contenidos del taller de validación; Evaluación permanente de la pertinencia de los contenidos seleccionados, según criterios de coherencia interna de la estrategia de formación, facilidad para ser comprendidos por los participantes y capacidad para promover el debate. La elaboración de los contenidos tuvo en cuenta a lo largo de todo el proceso tanto la necesidad de dar a las y los jóvenes participantes una formación común, que les permitiera comenzar a construir un lenguaje compartido sobre las temáticas tratadas, así como sobre las particularidades de cada región.
4.1.1. Conclusiones y resultados de los módulos I y II Los EEFJAF han cumplido ampliamente sus objetivos con respecto a convertirse en un ámbito de formación
73.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
y encuentro para los y las jóvenes de la agricultura familiar de la República Argentina. Les ha brindado, en los encuentros que han tenido lugar entre agosto y noviembre de 2010, importantes herramientas conceptuales y prácticas para el diálogo político, la organización y la elaboración de propuestas vinculadas a la temática. Asimismo, resulta relevante destacar su carácter profundamente federal. El cuadro siguiente permite realizar un análisis sobre la cantidad de participantes.
Cuadro nº 1 Distribución de los participantes por región (%) Participantes por región
15
NOA
Centro
NEA
Cuyo
14
24
Patagonia
28 19
Los datos estadísticos reúnen a la totalidad de los y las jóvenes participantes de los dos módulos del encuentro, sumados al Encuentro Nacional. Como podemos observar en el cuadro anterior, las regiones de Cuyo, Patagonia y NOA registran porcentajes similares mientras que Centro y NEA muestran un porcentaje sensiblemente menor sobre un total de 247 jóvenes.
Cuadro nº 2 Perspectiva de género (%) Perspectiva de Género
Hombres Mujeres
57
74.
43
CAP./ 4
Observamos en el cuadro que el nivel de participación ha cumplido con la perspectiva de género, que garantiza la igualdad de oportunidades para todos los asistentes. A continuación, realizaremos un análisis de los porcentajes de participación por provincia en cada una de las cinco regiones, conservando el criterio de englobar los dos módulos de encuentro sumado al Encuentro Nacional.
Cuadro nº 3 Distribución de participantes por provincia, región Centro (%) Región CENTRO
18
Córdoba
Entre Ríos
Santa Fé
Buenos Aires
38
32 12
El cuadro nº 3 indica que, sobre un total de 35 participantes en cada uno de los módulos, la provincia de Entre Ríos, conjuntamente con la provincia de Córdoba, fueron las que tuvieron la mayor representación de jóvenes. Cabe destacar que la provincia de Buenos Aires, además de participar activamente de los EEFJAF, realizó paralelamente encuentros provinciales que continuaban la línea de los mismos.
Cuadro nº 4 Distribución de participantes por provincia, región NOA
26
Región NOA
12 Santiago del Estero
Tucumán
Catamarca
Jujuy
29
10 23
Salta
75.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
Sobre un total de 58 participantes, encontramos una mayor incidencia de los jóvenes que representaron a las provincias de Jujuy, Tucumán y Catamarca con respecto a las provincias de Santiago del Estero y Salta. Cabe destacar que a esta región la integran cinco provincias, mientras que el resto de las regiones son integradas por cuatro.
Cuadro nº 5 Distribución de participantes por provincia, región Patagonia (%)
6
Región Patagonia
27
Río Negro
Chubut
La Pampa
Neuquén
44 23
Entre las particularidades de la región, encontramos que la provincia de Santa Cruz no contó con representación entre los jóvenes participantes y que la provincia de La Pampa contó con una representación amplia durante el primer módulo, que disminuye en el segundo y que fue nula en el Encuentro Nacional. Casi la mitad de los participantes representaron a la provincia de Río Negro, mientras que Chubut y Neuquén mantuvieron niveles parejos sobre un total de 48 participantes.
Cuadro nº 6 Distribución de participantes por provincia, región Cuyo (%)
19
Región Cuyo La Rioja
San Juan
San Luis
Mendoza
51
18 12
La particularidad de la región es que la provincia de La Rioja obtuvo una representación mayor en el
76.
CAP./ 4
Encuentro Nacional, mayor incluso a la que había tenido durante los módulos I y II de los EEFJAF. El resto de las provincias mantuvo un número parejo de representación a lo largo de los encuentros sobre un total de 68 participantes.
Cuadro nº 7 Distribución de participantes por provincia, región NEA (%) Región NEA
5
Misiones
Formosa
Corrientes
Chaco
34
21
40
En este caso vemos cómo las provincias de Misiones y Corrientes obtuvieron una representación notoriamente mayor a la del resto de las provincias, situación que en parte se debe a que durante la realización del módulo I en la provincia de Misiones, Formosa se vio imposibilitada de participar debido a un fuerte temporal que azotara a la provincia. Por tal motivo su representación ha sido escasa, aunque sí logró formar parte del segundo módulo y del Encuentro Nacional. Un análisis inicial de los debates que tuvieron lugar en los primeros encuentros realizados, arroja interesantes observaciones, entre las que destacaremos algunas que nos parecen particularmente relevantes para la elaboración de políticas públicas nacionales y/o regionales. Los segundos encuentros permitieron consolidar lo discutido, a la par que brindaron una base común de discusión de cara al Encuentro Nacional. Un componente adicional lo constituye la posibilidad de haber participado en la instancia de discusión y elaboración de la agenda de políticas públicas para la juventud rural en el marco de la REAF: un joven por cada una de las cinco regiones del país tuvo la posibilidad de participar en la reunión del Grupo de Trabajo (GT) de Juventud Rural realizado en la ciudad de Montevideo. Esta actividad permitió, por un lado, la participación directa de las y los jóvenes en el ámbito del Mercosur y, por el otro, el contacto entre la juventud rural en el interior de nuestro país; es decir, un primer diálogo para compartir la experiencia de los EEFJAF. Los y las jóvenes expusieron una breve explicación de la situación que vive cada una de las regiones, junto con las particularidades que se destacan y algunos temas desarrollados en los encuentros regionales. Entre los jóvenes disertantes estuvieron Celina Venica, región Centro; Diego Reales, región NOA; Lucas Schaffer, región NEA y Roberta Capretti, región Patagonia.
4.1.2. Observaciones con respecto a la relevancia de la agenda de la REAF y la jerarquización de sus componentes
77.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
Durante los segundos EEFJAF se priorizó el trabajo de taller, orientado hacia la discusión de las cinco temáticas que conforman la agenda de trabajo en el Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales durante los años 2008 y 2009, en el marco de la REAF: educación en el campo, acceso a la tierra, institucionalidad de la juventud rural, sistema de producción sustentable y migración campo-ciudad (este último, un tema de carácter transversal). De cara a la organización del Encuentro Nacional, uno de los objetivos pedagógicos de los segundos encuentros consistió en generar definiciones consensuadas y compartidas sobre la problemática de la juventud rural en cada una de las regiones. Vale destacar que, en todas las regiones del país, la agenda elaborada en el ámbito de la REAF se ha considerado legítima y representativa de la situación de la juventud de la agricultura familiar, si bien en algunos de los temas se han agregado nuevos asuntos. Para comprender lo acontecido en la segunda parte de los EEFJAF, es menester destacar los resultados de los primeros encuentros. En suma, se conformaron 17 grupos de discusión: cada grupo priorizó una temática, aunque una amplia mayoría debatió en torno de la vinculación entre los temas. El orden de prioridades establecido por los y las jóvenes ha sido el siguiente: La temática “educación en el campo” fue identificada como primera prioridad por seis grupos; la cuestión del acceso a la tierra fue elegida por cinco grupos; la institucionalidad de la juventud rural fue definida como primera prioridad por cuatro grupos; y, por último, la migración campo-ciudad por dos de ellos. El tema de sistemas de producción sustentable no fue señalado como primera prioridad.
Cuadro nº 8 Priorización temática 1 (%)
Educación en el campo
Institucionalidad de la juventud rural
Migración campo - ciudad
Acceso a la tierra
24
29
12 35
Cuadro nº 9 Priorización temática 2 (%)
19 Educación en el campo
Producción sustentable
Acceso a la tierra
Migración campo - ciudad
Institucionalidad de la juventud rural
78.
6
50 19 6
CAP./ 4
El lugar de segunda prioridad fue otorgado mayoritariamente al acceso a la tierra, seguido por la educación en el campo, institucionalidad de la juventud rural y la producción sustentable y la migración campociudad. (véase cuadro nº 9). Ahora bien, veamos cuál ha sido la jerarquización según la región. En la región Centro, la institucionalidad de la juventud rural fue identificada como primera prioridad por todos los grupos que elaboraron una jerarquía de temas (tres grupos de cinco). El segundo lugar fue otorgado, también por todos los grupos, a la cuestión de la educación en el campo. En la región Patagonia, la primera prioridad fue compartida por dos temas, educación en el campo y acceso a la tierra (dos grupos cada tema), seguida por la institucionalidad de la juventud rural (un grupo). En la región NEA, el acceso a la tierra y la migración campo-ciudad fueron identificados como primera prioridad por dos grupos cada uno, mientras que la educación en el campo fue seleccionada como temática prioritaria por el otro. En la región NOA no se estableció jerarquización por considerar necesaria la vinculación entre los temas. En la región Cuyo, la educación en el campo fue reconocida mayoritariamente como primera prioridad (tres grupos de cuatro), seguida por el acceso a la tierra (un grupo).
Cuadro nº 10 Jerarquizaciones según región TEMÁTICA
REGIONES QUE LA IDENTIFICAN COMO PRIORITARIA
Educación en el campo
Patagonia /Cuyo
Acceso a la tierra
Patagonia / NEA
Institucionalidad Sistema de producción sustentable Migración campo–ciudad
Centro NEA
Sobre esta base de jerarquización y discusión preliminar de cada tema, el objetivo que orientó las actividades de los segundos encuentros consistió en establecer definiciones comunes para cada uno de los puntos de esa agenda, de forma tal que las cinco regiones pudieran conformar una plataforma o base conceptual que posibilitara la discusión y proposición de soluciones comunes a problemas comunes (especialmente, en vistas a la realización del Encuentro Nacional). Ello no implicó, sin embargo, dejar de lado las particularidades de cada región en relación a esas problemáticas. Un objetivo adicional de los segundos encuentros consistió en que los grupos establecieran cuáles son los pasos necesarios para poner en marcha una política pública tendiente a solucionar las problemáticas abordadas. En otras palabras, establecer el encadenamiento de acciones necesarias y prioritarias para encaminar la política pública (el “cómo”).
4.1.3. Consideraciones acerca de la cuestión “educación en el campo” Destacaremos aquí algunas consideraciones de los y las jóvenes con respecto al tema en cuestión, elegido en todos los casos como primera o segunda prioridad.
79.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
En primer lugar, es importante señalar que este tema ha sido vinculado recurrentemente con la cuestión de las migraciones campo-ciudad, ya que se considera una causa importante que explicaría la migración forzada. En segundo lugar, se ha destacado la necesidad de una política diferenciada de educación en el ámbito rural (por ejemplo, la creación de escuelas agrotécnicas o la organización de espacios educativos con prácticas productivas que generen cadenas de valor). También se ha afirmado que esta política debería incluir tanto acciones encaminadas por el Ministerio de Educación, como la creación de espacios institucionalizados y abiertos a la formación y discusión, pero que no dependan de dicho ministerio. En este último caso, se destacó la experiencia del EEFJAF. En tercer lugar, la educación en el campo ha sido vinculada con la necesidad de igualar las condiciones de vida entre las personas de la ciudad y las que habitan en el campo. A ello se suma la cuestión, destacada por algunos jóvenes, de la generación de una identidad rural que los haga sentir parte de la vida rural. En cuarto lugar, hicieron hincapié en la necesidad de incorporar en la educación en el campo contenidos específicos sobre sistemas de producción sustentable, con una visión multidisciplinaria (combinación de conocimientos agrotécnicos, económicos, etc.). En síntesis, la problemática de la educación en el campo ha sido planteada desde dos enfoques complementarios: por un lado, el territorial, es decir, el lugar en el cual esa educación debe ser garantizada; y, por otro lado, la cuestión de sus contenidos, es decir, qué temas deben ser abarcados por ella. A continuación se presentan las consideraciones de las definiciones de las cinco temáticas proporcionadas por cada región: Cuadro nº 11 Definiciones sobre Educación en el Campo
80.
REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
1.- Centro
Metodologías o caminos que favorezcan la obtención de conocimientos y herramientas para ayudar al desarrollo del medio rural.
Definición específica
2.- Centro
Aquella que está orientada a que los jóvenes tengan una salida laboral relacionada con la vocación que de ellos surja.
Definición general
1.- Patagonia
Se estableció que en la zona no existen escuelas –en especial secundarias– o están abandonadas. Se manifestó que la educación existente no tiene en cuenta la realidad del lugar, por lo que se consideró que deben constituirse escuelas agrotécnicas; la educación de hoy responde y sirve a un modelo agroindustrial.
Diagnóstico
2.- Patagonia
Educación básica que, sumada a una educación agrotécnica, tiene en cuenta las características del medio productivo en que se inserta.
Definición específica
1.- NOA
En el campo sólo hay acceso a la educación primaria y sólo en raras oportunidades a la escuela secundaria, por eso para acceder a este nivel educativo los jóvenes deben migrar; la
Diagnóstico
CAP./ 4
REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
1.- NOA
educación en el campo debería generalizarse, con el objetivo de preparar a los jóvenes para la vida laboral de acuerdo a las actividades productivas que se desarrollan en la zona. La educación debe ser útil para continuar los estudios y contemplar las necesidades de quienes no desean trabajar en tareas rurales; es necesario establecer contenidos especiales dentro de la currícula oficial, relacionados con las regiones de pertenencia de los jóvenes que asisten a la escuela, donde el impulso de nuevos contenidos generaría desarrollo en diferentes aspectos.
Diagnóstico
1.- NEA
Una prestación de servicio y derecho del Estado que se basa en educar a los niños que serán el futuro de mañana, y que actualmente es precaria e insuficiente.
Definición general; diagnóstico
2.- NEA
Es de carácter precario y de bajos recursos lo que ocasiona un bajo nivel académico; la educación es importante para una mayor inclusión social y para evitar otras problemáticas como la migración.
Diagnóstico
1.- Cuyo
Una educación muy básica, sin oportunidades para el avance personal y que se suma a la problemática de falta de transporte, recursos a nivel gubernamental, de educación superior y de maestros, profesores y personal no docente; en un mismo curso se encuentran niños de 10 años y adolescentes de 15 debido a la falta de profesores o aulas.
Diagnóstico
Cuadro elaborado sobre la base del segundo documento de relatorías.
De la palabra de los y las jóvenes, se desprenden dos tipos de apreciaciones, a saber: por un lado, definiciones sobre la temática en cuestión y, por el otro, elementos distintivos de la misma a modo de diagnóstico, operación que se acompaña, en la mayoría de los casos, de expresiones de deseo sobre lo que debería hacerse para modificar la situación visualizada como problemática. En lo que compete a la definición de “educación en el campo”, ésta fue delimitada en términos de: Un derecho humano que el Estado debe garantizar; Los caminos que permiten obtener conocimientos y herramientas para el desarrollo del medio rural (la educación como medio para un fin mayor, el desarrollo); La conjunción de una educación básica y una de tipo agrotécnica contextualizada, es decir, que toma bajo consideración las especificidades del medio productivo donde se inserta. El diagnóstico que los y las jóvenes de la agricultura familiar comparten identifica las falencias de la “educación en el campo” en lo referente a:
81.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
Los contenidos: poca o nula adecuación curricular al contexto / medio productivo en el que se inserta y responde a un modelo agroindustrial; La disponibilidad y las características materiales: es precaria, desarrollada con bajos recursos y escasez de establecimientos y de docentes. A partir del diagnóstico, se avanzó en la expresión de lo que es menester realizar: Generalizarla; Adecuar los contenidos al medio rural y la utilidad; Lograr accesibilidad; Como se puede apreciar, las y los jóvenes de la agricultura familiar comparten una visión del estado de la educación en sus regiones y de las necesidades propias de su situación socioproductiva; por ello, se puede avanzar en una definición común, entendiendo que: La educación en el campo es, ante todo, un derecho humano, que brinda los saberes y las prácticas (los conocimientos y los instrumentos) para el desarrollo rural, (ya que es el medio productivo donde se inserta), y para la inclusión social.
4.1.4. Consideraciones acerca de la cuestión “acceso a la tierra”
Con respecto a la cuestión del acceso a la tierra es importante destacar, en primer lugar, que la demanda de una mayor presencia del Estado fue compartida por las y los jóvenes. Ésta se expresó de diversas maneras: Se sostuvo que no existe suficiente asesoramiento legal, control ni regulación por parte del Estado sobre el uso de las tierras; Vinculado con lo anterior, se planteó que es necesaria una acción que apunte a generar legislación en contra de la extranjerización y de la expulsión de quienes trabajan las tierras (productores, productoras y pueblos originarios); Se planteó también, relacionado con los puntos anteriores, que es necesaria una planificación para el uso de las tierras, debido a que no todos los productores son iguales y la tierra no es homogénea, y que por ello es menester caracterizar la tierra y darle un uso adecuado; Se afirmó que el acceso a la tierra es un punto que debe ser trabajado a partir de la regulación de las actividades que se desarrollan en el ámbito rural (necesidad de establecer prioridades para las actividades productivas); Muchos de las y los jóvenes sostuvieron también que se debe garantizar el acceso de los productores a las tierras como un derecho. En la región del NEA se destacó la problemática del acceso al agua. En la región del NOA, por su parte, la cuestión de la minería fue un tema ampliamente tratado por los y las jóvenes, quienes consideraron necesaria una respuesta a esta problemática. En lo que se refiere específicamente a la cuestión del “acceso a la tierra”, se señaló que en la región el uso de los suelos está concentrado en pocas manos y que la adquisición de tierras se da en gran medida por parte de extranjeros, lo que queda demostrado con la explotación de la minería por parte de empresas multinacionales extranjeras. Finalmente, en la
82.
CAP./ 4
región de Cuyo los y las jóvenes destacaron específicamente la necesidad de una reforma agraria. El cuadro siguiente resume las definiciones provistas por los grupos en cada una de las regiones. Cabe destacar que la construcción de las definiciones fue disímil entre éstos, ya que algunos optaron por listar las cuestiones que encontraron relacionadas con la temática tratada.
Cuadro nº 12 Definiciones sobre acceso a tierra y reforma agraria integral
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA
TIPO
2.- Centro
La importancia, el cuidado y la buena utilización de la tierra; el cuidado del medio ambiente; la necesidad de garantizar la posesión legal de las tierras.
Características
3.- Centro
Garantizar la distribución equitativa de las tierras, incentivando la pertenencia de las mismas a los pequeños y medianos agricultores agrupados en organizaciones con asistencia del Estado, asegurando puestos de trabajo, producción sustentable y posterior acceso a los mercados diferenciales promoviendo la diversidad e integración productiva dentro de las organizaciones como así también intercambios interregionales sin descuidar el agregado de valor en origen.
Definición específica
2.- Patagonia
La garantía de la permanencia de los productores en las tierras a través de la seguridad jurídica; la distribución de tierras rurales y urbanas por parte del Estado, respetando a las comunidades que las habitaban previamente.
Definición específica
3.- Patagonia
La distribución de tierras; hoy faltan tierras fiscales para que, desde el Estado, se pueda realizar esta tarea.
Definición, diagnóstico
2.- NOA
La igualdad de distribución de tierras fiscales para los jóvenes emprendedores; muchas veces, los propietarios de las tierras no las utilizan para producir mientras que muchos jóvenes tienen proyectos productivos, pero no tienen suficiente dinero para acceder a las tierras.
Definición, diagnóstico
3.- NOA
Las problemáticas identificadas fueron la usurpación de tierras, la falta de títulos de posesión en manos de los
Características, diagnóstico
83.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA
TIPO
productores o habitantes de las mismas (cuestión ligada a la compra o despojo de tierras con familias habitando en ellas), la venta de tierras con fines no productivos; en definitiva, la falta de una legislación nacional que regule los diversos aspectos de la venta y la posesión de las tierras.
Características, diagnóstico
2.- NEA
Legalizar y establecer los derechos al productor sobre la tierra.
Definición específica
3.- NEA
Una cuestión esencial mediante la que se podrá brindar al productor una visión más clara y estable de su futuro y la opción de apostar al arraigo e incentivar la migración ciudad–campo.
Expresión de deseo
2.- Cuyo
Los principales problemas son la existencia de tierras fiscales y privadas sin producción (ociosas), los trámites costosos, largos y complejos, la falta de escrituras y de conocimiento legal sobre tenencia de tierras y el arrendamiento costoso para pequeños productores; mientras hay productores que no pueden acceder a la tierra, existen tierras estatales, o privadas de grandes productores que están ociosas y no son utilizadas, lo que en otros países estaría prohibido o se cobraría un impuesto muy alto.
Diagnóstico
3.- NOA
Cuadro elaborado en base al segundo documento de relatorías
Del cuadro se desprende que la mayoría de los argumentos de los y las jóvenes se enfocó en las carencias del sector de la agricultura familiar (y en especial para la juventud) respecto de la tenencia y/o el acceso a la tierra. En la definición solicitada en la actividad de taller predominó la visión sobre el diagnóstico. Así, la problemática del acceso a la tierra se debe, en sus términos, a: Ausencia de tierras fiscales para que el Estado pueda redistribuirlas; Ausencia de legislación específica que reglamente la venta de tierras (de cara a la extranjerización de la propiedad); Falta de títulos de posesión para los productores y/o los habitantes de la tierra (que sufren despojos o compras fraudulentas); Complejidad y costo elevado de diversos trámites referidos a la propiedad de la tierra; Existencia de tierras que no se utilizan para fines productivos. La propuesta de síntesis y delimitación por medio de una definición se alcanzó en algunos grupos, los cuales contaron con los siguientes elementos comunes:
84.
CAP./ 4
El rol del Estado en cuanto a la redistribución de la tierra, asegurar y promover la igualdad, garantizar la posesión legal y la permanencia en el campo (legalizar y establecer derechos); El rol de los agricultores familiares en el cuidado y la preservación de la tierra. La definición más acabada, y que comprende aspectos mencionados por los y las jóvenes es la propuesta por el grupo de la región Centro, a saber: El acceso a la tierra y la reforma agraria integral consiste en garantizar la distribución equitativa de las tierras, incentivando la pertenencia de las mismas a los pequeños y medianos agricultores agrupados en organizaciones con asistencia del Estado, asegurando puestos de trabajo, producción sustentable y posterior acceso a mercados diferenciales, promoviendo la diversidad e integración productiva dentro de las organizaciones como así también intercambios interregionales sin descuidar el agregado de valor en origen.
4.1.5. Consideraciones acerca de la cuestión “institucionalidad de la juventud rural”
La institucionalidad de la juventud rural fue considerada en todos los casos como necesaria y deseable, y se identificaron en ella los siguientes beneficios: Los espacios institucionales actuarían como correa de transmisión de demandas, deseos, problemas e inquietudes desde las bases hacia los espacios de decisión; Se generarían lazos institucionales entre los jóvenes agricultores familiares, haciéndose hincapié en la necesidad de que estas redes generen un mejor y mayor acceso a la información;
Es importante destacar que, en el debate acerca de la institucionalidad de la juventud rural, se consideraron dos enfoques: por un lado, la necesidad de su reconocimiento en el nivel público/estatal y, por otro lado, la necesaria organización de los y las jóvenes de la agricultura familiar, para lograr una incidencia sobre la definición de las políticas públicas. El cuadro siguiente resume las definiciones provistas por cada grupo. Vale destacar que la construcción de la definición fue disímil entre éstos, ya que algunos optaron por listar las cuestiones que encontraron relacionadas con la temática tratada.
Cuadro nº 13 Definiciones sobre “institucionalidad de la juventud rural”
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
3.- Centro
La organización de los jóvenes de la agricultura familiar para llegar a un objetivo común.
Definición
4.- Centro
Espacio formal donde los jóvenes exponen sus problemáticas, necesidades e intenciones y que luego son transformadas en problemas.
Característica
85.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
4.- Patagonia
La creación de organizaciones no gubernamentales para los jóvenes rurales, en las que ellos expongan sus inquietudes y/o problemas; la existencia de un lugar físico donde se escuchen los reclamos de los jóvenes.
Característica
5.- Patagonia
El sector no está organizado […] por una herencia política de desmovilización que se está revirtiendo en los últimos años; necesidad de dejar de ser jóvenes rurales individuales para conformar colectivos, recuperando un pasado de luchas y resistencias.
Diagnóstico
4.- NOA
Es necesario que el gobierno financie la creación de espacios de reflexión para la juventud rural; se deben crear centros de estudio en las zonas rurales para los jóvenes del lugar, haciéndose hincapié en la necesidad de que éstos brinden conocimientos que permitan a los egresados desarrollarse laboralmente en la zona.
Propuesta
5.- NOA
Lugar de participación, inclusión e incidencia juvenil que tenga una continuidad en el tiempo; la institucionalización aseguraría una capacitación que acerque a los jóvenes las herramientas para aumentar la cantidad de trabajo y la calidad de vida.
Definición
4.- NEA
Formación de grupos de jóvenes organizados; espacios para jóvenes donde se discuten diferentes temas; encuentros, participación y dirección de jóvenes rurales.
Definición
5.- NEA
Grupo de jóvenes rurales en que se participa y se debaten las ideas y necesidades para tratar de lograr un fin o bien común.
Característica
3.- Cuyo
No existe un espacio donde puedan tratarse las problemáticas de los jóvenes y es necesario una estructura orgánica que contenga y dé respaldo a los espacios de los jóvenes.
Diagnóstico
Cuadro de elaboración propia basado en el segundo documento de relatoría.
86.
CAP./ 4
Las y los jóvenes coincidieron en remarcar que el punto de partida (diagnóstico) lo constituye la falta de organización, de espacios de encuentro y la desmovilización producto de un pasado político que vetaba la participación. En consecuencia, los elementos comunes en la definición son los siguientes: Organización formal; Espacio de encuentro; Participación y/o discusión en pos de un bien común; Problematización de su situación; Recuperación de la historia de lucha pasada. A modo de síntesis compartida, destacamos que: La institucionalidad de la juventud rural consiste en la organización formal de los y las jóvenes rurales en un espacio de encuentro, participación, inclusión e incidencia juvenil que tenga una continuidad en el tiempo.
4.1.6. Consideraciones acerca de la cuestión “producción sustentable”
En todos los grupos la cuestión “producción sustentable” fue considerada relevante. En varios casos se vinculó este tema con el de las migraciones campo-ciudad, considerándose que la definición de políticas al respecto redundaría en una reducción de la migración forzada. Destacaremos algunas observaciones específicas de los y las jóvenes. En primer lugar, se planteó que es necesaria una conceptualización de la producción sustentable y lo agroecológico, a través del establecimiento de indicadores de sustentabilidad. En segundo lugar se destacó, asimismo, la necesidad de que las políticas públicas tengan como eje lo agroecológico y de que se garantice el acceso a recursos tecnológicos para proteger la salud del hábitat. En la región del NOA, particularmente, se hizo alusión al problema del monocultivo en gran escala, y tanto este problema como el de la minería fueron puestos en relación directa con la cuestión de las posibilidades de garantizar sistemas de producción sustentable. El siguiente cuadro resume las definiciones provistas por cada grupo. Vale destacar que la construcción de la definición fue disímil entre éstos, ya que algunos optaron por listar las cuestiones que encontraron relacionadas con la temática en cuestión.
Cuadro nº 14 Definiciones sobre “sistemas de producción sustentable”
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
4.- Centro
Planificación de la producción perdurable en el tiempo; están incluidos otros aspectos, como por ejemplo la implementación de un modo de trabajo que cuide el medio ambiente.
Definición
5.- Centro
Sistema que, teniendo en cuenta la preservación de todos los recursos naturales y garantizando condiciones de vida
Definición
87.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
88.
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
5.- Centro
saludables, permite la recuperación de los ecosistemas y usa eficientemente los recursos a través de una forma de producción diversificada e integral utilizando técnicas de cultivo que no agotan el suelo y evitando el uso de agrotóxicos, sin descuidar el agregado de valor en origen, con la tecnología más apropiada y generando la inclusión de la familia campesina.
Definición
3.- Patagonia
Trabajo con buenas prácticas de manejo de la producción, que garanticen el cuidado del medio ambiente, la rotación de los cultivos, y el uso responsable de los recursos y las nuevas tecnologías, entre otros.
Definición
4.- Patagonia
Proceso que permite mantener la durabilidad de la producción agropecuaria evitando el desgaste del suelo.
Definición
3.- NOA
La producción de los agricultores familiares no es rentable para la competencia en el mercado, ya que elaboran productos de calidad que no se producen en grandes cantidades; el establecimiento de sistemas de producción sustentables y el cuidado del medio ambiente son cuestiones abordadas por el pequeño productor en su trabajo, pero no por los grandes productores; se destacó el caso de la explotación de minas que daña el medio ambiente, principalmente al contaminar el agua.
Diagnóstico
4.- NOA
Conformamos un país pluricultural y por lo tanto se debería mirar a nuestros recursos naturales como medio de vida y no como medio de lucro.
Propuesta
3.- NEA
Sistema que permite al productor adecuar su actividad y los recursos con los que dispone ampliando sus alternativas y, mediante la correcta explotación de los recursos, lograr buenas retribuciones, afirmando su progreso.
Definición
4.- NEA
Métodos de producción que se mantengan en el tiempo; producción en armonía con los recursos naturales (relación medio ambiente–producción); soberanía y seguridad
Definición
CAP./ 4
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
4.- NEA
alimentarias; diversidad de cultivos y manejo responsable del uso de agroquímicos.
Definición
2.- Cuyo
Sustentabilidad agroecológica: un sistema de producción que sea sustentable en el tiempo y ejemplificaron con el caso de la soja que se siembra una y otra vez sobre la misma tierra, lo que provoca que después de un par de años no se pueda sembrar más nada sobre esa tierra; sustentabilidad económica: rentabilidad.
Característica
Cuadro de elaboración propia sobre la base del segundo documento de relatoría.
Respecto de este tema de la agenda de la agricultura familiar consensuada en la REAF, la gran mayoría elaboró una definición. Se destacan elementos compartidos, tales como: Planificación; No descuidar el valor agregado en origen; Generar la inclusión de la familia campesina. La producción sustentable se caracteriza por:
Ser perdurable en el tiempo; Cuidar del medio ambiente, preservar el suelo y garantizar condiciones de vida saludables por medio de buenas prácticas; Permitir la recuperación de los ecosistemas; Utilizar de manera eficiente y responsable los recursos (rotación de cultivos, evita el uso de agrotóxicos, reconoce que la mejor tecnología no es siempre la última tecnología).
En tanto existe un lenguaje compartido en torno a la definición de sistema de producción sustentable, no proponemos una síntesis (en efecto, los ítems listados comprenden una definición).
4.1.7. Consideraciones acerca de la cuestión “migración campo-ciudad”
Esta cuestión ha sido reconocida como transversal, por lo cual se encuentra estrechamente ligada al resto de los temas y algunos grupos entienden que el hecho de que su resolución depende de dar respuesta a las demandas vinculadas a los otros temas. El siguiente cuadro resume las definiciones provistas por cada grupo. Vale destacar que la construcción de la definición fue disímil entre éstos, ya que algunos optaron por listar las cuestiones que encontraron relacionadas con la temática en cuestión.
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
Cuadro nº 15 Definiciones sobre “migración campo-ciudad”
90.
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
1.- CENTRO
Resignificada por ellos como “éxodo rural”: el desarraigo forzado del lugar natal; la pérdida de la cultura como consecuencia de las condiciones desfavorables para el arraigo, que no debe ser considerado sólo como la permanencia física en el campo, sino que debe incluir también las cuestiones culturales.
Definición
5.- CENTRO
Desplazamiento de habitantes del medio rural al urbano por cuestiones sociales y económicas.
Definición
1.- Patagonia
La migración de los jóvenes del campo a la ciudad que se produce por diferentes motivos, entre los que se mencionaron escasez de oportunidades en el campo, falta de servicios educativos, falta de comunicación, ausencia de asesoramiento técnico, poco cuidado de las condiciones medioambientales de vida y bajo acceso a créditos que den lugar al desarrollo rural.
Diagnóstico
5.- Patagonia
Atribuido, entre otras cosas, al modelo de producción imperante en la actualidad, a las políticas públicas que expulsan a la población del campo, a la desigualdad en las condiciones de vida entre quienes viven en el campo y quienes lo hacen en la ciudad, a las ofertas de empleos públicos que no incentivan a los jóvenes a trabajar las tierras y a la aparición de nuevos actores poderosos que disputan poder con los pequeños productores (petróleo y minería).
Diagnóstico
1.- NOA
Se identifican las causas: la situación económica, al no permitir que los jóvenes tengan trabajo en sus lugares de pertenencia, los obliga a migrar a las villas miseria; la ausencia de instituciones terciarias o universitarias que permitan a los jóvenes estudiar mientras viven y trabajan en el campo.
Diagnóstico
5.- NOA
Resultante de carencias propias de los sectores rurales: ausencia de escuelas, servicios de salud precarios, falta
Diagnóstico
CAP./ 4
GRUPO POR REGIÓN
DEFINICIÓN PROPUESTA POR EL GRUPO
TIPO
5.- NOA
de infraestructura (accesos, caminos, comunicación), escasez de recursos naturales como el agua, falta de trabajo y de otros servicios; la falsa imagen que nos ofrece la ciudad sobre nuestras posibilidades de vida y de trabajo en ella lleva a la pérdida de la identidad rural.
Diagnóstico
1.- NEA
Un tema económico, político, social, educativo y cultural, en el que no existe una escala de valores porque todos los aspectos tienen igual grado de importancia, según la situación en la que se encuentren los jóvenes rurales.
Característica
5.- NEA
El traslado de las familias y los jóvenes desde las zonas rurales hacia las zonas urbanas.
Definición
3.- CUYO
La falta de oportunidades, necesidades básicas insatisfechas y búsqueda de una mejor calidad de vida.
Característica
Cuadro de elaboración propia basado en el segundo documento de relatoría.
Respecto de la cuestión bajo análisis, como se desprende del cuadro anterior, no existieron divergencias en torno a la identificación de las causas y de las consecuencias de la migración campo–ciudad. Sobre ello, se destaca: Causas: condiciones desfavorables para el arraigo y asentamiento (desde aspectos físicos hasta culturales y medioambientales); escasez de oportunidades en el campo dada por la falta de I) servicios educativos y de salud; II) comunicaciones; III) asesoramiento técnico; IV) acceso a crédito; Efecto: movilización de las personas del campo a la ciudad con el consecuente desarraigo cultural; La migración campo–ciudad es, en efecto, el traslado de las personas por las causas delimitadas. La caracterización de este fenómeno como “éxodo rural” también permite apreciar que consiste en el desarraigo forzado del lugar natal y la pérdida de la cultura como consecuencia de las condiciones desfavorables.
4.2. La construcción de estrategias para la elaboración y puesta en marcha de políticas públicas para la juventud rural
Siguiendo la premisa de los EEFJAF, los y las jóvenes de la agricultura familiar se convirtieron en actores y autores de las políticas públicas en un ejercicio–taller realizado con la intención de visualizar los pasos
91.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
necesarios para que, dada la temática de la agenda de la juventud rural, se pueda generar una decisión de política pública. La consigna consistió en la identificación de “los pasos vitales/necesarios” que hay que desarrollar para encaminar una política pública para el sector. En esta sección priorizamos un enfoque que va de los aspectos generales a las acciones específicas por tema de la agenda. A continuación presentamos las conclusiones que surgen del trabajo de y con la juventud rural. En el marco de los cinco encuentros, que corresponden al módulo II y sobre la base de las herramientas de formación para el diálogo político, las y los jóvenes rurales construyeron su estrategia de abordaje para la elaboración de políticas públicas para el sector. En este trabajo de aplicación, vale señalar, las y los jóvenes de la agricultura familiar reafirmaron su reconocimiento como sujetos de derecho, a la par que identificaban actores y/o agencias para llevar adelante sus planteos y/o demandas. A continuación se presenta una tabla que resume los señalamientos realizados en función de cada temática, la cual permitirá establecer generalizaciones sobre la construcción de políticas públicas, identificando los pasos comunes esbozados, así como visualizar las peculiaridades por región y por temática.
4.2.1. Resumen de las acciones necesarias para encaminar políticas públicas para la juventud de la agricultura familiar, por región y por área temática Región Centro Educación en el campo 1.- Promoción de formas de educación con sistemas de alternancia; 2.- Generación de políticas que faciliten el acceso a la educación en buenas condiciones (transporte, herramientas de trabajo, salud, infraestructura); 3.- Ejecución de un plan bien organizado que tenga aprobación del gobierno; 4.- Mejora de la infraestructura; 5.- Creación de ámbitos laborales para los jóvenes; 6.- Implementación de políticas de inclusión educativa en las que el Estado trabaje en conjunto con el sector rural, garantizando la formación y el futuro de los jóvenes; 7.- Planificación.
Acceso a la tierra y reforma agraria integral 1.- Apoyo estatal en cuestiones legales–judiciales; 2.- Fijación de límites para la compra de tierras, en particular a la adquisición de riquezas innecesarias (compras de tierras sin fines productivos);
92.
CAP./ 4
3.- Establecimiento de garantías para el acceso a tierra con fines productivos; 4.- Creación de leyes que garanticen la no apropiación de tierras. Respuestas claras en los ámbitos nacional y provincial; 5.- Asunción de compromisos fuertes por parte del Estado en la respuesta a estas demandas; 6.- Protección diferenciada por parte del Estado; 7.- Distribución de tierras fiscales orientada a la producción; 8.- Creación de espacios de asesoramiento en relación a la producción; 9.- Establecimiento de prioridad de compra desde el Estado cuando se vendan grandes extensiones de tierras. (Este punto refuerza el referido a la distribución de tierras); 10.- Implementación de un sistema impositivo diferenciado. Ello implica que el Estado, a través de las cargas impositivas, favorezca producciones con mayor cantidad de empleados. De esa forma, se incentivan las producciones que emplean mayor cantidad de mano de obra, como es el caso de la agricultura familiar.
Institucionalidad de la juventud rural 1.- Capacitación; 2.- Asociatividad; 3.- Organización; 4.- Gestión; 5.- Representatividad local, regional y nacional.
Sistema de producción sustentable 1.- Difusión de experiencias que están funcionando. De esta tarea debería ocuparse el Estado (por ejemplo, a partir de la nueva Ley de Medios); 2.- Reglamentación, difusión y cumplimiento de leyes ambientales; 3.- Establecimiento de cargas impositivas a las externalidades negativas de las producciones (efectos colaterales: contaminación del agua, del suelo, etc.). Creación de un esquema impositivo inteligente; 4.- Creación de un sello ecológico gratuito y/o certificación participativa;
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
5.- Que cada municipio garantice un espacio de ferias (producción agroecológica–diferencial) participativo; espacio para que la agricultura familiar tenga contacto directo con los consumidores; 6.- Visibilidad y reconocimiento de estas experiencias; 7.- Integración y planificación local, regional y nacional.
Migración campo–ciudad 1.- Capacitación; 2.- Asociatividad; 3.- Organización; 4.- Creación de espacios físicos para desarrollar diferentes actividades que estimulen a las personas a permanecer en el ámbito rural; 5.- Organización de la juventud; 6.- Creación de instituciones para dar respuesta a las diferentes necesidades de los que viven en el campo: escuelas, talleres, cursos, instituciones de salud; 7.- Generación de puestos de trabajo (por ejemplo, a partir de cooperativas de trabajo con modelos de producción sostenible); 8.- Difusión de los conocimientos culturales entre los jóvenes de la agricultura familiar.
Región Patagonia Educación en el campo 1.- Creación de organizaciones juveniles; 2.- Establecimiento de un plan educativo que fomente y valorice la agricultura familiar como modelo de desarrollo sustentable; 3.- Formación de docentes rurales, complementada con el saber popular de la gente que habita y trabaja en el campo; 4.- Reactivación de los establecimientos educativos rurales que están cerrados; 5.- Creación de infraestructura ad hoc, acompañada por asignaciones presupuestarias.
94.
CAP./ 4
Acceso a la tierra y reforma agraria integral 1.- Regulación de la tenencia de las tierras; 2.- Promoción y fortalecimiento de la agricultura familiar y sus producciones orgánicas; 3.- Evaluación de los sistemas de producción que se adaptan a cada región; 4.- Creación de herramientas que faciliten el acceso a las tierras (por ejemplo, fuentes de financiamiento accesibles) y garantizar el acceso a servicios (comunicación, educación, salud, etc.). Como contrapartida, el Estado debe incentivar a los productores a generar mano de obra, contribuyendo de esa forma a la reactivación económica tanto de la región como del país; 5.- Establecimiento de políticas para el desarrollo productivo y social, las cuales podrían contemplar, por ejemplo, el otorgamiento de tierras fiscales a quienes cuenten con proyectos productivos para desarrollar en ellas.
Institucionalidad de la juventud rural 1.- Organización y coordinación de los jóvenes; 2.- Capacitación; 3.- Disponibilidad y apertura de instituciones a las que los jóvenes puedan recurrir; 4.- Consolidar las organizaciones es la promoción de espacios de diálogo.
Sistema de producción sustentable 1.- Intervención de las universidades y los técnicos especialistas en la temática; 2.- Difusión y capacitación en nuevos métodos de producción; 3.- Rotación y diversificación de los cultivos; 4.- Toma de conciencia sobre el uso de agroquímicos; 5.- Acceso a las tierras; 6.- Financiamiento; 7.- Preparación del suelo.
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
Migración campo–ciudad 1.- Fortalecimiento y promoción de la organización juvenil; 2.- Toma de conciencia respecto de la importancia de permanecer en el campo; 3.- Generación de mejores condiciones de vida en el campo, acompañada de una ley que fomente el arraigo; 4.- Promoción de las economías regionales; 5.- Instalación de escuelas agrotécnicas; 6.- Generación de espacios en los que los productores y los consumidores se encuentren, evitando los intermediarios. El grupo 3 presentó como propuesta para que sean abordadas todas las temáticas, el Plan Estratégico Productivo–Integral Nacional (PEPIN). Este plan, señalaron, está focalizado en el desarrollo del mercado interno, con la atribución de un fuerte papel a los pequeños productores. Su primer paso consiste en el estudio, por parte del Estado, de las necesidades de abastecimiento del mercado interno en cada una de las regiones del país. A partir de ello, deberían coordinarse los mecanismos necesarios para que se produzca un “abastecimiento interregional”, es decir, que las diferentes regiones del país puedan comerciar entre sí los diferentes bienes que se producen en cada una de ellas. Un fuerte énfasis del proyecto estaría puesto en el abastecimiento, a través de este mecanismo, de las instituciones del Estado (escuelas, hospitales, etc.). Todo esto traería aparejado, en primer lugar, la reactivación de las economías regionales, ya que se garantizaría la venta de las producciones con el mantenimiento de un precio justo, tanto para el productor como para el consumidor. En segundo lugar, fomentaría el agregado de valor en origen y, finalmente, contribuiría al desarrollo local al detectar no sólo las necesidades de consumo, sino las ofertas de venta de las diferentes regiones del país. El resultado final apuntaría a la generación de un sistema de producción sustentable.
Región NOA Educación en el campo 1.- Incorporación de contenidos diferenciados dentro de la currícula de la escuela. Para ello se puede trabajar con organizaciones productivas de la zona.
Acceso a la tierra y reforma agraria integral 1.- Generación de posibilidades económicas y legales desde el Estado, para que los jóvenes emprendedores accedan a tierras; 2.- Distribución de tierras fiscales; 3.- Organización;
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CAP./ 4
4.- Elaboración de un plan de reordenamiento territorial; 5.- Creación de proyectos de colonización para jóvenes; 6.- Sanción y cumplimiento de legislación nacional y provincial que regule la venta de tierras.
Institucionalidad de la juventud rural 1.- Financiación estatal para la creación de espacios de reflexión y discusión para la juventud rural; 2.- Creación de centros de estudio en las zonas rurales; 3.- Valoración de la producción artesanal; 4.- Organización de los jóvenes en su territorio; 5.- Acción más directa por parte del Estado.
Sistema de producción sustentable 1.- Generación de líneas de crédito y programas de financiamiento a través del Estado; 2.- Creación de una marca o sello colectivo para los productos de la agricultura familiar; 3.- Generación de espacios de discusión de base en cada una de las regiones; 4.- Cambio en el sistema de monocultivo acompañado por la diversificación de la producción; 5.- Limitación y penalización del abuso de los recursos naturales por parte de las empresas multinacionales; 6.- Apoyo del Estado; 7.- Se debería considerar nuestros recursos naturales como medio de vida y no como medio de lucro.
Migración campo–ciudad 1.- Organización; 2.- Toma de conciencia de los jóvenes acerca de los problemas del campo y sus posibles soluciones; 3.- Generación de ayuda desde el Estado (ejemplo: subsidios o becas; apoyo económico a proyectos productivos); 4.- Recuperación de un fuerte sentimiento de identidad y pertenencia a cada comunidad;
97.
AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
5.- Generación de políticas públicas abiertas y participativas; 6.- Formación. Se volvió a hacer hincapié en la necesidad de crear organizaciones y espacios de formación y capacitación. También se volvió a mencionar la importancia de que se desarrollen proyectos productivos concebidos por y para los jóvenes. Otros temas que se discutieron fueron la falta de participación y compromiso de algunos jóvenes y la necesidad de que se agregue valor en origen a las producciones de la agricultura familiar.
Región NEA Educación en el campo El Estado debe: 1.- Hacer hincapié en políticas públicas que sean pensadas para crear escuelas que trabajen temas específicos para el ámbito, que incorporen especialmente cuestiones del agro y la educación sexual; 2.- Mejorar la infraestructura en las escuelas, el acceso a los servicios públicos y los caminos hacia las escuelas; 3.- Incorporar más personal; 4.- Actualizar materiales didácticos y equipamiento.
Acceso a la tierra y reforma agraria integral 1.- Trabajar en leyes para que el productor obtenga títulos de propiedad de su tierra; 2.- Transmitir información sobre la tenencia de la tierra a través de agentes que informen a los productores sobre el derecho que tienen de acceso a tierras; 3.- Aplicación de las leyes con la participación de todos los actores; 4.- Reforma de leyes referidas al agro, adecuadas a cada región y necesidad.
Institucionalidad de la juventud rural 1.- Crear y fortalecer organizaciones en que la participación y los aportes de los jóvenes sean escuchados y tenidos en cuenta por el gobierno y la sociedad; 2.- Fomentar que los planes de capacitación sean bajados a todos los niveles desde la nación, las provincias, municipios y organismos internacionales;
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CAP./ 4
3.- Brindar espacios de participación en torno de decisiones de políticas públicas referidas al sector.
Sistema de producción sustentable 1.- Formar y capacitar en técnicas de producción agroecológicas y sustentables; 2.- Otorgar subsidios para incentivar el modelo de producción sustentable (asistencia técnica, insumos, recursos); 3.- Supervisar y analizar los productos obtenidos y los recursos e insumos utilizados; 4.- Capacitar a los productores y sus familias; 5.- Crear escuelas agrotécnicas y EFAs (escuelas de familias agrícolas); 6.- Brindar el acceso y uso de herramientas tecnológicas renovables; 7.- Otorgar créditos accesibles; 8.- Generar espacios de diálogo con los pequeños productores para una comunicación fluida.
Migración campo–ciudad 1.- Atender las carencias en servicios públicos (luz, agua, etc.), salud, educación (capacitaciones e integración a la sociedad); 2.- Brindar mayor inserción social a las familias a través de capacitaciones para que obtengan mejor rentabilidad y no tengan que migrar a los centros urbanos.
Región Cuyo Educación en el campo 1.- Crear organizaciones específicas de juventud rural dentro de la estructura de gobierno para generar la participación; 2.- Constituir una fusión entre las políticas generadas por el Ministerio de Educación con el Ministerio de Agricultura.
Acceso a la tierra y reforma agraria integral 1.- Incorporar asistencia legal y técnica sobre posesión y tenencia de tierras;
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
2.- Promover que las instituciones vinculadas al tema mejoren su estructura y calidad hacia las familias productoras; 3.- Generar políticas de arrendamiento que promuevan el beneficio a las familias de pequeños productores; 4.- Promover ayuda financiera para regularizar la situación de la tenencia de tierras.
Institucionalidad de la juventud rural 1.- Difundir el trabajo realizado para que puedan sumarse más; 2.- Participar en espacios ya conformados como el Foro Nacional de Agricultura Familiar (FoNAF) y el Foro Provincial de Agricultura Familiar (FoPAF).
Sistema de producción sustentable 1.- Intervenir en la regulación del uso de agroquímicos; 2.- Desarrollar innovaciones tecnológicas para el pequeño productor; 3.- Incorporar una regulación racional sobre el uso del agua y su distribución.
Migración campo–ciudad 1.- Lograr que el Estado garantice el acceso a los servicios básicos (salud, educación, transporte, caminos, comunicación, inversiones en infraestructura hídrica, electrificación rural y ambiente sano); 2.- Llevar propuestas a través de los espacios que los jóvenes generen y en los que participen.
Respecto de las generalidades vale destacar, en primer lugar, que resultó dificultosa la tarea de elaborar políticas públicas en sentido estricto (si bien algunos grupos lograron hacerlo); sin embargo, la mayoría de los grupos distinguieron actividades que tienden a la resolución de la problemática en cuestión. Segundo, casi la totalidad de los grupos coincidieron en una visión integral de las políticas públicas: identificar la complejidad y transversalidad de la agenda de la juventud rural con otras agendas de gobierno y la consecuente necesidad de trabajar mancomunadamente con otros actores gubernamentales. Tercero, la respuesta coincidente en torno a los pasos vitales para dar respuesta a las cinco problemáticas –las cuales fueron reconocidas como prioritarias, pese a las disparidades regionales y a la incorporación de temas subyacentes– fue la necesidad de contar con una organización de los y las jóvenes de la agricultura familiar, la cual puede consistir en una agencia dentro del Ministerio de Agricultura a programas específicos de apoyo al fortalecimiento institucional. Durante todo este proceso, nos paramos en una construcción de las políticas públicas con reglas y
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CAP./ 4
consignas a seguir. Escuchamos, registramos, propusimos un diseño, lo sometimos a discusión, implementamos responsablemente y con la orientación del Estado en la gestión asociada con los actores involucrados; en conjunto, validamos y evaluamos en forma permanente. No nos enseñaron el saber sino lo que hay que tratar. Por eso le agregamos el saber específico de cómo hay que implementar políticas públicas que involucran a un sector de la sociedad teniendo en cuenta la complejidad estatal, su burocracia, los presupuestos, la permanente disputa por la ubicación de los temas juveniles en la agenda del Ministerio de Agricultura, como así también de todo el Estado y –¿por qué no?– en la agenda pública. A continuación listamos las acciones consideradas como relevantes por cada área temática de política pública: Educación en el campo: Las y los jóvenes de la agricultura familiar coinciden en señalar que se requiere: i) contar con conocimientos diferenciados, anclados en el modelo de la agricultura familiar, conjugando saberes técnicos con saberes populares; ii) mejorar la infraestructura y la provisión de diversos servicios (caminos, medios de transporte, agua, electricidad, materiales, bibliografía); iii) planificación; iv) promover la formación de docentes para el sector rural; v) creación de organizaciones juveniles y trabajo en conjunto con organizaciones de la agricultura familiar; vi) integralidad de la acción, es decir, que el Ministerio de Educación trabaje en conjunto con el de Agricultura. Acceso a la tierra y reforma agraria integral: La juventud rural fue contundente en identificar como prioridad contar con un marco regulatorio que, por un lado, le asegure una distribución equitativa de la tierra al sector de la agricultura familiar, en tanto éste cuenta con un sistema productivo sustentable y sostenible, asegura la generación de mano de obra y produce alimentos de calidad; mientras que, por el otro, impida y/o coloque limitaciones a la venta de tierra a extranjeros, grandes grupos y actividades productivas calificadas como ociosas. Asimismo, en la misma línea de contar con un Estado que distribuya con parámetros de inclusión social, los y las jóvenes coincidieron en señalar la necesidad de tener una batería de instituciones y/o programas de fomento a la utilización y/o la apropiación de la tierra por la agricultura familiar y, en especial, las y los jóvenes. En este sentido, señalaron que, a modo de ejemplo, primero debe ponerse en marcha un sistema de incentivos fiscales que promueva la agricultura familiar, que desestimule tanto la producción de monocultivos para la exportación, en particular, de productos cuyo precio internacional es elevado y de aquellas producciones que requieren una mano de obra mínima y utilicen agroquímicos. Segundo, que se encaminen programas de asesoría legal en cuestiones relativas a la tierra, de asesoramiento a la producción, etc. Tercero, la puesta en marcha y/o ampliación de programas de financiamiento para el sector. Institucionalidad de la juventud rural: Éste ha sido un tema calificado como prioritario en tanto permite la organización de los y las jóvenes para encaminar respuestas a las problemáticas del sector. Las acciones que fueron identificadas son las siguientes: i) promover la organización de la juventud rural y/o fortalecer los ámbitos institucionales existentes de manera de contar con espacios de encuentro, reflexión y diálogo para la juventud rural (en este tema se incluyen las apreciaciones en torno a propender hacia la asociatividad del sector, mejorar y/o acercar herramientas de gestión, y lograr su representatividad local, regional y nacional); ii) promover la formación de los y las jóvenes (capacitación, formación política, difusión de experiencias); iii) fomentar y/o crear canales de participación de la juventud rural en agencias de gobierno. Al igual que con la problemática de “acceso a la tierra y reforma agraria integral”, los pasos identificados como prioritarios para dar respuesta
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
a la “institucionalidad de la juventud rural” fueron direccionados al Estado, es decir, se demandó que el Estado no sólo promueva la participación sino que la cree por medio de institucionalizar al sector. En esta línea, se ha destacado como espacio valioso el Foro Nacional de la Agricultura Familiar (FoNAF). Sistemas de producción sustentable: Sobre esta temática, los diferentes grupos postularon dos tipos de actividades. Por un lado, aquellas que debe llevar adelante el sector de la agricultura familiar y, por el otro, acciones convergentes para la elaboración de una política pública del sector. Respecto del primer tipo de señalamientos, se destacó que se deben conocer y difundir nuevos métodos de producción, que los actores deben rotar sus cultivos así como tomar conciencia de los efectos perjudiciales de los agroquímicos, y formarse y capacitarse en un modelo de producción sustentable. Respecto de las acciones que abonan una política pública sobre el tema, se identificaron como pasos consensuados: i) generación de una línea de créditos y/o programas de financiamiento para la agricultura familiar como modelo sustentable de producción; ii) establecer un sistema impositivo inteligente que premie la producción sustentable y castigue el monocultivo, el uso de agroquímicos, etc.; iii) crear un sello agroecológico que permita diferenciar la producción de la agricultura familiar como una de calidad; iv) la generación, ampliación y promoción de diversos espacios: desde ferias hasta jornadas de capacitación en tecnología amigable con el medioambiente, encuentros de difusión de experiencias exitosas y trabajo con técnicos y/o universidades; v) garantizar el cumplimiento de regulación medioambiental. Migración campo–ciudad: Para dar respuesta a esta problemática, las y los jóvenes coincidieron en señalar la necesidad de contar, por un lado, con una formación o capacitación especial que permita continuar con la vida en el campo; por el otro, con espacios de dos tipos: organización de la juventud rural y espacios de encuentro (ferias) entre productores y consumidores (ya que la existencia de intermediarios, en los dichos de los y las jóvenes, genera distorsiones de precios que terminan tornando inviable la permanencia en el medio rural). Asimismo, se enfatizó en el reconocimiento cultural de la agricultura familiar y, en consecuencia, la necesidad de contar con programas de arraigo. Un elemento central para asegurar la permanencia consiste en mejorar las condiciones de vida: aquí se incluyen elementos que van desde acciones de capacitación a la provisión de servicios básicos como luz, agua, transporte, salud, etc. Las acciones señaladas deben ser, de acuerdo con la juventud rural, encaminadas por medio de programas estatales en pos de promover y fomentar las economías regionales. Un plan estratégico alternativo, el PEPIN: Un grupo de jóvenes de la región de Patagonia pudo ahondar los esfuerzos en la elaboración de una política pública y creó lo que denominaron PEPIN, es decir: Plan Estratégico Productivo–Integral Nacional. En sus términos, el plan se centra en el desarrollo del mercado interno, donde los pequeños productores son un componente primordial. El primer paso del PEPIN es el estudio de las necesidades de abastecimiento del mercado interno en cada una de las regiones del país (mapeo que sería realizado por el Estado). El segundo paso consistiría en la coordinación de los mecanismos necesarios para que se produzca un “abastecimiento interregional”: que las diferentes regiones del país puedan comerciar entre sí los diferentes bienes que se producen en cada una de ellas. El abastecimiento se realizaría por medio de instituciones estatales como escuelas, hospitales, etc. El resultado que se lograría implicaría: i) la reactivación de las economías regionales (al garantizar la venta de las producciones con el mantenimiento de un precio justo, tanto para el productor como para el consumidor); ii) el fomento del agregado de valor en origen; iii) el desarrollo local, al detectar no sólo las necesidades de consumo, sino las ofertas
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CAP./ 4
de venta de las diferentes regiones del país. El resultado final apuntaría a la generación de un sistema de producción sustentable. Este ejemplo permite visualizar los componentes señalados: Integralidad de las políticas; Necesidad de regulación y coordinación estatal fuertes; Organización del sector de la juventud rural y de la agricultura familiar; Importancia cultural y social de los productos de la agricultura familiar. En suma, se puede afirmar que los y las jóvenes de las cinco regiones cuentan con una base compartida en torno al diagnóstico y a las acciones que den respuesta a los problemas del sector.
4.2.2. Las entrevistas Como fue señalado, durante los segundos encuentros se realizaron entrevistas a jóvenes considerados clave, teniendo en cuenta particularmente los criterios de diversidad regional y equidad de género. Dichas entrevistas buscaron profundizar el conocimiento en las percepciones de los y las jóvenes acerca de los temas en discusión y de la propia pertinencia de los EEFJAF. Se realizaron preguntas semiabiertas en torno a las siguientes cuestiones: el aporte de los EEFJAF a los y las jóvenes que participaron de los mismos; la importancia y pertinencia de los temas tratados; el lugar que debería ocupar la agricultura familiar en el PEA; y los pasos que deberían seguirse para la puesta en marcha de políticas públicas para la juventud de la agricultura familiar. Las respuestas han confirmado los resultados del trabajo realizado durante los dos encuentros y del desarrollado en el marco del Encuentro Nacional. Veamos algunos detalles al respecto. En relación con la participación de los y las jóvenes en los EEFJAF, en las entrevistas han sido destacados los siguientes resultados positivos: 1.- El aprendizaje vinculado al conocimiento de las experiencias de otros jóvenes agricultores familiares del país; 2.- El valor de compartir vivencias y percepciones con jóvenes que tienen problemáticas comunes y, además conocer las particularidades de cada caso o región; 3.- La visibilidad de problemáticas, situaciones, experiencias desconocidas por la mayor parte de la ciudadanía y por los mismos participantes, así como la posibilidad de reflexionar conjuntamente sobre las posibles soluciones, tanto desde la mirada estatal como desde la de las propias organizaciones y actores; 4.- El sentirse escuchados; 5.- La esperanza, palabra que apareció varias veces en las entrevistas, vinculada a la puesta en valor de experiencias particulares de organización del sector y del espacio de los EEFJAF. En referencia a la relevancia y pertinencia de las temáticas tratadas, cuya legitimación era uno de los objetivos de los EEFJAF, las y los entrevistados destacaron lo siguiente: 1.- Se coincidió en la relevancia y pertinencia de los temas propuestos, tal como quedó expresado en el trabajo llevado a cabo en los EEFJAF;
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
2.- Aparecieron tres nuevos temas que nos parece pertinente señalar: la cuestión del impacto de la minería (considerado en los EEFJAF como un subtema a ser abordado dentro de la cuestión del desarrollo sostenible); las deficiencias de los sistemas de riego y la salud, como propuestas a ser incluidas en nuevas reflexiones y agendas. En relación con el lugar que debería tener la agricultura familiar en el PEA, las y los entrevistados se dividieron en dos grupos: el de quienes consideran que está suficientemente tenida en cuenta en el Plan y el de quienes piensan lo contrario. En todos los casos, sin embargo, se coincidió en la relevancia que debe tener la agricultura familiar en el PEA, a partir de una concepción esencialmente federal. Es de destacar la vinculación, señalada por algunas y algunos entrevistados, entre la agricultura familiar y la seguridad alimentaria y nutricional de la población. En cuarto lugar, acerca de los pasos que entrevistados y entrevistadas consideran vitales para la puesta en marcha de políticas públicas para la juventud de la agricultura familiar, sin duda se destacó el rol de la organización del sector y de su institucionalización.
4.3. La juventud rural y el PEA 2 En el escenario conformado por las reuniones del Espacio de Encuentro y Formación de Jóvenes de la Agricultura Familiar (EEFJAF), se concibió la confluencia entre las y los jóvenes de todo el país, representantes de la agricultura familiar, y el PEA 2. En este sentido, es importante destacar que el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial, Participativo y Federal 2010-2020 (PEA 2) es un ejercicio colectivo articulado por el Estado argentino en términos de un proyecto nacional orientador de esfuerzos, recursos y acciones prioritarias para la próxima década, impulsado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP). Este acercamiento se inscribió bajo la modalidad de talleres a cargo de facilitadores del PEA 2 y cuyo propósito central se estructuró en dos momentos conceptuales: uno de índole más didáctica, para introducir a las y los jóvenes en la complejidad del PEA 2, y otro de sesgo más práctico-participativo, orientado a la recuperación sistemática de sus aportes por medio de la elaboración de los instrumentos de trabajo sustentados en la metodología promovida desde el PEA 2. El punto de articulación de ambas instancias redundó en la inclusión de las y los jóvenes en el colectivo del PEA 2 a través de su participación efectiva. En este libro nos abocaremos al análisis y exhibición de los aportes realizados por los y las jóvenes, quienes se sumaron a los miles de actores comprendidos por el sector dentro de los canales metodológicos impulsados por el PEA 2 con su enriquecedora visión, y se erigieron como una voz singular e insustituible. Antes de introducirnos en este punto, es menester aclarar que el aporte de la juventud se concentró en tres pasos vitales de la metodología del PEA 2: la Visión, la Misión (determinantes de la dirección estratégica) y la construcción de la matriz FODA (Fortalezas–Oportunidades–Debilidades–Amenazas), imprescindible para la elaboración de un diagnóstico del sector para la posterior toma de decisiones.
4.3.1. Síntesis de los Aportes de los y las Jóvenes a la Visión del PEA 2 La contribución de los y las jóvenes a la Visión del PEA 2 se concentró en el trabajo alrededor de conceptos que desagregaban una visión propuesta para ser mejorada.
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CAP./ 4
Sus aportes focalizaron la atención en el cuidado del medio ambiente, la promoción de modelos productivos diversificados y la generación por parte del Estado de las reglas necesarias que garanticen el acceso a la tierra, la educación y el cuidado de las culturas autóctonas. A continuación, se detalla en un cuadro la síntesis de los aportes efectuados sobre cada uno de los conceptos de la visión: VISIÓN
APORTES
Soberanía y Seguridad agroalimentaria nutricional
Se considera el concepto de Seguridad como comer sano y variado, y el de Soberanía como la libre decisión de consumir productos sanos. Se sugiere alcanzar la SAN a través de: 1.- Capacidad de producción, elaboración y abastecimiento propios. 2.- Usando técnicas agroecológicamente apropiadas para garantizar una nutrición adecuada y además, de esta manera, conservar el medio ambiente. 3.- Promover el autoconsumo. 4.- Producción orgánica. Se propone realizar una modificación en el punto vinculado a la diversidad de modos de producción, porque deja un espacio liberado al modo de producción monocultivo. Se sugiere cambiar la “diversidad de producción” por “modelos de producción diversificada con cuidado del medio ambiente y agroecológica”. Alimentación sana. Derecho a decidir lo que queremos comer.
Oferta exportable para abastecer al mundo
Se sugiere que antes de pensar en oferta exportable, el producto quede primero para el productor y, en segundo lugar, para su comercialización nacional y exportar el excedente. Garantizar el mercado interno. Contemplar la regulación en relación a la carga mineral/valor monetario del producto que se exporta, a fin de limitar el vaciamiento mineral o de recursos de los suelos a mediano y largo plazo, contribuyendo a la mayor producción nacional. Nuevos mercados que aumenten la diversidad de productos, generando así un crecimiento en la demanda, lo que incrementaría a su vez el volumen de producción. Estamos de acuerdo porque: la exportación genera empleo argentino, abastece mercados mundiales, satisface la soberanía y la seguridad alimentaria para toda la población. Que tengamos la posibilidad de elegir y adquirir lo que se quiere consumir. Estamos de acuerdo porque nuestro país vendería productos elaborados con materia prima propia. Esto dará un gran crecimiento económico.
Otros conceptos clave de la visión en escala nacional
Titularidad de tierras fiscales y parques nacionales con fines productivos y no inmobiliarios. Heredabilidad. Regulación de la documentación de tierras fiscales. Equidad en la distribución de las tierras, políticas diferenciales. Agregar a la visión: (…) con sustentabilidad (ambiental, productiva, territorial y social) garan-
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
VISIÓN Otros conceptos clave de la visión en escala nacional
APORTES tizada, fundamentalmente por el sector de la Agricultura Familiar. Incluir educación integral, pluricultural y los conocimientos de los procesos productivos. Que se fortalezca la relación hombre-ambiente. Preservación cultural autóctona.
Capacidad regulatoria
El Estado debe garantizar el bienestar de todos los argentinos. Se sugiere la existencia de reglas de juego claras y estables, cuyo cumplimiento se garantice a través de organismos/personas idóneas con conocimiento de campo, encargadas de concientizar, difundir, asesorar y hacer cumplir las reglamentaciones, normas y leyes a implementar y las ya vigentes. Fomentar la recuperación de recursos escasos renovables, preservar los recursos no renovables con técnicos agroecológicos. Se sugiere incorporar: Capacidad del Estado en consenso y compañía de todos los sectores. Generación de reglas claras, estables, sostenibles, flexibles y adaptables. Fomento de la recuperación de recursos escasos renovables, preservación de recursos no renovables con técnicos agroecológicos. Promoción del reabastecimiento natural. Cuidado de la tierra (evitar o controlar la deforestación). La capacidad regulatoria no debe recaer sólo en el Estado sino que tiene que aportar sus consejos al PEA.
Asociatividad
Se sugiere utilizar el asociativismo como medio para: Adquirir tecnologías. Introducirse en el mercado. Asesoramiento técnico. Alcanzar el desarrollo sustentable de la Nación. Integrar distintas personas y organizaciones ayudando a su desarrollo y a la recuperación de dificultades en pos del bien común y el desarrollo sustentable. Garantizar el arraigo territorial.
4.3.2. Aportes de las y los Jóvenes a la Misión del PEA 2
De modo similar a la forma en que se encaró el trabajo de la Visión, en el caso del segundo componente de la dirección estratégica, las líneas de la Misión analizadas se encuadran dentro de cuatro ejes: el económico productivo, el institucional, el sociocultural y el ambiental-territorial. De forma esquemática:
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MISIÓN
APORTES
a. Promover la participación amplia de toda la cadena de valor agroindustrial y generar acuerdos necesarios para la elaboración y ejecución del Plan entre los distintos actores políticos, económicos, sociales, ambientales y territoriales vinculados al sector productivo, con el Estado cumpliendo un rol articulador de intereses sectoriales en pos del bien común.
Se sugiere incorporar salud y educación. Acceso y tenencia de tierras. Mercados locales, regionales, nacionales e internacionales. Técnicas agroecológicas, mención de la agricultura familiar y su importancia. Concientización y capacitación. Promotores territoriales.
b. Asegurar reglas de juego estables para el mediano y largo plazo mediante adecuados procesos de institucionalización del Plan.
Debe haber una institución pero, a la vez, participación y compromiso de todos. (…) Transparentes y consistentes “teniendo en cuenta las diferentes realidades rurales culturales, económicas y regionales”. Que el Estado garantice acuerdos, compromisos transparentes considerando los tiempos de producción, teniendo en cuenta el sector. Formular reglas de juego claras en un ámbito democrático, equilibrado, considerando la mirada de género en la formulación de las ideas.
c. Crear condiciones para el desarrollo económico y social, muy especialmente para lograr inclusión social, equidad territorial y seguridad agroalimentaria nutricional
Crear condiciones para garantizar el desarrollo económico, social y organizacional sustentable, priorizando la inclusión social del sector de la agricultura familiar, garantizando la equidad territorial, desarrollo rural, periurbano y urbano de las economías regionales. La equidad, el arraigo, la soberanía y seguridad alimentaria nutricional. Garantizar la protección del medio ambiente. Garantizar la biodiversidad.
d. Preservar/conservar/cuidar el medio ambiente y los recursos naturales renovables y no renovables.
Se sugiere contemplar la diversidad, innovación tecnológica y mercado.
Otros ejes estratégicos sugeridos.
Soberanía diferencial- agricultura familiar. Mejoramiento de la calidad de vida, economía sustentable. Favorecer el arraigo a su lugar tiene que ver con la heredabilidad de la tierra; esto permite proyectar, cuidar, crecer, permanecer. Promover y fortalecer la agricultura familiar como modelo
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
MISIÓN Otros ejes estratégicos sugeridos.
APORTES de producción alternativa. Consolidar la territorialidad generando condiciones que garanticen el arraigo a los lugares de origen. Promover el vínculo entre organizaciones de productores con los consumidores.
4.3.3. Aportes de las y los jóvenes a la Matriz FODA del PEA 2
En este punto, la mirada de los jóvenes se concentró en las características que constituyen a las y los jóvenes como actores centrales, dada su adaptabilidad a los cambios, su espíritu emprendedor, en contraposición a una constelación de factores -principalmente externos- que menguan la capacidad de capitalizar el potencial destacado. FODA es la sigla de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. El análisis de la matriz FODA es una herramienta a través de la que se pueden determinar estrategias en la búsqueda de un futuro deseado. Constituye una herramienta que sirve de apoyo al planeamiento y orienta la toma de decisiones sobre las estrategias. Esta matriz FODA está hecha sobre el ser joven, y no sobre las consignas generales que hicieron otros grupos colectivos que participaron del PEA que trataban el tema en forma más general, por ejemplo una matriz FODA de las posibilidades de la Argentina en materia agropecuaria. De esta forma encontramos un punto de encuentro y de utilidad al ejercicio metodológico que se proponía el PEA y la necesidad de avanzar en la definición de políticas públicas de desarrollo rural y de los jóvenes de la agricultura familiar establecidos por el MAGyP. Bajo una matriz distribuida en cuatro entradas que dan cuenta de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas del sector, éstos son los resultados:
MATRIZ FODA Fortalezas
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APORTES Características actuales propias del sector que se presentan como factores clave para aprovechar situaciones favorables. Ser joven. Organización de jóvenes. Saber hacer (conocimientos, experiencias, cultura adquirida) Apertura a cambios. Predisposición para participar en distintos espacios. Facilidad de aprendizaje. Emprendedores. Sentido de pertenencia y convicción en la lucha por el territorio. Visión de trabajo comunitario, organizado. Resistentes. Espacios de formación.
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MATRIZ FODA
APORTES
Fortalezas
Entusiasmo y dinámica. Recursos naturales. Espacios de participación. Cultura y tradiciones. Transferencia de conocimiento y saberes. Aptitud de jóvenes rurales dispuestos a impulsar políticas de desarrollo. Ganas de cambiar el modelo de país con equidad.
Debilidades
Falta de interés en los jóvenes. Falta de institucionalidad. Falta de planificación, educación, capacitación. Insuficiencia de acompañamiento técnico. Acceso dificultoso al mercado. Falta de espacio específico para los jóvenes. Desigualdad de género. Negación de la identidad. Falta de herramientas de producción. Falta de motivación para que los jóvenes no migren. Abuso de poder. Quema de cañaverales. El monocultivo. Agroindustrias. Falta de campañas sanitarias. Migración de los pobladores jóvenes. Falta de transporte. Trabajar en campos abiertos, los cuales pueden ser cerrados, y de esta manera quedarse con alimento para los animales.
Oportunidades
Acceso a la información. Acceso a crédito. Acceso a tierra. Capacitaciones técnicas y generales. Las oportunidades siempre van a estar ligadas a la organización de los jóvenes dependiendo de una institucionalidad. Mientras los jóvenes nos pongamos de acuerdo y discutamos nuestras posibilidades, vamos a poder determinar las oportunidades que podamos tener. Organización cooperativa. Participación activa. Educación. Proyectos y programas de desarrollo. Encuentros provinciales. Innovación tecnológica. Exportación.
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
MATRIZ FODA
APORTES
Oportunidades
Legislación. Preservación cultural autóctona. Modelo productivo diversificado. Apoyo de instituciones del Estado (nacionales, provinciales, municipales). Que se concrete una política de Estado en pos del desarrollo rural involucrando específicamente a los jóvenes rurales.
Amenazas
Censura. La minería: por la explotación, por la falta de agua, por su influencia económica y cultural, por la esterilidad del campo, por los cambios climáticos, por la venta de tierra y la discriminación. Quedarnos sin jóvenes. Falta de apoyo para participar en los encuentros de jóvenes. Sequías.
4.3.4. Conclusiones
La síntesis de los significativos aportes manifiesta el producto del esfuerzo y compromiso de los y las jóvenes de la agricultura familiar, a la vez que deja la impronta de la construcción de un actor cardinal en el proceso participativo propuesto por el PEA 2. En efecto, esta imponderable contribución aquí repasada se incorpora al PEA 2. A través de sus aportes, se integran plenamente a la planificación del sector agroalimentario y agroindustrial, cuyo futuro dependerá en gran medida del impulso, el trabajo y la siempre buena predisposición que ellos entregan. El compromiso asumido nos conduce a doblar la apuesta y potenciar los ámbitos participativos para que la juventud rural se transforme en protagonista de su propio destino.
4.4. El Espacio Nacional
Durante los días 22 y 23 de marzo de 2011 se llevó a cabo el encuentro nacional del EEFJAF. Más de doscientos jóvenes de las cinco regiones de nuestro país participaron en el debate en torno a una agenda de políticas públicas para el sector. Objetivos: Consolidar una agenda consensuada con definiciones de problemáticas que trascienda las miradas particulares de cada región geográfica. Establecer un esquema consensuado de acciones a seguir en el corto y mediano plazo. A continuación describimos la metodología acordada para llevar adelante los debates que permitieron abordar cada una de las temáticas, asegurando la participación de todas y todos los participantes del encuentro.
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CAP./ 4
Primer momento: “Unidos en la diversidad: las particularidades de cada región” 1.- Los jóvenes se separan por regiones geográficas; 2.- Dentro de cada región, se vuelven a dividir en temáticas de interés buscando un equilibrio numérico: Serán dos momentos: a) Educación en el campo / Migración campo-ciudad / Institucionalidad de la juventud rural (primer momento); b) Acceso a tierra y reforma agraria / Sistema de producción sustentable (segundo momento). En el primer momento se dividirán en tres grupos (uno por cada temática) y, en el segundo momento, en dos grupos. 3.- Se entregan todas las definiciones trabajadas en los encuentros de 2010 sobre esa temática como insumo de trabajo para el debate. Se hace hincapié en que las definiciones sean claras, con la mayor aproximación posible. Se entregan afiches para escribir la definición final; 4.- Se retiran los afiches y se pide que se dividan nuevamente en las temáticas del punto b). Se repite la metodología. Se ponen en afiches las cinco definiciones de cada temática; 5.- Se reparten post-it de colores (o similares) dando a cada uno el color correspondiente a su temática. Se presentan ordenadas por temática todas las definiciones trabajadas y cada uno vota en las temáticas que trabajó; 6.- Se construye un documento con las definiciones más votadas. Se presenta en una pantalla y se abre el debate en plenario; 7.- Para el debate en plenario se establece un moderador y un secretario. Se abre el debate respecto de las definiciones. Se propone que aquellos que crean necesario realizar cambios levanten la mano, expliquen qué cambian y por qué, lo redacten (se anota con otro color en el documento). Una vez que todos los cambios se presentan, se cierra la lista de oradores y se pasa a votar cambio por cambio. Finalmente se vota el documento consolidado.
Segundo momento: “La agenda de la juventud rural: construyendo políticas públicas” 1.- Se presentan las definiciones acordadas (el día anterior); 2.- Cada responsable de área temática, anota en una lista a los interesados. Se establecen cupos: el que llega, llega; el que no, se queda con las ganas; 3.- Se dividen en dos grupos, uno orientado a pensar acciones de corto plazo y el otro orientado a las acciones de mediano/largo plazo. Se entrega el “menú” de propuestas planteadas durante 2010; 4.- Se abre el debate en los subgrupos. Se les pide que presenten hasta cuatro políticas. Anotarlas en media hoja A4 con letra clara y grande; 5.- Se discuten las propuestas en el grupo utilizando la matriz de propuestas.
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
a) Se pide a los participantes que comparen, por pares, todas las propuestas (1 y 2, 1 y 3, 1 y 4; 2 y 3, 2 y 4; 3 y 4) y definan cuál de las dos debería ser encarada primero. Para esto se pegan las medias hojas A4 utilizadas en el punto 5) en el cuadro; b) Se da un momento para la discusión y se busca el consenso para elegir uno entre los dos, con el número correspondiente, en la casilla de cruce (ver abajo). Al final se tendrá la mitad de la matriz llena, como se muestra abajo; c) En función de los resultados, se establece un orden propuesto de las propuestas a seguir; d) Se repite la misma presentación con las propuestas de mediano/largo plazo.
Propuesta 1
Propuesta 2
Propuesta 3
Propuesta 4
Propuesta 1
-
1
1
4
Propuesta 2
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3
4
Propuesta 3
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4
Propuesta 4
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-
6.- Se pasan en limpio las ocho propuestas jerarquizadas, desde la que debe ejecutarse primero hasta aquellas que deben realizarse después; 7.- Se construye un documento con todas las propuestas ordenadas de todas las temáticas. (Se presentan con un cañón); 8.- Se debate (ídem formato día 1) área temática por área temática. Se va votando el consolidado de cada área; 9.- El resultado se elabora en términos de documento – declaración. La metodología de trabajo encaminada permitió que el encuentro culmine con una sesión plenaria en la cual los y las jóvenes de la agricultura familiar arribaron a un consenso en torno a la definición común de cinco temas prioritarios para la agenda de políticas públicas, a saber:
4.4.1. Definiciones comunes y propuestas para una agenda de políticas públicas para la juventud rural
La educación rural es uno de los pilares fundamentales para la igualdad y la equidad de oportunidades y para el crecimiento del ser humano. Sin embargo, en zonas rurales actualmente no es la adecuada. Se considera, en primer lugar, que sería de vital importancia la implementación de extensiones curriculares relacionadas con la realidad rural, como forma de evitar el desarraigo y la migración. En segundo lugar, se manifiesta como necesario garantizar el acceso a la educación. Por último, se menciona que
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CAP./ 4
debería contemplarse especialmente la dimensión pluricultural de la educación rural, haciendo énfasis en la cultura de los pueblos originarios. La institucionalidad de la juventud rural está compuesta por los espacios o canales formales de discusión, participación, formación, demanda, articulación e incidencia de la juventud rural en políticas públicas destinadas al sector. La componen las organizaciones de la sociedad civil y el Estado, siendo los jóvenes sus principales protagonistas. El acceso a tierra es un derecho para las personas rurales, para quienes trabajan, producen, cuidan y habitan la tierra. Se considera importante la regularización y “titularización de la tierra” para el pequeño productor de la agricultura familiar. Reforma agraria: implica la redistribución de la tierra, la producción diversificada, el cuidado del medio ambiente y la preservación de las culturas originarias. Se refiere también una deuda del Estado con el sector rural. La reforma agraria debe tener como objetivo la permanencia en la tierra, que se debe garantizar no sólo a través de la seguridad jurídica sino también del acceso a los servicios básicos. La migración campo–ciudad es el traslado de personas desde zonas rurales hacia grandes centros urbanos por la falta de recursos y oportunidades para el desarrollo de la vida en el campo, la situación económica y servicios sociales precarios. Un sistema de producción sustentable es un método de producción que se mantiene en el tiempo, en armonía con los recursos naturales, en defensa de los bienes comunes, respetando la relación con el medio ambiente, la biodiversidad y la producción, teniendo en cuenta la soberanía, la seguridad alimentaria y la diversidad de cultivos. Por lo tanto, es un sistema que respeta nuestros recursos naturales como medios de vida y no como medios de lucro. A partir de la definición compartida y común de las problemáticas que forman la agenda para la juventud rural, se dio paso a la identificación de las propuestas de políticas públicas que los y las jóvenes de la agricultura familiar consideran necesarias (en el corto y largo plazo). Las demandas se vinculan a diferentes dimensiones de sus vidas y expectativas y están, en gran medida, sujetas a exigencias de inclusión social. Las políticas públicas destinadas al sector de la juventud rural deben garantizar los derechos de todas y todos los jóvenes. Resultantes de una votación en plenario, las propuestas son las siguientes: Educación en el campo Largo plazo: 1.- Construir una política integradora con Ministerios de Educación, Salud y Cultura; 2.- Que los docentes sean del lugar, que estén relacionados con la zona; 3.- Incorporación de campos experimentales (educación en oficios). Corto plazo:
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
1.- Agregar educación bilingüe para mantener la identidad de los pueblos originarios; 2.- Insertar en la metodología educativa herramientas que le sirvan al alumno según su medio productivo; 3.- Incorporar a la currícula educativa el área de extensión rural (participación, organización, educación); 4.- Instalación de servicio de internet en las escuelas rurales para facilitar al alumno la obtención de nuevos conocimientos y manejos, evitando gastos y migraciones y asegurando que esté informado de lo que pasa a su alrededor; 5.- Promover la educación de alternancia, como por ejemplo las EFA (Escuelas de Familias Agrícolas). Institucionalidad de la juventud rural Corto plazo: 1.- Creación de una institución dentro del Estado que tenga representación local, provincial y nacional referida a la juventud rural (en forma de Dirección Nacional) con fuerte presencia de los referentes en territorio; 2.- Creación de instrumentos que permitan difundir las actividades realizadas en territorio para que se conozcan tanto en las provincias como en las regiones. Largo plazo: 1.- Promover la formación de referentes en cada pueblo para aprovechar la idoneidad y el conocimiento del territorio; 2.- Promover espacios de debate destinados específicamente a los jóvenes rurales para enriquecer las instituciones del Estado; 3.- Brindar el financiamiento necesario para sostener el trabajo en el tiempo y asegurar la continuidad independientemente del gobierno de turno. Acceso a la tierra y reforma agraria integral Corto plazo: 1.- Garantizar el cumplimiento de las leyes que hablan de resguardo de bosques, posesión de tierras que se ocupan tradicionalmente y que se reduzca la extranjerización; 2.- Empadronamiento de pequeños productores poseedores de la tierra que no gozan de la titularidad de la misma; 3.- Regular el monocultivo y la utilización abusiva de agroquímicos tóxicos; 4.- Limitar los megaproyectos contaminantes de las empresas multinacionales, ya que causan un daño ambiental irreversible en tierras productivas; 5.- Relevamiento territorial de las tierras ociosas;
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CAP./ 4
6.- Impulsar ley de freno del desalojo agrario; 7.- Regular la extranjerización de la tierra. Largo plazo: 1.- Una legislación nacional que tenga incidencia en todas las provincias; 2.- Regularización del título-dominio de las tierras que se encuentran en uso. Migración campo-ciudad Corto plazo: 1.- Inversión económica para emprendimientos e infraestructura rural; 2.- Fortalecimiento y promoción de arraigo con trabajo concreto y asesoramiento técnico; 3.- Generación de mercados–ferias itinerantes de venta directa; 4.- Fomento para asociativismo en todos sus aspectos. Largo plazo: 1.- Creación de escuelas técnicas: espacio de contención, promoción, capacitación, difusión de conocimientos, asesoramiento y gestión de emprendimientos, priorizando el recurso humano y el medio ambiente. Fomentar el desarrollo rural, implementación de energías alternativas, infraestructura (electrificación rural, agua potable para consumo y riego, centros de salud, hospitales, bibliotecas, talleres). Sistemas de producción sustentable Corto plazo: 1.- Difusión de las formas de producción sustentables y experiencias que están funcionando y de las instituciones que están trabajando en ese sentido, para incentivar este tipo de producción; 2.- Generación de espacios de discusión entre los distintos actores involucrados (universidades, INTA, SENASA, AF, organizaciones) para hacer un diagnóstico de situación y, a partir de ahí, trabajar en conjunto por regiones. Largo plazo: 1.- Que el Estado fomente líneas de crédito para la reconversión productiva, asesoramiento, seguimiento, cooperativas, ferias, formas de comercialización de productos hechos de forma sustentable y difusión de dichos productos; 2.- Formación y capacitación en técnicas de producción agroecológicas y sustentables; brindar el acceso y uso de herramientas tecnológicas renovables; y la creación de escuelas agrotécnicas y Escuelas de la Familia Agraria (EFA); 3.- Reglamentación, difusión y cumplimiento de las leyes ambientales.
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
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CAP./ 4
CONCLUSIONES FINALES
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AGENDA Y PROPUESTAS SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL SECTOR DE LA JUVENTUD RURAL
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CONCLUSIONES FINALES
CAP./ 4
Conclusiones finales Al comienzo de esta publicación se resalta la condición de los jóvenes como agentes de cambio para posibilitar el desarrollo del sector de la agricultura familiar. También se destaca que el desarrollo así concebido forma parte de un desafío político y de un modelo de construcción que tiene a las y los jóvenes como protagonistas. Con el correr de los capítulos fue posible introducirse en los diferentes procesos que llevaron a la construcción de una agenda común de políticas públicas para el sector y, posteriormente, a la elaboración de las propuestas para llevarlas a cabo en conjunto con las organizaciones sociales y las instituciones del Estado. A medida que se avanza en la lectura es muy difícil desconocer que todo este recorrido sólo ha sido posible debido a que existe, en la actualidad, otro proyecto de país: diferente, afortunadamente, del de otros tiempos en que la política quedaba relegada de su rol como motor de cambio social, ya que las luchas por construir un país independiente y soberano experimentaron largas marchas y contramarchas. Hoy, los y las jóvenes pertenecientes al sector de la agricultura familiar, tienen la inmensa oportunidad histórica de ser parte en la construcción de un país diferente –un país donde es posible volver a soñar–, en una construcción política distinta. Hoy estamos avanzando en este sentido, con una profunda convicción por las conquistas logradas y con la certeza de querer profundizar los cambios para que puedan llegar a toda la juventud del sector. Resulta necesaria una construcción política e institucional que no haga depender la transformación del cambio de una o dos personas. Éste es el gran desafío que tienen hoy los y las jóvenes rurales: cómo hacer para que tanto trabajo no sea en vano, cómo hacer para que su presencia sea definitiva y no volver a constituir un sector invisibilizado por las organizaciones y las instituciones del Estado. Tenemos que seguir construyendo como lo hemos hecho hasta ahora, sobre las coincidencias, no sobre las diferencias, que es como se ha construido durante todos estos años. Debemos formalizar espacios institucionales de planificación participativa de las políticas públicas de juventud rural. La tarea y el compromiso es sembrar una red nacional de promotores de desarrollo de la juventud rural como animadores de procesos de desarrollo rural en el marco de una política nacional; afianzar el arraigo apostando al desarrollo de la educación con mayor participación de los jóvenes y sus comunidades en las escuelas locales, a fin de mejorar la articulación entre los contenidos pedagógicos y productivos rurales. Las políticas públicas deben tener un nuevo enfoque. Hay que generar contextos específicos para el diseño de políticas públicas, que tengan la flexibilidad para afrontar situaciones determinadas de acuerdo con cada cultura y región y que se basen en elementos de capacitación que permitan a los jóvenes liderar procesos de desarrollo regional y local. Las políticas deben planificarse para ser adaptadas a las estrategias de vida de las y los jóvenes rurales y no de modo inverso: sólo así podrán ser actores centrales en las estrategias de desarrollo. Hay que continuar escribiendo nuestra propia historia, nuestra propia identidad. Falta mucho, pero estamos convencidos de que estamos transitando el camino correcto. Hemos podido construir este documento de propuestas y acciones para llevar adelante políticas públicas para el sector de la juventud rural y, en este sentido, hemos dado un gran paso, que será un punto de partida para avanzar en la profundización de estas propuestas.
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CAP./ 4
ANEXOS / BIBLIOGRAFÍA / GLOSARIO
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122.
ANEXOS
Anexo I Coordinación general del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca – Argentina Eduardo Polcan Ministerio de Desarrollo Agrario – Brasil Laudemir Muller Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca – Uruguay Antonio Vadell Ministerio de Agricultura y Ganadería – Paraguay Doria Baranda Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario – Chile Benjamín Blanco Equipo Coordinador del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales Argentina: Favio Pirone, Viviana Blanco, Eduardo Fontenla, Matías Pontoriero. Brasil: Guilherme Brady Rocha, Ernesto Galindo, Erika Galindo, Ursula Morais, Sérgio Barcellos, Roberta Novaes, Elisa Guaraná, João Macedo.
Participantes del Curso Regional de Formación de Jóvenes Rurales Delegación de Argentina Marina Marini, Melisa Bergia, Arnaldo Re, Yanet Salazar, Roberto Rouvier, Matías Fabbri, Cristian Martín, Edgardo Mardones, Darío Dykyj, Eva Tejada, Tamara Dietrich, David Corpuz. Delegación de Brasil Claremilta Souza, Angela Souza Silva, William Clementino da Silva, Marco Junior Brambilla, Eliane de Souza Oliveira, Ionara Albani, Maria Josana de Lima, Maria Francisca Souza, Cintia Maria Santos. Delegación de Chile Nelson Maldonado, Fabio Escalona González, Raúl Marcelo Apablaza, Viviana Rivero, Roberto Lacomil,
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Juan Fuentealba, Javier Mardones, Rodrigo Yáñez, Fredy Garrido, Dana Altamirano, Katherin Hermosilla, Nayaret Jonquera, Roberto Carlos Lacomil, Carlos López Pérez. Delegación de Paraguay Cornelio Medina,Teodosio Ortega, Atilio Araujo, Robert Jaime, Sandra Larssen, Gabriela Zárate, Rosa Benítez. Delegación de Uruguay Eliana Pirotto, Sergio Matías Malaquina, Pablo Acosta Albaniz, Andrea Vergara.
Anexo II Coordinación General de los Espacios de Encuentro y Formación de Jóvenes de la Agricultura Familiar (EEFJAF) Coordinación Favio Pirone Martín Carnaghi Asistente de Coordinación Matías Pontoriero Carlos Larroude Coordinación Pedagógica Mariana Vázquez Eduardo Fontenla Elaboración de contenidos Daniela Perrotta Sistematización Leticia González Nadia Schandeler Unidad Provincial de Ejecución (UPE) PRODERNOA Provincia de Tucumán
Patricia González
Provincia de Catamarca
Sonia Sahonero
Provincia de La Rioja Romina Brizuela Judith Olmos
124.
ANEXOS
PRODEAR Provincia de Córdoba Emilio Sbrocco Daniela Savid Josefina Olmedo José López Provincia de Misiones
Marta Ferreira
Provincia de Entre Ríos
Daniel Berón
Provincia de Chaco
Carlos Gauna
PRODERPA Provincia de Río Negro
Mauro Fernández
Provincia de Neuquén
Paola Morales
Provincia de Chubut
Belén Coussirat
Equipo de Coordinación regional Región Centro
Matías Fabbri
Región NOA
Yanet Salazar
Región NEA
Roberto Rouvier
Región Patagonia Edgardo Mardones Marina Marini Región Cuyo
Cristian Martín
Equipo de Coordinación del Plan Estratégico Agroalimentario, Agroindustrial 2010–2016 (PEA) Coordinadora
Adriana Azcorra
Facilitador Mario Ramírez Facilitador Amira Rabendo Facilitador Emilio López Facilitador Facundo Millán Facilitador Carlos Ramírez
125.
Participantes: Provincia de Buenos Aires: Sonia Aquino, Santiago Mercadal, Martín Riego, Lucía Insaurralde. Provincia de Córdoba: Florencia Prado, Marcos Navarro, Evangelina Loga, Pedro González, Agustín Corrales, Denis Andrade, Luis Andrade, Jimena Loyola, Jeremías Rivarola. Provincia de Santa Fe: Matías Díaz, Orlando Sánchez, Irene Venica, Néstor Vázquez, Carlos Troncoso, Daniela Vega. Provincia de Entre Ríos: Paola Regner, Daniela Ortega, Alejandro Carballo, Pablo Gaitán, Jessica Romero, Juan Mendieta, Néstor Báez, Rubén Nieve, Rafael Luna, Ángel Torres, Cecilia Ferreira, Joaquín Castaño, María del Carmen Jáuregui. Provincia de Jujuy: María Vilca, José Velázquez, Romina Yurquina, Luisa Aucapiña, Mercedes Cruz, Jimena Virazate, Roque Tejerina, Sandra Quispe, Ezequiel Guanuco. Provincia de Salta: María García, Fabián Villada, Oscar Gómez, María de los Ángeles García, Héctor Paredes, Yanina Ponce. Provincia de Santiago del Estero: Mónica Ruiz, Yulia Contreras, Sonia García, Luciana Cardoso, Jorge Gutuy, Juan Escalada, Hugo Soria. Provincia de Catamarca: Rubén Quipildor, Lisandra Beltrán, Ulises Seco, Nicolás Cortez, Johana Silva, Yolanda Delgado, Rosalva Aguirre, Mariano Cervantes, Patricia Cabrera, Sonia Reales, María Florencia Suárez, Nancy Suárez, Roxana Castro, Cristian Rodríguez. Provincia de Tucumán: Ayelén Alvarado, María Cruz Meni, Érica Díaz, Viviana Valdiviezo, Hernán Romano, Pablo Delgado, Carlos Soto, Jesús Zamora, Florencia Gómez, Elena Quinteros, Elio Chávez, Gabriela Gauna, Diego Reales, Sergio Romano, Pablo Delgado, Roberto Sosa. Provincia de Chubut: Eric Loncopán, Luis Tamayo, Evaristo Cual, Gustavo Morales, Diego Mariñaco, Juan Belén, Victorio Gutiérrez, Julieta Díaz Lagos, Jessica López, Gonzalo López. Provincia de Neuquén: Marcelo Leiva, Alejandro Lara, Rogelio Sabatel, Marcela Cousso, Pablo Calfuquao, Mirta Córdoba, Roxana Lisaukas, Amelia Mera, Fernanda Queupil, Hugo Vázquez. Provincia de Río Negro: Ingrid Riffo, Juan Carlos Cari, Víctor Suárez, Martín Barriga, Diego Jaro, Alfonso Analiz, CarlosTiuana, Ángel Cancoto, Elio Pérez,YésicaYanca, Jorge Díaz, Humberto Pintos, Lidia Cayuqueo, Enzo Lefiu, Roberta Capretti, Nicolás Martínez, Maximiliano Fiñana. Provincia de La Pampa: Yanina Urquiza, Antonella Serraino, Néstor Bianco. Provincia de La Rioja: Víctor Rivero, Nicolás Rudezyk, Natalia Pinto, Verónica Bertolozzi, Gonzalo Carrizo, Jorge Carpío, Adriana Banegas, Jaquelín Vera, Renzo Moreno, Luis Romero, Ramon Cabrera, Lilian Cabrera, Andrés Gordillo, Amalia Gordillo, Francisco Oliva, Evelin Caliva, Sofía Fuentes, Marcelo Asís,
126.
ANEXOS
Ramón Herrera, Gladis Moreno, Leandro Bazán, Ricardo Galleguillo, Yamil Corzo, Ángel Domínguez, Yesica Caran, José Vera, Sergio Alcaraz, Adriana Maldonado, Nicolás Yaquez, Eduardo Tello. Provincia de San Luis: Enrique Salado, Griselda Zavala, Carmen García, Javier Zavala, Pablo Mercau, Gerardo Mesa, Roberto Moreira, Venancia Rodríguez. Provincia de San Juan: Karen Echegaray, Olga Abregó, Roxana Barboza, Karen López, Noelia Alamo, Alejandra Brizuela, Iván Páez, Rodrigo Ricabarren, Leandro Martínez, Carlos Caballero. Provincia de Mendoza: Lucas Romero, Romina Calderón, Cristian Robles, Mauricio Duarte, Néstor Michaux, Exequiel Cabiere, María Laura Deambrogio, María de los Ángeles Vargas, Gonzalo Vargas, Daniel Ojeda, Walter Miranda. Provincia de Chaco: Gustavo Ruta, Daniela Valerio, Carina Encina, Ariel Balderrama, Sandra Ceballos, Juan Lencina. Provincia de Misiones: Sofía Galeano, Lucas Schaffer, Alejandra Servín, Lorena Miranda, Noelia Prestes, Adriana Kumm, Leandro Cardozo, Jonatan Rodríguez, Nelson Antúnez, Felipe Pérez, Fabiana Casafus, Gloria Verón, Javier Hauk, Soledad Farach. Provincia de Corrientes: Natalia Ávalos, Romina López, José Gómez, Luis Franco, Víctor Sánchez, Mercedes Pintos, Carlos Fernández, Marcelo Dalcolmo, Nieves Méndez Segovia, Isidro Soto, Gerardo Bouchet, Mozzuequin Yonathan. Provincia de Formosa: Néstor Ayala, Eduardo Castillo.
127.
128.
ANEXOS BIBLIOGRAFÍA
Bertolotto, María Isabel; Lastra, María Elena (comps.). Políticas públicas en la Argentina actual, análisis y experiencias, Buenos Aires, Ed. Cooperativas, 2007. Bourdieu, Pierre. El sentido práctico, Madrid, Taurus, 1993. Caputo, Luis. “Intenciones juveniles y heterogeneidad de los patrones migratorios como estrategias de vida de la juventud rural argentina”, ponencia preparada para el VI Congreso de Asociación Latinoamericana de Sociología Rural (ALASRU) y Red Latinoamericana de Juventudes Rurales (RELAJUR). Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos. “Revisión del concepto de ruralidad en la Argentina y alternativas posibles para su redefinición”, Buenos Aires, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, 2007. Coraggio, José Luis. “Desarrollo regional, espacio local y economía social”, versión revisada de la ponencia presentada en el Seminario Internacional “Las regiones del siglo XXI. Entre la globalización y la democracia local”, organizado por el Instituto Mora, México, 9-10 de junio de 2005. Coraggio, José Luis. “¿Es posible otra economía sin (otra) política?”, versión revisada de la ponencia presentada en el panel “Cuestión social y políticas sociales: ¿políticas de emergencia o construcción de políticas estratégicas de carácter socioeconómico?” del II Congreso Nacional de Sociología, en las VI Jornadas de Sociología de la UBA, Pre ALAS 2005, Buenos Aires, 2004. (También fue presentado como ponencia en el lanzamiento del Eje I “Economías Soberanas” del Foro Social Mundial, Porto Alegre, 26-31 de enero 2005.) De Kostka Fernández, Estanislao. “Políticas públicas”,en Román Reyes (dir.), Diccionario crítico de ciencias sociales, Madrid, Universidad Complutense, 2009. Durston, John. Juventud y desarrollo rural: marco conceptual y contextual, Santiago (Chile), Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Serie Políticas Sociales Nº 28, 1998. Elgue, Mario y Chiaradía, Claudia. Formas Asociativas para la Agricultura Familiar, elementos para el análisis funcional y normativo de las distintas formas jurídicas, Buenos Aires, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, 2006. Foro Nacional de la Agricultura Familiar. “Propuesta para un plan estratégico de desarrollo rural”, Buenos Aires, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, 2008. Foucault, Michel. Microfísica del poder, Madrid, Ediciones de La Piqueta, 1979. Ghiardo, Felipe. ”Generaciones y Juventud: Una relectura desde Mannheim y Ortega y Gasset”, en revista Última Década,Nº 20, 2004. Giarracca, Norma. “America Latina, Nuevas Ruralidades, Viejas y Nuevas Acciones Colectivas”,en Giarracca y Levy (comps.) Realidades latinoamericanas. Identidades y luchas sociales, Buenos Aires, CLACSO, 2004. Gras, Carla; Hernández, Valeria (coords.). La argentina rural: de la Agricultura Familiar a los agronegocios, Buenos Aires, Biblos, 2008.
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130.
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132.
GLOSARIO ANEXOS BIBLIOGRAFÍA
BID
Banco Interamericano de Desarrollo.
BM Banco Mundial. FIDA
Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.
FoNAF GMC
Foro Nacional de la Agricultura Familiar. Grupo Mercado Común.
IICA
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.
IIPE
Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación.
MDA MERCOSUR
Ministerio de Desarrollo Agrario (Brasil). Mercado Común del Sur.
NEA Noreste Argentino. NOA Noroeste Argentino. PEA 2
Plan Estratégico Agroalimentario, Agroindustrial Participativo y Federal.
PRODEAR PRODERNOA
Proyecto de Desarrollo de Áreas Rurales.
PRODERPA
Proyecto de Desarrollo Rural de las provincias de la Patagonia Argentina.
REAF
Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar.
UCAR
Unidad para el Cambio Rural.
Proyecto de Desarrollo Rural de las provincias de Noroeste Argentino.
133.
134.
ANEXOS BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE
135.
136.
ÍNDICE ANEXOS BIBLIOGRAFÍA
Presentación
8
Prólogo
12
Agradecimientos
16
Introducción
20
PRIMERA PARTE: Capítulo 1: Enfoque y estrategia: La capacidad del Estado y el rol de la política por Favio Pirone
25
1.1.
El rol del Estado
26
1.2.
Política pública y políticas públicas construidas para la juventud rural
28
1.3.
La participación
29
1.4.
Conclusiones
30
Capítulo 2: Conceptualización de la juventud rural por Eduardo Fontenla, Matías Pontoriero
35
2.1. 2.1.1. 2.1.2. 2.1.3.
Juventud La juventud como grupo etario La juventud y la generación La juventud rural
36 36 36 38
2.2.
La ruralidad, lo rural y las nuevas ruralidades
38
2.3.
Jóvenes rurales, ¿de qué ruralidad?
41
SEGUNDA PARTE: Capítulo 3: El proceso regional – El Mercosur por Favio Pirone, Eduardo Fontenla, Viviana Blanco
47
3.1.
Antecedentes
48
3.2. 3.2.1. 3.2.2.
El curso regional de formación de jóvenes rurales Identificación Conclusiones
49 52 63
137.
3.3. 3.3.1
Seminario regional de caracterización de la juventud rural Recomendaciones para la REAF
Capítulo 4: Agenda y propuestas de políticas públicas para el sector de la juventud rural por Mariana Vázquez, Daniela Perrotta
63 65
71
4.1. 4.1.1. 4.1.2. 4.1.3. 4.1.4. 4.1.5. 4.1.6. 4.1.7.
Informe de relatoría de los Espacios de Encuentro y Formación de Jóvenes de la Agricultura Familiar (EEFJAF) Conclusiones y resultados de los módulos I y II Observaciones sobre la relevancia de la agenda de la REAF y la jerarquización de sus componentes Consideraciones sobre la cuestión “Educación en el campo” Consideraciones sobre la cuestión “Acceso a la tierra” Consideraciones sobre la cuestión “Institucionalidad de la juventud rural” Consideraciones sobre la cuestión “Producción sustentable” Consideraciones sobre la cuestión “Migración campo-ciudad”
4.2. 4.2.1. 4.2.2.
La construcción de estrategias para la elaboración y puesta en marcha de políticas públicas para la juventud rural Resumen de las acciones necesarias para encaminar políticas públicas para la juventud de la agricultura familiar, por región y por área temática Entrevistas
92 103
4.3. 4.3.1. 4.3.2. 4.3.3. 4.3.4.
La juventud rural y el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal (PEA 2) por Facundo Millán, Emilio López Síntesis de los aportes de los y las jóvenes a la visión del PEA 2 Aportes de las y los jóvenes a la misión del PEA 2 Aportes de las y los jóvenes a la matriz F.O.D.A. del PEA 2 Conclusiones
104 104 106 108 110
4.4. 4.4.1.
El Espacio Nacional Definiciones comunes y propuestas para una agenda de políticas públicas para la juventud rural
110
Conclusiones finales
119
Anexos
123
Bibliografía
129
Glosario
133
138.
72 73 77 79 82 85 87 89
91
112
ANEXOS BIBLIOGRAFÍA
139.
Publicaci贸n sin fines comerciales. No est谩 permitida su venta.
140.