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4.4. Asociacionismo

lectivo y aporta herramientas para cuestionar la realidad, generando una lectura crítica sobre lo que se nos muestra. Para cambiar la imagen del medio rural es necesario contar con los medios culturales, con su apoyo, las dinámicas culturales pueden ser un revulsivo que ayude a cambiar la imagen del medio rural, en cierto sentido, denostada.

Asimismo, se debe distribuir la oferta cultural entre las zonas urbanas y rurales. Además de los mismos derechos, los habitantes del medio rural tienen tantas inquietudes culturales como los habitantes del medio urbano. Lamentablemente, un alto porcentaje de la oferta se aglutina en las grandes urbes. Una posible solución a esta situación consiste en trasladarla a entornos rurales, donde el éxito de audiencia estará asegurado. Para ello, es necesario cambiar las conductas y dinámicas sobre su rentabilidad y profundizar sobre las necesidades de ocio y cultura de los municipios más pequeños, con escasa o nula oferta cultural.

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Actualmente, pueden encontrarse ejemplos de buenas prácticas en el ámbito cultural relacionados con proyectos de residencias artísticas, celebración de festivales alternativos, ferias de artesanía o programas de promoción de oficios tradicionales. Todos ellos han generado un impacto positivo en el arraigo de la población local a la vez que atraen a nuevos pobladores.

Por último, la cercanía con las administraciones públicas locales y el tipo de relaciones establecidas es otro factor relacionado con la identidad social. Para evidenciar su importancia, basta con conocer los testimonios de jóvenes alcaldes en sus municipios y observar cómo su experiencia les ha convertido en agentes de cambio en sus territorios3 .

3 En este mismo capítulo, se pone a disposición del lector la experiencia de Borja Castro, joven alcalde del municipio de

Alcocer (Guadalajara).

2. Juventud rural, Grupos de Acción

Local y Asociacionismo

En ocasiones, la cuestión del asociacionismo en el medio rural se ha relegado a un segundo plano frente a otros aspectos más prioritarios para la ciudadanía como el empleo, la vivienda o el acceso a servicios. Sin embargo, la existencia de organizaciones ciudadanas supone uno de los mejores sujetos de cohesión de los territorios. Por ello, se dedica esta sección a los Grupos de Acción Local, principales entidades representativas del tejido asociativo de las comarcas, así como al papel que puede jugar la juventud rural en el desarrollo de los territorios.

Al tratar la temática del asociacionismo, es importante destacar su fuerte vínculo con el concepto de gobernanza:

Entendido en un sentido amplio, la gobernanza es un cambio profundo en la acción social y las formas de gobierno de las sociedades contemporáneas, que deben resituarse en medio de un ámbito, no exento de tensiones, configurado por el estado, el mercado y la sociedad, y en un contexto marcado por la globalización, la europeización y la interdependencia (Innerarity, 2011:228).

Por ello, la gobernanza se puede concebir como un instrumento muy valioso para asegurar el traslado de la política a aquellos espacios que, como el medio rural, se habían abandonado. Un adecuado uso de este concepto, lo que se conoce como buena gobernanza pasa por lograr cambios en los sistemas políticos en los que se produzca un fortalecimiento de la cooperación entre actores como los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. En relación a lo anterior, los Grupos de Acción Local se posicionan como actores garantes de la buena gobernanza en los territorios rurales. Por ello, es indispensable que incorporen en sus dinámicas a la mayor parte del conjunto de la ciudadanía del medio rural, particularmente a las personas jóvenes.

A continuación, se procederá a aportar una contextualización sobre los Grupos de Acción Local y sus principales acciones. Posteriormente, se producirá un análisis sobre los beneficios que la juventud y el asociacionismo pueden aportar al medio rural, articulado en base a los siete pilares de la Metodología LEADER.

2.1. Los Grupos de Acción Local

Un Grupo de Acción Local (GAL) es una persona jurídica que, de forma general, adopta la forma de entidad sin ánimo de lucro cuya principal finalidad consiste en la dinamización de las actividades económicas, sociales, culturales y medioambientales de los territorios rurales en los que desarrolla su actividad.

Los GAL son la única herramienta de concertación territorial público-privada contrastada, relevante y eficaz. Son una parte importante, activa e influyente de la caja de herramientas existente sobre el terreno para lograr un desarrollo territorial integral y una verdadera cohesión social de los territorios rurales. Han sido pioneros en poner en valor los activos del medio rural, y su trabajo ha servido y sirve para trazar las nuevas políticas territoriales sobre una base sólida.

El Grupo de Acción Local da cabida a todos los colectivos de la sociedad civil representativos de su comarca; para tal fin, se ponen en marcha diferentes herramientas y dinámicas de participación, con el objetivo de recoger ideas, reflexiones y propuestas para -conjuntamente- elaborar la Estrategia de Desarrollo Local Participativo, una hoja de ruta sobre el futuro de su territorio.

Los Grupos de Acción Local representan una oportunidad única para los jóvenes que quieran involucrarse en el diseño de sus te-

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