Testimonios de Cambio en las Ciudades de Bolivia Mi nombre es Salome Cortez, tengo 70 años de edad, radico en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia. Hace años vine a vivir al Barrio Ambrosio Villarroel, ahora soy parte de la directiva de la Junta Vecinal del Barrio. Dicen que el departamento de Santa Cruz es la locomotora del país, pero, como en otros departamentos, existe mucha injusticia social. Hay poca gente muy rica que tiene el poder, tiene riquezas, tierras, hartos terrenos, pero hay mucha gente muy pobre también, que no tiene nada, no tiene ni un terreno donde vivir y trabaja duro. La ciudad de Santa Cruz también es así, la gente adinerada vive dentro del primer, segundo anillo ó en zonas residenciales que están alejadas de la ciudad. En esas zonas ellos cuentan con todos los servicios básicos, pavimento y comodidades. En cambio afuera del quinto anillo y en las zonas pobres, no tenemos pavimento, ni obras municipales y ni siquiera papeles de nuestras casas. En Santa Cruz los “loteadores” (comerciantes de tierras), dirigentes políticos y gente adinerada aprovechan la especulación de la tierra engañando a la gente humilde, vendiéndoles lotes sin papeles, para luego quitarles sus terrenos que han comprado con mucho esfuerzo. El barrio Ambrosio Villarroel se fundó el año 1978 al lado del Río Piraí y desde entonces las autoridades no habían demostrado ningún interés por sus habitantes, ni siquiera después del turbión (desborde del río Piraí) del año 83 que afectó a muchas familias pero que por suerte no llegó a la parte central del barrio. En 1982 los habitantes del barrio habíamos comprado los terrenos y ahorita contamos con una minuta de transferencia pero no con títulos de propiedad y eso que desde 1995 el barrio tiene personería jurídica. Desde ese tiempo hasta el 2009 ningún Gobierno Municipal manifestó estar en desacuerdo con la creación del barrio o con el crecimiento de la zona circundante que se ampliaba con nuevos barrios y urbanizaciones privadas de altos costos, aunque nunca nos quiso facilitar el proceso de titulación. Ahora el barrio está construido en medio de dos diques de contención del rio Piraí que lo protegen, y aunque está habitado por más de 320 familias de escasos recursos en su mayoría y cuenta con electricidad, agua potable, teléfono y tres líneas de transportes, los cuáles hemos gestionado nosotros mismos, no está aprobado por el plan regulador.
Imagen: El Deber, 17 de Abril de 2013
En el 2009 el municipio, mediante un estudio técnico jurídico, afirma que el barrio se encontraba en una franja de riesgo y protección del río Piraí que estaba destinada a actividades eco-turísticas y que por ello debía “erradicarse”. Lo contradictorio es que sólo se cuestionaba al Barrio y no así a las urbanizaciones, condominios, supermercados y otras construcciones de lujo que están alrededor de la misma zona y que habían sido aprobadas incluso hasta el año 2007, mucho tiempo después de creado el barrio. Por eso creemos que estamos en una zona donde estorbamos a intereses empresariales que tienen buena relación con las autoridades y que quieren seguir construyendo más de los mismos, por eso es que nos quieren echar sin importarles nuestras familias y que tenemos derecho a una vivienda
Testimonios de Cambio en las Ciudades de Bolivia digna. Nos presentan a la sociedad como “asentamientos clandestinos” sin considerar que aportamos al crecimiento de esta ciudad. ¡Elay! el que nos tiene que proteger es nuestra principal amenaza, por eso es que lo hemos denunciado. Sabíamos que nos estaban engañando, así que decidimos iniciar la lucha pero no sabíamos cómo y en ese proceso conocimos al Programa Urbano de UNITAS. Gracias al apoyo y formación constante que recibimos, nos hemos dado cuenta que nuestra lucha es la de muchos otros barrios y nuestros derechos están respaldados por la nueva Constitución Política del Estado que garantiza el derecho a la vivienda adecuada, que es un derecho humano vulnerado por las autoridades municipales. Foto: La Estrella del Oriente, 14 de Mayo de 2013
Así continúa nuestra lucha, con un camino claro, empezamos a movilizarnos para evitar la "erradicación" a través de medidas de presión, hicimos propuestas de anulación de la ordenanza y proponiendo la realización de un proyecto de barrio eco-turístico. Esta lucha inagotable ha logrado hasta ahora evitar la "erradicación", pero no el tan ansiado reconocimiento a nuestro derecho propietario. Incluso el municipio hasta fomentó la creación de una directiva paralela del barrio con gente servil que nos acosó, nos agredió, nos golpeó para que dejáramos la lucha pero aun así seguimos. Tantas diligencias, tantos correteos legales, incluso hemos sido participes de la ley del Derecho Propietario Nº 247 para lograr la titulación por esa vía, solicitamos al Defensor del Pueblo una acción de inconstitucionalidad contra la Ordenanza 150/2009, que declara que se va a “erradicar” los asentamientos como nuestro barrio, considerados “clandestinos”. Ya cansados de oídos sordos por parte de la alcaldía, decidimos iniciar una huelga de hambre de manera radical, sacado de sangre y crucifixiones desde abril y mayo de este año 2013, porque el municipio estaba delimitando su mancha urbana, de la cual estábamos excluidos. Esta situación nos imposibilitaba ser beneficiados por la ley del Derecho propietario. Después de siete días de huelga en abril de este año por fin la alcaldía define que el barrio Ambrosio es parte de la mancha urbana del municipio, logro importantísimo para que se nos apruebe el plan de urbanización. Eso lo hemos logrado con el apoyo de gente comprometida y aliada, pero sobre todo por la lucha y unidad de nuestra gente. El siguiente paso es que en la delimitación se nos tome en cuenta como área no riesgosa y para eso estaremos muy atentos para que el municipio haga un estudio serio y objetivo y no trabaje solo velando para el mantenimiento de los privilegios de gente que maneja el poder en Santa Cruz.