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español español La leyenda de la Siguanaba

Por Mayra Campos

Esta leyenda se remonta a la época pre-colonial, aunque en ese entonces se la conocía con otro nombre: “Sihuehuet,” que significa “mujer hermosa” en maya. Se dice que ella tuvo un romance con el dios de la lluvia, Tlaloc, con quien tuvo un hijo. Sihuehuet nunca expresó amor por su hijo y siempre fue mala madre. Debido a esto, el dios se enojó y la maldijo con el nombre de Siguanaba, que significa lo contrario a su nombre original: “mujer horrible.” También la condenó a tener un rostro horrendo y vagar por las calles. Las personas cuentan que aparece en las colonias por la noche, también acostumbra a bañarse en ríos mientras peina su cabello negro con un peine de oro. La Siguanaba se les aparece a los hombre trasnochadores, infieles y violentos, en la forma de una mujer atractiva y semidesnuda, pero con el rostro cubierto con un velo blanco para así despertar su curiosidad y atraerlos.

Cuando están suficientemente cerca, ella se quita el velo y deja al descubierto su rostro horrible con apariencia de caballo, con ojos rojos y piel sumamente arrugada. Los hombres que ven el rostro de la Siguanaba, pueden contraer enfermedades, enloquecer o morir de susto al ver a esta criatura espeluznante. Se dice que la Siguanaba es como una vengadora que castiga a los hombres mujeriegos, quienes son infieles a sus esposas o los que maltratan a las mujeres. mayra.campos@student.tamdistrict.org

Esta leyenda es famosa en Centroamérica y he crecido escuchando esta leyenda de terror con mi familia. Recuerdo que mis abuelos me decían que no saliera de noche porque me podría salir la Siguanaba y yo por el temor que sentía de solo imaginar que podía ser cierto, no salía de casa. Yo sé que la intención de mis abuelos no era asustarme, sino protegerme de los peligros que hay en la noche.

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