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Salud Mental Cleptomanía: El placer de robar
preguntas por qué ha tomado el adorno sin pagar, ella comienza a llorar y te confiesa que hace un tiempo siente un impulso incontrolable de robar. Acto seguido, te enseña la infinidad de objetos de escaso valor que ha acumulado, que no utiliza ni vende, porque sólo los ha tomado siguiendo ese impulso. También, te expresa que en el momento de robar se siente bien, reconoce que es una acción equivocada y tiene miedo de que en cualquier momento la puedan arrestar.
Este caso hipotético puede ser cierto y ocurre con más frecuencia de la que pensamos. Este tipo de manifestaciones son asociadas a la cleptomanía o trastorno del control de impulsos, cuyas características esenciales son la sensación de tensión creciente antes del robo, seguido de bienestar, gratificación o liberación cuando lo lleva a cabo. Este trastorno crea problemas legales, familiares, profesionales y personales. Además, se ha calculado que la cleptomanía representa del cuatro al diez por ciento de los hurtos en las tiendas en los Estados Unidos, por lo que se estima que las pérdidas anuales son de entre $10 a $50 mil millones.
A diferencia de los ladrones, el cleptómano roba objetos de poco valor que podrían comprarse fácilmente y no lo hace con el propósito de venderlos, ni recibir dinero.
De igual forma, no planifica los robos, conoce las consecuencias que tiene su acción y cuando le descubren se queda abrumado, llora de desesperación e intenta no volver a entrar a establecimientos para evitar las tentaciones. Sin embargo, una creciente impaciencia le lleva de nuevo a incurrir en la misma práctica.
Dentro del grupo de cleptómanos existen tres tipos: esporádi- cos, episódicos y crónicos. Por un lado, los esporádicos presentan episodios breves de cleptomanía, así como largos periodos de remisión, mientras el episódico roba por periodos prolongados, aunque suspende esta actividad por periodos cortos. No obstante, el crónico se caracteriza por un grado de fluctuación.
Datos estadísticos apuntan a que el cinco por ciento de los ladrones identificados en las tiendas y centros comerciales son cleptómanos. De hecho, parece ser que este padecimiento es más frecuente en el género femenino y que no está relacionado a niveles socioeconómicos ni educativos. Se entiende que el impulso por robar responde a un conflicto emocional que se descarga simbólicamente con los hurtos.
Algunos estudios parecen sugerir que hay una relación estrecha entre la cleptomanía y otros trastornos o desórdenes mentales, tales como depresión, ansiedad, anorexia o bulimia. La cleptomanía puede provocar el rechazo de familiares y amigos, por las implicaciones que tiene la acción de robar. Por esta razón, la persona puede sentirse totalmente aislada, incomprendida y rechazada. Algunos de los tratamientos más utilizados para manejar la cleptomanía son la terapia psicológica -que puede practicarse de modo grupal o individual-, terapia de modificación del comportamiento, terapia familiar, terapias alternativas y con la prescripción de medicamentos. Si conoces alguna persona que sufre este doloroso trastorno o te identificas con algunas de las características antes mencionadas, lo primero que debes hacer es reconocerlo, buscar apoyo y orientarte sobre la condición. Recuerda que la carga compartida siempre es menos pesada. La autora es psicóloga, hipnoterapeuta, mediadora de conflictos certificada.
Microbios y enfermedades transmitidas por alimentos Causas de intoxicaciones alimentarias
Por Redacción El Oriental / redaccion@elorientalpr.net virus y parásitos.Las toxinas y las sustancias químicas dañinas también pueden contaminar los alimentos y causar enfermedades transmitidas por los alimentos.
Muchos microbios diferentes que causan enfermedades pueden contaminar los alimentos, por lo que existen muchas infecciones distintas que son transmitidas por estos, llamadas también “enfermedades transmitidas por los alimentos” o “intoxicaciones alimentarias”.
Los CDC estiman que todos los años 48 millones de personas contraen una enfermedad transmitida por los alimentos, 128,000 son hospitalizadas y 3,000 mueren. Los investigadores han identificado más de 250 enfermedades transmitidas por los alimentos.La mayoría de ellas son infecciones producidas por una variedad de bacterias,
Subtítulo ¿Cómo saber si tiene intoxicación alimentaria?
Los síntomas más comunes de enfermedades transmitidas por los alimentos son náuseas, vómitos, cólicos estomacales y diarrea. Sin embargo, los síntomas pueden ser diferentes entre los distintos tipos de enfermedades transmitidas por los alimentos. A veces pueden ser graves, y algunas de estas enfermedades pueden incluso ser mortales. Aunque cualquier persona puede contraer una enfermedad transmitida por los alimentos, hay quienes tienen más probabilidades de presentar una.
Estos grupos incluyen adultos mayores, niños pequeños y personas con el sistema inmunitario debilitado a causa de afecciones como diabetes, enfermedad del hígado, enfermedad del riñón, trasplante de órganos, o VIH/sida, o de haber recibido tratamientos de quimioterapia o radiación. También las mujeres embarazadas.
La mayoría de las personas con una enfermedad transmitida por los alimentos mejora sin tratamiento médico, pero quienes tengan síntomas graves deben ver a su médico.