1
2
3
4 EDITORIAL 8 SALUDO
de la Directora Ejecutiva
11 CORREO 12 PANAMÁ
el sitio de moda
16 UN CANTO FINAL hacia el infinito
21
DE LOS COORDINADORES
24
CAQUETÁ...
de servicios y el síndrome de Burnout
naturaleza, aventura y rituales ancestrales
30 CAMPAÑA
para la evolución positiva del ritual funerario
REVISTA REMANSO No. 17 Código ISSN 2357-5832 Corporación Nacional e Internacional de Funerarias, Remanso Carrera 13 A No. 34-55 oficina 304 Bogotá - Colombia Teléfonos 7017310 - 7019255 - 5101163 movil 3106663565 remanso@corporacionremanso.com.co www.corporacionremanso.com.co DIRECCIÓN GENERAL María del Pilar Rojas Bustamante direccion@corporacionremanso.com.co JUNTA DIRECTIVA Luis Fernando Arango Madrid Pedro Nel López Forero Néstor Tabares Hernández Jorge Ivan Ospina Isaza Rafael Diaz Pedraza Juan Camilo Tavera Arcila Siervo Tulio Molano Bautista Jaime Ceballos Ospina Luis Fernando Diaz Ortiz Juan Manuel Herrera Muñoz COLUMNISTAS Fernando Arango Madrid William Wilches Sánchez Reynel Salas Vargas Cesar Augusto Velandia Jagua Yaneth Rubio Pinilla Alejandra Ospina Urrego Marleny Urrego García Héctor Mora Alonso Correa Cataño Angélica María Guerrero María del Pilar Rojas Bustamante DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Alejandra Ospina Urrego
4
NEIVA.
32
REMANSO
44
SANTA LAURA MONTOYA
46
LOS DETALLES
50
SAN AGUSTÍN:
56
LAS EMPRESAS FUNERARIAS
67
Cementerio Central de Neiva
modelo de asociatividad
El ritual para una ciudadana celestial
en el ritual funerario como estrategias poderosas de marketing
una cultura, un monumento... el ícono que representa a Colombia en el mundo
como asistentes integrales del ritual
HISTORIAS Y VIDAS
74
TODA UNA VIDA
81
Luís Fernando Oquendo Zapata De estirpe funeraria, protagonista de cambios y emprendimiento
Carlos Fernando García Soto
5
6
Editorial Por: Luís Fernando Arango Madrid
E
n el último año he recibido, con emoción y quizá con ese “orgullo” que nos caracteriza como seres humanos, algunos documentos y estudios adelantados por “las nuevas generaciones de funerarios”, jóvenes que recién terminan sus estudios universitarios y ven su futuro en la continuidad de este negocio –que como lo he dicho anteriormente, es una vocación-. Jóvenes que han escogido para su formación académica profesiones como la mercadotecnia, el diseño, la psicología,
la medicina, la comunicación, el trabajo social y la administración -por mencionar algunaspara aplicarlas en el desarrollo y evolución de la industria y el sector funerario. Estos ejercicios nos permiten visualizar en el corto y mediano plazo la verdadera “profesionalización” por la que tanto hemos trabajado; para los padres, abuelos y demás antepasados es un triunfo ver a sus descendientes comprometidos con el mejoramiento, con la investigación de mercados, con la búsqueda del qué y cómo nos ven nuestras comunidades. Fíjense que muchos de nuestros productos y servicios son copiados –me atrevo a decir que hasta los contratos han sido tomados de otras funerarias sin importar que la costumbre y el ritual sea distinto-, sin aterrizarlos a la vida particular de nuestro propio entorno; quizá no sean pertinentes, quizá ya estén desgastados, quizá no los tengamos bien presupuestados, tal vez no tengamos claridad sobre estructuras de costos y no podamos mantener el equilibrio económico de la funeraria. Celebro que sus hijos, así como los míos, hagan parte de este
universo. Celebro que sean ellos quienes estén aportando y construyendo su propio futuro, que poco a poco cojan las riendas y se hagan visibles –con calidad, experiencia y cumplimiento, más allá de las exigencias- en su pueblo, en su región, en nuestro país. Que tengan la capacidad de hacer lecturas sociales –las mismas que están cargadas de antropología, de comportamientos que se convierten en rituales y que los hacen únicos, distintos- sin dejar de lado la tecnología y los elementos de la modernidad. Con ellos será más fácil humanizar el servicio, de su mano encontraremos las mejores estrategias comerciales, con ellos mantendremos el ritual, con ellos lograremos la pertinencia en cada grupo social. Este es el testimonio que queremos llevar a Panamá, la trascendencia –no solo representada en la muerte y la preparación de un servicio que permanecerá por siempre en la memoria de los deudos- sino la capacidad de impregnar a los “nuevos”, a los hijos, a los que crecieron en la funeraria, de amor y entrega a este oficio.
7
8
9
10
Saludo de la Directora Ejecutiva
el cuerpo de mi padre como conocedora de la tanatopraxia, pasaba lista a cada detalle y a cada componente del servicio de velación que duró tres días, inconscientemente evaluaba en la práctica toda la literatura que se registra en las páginas de esta revista.
E
n alguna edición anterior hacía referencia al paso del tiempo, al mismo tiempo que se nos va y acaba con la vida. Pensaba que muchas frases y palabras empiezan a repetirse y quizá no le encontramos el verdadero sentido, es como la rutina de la cotidianidad, la misma que se rompe en alguna circunstancia extraordinaria… como el nacimiento de un niño o la muerte de lo más querido. Y, eso me pasó!!!
En la soledad de la noche, además de buscar en la mente cada momento de vida con mi papá, buscaba responder el por qué y el para qué del ritual y con él, la responsabilidad y la obligación de despedirlo en el altar de la misma iglesia donde fue bautizado como “hijo de Dios” y entendí que su partida era igual al nacimiento, al alumbramiento, un ritual que las comunidades indígenas no han dejado perder porque encierra todo un “concepto” de vida.
“buscaba responder el por qué y el para qué del ritual”
Mi papá falleció, inesperado pero radiante, sonriente, con una expresión serena como entregando su alma “sana” a otra dimensión. Y yo, sin asimilarlo aún, tomando un curso de duelo y pretendiendo encontrar el verdadero sentido del ritual funerario, me convertía en ese “pilar” de toda la familia, veía
Las palabras fueron quedando en el papel, palabras que quiero compartir con mis lectores, palabras que me permitieron despedir y soltar a mi papá para que su vida continuara eternamente pero, más que eso, al final entendí de mi propia experiencia, que un buen adiós es el comienzo del sano proceso de duelo. Que nadie puede prohibir las flores si mi vecino, amigo o
anónimo quiere mandarlas como símbolo de compañía; que nadie puede criticar mi llanto si esas lágrimas hacen parte del lenguaje de mi corazón; que nadie puede sugerir el uso de lentes oscuros si mis ojos necesitan libertad; que no puedo obedecer a la moda de la cremación si los restos de mi mamá reposan en la tierra y puedo decidir que la última morada de mis viejos sea “el uno al lado del otro”, aún después de la muerte. Con el adiós de mi papá entendí que la muerte no debe dejar más dolores que los propios de la misma muerte y aprendí con creces que mi tarea en el sector funerario, más allá de la documentación, más allá de la capacitación, es trabajar por el rescate de los rituales, por la calidad del servicio, por ese “primer paso” que divide la vida en dos… Jamás podré olvidar el alumbramiento de Alex -hijo de una indígena Siriana y un colono que llegó, quizá huyendo desde el interior del país- La madre entró a su casa, preparó algo de comer para su esposo y su hijo mayor de tan solo tres años; agarró un cuchillo de la cocina y un balde lleno de chicha. Era pasado el mediodía, el sol alumbraba y calentaba intensamente, el río Vaupés parecía evaporarse. Allí llegó, caminaba hacia el centro de aquellas aguas, sumergía todo su cuerpo, parecía contener la respiración por largos segundos y salía nuevamen-
11
te mostrando su cara al cielo -nunca entendí si se trataba de un ofrecimiento a algún Dios o simplemente era la exhalación de ese ejercicio de aguantar las contracciones-, antes de empapar nuevamente la cabeza tomaba un vaso de chicha, el ejercicio se repetía una y otra vez, la expresión no solo de la cara sino de toda su humanidad reflejaba un dolor cada vez más intenso. Nunca se quitó el vestido, solo lo recogía para descubrirse el vientre y sostener a su hijo que en cualquier momento nacería. Y nació... el llanto coincidió con el color rojo intenso de la puesta del sol, la luna empezaba a saludar la noche. Su madre lo limpiaba con el agua que llevaba la sangre y los residuos placentarios, lo acercó al pecho, lo apretaba -tal vez para darle su calor-. Cogió el cuchillo y cortó el ombligo como si fuera experta en estos oficios, lo envolvió en un trapo, recogió el balde ya vacío y buscó el camino a la maloca. La sorpresa de aquel ritual, totalmente nuevo para mí, no terminó allí. El esposo se acostó a pasar la dieta, ella cargando el bebé recién nacido salía cada mañana a cultivar la chagra, no sin antes dejar listos los alimentos al moribundo esposo cachaco. Y alumbraste PAPA, un alumbramiento al cielo de este hombre “buen mozo” que cuando niño parecía mellizo del Niño Dios y al final de sus años parecía Papá Noel. Mi papá no fue perfecto, su temperamento no fue el mejor, pero ese fue su único defecto, el que borraba con esa humildad que
le permitía pedir perdón. Y es que mi papá no fue cualquier papá. Aprendió la disciplina de los internados; aprendió el sentido de la responsabilidad que asumió como primer profesional de su generación, título que le entregaron a sus veintitrés años, en tierras tolimenses, acompañado de esposa y el duelo de su primer hijo muerto. Hoy alumbra al cielo el cantante, el poeta, el mayor enamorado de su pueblo, al que nos enseñó a amar porque según él “el desarrollo del mundo nació en este Cáqueza” y tal vez de los pocos líderes que no tenían ancestros caqueceños fue Simón Bolívar. Decía con orgullo y con el ojo aguado que el barrio más grande de Cáqueza se llama Villavicencio y que el éxito se concentra en el amor de sus hijos. Hoy alumbra al cielo ese alcalde que recibía catorce mil pesos de salario, cheque que muchas veces entregó a su secretario Manuel Useche para que completara el mercado de ocho hijos. Hoy alumbra al cielo el hombre soñador, el más orgulloso de sus hijos y el más amoroso con sus nietos; el hermano de sus hermanos, el de la “Sociedad Rojas Morales Hermanos”; el contador de historias, el amigo de los niños a los que siempre llamó “conejitos”; el que motivaba a la gente a crecer, a estudiar, a mantener los valores sociales y morales por encima de todo, empezando por el amor a la mamá y la gratitud... quien pierde la capacidad de reconocer y agradecer pierde el corazón. El veterinario que nunca aprendió a
cobrar porque el dinero para él no fue importante. El amante de los caballos, la mazamorra y el piquete. El que podía hablar de política, economía, arte, medicina y hasta moda con toda propiedad porque la lectura y su capacidad de análisis le permitían sacar lo mejor de la inteligencia. Siempre convocó, aquí lo estamos comprobando. Hoy tus hijos, tus nietos, levantamos la mirada al cielo, pasado el mediodía, antes de ver la luna, somos testigos de tu alumbramiento; allí está el amor de tu vida con los brazos extendidos y con una sonrisa te dice “bienvenido mijo”. Aquí quedamos para cultivar la cosecha de tu chagra. Descansa en paz mi viejo MIYO, se acabaron tus soledades y esa luz que me dijiste hace pocos días la haz encontrado. Te amamos PAPA.
María del Pilar Rojas Bustamante
12
13
Buenas noches
Buenas tardes: María del Pilar, quiero agradecerte el envío de la revista y la publicación del artículo, además de ser una edición hermosa contiene unos textos muy importantes para el trabajo que venimos realizando. Qué bueno contar con tu apoyo. Cordial saludo. Fanny Bernal O. Psicóloga La Aurora Manizales
María del Pilar. Al abrir y leer la revista Remanso se evidencia el buen fin de este medio. Práctica, fluida y llena de experiencias y buenos artículos lo que traduce en beneficios para los lectores. Insisto que si cada colega logra captar un mínimo porcentaje de ese contenido empieza a ver su empresa como un activo a futuro. El sector funerario en Colombia es modelo en muchas de sus áreas y es nuestra misión como colegas exaltar y darle la importancia que merece un medio de comunicación como la revista que usted y su equipo de colaboradores dirige. El creer en nuestra industria no solo une a quienes intervenimos en ella sino también a quienes participan como colaboradores de nuestras empresas. Ellos son el activo más importante de la misma y con esta revista es más sencillo educar. Mil gracias y un buen 2015 donde prime el crecimiento de nuestras empresas y la trasparencia al hacer nuestra tarea. Saludos. Jairo A. Correa A. Director Canal Call Center - Grupo Plenitud.
Tengo el agrado de tener la revista Remanso, edición 16 de Julio del 2014 y observar cómo ha avanzado el manejo del duelo en la corporación que ustedes manejan. He leído la editorial del señor Fernando Arango y el saludo de la señora directora María del Pilar Rojas donde observo como la corporación no solo hace un manejo adecuado de los restos mortales finales de los seres queridos sino que INCLUYE un aspecto bastante olvidado por funerarias como es el manejo ADECUADO DEL DUELO. Son las primeras personas que reciben toda la carga emocional, familiar y social ante el fallecimiento y miro con gran admiración que tiene el concepto de responsabilidad social y constructora de paz en un país de guerra.
correo Los que hemos sufrido alguna pérdida nos vimos abocado a sufrir el duelo en silencio y en muchos casos con manifestaciones inadecuadas e inoportunas sin que existiera un ente que nos ayudara a aceptar la pérdida y aún más a elaborar este duelo. Como psicóloga doy una felicitación a todos las personas que participan en este proceso moldeador de la realidad y los incentivo a seguir colaborando en un país más justo, humano y hacedor de la verdad. Muchas gracias Luz Mar Salas Duarte Psicóloga Psicofisióloga forense -poligrafista Teléfono 3005348521 Bogotá
Querida María del Pilar: Enhorabuena por haber obtenido el ISSN para su Revista Remanso. Sin duda esto supondrá un empujón para difundir los contenidos de la revista que, por lo menos los números que yo conozco y tengo en mi poder, son espléndidos. Les recuerdo con mucho cariño y espero que nos podamos encontrar en una próxima ocasión. Un abrazo. Dr. Marcos Gómez Sancho www.mgomezsancho.com
14
PANAMÁ, EL SITIO DE MODA Por: Héctor Mora
P
oco a poco Panamá se ha convertido en un referente del descanso colombiano y en el corazón de los negocios zonales. Su hotelería, los centros comerciales, la facilidad del viaje, la magia del canal, hacen del istmo un punto de vacaciones de moda. Abundan las ofertas recreativas como la Isla de los monos, considerado un sitio excitante, divertido e íntimo
para un encuentro con la naturaleza de la selva que le encantará a los turistas. El viaje se hace en bote surcando las aguas del legendario Canal y a través de la selva primitiva que vive poblada de aves exóticas hasta llegar a una isla donde retozan cuatro diferentes tipos de monos jugando entre los árboles, colgados de sus ramas y no es extraño que en un acto de suma confianza se suban al bote donde llegan los visitantes.
R
ecordemos que el famoso canal de Panamá ya cumplió cien años de unir el Atlántico con el Pacífico, en un corredor de agua que da paso al comercio mundial a través de cientos de barcos de todas las nacionalidades como si fuera la pasarela virtual que jalona las vitrinas del mundo.
Fotografía: José Porras
LA ISLA TABOGA
E
ste nombre indígena simboliza un viaje romántico a la “Isla de las Flores” y es un agradable viaje diseñado para un día. Y una de las razones válidas para realizar esta excursión marítima es el rápido desplazamiento en lanchas que se hace desde la Ciudad de Panamá, para disfrutar de la brisa salobre, del paisaje de la Ciudad, y de pasar entre la fila de todos los enormes barcos de carga que esperan para entrar en el Canal Interoceánico. En la isla Taboga se visita como su principal atractivo, una playa ubicada en frente del viejo Hotel Taboga para luego recorrer el pueblo donde aún permanece en servicio la segunda iglesia más vieja del hemisferio occidental, un santuario que presta servicio desde 1550.
E
l ecoturismo encuentra en Panamá dos temporadas ideales para la observación de ballenas. La primera que va de julio a octubre que es cuando aparecen las ballenas provenientes de la Antártida, y la segunda de diciembre a febrero, un tiempo donde se avistan cientos de ballenas provenientes de Alaska, y que son asombrosas filas organizadas que vienen nadando del norte. Estos gigantescos cetáceos, realizan maromas increíbles retozando en el agua y decoran el mar con sus resoplidos y zambullidas que generan oleajes. La belleza increíble de las islas Perlas.
El CASCO VIEJO, es la zona anti-
gua de la ciudad, una vitrina y venta de recuerdos (caros), por donde se
15 puede caminar sin peligro. También está ubicado en esta zona el museo del canal interoceánico. Los panameños se enorgullecen de la Torre de Panamá La Vieja, es una reliquia que conserva una torre de unas ruinas que fueron destruidas en la época colonial, en un retrato muy histórico además vecino de un museo cargado de anécdotas, que se promociona con la subida a la torre que tiene 3 pisos y opera como mirador para tomar fotos. En realidad la franja se trata de un distrito agradable conformado por mansiones y edificios de arquitectura colonial francesa de los siglos XV a XIX. De aquí se parte para conocer los puentes Centenario y De Las Américas, la zona de Punta Paitilla que es una importante área financiera caracterizada por numerosos rascacielos y edificios muy modernos. A esta caminata se le agrega el Paseo de las Bóvedas, un sitio histórico precedido por la Plaza Francia, que cuenta con un paseo llamado General Esteban Huertas que es muy agradable por estar lleno de buganvillas.
M
erece una visita Panamá la Vieja, un tramado alejado del centro, donde en un principio se asentaba la ciudad y que fuera destruida por el pirata ingles Henry Morgan en 1671. Hoy se pueden ver los restos de lo que fue esa ciudad, tanto en su época prehispánica como en la colonial.
L
a ciudad de compras gira en torno de cuatro inmensos centros comerciales, pero la infraestructura de la ciudad en su mayoría está dedicada al comercio al detal para los miles de visitantes y entre sus principales actividades se destacan los servicios financieros, que con los turísticos y logísticos aportan el 75 del PIB. : http://www.gracehotels.com/es/panama/destination-guide/must-see#sthash.p6o1PB9H.dpuf
EL MAJESTUOSO CANAL
En Funerarias y Camposantos Metropolitano además de contar con los mejores planes, encuentras la mejor infraestructura de la ciudad para hacerlo:
Tenemos a tu disposición cuatro camposantos ubicados estratégicamente, junto a más de 21 salas de velación propias, dos hornos crematorios ubicados en el norte y sur de la ciudad, un laboratorio de tanatopraxia especializado y una unidad de apoyo emocional y espiritual. Funeraria In Memoriam. Funeraria In Vitam. Funeraria Norte.
Camposanto Norte. Camposanto Sur. Camposanto Central. Camposanto San José de Siloé.
16
A
Panamá no se puede ir sin visitar las esclusas del Canal, que mide 80 kilómetros de largo teniendo como su mejor punto de inHéctor Mora formación el centro de visitantes de Miraflores instalado a solo 20 minutos de la capital. Es la mejor plataforma de observación de la construcción y el funcionamiento de la imponente obra de ingeniería, ofrecidas como exhibiciones interactivas a través de un simulador de navegación. Las compuertas de las esclusas miden más de 1.500 metros de largo y elevan a las gigantescas naves hasta 16 metros sobre el nivel del mar en la bahía del Pacífico, usando cerca de 197 millones de litros de agua dulce para cada esclusaje, que se vierten finalmente al mar.
P
ara completar el conocimiento del Canal es aconsejable recorrer La calzada de Amador, un sendero de 6 kilómetros que recorre cuatro islas y comienza a la entrada sur del canal, construida como protección del ingreso de los barcos y llenas de tiendas libres de impuestos en la isla Flamenco, así como se encuentra el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y el Museo de la Biodiversidad en medio de muelles y restaurantes. Su construcción iniciada en 1889 por los franceses, la concluyó Estados Unidos en 1914 y actualmente cruzan por el canal alrededor de 39 barcos por día y algunos han llegado a pagar hasta U$S 250.000.
nostalgia de haber perdido por acción de un descuido nacional y sin luchar una tierra que nos daba la bendición de los dos mares.
Fotografía: Stan Shebs
http://www.gracehotels.com/es/panama/destination-guide/must-see#sthash.p6o1PB9H.dpuf Cuando la visita a Panamá ha terminado se regresa a Colombia con la
Primer viaje a través del Canal de Panamá el 15 de Agosto de 1914
17
18
Un canto final ha Por Angélica María Guerrero
En colaboración para la Promotora del llano S.A., La Aurora de Oriente S.A.S-
M
i madre solía preguntarse, ¿Cómo será morir…cerrar los ojos y no volverlos a abrir? Crecí pensando en ello, sumándole otra inquietud, ¿y el lugar importa? ¿Será lo mismo morir en el llano, que en el centro de una montaña, o bajo una fría nevada o a la orilla del mar? Imposible saberlo; pero yo pensaría que si…. Propongo morir en el llano! Visitar por primera vez los Llanos Orientales es quedar herido de amor, herido por el paisaje y esa línea al infinito que se con-
vierte en un desafío al corazón. Un vistazo histórico sobre los rituales funerarios en los Llanos Orientales obliga a tener en cuenta el entretejido de coexistencia que ofrece el universo indígena, en especial el Sikuani, y el colono en esta región. Los Sikuani eran nómadas o seminomadas hasta que la colonización y las circunstancias agrestes les generaron la creación de resguardos y, con ello, la realización de ritos que dan identidad a su comunidad enmarcados por esa doble influencia.
“Visitar por primera vez los Llanos Orientales es quedar herido de amor”
“Uno de los rituales más importantes que marca el ciclo vital de la etnia es la ceremonia de iniciación y de bautizo denominada el rezo del pescado. El objetivo de dicha ceremonia es preparar a las mujeres jóvenes para la vida adulta. Otro ritual importante para los sikuani es el Itomo, que hace parte del ciclo de ceremonias del segundo enterramiento. Dicho ritual es importante, incluso, por encima del ritual de la primera ceremonia, donde el entierro es sencillo y sólo interviene el Chamán. El ritual del Itomo permite perpetuar la presencia del difunto y se convierte en una actividad social
acia el infinito importante. Dentro de la cosmovisión sikuani, se destaca el mito de origen del árbol Kaliawiri, del cual brotó la vida y todas las plantas comestibles y cultivables, así como la solidaridad de la comunidad. De acuerdo a su mitología, consideran que los animales fueron seres humanos que posteriormente tomaron su forma actual. Muchos de estos animales son a su vez los ancestros míticos de los diferentes grupos sikuani. Sobresale la figura del Chamán, como principal personaje de la vida ritual y espiritual de esta etnia. Es el chamán el único que se puede comunicar con Tsamani mediante la inhalación del Yopo. Cabe
mencionar que el yopo es la principal planta psicotrópica, fundamental para la realización de cualquier ceremonia o ritual sikuani”.1
zaron por la enseñanza de las técnicas prácticas de la agricultura y por los servicios hospitalarios aportados a las sociedades indígenas (Rivero, J. 1956).
A comienzos del siglo XVIII los franciscanos, además de la evangelización masiva al cristianismo, impartieron enseñanza musical con la introducción de instrumentos como la bandola, la guitarra y el cuatro; las maracas ya las usaban los sikuani en sus danzas y rituales. Los misioneros agustinos se caracteri-
Las misiones más famosas fueron, quizás, las fundadas por los jesuitas, quienes se extendieron a partir de 1659 a lo largo de los ríos Meta, Casanare y Orinoco, La presencia de la música, el canto y la danza hacen parte de los rituales funerarios de los indígenas de los llanos orientales.
1. http://siidecolombia.gov.co/sites/ default/files/upload/SIIC/PueblosIndigenas/pueblo_sikuani.pdf
En el contexto de los llanos orientales colombianos, ya desde los años 1980 era considerada un tanto marginal la tradición musical de los Tonos de velorio. Contrario a lo que actualmente pudiera sugerir aquella denominación, estos cantos no se circunscriben específicamente al
19
20 velorio realizado por la muerte. Hacen parte de una tradición de adoración más amplia, fruto también del arraigado proceso de la iglesia y sus empresas misioneras, presentes allí desde el siglo XVII, responsables de la difusión del tipo de instrumentos que hoy conforman la instrumentación de la música considerada mayoritariamente como tradicional llanera. Para el año 1987, afirma el investigador Egberto Bermúdez: “Los tonos de velorio son fundamentales en los velorios de santo, ceremonias de tipo religioso y social efectuadas en honor de un determinado santo, con el propósito de solicitar favores específicos. Como en otras regiones colombianas, esta costumbre seguramente estuvo muy difundida en toda el área, pero actualmente se concentra particularmente en Arauca. Además de la música, los velorios se caracterizan por sus juegos, el relato de historias y otros entretenimientos. La música de los tonos se denomina cifra y por lo general se interpreta en el bandolín o bandola con el acompañamiento del cuatro; se trata de estrofas o secciones de romances interpretados polifónicamente a tres voces, que son cantados sin acompañamiento instrumental, intercalados con interludios
cula. En la actualidad la música llanera se ha introducido en la cotidianidad de los sikuani, al igual que la música de corte religioso, ya sea cristiana o evangélica, generando una serie de transformaciones en las prácticas culturales y en el universo simbólico de la etnia.
D
entro de las danzas indígenas se reconocen la Jalecuma –es una danza acompañada sólo de la voz (en lengua nativa). Los hombres comienzan a danzar en fila entrelazándose los brazos, luego las mujeres se meten en los espacios que separan sus cuerpos, quedando de esta forma intercalados un hombre y una mujer; marcan el ritmo constantemente con los pies, el ritmo es binario y repetitivo, con esporádicas
otros instrumentos.
E
stas danzas fueron registradas por Yépez (1984:24) y las cataloga como Yarake, danzas de “estar contentos”. Tanto el Cachipichipi como el Jalecuma son danzas que se hacen en fiestas de restos (Itomo), en los rezos del pescado, en los contratos de iniciación femenina (Tulimabo) y en las fiestas de siembra. Los principales rituales de los sikuani son los que se conocen en la tradición antropológica como los ritos de crisis vitales –el nacimiento, la pubertad femenina y la muerte-, en estos rituales la presencia del sabedor tradicional es indispensable porque él, es el conocedor de los cantos por medio de los cuales se inhibe el efecto nocivo de los espíritus invasores.
E
n el pensamiento sikuani existe el precepto de que tanto los humanos como los animales tienen dos almas, para el caso de los hombres existen el yéthi y el húmpe. El primero es la sombra y la forma invisible de una persona que abandona el cuerpo durante el sueño y aparece en los sueños de otras personas; permanece en este mundo después de la muerte, en su vivienda o cerca de ella, en los sueños de los vivos.
instrumentales”2.
L
a música para los Sikuani, según los registros de diferentes autores se encuentra íntimamente ligada a sus mitos de origen y a sus prácticas rituales, además de ser emitida exclusivamente en su lengua verná-
2. http://www.senalmemoria.gov.co/index.php/home/archivo-sonoro/item/472-ante-el-enigma-de-la-muerte-cantos-bailes-ritos-y-lamentos
variaciones- y la Cachipichipi – danza que se baila entrelazados, con un ritmo más acelerado que la Jalecuma-. Para interpretar este tipo de música no se valen de ningún instrumento diferente de su propio cuerpo, el apoyo percutivo que producen los pies de los danzantes cumple funciones sonoras que reemplazan
E
l húmpe se encuentra asociado con las facultades de conocimiento y habla, así como la conciencia; el húmpe nunca abandona el cuerpo antes de la muerte, a excepción del chamán, quien está facultado para hacerlo durante sus viajes extáticos. Para el caso de los animales se habla de los Aínawi que son los espíritus de
21
los pescados, de los animales de pelo de la selva y de las aves; son fuerzas muy poderosas que causan diferentes malestares en los humanos.
L
os rituales de crisis vitales en los sikuani tienen como función principal la de repeler los efectos nocivos de estos seres invisibles. El rezo de pescado se realiza en los neonatos para protegerlos de enfermedades que son causadas por los Aínawi. El Itomo o fiesta de restos, procura el alejamiento del yéthi del difunto y prevenir así que no moleste a los vivos, cerrando en última instancia el ciclo vital del humano.
B
ajo todo este tapiz de historia, magia, misticismo y religión, supongo que de correr con la suerte de morir en los llanos orientales, uno puede llegar a ser recibido al otro lado por dos anfitriones: un chamán con su yopo y sus maracas y un misionero, con bandola en mano, lleno de esperanza por la idea de conducirlo a un “infinito misterioso”.
22
23
De los coordinadores de servicios y el Síndrome de Burnout Por Yaneth Rubio Pinilla
“La expectativa de poder estar diariamente inmersos en el sufrimiento y la pérdida y no ser tocados por ello es tan irreal como esperar caminar a través del agua y no mojarse.”
(Rachel Remen, Kitchen Table Wisdom).
En los últimos años el sector funerario en su búsqueda de la mejora continua, la profesionalización, la misma innovación en el servicio, ha desarrollado diversas formas de contratación de su recurso humano mejorando las competencias laborales, evitando la rotación de personal y sus elevados costos, jerarquizado las áreas y
do (fundido, agotado), fue definido en 1974 por el psiquiatra Herbert Freudenberger, como un proceso paulatino en el cual las personas pierden interés en su trabajo, el sentido de responsabilidad, pudiendo llegar a la depresión e incluso a la muerte. Quien lo sufre presenta agotamiento
físico y psíquico, se siente agotado, sobrecargado, exhausto, su cuerpo está literalmente quemado, presenta estrés laboral y crónico. El rol del coordinador de servicios le obliga a que además de que los allegados y familiares sientan plena
departamentos, clarificando el rol y las funciones, por tanto cabe recordar que resulta muy importante que tenga en cuenta que los colaboradores de sus empresas sufren riesgos similares a las de los profesionales de la salud, toda vez que el contacto con la muerte genera efectos emocionales que deben ser debidamente atendidos desde la gestión del riesgo. Si analizamos las funciones del coordinador de servicios, su enfrentarse a la muerte a diario conviviendo con el dolor y el sufrimiento, sortear cada uno de los aspectos del servicio, la presión de cumplir con presupuestos e indicadores, debe controlar sus emociones para influir en las emociones del cliente doliente, todo esto lleva consigo una sobrecarga emocional que no debe descuidarse.
El síndrome de Burnout También llamado síndrome del quema-
Stressed and Worried por Bhernandez (CC BY)
24 satisfacción con el servicio recibido, deba mediar entre quien autoriza el mismo (caso convenios), la familia doliente, la funeraria que inicia o termina el servicio, la celeridad en los trámites para la obtención del certificado de defunción, el tráfico, la disponibilidad en el laboratorio, la actitud y aptitud de su equipo de trabajo, el florista, labor, el sacerdote y su equipo de trabajo, el cementerio, el conductor del transporte para acompañantes, el clima organizacional, la disposición de recursos para la debida ejecución de su tarea, entre otros. Cómo puede manejar todos los hilos sincrónicamente? El estrés que produce su trabajo conlleva riesgos para su salud física y riesgos psicosociales. Se pierde la asertividad en la toma de decisiones; se presupone que el
trabajo realizado por los demás y división del trabajo, y es el manejo del horario intervinientes del proceso, iny del tiempo, pues se conocen estudios acerca ternos o externos, no es del ni- de los efectos negativos que genera del turno vel adecuado; se nota de noche toda vez que altera el muy bajo el nivel de equilibrio biológico por el desfase empatía o identifica- “El Burnout se pre- del ritmo corporal y el cambio de ción con la situación viene con un proceso hábitos alimenticios; también, por y sentimientos de personal de adapta- la perturbación en la vida familiar otros; salen a flote ción de expectativas y social. sus propios Duelos no a la realidad cotia primera advertencia la resueltos y el dolor diana, formación y hizo en 1713 quien ha sido de su propia expemanejo de las emoconsiderado como el padre riencia puede ser reciones, clima organi- de la medicina del trabajo, cuando activado cuando debe zacional adecuado, en el capítulo de su Tratado de las atender un servicio y por supuesto el Enfermedades de los Artesanos, con características habló de las enfermedades y otros equilibrio de familia, similares; produce males que aquejan a los sepultuamigos, aficiones, el deterioro en la reros. descanso, trabajo...” calidad y calidez del
L
servicio.
E
l coordinador también se expone a otros factores de riesgos psicosocial que se derivan de la organización
E
l síndrome de Burnout se desarrolla por etapas, la primera donde se hace presente el cansancio emocional, agotamiento, sensación de desesperanza. Quien lo padece desarrolla una actitud impersonal, deshumanización en sus relaciones hacia otras personas, se muestra distante con su equipo de trabajo, busca culpables de su frustración, disminuye su compromiso laboral; no entiende que le pasa y por tanto intenta aliviar su tensión y trata de adaptarse a la situación. Luego viene una segunda etapa, la despersonalización, la falta de iniciativa laboral, ausentismo, desgano; quien lo sufre se aisla, maneja un tono pesimista y negativo que le afecta a todo el equipo de trabajo. Ya en la tercera etapa, la falta de realización personal, siente que las demandas laborales exceden su capacidad, no se encuentra satisfecho de su desempeño profesional, se siente impotente, decepcionado, su vida pierde sentido. La progresión de un estadio a otro puede no ser lineal, pero siempre es cíclica o sea que si el afecto al síndrome experimenta recuperación tiende a la recidiva del proceso por persistencia de causas.
L
as alertas son fatiga, fluctuación del estado de ánimo, decepción, aislamiento, pérdida de interés, apatía, perturbación del sueño, irritabilidad, dolores de cabeza y espalda, desórdenes digestivos, disminución del deseo sexual, estrés, cuadros depresivos.
Stress por Bottled_Void (CC BY)
25
Buenas prácticas desde la Organización
• Fortalecimiento de las líneas de autoridad y responsabilidad.
l Burnout se previene con un proceso personal de adaptación de expectativas a la realidad cotidiana, formación y manejo de las emociones, clima organizacional adecuado, y por supuesto el equilibrio de familia, amigos, aficiones, descanso, trabajo; vale la pena:
• Revisión periódica de la estructura organizacional, los procesos, los procedimientos.
E
• Revisar de cuando en cuando los objetivos de la empresa con el fin de determinar que tan realistas y alcanzables son por parte del personal. A su vez revisar el método de evaluación de desempeño, la carga laboral, el cargo. • Fomentar el empoderamiento de los colaboradores, clarificar los roles, retroalimentación, capacitación, fomentar la toma de decisiones, autonomía, autocontrol.
• Analizar los niveles de estrés y carga mental de las tareas, así como la distribución de la responsabilidad. • Fortalecimiento del espíritu de equipo, cooperación, valores, vínculos sociales entre los colaboradores, monitoreando de forma constante las variables que determinen conductas, sentimientos o actitudes que requieran atención especializada. • Evaluación permanente del clima y cultura organizacional incluyendo los aspectos asociados con el Burnout. • Generar mecanismos de retroalimentación con las evaluaciones de satisfacción de clientes, evaluación de desempeño, encuestas de cli-
ma laboral, toda vez que permiten materializar percepciones, conducta o sentimientos de riesgo.
La Escala de Maslach
E
ntre las herramientas psicométricas más usadas en la evaluación del síndrome de Burnout que pueden ser aplicadas en una organización, se recomienda el MBI o Inventario Maslach de Burnout; también se ofrecen otros recursos están disponibles o pueden ser diseñados para cada contexto.
Referencias Web: http://higieneyseguridadlaboralcvs2.files.wordpress.com/2013/11/sector-funerario.pdf Masilla, F. (2011). Manual de riesgos profesionales en el trabajo: teoría y práctica. Recuperado de http://www. psicologiaonline.com. Maslach, C. (1981). Measurement of experience burnout. Journal of Organizational Behavior.
26
CAQUETÁ… naturaleza, aventura y rituales ancestrales Por: William Wilches Sánchez
E
l departamento del Caquetá, en la Amazonia Colombia, ofrece inigualable belleza con sus paisajes de cordillera, selva y llanura, llenos de exótico verdor y originales formaciones de paisajes naturales. El Caquetá es uno de los departamentos amazónicos más jóvenes de Colombia. Fue Hernán Pérez de Quezada procedente de Granada, España, quien por primera vez pisó sus tierras en 1.541. El 15 de diciembre de 1981 conforme a la ley 78 se eleva a la categoría de departamento. Se sitúa al sur del país, en la región amazónica. Tiene una extensión de 88.965 km2 equivalente al 7.8% de la superficie nacional, siendo uno de los departamentos más grandes de Colombia. Cuenta con 16 municipios. La historia caqueteña destaca su
participación en la producción de caucho, cuando otrora estaban atrapados por la manigua humana que era la naturaleza hostil, la agresividad engendrada por el afán de lucro, unida a la ausencia de gobierno y por ende, a la inexistencia de políticas que aseguraran de manera efectiva la soberanía de Colombia en esta región de frontera. Los caucheros eran hijos de la aventura, el afán de riqueza, el azar, la necesidad, la anarquía moral, que correspondía a su vez, a una economía marginal y extractiva, dependiente de los vaivenes del precio del caucho, que dialécticamente alimentaba un poblamiento fantasma y la axiología del aventurero. La economía extractiva - cauchera retardó la iniciación del proceso colonizador, aunque, de manera marginal y por un período de tiempo breve, vinculó al Caquetá a la economía nacional e internacional,
generando un crecimiento para afuera y produciendo internamente la explotación y exterminio del indígena. Caquetá es la dueña y señora de una riqueza incalculable, se tienen datos de 2100 especies de mamíferos, además de reptiles y aves. Se tiene un total de 1646 registros de muestras vegetales dentro de los que se encuentran 1179 muestras botánicas colectadas, 131 familias, 454 géneros y 932 morfoespecies. De esta manera se arrojan datos de 932 árboles, 226 arbustos, 58 lianas, 123 palmas, 35 helechos y 265 hierbas. La economía del Caquetá se sustenta en la producción agropecuaria, el extractivismo forestal y pesquero, las actividades comerciales y la prestación de servicios. La actividad agropecuaria está conformada por el sector agrícola y por la producción
27
28 pecuaria, aunque también tiene importancia la explotación minera y el comercio. La ganadería constituye la principal fuente productiva del departamento, seguida de la actividad agrícola, la cual se fundamenta en los cultivos tradicionales de subsistencia, tales como el maíz, plátano, yuca, caña panelera, arroz secano, palma africana . Se extraen en pequeña escala oro y plata, hidrocarburos, asfalto, mármol, calizas, aluminio, cobre, yeso y granito. La actividad manufacturera se limita a la producción de bienes de consumo como licores y gaseosas.
L
a ciudad ofrece una amplia variedad de restaurantes y sitios de esparcimiento nocturno, la mayoría de ellos ubicados en la zona rosa de la ciudad, cerca del parque longitudinal Paseo de los Fundadores. Como platos típicos tenemos la mamona (ternera a la llanera) y el exquisito sancocho de gallina criolla. Destacan de igual forma sus parques, iglesias, edificios históricos y construcciones modernas. En Florencia existen múltiples monumentos públicos que rinden homenaje a los personajes y hechos históricos de la región, siendo los más conocidos el Monumento a los Colonos, a la Diosa del Chairá y a la Ciencia, Hombre y Manigua.
A
dicionalmente existen varios museos en Florencia, siendo el Museo Etnográfico y Centro Indigenista del Caquetá y Museo Caquetá los más visitados, pues en sus instalaciones se encuentra una detallada colección de más de diez mil piezas precolombinas pertene-
cientes a las tribus originarias de la región. La ciudad también es reconocida por su folclor, expresado a través de sus festivales y ferias que se desarrollan principalmente en los meses de junio y julio en el marco de las fiestas san pedrinas, así como en octubre (Feria ExpoFlorencia) y diciembre (Festival Musical El Colono de Oro). En el Caquetá se pueden disfrutar de sitios naturales como: • Salto del rio Caraño, en la zona rural de Florencia, dónde se precipita en una caída vertical de aproximadamente 50 metros de altura, la base de la cascada es de difícil acceso debido a que las paredes verticales de roca lisa; • Cerro Sinaí, ubicado en la vereda Nueva Jerusalén, se alza 800 metros sobre el nivel del mar en un ramal de la cordillera oriental, que se convierte en un mirador de Florencia y los valles del río Orteguaza; • Salto de las Golondrinas, ubicado en el kilómetro 15 por la antigua vía a Neiva, una cascada de aproximadamente 10 metros de altura que en la parte inferior conforma una pileta de poca profundidad, donde se practica el torrentismo; • Cascada la Novia, forma una caída de agua de manantial de aproximadamente 35 metros; • Cascada Nueva Jerusalén, de 65 metros de altura dividida en dos caídas verticales y un techo o repisa, se practica ampliamente el rappel; • Cascada la Avispa, donde se encuentra una piscina natural; el Balneario Las Pailas, reconocido por sus aguas cristalinas y la diversidad de saltos, cajones y piscinas naturales
29 entre rocas de feldespato que se forman en el trayecto de la quebrada La Mochilero; • Rio Hacha, que cuenta con varios rápidos a lo largo de su cauce, utilizados para la práctica del kayak, sobre su margen derecha se encuentran varios sitios de recreación con piscinas naturales, el río forma un cañón al atravesar las faldas de la Cordillera Oriental; • Sendero Moniya Amena, escenario natural propicio para la práctica del senderismo, en sus alrededores se encuentran cultivos de frutales amazónicos, huertas y viveros comunitarios, artesanías, sitios para acampar, una maloca de la comunidad huitoto y un sendero interpretativo, en donde se encuentra emplazado un puente colgante a más de 15 metros de altura, ideal para la práctica de rappel,
así como dos pequeñas formaciones cavernarias formadas por el paso del agua; • Cueva de los Guácharos, sistema cavernario en cuyo interior se aprecian diferentes especies de murciélagos e insectos típicos de estos sistemas, éstas cuevas se caracterizan por la ausencia de estalactitas o estalagmitas y por la gran diversidad biológica debido a que son usadas por los animales silvestres como refugio, éste sistema hace parte del Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos.
T
ambién se encuentran sitios arqueológicos como los petroglifos de El Encanto, herencia del pueblo Andaki, grabados en piedra en la parte inferior de la roca en dos de sus caras, formando un conjunto que se extiende por 16 metros de longitud por un metro de altura. También, la maloca Huitoto, casa comunitaria ancestral de la etnia, lugar donde todavía es posible presenciar las reuniones de los miembros de esta comunidad, quienes se congregan para practicar
30
sus rituales, danzas y fiestas.
De sus rituales ancestrales Parte de la población caqueteña es indígena, destacando las comunidades Andaki, Koreguajes, Macaguajes, Tamas o Puyngajes, Karijonas y Huitotos, donde el asiento del cacique o jefe se destacaba también como señal de preeminencia y rango. Sus fiestas y rituales son organizadas por el señor principal de la región, en el buyo o ramada donde se hace la fiesta están puestas por su orden las múcaras, que son las tinajas de chicha. Su música, danza, palabra y conocimiento, reencarnan en el rito. El mito y el rito son sus formas de trascender, contienen la sabiduría del arte y la cultura, en sus palabras y ceremonias, en su conocimiento y conexión con las divinidades, forjan su actividad humana preservando sus raíces. Los principios de vida cotidiana de los Huitotos o Murui Muainane, están en función preponderante del mito y su eficacia para la caza, la siembra, la curación, la educación, la fiesta, la procreación, inherentes a su condición humana y por tanto vistas naturalmente más allá de las fronteras y territorios. Un rasgo
importante de este grupo, como de otros grupos de la región, es el de la construcción de Malocas, fundamento de la vida y de organización diaria, sus puertas se dirigen hacia el oriente y al occidente con la finalidad de captar la salida y el ocaso del sol. Cada grupo familiar posee un espacio en la maloca donde las mujeres pasan la mayor parte del día elaborando alimentos, tejiendo mochilas, cuidando los niños. La danza, los cantos y tonadas tan unidas de forma creativa y original, respetando su autenticidad. Se muestran en el rito funerario, rito de pubertad, rito de conjuro o exorcismo, canto nupcial, canto a la cosecha, canto a la guerra, preparación de bebidas, rito a la caza, rito del nacimiento de un niño o su cumpleaños.
El rito funerario
E
l rito funerario en esta comunidad lleva por nombre Baije o Ufánoco de
la familia de los Huitoto, el tema principal es la celebración del rito funerario de un miembro de su comunidad, sin tener en cuenta su linaje, edad o sexo. El sitio para celebrar el acontecimiento es la maloca del muerto, luego matan los animales del monte vecino y levan su carne con el pretexto de consolar y apoyar a la familia doliente. Aparece en la maloca un familiar del muerto, preferiblemente la hija, quien adorna sus brazos con lanas de color amarillo, su cabeza se va decorada con una corona de plumas de vistosos colores y en sus manos lleva un recipiente con maní. Tan pronto aparece en la puerta de la maloca, las personas que aún tienen a sus padres vivos se van alejando del lugar, pues esta mujer es considerada de mal agüero. Quedan en la ceremonia las personas cuyos padres ya han fallecido. Después, entra un hombre vestido de igual manera, pero en sus manos lleva una maraca que hace sonar cada vez que se desplaza. Juntos, bailan alrededor del muerto y los demás invitados imitan los movimientos que ellos hacen. Termina la primera parte de la ceremonia y aparecen otros bailarines disfrazados de micos maiceros, llevando en sus manos un bastón que utilizan como adorno. Acompañan la danza con ritmo de tambores, el vestuario es guayuco o taparrabos, collares, adornos de plumas y van descalzos.
E
sto es Caquetá, digna de amar por su riqueza natural donde su gente hospitalaria quiere atenderlos para que conozcan esta puerta de oro de la Amazonia Colombiana
31
Juntos en el sendero de la vida Previsiรณn exequial con cobertura nacional Humanidad, respeto y exelencia Contacto:
312 481 16 96 labasilicaflorencia@gmail.com
Sede Principal: Florencia - Caquetรก
Calle 16 No. 7-35 Tel (8) 435 47 86 - 434 10 21 - 312 481 1696 Sedes:
Cartagena del Chairรก San Vicente del Caguรกn www.funeraleslabasilica.com
32
CAMPAÑA para la evolución positiva del ritual funerario
Por: Luís Fernando Arango Madrid
T
eniendo en cuenta que toda vida es especial y digna de recordar conmemorativamente con un servicio o funeral significativo, voy a atreverme a utilizar este espacio para invitar a los funerarios a apoyar la iniciativa del doctor Jaime Humberto Oquendo de la Funeraria Medellín, sobre la implementación de cofres diferentes a los cofres fúnebres con ventanilla, partiendo de la condición de que no habrían sobre costos para las empresas funerarias ni los usuarios por su diseño y construcción; con ello se daría paso a las llamadas velaciones de ataúd abierto (cofres de tapa o media tapa abierta sin vidrio).
Velación con cofre abierto (open casket visitation)
E
l tema de la velación con féretro abierto tiene sus orígenes en las primeras ceremonias que tradicionalmente se hicieron bajo los rituales funerarios occidentales. Inicialmente los cuerpos no eran preservados para retrasar la descomposición, la velación
medicamente se demostró que se hacía rápido y con mínimo un cuerpo correctamente emcontacto con el cuerpo. Desde balsamado no representa riesgo 1840 hasta finales de 1896, en para la salud de los asistentes los Estados Unidos de América, a una velación. De la misma se hizo común la velación en manera la velación con féretro féretros con visor (ventanilla) abierto permite un contacto para aislar el cadáver de las más directo con el cuerpo, una personas asistentes al velatorio visualización más natural, pues y para evitar contacto directo, el cuerpo se ve acostado en de esta manera se impedía la salida de gases y olores La práctica de los posición de reposo y la sensación de “encajonamiento” propios de cuerpos comenféretros con visor ha- desaparece. zando la descomposición, en esta época el concepto cía que los fallecidos Al permitirse el contacde “infección” no era muy se vieran más lúgu- to físico y directo con el conocido ni asociado al mabres y que la sensa- fallecido, se desmitifica y nejo de cuerpos sin vida. disminuye el temor que se ción de “encajonagenera tanto por la prea práctica de los féretros con visor hacía miento” fuera mucho sencia del fallecido en sí, que los fallecidos se mayor, contribuyendo como el temor de contagio o contaminación que erróvieran más lúgubres y que a que la velación neamente se asociaba a los la sensación de “encajonacuerpos. miento” fuera mucho mayor, no fuera un evento contribuyendo a que la grato… era más bien egún Robert Mayer, la velación no fuera un evento presentación de forma grato… era más bien ateatemorizante. natural, abierta y morizante. directa de los fallecidos, dio Según el texto de Ralph Klicker, al servicio funerario su mayor Teoría y práctica mortuonivel de maduración en Norteria, la práctica de la velación américa, el 90% de velaciones con ataúd abierto (sin visor) se realizan con féretro abierto y comenzó desde 1899 cuando se el 10% restante no lo hace por institucionalizó la Tanatopraxia motivos religiosos. en los Estados Unidos, ya que
“
L
”
S
33
H
oy día, que está demostrada científicamente la seguridad higiénica para la velación, el uso de féretros abiertos es una práctica común en la mayoría de los países donde se hace Tanatopraxia, sumado al hecho que la elaboración del duelo es más sana y fácil de abordar para las familias.
L
a utilización de féretros con visor se considera hoy día, una práctica arcaica que va en contravía con la razón de ser de la Tanatopraxia y los principios clínicos y prácticos para la elaboración del duelo por parte de la comunidad doliente. No siendo esta una tarea fácil hay que abonar que en Medellín ya empezamos, especialmente con la adecuación de los cofres para la cremación, con muy buen recibo por parte de los dolientes a quienes se les informa previamente de la carencia de riesgos sanitarios por proceso de tanatopraxia. Nuevamente les invito a que asumamos esta práctica para la ceremonia de velación, en hora buena Jaime Humberto Oquendo nos propone este ingrediente dentro del servicio para evolucionar “positivamente” en el ritual funerario; desde luego –y como todos los cambiosserá una tarea lenta, que puede generar resistencia en algunas familias, que pudiera generar críticas o comentarios en la calificación del servicio, pero con el paso del tiempo será aceptada y recogeremos una buena cosecha.
34
C
ontrario al pensamiento contemporáneo de la comunidad joven de la ciudad, que percibe la ubicación del Cementerio Central como el sitio de toda una vida citadina, este recinto sagrado de la espiritualidad neivana, también ha deambulado por la ciudad, ocupando varios espacios que a continuación se narran.
El Cementerio de Las Palmas El proceso histórico vivido por el cementerio de Neiva, o mejor por sus cementerios, está ligado al surgimiento y crecimiento de su casco urbano, como capital de la provincia de Neiva. En un principio, esto es, durante los siglos XVI y XVII, el casco urbano de Neiva se reducía a unas cuantas manzanas, pues daba albergue a unas pocas familias, dedicadas al comercio y a la administración pública. Su importancia obedecía a que la ciudad había sido designada como capital de un territorio que se extendía desde donde los Andes se dividen en cordillera Oriental y cordillera Central, hasta el río Saldaña al norte. Este territorio recibió el nombre de Provincia de Neiva desde su creación en 1610, el mismo nombre que recibiera la ciudad que fuera fundada en tres ocasiones, siendo la última en 1612. Además del papel político que cumplía la ciudad y que le daba prestigio en el contexto del Nuevo Reino de Granada, su importancia derivaba de la estratégica ubicación que tenía con relación al camino real que unía Santafé con Popayán y Quito. La condición de Neiva como capital de la provincia de su mismo nombre no determinaba que los altos funcionarios, como el gobernador, los integrantes del cabildo y los distintos Fuente: Neiva Peregrina, Reynel Salas Vargas, Secretaria Municipal de Cultura y Turismo de Neiva, 2010
1
35
Neiva . Cementerio Central de Neiva 1
Por: Reynel Salas Vargas
alcaldes, vivieran necesariamente en ella. La mayoría de ellos permanecían buena parte del tiempo en sus haciendas, circunstancia que hizo famosos los nombres de algunas propiedades, tales como Trapichito, Cucharo y Cucharito, a las que están ligados apellidos como los Ospina y los Alvira. Una constante que caracteriza los primeros doscientos años del periodo colonial en la Provincia de Neiva es el reducido tamaño de los cascos urbanos, debido a que la mayoría de los habitantes residían en los campos, bien en sus haciendas o en las poblazones que se levantaban junto a las casas principales de los dueños de la
tierra. En aquellas vivían los trabajadores de las haciendas o las personas que tenían alguna relación de servicio con sus propietarios, en su mayoría blancos pobres. La excepción en los cascos urbanos de esta época la constituían los poblados constituidos con base en indígenas resguardados. Es el caso, por ejemplo, de Teruel, Iquira, Hobo, Otás y El Caguán. Al respecto, la ley colonial española exigía que los indígenas permanecieran en el poblado asignado, con el fin de garantizar su participación en el proceso de evangelización y culturización previsto como medio de conservación racial. En las circunstancias descritas para la ciudad de Nieva, la necesidad de
un lugar para enterrar los muertos se atendía fácilmente con el espacio que ofrecía la iglesia en su interior o con un pequeño terreno, en muchos casos adyacente al mismo templo parroquial. El texto que se transcribe a continuación, escrito por el padre Jenaro Díaz Jordán, valida las afirmaciones hechas para la capital de la provincia, como quiera que era común para la mayoría de los pocos cascos urbanos existentes en la época características como las siguientes: “Durante la Colonia se sepultaba en las iglesias, algunas veces dentro del mismo recinto; pero entendemos que la mayor parte de las veces en un cementerio adyacente. Todos sabemos que al costado sur del templo
36
37
38
viejo (actualmente templo colonial de Neiva) había un solar, hoy ocupado por algunas construcciones de la parroquia, que se llamaba corrientemente Cementerio de Las Palmas, por estar ese sitio sembrado de palmeras; es tradición que aquí estaba ubicado el Cementerio Colonial”1.
A
l corto número de habitantes del casco urbano de la ciudad que permitía suplir la necesidad de cementerio con un pequeño lote en el mismo centro del poblado, se unía la costumbre de los habitantes de la zona rural, es decir de las haciendas y sus poblaciones, de enterrar a sus deudos en el campo abierto, por lo general en un espacio cercano a la construcción principal.
1. DIAZ JORDAN, Jenaro. Proceso Histórico de Pueblos y Parroquias de la Diócesis de Neiva. Imprenta Departamental. Neiva P. 214
Un ejemplo de esta costumbre se aprecia, por ejemplo, en el kilómetro 15 de la vía que de Neiva conduce a Villavieja. Allí, a mano izquierda cuando se viaja hacia el norte, cerca de la entrada al hato Salsipuedes, se aprecia aún un pequeño lote, limitado por un cerco de alambre de púas, en el cual se levantan algunas tumbas, incluso con rústica construcción en cemento.
A
sí mismo, el texto que se transcribe a continuación, tomado del acta de visita que hiciera el padre Isidro Palencia a la parroquia de Neiva el 29 de agosto de 1755, se refiere a la práctica de enterrar a los muertos en las tierras de las haciendas. El escrito corresponde a los tiempos en que aún no existían
las parroquias que conforman el norte del Huila, a las cuales se ha hecho referencia antes. El doctor Palencia dice al finalizar su visita: “Porque tenemos advertida la poca caridad que hay con los cuerpos de los difuntos que mueren en los campos, porque se experimenta que por la flojera las más veces aparentan pagar los derechos a los curas y los entierran en la sabana, privándolos del gran beneficio que les resultara de estar en Sagrado por los sacrificios que a Dios Nuestro Señor se les ofrecen en su santo templo. En esta ocasión acordamos que debíamos mandar y mandamos que luego se publique mandamiento nuestro, que se hará circular para toda la jurisdicción, los dueños de tierras hagan que los deudos y albaceas saquen dichos cuerpos y los trasladen a las iglesias que les correspondiere dando cuenta
39 al cura de quiénes son los dichos cadáveres y quiénes los interesados, y dichos ecónomos la darán a los jueces propietarios de la ciudad para su inteligencia, y se les apercibe que lo haciendo se les condena a cada uno de los omisos en un marco de plata a los capaces de ella y en los que no en la pena que les aplicare la justicia, para cuyo fin los exhortamos de parte de Nuestra Santa Madre Iglesia y dicha multa se aplica para la fábrica de dicha Santa Iglesia de la ciudad”2
P
or su parte, las consideraciones del doctor Antonio María de Casal, quien también realizó una visita oficial a la parroquia de Neiva, se mueven en la misma dirección y tratan de prevenir la injusticia que podría presentarse en virtud de la aplicación de las recomendaciones que debían ponerse en práctica para la reubicación de los cadáveres que habían sido enterrados en las haciendas.
“Ídem mandamos a dicho cura haga sacar los huesos de los muertos a quienes se les hubiese dado sepultura por los campos, y traslade a esta Santa Iglesia en donde se les dé sepultura eclesiástica, sin que por eso haya de llevar derechos algunos, pues es contra toda piedad cristiana y ajeno de la caridad permitir un párroco se entierren en los desiertos los difuntos o por pereza de conducirlos a ésta Santa Iglesia o por temor
2. DIAZ JORDAN, Jenaro, Op. Cit. P. 140
de excesivos derechos3.
El desarrollo urbanístico de Neiva y el Cementerio de Los Mártires
L
a segunda mitad del siglo XVIII fue un período dinámico en la creación de parroquias, un proceso que resulta similar a la actual erección de los centros poblados y
su jurisdicción en municipios. Estas decisiones de orden religioso y civil fueron la base para la formación de algunos de los cascos urbanos de los municipios que conforman la zona norte del actual departamento del Huila. De esa época datan, Aipe, Palermo, Yaguará y Villavieja. Poco después se reconocerían las parroquias de Campoalegre y Tello.
C
omo era esperarse, al tiempo que se consolidaban los cascos urbanos, como resultado de las políticas administrativas y las transformaciones de la economía promovidas por los reyes de España para sus colonias de ultramar, Neiva vivía su propia expansión4. La ciudad creció porque muchas de las familias que pertenecían a la jurisdicción trasla3. Ídem. P. 140 Informe de visita firmado el 19 de septiembre de 1762 4. POLANIA POLANÍA, Antonio. In Neiva al Filo del Milenio. Academia Huilense de Historia. Neiva. 1992. P. XXXX
daron su residencia al poblado de la capital de la provincia, en atención a las nuevas tendencias urbanísticas. Además, creció el comercio animado por las nuevas leyes económicas que abrían el mercado internacional a los productos americanos y por la producción de cacao que también aumentó considerablemente. Esta circunstancia de orden económico desarrolló la vocación portuaria multimodal de la capital de la provincia y su papel de eje integrador de la región suroriental de territorio virreinal. Al amparo de estas motivaciones se construyeron grandes casas, levantadas en adobe, con cubierta de teja de barro y amplios solares que daban cabida a las bestias que se empleaban para el transporte de personas y de alimentos. Al mismo tiempo, aumentó el número de locales comerciales y de pequeñas casas levantadas en bahareque y cubierta de palmicha, con puerta y ventana a la calle y patio5. 5. Cf. MOLLIEN, Gaspard-Theodore. Viaje por la República de Colombia en 1823. Presidencia de la República. Colcultura. Bogotá. 1992. P. 249 y ss.
40
L
a nueva realidad urbana de la región impactó también en la oferta de servicios para los crecientes moradores, entre ellos el de disponer de un espacio adecuado para enterrar a los muertos. Y Neiva no fue la excepción. El crecimiento de la ciudad hizo impostergable la necesidad de construir un nuevo cementerio, acorde con el tamaño de la urbe. Así lo precisa el visitador eclesiástico, doctor Vicente Gómez, en 1821, quien según el padre Díaz Jordán “dejó la orden de construir cementerios en donde no los hubiera, ojala con capilla y en todo caso con la mayor decencia. Es muy posible que desde aquellos tiempos existiera el Cementerio Viejo, que estaba situado más o menos en el lugar en donde hoy está el matadero público”6 (actualmente sector noroccidental del barrio Los Mártires). Según el historiador, éste lote pertenecía a la Iglesia y no sabe cómo vino a poder del Municipio.
L
a nueva realidad del entierro, que sería en un lugar consagrado por la iglesia para recibir el despojos de quienes en vida habían sido hijos de Dios en virtud del bautismo, obligó a los visitadores eclesiásticos a producir nuevas normas. Se trata de aquellas que se expidieron con el fin de impedir la discriminación y la injusticia que podían cometer los párrocos contra los pobres y los indígenas. Un ejemplo de ésta situación lo constituye la siguiente recomendación dejada por el Doctor Juan Ignacio de Salazar y Caicedo, al finalizar su visita a la parroquia de Neiva el 2 de junio de 1783, cuando ya
6. Idem. P. 214
se habían formado, por lo menos, las parroquias de Aipe, Palermo y Yaguará: “Y siendo así que el ritual romano no conoce entierro que no sea cantado, según se hace patente por el texto de su constitución, en este asunto ningún entierro en adelante se haga rezado ni de cruz que llaman baja y esto que aunque el difunto sea tan pobre que no tenga con qué contribuir los derechos, porque en estos casos previene el citado ritual, supla el cura, aún para el gasto
preciso de la cera; y el sacristán que está actuando en el canto le cantará con el cura de balde; donde queda visto y determinado como en toda forma lo determinamos que los entierros de los indios se haga de balde en el todo cantados, pues la pompa de que habla la ley con orden a éstos no incluye un mero entierro simplemente sino que significa posas u otras ceremonias. Y no hay duda que los entierros de los indios que la ley manda se hagan sin derechos deben ser cantados7”
7. Idem. P.140
41
El Cementerio entre el Cato- ra por lo tanto en las vías y espacios licismo y Radicalismo Liberal públicos, y toda circunstancia que
D
urante la Colonia y primeros años de la República, el tema de los cementerios fue un asunto exclusivo de la Iglesia Católica. Se trataba de dar sepultura al cuerpo que, como ya se dijo, había sido templo del Espíritu Santo en virtud de los sacramentos. Empero, con el ascenso al poder de las ideas liberales, preconizadas por los radicales que animaron la Constitución de Rionegro, en 1863, y la consolidación de los Estados Soberanos, entre ellos José Hilario López y José María Rojas Garrido, todas las manifestaciones de los ciudadanos como tales, como la disposición de los restos de una persona, eran actos que competían a la autoridad civil. Bajo este principio, toda manifestación pública, incluso de carácter religioso, que se cumplie-
tuviese que ver con la salud de la colectividad, como la de evitar que los cadáveres quedaren insepultos o se enterraran sin las mínimas normas de higiene, entraba dentro de la ámbito de las responsabilidades y control de la autoridad civil. A ello obedeció la decisión de la Convención del Estado Soberano del Tolima de legislar sobre los cementerios. El texto de la norma constitucional sobre este aspecto es preciso:
“Poder legislativo. Convención Constituyente. Ley 5 Reformatorio del Código de Policía. La Convención del Estado Soberano del Tolima, Decreta: Artículo 1- La administración y régimen de los cementerios corresponde única y exclusivamente a las Corporaciones municipales de los distritos y aldeas. En consecuencia, en ningún distrito habrá más cementerios que los que determine la respectiva corporación municipal….. Dada en
42
P
43
44 Neiva, a veintidós días de febrero de 1877. El Presidente, Clímaco Iriarte. El Secretario, Gabriel Perdomo C.”
L
as dificultades políticas y de violencia que vivió Colombia durante la vigencia del Federalismo hicieron que muchas normas fueran derogadas incluso sin haber producido el impacto civilista que pretendían. A pesar de ello, algunas ideas legislativas permanecieron y demostraron la forma como se acoplaron los cambios y reajustes ideológicos que vivió el país. Eso sucedió, por ejemplo, con lo referente a los cementerios, cuya propiedad y administración volvió a la iglesia, incluso antes de que se expidiera la constitución de 1886, pero que no pudo desligarse absolutamente de la autoridad civil del municipio.
El Cementerio Central Actual
P
or los desarrollos posteriores se sabe que el cementerio que se construyó en el sector que hoy ocupa una parte del barrio Los Mártires fue suficiente para atender las necesidades de la ciudad durante la mayor parte del siglo XIX. Sólo a finales de ese siglo se dio cuenta, por parte de un visitador eclesiástico, de la necesidad de construir uno nuevo. El padre Jenaro Díaz Jordán narra el surgimiento del actual Cementerio Central de Neiva, de la siguiente manera:
“En el auto de visita de Monseñor Moisés Higuera, fechado a 12 de abril de 1882, ordena el prelado que se construya un nuevo cementerio. Por el año de 1883, el 26 de noviembre, el Cabildo de Neiva propuso al Párroco, don Rudesindo M. Castillo, que en asocio de la Iglesia y el Municipio construyeran un nuevo cementerio de mayores proporciones que el que entonces se tenía. El Párroco, recibidas instrucciones del Arzobispo de Bogotá, rehusó la invitación y prefirió conservar el cementerio primitivo. En el año de 1894 el Párroco, don Joaquín Valbuena Perdomo, hace constancia de que el cemente-
rio está en poder de la Iglesia. El 24 de mayo de 1896 el mismo Párroco, al hacer el inventario de los bienes parroquiales escribe lo siguiente: Tiene la Iglesia dos cementerios construidos de tapia, ladrillo y piedra, uno viejo, inútil y en mal estado, y uno nuevo sin terminar. Este cementerio es el actual. El 20 de febrero de 1908, bajo el número 695, se dictó el Acuerdo N. 6 que dice: ‘República de Colombia. Alcaldía provincial. Neiva. Departamento del Huila. Señor Pbro. Dr. Moisés Castro. Cura párroco de Neiva. Para conocimiento de Ud., y fines consiguientes, tengo el honor de transcribirle el siguiente Acuerdo de la Municipalidad de Neiva el cual ha sido debidamente sancionado en este despacho. Acuerdo No 6 por el cual se destina un lote de terreno del Municipio para ensanchar el cementerio público de la ciudad. El Concejo Municipal de Neiva, en uso de sus facultades legales, y considerando: Que la extensión del actual cementerio es insuficiente, dado el número de habitantes de la ciudad; que el Municipio posee un lote de terreno colindando con el cementerio, el cual puede agregársele a este para ensancharlo; Y que la Junta Municipal de Hacienda exigió este lote al albacea de la mortuoria del señor Luciano Charry, quien la poseía como arrendatario, sin que desde 1904 hubiera pagado los arrendamientos respectivos, ni presentado el documento de seguridad para garantizar el pago de los arriendos, Acuerda: Destinase para ensanchar el cementerio de la ciudad el lote de terreno del Municipio denominado Manga del Buey, el cual mide 9.200 metros cuadrados, y limita por el Oriente, con el cementerio; por el Sur, con tierras del Municipio; y por el Norte y Occidente, con tierras del señor Toribio Rivera. Dese cuenta al señor Cura párroco de la ciudad. Dado en Neiva a 16 de febrero de 1908. Rafael Durán A. Jesús Vicente Charry. Secretario.8”
sepultar los cadáveres de aquellas personas que eran reconocidas como ateos o que morían por fuera de la Iglesia Católica en virtud de que se habían suicidado. También pudo suceder que la Parroquia de Neiva y el Municipio canjearan sus respectivos lotes. En este orden de ideas, el que poseía la iglesia en Los Mártires pasó a manos del Municipio y la Manga del Buey a la parroquia. Lo cierto es que durante la hegemonía liberal que se vivió durante la década del 30 del siglo pasado y parte de los años cuarenta, el Municipio quiso hacerse al Cementerio Central, actitud que condujo a un pleito judicial, el cual ganó la iglesia. Los siguientes son los testimonios del padre Díaz Jordán sobre este caso: “El Concejo de Neiva expidió el 10 de enero de 1940 el Acuerdo número 2, por el cual el Municipio asumía la propiedad y administración del cementerio que poseía la parroquia de Neiva, en virtud del artículo 21 de la ley 92 de 1938, la cual ordenaba a los Concejos reglamentar los cementerios cuya nuda propiedad fuera de las entidades Municipales. En consideración a que el Acuerdo No 2 violaba la propiedad de la Iglesia sobre el cementerio, el Obispo de la Diócesis, José Ignacio López Umaña, acudió a las altas autoridades del gobierno nacional, a fin de reclamar lo que en justicia pertenecía a la parroquia de Neiva. Sus demandas fueron atendidas por la Corte Suprema de Justicia, quien declaró inexequible la mencionada ley y ordenó la entrega inmediata del cementerio a su legítimo dueño9.
N
o conocemos los términos en que la iglesia comenzó a administrar el área de terreno cedida por el municipio para ampliar el cementerio que hoy se conoce como Cementerio Central. Quizá ese espacio fue el que se dedicó para
8. DIAZ JORDAN, Jenaro. Idem P. 214
9. Cf. Idem. P. 478
45
46
R
Por: María del Pilar Rojas Bustamante etomando las palabras de algún curtido funerario, “el mundo es cambiante, ondeante y variante”, las dinámicas económicas van generando nuevos modelos sociales que ponen a prueba la creatividad de los seres humanos.
Cuando empiezan a caer los muros –como el muro de Berlín que mantuvo separadas por años sus propias raíces- reales e imaginarias- que simbolizan el PARE de las señales de tránsito, las fronteras empiezan a desaparecer, el mundo pareciera más pequeño y fácil de recorrer pero con él aparecen los grandes retos económicos. Un mundo que anda más rápido, un mundo de competencias mentales y de negocios, un mundo donde la tecnología es análoga a las muletas para el “cojo”.
L
REMA
os términos de productividad, competitividad e innovación ganan protagonismo en el quehacer diario y en la formulación de políticas públicas para cualquier Estado, cualquier Gobierno que empieza a trazar como uno de sus objetivos el lograr estándares y características de reconocimiento internacional en varios renglones de su industria, objetivo nada fácil de lograr porque se debe garantizar la PRODUCTIVIDAD (rendimiento por unidad invertida) acompañada de INNOVACION (capacidad para desarrollar nuevas prácticas que mejoren la PRODUCTIVIDAD).
Muchos pensarán y dirán que la tarea no es fácil, muchos proponen “sociedades” entendidas como la voluntad de unir esfuerzos entre dos o más personas para alcanzar mejores flujos de capital, mayor maniobra financiera y con ello la participación en negocios grandes. Lamentablemente en nuestra idiosincrasia las sociedades son ejercicios complejos de llevar y mantener.
E
dentro de un mercado para construir una ventaja competitiva y después obtener beneficios individuales; ASOCIATIVIDAD EMPRESARIAL entendido como un mecanismo de cooperación que se presenta como una posible alternativa de las Pyme que deben afrontar y sacar provecho de la evolución de un entorno cada vez más competitivo y globalizado; REDES EMPRESARIALES, grupos de empresas que colaboran en un proyecto conjunto, complementándose unos y otros, especializándose con el propósito de resolver problemas comunes, lograr eficacia colectiva, conquistar mercados a los que no se puede acceder de manera individual.
n la literatura empresarial empiezan a tomar mayor fuerza términos como la COOPETENCIA, una forma de integrar esfuerzos
modelo de as
L
os conceptos de coopetencia, asociatividad empresarial y redes empresariales encierran la razón de ser de Remanso, pertenecer a esta Corporación permite gozar de sus ventajas, entre las que se pueden contar:
1. Plataforma para sobrevivir; 2. Consolidarse; 3. Crecer e ingresar a nuevos mercados; 4. Mejorar el poder de negociación; 5. Mejorar la competitividad; 6. Acceder a servicios y prebendas que son imposibles de alcan-
zar individualmente;
7. Lograr procesos de aprendizaje más rápido;
47
8. Compartir costos; 9. Facilitar trámites ante entida-
des;
10. Incursionar en nuevos modelos de negocios;
11. Acceder de manera más efectiva a nuevos mercados
de los meses la red fue creciendo y la cantidad de funerarias corporadas creció mostrándonos el camino de un nuevo reto, ser entidad gremial para la representación y profesionalización de un sector que empieza a mostrarse fuerte, unido y protagonista de la dinámica económica y social del país. Debemos capacitar en el cumplimiento de las disposiciones legales, en responsabilidad social, en pertinencia comunitaria, en el “bien hacer” del
asesoramos sobre toda la normatividad que nos aplica.
U
na cuarta rama del árbol se engrosa en la Responsabilidad Social de Empresa, somos multiplicados de las buenas experiencias e invitamos a los funerarios para hacer “benchmarking” -copiemos lo bueno de quienes lo saben hacer-, con ellos le robamos protagonistas a la guerra.
ANSO, Finalizando la década de los noventa, nace Remanso. Simbolizado por un
sociatividad. árbol de tronco grueso del que se desprenden cuatro ramas. Ese tronco parte de unas fuertes raíces: solidaridad, ganas de trabajar en equipo, crecer y fortalecerse, unificar criterios… entre otros que permitirían la profesionalización de un sector tan importante como el de la salud, la educación y la cultura entre otros.
E
l tronco empieza a robustecerse como red prestadora de servicios funerarios y con ella la posibilidad de vender “mi previsión exequial” con la seguridad de tener presencia en todo el territorio nacional. En su momento, ese fue el principal objetivo. Con el paso
oficio por mencionar algunas.
O
tra rama del árbol nos indicó que Remanso es la entidad llamada a documentar nuestra historia (pasado), nuestra actualidad (presente) y nuestra proyección (futuro), en las páginas de la REVISTA REMANSO, certificada por el Ministerio de Cultura como material científico y cultural del sector funerario, rescatamos la memoria que parecía perdida y le apostamos al discurso Nacional, “Paz y Pos conflicto”, al acompañamiento en duelo que seguramente será reconocido como el primer paso para “sanar almas”; en el BOLETIN JURIDICO REMANSO, informamos y
En Remanso, tenemos sentados en un mismo escenario a los competidores de un mercado, un mercado enriquecido con la experiencia y el trabajo de todos; buscamos oportunidades para todos anticipándonos y mejorando prácticas; generamos procesos y espacios de integración entre todas las partes de la cadena; reconocemos las vidas dedicadas al oficio de los empresarios funerarios; transformamos el concepto general del funerario; hemos sido testigos del crecimiento empresarial de los corporados y sus familias… el relevo generacional. Con la profesionalización del sector, mejoran las empresas y con ello hemos contribuido a la generación de empleo formal.
G
racias al trabajo colectivo del sector, Colombia ha tenido reconocimiento internacional y, lo más importante, aún nos falta mucho en el camino, seguimos adelante y Remanso como ejemplo de asociatividad se fortalece.
48
Santa Laura
El ritual para una ciudadana celestial.
Montoya: Por: Alonso Correa Cataño
Semblanza: ¿Quién era y porque es Santa?
M
aría Laura de Jesús Montoya Upegui nació en Jericó – Antioquia, el 26 de Mayo de 1874. Dos años después es asesinado su padre y la familia se ve desplazada de este municipio, perdiéndolo todo. Así empieza la historia de una mujer ejemplar, fue maestra, misionera, pionera de la inclusión social en una época en la cual ni se pensaba en el indígena como ciudadano. También
abrió camino con su congregación de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, en un momento histórico en el que la condición de la mujer estaba subyugada a los criterios masculinos.
S
u vida y su obra quedaron plasmadas en una amplia producción literaria de 23 libros y más de 3.000 cartas. Sus méritos fueron evaluados por la Santa Sede en un proceso que inició con la causa para la beatificación en 1963. Fue declarada Sierva de Dios en 1973 por el papa Pablo VI y posteriormente declarada
venerable el 22 de enero de 1991 por el papa Juan Pablo II.
PARTICIPACIÓN DE LA FUNERARIA SAN VICENTE EN EL RITUAL QUE CONMEMORA LA BEATIFICACIÓN DE LA MADRE LAURA. El Papa Juan Pablo II la beatificó el día 25 de abril de 2004 y para celebrar este momento histórico la Congregación de las Misioneras de la Madre Laura, contacta a la Funeraria
49 la Funeraria San Vicente, pero nadie esperaba que la canonización se anunciara tan pronto.
EL RITUAL PARA UNA CIUDADANA CELESTIAL.
E
San Vicente con el fin de solicitar su apoyo logístico en este magno evento. Llamado que atendimos con la más firme disposición, ya que siempre nos hemos sentido orgullosos de hacer parte de los acontecimientos históricos de Antioquia y de Colombia. Dispusimos para una convocatoria de tan alto nivel, lo mejor de nuestro personal, así como un transporte único, una carroza americana del siglo XIX, tirada por cuatro caballos españoles; cabe señalar que unos años antes habíamos diseñado un ritual especial para trasladar los restos mortales de Epifanio Mejía, el autor del himno antioqueño, hasta su tierra natal Yarumal, en la carroza antes mencionada. Cumplido el objetivo en la beatificación, se estableció un vínculo especial entre las Lauritas y
la asesoría de un experto ritualista formado en el vaticano, de la visión de un antropólogo, de una mujer líder en las comunidades indígenas urbanas, una artista plástica, un grupo de diseñadores gráficos que trabajaron en conjunto con la congregación de las Lauritas y las autoridades eclesiásticas, civiles y de seguridad de la ciudad de Medellín. Se trataba, entonces, de un ritual funerario en su forma ya que los elementos que lo constituyen así lo muestran: carruaje, cortejo, simbología cromática, simbología floral, arquitectónica, cofre, incienso, cantos, procesión con el cuerpo, repique de campanas, todo de acuerdo al ritual establecido por la iglesia católica, oficiado por altos jerarcas de la Arquidiócesis de Medellín; solo que todo se enfocaba en la acción de gracias y en un homenaje, por lo tanto su cuerpo sale de una tumba que se convertirá al final del recorrido en santuario y sus restos en reliquias.
l día 20 de diciembre del año 2012 en Ciudad del Vaticano, el cardenal Ángelo Amato dio a conocer la autorización del Papa Benedicto XVI para la canonización de la Madre Laura Montoya, siendo la primera persona de nacionalidad colombiana reconocida como santa en la Iglesia Católica. Ya estaba dada la noticia, pero no se activaría ningún comité de homenaje hasta no tener fecha exacta y no tener el visto bueno de las autoridades eclesiásticas. Porque una cosa es el traslado de un siervo o de un beato o beata de la iglesia y otra muy distinta es una santa, además la primera de nuestro país. La fecha final para la celebración del rito de canonización se anunció el 11 de febrero de 2013. Anuncio por demás bastante Todo el equipo histórico ya que fue de Funeraria San promulgado por el Vicente fue dirigido Papa Benedicto XVI por Don Fernando el mismo día en el Arango Madrid, quien que anuncia su dicuidó cada detalle misión. Cuando todo hasta el último moparecía indicar que mento. Por su parte el ritual se llevaría el comité fue coordia cabo en Octubre, nado por Alonso Coel anuncio daba el rrea Cataño, gerente 12 de mayo de 2013 de Mercadeo. Cada como fecha para tan una de las piezas histórico acontecidebía articularse de miento. De inmediala mejor manera para Santa Laura Montoya to la Congregación que esta sagrada volvió a convocarnos misión cumpliera con para esta sagrada misión; ya no en las expectativas de la comunidad. el traslado, sino en todo el conjunero en medio de todos los to de homenajes que se le rendirían preparativos para esta acción a la Madre Laura. De esta manera de gracias, estaba aún la fecha la Funeraria San Vicente conformó de la vigilia de la canonización, la un grupo interdisciplinario que se funeraria San Vicente se hizo presente encargaría del diseño de los elemenapoyando a la comunidad de las Lautos más sensibles de un ritual nunca ritas y a los peregrinos que llegaron antes visto, para ello contamos con
P
50 hasta el santuario de la Luz en el sector de Belencito, en el corazón de la Comuna 13 de la ciudad de Medellín.
P
ara la ceremonia del 26 de mayo, la Acción de Gracias en la Catedral Metropolitana, se dispuso una carroza tipo español de 1922, y fue restaurada en su totalidad por funeraria San Vicente, incluyendo el cambio del color, ya que en el oficio funerario tradicional, de acuerdo a la simbología cromática, su color era negro y se cambió a blanco para simbolizar la pureza de la Santa, se le agregaron apliques en laminilla de oro para la referencia a lo celestial y a su dignidad. El carruaje forma parte de la herramienta del ritual de antaño, fue movido por cuatro equinos hembras andaluces, igualmente de color blanco. La carroza fue escoltada por un cortejo masculino de cuatro personas, debidamente uniformadas y capaci-
tadas para manejar protocolo funerario, además de la orientación para estos sagrados menesteres del experto ritualista designado por la Arquidiócesis de Medellín, Padre Diego Uribe.
L
a carroza fúnebre encabezó el desfile de 7.8 kilómetros desde el Convento de las Hermanas Lauritas hasta la Catedral Metropolitana. Donde la ciudadanía en general y visitantes de 22 países se volcaron a las calles para celebrar la canonización de su santa, a lo anterior es ne-
cesario agregar que en tiempo real el homenaje transmitido por tres canales de televisión pudo ser visto por todos los católicos del mundo. Transcurridos cinco kilómetros, el desfile arribó al Centro Administrativo Municipal, donde recibió honores de las autoridades civiles, representadas por el señor Alcalde de Medellín Aníbal Gaviria, fuerzas militares, representadas
Consultoría en gerencia de mercadeo y ventas Formación y entrenamiento de equipos de ventas rentables
www.alianzaestrategica.biz - Tel 312 286 31 77 - 312 804 2020 - Cra 13a No. 31-17 of. 1006 T-A - murrego@alianzaestrategica.biz
51 en el alto mando y una presencia importante de las comunidades indígenas de Colombia, que se ven beneficiadas por la misión fundada por la madre Laura, las cuales la acompañaron en todo el recorrido.
P
ara la marcha de Acción de Gracias, Funeraria San Vicente, con la reverencia que concede a este ritual, dispuso además de dos limusinas, una Cadillac tipo floral modelo 54, diseñada y utilizada especialmente para rituales solemnes, la cual tiene una plataforma en la que se deposita la ofrenda floral, en este caso se utilizaron flores blancas y amarillas acordes a la exigencia simbólica de este rito, por lo ya mencionado anteriormente. Las reliquias de la primera Santa Colombiana fueron regresadas, una vez culminaron los oficios religiosos en la Catedral Metropolitana, en un limosina Lincoln blanca, doble compartimiento, tipo panorámica, acondicionada especialmente para estos eventos. Después de tan memorable acontecimiento, la carroza permanece exhibida como testimonio del recuerdo y sólo será utilizada para el traslado de las reliquias de los siervos, beatos y santos colombianos que lleguen a los altares, por instrucciones precisas y exigencias de las autoridades eclesiásticas.
P
osterior a este acontecimiento la Funeraria San Vicente fue la encargada de abrir el Camino de Dabeiba, primera ruta de peregrinación vinculada a Santa Laura Montoya, entre Medellín y esta población del Urabá Antioqueño, trasladando la reliquia misionera, para ello se dispuso la elaboración de un relicario tallado en madera por un reconocido artista local y el mismo grupo de cortejo que acompañó sus reliquias en la ceremonia de acción de gracias.
La reliquia misionera hizo presencia, gracias a la logística de Funeraria San Vicente, en más de diez municipios de Antioquia, 8 vicarías que se traducen en 56 parroquias, así como diez centros educativos, entre ellos la prestigiosa Universidad Pontificia Bolivariana.
A
parte del orgullo de la Funeraria San Vicente de prestar sus servicios para tan solemne evento, también fue la oportunidad de rescatar y reafirmar al más alto nivel, simbolismos propios del ritual funerario. Es de resaltar que todo este proceso recibió la admiración y el respeto de
la comunidad en general, especialmente, la carroza funeraria y otros elementos del ritual.
E
ste evento denominado “POR LAS MONTAÑAS DE ANTIOQUIA CON SANTA LAURA MONTOYA”, le mereció a la Funeraria San Vicente, nuevamente el reconocimiento de la NFDA, En busca de la excelencia, versión 2014.
52
Los detalles en el ritual funerario como estrategias poderosas de marketing Por: Marleny Urrego García Aspirante a titulación de Magister en Mercadeo Universidad Externado de Colombia murrego@alianzaestrategica.biz
L
os empresarios y colaboradores funerarios, que estamos permanentemente cerca de la muerte por nuestro oficio, vemos este evento de manera diferente, dependiendo del tener o no la experiencia del fallecimiento de un ser querido. Este suceso permite una percepción distinta –buena o fallida- de la calidad del servicio. Es un acontecimiento tan importante que nos lleva a hablar del antes y el después1. Este artículo pretende, con base en una experiencia personal, compartir algunos conceptos de cómo el detalle2 en el ritual funerario agrega valor al servicio, sin que necesariamente afecte el costo del mismo y, lo que es más valioso, puede ser la garantía de fidelización, esa búsque1. Podría decirse que el fallecimiento de un ser querido de un funerario representa el antes y el después en la percepción de la calidad de la prestación de los servicios funerarios. 2. Detalles como encender una luz y entonar una oración por la familia y la persona fallecida; realizar una ceremonia especial con fotos de la persona, ayudar a la familia a conseguir detalles extraordinarios para la elaboración de su funeral, hacer guardia de honor, los cortejos fúnebres; ayudar a elaborar a los dolientes a redactar los discursos entre otros.
da de las áreas de mercadeo en las organizaciones. Después de más de 17 años trabajando en mercadeo y ventas de una empresa funeraria, queriendo concienciar día a día a las personas acerca de la relevancia que tiene el estar preparados para el evento de la despedida final de un ser querido, recibo mi mayor lección, la que me muestra en “carne propia” la importancia del ritual, su verdadero significado desde el punto de vista del doliente y su trascendencia para la lealtad del cliente, valor tan difícil y costoso de lograr en las empresas.
E
n febrero de 2015 conmemoramos el quinto aniversario del fallecimiento de mi madre, una mujer de 66 años, trabajadora, de esas mamás que en su sencillez y simplicidad guardan un mundo de enseñanzas para todos. Una mujer que por su esencia, por su sentido de solidaridad e intachable nombre merecía el mejor de los servicios funerarios, como el que merecen todos nuestros clientes para despedir a sus seres queridos. Ese diciembre de 2009 fue la
“el detalle en el ritual funerario agrega valor al servicio, sin que necesariamente afecte el costo del
”
mismo...
última navidad sin que tuviéramos el triste apelativo de huérfanos; esa navidad estuvo llena de situaciones extrañas que evidenciaban el desenlace3. Como dicen las abuelas “ya ella no era de este mundo”. El 20 de enero comenzó su tratamiento con quimioterapia y radioterapia a la vez, no se recuperó, solo duró 15 días. El 2 de febrero estaba muy mal, la llevamos de urgencias a la clínica, sin defensas. El médico nos reunió para comunicarnos que su estado era tan crítico, que quizá esa sería su última noche; ellos como médicos estaban para proveerles calidad de vida a los pacientes, más no para alargar su dolor. Falleció a los pocos días.
L
a lección en rituales funerarios y su importancia para la elaboración del duelo nos la dio la clínica en la que murió. La aspiración cuando se interna a un familiar en un centro hospitalario es que salga de allí en mejor estado de salud, en ningún momento pensamos en el fallecimiento y mi madre salió de allí sin vida. A
3. Situaciones como olvidar los regalos de navidad de los nietos más protegidos para ella, organizar y recomendar cosas “si me pasa algo, usted haga esto” entre otras
53
54 pesar de ello, desde ese episodio guardo un especial aprecio por ese lugar, mis respetos por su trabajo y prácticas de fidelización a través de un servicio de humanidad.
R Pereira - Risaralda Avenida 30 de Agosto No. 49-24 frente a la Iglesia de Fátima Teléfono: (6) 3296350 - 3292869 Fax: (6) 3292869 Celular: 3122868509 - 3136778695 Dosquebradas – Risaralda Carrera 16 No. 33-25 Avenida Simón Bolívar Teléfono: (6) 3224709 – 3322027 Celular: 3122868509 - 3136778695 Balboa -Risaralda Celular: 3122868509 – 3136778695 Armenia - Quindío Calle 21 No. 12-24 Piso 3 (Sobre el despacho Parroquial) Teléfono: (6) 7448050 Fax: (6) 7441654 Celular: 3137591396 - 3122868509 – 3136778695 Salento - Quindío Calle 6 No. 01 - 31 Celular: 3122868509–3137591396-3136778695 Calarcá - Quindío Celular: 3137591396 - 3122868509 – 3136778695 Quimbaya - Quindío Celular: 3137591396 - 3122868509 – 3136778695 Circasia - Quindío Calle 8 A No. 16-21 Teléfono: (6)7585240 Celular: 3004650329 – 3122868509 – 3136778695 Cartago - Valle del cauca Carrera 5 No. 6-21 Teléfono: (2) 2123291 Celular: 3122868509 - 3136778695 Ulloa– Valle del cauca Celular: 3122868509 – 3136778695 Santa Rosa La Virginia La Tebaida Buenavista
Córdoba Montenegro Pijao Barcelona
Anserma El Vergel Obando Toro
La Victoria La Unión Alcalá Belalcázar
Celular: 3122868509 -3137591396- 3136778695
Gerente: Néstor Tabares Hernández. Coordinación de servicios: Joaquín Vanegas Palacio. E-mail: servicios@sacrosanto.co - funeraria@sacrosanto.co
Página Web: www.sacrosanto.co
ecibí una llamada con mensaje de “urgencia”, todos los hijos debíamos estar allí. Llegué y vi a mis hermanos rodeando el lecho de muerte, acompañados por el psicólogo experto en enfermedad, muerte y duelo; empieza con preguntas muy sencillas -que religión profesaba, quiénes somos, quién falta- y procede con un ritual de despedida. Hoy ya tengo la tranquilidad de poderlo compartir y analizar como una estrategia de marketing altamente valiosa y rentable para nuestras empresas, sin que esto vaya en detrimento de lo inmensamente delicado que pueda ser en el rol que desempeña el funerario en el adecuado manejo del duelo4. Seguramente muchos de los profesionales funerarios pueden validarlo porque también han tenido que vivir experiencias parecidas, valiendo la pena que quienes no las hayan tenido las conozcan y tengan en cuenta sin tenerlo que vivir.
F
ue realmente un regalo para toda mi familia, cuando en varios corazones había desasosiego, donde el dolor de ese momento nublaba la razón y se entraba paulatinamente en el estadio de la negación, llega a nosotros el siguiente episodio: Unos pasos atrás de todos los hijos y nietos presentes está el psicólogo de la clínica, quien nos dice: – Cierren los ojos, imaginen una puerta grande redondeada. A través de ella entra una luz intensa, justo en el umbral está su mamá. Ella tiene unos deseos inmensos de atravesar ese umbral para encontrarse con su mamá, con su papá y con otros amigos y familiares queridos. Pero, está mirando hacia acá porque los ve a ustedes muy tristes, incluso ve que ustedes tienen algunas rencillas pequeñas, ella quiere que estén en paz y alegres porque ella está feliz en ese viaje que acaba de iniciar, ella los quiere ver con paz en su corazón, ella trabajó duro durante toda su vida para proveerles felicidad a ustedes, ahora ella quiere pedirles que no estén tristes, que ella está en paz, que ella está a punto de obtener lo que siempre buscó. ¡Levanten sus manos todos y despídanse de ella, díganle ADIÓS, que la verán cuando ustedes
4. Los rituales funerarios y sus detalles son acciones que deben ser elaborados con respeto, reverencia y siempre con el objetivo de lograr que la elaboración del duelo de los dolientes sea más fácil. La fidelización es un resultado de la gratitud de la gente al encontrar apoyo en un momento tal difícil es su vida.
55 hagan ese maravilloso viaje también, díganle que tranquila que ustedes están bien…vean que ella les responda con una sonrisa en su rostro, también levanta su manita y se despide, voltea y se va feliz…!
D
espués de un silencio, dice nuevamente el psicólogo:
–Abran los ojos, cada uno acérquese a ella y dígale lo que quiera decirle a la mamá o a la abuela al oído. Ella los escucha ahora, si están enojados, díganselo. Si están tristes, también. Si están en paz, también. O si les falta algo para decirle, este es el momento. Cuando termine cada uno, vayan saliendo en orden para que los médicos y enfermeras puedan disponerlo todo para entregarles la mamá. Fue mágico, todo el mundo estuvo en paz, no lloramos más, todos mis hermanos cambiaron su semblante y la sensación de dolor de alguna manera se había cambiado por una sensación de tranquilidad. Después del episodio en la clínica, volví a ver a mi madre en la sala de velación, posterior al proceso de tanatopraxia y tanatoestética 5. Aquí debo mencionar el nombre del profesional que lo hizo: Juan Hernández. Dejó a mi mamá hermosa, después de lo que vivió con su tratamiento de quimioterapia y radioterapia, se había deteriorado físicamente en los últimos tres días de una manera impresionante. Cuando la vi en la sala de velación después de
5. Tanatopraxia y tanatoestetica procesos de vital importancia para la debida elaboración del duelo, ya que la presentación de la persona fallecida es muy importante en la presunción de menor dolor en el momento del fallecimiento y por ende de menor dolor para sus dolientes. Candle of hope por Zeke (CC SA)
“Quien profese verdaderamente el quehacer funerario, interpretará la
este proceso, parecía como se la imagina uno en el umbral del cielo, con su rostro bello, sin rastros de los quebrantos de salud, un maquillaje suave, con cabello, como si estuviera dormida. Qué importante contar con colaboradores profesionales en esta área. Como quede presentada la persona, así será recordada toda la vida por sus dolientes.
A
sí como los seres humaimportancia nos queremos la mejor casa, el mejor carro, de los detalles la mejor carrera, las mejores en relación con celebraciones del bautismo, la la calidad de primera comunión, el grado, el matrimonio; y a los que nos ha los servicios tocado, queremos la mejor desque prestamos pedida para nuestro ser querido, el funeral de mi mamá fue el a los dolienmejor al que yo haya asistido tes... en la vida6.
”
La mayoría de los detalles de un evento como estos se recuerdan con especial atención7, en mi caso fueron solo buenas experiencias: las personas que nos acompañaron, la ofrenda floral, quienes hicieron el cortejo fúnebre elegantemente vestidos, la música en la iglesia, las palabras en la funeraria, en la iglesia, el crematorio, los rituales adicionales como las cartas de colores de mis sobrinos, los globos de fiesta en la sala de velación, que después soltaron con la carta en el crematorio simbolizando la despedida de todos, su partida al cielo mientras se perdía el féretro en su 6. Tener la sensación de orgullo por haber tenido el mejor servicio funerario y la posibilidad de despedir a un ser querido con la mayor reverencia posible hace que el dolor se perciba inferior. 7. Hay mitos respecto a que los dolientes principales en un momento de esos, no tienen cabeza para pensar en nada y no se dan cuenta de nada.
entrada a cremación8. Quien profese9 verdaderamente el quehacer funerario, interpretará la importancia de los detalles en relación con la calidad de los servicios que prestamos a los dolientes, estará en la capacidad de entregarle a sus clientes lo mejor, que es mucho más que la venta de un cofre 8. Los simbolismos o detalles especiales como los globos inflados con helio en la sala de velación, las cartas escritas con lápices de colores diciendo lo que se necesita decir, la liberación de los globos en el crematorio, la sala de velación virtual, el cortejo fúnebre, y otros elementos hacen del evento un proceso sanador para los dolientes, siempre y cuando sean coherentes con sus creencias. 9. Según la Real Academia de la lengua Española es significado de la palabra profesar es: - Ejercer una ciencia, un arte, un oficio, etc. - Ejercer algo con inclinación voluntaria y continuación en ello. - Creer, confesar. Profesar un principio, una doctrina, una religión. - Sentir algún afecto, inclinación o interés, y perseverar voluntariamente en ellos
56 con un arreglo de flores, con el alquiler de una sala de velación con tinto y aromáticas, además del alquiler de un carro.
L
la reverencia, respeto y gusto que el cliente siempre percibirá como impagable por su inmenso valor, logrando sentido de pertenencia de los dolientes, amigos y cercanos dado que la funeraria está cumpliendo con su deber de la mejor manera cual es representarlos y acompañarlos en la ritualización de la muerte.
os detalles en el servicio funerario no impactan los costos de la empresa en gran medida, pero sí lo hacen en la lealtad de los clientes, objetivo de mercadeo difícil y costoso de conseguir l “top of mind” o y que es absolutamente el “top of heart”, importante en el estado ser los primeros en Para poder de pérdidas y ganancias la mente y en el corazón tener clientes de las empresas y el de los consumidores, felices es valor de las marcas de son los conceptos del las mismas. Esos detanecesario tener mercadeo por los que las lles no se compran, ni organizaciones invierten empleados felices todos los años miles de se pueden tener en los y a su vez anaqueles de los invenmillones de pesos, pues tarios de las empresas, los accionistas es lo que da el valor a ni están contabilizados las empresas y además de las empresas permite cobrar un valor en los activos de las mismas. Sin embargo, es también estarán diferencial por sus proel elemento que genera ductos y servicios frente mayor valor percibido, a sus competidores. Al felices siendo este, la actitud empresario funerario, de servicio que tienen los colaborado- solo le cuesta rodearse de colaborares de la organización, habilidad que dores con actitud de servicio, además se desarrolla a través de un buen tra- de tener un buen plan de incentivos y bajo de recurso humano de la misma. entrenamiento permanente. “Para poder tener clientes felices es os estudios de valor de marca necesario tener empleados felices y a o de equidad de marca (Brand su vez los accionistas de las empresas equity) miden el valor de la también estarán felices”, expresa el empresa por encima del valor de sus Dr. Juan Carlos Ramírez un experto activos o la capacidad de producir consultor empresarial. dinero. La construcción de marca en Las organizaciones que tienen funlas empresas funerarias podría estar cionarios motivados, comprometidos fundamentada especialmente en el y con actitud de servicio, pueden cuidado del ritual porque a través de confiar que los detalles en el ritual él se lograría que cada día se tenejecutados por ellos se harán con gan más clientes adeptos. Si somos
E
“
”
L
expertos vendiendo previsiones exequiales, es posible que tengamos indicadores financieros interesantes actualmente, sin embargo la gente se cansa de pagar un servicio que no le ofrezca momentos de contacto satisfactorios, por ello la estrategia es propiciar experiencias positivas permanentemente incluyendo el del fallecimiento de un ser querido.
57
58
SAN AGUSTÍN: UNA CU MONUMENTO… EL ÍCO REPRESENTA A COLOM Por: César Augusto Velandia Jagua LA ARQUITECTURA DEL ESPACIO FUNEBRICO
U
no de los mayores atractivos turísticos de Colombia es el Parque Arqueológico de San Agustín, ubicado en el Municipio del mismo nombre, en el departamento del Huila. Su gran riqueza cultural, los vestigios arqueológicos, el cementerio y toda la estatuaria hablan de una época y una comunidad “desarrollada”, estudiosa del cosmos, de los fenómenos sociales y sus estratificaciones, en él se pueden encontrar hasta explicaciones al origen del “mundo”Con el ánimo de documentar nuestra historia funeraria y los rituales a través de la historia, nos permitimos transcribir el texto “LA ARQUITECURA DEL ESPACIO FUNEBRICO”, investigación de César Augusto Velandia Jagua, profesor de la Universidad del Tolima, publicado en el TOMO I de la HISTORIA GENERAL DELHUILA, 1995.
LA ARQUITECTURA DEL ESPACIO FUNEBRICO. Las representaciones iconográficas, la decoración polícroma de las tumbas, la distribución del espacio y la ubicación de los conjuntos funerarios tienen una connotación arquitectónica,
si entendemos la arquitectura como la definición y construcción cultural de espacios vitales, considerando el problema propuesto por Héctor Llanos en un artículo sobre la distinción entre espacios míticos y cotidianos en la cultura de San Agustíni.
grafía, la muerte aparece como parte del fenómeno, o, complejo de hechos, de la naturaleza que produce la vida y no como una antítesis o negación de la vida.
Si bien las cosas, situaciones, incidentes, personajes y demás elementos que configuran el hecho de la muerte Entiendo la noción de espacios en son representados o simbolizados que es posible la conservación de mediante recursos sociedad y, por lo tanto, la producción y repro...la muerte, significativos, indiscudenotativos ducción de la vida; por (...) no aparece tiblemente, del hecho simbolizado o eso los demonios como nunca como representado, es decir, “espacios vitales” pues su finalidad no está, en negación de su de la muerte, esta no aparece nunca como nesí, en la construcción antónimo, la gación de su antónimo, de la cultura sino, como la vida, en el juego de categoría última, en la vida... oposiciones que caracteproducción de la vida, riza el lenguaje mitopoético de estas es decir de la naturaleza humana en sociedades ni, específicamente, en la sociedad. iconografía de la cultura de San Agustín. n este sentido, no hago una Por el contrario, en un espacio objetidistinción taxativa entre los vamente distinguible como destinado espacios de la muerte y los al enterramiento de los muertos, espacios de la vida como significatiencontramos el más grande acto de vos de una distinción en el concepto propiciación de la vida. No hay en que sobre la muerte y la vida han San Agustín un solo elemento que no elaborado las sociedades indígenas esté relacionado con la significación pues, a diferencia de nuestra noción sobre el particular, en el pensamiento de la vida. Allí los espacios mortuorios son el lugar de la reconstrucción salvaje no existe la polarización que mitopoética de la vida. Todos los nosotros hacemos de lo que, por el íconos, de una u otra forma, aluden contrario, es un hecho unívoco para ellas. En todos los mitos, narraciones, al contexto que, al mismo tiempo, les da sentido y unidad; de una u otra representaciones simbólicas e icono-
“
”
E
59
ULTURA, UN ONO QUE MBIA EN EL MUNDO. manera hablan de una sola preocupación: la permanencia de la vida. Así, los íconos son partos, coitos, “madonas” grávidas, úteros, flores, falos erectos, representaciones solares, de meteoros acuáticos, de oficiantes del ritual, etc.; y los animales: serpientes, ranas, lagartos, jaguares, cocodrilos, monos y pájaros, cumplen su función analógica desde los úteros de las tumbas al actualizar la continuidad del mundo inverso donde siguen viviendo los hombres, en sociedad.
D
e esta manera, la arquitectura funeraria es en realidad el espacio donde se actualiza el lenguaje funébrico y no la alteridad de otro espacio. Es así, entonces, como asumo la noción, planteada por Llanos, de la construcción de un “espacio mítico” definido por la puesta escena, o, actualización, del discurso mitopoético que explica la realidad, es decir, como el espacio del ritual donde los mediadores, los chamanes, los hombres que poseen los saberes y por lo tanto, los poderes, están
Statue of the San Sgustín indian cult in Colombia. Por Jan Arkesteijn (CC BY SA) editado del original
autorizados para actuar simbólicamente, mágicamente, sobre esa realidad. Las tumbas tienen, entonces, una estructura singular. En la perspectiva de elucidarla, LLanosii concibe un diseño del espacio arquitectónico fundamen-
tado en un sistema de oposiciones que tiene por principio la representación de “(…) concepciones duales (…)” acerca de la naturaleza o de la sociedad. Yo pienso que el sistema no opera así. En San Agustín no hay una representación de un mundo segmentado en polaridades duales, como el nuestro, donde el ser de uno de los términos excluye por contrariedad la posibilidad del otro término, donde la muerte excluye la vida, lo de arriba excluye lo de abajo o la blanco hace irreductible lo negro. Esta esquizofrenia es, tal vez, una condición de nuestra sociedad, pero no la condición mental de las sociedades indígenas.
E
l hecho de que las relaciones espaciales de la arquitectura funeraria sean reproductibles a ciertos pares de oposición no explica que la ordenación de las representaciones tenga implícito un “concepto de dualidad”. Estas reducciones son posibles, más bien, por el hecho de que tales relaciones están articuladas en un
60
61 complejo de significación mucho las relaciones que hace posible el mundo total. más abarcador, totalizador, que ordena y clasifica las incidencias Una “visión cósmica” del mundo de la vida real en un “orden” lógico que, por contrariedad con real o del entorno vital no es, por lo tanto, una representael caso o “des-orden” de lo que no está explicado o racionaliza- ción en escala del cosmos, o una objetivación reducida del do, se estructura como un cosuniverso real. Una cosmología mos o armonía del sentido que el hombre de todas las socieda- es, para el pensamiento salvaje, des requiere para realizar la po- una ordenación necesaria de un mundo posible, sibilidad de vivir. razonable, con Es decir, mediante ...la muerte no respecto al cual el la construcción de es un fenómeno universo de cada un lenguaje que hombre debe tener funciona, por tan- de alteridad de un sentido. Esto es to, sobre un código la naturaleza, lo que significan binario. De esta suerte, los espano es una “no las hermosas representaciones de “el cios de atrás o de universo dentro de adelante, el arriba naturaleza”... una maloca” que o el abajo, o “los encontramos en casi todas las cuatro rumbos del mundo”, son sociedades amazónicas y de los referentes teóricos de espacios Andes, con diversas variacioposibles en que los hombres de nes, y en las cuales el orden de determinada sociedad hacen la naturaleza, el cosmos, está su vida. Pero este espacio no pensado como una macro-proes pensable sino por la manera yección del orden social. En el como se articula con la totalique cada incidencia de la cotidad; por el sentido que deben tener los fenómenos de una na- dianidad debe tener su consecuente explicación en el orden turaleza que no es controlable del entorno del cual depende la con los instrumentos con que se transforman los hechos de la sociedad. vida cotidiana. (…) La maloca fue epicentro de
“
”
S
obre un mito de los Ufaina del Miritíparaná que explica los orígenes de la de la maloca, deduce Martín Von Hildebrand la necesidad “(…) por definir un espacio propio (cultural) a partir del cual el hombre pueda manejar el mundo y pasar del caos al cosmos (…)”iii. En consecuencia, cada punto del mundo real, debe tener una relación necesaria y simétrica con otros puntos posibles, y cada relación entre los fenómenos de la vida diaria debe tener también su apropiada proyección con el orden de
la organización social de los Cubeo. De hecho, su estructura arquitectónica es concebida como reproducción del cosmos mismo. El techo reproduce la bóveda celeste; el daño de las hojas en la cubierta permite que la luz penetre por agujeros pequeños semejando las estrellas; el travesaño más alto de la cumbrera, orientado con la maloca en dirección este-oeste, semeja el camino del sol; hacia sus lados caen las varas que sostienen la cubierta de hojas, son los ríos que se dirigen a los límites de la tierra; el pasillo central figura el eje del mundo, el gran río que se comunica con sus extremos, las puertas de la maloca iluminadas por
el sol matutino, por donde viene el sol, y el sol poniente, por donde este cae; el piso de la maloca es la tierra; su centro es representación del centro del mundo, frecuente escenario del ejercicio ritual. La maloca es, pues, un microcosmos (…)iv
El concepto que expongo tiene su mejor descripción en esta última frase de Francois Correa, pues la maloca, entendida como el espacio en que se cumplen las operaciones vitales, es un micro-orden que representa las relaciones que hacen posible esta vida en sociedad. Y el sistema de las relaciones que hacen posible la sociedad está articulado, mediante el lenguaje mitopoético, con el orden general de la naturaleza.
E
n consecuencia, con todo esto, la arquitectura funeraria no constituye un espacio cultural de distinta “naturaleza” a la del sistema que conforma el complejo de relaciones definido como “pauta de asentamiento”, pues la muerte no es un fenómeno de alteridad de la naturaleza, no es una “no naturaleza”, y, por lo tanto, hay que entenderla como parte del mismo sistema de ordenación del mundo. (…) Son (los grandes cementerios) el elemento simbólico principal de las pautas de asentamiento del Clásico Regional, en ellos está contenido el mundo mítico que dominó durante este periodo (…)v
En rigor, no existe un “espacio mítico”. El único espacio en que es posible el mito es “el no-lugar del lenguaje”vi Tal vez sea más exacto hablar de espacios sacralizados para distinguirlos de otros espacios que, por el sentido de actividades diferen-
62 tes, deban enunciarse como comunes, domésticos o cotidianos o, como pienso debe asumirse, espacios profanos. Esta discusión, desarrollada sobre todo por Mircea Eliade, es más práctica para enunciar este juego de relaciones. Eliade explica que para el hombre religioso el espacio, como el tiempo, no son homogéneos ni continuos: “(…) existen los intervalos
de Tiempo sagrado, el tiempo de las fiestas (…) existe por otra parte el Tiempo profano, la duración temporal ordinaria en se inscriben los actos despojados de significación religiosa. Entre estas dos clases de Tiempo hay una solución de continuidad (…)vii. De La misma forma, el espacio es discontinuo y frente a un espacio en el que se cumplen las labores desprovistas de sentido religioso –aunque no
Parque Arqueológico de San Agustín. Por Mario Carvajal (CC BY)
por ello exentas de interdicciones ni de carácter ritual-, se erige otro espacio en el cual se cumplen los procesos de actualización de la explicación mitopoética de la realidad; donde se pone en escena el mito, mediante los recursos del lenguaje: la danza, la pintura, el teatro, la narración y el sacrificio.
P
ero, aún así, a pesar de la distinción, los espacios de la vida doméstica no tienen una carta de naturaleza distinta a la de los espacios de la muerte, como tampoco del espacio del cultivo, de la caza, del basurero, etc., ni las actividades que se cumplen en esos espacios. Cada acción de la vida cotidiana está marcada y determinada por restricciones, prescripciones e interdicciones que deben observarse cuidadosamente
63 so pena de promover el desequilibrio de unas relaciones tan precarias. Es que lo que determina la sacralidad y, por oposición, el carácter de profano, del espacio o el tiempo es la convencionalidad del orden introducido mediante el discurso mitopoético. La discusió0n que carga de significado al espacio y al tiempo, está afincada en un campo semántico. La arquitectura funeraria tiene en San Agustín unos caracteres peculiares. Aparte de las varias estructuras ya descritas por otros y en las que no consideran la decoración de las tumbas como un elemento constitutivo de la estructura arquitectónica, quiero destacar dos elementos singulares. El primero tiene que ver con el concepto de demarcación del espacio o recinto funerario y el segundo, con el concepto de construcción del espacio funébrico. Pero antes debo precisar un concepto acerca de la necesidad de construir un espacio como tal.
E
n el caso del enterramiento de cadáveres –pues existen otras maneras de deshacerse de un cadáver-, la operación fundamental consiste, en estricto, en elaborar un hueco del tamaño conveniente, colocar el cadáver y cubrirlo luego con tierra y piedras. Cualquier otra acción, como ordenar las piedras de determinada manera, erigir un túmulo, cubrir el cadáver con flores o espigas, adornarlo con algún pigmento, etc., va más allá de la función sanitaria que obliga a un colectivo a deshacerse del foco de infección y se convierte en un hecho significante de otro tipo de actuaciones que está cargado de otra clase de significados. Todo lo que se haga más allá del simple agujero
en la tierra supone una carga ideológica, un modo de representación, una cierta manera de actuar frente al hecho de la muerte, en fin, denota una “interpretación” del fenómeno.
anoté acerca de la relación de tales “explicaciones” con la realidad del entorno social, se ajusta también, o corresponde, a las formas específicas y dominantes de producir la vida.
L
D
El hecho de que en una sociedad se entierren los cadáveres, implica una cierta forma de concebir la relación de los hombres con la naturaleza; de tal modo que no es arbitrario –en el sentido de que se pueda hacer de una u otra manera-, que los rituales funerarios consistan en procedimientos tales como quemar el cadáver, colocar en una canoa al muerto para que haga un viaje sin retorno río abajo, o exponerlo en una barbacoa para que lo coman las aves del cielo. Cada una de estas técnicas rituales para deshacerse de un cadáver, supone una manera especial de ver la naturaleza del hombre y se ajusta, por lo tanto, a la explicación mitopoética que ha elaborado el grupo social y, según ya
Y los orígenes de los hombres están pensados de una manera congruente con el mismo sistema. En el Amazonas, uno de los elementos mitográficos más importantes es la anaconda
a demarcación de un espacio de tres dimensiones que, como espacio sagrado o donde se cumple un cierto ritual, debe estar diferenciado de otros espacios –pues como sagrado está maculado, contaminado y por lo tanto es un espacio nefasto-, supone para el colectivo tener que diseñar un plan u ordenación de los espacios disponibles ya que no todos los espacios son adecuados al requerimiento del ritual. Los enterramientos en las partes altas de colinas, montañas o parajes elevados no sólo se hacían -y se siguen haciendo- por razones prácticas, como preservar las construcciones de la humedad o de la acción degradante del agua corriente, sino fundamentalmente como una proyección cósmica.
e tal suerte, las cremaciones primarias de cadáveres y los viajes finales en canoa no son frecuentes en las sociedades agrícolas y, por el contrario, son prácticas casi generalizadas en las sociedades que superviven en la selva o cuya economía depende de las condiciones fluviales. En los mitos de las sociedades silvícolas es notorio el hecho de que el cosmos se distribuya entre los opuestos polares del fuego y el agua, y la tierra sea, simplemente el sitio donde están puestos los hombres, la vegetación y los animales, y donde se cumplen las transacciones y permutaciones de la cotidianidad o donde se resuelven las contrariedades de ese juego de oposición; lo demás es: hacia arriba, la luz, el sol y los astros de donde proviene la energía que activa la vida sobre la tierra que se halla fertilizada por las aguas primordiales que se encuentran hacia abajo. Los ríos y las lagunas conectan el abajo y el arriba y (como un hermoso mito de los indígenas del Sur del Tolima) “(…) el arco iris, que nace en una laguna sagrada, saca los peces del agua de abajo y los lleva a las nueves que, luego, cuando hay tormenta, llueven sobre las montañas y bajan por los ríos (…) por eso el arco iris tienen colores (…)viii
64 (Eunectes murinus gigas) que, no sólo está relacionada con el origen de los ríos, sino que explica también el invento de las canoas y el origen de los peces y los hombres. El mito hace perfectamente “razonable” que los descendientes de los hombres primigenios, nacidos de una anaconda ancestral que co0mo una gran canoa surcó el primer río, deben volver, en el otro extremo de la vida, en una canoa. De esa manera, en el hecho de la muerte se actualiza el origen de la vida. La dinámica del viaje, por analogía, niega la negación implícita en la oposición de modo que coarta la ruptura. En consecuencia, el viaje es la solución de continuidad que mantiene el orden del mundo.
P
ero en las sociedades agrícolas, y particularmente en las sociedades andinas, la explicación cosmogónica del entorno social adquiere otras implicaciones: la tierra es el elemento fundamental donde
se cumplen todas las operaciones sociales. Para el agricultor, la tierra tiene otra dimensión y otros contenidos. Para el agricultor, y máxime si se trata de una sociedad con una economía basada en la agricultura intensiva, la tierra es la fuente de todas las cosas, el origen de los elementos, la mater genetrix del entorno social del hombreix.
E
sa noción telúrica de la condición humana se deriva del relativo dominio que el hombre tienen de su entorno natural y de la afirmación del hecho de que la vida como fenómeno natural “es la misma en todas partes”, pero especialmente de que el hombre deriva su supervivencia de la producción de la tierra. Dicha concepción establece una especie de solidaridad biológica entre todos los hechos de la vida ordinaria y los fenómenos de la naturaleza. Así, el nacimiento, las alteraciones determinadas por el crecimiento, la
reproducción, la vejez y la muerte están articulados de tal manera que cada uno tiene su correlato en el otro sistema. El hecho de a maternidad de las mujeres se articula simétricamente con la noción de la tierra como terra mater, de suerte que en muchas sociedades americanos es común que los niños sean colocados inmediatamente, al nacer, sobre la tierra, como ocurre en el caso de las esculturas: una en Quinchana, referenciada en el Catálogox con el núm. 146 (Cat., pág.96) que representa una mujer parturienta, sentada, con las piernas separadas y dobladas hacia el vientre y con las manos apoyadas en las rodillas; y otra, hallada en La Argentina y descrita bajo el núm. 315 (Cat., pág. 183) en la cual se “(…) representa indudablemente a una mujer dando a luz, al parecer a un pequeño jaguar (…)”; explican las autoras del Catálogoxi
65
T
al actitud, la de mujeres pariendo, se encuentra en otras esculturas como la núm. 149 de Quinchana (Cat., pág. 99); la núm. 154 de la Vereda de Tapias (Cat., pág. 101), la núm. 255 de El Jabón (Cat., pág. 151); la núm. 353 de procedencia desconocida (Cat.,pág. 207); y, por supuesto, la figura inferior de la escultura núm. 25 de la Mesita B que representa la misma actitud de todas las precedentes, ratificada por la figura opuesta, un oficiante que sostiene por los pies a un recién nacido hombre-jaguar. Esta concepción telúrica de la naturaleza del hombre, estrechamente articulada al ser de toda la naturaleza, tiene tal vez su correlato más complejo en la confrontación o manera como se asume en las sociedades agrícolas americanas el hecho de la muerte. Porque si, en un extremo del proceso, el parto sobre la tierra (humi positio) actualiza la oposición simétrica que, por el lado de la tierra la hace fértil, en el otro extremo, en el trance de la muerte, en el que la posibilidad de la ruptura hace posible el trastorno y el desorden, el en-terramiento del cadáver –ya sea como inhumación (in – humi) primaria y directa o como entrega de una ofrenda mortuoria; o en su cadáver secundario previa incineración de los restos, etc., formas todas que encontramos en San Agustín-, implica, de la misma forma que el viaje en canoa, una solución de continuidad entre dos términos contradictorios. En algunas sociedades esta noción es
ostensible cuando está reglamentado que sólo los niños sean inhumados en tanto que los adultos deben ser
se fundamenta su noción de humanidad. Y ese punto está demarcado desde sus orígenes. Según refiere G.
Parque Arqueológico de San Agustín. Por Mario Carvajal (CC BY)
cremados. En el mismo sentido, la inhumación en posición fetal -en sus distintas variantes- de cadáveres de adultos, es una ratificación de este concepto telúrico.
A
hora volvamos atrás, al punto que dejamos acerca de la demarcación del espacio destinado a la instauración del ritual funerario. La estructura del cosmos articulado por siete direcciones de los Kogi de la Sierra Nevada es la estructura más sintética que explica estos mundos del pensamiento salvaje. Desde el punto de “en medio”, que para cada individuo es un “aquí y ahora”, el mundo total se fragmenta en las direcciones posibles compuestas por tres pares de oposiciones dentro de las cuales se ajusta su cotidianidad. Para la sociedad en su conjunto el punto de “en medio” es el centro de todo el mundo posible porque donde
Reichel-Dolmatoff, “(…) la Madre Universal, única poseedora del arte de tejer e hilar, tomó su inmenso huso y lo clavó verticalmente en la tierra recién creada. Lo puso en el centro de la Sierra Nevada, atravesó su pico más alto, y dijo: -Esto es kalvaksánkua, el poste central del mundo”xii El establecimiento de un centro, que es también el centro de las malocas en el Amazonas, o el sitio donde se clavan los postes totémicos en las casas largas de los pueblos del noroeste, o el lugar donde cae la liana mágica que comunica el arriba con el abajo, etc., corresponde a la construcción de una arquitectura cósmica que, mediante la proyección de los husos de hilar, de un poste clavado en el centro de una roza en medio de la selva, o de una flecha disparada por el héroe cultural hacia el cielo, en fin, mediante una representación,
66 una construcción del lenguaje, hace posible pensar la arquitectura de la vida real.
E
sto nos permite relacionar ahora varias cosas ya planteadas y dejadas atrás como cabos sueltos. El centro del mundo, que requiere la configuración arquitectónica del cosmos, sacraliza el espacio demarcado, que generalmente se erige en las partes elevadas del paisaje o simplemente, en las montañas y colinas. Estas, por su relación topológica con el resto del mundo se convierten en el acceso, vía o punto de contacto que dialectiza las oposiciones polares entre Zenit y el Nadir (aluna – Káka y alunai. Gui para los Kogi) entre el CIELO y el INFRAMUNDO, entre la luz y la oscuridad.
P
ienso que ya se entiende mi aserción de que la construcción de los espacios funerarios sobre las colinas y las montañas tiene una connotación cósmica. Pues las montañas, al mismo tiempo que demarcan el paisaje cultural y los rumbos del mundo, funcionan como un eje cósmico, como un axis mundi, que en la forma de un poste totémico, de una liana, de una ceiba o de una escalera, comunica y anuda las contrariedades. Pero, al unísono, el sentido de la contradicción de los opuestos, entre la vida y la muerte, está puesto en escena, ritualizado, mediatizado, en las colinas y montículos funerarios, como extensión de la fuerza telúrica, como expresión de la mater genetrix. Las colinas funerarias se constituyen, entonces, en vientres grávidos, en la manifestación de la terra mater, de la maternidad de la tierra, en cuyo interior, por oposición, los recintos mortuorios contienen la propiciación de la vida mediante las representaciones de mujeres pariendo sobre la tierra, de coitos mitológicos que aseguran la fertilidad en las chagras, terrazas y campos de cultivo, de rituales de purificación que exculpan
las profanaciones de la vida cotidiana, de falos erectos que plantan la semilla necesaria para la continuidad del orden social. La construcción del espacio funébrico es, en consecuencia, un hecho del lenguaje. Un producto de las ordenaciones que la razón termina por imponerle a la “arbitrariedad” de la naturaleza. Así, la representación está representada en sí misma, en su “eficacia” simbólica, como en un juego de metalenguajes que hablan unos de otros formando un uroboros inacabable. El espacio arquitectónico de las tumbas semeja la estructura de las cajas chinas, en las que la estructura de la primera caja preconiza o anticipa la lógica del espacio subsiguiente, pero, una vez abierta, adentro está la representación, en otra caja, de otro espacio presentido. En las Mesitas A y B del Parque Arqueológico de San Agustín, en el Alto de las Piedras, pero, en especial en el Alto de los Idolos, encontramos esta rara manera de proyectar el espacio.
S
i se tiene el cuenta el espacio definido por las paredes de tierra y se cuenta hacia dentro, es posible enumerar hasta cinco “cajas chinas” metidas unas dentro de otras.
la intención por demarcar y ensamblar estos recintos tan particulares. Hecho que tiene su más completa expresión en la mayor parte de las tumbas referenciadas en las que el campo entre las láminas o losas que cubren el espacio dentro de la tierra y la pared de la caja del sarcófago está esplendentemente iluminado con cuatro colores cósmicos.
i LLANOS VARGAS, HECTOR, “Espacios míticos y cotidianos en el sur del Alto Magdalena agustiniano”, en Ingenierías Prehispánicas, Bogotá, Fondo FEN, 1990, pág.13 ss. ii
LLANOS VARGAS, HECTOR, op. Cit, pág. 26 ss
HILDEBRAND, MARTIN VON, “Notas etnográficas sobre el cosmos Ufaina y su relación con la maloca”, en Maguaré, Bogotá, Universidad Nacional, 1984, pág. 196 iii
CORREA, FRANCOIS, “Tiempo y espacio en la cosmología de los Cubeo”, en Etnoastronomías Americanas, Bogotá, Arias de Greiff/Reichel, comp, 45 Congreso de Americanistas, Universidad Nacional, 1987, pág. 143
iv
LLANOS VARGAS, HECTOR, Proceso Histórico Prehispánico de San Agustín en el Valle de Laboyos, (Pitalito – Huila), Bogotá FIAN, 1990, pág. 78
v
vi FOUCAULT, MICHEL, Las Palabras y las Cosas, México, Siglo XXI, 1979, v. Prefacio
ELIADE, MIRCEA, Lo Sagrado y la Profano, Barcelona, Ed. Labor, 1993, pág.63
vii
viii FAUST, FRANZ XAVIER, “Supervivencia de conceptos y prácticas médicas tradicionales entre los indígenas del sur del Tolima”, en MUSEOlógicas, núm. 0, 1996, pág. 103
ELIADE, MIRCEA, Tratado de historia de las religiones, México, Era, 1984, pág.220 ss
ix
La pared de tierra forrada por delgadas láminas de roca forma una segunda caja; el espacio entre esta y un sarcófago establece una tercera; el sarcófago define para el cadáver una cuarta; y si todo el conjunto está inscrito en un montículo, tendremos cuatro cajas dentro de una quinta. El hallazgo hecho hecho en la Mesita C de “(…) una capa de tierra arcillosa, blanquecina (…) colocada entre los muros de la cámara y el sarcófago, con fines ceremoniales pues en su interior contenía (…) ofrendas funerarias consistentes en varias plaquetas de oro, muy delgadas (…) con perforaciones (…) se hallaron cuentas tubulares (…)”xiii corrobora
x SOTOMAYOR, MARIA L, y URIBE, MARIA V. Estatuaria del Macizo Colombiano. Bogotá, ICAN, 987, pág. 96 xi
SOTOMAYOR, M.L y URIBE, M.V, Ibid, pág. 183
xii REICHEL-DOLMATOFF, GERARDO, “Templos Kogi: Introducción al simbolismo y a la astronomía del espacio sagrado”, en Revista Colombiana de Antropología, Bogotá, vol. XIX, 1975, pág. 2015
DUQUE GOMEZ, LUIS y J.C. CUBILLOS, Arqueología de San Agustín: Alto de los Idolos, montículos y tumbas, Bogotá, FIAN, Banco de la República, 1979, pág. 25
xiii
67
68
69
LAS EMPRESAS FUNERARIAS como asistentes integrales del ritual
Por: Alejandra Ospina Urrego Diseñadora de servicios, comunicación y producto Universidad de Los Andes alejandraou@gmail.com El acaecimiento de la muerte, desde el origen mismo de la humanidad, ha traído consigo el surgimiento de una necesidad tan particular como la especie misma: disponer de los difuntos. Esta necesidad conlleva, lógicamente, a la ejecución de una serie de prácticas que permitan saciarla, y al surgimiento de unos actores que son designados para tal fin, a saber, los deudos. Sin embargo, dada la complejidad que ha representado el evento de la muerte para la racionalidad y el entendimiento de nuestra especie, saciar la necesidad de disponer de los difuntos no es sólo cuestión de un protocolo que se deba llevar a cabo sistemáticamente, sino que trata, más bien, del desarrollo de construcciones culturales: creencias, simbolismos y representaciones, que trascienden más allá del cotidiano vivir. En otras palabras, la necesidad de disponer de los difuntos, se ha convertido, a lo largo de la historia, en la necesidad de ritualizar la muerte. La prestación de servicios funerarios, como actividad comercial, si bien puede tener sus raíces más evidentes en el relevo de la ejecución de aquellas actividades que resultan ser más difíciles para los deudos –como por ejemplo el embalsamamiento–, también se ha visto íntimamente ligada con la asistencia en la realización completa del ritual, no solo en instancias corporales, sino también en instancias espirituales.
Mediante la revisión de algunos conque tienen como propósito habilitar2 ceptos teóricos relacionados con la al individuo o grupo de individuos antropología del ritual fúnebre, y las para pasar de una posición social bien construcciones culturales que alrededefinida, a otra posición social, igualdor de él se desarrollan, se pretende mente bien definida (Van Gennep, hacer un llamado a que 1960)3. Todo lo anterior los empresarios del seccon el fin de permitir ...habilitar tor evalúen las circunsno solo que individuo al difunto para tancias culturales en asimile estos cambios, las que se desarrollan pasar del mundo sino también que la los rituales dentro de de los vivos al sociedad asimile el nuevo sus particulares regiorol del individuo dentro mundo de los nes de influencia, y así de la misma, procurando determinen si están causar a su vez, el menor muertos... siendo o no, asistentes traumatismo posible. Las integrales del ritual, no ceremonias que se elabosolo como verdaderos prestadores del ran con mencionados propósitos son servicio que están llamados a elabodenominadas Rituales de paso. rar, sino también como salvaguardas En ese sentido, podrá observarse de sus patrimonios culturales. cómo el funeral constituye un claro ejemplo de ritual de paso, pues su El ritual funerario como 1 objetivo es habilitar al difunto para ritual de paso pasar del mundo de los vivos al La vida del ser humano está llena mundo de los muertos. Debe puntuade etapas sucesivas que contienen lizarse, claro está, que el propósito fines y comienzos similares, como el de permitirle asimilar al sujeto su nacimiento, el matrimonio, la espepropio cambio, se desvanece en cierto cialización profesional, y la muerte sentido – ya que es difunto – y que (entre muchos otros). Para cada uno por el contrario, toda la intención de estos eventos, existen ceremonias de asimilación del cambio se torna hacia la sociedad, entendiéndose por 1. A pesar de que parece no haber distinción esta tanto allegados como sociedad
“
”
clara entre las palabras rito y ritual en la obra de referencia principal de este capítulo, a saber, Rites of Passage, como se titula en inglés, y Rites de Passage, como se titula en francés, ambos usando la palabra rito para designar lo que aquí se entiende como ritual, para el contexto del presente artículo, se hará distinción entre las palabras mencionadas. Rito se entenderá como una unidad, parte o conducta específica constituyente del ritual, y ritual, a su vez, se entenderá como todo el conjunto de ritos o conductas que, vistas como un todo, tienen un propósito específico y común.
2. Se hace énfasis especial en esta palabra, pues es fundamental para la comprensión del objetivo de los ritos de paso. En el original consultado, aparece la palabra del inglés enable, que se ha querido traducir aquí como habilitar, ya que en el estricto sentido de la palabra, se trata de hacer todo lo necesario para que la persona se vuelva apta y facultada para retirarse de la antigua posición social, y entrar en una nueva. 3. Van Gennep, A. (1960). Rites of Passage. (M. B. Vizedom, Trad.) Londres, Inglaterra: Routledge & Kegan Paul.
70 circundante en general. De hecho, este propósito poco a poco se va volviendo preponderante en el ritual. Hertz (Hertz, 2004 [1907])4 lo explica de la siguiente manera: La sociedad se considera a sí misma una estructura saludable e inmortal, y quiere serlo, razón por la cual le imparte esta característica a los individuos, que son quienes la representan y encarnan. Por ello, no puede creer en condiciones normales, que los individuos estén condenados al destino de la muerte. “Cuando un individuo muere, la sociedad pierde en él mucho más que una unidad, esta sufre en el mismo principio de la vida y de la fe que tiene en sí misma”.5 Así como la sociedad no cree en la necesidad de la muerte, de esta mis4. Hertz, R. (2004 [1907]). A Contribution to the Study of Collective Representations of Death. In A. C. Robben, & A. C. Robben (Ed.), Death, mourning, and burial : a cross-cultural reader (pp. 197-212). Malden, MA, Estados Unidos: Blackwell Pub. 5. Ídem
ma manera se rehúsa a creer que sea irrevocable. Para la sociedad, la muerte, más que una destrucción, comporta una transformación del individuo6. El difunto sufrirá una separación del mundo de los vivos, para regresar de la total pérdida (o de la amenazadora idea sobre el fin de la existencia), de una u otra manera, a la asociación humana (como alma, como ancestro, como memoria).
Quién tiene el deber de ritualizar la muerte De todo lo anterior se concluye, que el objetivo central antes mencionado (habilitar al individuo para pasar del mundo de los vivos al mundo de los muertos), se convierte casi en una excusa para la elaboración del ritual. Son los sobrevivientes los que viven la experiencia y los efectos de la muerte. Aunque el difunto es el eje central de todos los ritos y hacia 6. Ídem
él – física y espiritualmente – van dirigidas todas las acciones y simbolismos, es la sociedad la que necesita ejecutar una serie de comportamientos que le permitan entender que ha sufrido un resquebrajamiento en su inmortalidad y en su estructura, y que necesita redefinirse y recomponerse. Dentro de la estructura que conforma el ritual funerario, es posible identificar sus tres actores principales: El cuerpo del difunto, el alma del difunto, y el doliente (entendido este último como actor que está conformado tanto por el rol de doliente como el de deudo). Para efectos prácticos del presente documento, se ahondará únicamente en los roles cumplidos por el doliente, quien no solo es el actor encargado de ritualizar la muerte del individuo fallecido, sino que además esto implica la supleción de la mayor cantidad de roles, y por así decirlo, de retos dentro del ritual, convirtiéndolo en el actor principal del mismo, y
71 hacia quien debe la empresa funeraria tornar toda su atención a la hora de evaluar su nivel de integralidad en la asistencia del ritual.
El doliente y sus roles dentro del ritual7 El doliente, a pesar de las dificultades individuales y colectivas por las que se ve obligado a atravesar durante el ritual, se ve atrapado entre los deseos del alma, la necesidad de guiarla a través del camino de la trascendencia, y los requerimientos del cuerpo. Es quien asume la mayor parte de los roles dentro del ritual, y todos ellos implican ya sea dificultades, ya sea esfuerzos, ya sea peligros. Por ello se cree que es la figura central del ritual, aunque éste se haga por y para el cuerpo y el alma del finado.
1. Víctima de la pérdida y el dolor A pesar de los sentimientos y expectativas que un ser humano pueda tener acerca de la propia muerte, el individuo, una vez fallecido, no sufre. En cambio, todas aquellas personas que habían generado lazos de apego emocional con un individuo que fallece, tienen que soportar el desequilibrio que se posa sobre sus vidas y sobre la sociedad que les rodea. La pérdida de un ser querido, más si es cercano, más si es inesperada, más si es violenta, pero igualmente, en todos los casos, genera dolor. Dicho dolor surte sus efectos no solo a nivel 7. Los roles que se expondrán a continuación hacen parte de un estudio realizado a diversos rituales mortuorios alrededor del mundo, bajo la perspectiva antropológica de varios autores, que se han venido mencionando a lo largo del presente documento. Las afirmaciones aquí presentadas hacen parte de una estructura general del ritual funerario, que concuerdan con patrones de comportamiento ritual encontrados a través de los diversos rituales estudiados, sin embargo de lo cual no necesariamente hacen parte de una verdad imperante para todos los casos, y pueden variar dependiendo de la cultura. No obstante, como se mencionó anteriormente, hacen parte de patrones de comportamiento, que permiten generalizar hasta cierto punto las reacciones humanas frente al ritual, y a partir de allí dan cabida al estudio del mismo.
mental, sino además físico y espiritual (Acero R., 2010)8, y no existe forma universal de aliviarlo o aminorarlo. Los dolientes, cada uno considerado en su individualidad, tienen la responsabilidad de superar ese dolor, y de restablecer el propio equilibrio de la vida.
2. Encargado y protector del cuerpo Cuando el cuerpo del difunto ha dejado de valerse por sí mismo, los dolientes tienen la obligación, similar a una madre que cuida de su bebé, tanto de cuidarlo y proveerle todo lo que sea necesario durante el ritual, como de protegerlo ante las amenazas que puedan cernirse sobre él. El doliente, es el encargado de ayudar al cuerpo a pasar por cada una de las etapas por las que debe atravesar durante el ritual de paso. Debe transportarlo, bañarlo, vestirlo, ordenarlo, cuidarlo y disponer de él. La manera como lo cuide, como lo trate y se relacione con él, demuestran, y transmiten los sentimientos de honor y respeto hacia esa persona extinguida. Al mismo tiempo y dada la vulnerabilidad a la que el cuerpo sin su contenido (el alma) está expuesto9, los dolientes son los encargados de protegerlo de cualquier mal, –alejar los espíritus que quisieran invadirlo, por ejemplo– y procurar que su estadía en la tierra transcurra en paz.
3. Guía para la trascendencia Los dolientes no solo tienen obligaciones de encargarse del cuerpo, sino que también tienen el deber de 8. Acero R., P. D. (2010). El duelo, un proceso para sanar heridas. Revista Remanso (10), 12-19. 9. En algunas culturas se cree, por ejemplo, que una vez el cuerpo se encuentra sin su contenido, es decir el alma, otros espíritus presentes en la esfera terrenal, pueden intentar tomar posesión del mismo, por lo que en muchos casos se toman medidas para evitarlo. Una de las más comunes alrededor de las culturas es la de cerrar los orificios del cuerpo (ojos, nariz, oídos, boca, etc.), para obstruir la entrada de cualquier espíritu en el cuerpo.
ocuparse del alma, esa instancia de su ser querido, que es aquella que perdurará bajo la asociación humana y permitirá la idea de la continuación de la existencia. Durante todo el proceso del ritual funerario, y según cada cultura, se elevan oraciones, se realizan cantos, se leen textos con instrucciones para que el alma pueda navegar su camino correcto hacia la vida del más allá. Así pues, los dolientes tienen los roles de víctimas, encargados y guardas, pero además de guías espirituales para que el alma pueda seguir su camino.
4. Maestro de ceremonia Adicional a todo lo anterior, si se examinan diferentes rituales en diversas culturas, puede discernirse que el ritual funerario constituye un evento social. En él, se reúnen no solo los familiares más cercanos al difunto, sino que además llegan todos aquellos que pretendan expresar de una u otra forma su aprecio o respeto por aquellos que quedan vivos. En muchos lugares del mundo y a través de los tiempos, los rituales funerarios han sido formas de distinción social, e incluso de representación de poder, en donde el tipo y magnitud de pompas que acompañen al difunto, demuestran en gran medida quién era o a qué nivel social pertenecía, no solo el difunto, sino también –e incluso más importante aún– sus deudos. Por esta razón, los dolientes tienen el deber de presidir el evento social, disponerlo todo adecuadamente según los deseos del fallecido, y procurar que todo acontezca de manera ideal.
Cómo es que un ritual se convierte en un servicio funerario A pesar de que en muchos rituales alrededor del mundo hoy en día – y con mayor razón si se mira hacia el pasado –, son organizados y realiza-
72 detallada qué constituye un servicio. Presdos si no en su totalidad, sí en gran tación, por un lado, supone una asistencia parte por los deudos del fallecido, o ayuda particular para alcanzar un logro es posible asegurar que desde hace u objetivo (DRAE). Por mucho tiempo han existido consiguiente, una prestación personas especializadas que Un servicio es una humana, conllevaría seres se encargan de prestar sus servicios profesionales para asistencia o ayuda que humanos generando dicha dar disposición al difunto. prestan seres humanos, asistencia o ayuda para la consecución de ese logro u Téngase como ejemplo que con el fin de satisfacer objetivo particular. Dicho en el Antiguo Egipto, no o suplir una carencia o logro, a su vez está dado eran las familias de los por la definición misma: difuntos quienes realizaban solicitud propia de otros satisfacer una necesidad las prácticas de embalsaseres humanos o surgi- social, es decir, suplir una mamiento y momificación, carencia o solicitud propia sino personas especializadas da en la sociedad. Dicha de los seres humanos o asistencia comporta que se ocupaban de ello. surgida en la sociedad. Incluso, en ese mismo con- una serie de acciones, Por otro lado, que no texto, llorar al difunto era situaciones o eventos consista en la producción de un deber espiritual de los dolientes, que ya para enintangibles que, aun- bienes materiales, supone a su vez, que esa prestación tonces era contratado como que puedan involucrar de ayuda o asistencia, deba un servicio. Históricamente bienes materiales, hacerse de manera intanpueden existir un sinnúmero de factores que permitan no los tienen por objeti- gible, lo que podría llevar a pensar, que esa asistenexplicar las relaciones entre vo principal. cia consista en acciones, ritual y servicio, sin embarsituaciones o eventos que, go de lo cual, en el presente aunque puedan involucrar bienes materiaaparte se pretenderá explicar cómo uno se vuelve en otro, bajo la estricta les, no los tenga por objetivo primordial. perspectiva de los actores que interReuniendo cada uno de los anteriores vienen en el ritual. apartes, puede llegarse a un examen más o menos detallado de la palabra: ¿Qué es un servicio?
“
”
Para poder llegar a responder la pregunta que se plantea inicialmente, es indispensable en primer lugar, dar una definición clara de lo que constituye un servicio. Para estos efectos, se usará la definición que ofrece el DRAE: “Servicio: Prestación humana que satisface alguna necesidad social y que no consiste en la producción de bienes materiales” (Diccionario de la Real Academia Española)10.
Si se examina detenidamente aquella definición, podrá explicarse de manera 10. Diccionario de la Real Academia Española. (n.d.). Diccionario de la Real Academia Española. Retrieved marzo 2, 2014, from Servicio.: http:// lema.rae.es/drae/?val=servicio
Un servicio es una asistencia o ayuda que prestan seres humanos, con el fin de satisfacer o suplir una carencia o solicitud propia de otros seres humanos o surgida en la sociedad. Dicha asistencia comporta una serie de acciones, situaciones o eventos intangibles que, aunque puedan involucrar bienes materiales, no los tienen por objetivo principal.
De doliente a usuario del servicio: De ritual a servicio. Si se recuerda el apartado anterior, en donde se mencionaban todos los roles que debe cumplir el doliente en el momento del ritual – víctima, encargado, guía, maestro de ceremonia –, es posible llegar a la conclusión de que todas esas responsabilidades
que debe asumir el doliente, terminan por generar en el mismo gran presión emocional. Si a ello se suma que es el doliente el que ha tenido que sufrir el impacto y el dolor de la pérdida y que ese solo hecho ya genera desequilibrio mental y físico, podría de allí deducirse que el doliente no se encuentra en sus plenas facultades de elaborar el ritual, y por tanto, precisa ayuda. No está de más, que sea posible dejar en manos de otros – que además tienen la experticia en la elaboración del ritual – todas aquellas responsabilidades de las que podría prescindir el doliente. Es así como surge la necesidad del servicio funerario. En un momento de gran dificultad, es posible prestar asistencia para que quienes tienen un deber altamente complejo, reciban ayuda para llegar a cumplirlo no solo a cabalidad, sino también de la mejor manera. Si el objetivo del ritual es atravesar todas las etapas que suponen la transición del sujeto entre la vida y la muerte y llegar a disponer correctamente de su cuerpo y alma, la necesidad radicaría en que los encargados de dicho objetivo pueden carecer de las facultades plenas para lograrlo, y por tanto pueden requerir asistencia o ayuda.
Cómo revisar si su empresa funeraria está siendo un asistente integral en el ritual, dentro de su contexto de influencia. Ya se ha puesto en evidencia, cómo son los dolientes quienes están en el deber –pero además en la gran dificultad– de
73
SERVICIOS EXEQUIALES
L A T I N O A M E R I C A N O S
Llegamos, para brindarle tranquilidad en todo momento y lugar Previsión exequial y repatración en latinoamérica
Colombia: Cra 6 # 13-61 Soacha - Cundinamarca Móvil: (57) 315 5678 009 Cra 9 # 35 - 48 Supía - Caldas Tel: (57 6) 856 10 22 El Salvador: Av. El Boquerón # 24, Cumbres de La Escalón, San Salvador Móvil: (503) 7018 3110 Fijo: (503) 2264 9489
www.serexel.com
74 pensar en que, cada región geográfica del mundo, cuenta con estructuras culturales particulares: ideas, creencias, representaciones y simbolismos, que hacen parte de cada ritual individual, pero además del patrimonio cultural y que, como instituciones, las empresas deberían tomar responsabilidad en la salvaguarda de esta porción tan importante de su cultura. A pesar de que hacer una revisión completa y concienzuda de lo anterior puede comprender todo un estudio de considerable magnitud, a continuación se proponen algunos ejemplos básicos que el funerario puede tomar en consideración a la hora de hacer su evaluación y de ejecutar posibles mejoras en la asistencia prestada. Se toma como base para lo que sigue, cada uno de los roles que cumple el doliente en el ritual, y se traduce en preguntas específicas dentro del desarrollo de un servicio funerario.
Primer rol: Víctima de la pérdida y el dolor
asumir una serie de roles con los cuales satisfacen la necesidad y el deber social de ritualizar la muerte de un ser querido. Se ha determinado, además, que la empresa prestadora de servicios funerarios debería fungir como asistente de esa figura esencial, con el fin de facilitarle y ayudarle a cumplir esa diversidad de roles, y así atravesar exitosamente el ritual de paso que comporta el funeral de un individuo. En ese sentido, se hace un llamado para que las empresas funerarias, tornen su mirada de servicio hacia esta importante figura del ritual, y evalúen hasta qué punto están asistiendo verdaderamente los diversos roles que debe el doliente cumplir, y en qué medida le están facilitando y ayudando, para que ese proceso se cumpla no solo a cabalidad, sino que se haga de la manera menos traumática y más tranquila posible. Adicional a esto, se hace un llamado a
Este es quizá el renglón más importante de todos, y que afortunadamente, se cree está siendo desarrollado con cada vez más preponderancia dentro del sector funerario, por lo que no se ahondará en el presente, pero que no sobra dejar bajo consideración. Tiene que ver con la asistencia al duelo, con profesionales capacitados para el ejercicio de esta actividad, y protocolos, espacios físicos y/o temporales, y momentos del servicio establecidos para asistir en esta importante situación de los dolientes. De este rol se desprende la responsabilidad de la empresa funeraria para con la sociedad misma, que permita la adecuada elaboración de los duelos dentro de la comunidad en la que cada empresa se ubica, y la disminución de duelos complicados o mal elaborados, como tema de salud pública.
Segundo rol: Encargado y protector del cuerpo ¿Qué creencias tiene la comunidad en torno al cuerpo del difunto? ¿Cómo debe el doliente relacionarse con el mismo? ¿Debe procurarse o evitarse el contacto físico de los dolientes con el cuerpo? ¿Qué ritos se relacionan con el cuerpo, en los que el doliente deba estar presente e incluso intervenir?¿El doliente tiene alguna creencia relacionada con la manera de vestir al difunto? ¿Con bañarlo, peinarlo, aperarlo? ¿El doliente
75 puede tener alguna creencia relacionada con necesidades que el cuerpo pueda tener, como hambre o frío, en las que la funeraria pueda asistir o mejorar su servicio? ¿El doliente o la comunidad creen en que deba cumplirse con alguna orientación específica del cuerpo durante la velación u otro momento del servicio? ¿Qué indumentaria es necesaria para la realización del ritual? ¿Qué indumentaria puede estar sobrando o incluso incomodando? ¿Puede estar haciendo falta algo en el ritual? ¿La comunidad tiene alguna creencia acerca de cómo (en qué dirección la cabeza o los pies) debe ser transportado el difunto? ¿Acerca de quiénes deben transportarlo? ¿Cómo se relaciona el trato del cuerpo con el alma o existencia eterna del difunto? ¿La funeraria está asumiendo debidamente el trato ceremonioso que deba tenerse con el cuerpo, especialmente de cara ¿Está la a los dolientes?
o espiritual de llorar al difunto, ¿La funeraria facilita la consecución de éstas o está al tanto de la importancia de este elemento en el ritual?
Cuarto rol: Maestro de ceremonia
Dado que este ritual constituye un evento social, ¿Qué necesidades pueden tener los dolientes en torno a las personas que asisten al ritual? ¿Relacionadas con la disposición u organización (incluso decoración) del espacio en el que se desarrollará? Dado que cada evento social cuenta con particularidades según las costumbres, incluso íntimas de la familia, ¿Podrían los dolientes desear la elaboración de algún rito en especial? ¿De alguna actividad que esté por funerafuera de lo previsto en el ria en condiciones esquema general del ritual Tercer rol: Guía para la dentro de esa comunidad? trascendencia de identificar, junto ¿Existen factores, como por Según la cultura y las creencias con el doliente, qué ejemplo alguna prioridad o jerarquía en la acomodade la comunidad, ¿Qué medidas necesidades tiene ción de los asistentes en deben tomarse para guiar al alma a través de su trascenden- éste en torno a la el espacio, que la familia pueda querer controlar pero cia? ¿Cuántas veces o con qué elaboración del no está en las facultades frecuencia deben hacerse oraciones o cantos? ¿Existe algún ritual para su ser de hacerlo y pueda precisar ayuda? ¿Pueden los orden? ¿Podría alguien necequerido, y de esta dolientes desear contratar sitar que se le recuerde? ¿Qué tipo de oraciones, lecturas o manera prestar su algún servicio externo (interpretaciones musicánticos pueden requerirse para guiar espiritualmente al alma? servicio de manera cales, oradores, incluso alimentos), en donde la ¿La familia cuenta con este acorde? funeraria pueda prestar su tipo de literatura? ¿Quién está asistencia? En contextos encargado de presidir esto? en los que la comida, la bebida, e ¿Podría la funeraria ayudar en la consecuincluso el juego sean recurrentes, ción de una persona que lo haga, o puede ¿Qué hace la funeraria para facilitar asistir directamente? ¿O por el contrario, este tipo de dinámicas? ¿Qué tipo de debe dejarlo todo a la familia y evitar representaciones sociales o demostraintervenir? ¿Según la cultura, los cánticos ciones desea la familia realizar? ¿Qué requieren algún tipo de instrumentos o acompañamiento que la empresa pueda pro- elementos proveería la funeraria para asistir en esto? veer? ¿Qué acciones son significativas para honrar la memoria del difunto, en las cuales Por último, ¿Está la funeraria en conla empresa pueda ayudar? Por ejemplo, en contextos en los que se use la contratación diciones de identificar, junto con el doliente, qué necesidades tiene éste de plañideras dada la importancia social
“
”
en torno a la elaboración del ritual para su ser querido, y de esta manera prestar su servicio de manera acorde? ¿En qué nivel de adaptabilidad se encuentra el servicio ofrecido por la empresa, teniendo en cuenta que cada ritual es tan distinto como cada individuo? Como comentario de cierre, es importante mencionar que, el hecho de que una empresa funeraria identifique en detalle las características culturales del ritual en su contexto, y modifique (añada, suprima, complemente, ofrezca o ajuste elementos o situaciones) el servicio con el fin de alinearse mejor con estas ideas y creencias existentes, no solo estará cumpliendo con la tarea de ofrecer un ritual funerario completo, estará cumpliendo con la función de asistir al doliente en su importante tarea, y salvaguardando la cultura en su entorno geográfico, sino que además, al ofrecer un servicio que está más íntimamente relacionado y más acorde con la identidad y las necesidades particulares de la comunidad, muy seguramente ese servicio será recibido y percibido de manera más positiva por sus clientes, quienes generarán, en un momento en el que la percepción humana se encuentra en su mayor punto de vulnerabilidad, sentimientos de satisfacción e incluso lazos de gratitud para con la empresa funeraria, situación que se traduciría en eficacia y calidad en el servicio prestado.
HISTORIAS Y VIDAS 76
LUIS FERNANDO OQUENDO ZAPATA De estirpe funeraria, protagonista de cambios y emprendimiento.
Por: María del Pilar Rojas Bustamante
E
s el onceavo hijo -de trecede Don Jesús Oquendo Pereañez y Doña Alcira Zapata Diez, representantes de esa tierra del occidente antioqueño donde se mezclan las razas, los acentos, los imaginarios, esa entrada al Urabá de paso obligado por Sopetrán y Santa Fé de Antioquia. Los hermanos Oquendo Zapata -siete hombres y seis mujeres- se dividen entre rubios y morenos, casi todos de ojos verdes muy claros, sin importar el color de la piel. Luís Fernando sobre sale en su grupo familiar, trigueño
de ojos oscuros, muy delgado, atlético y con una “chispa” envidiable. A los sesenta años se goza la vida como en la adolescencia, siempre está “botando” ideas y concretando los sueños que le han dado reconocimiento en el sector funerario no solo en Colombia sino en otros países como Costa Rica y Panamá con su empresa FUNERALES VIDA, que celebra sus bodas de plata.
Don Luís Fernando, ¿Usted por qué es funerario? Yo soy funerario porque desde niños mi padre Jesús Oquendo, fundador de la Funeraria Medellín, nos enseñó a todos sus hijos lo concerniente al oficio. Desde que estábamos en el colegio a la edad de 15 años, debíamos ir a la funeraria los fines de semana para reemplazarlo porque él pasaba toda la semana trabajando de día y de noche. Nos turnábamos –uno en la mañana y otro en la tarde-
y nos íbamos a la funeraria a estudiar y a cuidar. A esa edad precisamente atendí el primer funeral. Lo más interesante es que sabía absolutamente todo lo que se necesitaba para prestar el servicio, con el precedente de que me encontraba completamente solo y hasta supe conseguir quien nos hiciera el traslado y la preparación, hice los carteles y ordené los avisos en la prensa.
¿Qué le aportó Usted, como heredero de este oficio, al desarrollo empresarial no solo de la Funeraria de su papá, sino a todo el sector? En 1986, siendo el gerente de Funeraria Medellín, estando en los primeros semestres de universidad, creé el programa de protección familiar exequial que hoy en día ha sido importantísimo para el desarrollo de la industria funeraria a nivel latinoamericano. Desde 1982, ya venía dirigiendo un pequeño grupo de asesores comerciales y ofreciendo los servicios en prenecesidad, los mismos que desde el año 1976 ya venía ofreciendo La Piedad en Medellín. Revisando los archivos antiguos de la Funeraria, me di cuenta que los pioneros en Medellín
77 de tales servicios fueron mi padre Don Jesús Oquendo Pereañez y Don Antonio Flórez propietario de La Funeraria Metropolitana quienes en 1959 se unieron y fundaron La Compañía de Servicios Funerarios Medellín Ltda. y empezaron a vender con buen éxito los servicios en prenecesidad. Estos servicios en prenecesidad incluían hasta avisos en prensa y los vendían en $500 y $1000 pesos, que los clientes pagaban en cuotas semanales de $5 y $10 pesos. Años después, 1.962 aproximadamente, cuando empezó la inflación en Colombia dejaron de venderlo, porque se asustaron con el hecho de que un cofre al año siguiente valía más dinero que el año anterior y por lo tanto dejaron de vender y de cobrar. Muchos años después, en la funeraria Medellín todavía prestábamos esos servicios, porque los clientes continuaron pagando en la funeraria aunque no les enviaran el cobrador. Para 1.984 siendo gerente de Funeraria Medellín, contraté unos directores comerciales que venían de La Piedad y continuamos vendiendo con un buen grupo de asesores y con mucho éxito los prenecesidades llegando a cifras hasta de 150 mensuales. Sin embargo, estos servicios solo los podían adquirir clientes de buenos estratos porque la cuota mensual que pagaban era relativamente alta y para las clases populares eran inaccesibles. (A precios de hoy pagaban aproximadamente entre $100.000 y $200.000). En ese entonces existían las sociedades Mutuales en Medellín, o Sociedades de Mutuo Auxilio que como su nombre lo indica daban solo una ayuda, un auxilio a las familias para cubrir el funeral, pero no lo pagaban todo, solo daban una pequeña ayuda, por lo cual las familias muy pobres tenían que hacer recolectas en los barrios para completar el pago.
La funeraria Nazareno y su fundador Don miguel Tavera era pionera en este producto a nivel de funerarias, el titular pagaba una pequeña cuota, cubría nueve personas y si alguno de ellos fallecía le daban el auxilio. Entonces comencé a pensar, “Bueno el prenecesidad es un excelente plan para las clases media y media alta pero… y ¿los pobres qué?” Fue así como pensé que si muchas personas daban una pequeña cuota y juntábamos todo eso, podríamos prestar unos servicios con ese dinero y quedaría una buena porción de utilidad, porque había un índice de mortalidad, no todo el mundo fallecía al tiempo, por lo que definí que debían ser cinco personas las cubiertas con un valor determinado y les daríamos un servicio con todo de manera que las personas que se afiliaran no tuvieran que pagar ningún dinero adicional, y así se creó “El Exequialito”, el que luego llamamos “Profeta – Protección Familiar Exequial. De 1986 al año 1990 la Funeraria Medellín fue la única empresa que vendía este producto en Medellín. En ese año me independicé y creé Casa de Funerales Vida con sede en Envigado y también empecé a vender los programas
de protección, éramos La Medellín y Vida, las únicas funerarias que vendíamos, hasta que del año 1992 al 1994 entraron a competir con este producto todas las funerarias de la ciudad y posteriormente las del resto del país.
¿Cuál ha sido la evolución del sector funerario en Colombia, desde su óptica? El sector funerario en Colombia ha evolucionado muchísimo. Pasamos de
78
79
empresas que en las décadas del 60 y 80 solo esperaban a que llegasen los clientes a quienes les había fallecido alguien a solicitar el servicio, sin ningún tipo de mercadeo o publicidad, con un servicio deficiente que
solo enviaba al funeral a un empleado vestido de cualquier manera - era igual una camisa de flores o de rayas y de colores rojos, amarillos y naranjas-. El transporte de familiares se realizaba con taxis por lo que era muy deficiente, los taxistas después de que llegaban al cementerio se escapaban para no tener que regresar a las familias a la casa del fallecido. En Medellín por ejemplo no había capillas de velación y todas las personas se velaban en sus residencias. Fue esa una labor importantísima que realizamos en la Funeraria Medellín. Por primera vez en Antioquia uniformamos los empleados, cambiamos el transporte y dejamos de hacerlo en taxis, pasamos a vehículos particulares conducidos por señoras uniformadas por lo que la atención y la calidad del servicio se mejoró notablemente. Mi hermano Darío Oquendo Zapata creó
el cortejo, compuesto por un grupo de damas y caballeros excelentemente uniformados que realizan una especie de homenaje al fallecido; cuatro señoras llevando ramos encabezan el cortejo y posteriormente los señores, cargando al fallecido ofrecen un servicio con mucha sobriedad y calidad. Actualmente en Antioquia a cada funeral acudimos un mínimo de 10 personas de la funeraria prestando un excelente servicio a la comunidad. Por ultimo ya no tuvimos que esperar al cliente, porque al tener a las familias protegidas, estamos ahí presentes, dispuestos a atenderlos en la eventualidad de un fallecimiento de algún miembro de la familia. Estar afiliado a una funeraria se ha convertido para las familias en una prioridad, de tal manera que el pago en Antioquia hoy representa un rubro dentro de la canasta básica.
¿En qué momento salió del país como empresario? En el año 2001, luego de que en 1992 comenzaron todas las funerarias de Medellín a vender el programa de protección familiar, el mercado comenzó
80 exequial. Este grupo de empresas compite principalmente por precio tanto en la venta directa como en la venta de planes. La gran mayoría de empresas funerarias así como en muchos otros países son de tipo familiar y se mantienen en el tiempo con el relevo generacional. a verse muy copado por lo que ya la mayoría de empresas y personas de la ciudad estaban afiliadas a alguna funeraria . Todavía se vendía en Medellín, pero en muy poca cantidad por lo que la proyección que se veía en años anteriores comenzó a disminuir en grandes proporciones. Por esta razón tomamos la decisión de abrir mercado en otro país y decidimos hacerlo en Costa Rica. Fue también muy arduo el reto de proyectarnos en otro país pero con mucha convicción y gran determinación para el año 2005 logramos alcanzar buenas metas y para el 2008 y años siguientes entendimos que alcanzamos el éxito. Hoy Funerales Vida de San José, presta más de 200 servicios mensuales, tiene afiliadas aproximadamente 600.000 personas, posee cinco sedes satélites en el resto del país y da empleo a más de 120 personas.
Describa el sector funerario de Panamá, el negocio, el ritual, el servicio en su integralidad El sector funerario en Ciudad Panamá se compone de aproximadamente 35 empresas funerarias, las cuales ofrecen principalmente la venta de servicios directos. En la actualidad un bajo porcentaje de empresas ha comenzado a ofrecer protección
El ritual alrededor de los servicios funerarios se basa prácticamente en el culto religioso, ya que es en las iglesias donde se realizan las velaciones, generalmente durante una hora antes de comenzar la misa, no se acostumbra el envío de personal de cortejo para el acompañamiento a los actos funerarios, simplemente la funeraria envía al conductor. En cuanto a los procesos de preservación de fallecidos, no hay tecnificación alguna, no siempre se preservan los cuerpos, simplemente las funerarias y hospitales poseen cavas de frio llamadas “Morgue” y es allí a donde se mantiene al fallecido mientras la funeraria y las familias arreglan todo lo necesario para llevar a cabo el funeral. En cuanto al destino final el mercado prefiere la inhumación a la cremación siendo utilizada esta última aproximadamente a razón del 20% sobre el total de defunciones.
¿Cómo empezó a involucrar a su hijo en el negocio? Mi hijo Carlos Andrés Oquendo Escobar, ha estado
involucrado con la empresa desde estudiante, sin embargo tan pronto se graduó como administrador de negocios en la universidad Eafit, empezó a laborar de lleno para la compañía . Ya con algún tiempo de experiencia decidimos que seguiría los pasos de su padre abriendo un nuevo mercado en el exterior. Fue así como definimos incursionar en el mercado panameño fundando casa de Funerales Vida Panamá S.A. En esta ciudad hemos obtenido excelentes resultados y poco a poco hemos ido creciendo y desarrollando la compañía.
¿Cuál es la clave para hacer un buen relevo generacional en las empresas, que garantice su permanencia?
81 Para lograr un buen relevo generacional es muy importante que todas las personas involucradas en el proceso, en especial padres e hijos, deben ser muy responsables con sus emociones, su comportamiento y su comunicación. Siendo muy receptivos y sabiéndose ubicar en el lugar del otro, teniendo en cuenta todos los puntos de vista y unificando una visión que garantice sostenibilidad y evolución empresarial. Uniendo la experiencia del padre con la visión de los hijos, logrando que la experiencia del padre se nutra con la innovación de los hijos y ésta se aterrice con la sabiduría del padre.
Cuéntenos la experiencia en Panamá, cómo es su funeraria allí, cómo fue recibido Funerales Vida en Panamá abrió sus puertas en Enero del año 2009, se creó con el fin de ofrecer protección exequial a las familias panameñas. Desde sus inicios hemos trabajado para crear cultura de previsión lo que ha tenido buena acogida por la gente. En la actualidad seguimos prestando servicios memorables con miras a generar impacto en todo el territorio nacional.
82
TODA UNA VIDA 83
CARLOS FERNANDO GARCÍA SOTO Desde niño estuvo involucrado en el negocio de su padre, Don Jesús María García. Se entretenía jugando con los cofres e imitando a los empleados, soñaba e imaginaba que “era el vendedor de la funeraria”. Siempre estaba listo como acompañante al momento de recoger algún cuerpo y desde entonces le inquietaba el “arte de la tanatopraxia”, tarea que aprendió en el Diplomado convocado por Remanso.
A
L
a voz de Carlos Fernando García es inconfundible, siempre en compañía de su amiga, esposa, confidente, socia… Luz Mery. Juntos han forjado una empresa que con el paso de los años se ha consolidado como modelo en la prestación de servicios en el Norte del Valle; han aprendido a planear y trazarse metas en el corto y mediano plazo que hoy les permite contar con modernas instalaciones, amplios espacios y la puesta en servicio del Crematorio. Hace parte del grupo de funerarios que dieron origen a la Corporación Nacional e Internacional de Funerarias, Remanso, entidad que hoy hace un reconocimiento público a TODA UNA VIDA por su quehacer y profesionalismo en el oficio funerario.
unque los años hayan pasado y tenga toda una historia por contar sobre la evolución de su negocio y del sector en Colombia, Fernando García mantiene la energía y vitalidad que siempre lo han caracterizado. La camaradería y sentido del humor, así como el apego y devoción a Luz Mery.
84
85
86
87
88