Hace mucho pero mucho tiempo, en esos tiempos de antes, casi que ni me acuerdo, por allá por aquellas tierras en donde no existía ninguna diferencia entre los brasileros y venezolanos, todo era un solo territorio, todo este territorio era lo mismo. Eso que ustedes llaman Brasil era Macuchí, allí tenían su asentamiento una comunidad indígena con un nombre, uno muy particular: Pemones, sí Pemones así se llamaban!!
Según nuestros abuelos, cuentan que un día estando reunidos vieron bajar del cielo a una persona quién era el papá de tres hermanos cuyos Nombres eran: ANICHÍ, WACURANAN y MAKUNAIMU. MAKUNAIMU era el más chico de todos pero era un niño muy hábil, audaz, ligero, de manera que a medida que iba creciendo aumentaban sus cualidades demostrando que tenía poderes.
MAKUNAIMU tenia poder sobre el mar, la tierra, las personas, las aves, en fin demostraba que él todo lo podía. Un día uno de sus hermanos enfermó y allí tuvo la oportunidad de demostrar todos los poderes que poseía, fue a donde su hermano y le dijo: “yo soy el que soy”
Efectivamente MAKUNAIMU logró curar a su hermano ante el asombro de toda su comunidad, quedando demostrado que a partir de allí en adelante podía curar a cualquier enfermo. Este poder que poseía MAKUNAIMU, lo hizo crear las plantas medicinales, los pájaros de la selva el árbol de los frutos y a los seres los convertía en Piedra “KAKO”...
Un día MAKUNAIMU y CHIKO decidieron hacer un paseo pero invitaron a un Pemón de Mapauri llamado KAPONOKO KUEKA para hacer un recorrido por esos territorios y en el camino se encontraron con un jefe de una tribu es decir; Piasan de Macuchi que venía acompañado con su hija que era muy hermosa. La muchacha al ver a KAPONOKO KUEKA se enamoró de inmediato ocurriéndole lo mismo a KAPONOKO KUEKA.
Lamentablemente transcurrido el tiempo a KAPONOCO le llegó el momento de partir ya que debía regresar a su comunidad, por lo que la chica le pidió en secreto que antes conversara con su padre. KAPONOCO un tanto preocupado y asustado decidió hablar con el Piasan Macuchí padre de la chica y por fin se atrevió y pidió juntarse con ella, hecho éste que enfureció al Piasan y se opuso rotundamente, negándole el permiso, por lo que KAPONOCO y la chica decidieron fugarse.
El padre al darse cuenta que la hija desapareció entró en frenética cólera y emprendió la búsqueda, iba tan furioso que creó un caos en todo el territorio. MAKUNAIMU al darse cuenta le dio poder para que se llevara unas agujas, cenizas y huevos, pues estaba preocupado de lo que ocurría, mientras KAPONOKO KUEKA y la chica se encontraban huyendo de esa feroz persecución.
En la huida fue lanzando al grupo que los perseguían lo que se llevó, las agujas los puyaban,las cenizas les nublaba el camino y los huevos formaban enormes piedras y mares para que les fuese imposible alcanzarlos. Ya llevaban mucho tiempo corriendo, y se encontraban sumamente cansados por lo que decidieron hacer un alto para poder continuar y así los encontró MAKUNAIMU, sentados descansando en el camino, de la lucha por escapar y viendo que estaban juntos, les pregunta, ¿Qué hacen ustedes allí? Y ellos responden, estamos descansando.
con su poder les dice “Así como están descansando así se quedarán” y los convirtió en piedra KAKO KUEKA (PIEDRA ABUELA) KAKO KUEKA (PIEDRA ABUELO) Por eso todos los sitios por donde pasó MAKUNAIMU son sagrados, para el Pueblo Pemón, son intocables y no se puede desafiar su poder, porque entonces se rompe el equilibrio de la naturaleza y nos podemos enfermar o pueden ocurrir catástrofes.