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EQUILIBRIO INFORMATIVO
Martes 27 de junio de 2017
danos desde los puestos que ha ocupado. En charla con Punto Medio, en su oficina del Congreso del Estado, que está ambientada con pinturas al óleo, Granja Peniche también reconoce que tiene tres grandes consejeros: su padre, su madre y su esposa.
¿Le jalan las orejas, diputado? –Claro, mi mamá sobre todo y es que fui travieso. Qué mejores consejeros puedo tener: un ex gobernador, mi madre que todavía me jala las orejas y mi esposa, con ella he vivido muchas cosas y hemos crecido juntos como pareja y familia.
Con ese antecedente, ser hijo del ex gobernador Federico Granja Ricalde, ¿qué recuerda de esa etapa de su vida? –Si algo me gustó de cuando mi padre fue gobernador fue que tuve la oportunidad, por lo menos en dos ocasiones, de recorrer por los menos 100 municipios. Primero en la campaña y luego
allí conozco a Shadid Acosta Paz y desde el primer semestre fuimos novios. Somos licenciados en Derecho aunque ella no se dedica a la abogacía, sino a la construcción.
Su familia es conocida por la política, pero no todos están en ella, ¿verdad? –Soy el menor de cuatro hermanos y nos dedicamos a varias actividades. Mi hermano mayor, Federico, estudió en el Tecnológico de Monterrey y ahora tiene un colegio de estudios superiores, mis otros dos hermanos estudiaron también en la Universidad del Mayab y tienen empresas, uno tiene una constructora y el otro un despacho contable. En mi caso me dedico a la función pública, pero soy abogado y tengo mi despacho en donde atiendo casos extraordinarios, ya que tiempo me hace falta.
¿Qué le gusta más de su trabajo? –Lo vi en mi casa y le agarré el gusto, porque lo viví y fui testigo todos los días, por eso atiendo a la gente y los ayudo a resolver muchos temas. Me gusta ser parte de las decisiones, de participar y gestionar, ahora, y ver cómo una idea tuya se puede convertir en una ley o política de Estado.
¿Cómo resuelve los problemas, propios y de la gente?
cuando ya fue gobernador. Eso me ayuda ahora a desplazarme bien en donde estoy, pero más a querer lo nuestro, nuestras culturas y tradiciones –recalcó.
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er hijo de un ex gobernador y dedicarse a la política ha llevado al diputado local Daniel Jesús Granja Peniche a recorrer el territorio yucateco por lo menos dos veces, pero contrario a lo que se pueda pensar, no se considera heredero político de su padre, sino más bien de la vida y de las oportunidades que ha aprovechado. –La vida nos da oportunidades a todos en diversos rubros y creo que agarré la oportunidad. Una cosa es que por herencia recibas un legado en dinero, bienes y prestigio, pero se acaban. En este caso, tuve la
oportunidad de estudiar en una escuela que después me mandan a trabajar al gobierno, donde por el nombre de mi padre me ayudan, pero eso fue hace 10 años. Ya después me he mantenido en la política y como funcionario público por el buen trato, la sencillez y las ganas de hacer las cosas –afirmó. Último de cuatro hijos del ex gobernador Federico Granja Ricalde, Daniel es hoy legislador local del PRI, pero antes fue regidor en el Ayuntamiento de Mérida, diputado federal tras la licencia del hoy gobernador Rolando Zapata Bello y subsecretario de Asuntos Religiosos en la Secretaría General de Gobierno. Es el único de los cuatro que se dedica a la política, pero eso, asegura, no lo hace heredero político de su padre, sino que ha sabido aprovechar las oportunidades de servir a los yucatecos y meri-
¿Cómo se describe usted? –Un meridano, yucateco, joven, feliz, padre de familia, que vengo de una familia con muchos valores, pero sobre todo unida. Tenemos una excelente relación con mis padres y hermanos, que me ha servido para ser lo que hoy soy. Me entienden y ayudan, ya que este trabajo te quita mucho tiempo. Ya soy padre de un bebé y otra que viene en camino, pero también esposo por 24 horas. Tengo amigos con los que me divierto en fiestas y reuniones, y con los que nos ejercitamos todos los días.
Y su esposa, ¿a qué se dedica? –Nos conocimos en la Universidad (Anáhuac Mayab) en donde estudiamos Derecho. Estudiamos en el mismo colegio de toda la vida, sólo que estábamos divididos en hombres y mujeres. En tercero de prepa me dan una beca y entro a estudiar Derecho y
–Lo pienso conmigo mismo, principalmente en las mañanas, durante mis carreras matutinas. Creo que si algo debemos de tener es pensar, analizar, meditar y eso al inicio del día ayuda a encontrar las respuestas a los problemas. Claro, también pregunto al que sabe. Si es de política con mi papá, si es de la casa con mi esposa y de la familia con mamá. Son mis grandes consejeros. Aunque los temas sociales los consulto con los que saben, por ejemplo, de construcción y medio ambiente, con los especialistas.
¿Qué prefiere, lidiar o atender a políticos o a la gente? –Atender a la gente, que no es lidiar, sino ayudarlos a resolver sus problemas y aclararle los temas y parte de mi función como diputado es atender a la gente. Y con los políticos es más de negociación, acuerdos y coincidencias. Cuando fui presidente de la Mesa Directiva del Congreso quedó claro, no es que se me facilite, pero el que obra bien le va bien. Tengo buena relación con todos los diputados y la sinceridad de decir las cosas, no dar golpes bajos y hacer bien las cosas.
Dice que de niño fue travieso, ¿en qué momento se dio cuenta que la vida y la política son serias? –En la Universidad, cuando empecé a estudiar Derecho como todo joven me gustaba divertirme con los amigos, pero allí realmente me gustó la abogacía y tomé responsabilidad. También fue allí que fue seleccionado para trabajar en las mesas de transición cuando ganó Ivonne Ortega y empecé a trabajar en el gobierno.– Esteban Cruz Obando