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Hagamos la prueba
Trata de pararte con una sola pierna y cierra los ojos. ¿Puedes sentir tu tobillo, pie, pierna y el resto de tu cuerpo luchar por mantener el equilibrio?
Para aquellos que tenemos menos de 60 años, es “normal” el poder mantener el equilibrio con la piel y con los ojos cerrados por 25 segundos (lo normal para personas entre
60 y 69 años es de 10 segundos y para personas entre 70 y 79 años es de 4 segundos). ¿Tú no pudiste aguantar tanto?
En un principio, pocos pueden. Hay que practicar y con los ejercicios correctos, lo podrás lograr. Tu sentido kinestético puede mejorarse y un quiropráctico puede servirte de guía en el proceso.
Y entre todo esto también hay que tomar en cuenta los mareos, pues todo está relacionado con el oído. Nuestros oídos tienen dos funciones: escuchar y mantener el equilibrio.
El oído externo atrapa los sonidos y los canaliza hacia el tímpano, que vibra y mueve tres pequeños huesos que transmiten la información a la cóclea y finalmente al cerebro, permitiéndonos escuchar el sonido. Muy dentro del oído se encuentra el “aparato vestibular” que es el órgano del equilibrio. Aquí, tres canales semicirculares están llenos de fluido y de dos estructuras parecidas a bolsas localizadas en la base llamadas el utrículo y el sáculo. El fluido en los canales fluye por pequeñas estructuras parecidas a cabellos que están conectadas a los nervios que llevan la información al cerebro, señalándole dónde estamos en espacio (horizontal - acostados, vertical - parados) y si estamos avanzando / acelerando o subiendo o bajando (como en un elevador).
Hay pequeñas “piedras” en esas dos bolsas que mueven a las pequeñas estructuras parecidas al cabello, pero pueden salirse hacia el canal y alterar el fluido, lo que cambia la dirección de los pequeños cabellos. Esto provoca vértigo o mareos, pues el cerebro está recibiendo información contradictoria. A esto se le llama BPPV (vértigo postural benigno, por su traducción al español), que también pueden ser episodios breves de vértigo, inmediatamente después de cambiar la posición de la cabeza (como al girar en la cama, levantarse tras estar sentada o acostada, etc.). Esta es la causa más común de vértigo.
Si usas Google y buscas BPPV, encontrarás diferentes ejercicios para poder regresar esas pequeñas piedras a su posición. Este es un buen comienzo. Pero si los mareos no mejoran, entonces debes considerar otras posibilidades como el que el mareo sea causado por una inflamación del oído interno o de otras enfermedades como problemas en la presión arterial o efectos secundarios de medicamentos. Un quiropráctico podrá enseñarte a realizar ejercicios o ajustes cervicales lo que pueda ayudarte de manera significativa.