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ARCHIVO
La conmemoración del bicentenario de la república que ha motivado este número nos recuerda que la celebración del primer centenario fue principalmente limeña, además de particularmente accidentada. Muchas ofrendas de los países vecinos y los numerosos visitantes que se instalaron en Lima para participar en la celebración afrontaron dificultades que debieron ir resolviéndose en el camino. Especial es el caso de la Plaza San Martín, clímax del acontecimiento, a la que asistieron delegaciones llegadas en barco desde países europeos y americanos: el día central, 28 de julio de 1921, con el presidente Augusto B. Leguía al mando del gobierno, se tuvo que improvisar un escenario con toldos, pancartas y telas, para disimular las obras que aún se realizaban alrededor de la plaza y que —como narra Víctor Mejía en su texto sobre el tema— estarían listas tiempo más tarde y serían inauguradas en 1924. A continuación, un recuento de la historia de esta centenaria plaza, acompañado de un ensayo visual con fotografías de archivo y actuales.
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