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El emprendedor y la Inteligencia Emocional, una combinación explosiva

Los emprendedores, son como los súper héroes de la sociedad, ellos resuelven problemas de las personas cargándose sobre sus espaldas los suyos y ajenos. Mientras el Estado gestiona un país, el emprendedor lo evoluciona.

Permítanme hacer esta analogía: Los emprendedores, son como los súper héroes de la sociedad, ellos resuelven problemas de las personas cargándose sobre sus espaldas los suyos y ajenos. Mientras el Estado gestiona un país, el emprendedor lo evoluciona.

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Las grandes ideas, la innovación, la reinvención, la optimización de gestiones, el liderazgo, etc. son principalmente originados por los emprendedores.

Pero, a pesar del esfuerzo y dedicación de ellos ¿qué es lo que hace que algunos emprendedores tengan éxito y otros no?

Un concepto que desarrolló Daniel Goleman es el de Inteligencia Emocional, y hoy en día es al que se le atribuye el 90% del éxito personal y profesional de las personas.

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

Según Goleman “es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivar- nos y de manejar adecuada- mente las relaciones”.

Otro concepto dice que: “Es la capacidad que tiene una persona de manejar sus emociones de una forma positiva y provechosa para él y quienes le rodean.”

Goleman identifica cinco aspectos principales de la inteligencia emocional: autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidad social.

Las tres primeras están relacionadas a la IE Intrapersonal (autoestima), mientras que las dos últimas tienen que ver con la IE Interpersonal (habilidades sociales).

Autoconciencia: “conocer los propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones”. Es la habilidad de conocer y reconocer nuestro mundo interno, nuestros pensamientos y emociones a medida que surgen.

Autorregulación: control emocional o autorregulación consiste en no dejarse llevar por los sentimientos del momento, es una habilidad de la inteligencia emocional. Es saber reconocer y, detener o impulsar las emociones según la necesidad.

Automotivación: “capacidad de empujarse a uno mismo a actuar para conseguir las propias metas”. Las emociones generan acciones, y el mantener las emociones positivas nos mantendrá en movimiento “haciendo” camino hacia nuestro objetivo.

Empatía: Es la habilidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus emociones, y actuar desde la comprensión del otro ser.

Habilidad Social: “Se trata del conjunto de capacidades que nos ayudan a establecer relaciones satisfactorias con otras personas”. Todo emprendedor de éxito primero se debe dominar así mismo para luego controlar su destino.

El conocimiento y gestión correcta de nuestro mundo interior, tiene una repercusión directa en los resultados de nuestras acciones.

Joe Dispensa (eminencia en el campo de la neurociencia) hace la siguiente afirmación: Misma manera de pensar=misma manera de sentir, misma manera de sentir=misma manera de actuar, misma manera de actuar=mismos resultados. Por lo que se reitera la tesis de que los pensamientos y emociones son lo que determinen el resultado final del emprendedor.

¿Cómo saber si te hace falta trabajar en tu Inteligencia Emocional?

Podemos ser o conocer personas con grandes talentos y recursos como para llegar al éxito de manera rápida y segura, pero que no logran literalmente nada en sus vidas, y por otra parte hay esas personas con poco talento, pero que alcanzan de manera más rápida sus objetivos y más aún, convierten sus logros en nuevos objetivos recurrentes y escalables. La diferencia entre uno y otro está en la “forma” en que cada uno utiliza sus (pocas o muchas) herramientas (Inteligencia emocional) que tiene.

La carencia de Inteligencia Emocional está marcada por las siguientes pautas:

• Se estresa fácilmente: El estrés viene como resultado de sentir la falta de control sobre ciertas situaciones. Si este estado es contínuo es porque la interpretación y gestión de la mayor parte de las situaciones no es la correcta. Tomar decisiones en este estado no es beneficioso para el negocio.

• Pierde los modales: “En los negocios es fundamental el tacto. En la mayoría de las ocasiones, la fachada exterior suele ser importante a la hora de llevar a buen puerto las negociaciones”. La falta de empatía y amabilidad son las causantes de esta actitud.

• Falta de vocabulario específico: Sólo el 36% de las personas es capaz de identificar con claridad sus emociones para poder transmitirlas. Los emprendedores necesitan permanentemente comunicar y transmitir, para llevar el mensaje de su negocio de forma correcta y oportuna. El no hacerlo puede ocasionar pérdidas.

• No permite el debate: También es señal de baja inteligencia emocional, ya que deja en manifiesto la inseguridad de escuchar las ideas de otros. Esto ocasiona pérdida de buenas iniciativas, además de una desmotivación por parte de la plantilla al no sentir que no son tomados en cuenta.

• Es rencoroso: Esto trae un estado de tensión permanente y deja de manifiesto un anclaje en hechos pasados, lo que dificulta la toma de decisiones. “Las personas emocionalmente inteligentes saben pasar página y sus negocios suelen beneficiarse de esta virtud.”

• No es capaz de perdonarse sus errores: Castigarse por los fallos cometidos impiden avanzar y reconocer los aprendizajes y las nuevas oportunidades presentes.

• No conecta con los que le rodean: El emprendedor debe mantenerse en contacto con personas e ideas, tanto de su plantilla como de socios o clientes, si no se tiene la capacidad de conectar con ellos, su negocio se quebrará de manera irremediable.

• No es capaz de expresar su enfado: Tan importante como ser agradable y empático, también lo es saber expresar su enfado. Mostrar de manera correcta esta emoción le da una imagen de respeto ante los demás, ya que está expresando lo que a él le parece injusto o irregular.

• No asume responsabilidades: Al no asumir sus propias responsabilidades, descarga éstas sobre otras personas lo que a lo largo traerá como consecuencia la falta de credibilidad tanto de sus empleados como de los clientes externos.

Primero se debe dominar así mismo para luego controlar su destino

Ahora podemos ver con mayor claridad, porque las personas exitosas poseen un alto grado de inteligencia emocional y cómo repercute ésta característica en sus negocios.

¿Cómo despertar la inteligencia emocional para gozar de un gran éxito personal?

Con los avances de la ciencia en los últimos años, podemos evidenciar científicamente (valga la redundancia) que el mayor potencial del ser humano está dentro de él mismo, y muestra de ello son los descubrimientos asombrosos realizados por la Neurociencia, en los que muestra una característica desconocida hasta el momento por la humanidad, “El funcionamiento de la mente humana”.

El primer paso para cambiar el rumbo de tu negocio es que tengas el valor de cambiarte a ti mismo.

Gracias a estos descubrimientos podemos “controlar” con mayor facilidad lo que se evoca de nuestro interior utilizando diferentes técnicas comprobadas de la Neurociencia, entre ellas podemos mencionar: la visualización, la programación neuroligüística, audios de meditación, afirmaciones, entre otros.

Considerando que la mente es totalmente influenciable, y que una de sus características descubiertas por la neurociencia es que No reconoce entre pasado, presente y futuro, podemos forzarla para vivir de forma consciente y controlada historias poderosamente positivas, que provoquen nuevas conexiones neuronales y bioquímicas en nuestro organismo. Con esto se logra, no solo liberar el estrés, sino mejorar la condición física del cuerpo e incluso ponerse en un estado más creativo.

Un excelente emprendedor utiliza la inteligencia emocional todos los días y en todas las áreas de su vida para alcanzar metas y convertirse en un empresario de éxito, ya que ésta les permite, por una parte tener una alta disciplina y tener una mayor templanza.

Por otra parte, las investigaciones muestran que las personas que utilizan la Inteligencia Emocional son capaces de:

• Soportar la presión ante situaciones difíciles • Ejercer el don de liderazgo • Crean un capital relacional • Tienen una alta capacidad de concentración • Evitan los excesos o impulsos emocionales irreflexivos

Los tiempos están cambiando y estamos dejando atrás la era del TENER PARA SER, y ahora es cuando hasta los profesionales más racionales y tradicionales, empiezan a prestar atención a la evidente realidad, que el ser humano tiene que SER (inteligencia emocional) para TENER.

¿Quiénes lograrán Reinventarse en estos tiempos?

Los que tengan la capacidad de no dejarse sucumbir por el miedo a la incertidumbre, los que no se rompan emocionalmente, los que mantengan su capacidad de amor y ayuda al prójimo, los que no pierdan la fe, los que tengan la sensibilidad suficiente de detectar las nuevas necesidades de la sociedad.

El primer paso para cambiar el rumbo de tu negocio es que tengas el valor de cambiarte a ti mismo.

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