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TU ÁNGEL GUARDIÁN TIENE UN N OMBRE
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Siempre, desde muy pequeña fui una convencida de que esos seres mágicos que nos acompañan y que nos enseñaron a decirle: “Angelito de mi guarda mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, ¡hasta que me pongas en paz y alegría!” (…) debían tener un nombre. En mi corazón, desde muy chicha, yo sentía que debía llamarlo por su nombre.
En mi inocente imaginación, algún día escuché que mi abuela materna había muerto muy joven y fue en ese justo momento cuando llegó a mi imaginación decirle abuelita a mi ángel de la guarda, sin decirle a nadie nada sobre mi ocurrencia, a partir de ese día, en la noche, antes de dormir, mientras hacia mi oración decía: ángel de mi guarda abuelita, mi dulce compañía, no me desampares (…), pasados unos años, cuando comencé mi trabajo con ángeles, una de mis prácticas siempre ha sido la de buscar textos que me puedan servir para conocer cada día más del tema, su historia, cómo son abordados los ángeles por diversas filosofías, culturas y religiones, sus características comunes, las hipótesis que se han venido desarrollando sobre los ángeles, entre muchos otros asuntos.
Gracias a esta práctica, un día llegué a una librería donde encontré el libro El Poder de los Ángeles Cabalísticos, de la escritora brasileña Mónica Buonfiglio (1998), su encuentro fue maravilloso, recuerdo que logró toda mi atención, con su lectura comprendí que efectivamente los ángeles son diversos, y que una de las maneras de saber cuál era ese ser espiritual angelical que está junto a uno, era averiguarlo según nuestra propia fecha de nacimiento. Para muchas personas aquello de articular un elemento o ser a su propia vida según su fecha de nacimiento se comprende por la interrelación que tenemos con el cosmos, y nuestro lugar en el engranaje de la historia universal desde el big bang o momento pri-
mario del todo (teoría del caos o efecto mariposa).
Saber esa correlación me permitió tener certeza de que ser angelical me acompaña, y así, poder dialogar con este ser. Recordando un poco de historia, la palabra hebrea para ángel es MALAKL, que significa “mensajero”, las primeras descripciones con el nombre de “ángel” aparecen en el antiguo testamento 900 años A. C. Sin embrago, desde antes de eso, y desde eso, son muchas las religiones y filosofías que hace alusión a los ángeles como seres de luz, mensajeros, acompañantes, maestros y protectores.
Cada uno de ustedes, queridos lectores y lectoras, probablemente tiene un imaginario propio de lo que es y significa su ángel guardián, algo totalmente válido, pues con la intención de llamarles y reconocerles, felizmente y con amor acudirán a ayudarte. Sin embargo, podemos saber su nombre y tal como yo imaginaba de niña, poderle decir su nombre es aún más mágico.
En su libro, Mónica Buonfiglio (1998) explica que son 72 ángeles cabalísticos y que cada uno tiene influencia sobre 5 fechas del año, eso serian 360 días, las otras cinco fechas pertenecen a los genios de la humanidad y ellos tienen el derecho sagrado de elegir su ángel, según resuenen, después de conocer a cada uno de ellos. nombre de tu Ángel de la Guarda, y que la interrelación de tu persona con ese ser angelical, condiciona ciertas características de tu personalidad e historia de vida, por ejemplo, el ángel guardián Poyel o Poiel es el encargado de acompañar en su paso por esta vida a las personas que nacen el 2 de marzo, 4 de mayo, 26 de julio, 7 de octubre y 19 de diciembre. Poyel o Poiel, ayuda a vencer demandas, favorece la adquisición de prestigio, de fortuna y propagar grandes filosofías, y generalmente, las personas que nacen bajo la influencia de este ángel son muy estimados por la gente que está a su alrededor.
Si quieres saber sobre el ángel guardián que te acompaña a cada paso, te invito a que me contactes. Con gusto estaré para ti.