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ESPECIAL BANCA
Banca generadora de oportunidades
Semilla promotora de crecimiento
El sector financiero ha jugado un papel fundamental durante la historia al facilitar a las empresas el capital necesario para cumplir sus planes de expansión y crecimiento, rol que ha brillado durante la crisis ocasionada por el COVID-19.
“La banca en todo el mundo y en América Latina ha sido fundamental en estos momentos, pero me atrevo a decir que será todavía más importante una vez que el proceso de recuperación se consolide. Hoy, la recuperación avanza con el mismo paso que el proceso de vacunación e inmunización de la población. En América Latina, el promedio de dosis por cada 100 habitantes es de 11,9 (dato sin incluir a Chile). Esta es la variable más importante para la recuperación porque, tal y como lo dice la Reserva Federal de los Estados Unidos, el futuro de la economía está ligado al virus. Por eso, la recuperación se consolidará una vez esta variable acelere sus objetivos”, asegura Giorgio Trettenero Castro, secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos, (Felaban), entidad fundada en 1965 y que agrupa a 19 Asociaciones Bancarias de Latinoamérica y otras entidades Financieras.
De acuerdo con Ronald Xirinachs, socio de Asesoría Financiera de Deloitte Spanish Latin America, los bancos han actuado como “ciudadanos responsables” readecuando millones de operaciones crediticias a personas y empresas golpeadas por la crisis, evitando los cierres masivos de empresas, el incremento en el desempleo y el remate de garantías reales y prendarias.
El representante de Felaban afirma que la banca en toda la región ha promovido alivios y reprogramaciones a los clientes, ha mantenido sus líneas de crédito, ha incrementado sus líneas transaccionales con canales que evitan la presencialidad y, con todos los protocolos de bioseguridad, las oficinas han seguido operando con la debida protección de clientes, empleados y proveedores.
Por otra parte, Xirinachs explica que, con el impulso del comercio electrónico durante la pandemia, los bancos han incrementado la penetración de medios de pago electrónico en las pymes. Por ejemplo, en Costa Rica el Banco Central estima que las transacciones por Sinpe Móvil (sistema para realizar transferencias electrónicas de dinero a cuentas vinculadas a números de teléfono móviles) incrementarán más de tres veces en 2021, versus al año anterior.
“A nivel multilateral, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) lanzó una facilidad de hasta US$350 millones para mipymes, destinada a bancos que tienen líneas de créditos vigentes con esta entidad. A nivel de banca regional, Promerica recibió US$45 millones de Proparco para prestar a pymes. Por último, a nivel local, el Banco Nacional de Costa Rica implementó un programa llamado Crédito Reactiva Pyme, con períodos de gracia y financiamiento de intereses”, explica Xirinachs.
Carlos Hernández, gerente del área de Transformación de Negocios de EY Centroamérica y República Dominicana, explica que, en este contexto de pandemia y debido a la implementación de medidas de distanciamiento físico y social para ralentizar el avance del virus, era inevitable que las economías de los países se vieran impactadas y que, para paliar este impacto, a la banca le ha tocado y le tocará cumplir con dos roles claves que permitirán acelerar el proceso de recuperación de las economías de los países centroamericanos y del Caribe.
“La banca debe cumplir con el rol tradicional de funcionar como el músculo o motor ejecutor de buena parte de las medidas de recuperación económica propuestas por el Estado. Dado que la banca pertenece a un sector altamente regulado, muchas de sus acciones a nivel financiero deben estar alineadas con las políticas de los gobiernos, en este caso, para mantener la liquidez de las empresas, proteger el mercado laboral, a los ciudadanos, y facilitar el acceso a capital de trabajo”, dice Hernández.
El segundo rol que menciona el experto tiene que ver con fomentar la producción de bienes y servicios en un contexto de restricciones de distanciamiento físico.
“En los últimos años, la banca ha venido desarrollando nuevas capacidades para ofrecer cada vez más productos y servicios de forma digital, a la vez que innovan y redefinen lo que hoy entendemos como una empresa de servicios financieros, que gradualmente se acerca más a la concepción de una empresa de servicios de tecnología. La ‘transformación digital’ para el sector financiero ha sido más que una prioridad, una necesidad para mantenerse cercanos a los clientes y a la vez suplir de la mejor forma las necesidades de servicios y productos financieros de los distintos segmentos de clientes. Estas capacidades en proceso de construcción le han permitido a la banca proveer diversos servicios críticos para el funcionamiento y crecimiento de las empresas, como los medios de pago sin contacto, botones de pago, acceso a productos de crédito y cuentas por medios 100% digitales y móviles en muchos casos”, explica el representante de EY.
Servicios para pymes
Durante la pandemia, la cantidad de servicios dirigidos a las pequeñas y medianas empresas ha incrementado.
“El crecimiento de los productos y servicios financieros enfocados en cubrir las necesidades de las pymes persiguen flexibilizar las condiciones de compromisos financieros acordados con la banca (períodos de gracia, tasas preferenciales, evitar el cobro de comisiones, entre otras), de forma que eviten una carga insostenible para sus modelos de negocio, dadas las medidas implementadas para controlar la pandemia; mantener el flujo de caja, cuestión crítica para las operaciones de las MIPYMES, por medio del acceso ágil a créditos y productos financieros con tarifas preferenciales y con fondos propios de la banca y, en tercer lugar, ampliar la oferta de servicios digitales que simplifiquen y aceleren la interacción con sus clientes y proveedores. Casos innovadores como plataformas de pago por WhatsApp o con código QR son ejemplos de esta cartera de servicios cada vez más amplia”, explica Hernández.
Grupo Promerica, con operaciones en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Islas Caimán y Ecuador, patrocina el programa Mejores Empresas Centroamericanas (MECA), ya que ve esta iniciativa como una oportunidad para que las medianas empresas sean asesoradas para crecer, desarrollarse y convertirse en grandes compañías. Este grupo financiero considera considera que un reto fundamental de las empresas para seguir con el crecimiento de sus negocios es la implementación de buenas prácticas laborales y de gerencia, consultorías que, en muchos casos, resultan sumamente costosas, lo cual evita que las empresas sigan el camino correcto.
La iniciativa Mejores Empresas Centroamericanas (MECA), que forma parte del programa global Best Managed Companies, desarrollado por Deloitte y con presencia en 35 países, incluye en su versión regional a Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, y tiene como patrocinadores a Grupo Promerica y a INCAE Business School.
De acuerdo con su director ejecutivo, el objetivo para Grupo Promerica es contribuir y apoyar a las medianas empresas en Centroamérica y República Dominicana a afrontar y superar la crisis que vive la región; pues con el acompañamiento a través del programa MECA se podrá entender cómo superar los obstáculos e identificar las propias fortalezas de la mano de expertos y desde diferentes ámbitos de gestión.
“Las empresas que participen y completen todo el proceso lograrán obtener una ruta crítica para poder dar los siguientes pasos y convertirse de medianas a grandes empresas, y queremos estar ahí como grupo financiero para apoyarlos en su crecimiento”, explica el director ejecutivo de Grupo Promerica.
Sin duda alguna, el sector financiero continuará jugando un papel social fundamental al poner en manos del sector productivo la semilla para permitirles florecer.