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ESPECIAL - JUNTAS DIRECTIVAS
Por Luis Diego Quirós Acosta
El gobierno corporativo y las empresas ágiles
Agilidad” es la palabra que describe una cualidad muy cotizada en la actualidad. Una de sus definiciones es la capacidad de ejecutar cualquier movimiento o actividad de manera rápida y precisa, lo que aplica, tanto en el campo físico como en el intelectual.
La podemos usar en el mundo de los negocios, pues lo ideal es contar con empresas ágiles que faciliten los negocios y al final generen cada vez más ingresos.
Para Daniel Aguiñaga, socio líder de Gobierno Corporativo de Deloitte Spanish Latin America, una empresa ágil es aquella que se adapte y sepa responder de manera pronta y eficaz a las necesidades de un entorno cambiante, generando productos y servicios que evolucionan en la medida que cambian las necesidades y expectativas de sus clientes.
“Dicho entorno puede requerir que las organizaciones sean cada vez más resilientes, lo cual engloba una serie de factores que requieren tiempo y esfuerzo de aquellos que participan en las operaciones y de los ejecutivos en los más altos niveles que analizan y toman las decisiones”, explica el especialista.
Por otro lado, Enrique Cordero, asesor de familias empresarias de EMCOR Consulting, considera que el impulso de la agilidad en las empresas debe hacerse desde la gobernanza o una inconformidad a miles de clientes y posibles clientes con un clic en las redes sociales, y es importante reaccionar”, agrega.
Las metodologías ágiles se definen como una nueva forma de planificar de manera gradual y continua, y por eso es importante hacernos la pregunta ¿de qué manera reaccionamos a los cambios en los entornos de nuestros giros de negocio?
Es importante dotar a la empresa de mecanismos que le ayuden a responder y adaptarse con prontitud a las necesidades y las demandas del mercado. También para acercarse más al cliente final para conocer sus expectativas y necesidades y así crear una cultura de construcción de soluciones que evolucionan y mejoren con el tiempo, mejorando su productividad y de manera más ágil y segura pueda así supervisar los riesgos, e identificar y atender los hallazgos que puedan afectar el negocio.
Relación entre un buen gobierno corporativo y una empresa ágil
Las empresas que quieran tener un buen gobierno corporativo deberán entender que éste, además de ser el establecimiento de órganos de gobierno, debe estar fundamentado en múltiples pilares, como el diseño de un buen modelo de gobierno que responda a las necesidades, los objetivos y las metas que tiene la organización en el corto, mediano y largo plazo.
Similar opina Cordero, quien comenta que en la literatura actual de negocios, cuando se habla de gobernanza corporativa relacionada con empresas ágiles, se involucra también la palabra supervivencia. Eso quiere decir que incorporar la agilidad, la adaptabilidad, la innovación y la rápida reacción al entorno es necesario para la supervivencia de las empresas. Por eso, el gobierno corporativo, liderado por su junta directiva, debe tomar la iniciativa de adaptabilidad, agilidad y todas las metodologías de empresas ágiles.
“El gobierno corporativo es todo un mecanismo que funciona mal sin la implementación de prácticas de negocio que faciliten la operación y la toma de decisiones, que es lo que hace a la empresa más ágil”, señala Aguiñaga.
“De la junta directiva, su presidente y la implementación de su manual de gobernanza depende el tipo de organización que será: una ágil o una burocrática. Es sorprendente la cantidad de juntas directivas donde la toma de decisiones se reduce a esperar a ver qué pasa. Una junta directiva ágil deberá tener la capacidad de corregir el curso de la empresa antes que su competencia. Esto es necesario si se espera crear valor en la organización y aprovechar la ventaja competitiva”, destaca el asesor de EMCOR Consulting.
Para que una empresa pueda ser ágil necesita la implementación de procesos y prácticas que promuevan y comuniquen con claridad los objetivos que persigue, así como la forma en que los alcanza y la designación de quienes participan en ese proceso. Si aquellos que toman las decisiones más relevantes en una organización se involucran muy poco para hacerla más eficiente y efectiva, seguramente estarán desaprovechando oportunidades valiosas.
“Si los líderes y tomadores de decisión invierten poco tiempo y recursos para fortalecer la cultura, investigar, conocer y desarrollar mecanismos que faciliten y mejoren la forma en que operan y venden sus productos y servicios, de nada servirá que haya buenas ideas o propuestas”, analiza el especialista de Deloitte.
LO QUE SE NECECESITA PARA USAR METODOLOGÍAS ÁGILES
Las estructuras de gobierno deben contribuir para establecer canales que promuevan calidad en lo que ofrecen, para atender con rapidez las necesidades de los clientes y para adaptase a los entornos cambiantes.
La implementación de metodologías ágiles debe redundar en beneficios para las organizaciones, alcanzando mayores y mejores impactos en el mercado, una visión más amplia de las oportunidades y partes interesadas más felices y comprometidas. Mantener la armonía en las juntas directivas debe de ser vital para su efectivo funcionamiento, así como mantener su misión, visión, y valores, y corregir el curso cuando es necesario.
También se necesita que los directivos tengan la mente abierta ante los cambios y la innovación, así como en establecer estrategias y estructuras. También deben delegar la gestión a la gerencia general o al CEO, y practicar una estricta política de rendición de cuentas a sus socios.
ALGUNAS METODOLOGÍAS ÁGILES
• Scrum. Tiene como finalidad la entrega de valor en períodos cortos de tiempo y para ello se basa en tres pilares: la transparencia, la inspección y la adaptación.
• Kanban. Es un método para gestionar el trabajo que implementó Toyota en su producción con el sistema just in time. Significa que la producción se basa más en la demanda de los clientes y menos en la práctica tradicional de fabricar productos e intentar venderlos en el mercado.
• Lean Development. Considera que los cambios son riesgos, pero si se manejan adecuadamente se pueden convertir en oportunidades que mejoren la productividad. Introduce un mecanismo para implementar dichos cambios.
Fuente: expertos consultados.