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ESTILO DE VIDA

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ESTILO DE VIDA

ESTILO DE VIDA

Por Álvaro Martínez Maltés

Una vida rodeada de arte

Katia David Rosenthal es dueña comprometida de su propia galería, KDR, y además trabaja como directora del Bill Brady Gallery.

Katia David Rosenthal creció entre pinturas y obras de arte. Su madre, heredera de múltiples piezas, siempre estaba coleccionando a su alrededor. De modo que desarrolló un profundo aprecio por el proceso artístico y un ojo capaz de identificar calidad. Estos atributos le servirían sobremanera en su camino.

Tras completar su carrera en el Maryland Institute College of Art, estableció un pequeño estudio en Nueva York e intentó crear su propio arte. Pero, poco después se inclinaría hacia un rol más social en la industria. Había descubierto una auténtica pasión por ayudar a otros artistas y comisariar exposiciones.

Hoy es dueña comprometida de su propia galería, KDR, y además trabaja como directora del Bill Brady Gallery. En esta entrevista, Katia, quien es de origen nicaragüense-americano, nos comparte su apasionante viaje en el mundo del arte.

¿Cómo entró en el mundo del arte?

Empecé mi trayectoria como ayudante de estudio para varios artistas.

Posteriormente, adquirí una valiosa experiencia en varias galerías, como Nina Johnson, Jeff Bailey, Kansas, Eleven Rivington y Vandoren Waxter, entre otras. A base de dedicación y trabajo duro, fui avanzando progresivamente desde el puesto de ayudante de galería hasta llegar a ser directora.

¿Cómo fueron sus primeros años trabajando?

¡Brutales! En Nueva York vivía al día, pero sabía que amaba a los artistas y me encantaba ver cómo crecían sus carreras con el tiempo, y ser partícipe de ello formaba parte del placer de trabajar en el mundo del arte.

Bill Brady fue un reconocido galerista con una larga trayectoria en el descubrimiento de nuevos artistas. ¿Cómo lo conoció?

Conocí a Bill en el 2014 cuando hacía un trabajito en una feria de arte y le ayudé a ordenar su cabina. Nunca estaba listo o a tiempo, nunca. Más tarde aprendí que eso formaba parte de su entrañable personalidad.

Katia David Rosenthal es dueña de su propia galería, KDR.

¿Cómo fue su experiencia trabajando con él?

Bill era un firme defensor de los talentos emergentes y por descubrir, y me dio una inmensa alegría trabajar a su lado. Su carrera en las galerías fue un apasionante viaje marcado por la innovación y la reinvención constante, algo así como trabajar con el Sombrerero Loco del mundo del arte. El mundo del arte perdió recientemente a Bill Brady, pero yo siempre atesoraré las lecciones invaluables que me impartió, tanto en el ámbito del negocio del arte como en el de la vida, lecciones que quedarán grabadas para siempre en mi memoria.

¿Cuándo supo que quería tener su propia galería?

Me di cuenta de mi deseo de tener una galería durante la pandemia, cuando experimenté una sensación de estancamiento y un anhelo de cambio. Se hizo evidente que anhelaba algo más satisfactorio que lo que me ofrecía mi trabajo a tiempo completo, lo que me llevó a considerar seriamente la idea de tener una galería. Empecé a hacer ambos trabajos en el 2021.

¿Cuándo abrió KDR y en qué se diferencia de otras galerías?

Los inicios de KDR se produjeron cuando alquilé una casa en la Pequeña Habana que tenía un patio cerrado. Esta casa, que data de 1920, destaca como una notable rareza en Miami, conocida por su construcción predominantemente moderna. El carácter único de la casa en medio de las nuevas urbanizaciones circundantes sirvió de escenario perfecto para KDR.

¿A qué artistas representa actualmente la galería?

Joel Gaitan, Alejandro Piñeiro Bello, Susan Kim Alvarez, Isabella Cuglievan, Johnny DeFeo, Ana Won y Monsieur Zohore.

¿Cómo busca nuevos artistas?

Para mí, el proceso de descubrir nuevos artistas es bastante orgánico. Con más de 15 años de experiencia en el mundo del arte, he cultivado una extensa red de artistas de los que puedo extraer inspiración y talento.

Su casa es también la galería. ¿Cómo es vivir con arte todo el tiempo?

Durante los dos últimos años he estado gestionando la galería desde mi patio de dos paredes y la escalera. Es realmente especial. Mi madre es coleccionista y me siento afortunada de haber vivido con Arte. Ella heredó y coleccionó a mi alrededor, toda mi vida. Me ha permitido desarrollar un profundo aprecio por el proceso artístico y un agudo ojo para la calidad y la singularidad. Estar rodeada de arte constantemente también me ha hecho más exigente, y siempre estoy buscando artistas que además de resonar conmigo personalmente, también tengan el potencial de atraer y cautivar al público de mi galería. Recomiendo mucho vivir con objetos, cuadros y muebles hechos a mano. Añade al tejido de tu vida.

¿Qué busca en un cuadro y en una escultura antes de comprarlo?

Cuando adquiero una obra de arte para mi colección, llevo a cabo un proceso reflexivo. Pregunto sobre su creación, si implica técnicas que van más allá de mis propias capacidades. También tengo en cuenta el impacto emocional que tiene cuando estoy en su presencia. Si la obra me provoca una reacción débil, lo más probable es que la descarte. Independientemente de la trayectoria del artista, mi criterio se mantiene: Sólo añado a mi colección piezas que me parecen imprescindibles.

¿Qué viene después para KDR?

Estoy en el proceso de reubicación a un espacio más grande en el área de Allapattah de Miami. Me entusiasma la posibilidad de ampliar nuestra comunidad artística y forjar conexiones con artistas excepcionales mientras sigo creciendo. ¡Muy emocionada de tener como vecinos a la Galería Mindy Solomon, la Galería Andrew Reed, Marquez Art Projects y el Museo Rubell!

¿En qué otras empresas y proyectos está involucrada además de KDR?

Me dedico principalmente a KDR, pero también estoy involucrada en otros proyectos dentro de la comunidad artística, desde la co-curación en otras galerías hasta la participación en ferias de arte.

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