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ESPECIAL ANIVERSARIO - SALUD
Por Luis Diego Quiròs Acosta
Prioridad para los países
Una buena salud es necesaria para el funcionamiento de la sociedad, tanto a escala individual como colectiva. Una persona sana, o con un sistema sanitario que le otorgue el correcto tratamiento para sus padecimientos, es alguien que será más feliz, es más productiva y ayuda a los países a funcionar mejor.
La prueba está con la pandemia del coronavirus. El impacto sanitario ha sido tal, que además de los lamentables fallecimientos y consecuencias en las personas enfermas, prácticamente todas las economías del planeta cayeron en crisis, millones perdieron sus trabajos y cayeron en la pobreza.
Las consecuencias han sido incalculables, con gente enferma física y mentalmente, lo que indudablemente afecta en su rendimiento laboral, si es que todavía conserva el empleo.
La gran enseñanza que nos ha dejado esta crisis es que los estados y las sociedades en general deben invertir correctamente en investigación y desarrollo, así como en fortalecer los sistemas de salud, tanto con la prevención como con los tratamientos. Esa es la única forma de enfrentar cualquier crisis que llegue en los próximos años.
Nuestros países han enfrentado de forma diferente esa crisis sanitaria, con medidas que van desde el confinamiento total durante meses hasta la libertad de sus ciudadanos de decidir cuáles medidas pueden tomar. Lo cierto es que todos han tenido severas consecuencias que hasta ahora están superando.
Aquí presentaremos algunas cifras que indican la situación sanitaria en la que se encuentra nuestros países.
ALGUNAS CIFRAS DEL COVID -19 EN EL MUNDO
56,8% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
8.700 millones de dosis se han administrado en todo el planeta.
33,87 millones de dosis se administran cada día.
Solo 7,6% de la población de países pobres ha recibido al menos una dosis.