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Bitácora: Viaje a la India

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Bibliografía

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India

Escribe: Cynthia Astudillo Foto: Cynthia Astudillo y Letitia Despina

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Años atrás, cuando me hablaban de viajar a algún país de este mundo, inmediatamente venía a mi mente India. No sé exactamente en qué momento de mi vida esa posibilidad se convirtió en un gran sueño. Así, desde la adolescencia esperaba que algún día, lejano, muy lejano, podría cumplirlo. Cuando el sueño pudo volverse realidad, ni yo misma lo podía creer.

Desde 2008 formo parte de la Asociación de Estudiantes

AIESEC, presente en universidades de numerosos países, y cuya misión es la formación de jóvenes líderes, dispuestos a lograr el mejoramiento de sus sociedades a través del desarrollo de sus potenciales y capacidades. Parte de los roles de liderazgo radica en la realización de una pasantía, tanto pre-profesional como profesional, en el exterior y en la propia área de formación. Cuando tuve la oportunidad de realizar mi pasantía, barajé la posibilidad de hacerla en Latinoamérica. Sin embargo, la opción de desarrollarla en India se dio y, definitivamente, no lo dudé. Poder vivir por unos meses ahí y trabajar como antropóloga en un país tan culturalmente diverso era más de lo que podía pedir, así que en Enero de este año me embarqué en este viaje al otro lado del mundo.

Llegué a Nueva Delhi en pleno invierno y me instalé en un departamento, el que compartí con gente de distintos países, quienes, al igual que yo, estaban ahí realizando sus pasantías. Convivir y llegar a conocer a más compañeros de AIESEC de numerosos países, era de por sí una experiencia intercultural diaria. Asimismo lo fue el poder unirme al equipo de International Planeed Parenthood Federation – IPPF, lugar donde realicé durante tres meses mi pasantía en el Área de Acceso Universal a la Salud Sexual y Reproductiva. Fue increíble integrarme, aunque por un corto periodo, a un equipo tan dedicado y comprometido con los derechos sexuales propios de un grupo tan vulnerable, como lo son adolescentes y adultos jóvenes, quienes por falta de acceso a la información, tabúes religiosos y desigualdad de género –sólo por citar algunas causas- pueden llegar a ser madres y padres a temprana edad o adquirir Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o SIDA. Actualmente en India los índices de maternidad adolescente y de personas viviendo con SIDA son alarmantes, de forma tal que nuestro trabajo era contribuir con la facilitación de información sobre sexualidad y prevención de ETS y SIDA a través de la organización de talleres para los jóvenes de diversas comunidades que demostrasen tener capacidades de liderazgo. De esta manera, se busca que estos líderes retransmitan los conocimientos adquiridos a sus pares, lográndose una comunicación horizontal y la retroalimentación de la misma. Esta iniciativa está empezando a rendir frutos y es un ejemplo a seguir en otros países, como en el caso del Perú.

Sobre la vida en India, puedo decir que fue una experiencia absolutamente inolvidable y enriquecedora a todo nivel. Formé amistades memorables, con las que compartí el día y día, la convivencia, los quehaceres, fiestas y viajes, así como despedidas. Aprendí algo nuevo todos los días, desde cómo movilizarme dentro de la caótica Delhi o una nueva palabra en hindi, hasta ver el amanecer en el Taj Mahal o el atardecer navegando en el río Ganges, en la antigua ciudad de Varanasi, lugar sagrado de peregrinación y cremación de los muertos a orillas de este río. Contrastes entre la vida y la muerte, lo sagrado y lo profano, lo simple y lo complejo, son tan solo algunos de los que uno se puede topar al convivir diariamente con una cultura tan distinta como es la india, lo que en un principio puede resultar abrumador. Sin embargo, en ello radica el atractivo de este país encantador: no te cansas de explorarlo, de verlo, de sentirlo, de vivirlo, y de pensar en cuándo será la próxima vez que volverás.

*Letitia Despina

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