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La Argentina, con alto potencial para producir fertilizantes biológicos

Es una oportunidad en un contexto global de demanda de mayor sostenibilidad productiva.

El estiércol es el mayor flujo de biomasa residual rico en nutrientes generado por el sector pecuario, con gran potencial para convertirse en fertilizantes de base biológica y bio-estimulantes vegetales. La reutilización eficiente de los nutrientes de estos residuos es una oportunidad en un contexto global de demanda de mayor sostenibilidad productiva. Un equipo de investigación de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), del que participa el INTA, estimó que nuestro país genera 1.7 millones de toneladas de estiércol promedio por día en las producciones de carne bovina, avícola, porcina, tambera y de huevos. Ahora se apunta a reutilizar sus nutrientes en fertilizantes de base biológica que compitan en el mercado internacional.

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Con esta premisa como faro, el proyecto Fertimanure apunta a la recuperación innovadora de nutrientes de fuentes secundarias para la producción de fertilizantes de alto valor agregado a partir de estiércol animal. Para cumplir con su objetivo, cuenta con la participación de especialistas de 20 instituciones público-privadas de nueve países: España, Bélgica, Alemania, Países Bajos, Italia, Croacia, Francia, Chile y Argentina. “La Argentina genera un promedio de 1.708.616 toneladas de estiércol por día en las producciones de carne bovina, avícola, porcina, tambera y de huevos”, detalló María Eugenia Beily, investigadora del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola del INTA Castelar y parte del equipo de Fertimanure. “A partir de los datos del último censo agropecuario, generamos un informe con estimaciones de generación de estiércoles en las diversas producciones animales de la Argentina y analizamos su composición nutricional de nitrógeno, fósforo y potasio”, explicó. Del estudio del INTA surge que todas las producciones animales generan estiércoles muy ricos en nutrientes, los cuales deberían ser reutilizados y recuperados como fertilizantes en la agricultura. De todos modos, reconoció: “los estiércoles obtenidos de las producciones de carne porcina y avícola presentan los contenidos de nutrientes más elevados”. Este dato cobra mayor valor al confirmarse que pueden ser recuperados en gran parte para obtener fertilizantes de base biológica para la agricultura. Eso se debe a que, según se desprende de la investigación, la totalidad de los animales destinados a la producción de carne aviar y huevos están en confinamiento total, mientras que el 40% de los porcinos están en estas condiciones.

En referencia al aporte nutricional diferencial entre unas producciones y otras, explicó que “los estiércoles producidos en la carne porcina y avícola tienen cifras más elevadas en nitrógeno, fósforo y potasio porque los sistemas digestivos de estos animales no son tan eficientes en la absorción de estos nutrientes”. En esta línea, Beily ponderó la implementación de tecnologías que permiten la recuperación de nutrientes a partir de los estiércoles y subrayó sus beneficios. “Por un lado se reduce el impacto ambiental que generan estos residuos orgánicos cuando no tienen tratamiento y, por otro, se reutilizan estos recursos renovables valiosos, aportando al concepto de economía circular”.

UN PROYECTO PARA LA ECONOMÍA CIRCULAR

Financiado por la UE, el proyecto Fertimanure cuenta con la participación de 20 instituciones públicoprivadas de siete países europeos (España, Bélgica, Alemania, Países Bajos, Italia, Croacia y Francia) y dos países de la CELAC (Argentina y Chile). Actualmente, están en marcha cinco proyectos piloto en granjas de cinco países diferentes de la UE que apuntan a valorizar el estiércol de tres tipos diferentes de materias primas. Enmarcado en el Programa Horizonte 2020, el proyecto apunta a brindar soluciones innovadoras en materia de tecnología, productos finales y modelos comerciales que contribuyan a resolver la problemática de la generación de estiércol en los establecimientos pecuarios intensivos de aves, cerdos, feed-lot y tambos.

El proyecto cuenta con diversos módulos que comienzan con la producción de información de base, tanto en la UE como en la región de la CELAC. Es decir, la densidad de animales y generación de estiércoles; análisis del marco legal de gestión de fertilizantes y manejo de estiércoles, análisis de mercados de fertilizantes inorgánicos y orgánicos. Europa produce alrededor de 1.400 Mt de estiércol por año y más del 90% se devuelve a los campos agrícolas. Sin embargo, este sistema de economía circular aún requiere incrementar su eficiencia. Este proyecto apunta a crear sinergia entre los agricultores y las actividades industriales.

A su vez, el proyecto cuenta con el desarrollo de las plantas pilotos para la recuperación de nutrientes para la producción de fertilizantes de base biológica. Así como la producción de los fertilizantes de base biológica a medida y la evaluación de su calidad. También se trabaja en la demostración de los fertilizantes de base biológica y la evaluación de la sustentabilidad de los fertilizantes y las plantas de recuperación de nutrientes.

El Papel Del Inta

Según explicó la especialista, el INTA es uno de los socios de la CELAC, con una gran actividad dentro del proyecto, donde la institución hace un aporte para comprender el potencial de mercado, así como el análisis de la generación de estiércol en las principales producciones pecuarias de la Argentina, el estudio de la oferta de nutrientes derivados y su distribución geográfica. “Hace 15 años que realizamos relevamientos y estudios con estiércoles de diversas producciones animales y, a partir de toda esa información, estimamos promedios del contenido de nutrientes -nitrógeno, fósforo y potasio- que tienen los efluentes líquidos o purines y el estiércol sólido”, detalló Beily.

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