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Historia de los votantes de izquierda por Jesús Ibarra Salazar

Jorge Castañeda publicó un ensayo donde plantea varias ideas que merecen ser analizadas con mayor profundidad. 1

Él dice que la izquierda nunca “…ha sabido o podido transformar su fuerza electoral de masas, o electoral, en una victoria en la única elección que realmente cuenta en México: a saber, la elección presidencial…”.

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Como es común a los partidos y a sus candidatos, Castañeda coloca la mayor atención en la elección presidencial, en un elevado porcentaje de la campaña electoral y en la asignación de recursos que se concentran en esa elección (lo que no está mal); pero su desatención de las otras dos elecciones (en el 2012 será más) lo conduce a un grave error en el cuidado y análisis de las votaciones.

El autor sugiere: “Para entender por qué es crucial analizar la historia política del país y de la izquierda en general, pero también cada una de sus intervenciones puntuales con fuerza de apoyo a victorias ajenas, pero con causas afines…”, luego agrega: “… del papel del voto de la izquierda, o de la izquierda azul, en la elección de Fox de 2000… la historia del voto útil.”

Más adelante dice que los votos que habrían sido para Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y luego otorgados a Fox, fueron entre uno y dos millones, a lo que llama el voto útil o voto ciudadano por el candidato menos malo.

Más que el estudio del “voto útil”, prefiero analizar el comportamiento del voto de los mexicanos, apoyado en datos duros, con todos los asegunes que tiene la contabilidad de los resultados electorales, lo que puede aproximarnos a entender este “voto útil” desde una perspectiva distinta.

María de las Heras en sus encuestas se orientó por conocer varios tipos de voto: el duro, el diferenciado y el switcher. (¿Por quién vamos a votar y por qué?, Editorial Aguilar, 2006).

El primero, el duro, es el voto de los electores por su partido, vota lo mismo para todas las elecciones; el segundo, el voto diferenciado, es el voto por el candidato y se otorga a uno u otro partido; y el tercero, el switcher, es el voto que en la elección anterior fue depositado en favor de un partido (voto duro) y que para las elecciones siguientes cambia de sentido, por un partido distinto.

Para el análisis, vale suponer que, en las tres elecciones federales, que incluyen a la presidencial, la menor de las votaciones para un partido proviene de electores que lo hicieron también por las otras dos: el voto duro.

Una vez que se tiene determinada dicha votación mínima, de entre las otras dos hay una que es mayor, donde a los votos duros se suman los de ciudadanos que emitieron su voto por el candidato, más que por el partido: el voto diferenciado.

En la elección de 2000 a la que Castañeda hace referencia, los votos para el PAN fueron 14 millones 192 mil 303 en la de diputados; en la de presidente fueron 15 millones 750 mil 593, y en la de senadores 14 millones 131 mil 610.

Al parecer, pues, no se dice si la forma en que se ha calculado el “voto útil” se deriva de estas votaciones totales.

El voto duro del PAN, a partir de esas votaciones nacionales, se ubica en la de senadores, y la mayor en la de presidente. De aquí que de voto diferenciado –de acuerdo con nuestra propuesta el voto diferenciado es de 1 millón 618 mil 983–, se sumó al voto duro, que está entre uno y dos millones de votos que habrían de provenir del voto no emitido para Cuauhtémoc Cárdenas, y de origen en la “izquierda” no precisamente “azul”, sino roja. Más adelante volveré a este voto, así como al voto duro, para ver que son distintos a los hasta aquí presentados.

Por lo que toca al PRI y a los partidos que formaron la coalición, su voto duro fue para la elección de presidente, con 14 millones 399 mil 588 votos, mientras la mayor de las tres se reportó en la de senadores, con 15 millones 105 mil 315.

Para el PRD (más las votaciones de los partidos de la coalición), el voto duro se expresó en la elección de presidente, con 6 millones 186 mil 797, y la mayor en la de senadores, con 6 millones 994 mil 353.

Sin embargo, las votaciones duras no siempre se presentan en una misma de las elecciones si se analizan casilla por casilla. Unas veces aparecerán en la presidencial, en otras en la de senadores o de diputados, por lo que, al acumularlas, estas cifras serán muy distintas a las votaciones totales nacionales.

Adicionalmente a lo anterior, habrá que eludir las casillas de los votos de residentes en el extranjero, pues esta labor sólo la puede hacer la presidencia, lo mismo que en aquellas en las que por distintas circunstancias no se registran votaciones en alguna de las elecciones.

Así, trabajando el voto casilla por casilla, determinando el voto duro de cada partido y calculando el voto diferenciado para cada partido o coalición, tenemos lo siguiente:

El voto duro del PAN resulta en 13 millones 683 mil 970, y su voto diferenciado en 2 millones 239 mil 185. Muchos más que el millón 618 mil que calculamos con las votaciones nacionales.

El voto duro del PRI resulta en 13 millones 721 mil 441, y su voto diferenciado en 2 millones 345 mil 312.

El voto duro de la izquierda resulta en 5 millones 988 mil 567, y su voto diferenciado en 1 millón 423 mil 362.

El voto switcher es el que nos puede indicar cuántos votos se emitieron en favor de uno de los partidos o coaliciones, o por sus candidatos, ya que este tipo de voto se refiere a los electores que en una elección votaron por un partido, y en la siguiente lo emitieron por uno distinto.

El voto switcher, el voto duro que tiene un partido y que de una a otra elección sufrió pérdidas o ganancias, es el que nos puede dar una idea más certera sobre los beneficios del “voto útil” obtenido por Fox, y sobre sus orígenes.

El PAN pasa de 1994 a 2000 de 8 millones 340 mil 317 a 13 millones 683 mil 970 votos, una ganancia de 5 millones 343 mil 653 votos; el PRI tiene en el mismo periodo una pérdida de 3 millones 538 mil 918 y la izquierda pierde 1 millón 290 mil 700 votos.

Es decir, si suponemos que los votos perdidos por el PRI y el PRD pasan a los votos ganados por el PAN, entonces el que más aporta es el PRI.

Los votos ganados por el PAN, por Fox, provienen de su propio voto duro, de los nuevos electores que sufragaron por este candidato, y de los votos que tanto el PRI como el PRD perdieron como voto duro, la mayoría de origen priísta.

Pero se puede estudiar este comportamiento del voto, como lo sugiere el estudio de Roxana Rodríguez, para las elecciones presidenciales desde 1988 hasta 2012, con la salvedad de que, para analizarlo voto por voto, casilla por casilla, las de 1988 no se tienen, por lo que sólo se puede hacer de 1994 a 2012, es decir, cuatro elecciones presidenciales.

Las variaciones en las votaciones duras de partidos y coaliciones pueden observarse en la siguiente gráfica, de 1994 a 2012:

En el proceso electoral del 2000, como ya se dijo, el PAN se beneficia de las pérdidas tanto del PRI como de la izquierda, con poco más de tres millones 800 mil votos; en el de 2006, la beneficiada es la izquierda, con Andrés Manuel López Obrador como su candidato, que suma las pérdidas del PRI y del PAN; y en el 2012, el PRI toma las bajas del PAN y de la izquierda.

Si en cada proceso electoral se toma en cuenta el efecto del candidato o de la campaña electoral, se puede afirmar que el efecto Fox en el 2000 y el de AMLO en el 2006 fueron un factor de importancia; asimismo que, en el 2012, además de la influencia que EPN pueda haber ejercido, la compra del voto se constituyó en un elemento determinante. [2]

Mucho más se puede hacer para el estudio de los electores, de su comportamiento en el voto en función de su situación económica y social; más cuando desde 2005 el INEGI, en convenio con el IFE-INE, ha publicado el Conteo de Población y Vivienda de aquel año, así como el Censo General de Población y Vivienda de 2010 3 , georreferenciado por secciones electorales, la geografía electoral básica, con información socioeconómica, nos puede dar una idea más precisa de la relación entre partidos, votos y población. §

Notas

2.https://www.dropbox.com/s/kz62dvcdu3im052/Compra%20 de%20votos%202012_.pdf?dl=0 3. http://gaia.inegi.org.mx/geoelectoral/viewer.html

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