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David Rosero

En Quito, sin duda la zona alrededor del Parque La Carolina tiene un atractivo especial para los millennials. David Rosero, Gerente General de Rosero Construye, afirma que el 50% de sus compradores son millennials que buscan departamentos de una habitación, de entre 50 y 60m2. “Nuestros edificios son pequeñas ciudades verticales que llevan al usuario a vivir en centralidades donde en menos de 10 minutos, es decir a 1km a la redonda, disfrutan de parques, restaurantes, centros comerciales y espacios culturales. El resultado es calidad de vida sin congestionar la ciudad, evitando al máximo el uso del automóvil y un mejor aprovechamiento del tiempo. Las áreas comunales más atractivas para ellos son: piscina, spa (sauna, turco, hidromasaje), gimnasio, terraza roof top panorámico y áreas de coworking.”

El valle de Cumbayá también ha mostrado ser sumamente atractivo para los millennials. Living Cumbayá es la propuesta de Acervo, al respecto de la cual Mauricio Martínez destaca que “el uso mixto de este proyecto permite acercar la residencia a los servicios actuales de la zona, es decir, tener la alternativa de caminar para satisfacer varias necesidades diarias sin usar el vehículo. Esto no solo genera mejor calidad de vida y hace más felices a las personas, también tiene muchos beneficios ambientales para la ciudad”.

Un estudio de la OBS Business School determina que los millennials -que tienen capacidad de compra-, y los centennials -que pronto la tendrán-, representan el 59% de la población mundial. Es obvio que todas las industrias, con mayor razón la inmobiliaria, deben adaptarse para satisfacer las apetencias de este alto porcentaje de la humanidad

Pablo menciona dos factores importantes para los millennials: “prefieren lugares eco-friendly para ahorrar en mantenimiento, y pet-friendly pues la mayoría viven con mascotas. En el caso de vivienda, las amenidades preferidas son gimnasio, piscina, sala de juegos, área de BBQ y otras áreas recreativas que les permitan socializar y generar nuevas redes de contactos que se adapten a su constante movimiento y evolución. En el caso de oficinas las amenidades son de otra índole: auditorios, salas de reuniones, cafetería, gimnasio y canchas de squash o pádel son las preferidas”.

Según Mauricio, Living Cumbayá es atractivo para los millennials por su cercanía al Chaquiñán, al reservorio, gimnasios, decenas de restaurantes y panaderías para su desayuno, excelente acceso a sus trabajos o a espacios de co-working. Y por si esto fuese poco, “hay un sinfín de opciones para el after-office, un ambiente vivo a sus pies para compartir con amigos, o si prefieren disfrutar de una vista espectacular hacia la cordillera desde sus terrazas para relajarse, la tienen en sus departamentos. Desde esa ubicación pueden caminar y resolverlo todo en un radio de 15 minutos”.

Si bien no hay una línea de comportamiento que aplique para todos, sí hay varios puntos de coincidencia. Por ejemplo en tecnología. Las llaves pasaron de moda, son obsoletas. Los ingresos al condominio y a los departamentos deben activarse desde el celular, igual que la iluminación y las cámaras de seguridad, para lo cual es indispensable que haya conexión de internet de alta velocidad. “Los millennials son muy exigentes”, dice Pablo. “Son, por naturaleza, una generación tecnológica. Es indispensable priorizar el consumo eficiente en las viviendas y oficinas a través de domótica, productos IoT (internet of things), sistemas de ahorro de agua y energía, entre otros. En una época post pandemia el trabajo remoto llegó para quedarse, y la tecnología aplicada en sus espacios de vivienda y oficinas es un factor decisivo”.

La sostenibilidad y protección al medio ambiente también son factores transversales en ellos. Sus viviendas deberán incluir sistemas de optimización de uso de recursos, tanto durante el proceso constructivo cuanto en el día a día. “En la actualidad y en el pasado todos buscamos calidad. Para los millennials los acabados de construcción son muy importantes, pues en ellos se verá reflejado su estilo de vida. Prefieren lugares con mucha iluminación, en paredes usan colores neutros y suelen elegir mobiliario funcional para optimizar los espacios. Sean materiales eco-amigables o de mayor lujo, lo que prima es la calidad”, comenta Pablo.

Los balcones y terrazas son un must. El departamento, loft o estudio, por pequeño que sea, deberá tener un espacio al aire libre, que según David Rosero, puede ser “una terraza o al menos un balcón francés. Además, es indispensable que la vista sea panorámica desde el área social y que haya mucha iluminación natural. Y hablando de áreas privadas, si bien estas son pequeñas, deben ser funcionales, con closets cómodos, preferiblemente walk-in closets, y prefieren personalizar los acabados finales en sus departamentos.”

Living Cumbayá, más allá de ofrecer una extraordinaria ubicación, tiene una oferta de departamentos diseñada para disfrutar experiencias, que es exactamente lo que buscan los millennials. “Las terrazas son para vivirlas y aprovecharlas como un placer de la vida. Las unidades tienen lo justo y necesario para el propietario, el resto lo da la ubicación y el barrio. No necesitarán una cocina muy grande porque todo lo resuelven a la puerta de su vivienda; no necesitarán un mega bar porque a 5 minutos podrán adquirir el vino de su preferencia; tampoco un gimnasio porque hay varios a mano. Incluso habrá áreas adecuadas para cuando reciban visitas de sobrinos o nietos”.

Los millennials no tienen miedo a expresar sus ideas, a vestirse contrariando las normas sociales cuyos estereotipos no merecen su atención; son

“El uso mixto de este proyecto permite acercar la residencia a los servicios actuales de la zona, es decir, tener la alternativa de caminar para satisfacer varias necesidades diarias sin usar el vehículo. Esto genera mejor calidad de vida, hace más felices a las personas, y tiene muchos beneficios ambientales para la ciudad”

Los millennials no tienen miedo a expresar sus ideas, a vestirse contrariando las normas sociales cuyos estereotipos no merecen su atención; son consumidores más conscientes que intentan apoyar los comercios alrededor de su vivienda; sus tendencias alimenticias son más bien sanas, todos quieren independizarse y sueñan con dejar de pagar arriendo consumidores más conscientes que intentan apoyar los comercios que existen alrededor de su vivienda; sus tendencias alimenticias son más bien sanas; algunos quieren casarse y tener hijos cuando estén en la década de los 30´s, otros no, nunca, pero todos quieren independizarse y sueñan con dejar de pagar arriendo.

Y ese sueño requiere superar obstáculos para conseguirlo.

“Para comprar se necesita tener ahorros al menos de un 10 o 15% del costo del inmueble, y en muchos casos los millennials siguen pagando sus créditos de educación, no tienen esa capacidad de ahorro, o sus ingresos actuales no les permiten acceder a un crédito hipotecario”, comenta Mauricio. Otro obstáculo importante, según criterio de David, es “la tasa de interés que se aplica a los créditos hipotecarios que actualmente ofrece Ecuador, que en promedio está en el 8,5% para compra de vivienda nueva y es alta para una economía dolarizada. Financieramente esta tasa no es atractiva para el cliente”.

Cada generación tiene sus particulares características de comportamiento, mismas que, según dicen los expertos, están determinadas como consecuencia del período que les correspondió vivir a sus abuelos y a sus padres, y de ahí la actitud que tienen para enfrentar la vida. Si los abuelos fueron restrictivos, por ejemplo en la educación de sus hijos, éstos, en reacción, serán liberales con los suyos. Y así, de reacción en reacción, la civilización evoluciona abriendo nuevos horizontes.

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