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la revista de EL IMPARCIAL NÚMERO 18. Agosto de 2010.

ESPECIAL VIAJES

El mundo es un pañuelo


Especial Viajes| Alaska

Alaska y la lucha contra el calentamiento estival

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la revista de El Imparcial nÂş18

Las vacaciones de verano son, para muchos, la Ăşnica oportunidad de viajar del aĂąo. Sin embargo, las altas temperaturas suponen un enorme inconveniente a la hora de visitar muchos lugares del mundo. Por ello, Alaska es la receta que proponemos para luchar contra el problema del calentamiento estival.

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Especial Viajes| Alaska

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La temperatura media durante el verano de este año ronda los 10 grados centígrados, aunque en la costa norte, bañada por el océano ártico, se acerca más a los 0 grados. (Ni frío ni calor). Además, con una humedad relativa del 100%, y vientos de hasta 24 kilómetros por hora, una visita por el norte de

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Alaska seguro que le hará olvidarse del sofocante calor del verano. Es Alaska el mayor estado de Norteamérica y alberga en su interior paisajes espectaculares que lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza y respirar aire fresco. Cada año, son muchos los


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amantes de la pesca que se acercan en busca del maravilloso, según dicen, salmón de Alaska. Y muchos, también, los que llegan de todos los rincones del mundo para quedar sobrecogidos ante los glaciares y disfrutar de actividades al aire libre de todo género.

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Especial Viajes| Alaska

Arriba, el Medenhall Ice Glaciar, en Juneau, la capital política del estado. Abajo el imponente monte McKinley, de 6236 metros de altura, el pico más alto de Norteamérica.

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Las nOTICIAS DE LA semana

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Especial Viajes| Alaska

Arriba una impresionante aurora boreal, a la izquierda un bello amanecer invernal y a la derecha dos majestuosos paisajes en el Parque Nacional de Denali.

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Cada dรญa nos pides algo diferente, cada dรญa somos un banco diferente. 7YVTVJP}U ]mSPKH WHYH SH JVU[YH[HJP}U KL \U 7YtZ[HTV 0UTLKPH[V 70+, 7HY[PJ\SHYLZ \U *YtKP[V *VJOL V \U 7YtZ[HTV 7LYZVUHSPaHKV MVYTHSPaHKV KLZKL LS OHZ[H LS ` WHYH PTWVY[LZ PN\HSLZ V Z\WLYPVYLZ H ร H \U WSHaV PN\HS V Z\WLYPVY H TLZLZ *HUQL ]mSPKV OHZ[H LS :}SV ZL HKTP[PYm \U YLNHSV WVY WLKPKV ` JSPLU[L 7YVTVJP}U ]mSPKH OHZ[H MPU KL L_PZ[LUJPHZ \KZ ` UV HJ\T\SHIL H V[YHZ VMLY[HZ LU ]PNVY ,S ]HSVY KLS YLNHSV LZ HWYV_PTHKHTLU[L KL ร 6MLY[H KL MPUHUJPHJP}U Z\QL[H H WYL]PV HUmSPZPZ MH]VYHISL KLS )HUJV ` JVU[YH[HJP}U KLS [P[\SHY


Especial Viajes| Alaska Tierra boreal con increíbles atardeceres y noches de aurora. Su cielo es uno de los más limpios del mundo, y por ello, contemplar las estrellas en el cielo de Alaska es un espectáculo único. Curiosamente, la bandera de Alaska, que fuie diseñada por un niño de 13 años, representa las estrellas que forman la constelación de la Osa Menor y, en la esquina

Vista desde el mar de la ciudad de Anchorage al atardecer.

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superior derecha, la Estrella Polar. Entre sus mayores atractivos, encontramos los Parques Nacionales de Katmai, donde no es difícil observar osos, alces, zorros y lobos, y el de Denali, sin duda el más bello y espectacular de Alaska. Dominado por el pico más alto de Norteamérica, el Monte Mckinley, alberga una gran cantidad de especies animales y paisajes indescriptiblemente hermosos.


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En Glaciar Bay se ve cómo enormes glaciares caen al mar y forman icebergs, marcando el final del pasaje de la región del Sudeste, mientras que el también Parque Nacional Glaciar Mendenhall, forma parte del grandioso campo de hielo de Juneau, la capital política de Alaska. Una enorme masa de hielo de tonos azules. Frederick Sound, al noroeste de Petesburg es, sin lugar a

dudas, uno de los mejores lugares para avistar ballenas jorobadas y Anchorage (en la imagen) es la ciudad principal de Alaska disfruta de vistas excepcionales. Es, en definitiva, un viaje perfecto para contemplar y disfrutar la belleza de la naturaleza en estado puro. Y si no va por las ballenas, los salmones, los paisajes o las auroras boreales, puede hacerlo, aunque sea, por huir del calor.

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Especial Viajes| Orchha

ORCHHA, el "LUgar oculto" DE INDIA

Entre dioses y tumbas Orchha, el "lugar oculto" donde los bundelas se asentaron a orillas del río Betwa, en el norte del centro de India, estuvo viva durante dos siglos ya hace cuatro. Ahora es el fantasma de piedra dorada de una dorada Edad que, como todas ellas, fue escrita con el vocabulario del poder, la tinta de la sangre, la ensoñación hacia el arte y la confusión del despilfarro. Pese a todo, gracias por su existencia. Por José Antonio Sentís

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Especial Viajes| Orchha

Cientos de miles de españoles, entre millones de turistas, visitan cada año el norte de la India, fundamentalmente el triángulo mágico compuesto por Delhi, Jaipur y Agra. Algunos de ellos profundizan en el Rajastán, llegan hasta Nepal o se acercan hasta Benarés y Calcuta, donde el Ganges termina su viaje. Sólo unos cuantos, de camino a los templos que explican el Kamasutra

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en Kajuraho, recalan en Orchha. Y no se equivocan. Orchha, ciudad sagrada para los hindúes por el templo al dios Rama, encarnación de Vishnu, tiene, seguramente, más metros cúbicos de monumentos que habitantes. Centro de poder y de combate, entre los siglos XVI y XVIII,


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Especial Viajes| Orchha

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frontera y vasallo durante el dominio mogol, es un derroche arquitectĂłnico para quienes quisieron disfrutar de la vida y para quienes desearon perpetuar su memoria en la piedra. Ciertamente, esos vestigios ahora son monumentos fantasmales, pero el tiempo no ha podido con ellos tanto como el olvido, justo hasta esta ĂŠpoca en la que nos queremos acordar de todo. Son esqueletos, es cierto, pero se puede reconstruir sin

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Especial Viajes| Orchha

Orchhea es ciudad sagrada, lugar de peregrinaje, mercado de colores votivos y fachadas azules en el modesto presente que habita debajo de los grandes monumentos.

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Especial Viajes| Orchha

Pinturas sorprendentemente conservadas en las laberĂ­n

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nticas galerías del Raj Mahal, en el conjunto palaciego de Orchha

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esfuerzo el cuerpo que los contuvo, El esplendor palaciego de Orchha está vacío como una tumba. Pero tampoco están más llenas las tumbas reales, los quince impresionantes cenotafios que se asoman al río Betwa, en cuyo meandro se construyó la ciudad apenas una década después de que culminara la Reconquista en España. Cenotafio, en su etimología, es precisamente “tumba vacía”. Los hay por todo el mundo, pero tantos, tan juntos y tan impresionantes no son fáciles de ver. Los rajás quisieron perdurar en el tiempo, y lo consiguieron sustituyendo sus cenizas por la arenisca roja, la que brilla mágicamente al amanecer. Ahora, esas "tumbas vacías" del "lugar oculto", convertidas en buitreras, foman parte de la India imprescindible, como los palacios que las contemplan desde el otro lado del río, apoteosis del derroche, del capricho o de la adoración Pues si uno fue para agasajar a una mujer, otro, al lado de estas líneas,

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Especial Viajes| Orchha Vista panorรกmica del atardecer sobre la fachada del complejo de los palacios de Orchha

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fue construido para un sólo día de uso, cuando el rajá Bir Sing Deo quiso homenajear al emperador mogol Jahangir. Aquella India que aún no era Estado, con sus cenotafios y palacios, sus templos y sus ritos, entre dioses y tumbas, ahora se despereza, aunque entre la historia y la belleza convivan trescientos millones de pobres y cuatro de los diez más ricos del mundo. Entrada principal y patio del Jahangir Mahal

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Especial Viajes| Argentina De Usuahia a Iguazú

Argentina, una tierra exagerada Es fácil escuchar a un argentino, si la madrugada se acerca en Buenos Aires, flagelarse por la tendencia nacional a la exageración. Quizá tenga razón, si de política o de sociedad se habla, pero en algo no cabe la autocrítica: la propia Argentina es una tierra exagerada. José A. Sentís Prácticamente ningún país puede ser abarcado por el viajero en una escapada normal, de esas que pueden durar quince días. Pero, Argentina, el octavo país del mundo en tamaño, con casi tres millones de kilómetros cuadrados, donde cabrían holgadamente cinco Españas, mucho menos. Entre las cataratas de Iguazú, fronterizas con Brasil, hasta Tierra del Fuego, a un paso de la Antártida, median casi cinco mil kilómetros y los mismos son bañados por el Atlántico. Y, obviamente, tal extensión es capaz de alojar enorme belleza. Tanta que nunca se perderá en la

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retina de quien la haya visto. Pero valgan estas líneas para quien no lo haya hecho, a sabiendas de que cada pincelada no es el cuadro completo, pero algo de obra de arte hay en cada pedazo de lienzo. Empecemos, por lógica del transporte aéreo, en Buenos Aires, esa ciudad que engancha a muchos por una fuerza interior contradictoria pero persistente, una capital que quiso, y casi logró, ser París, y que aún intenta a duras penas mantener esa vocación a base de orgullo acosado por la nostalgia. Al viajero desde Europa, Buenos Aires le aclimatará en la República Argentina, pues

ahí empezará a entender que es posible hablar de Borges con el taxista, que no es difícil terminar una noche de tangos discutiendo de psicología, y que podrá saltar abruptamente entre la pobreza y la riqueza, entre el mejor bife y los cazadores de


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la basura, entre la delicada elegancia y una cierta marginalidad educada. Todo desde el esplendor pasado, con arranques de vigor futuro, que no todo es la calle Florida, porque también fue capaz de emerger Puerto Madero justo al lado del secreto natural que

la mayoría de visitantes se pierde: el parque natural de la Costanera Este, junto al mar. Siempre en avión, porque otra opción resultaría eterna, se puede tomar la dirección sur, hacia la Península Valdés. No hay muchos paisajes

parecidos: tierra azotada por el viento, vegetación rala en inmensa extensión y una costa preciosa con el mar silueteado de ballenas, las playas llenas de perezosos mamíferos acuáticos sesteando entre aves bajo la lejana mirada del guanaco.

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Especial Viajes| Argentina

Desde Puerto Madryn, una excelente opción es visitar la Tierra del Fuego, otros mil kilómetros en dirección al hielo antártico. Ahí está Usuhaia, la ciudada más austral del mundo, al lado del canal de Beagle y su isla faro del fin del mundo, escoltada por lobos marinos y cormoranes, en las estribaciones de los Andes y jalonada de lagos y bosques. Otro avión más, ya para el norte, puede llevarnos a

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Calafate, ciudad estratégica para visitar los glaciares que rodean el lago Argentino, de los que el más accesible y conocido es el que tiene el nombre del perito topógrafo Moreno, el hombre que casi lo descubrió. Pero hay más, con inmensas lenguas de hielo deslizándose con abulia o estrépito hacia el agua, o abriéndose paso entre valles empinados con la fuerza de una cascada a cámara lenta.

Y, para completar el ciclo de ecosistemas, un buen final, tras la escala obligada en la capital federal, es el norte selvático que acoge a uno de los espacios naturales más impresionantes del mundo: las cataratas de Iguazú, donde probablemente aún queda suspendida en el vapor del agua desatada la sorpresa de los misioneros. Un par de semanas, en fin, para paladear lo que necesitaría varias vidas. Arte efímero, tal vez, pero arte.


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Especial Viajes| Argentina

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El faro del fin del mundo en Tierra del Fuego

Especial Viajes| Argentina

Amanecer austral

isla faro del fin del mundo, escoltada por lobos marinos y cormoranes, en las estribaciones de los Andes y jalonada de lagos y bosques.

Desde Puerto Madryn, una excelente opción es visitar la Tierra del Fuego, otros mil kilómetros en dirección

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al hielo antártico. Ahí está Usuhaia, la ciudada más austral del mundo, al lado del canal de Beagle y su

Otro avión más, ya para el norte, puede llevarnos a Calafate, ciudad estratégica para visitar los glaciares que rodean el lago Argentino, de los que el más accesible y conocido es el que tiene el nombre del perito topógrafo Moreno, el hombre que casi lo descubrió. Pero hay más, con inmensas lenguas


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de hielo deslizándose con abulia o estrépito hacia el agua, o abriéndose paso entre valles empinados con la fuerza de una cascada a cámara lenta. Pasa a página 54

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Especial Viajes| Argentina

A la izquierda, las cataratas de Iguazú. Arriba, la Saira Arcoiris. En la página de al lado, la ballena franca austral, lobos marinos, el elefante marino y el guanaco.

Y, para completar el ciclo de ecosistemas, un buen final, tras la escala obligada en la capital federal, es el norte selvático que acoge a uno de los espacios naturales más impresionantes del mundo: las cataratas de Iguazú, donde probablemente aún queda suspendida en el vapor del agua desatada la sorpresa de los misioneros. Un par de semanas, en fin, para paladear lo que necesitaría varias vidas. Arte efímero, tal vez, pero arte.

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Recorrido por la fascinante capital china

Aromas y olores de Pekín Pekín huele mal, el cielo es gris y pican los ojos y la garganta, pero dar un paseo por esta ciudad es una experiencia inolvidable. Todos te observan, muchos te sonríen y saludan y en las zonas turísticas incluso se atreven a pedirte una foto con ellos. Por María Cano La plaza de Tiannanmen es impresionante no sólo por sus dimensiones, sino por la seguridad que la rodea. Y de nuevo, miles de chinos, pero ¿dónde están los turistas? El atardecer es un buen momento para visitar los famosos hutongs, unos laberintos de callejones tercermundistas con comercios, restaurantes y viviendas insalubres. En

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ellos viven, compran, se peinan o arreglan bicis miles de pekineses. Es un recorrido que los guías turísticos no suelen incluir en sus rutas pero resulta imprescindible para tomarle el pulso a la ciudad. Los olores son... indescriptibles. Los callejones son tan estrechos que sólo circulan bicis y motocicletas por ellos. Conducen fatal y pitan

todo el tiempo porque ellos no miran por los espejos, se avisan de forma sonora. Y escupen en la calle con gran sonoridad para desconcierto y repugnancia de los occidentales. Ni palabra de inglés, por lo general, pero por suerte los gestos son universales para lo imprescindible. La Muralla China es inabarcable. Sólo vimos un

Típico hutong chino en Pekín

Mercadillo pekinés

Especial Viajes| Pekín


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Especial Viajes| Pekín pequeño trozo de sus 6.000 kilómetros de longitud, el más conocido, que fue edificado sobre unas montañas escarpadas. Tanto, que la Muralla sube y baja con pendientes imposibles que obligan al visitante a luchar por mantener la verticalidad. Y fue allí donde nos dimos cuenta de que los niños chinos usan pañales. Los visten con unos pantalones partidos en dos y unidos sólo a la altura de la cintura, de forma que cuando el niño tiene alguna necesidad fisiológica, lo cogen por debajo de las rodillas con las piernas flexionadas como si estuviera sentado y así, en vilo, hace lo que tenga que hacer sobre el suelo. La Ciudad Prohibida es enorme,

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misteriosa y muy bonita. La componen diversas construcciones en las que vivían las concubinas, el emperador y la emperatriz, templos y otros salones. Nos sorprendió hasta el último día la escasez de turistas occidentales, incluso en los monumentos más representativos. Entre sus peculiaridades culinarias cabe destacar los pinchos de escorpiones vivos, estrellas de mar, caballitos de mar, pepinos de mar, serpientes y gusanos de seda. Sobre el uso de palillos:
no se deben mover ni apuntar con ellos a nadie y mucho menos tamborilear con ellos en el plato, porque eso lo hacen los mendigos.


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Especial Viajes| PekĂ­n

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A la izquierda, una instantánea de un chico chino en el Palacio de Verano. Arriba, el típico pijama de niño pequeño abierto por la parte de atrás. En la esquina derecha, los famosos pinchos de escorpiones y caballitos de mar. Esta es una ilustración de Tiananmen.

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Dos niños se asoman desde La Gran Muralla China

Especial Viajes| Pekín

No es conveniente clavarlos en el arroz de forma vertical porque recuerdan a los cuencos de cenizas con incienso de los funerales y se interpretan como augurio de muerte. La tetera no debe apuntar a ningún comensal y no se debe levantar un trozo de pescado para coger la carne que haya debajo o el siguiente barco que se tome naufragará. Te intentan timar casi siempre y es obligatorio regatear. Para coger un taxi es mejor llevar escrito el nombre del destino y asegurarse de que ponen en marcha el taxímetro. Y

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otra de las costumbres que más nos chocó es la que ignora las filas. En Pekín, cualquier espacio vacío, por pequeño que sea, entre uno mismo y un mostrador es susceptible de ser ocupado, aunque para ello tengan que empujarte. Nadie se sienta en el suelo, salvo sobre papeles o plásticos, porque es una alfombra de mocos y restos de otras sustancias orgánicas que nadie quiere tocar. Por eso, está muy mal visto subir los pies a un asiento o a cualquier otra cosa susceptible de serlo. Pekín es una ciudad

misteriosa y caótica en la que conviven en extraña armonía construcciones enigmáticas, majestuosas y centenarias con colmenas de viviendas, callejones estrechos y malolientes, basura, millones de bicicletas, motocicletas y coches que pitan sin parar y un mar de gente que jamás abandona las calles. A pesar del choque cultural y de las costumbres tan diferentes que nos separan, a pesar de que se echa de menos ver el sol, Pekín enamora al visitante, lo atrapa. Es un destino inolvidable que no deja indiferente al visitante.


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Fotos: Carlos SentĂ­s

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Especial Viajes| Fez Viaje al corazón de Marruecos

Los colores de Fez Acostumbrados los ojos a tanto gris asfalto, acero, hormigón y cemento, escaparse a Fez supone concederle unas vacaciones a los sentidos a través de un baño de luz y color. Por María Cano Ocres La medina medieval, que data del siglo XII, envuelve al visitante con sus tonalidades amarillentas y sus laberínticas calles que esconden la universidad más antigua del mundo árabe, mezquitas, madrazas, puestos de comida, casas de baños y un sinfín de tiendas. Fez el Bali, antigua capital marroquí, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su particular arquitectura que hace casi

imposible al viajero recorrerla sin un buen plano y, aún así, todo el que se adentra en sus estrechas calles, en las que está prohibido el tráfico rodado, debe asumir que se perderá unas cuantas veces. Rojos En un rincón de la medina, varios edificios protegen una explanada cuajada de fosas de ladrillo circulares excavadas en la tierra y alicatadas donde los artesanos preparan, lavan,

curten y tiñen las pieles. Muchas de estas tinas excavadas, las más llamativas y numerosas, contienen agua mezclada con tintes rojizos. Durante horas, cientos de curtidores trabajan al aire libre con el agua hasta los muslos y un olor tan penetrante que a los turistas, que otean el espectáculo desde las altas terrazas de los edificios colindantes, les ofrecen ramitas de menta antes de asomar la nariz para protegérsela. “Quien tiene menta, no se lamenta”, explican los guías. Y es mejor hacerles caso. Marrones En las más de 9.400 calles de la medina se agrupan los artesanos por oficios: alfareros, sastres, caldereros, zapateros, forjadores, etc. Celosías, puertas labradas a mano, lámparas de forja y de piel y una gran variedad de utensilios y adornos en tonos (Continúa en la página XX)

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Especial Viajes| Fez

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Especial Viajes| Fez

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pardos y castaños contrastan con la luminosidad de los ocres potenciados por la privilegiada luz que recibe la ciudad. Azules y verdes El azul (color del Fez) y el verde (el del Islam) adornan cada estancia en mosaicos, cerámicas, telas y adornos. Incluso comparten una de las puertas de la muralla que rodea la ciudad, la denominada Bab Boujeloud, esmaltada en azul por un lado y en verde por el opuesto. La mezquita de Qaraouiyine, una de las joyas de Fez, del siglo IX alberga, además de sus 366 columnas, un patio de abluciones con cerámica azul. Para encontrar zonas verdes hay que desplazarse a los jardines de Bou Jeloud, que unen Fez el Bali con Fez el Jédid o “nueva medina”, o a la ciudad nueva, fundada por los franceses en 1920 y con numerosas zonas verdes. Naranjas, amarillos y fucsias Los zocos supvonen una amalgama de tonalidades y géneros (desde verduras, gallinas vivas, especias, ropa, y adornos hasta electrodomésticos). Babuchas, pañuelos, bolsos y lámparas de alegres tintes invitan al caminante a detenerse y comprar o a inundar los ojos de color antes de regresar.

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Especial Viajes| Los Roques

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El archipiélago de Los Roques, a 170 kilómetros a de opiniones. Nadie es insensible a su belleza. Su y bajíos de arena coralina entre mares con todas estético que el propio concepto de Arte envidiaría

Es difícil que en puedan coincidi mil personas, lo fica que a cada u cien hectáreas. P mayor parte de por supuesto, de coinciden en el viajero probable pasar una jornad

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HOMBRE NO PUEDE EXPROPIAR

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al norte de Caracas, tiene el privilegio de la unanimidad u cuarentena de islotes y centenares de cayos, lenguas las tonalidades del azul hacen de ese lugar un privilegio a. Por José Antonio Sentís

n Los Roques ir más de dos o que signiuna le tocan Pero, como la la población y, e los turistas, Gran Roque, el emente pueda da con la única

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Es difícil que en Los Roques puedan coincidir más de dos mil personas, lo que significa que a cada una le tocan cien hectáreas. Pero, como la mayor parte de la población y, por supuesto, de los turistas, coinciden en el Gran Roque, el viajero probablemente pueda pasar una jornada con la única vecindad de los pájaros, los peces, alguna lagartija y la compañía que mejor desee. Por eso se acerca a lo que entendemos como paraíso, capaz de rivalizar con los parajes más atractivos del planeta. En 1972, a las autoridades venezolanas les cupo la sensibilidad de declarar el archipiélago zona protegida. Ello convirtió a Los Roques en un lugar donde la naturaleza se conserva tan inmutable como la propia naturaleza permite. Y, si nada cambia en la actitud de los sucesivos Gobiernos, tampoco se alterará este parque temático de la belleza. En Los Roques se puede practicar el intenso deporte de tomar el sol, pero también la pesca, el buceo de superficie o en profundidad y la fotogafía de naturaleza, donde las aves son protagonistas.

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Especial Viajes| Los Roques

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la revista de El Imparcial nº18 De todos los espectáculos de Los Roques, el atardecer es un momento esencial, sobre todo si se observa desde el Faro de El Gran Roque, la mayor cota del archipiélago ¡con sus 130 metros de altura!

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Especial Viajes| Los Roques

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La playa de El Gran Roque, con su estética profundamente caribeña, bajo el sol del mediodía

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Especial Viajes| Los Roques

Pelícanos o alcatraces parecen, por cercanos, hasta insolentes, mientras las tortugas, las rayas o las barracudas se deslizan bajo las aguas de cristal. En Los Roques, el mar es la única autopista. Para los turistas, en

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catamarán. Para los privilgiados, en yate, y para los demás, en las lanchas capaces de sortear bajíos, pero también de recorrer las islas separadas hasta horas entre sí. Y si hay que elegir algunas de ellas, podrá hacerse entre el virgen Cayo de Agua, cuya

lengua de arena separa dos mares, hasta los salvajes islotes de manglares, reino de las aves y de los mosquitos. Por lo demás, en Los Roques se comerá bien. El hospedaje será en una posada con deliberado carácter rústico. No habrá


un momento en el que no se vea algo bonito y el descanso será agotador. Y, en cuanto precios, no será barato, pero tampoco el George V de París o el Savoy de Londres. Y, además, en esos sitios habrá mejor grifería, pero poquísimos pelícanos.

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Especial Viajes| Los Roques

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Las aves en los Roques forman parte esencial del paisaje. En esta página, el alcatraz o piquero de patas rojas, sobre la hembra de fragata. A su lado, la tortuga y a la derecha, la garza gris. En la página anterior, el pelícano, un charrán y un grupo de tiñosas sobre conchas de botutos, apreciado y prohibido molusco autóctono.

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Especial Viajes| Los Roques

La pesca, junto con el absoluto descanso bajo el sol, es la actividad preferida de los visitantes, y la primigenia industria de Los Roques. Por su causa llegaron los primeros inmigrantes y de ella viven ahora los pocos que no se dedican al turismo.

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Especial viajes I Los paisajes de la luz ciudades de dĂ­a, ciudades de noche

Los paisajes de la luz

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La civiliza ofrecĂ­an c entre los son ilumin


ación descubre en la noche la belleza que las ciudades sólo cuando las acariciaba el sol. Por eso, es un verdadero reto elegir paisajes urbanos más bonitos, cuando el día los ilumina o cuando nados en la noche. Las páginas siguientes son un ejemplo.

Nueva York

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Especial viajes| Los paisajes de la luz

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Foto: JosĂŠ Antonio SentĂ­s


Nueva York

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Especial viajes | Los paisajes de la luz

Hong Kong

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Río de Janeiro

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Foto: José Antonio Sentís


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RĂ­o de Janeiro

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Jerusalén

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Foto: José Antonio Sentís

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Atenas

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Fotos: JosĂŠ Anto


Sydney

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Foto: José Antonio Sentís

Amsterdam

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ParĂ­s

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ParĂ­s

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Shanghai

Especial viajes I Los paisajes de la luz



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pero es igual de mágica

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