Consejo Editorial
contenido
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Mercedes Chacín
Robert Serra
En El 23 se miden los sismos
Editor Jefe
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Asdrúbal Briceño
Son de la zona
El secuestro del gringo
Asesor Editorial
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La semilla de Guaicaipuro
Panorama ajedrezado
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Ambrosio Plaza Jonathan Mendoza
Apertura jurídica y religiosa
Rubén Wisotzki autocrítico
CORRECTOR
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Risotto de morcilla en el Rialto
¿Entretenimiento o ideología?
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“El diente roto” de Pedro Emilio Coll
Mancheta y demás
Jorge Rodríguez Gómez Freddy Ñáñez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla
Directora
Carlos Cova
DirecTORa de Arte
Edarlys Rodríguez
COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA
Reinaldo González
Redacción
Rocío Cazal Mabe Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida
Diseñadora
Zonia García
Ilustrador
Alfredo Rajoy
Fotógrafos
Rodolfo Castillo
LOGÍSTICA
Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero
— perfil
— MÚSICA
— MIRADAS
— sexodiversidad
— GASTRONOMÍA
Colaboran en esta edición
Clodovaldo Hernández, Andrés Eloy Hernández, Naile Manjarres, Jessica Mena, Nathali Gómez, Nathalie Sayago, Gabriel Sarabia y Nataly Sanoja. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de Portada: Luis Franco
Impresión
Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Papirus Impresores 2004, C.A. epale.ciudadccs@gmail.com/@epaleccs Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-3686750 Depósito Legal: pp201202dc4166 Una publicación de la
— cUENTO
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— crucicompacto
— CIUDAD
— MITOS
— MINICRÓNICAS
— entrevista
— Critica y media
— menjurje
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— cuentos del arañero
Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas "c", piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales
Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.
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PERFIL
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el dramático adiós de un líder de la generación de oro Plenamente consciente de que era su despedida, el comandante Hugo Chávez dijo: “hoy tenemos patria”. Robert Serra, sin saber que ese era su adiós, expresó que “nuestra prioridad no es un cargo, sino hacer irreversible la Revolución”. Con esa frase cesó la metralla de un joven que brilló con luz propia, como parte de la camada de líderes que parió el pueblo en 2007 POR Clodovaldo Hernández ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY
En la política, como en el deporte, la Revolución Bolivariana ha sembrado y comenzado a cosechar su generación de oro. Robert Serra era un destacado miembro de esa camada de dirigentes de alta competencia, un integrante por derecho propio de la élite de los atletas de una de las disciplinas más antiguas de la humanidad: la lucha por el poder. Velocista del verbo y de la argumentación jurídica, este muchacho nacido en Maracaibo y criado en Caracas se hizo estrella en el complejo escenario de la política tal como lo hacen las grandes figuras del deporte: en forma meteórica, en un abrir y cerrar de ojos. Al momento de morir, vilmente asesinado, el pasado 1° de octubre, pocos dudaban de que era una de las “esperanzas olímpicas” del Partido Socialista Unido de Venezuela y un ídolo de las masas revolucionarias. Es difícil encontrar una mayor contradicción entre una manera de vivir y una forma de morir. Serra era joven, alegre, vivaz, transparente, preocupado por el prójimo. Su final —infortunio en el que lo acompañó su asistente, María Herrera— fue triste, siniestro, oscuro, despiadado. El diputado y periodista Earle Herrera, quien era su vecino de curul, lo dijo así: “Robert Serra era vitalidad y alegría, lo más alejado de la ‘no vida’ que es la muerte”. Para colmo de ironías, Serra había tomado el camino académico de la ciencia criminalística y terminó siendo una de las víctimas en un
doble homicidio que, de seguro, será analizado en el futuro por los especialistas en ese campo, debido a la saña de los asesinos y a las implicaciones políticas del hecho. La breve historia de Serra, quien apenas tenía 27 años, es una nueva alegoría del proceso político que hemos vivido en las últimas décadas. Se repite la trama: la oposición inventa unas figuras mediáticas e intenta victimizarlas, todo ello mediante técnicas de mercadeo y publicidad. El pueblo responde pariendo líderes auténticos y, desdichadamente, a veces le toca verlos partir como genuinos mártires. En 2007, una oposición en ruinas (venía de una aplastante derrota en las presidenciales de diciembre de 2006) intentó recomponerse lanzando a las calles a unos jóvenes que supuestamente encarnaban los anhelos y expectativas de las nuevas generaciones. Los chicos fueron patrocinados intensivamente por el formidable aparato mediático de la derecha local y mundial. Un perspicaz político de la misma oposición los llamó la “generación Yoka”, porque se parecían al yogur: fermentaron y crecieron en pocos días, pero unas semanas más tarde “ya se habían puesto piches”. En contrapartida, el pueblo bolivariano vio nacer y consolidarse en esos mismos días a una camada de muchachas y muchachos salidos de sus propias entrañas y dotados de grandes atributos como líderes, que les han permitido ser algo más que flor de un día. Serra fue uno de los más destacados de ese grupo que hizo vibrar a la Asamblea Nacional la misma tarde que la derecha había montado uno de sus típicos reality shows. Locuaz, irrefrenable, pico de
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plata, Serra se metió en el corazón de los chavistas (comenzando por el propio comandante Chávez, quien lo comparó con una metralleta por su forma de disparar ideas) y, como suele suceder, comenzó a ganarse las antipatías (luego transformadas en el peor de los odios) de quienes juran que todos los jóvenes estudiosos, inteligentes y serios del país son contrarrevolucionarios y quieren “irse demasiado”.
María Hogdalis Herrera Sequera, asistente parlamentaria de Robert Serra, era licenciada en Educación.
Serra, para más rabia de los disociados, les latía en la cueva, pues su alma mater era la Universidad Católica Andrés Bello, es decir, el laboratorio mismo de la “generación Yoka”, obra y gracia del sacerdote jesuita Luis Ugalde, el mismo que bendijo las andanzas golpistas de Pedro Carmona y Carlos Ortega en 2002. Allí, en la UCAB, este muchacho fue objeto de la intolerancia sifrina. Los mismos que decían estar luchando por la libertad de expresión y de pensamiento no le perdonaban que fuera revolucionario y se lo hacían sentir constantemente mediante el manido recurso del cacerolazo. ¿Qué era eso para Robert? Un estímulo para argumentar más alto, más fuerte, más rápido, como buen atleta de la dialéctica. Se fajó en todos los foros y programas de opinión, y pronto los curul, era el luchador abatido por algo superior. Ángel caído, como asesores de imagen de los líderes prefabricados les recomendaron azotado por una súbita orfandad planetaria. Su mentor político, su padre, su guía, su líder… ya no estaba, físicamente… Robert tomó no casar peleas con semejante gallito. sus libros, sus carpetas y se marchó en silencio por ahí, como busSolo unos pocos de los niños-bien metidos a políticos lograron cando el camino de su Comandante, que no es otro que el camino que los viejos dirigentes de los partidos opositores les dieran algu- del pueblo, al que se entregó en pensamiento, palabras y obras”. nos cargos, candidaturas y responsabilidades. Otros aprovecharon sus 15 minutos de fama para resolverse la vida en un plano estric- En este triste octubre, la metralla de Robert ha cesado. Ya no oitamente individual. En cambio, Serra y los demás líderes juveniles remos nuevos discursos suyos en alta velocidad. La fatalidad se lo revolucionarios han recibido excelentes oportunidades y la mayo- ha llevado también, como al Comandante; como a su maestro en ría de ellos ha respondido con creces, afianzando profundamente el campo del Derecho, Carlos Escarrá; como a Lina Ron y otros sus raíces en el tejido social. Varios de los jóvenes que dieron la líderes del barrio. cara en 2007 en el acre debate sobre el cese de la concesión a la televisora RCTV han ocupado cargos de relevancia en el Poder Tal vez sea una coincidencia forzada, de esas que nos empeñamos Ejecutivo. Serra, por su lado, se concentró en la esfera legislativa. en encontrar cuando alguien querido muere, pero el jovencito Electo en 2010 a la edad de 23 años, llegó a ser una de las princi- Serra, igual que el comandante Chávez, nos dejó una última propales figuras del PSUV en la actual legislatura. Cada vez que había clama. Así como el máximo líder bolivariano se despidió el 8 de un debate sobre un tema polémico y candente, el chamo Robert diciembre de 2012 con aquel “hoy tenemos patria”, este muchacho, prendía su metralleta de ideas y defendía la posición de la fracción en la plenitud de su vida y de su salud ,soltó una frase que ahora revolucionaria con una fluidez que causaba la admiración de mu- se ha hecho postrera y que es toda una lección de vida: “Nuestra prioridad no es un cargo, sino hacer irreversible la Revolución”. chos y la envidia de unos cuantos. Hasta hace unos días, la metralla de su verbo solo se había aplacado el 5 de marzo de 2013, cuando la noticia de la muerte del comandante Chávez cayó como un misil en medio del hemiciclo. Nuevamente es su vecino y “profe”, Earle Herrera, quien lo recuerda con sentida poesía: “Esa tarde, el guerrero Robert Serra estalló en llanto como un niño. Rodeado de todos sus camaradas diputados, parecía solo y desamparado en el planeta. O no lo parecía, en ese momento lo estaba. El joven diputado, derrumbado en su Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
El domingo 5 de octubre, con el país aún conmocionado por la muerte de Serra y de Herrera, mientras los zamuros de la canalla mediática y las redes sociales intentaban hacer un festín con su cadáver, el corredor de fondo Marvin Blanco ganó la carrera de 10 kilómetros Caracas Rock. Al acercarse a la meta, este atleta del 23 de Enero enarboló una foto del diputado. Fue un hermoso gesto: la generación de oro del deporte rindiéndole honor a la generación de oro de la política.
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CIUDAD
en el 23 se miden los sismos en un recorrido por sus instalaciones se puede obtener información sobre los movimientos telúricos, al tiempo que en su seno se alberga una estación sismológica que mide el movimiento de las placas tectónicas POR mabe chacín FOTOGRAFÍAs jonathan mendoza
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Lo primero que nos dicen al entrar al museo es que nuestro país tiene satélites, uno de ellos llamado Miranda (VRSS-1), el primer satélite de observación remota de Venezuela. Que ya el país no tiene que pagar por este servicio y que, más bien, nos pagan por prestarlo. Que ahora podremos obtener fácilmente datos para crear mapas cartográficos, evaluar suelos agrícolas y obtener información sismológica para prevenir desastres. El satélite también sirve para pillar cualquier anomalía ilegal que tenga que ver con minería o fábrica de drogas. Mosca. La Estación Sismológica Satelital de Caracas trasmite sus datos a Funvisis Una vez aclaradas las bondades de los satélites, el orientador Carlos Vivas nos invita terremoto ocurrido justo cuando la ciudad a pasar a la segunda —de las nueve— sala. cumplía 400 años y que, además, causó gran daño a las modernas edificaciones de Una de las características más interesantes del Caracas y dejó miles de heridos y cientos Museo Sismológico de Caracas es que en él, de fallecidos; y el último terremoto de gran de hecho, existe una estación sismológica que magnitud, el de 1997, que afectó gran parte percibe cualquier movimiento de las placas del pueblo de Cariaco, en el estado Sucre. tectónicas: la Estación Sismológica Satelital de Caracas, una de las 36 distribuidas a lo largo de Pasada la “estación histórica” se encuentra todo el territorio nacional. La señal que el sis- la “sala de los tsunamis”, que aún se encuenmómetro del museo capta es vista en la sede de tra en construcción; y después, en un pasiFunvisis, ubicada en El Llanito. “El simómetro llo de transición hacia el simulador sísmico, es tan sensible que si pegamos un brinco, nos un poema titulado “Terremoto”, de Rubén pueden llamar desde El Llanito”, sostiene Vivas. Darío, adorna la pared. *
*
Se apagan las luces y una voz en off, gruesa, como de narrador de documentales en National Geographic, empieza: “Las placas tectónicas llevan moviéndose millones de años y le han dado forma a la superficie de nuestro planeta…”. En esa misma sala nos explican cómo se mide un terremoto: si es por la famosa escala de Richter o la de Mercalli. La primera se basa en el registro sismográfico y la segunda mide el daño causado por el temblor en las estructuras y la sensación percibida por la gente. “Aquí también pueden observar, de una manera cronológica y resumida, algunos de los terremotos ocurridos en Venezuela desde la época precolombina”, continuó Vivas. Hay noticias de los terremotos en Venezuela desde 1541, pero los más recordados son tres: el de 1812, tras el que Bolívar pronunció la valiosa frase: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”; el de 1967, por ser un
Un cuarto de cuatro paredes que escenifica el interior de una casa venezolana: casitas de arcilla guindadas en la pared, un altar con una virgen, una velita prendida y cuadros de paisajes que no se sabe dónde son. Allí dentro, como si fuera el piso de la casa, hay una especie de plataforma con barandas para sujetarse, que se mueve solo horizontalmente para simular un sismo de 5,9 en la escala de Richter. Al mismo tiempo en que sucede todo eso, un televisor de pantalla plana muestra escenas de una ciudad que se va destruyendo poco a poco. Aunque suene apocalíptico, es la estación que más divierte a los —niños— visitantes.
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La antepenúltima estación del recorrido alberga un montón de aparatos viejos: amplificadores de señales, radios, computadoras, osciloscopios y el gran sismógrafo Wiechert de 1955, que pesa 20 toneladas. Cristóbal Grimán es el coordinador encargado desde Caracas, 19 de octubre de 2014.
Instrumento para medir la magnitud sísmica
el momento de su inauguración en 2007: “El museo está hoy en lo que fue, desde 1955, el Instituto Tecnológico de Mareas Terrestres, perteneciente al Observatorio Cajigal, que existe desde finales del siglo XIX. El museo está aquí porque fue donde nació la sismología en Venezuela (...) porque no es fácil mover un sismógrafo de 20 toneladas”, completa Vivas. A pesar de que no es de muy fácil acceso —se encuentra en una zona del 23 de Enero poco frecuentada por personas ajenas a la parroquia— ha recibido más de 100.000
07 Es el único museo sismológico que existe en el país, a pesar de que Venezuela es un territorio altamente sísmico y Caracas una de las ciudades con más riesgo sísmico —
Antiguo sismógrafo de 20 toneladas, en desuso
El orientador proporciona información vital
personas en sus siete años de vida. Es el único museo sismológico que existe en el país, a pesar de que Venezuela es un territorio altamente sísmico y Caracas una de las ciudades con más riesgo sísmico.
“La tierra tiembla”
Después de ver videos de la tragedia del tsunami de Indonesia (casas destruidas, niños ahogándose, madres llorando) y de oír estadísticas de fallecidos y predicciones de los próximos terremotos, pasamos a la sala
de pruebas del sismómetro con registrador digital, es decir, un aparato que percibe el movimiento y envía información a otro aparato que, a su vez, manda información a una pantalla. Mientras Vivas explica cómo funciona el sismómetro —que no es lo mismo que sismógrafo— empieza a sonar “Cuando pase el temblor”, de la banda argentina Soda Stereo; seguida de “Tiembla”, de la agrupación caraqueña Desorden Público. La idea de esta estación es que los visitantes, en su mayoría niños, bailen al ritmo de esas dos canciones a Caracas, 19 de octubre de 2014.
ver si el sismómetro capta los movimientos y los refleja en la pantalla. Finalmente, el recorrido concluye en un “aula sísmica” donde se hace un simulacro y se ejemplifica qué hacer y qué no hacer durante un sismo. Los visitantes salen del museo simulando una evacuación. Durante todo el paseo Vivas se encarga de repetir que en Venezuela existen seis fallas, que somos un país sísmico y que no existe el término “antisísmico” sino sismorresistente. Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
MÚSICA
FOTO nathalie sayago
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son de la zona crónicas musicales que suben y bajan casi resulta una redundancia mencionar lo ecléctica que es la música venezolana, no así cuando se habla de lo diverso que pueden llegar a ser las manifestaciones musicales dentro de los barrios caraqueños. son de la zona es un espacio televisivo que se adentra en la arena movediza de la microhistoria cultural caraqueña para desentrañar su arqueología mínima POR mabe chacín
¿Quién sabía que en Petare, además de la salsa y la “changa tuki”, también se oye por montones la champeta de las costas colombianas? ¿Quién sabía que en San Antonio de los Altos, estado Miranda, el movimiento heavymetalero tiene gran furor? ¿Sabrán los fanáticos caraqueños del joropo central Edición Número Ciento. Año 03. ÉPALE CCS
que en El Cementerio, en la parroquia Santa Rosalía, se hacen “bailes” todos los domingos desde hace más de 50 años? ¿Qué dirán los valle-cocheros del electrocaribe que se oye en lo más alto de El 70? Las respuestas se encuentran todos los lunes a las ocho de la noche por Ávila TV. Caracas, 19 de octubre de 2014.
Gracias a una coproducción entre el canal 47 y Calalú Estudio Creativo nació el programa televisivo Son de la Zona, que tiene como meta mostrar “las particularidades musicales de ciertas parroquias de Caracas”, cuenta William Guzmán, ancla del programa, mejor conocido como Magú:
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La realización de cada capítulo tiene un amplio trabajo de preproducción en el que se investiga y se materializa el concepto de acuerdo al género musical a estudiar. Para eso hay que meterse barrio adentro y conocer una realidad inexplorada a la que se le debe dar color y forma en formato audiovisual. Para eso, tras cámaras, están Noel Cisneros, Gabriela Serrano, Jainuris Márquez y Eduardo García entre las bases del proyecto, sin mencionar camarógrafos, asistentes y la faceta de postproducción. Fácil no es, empezando por el hecho de que es imposible desligar la música del contexto social. En el programa piloto se buscó un personaje llamado Niño Rasta, músico de champeta que, además, juega futbolito, pita los partidos, hace sancochos y organiza conciertos. En cada parroquia se busca un personaje que sirve de faro: en el capítulo de Valle-Coche —que aún no ha sido transmitido— uno de los personajes que sirve de guía es Cristian DJ Lunatiko, emblema de El 70. La primera temporada de Son de la Zona está compuesta por nueve capítulos que muestran la diversidad cultural que existe en Venezuela: la champeta de Petare; el heavy metal de San Antonio; el tuyero de El Cementerio; el electrocaribe de El Valle; el son y los tambores afrovenezolanos de San Agustín y la salsa de El 23. Los próximos territorios a explorar serán Yaracuy, Lara y Aragua.
“A nosotros nos gusta la fiesta. Poniendo un ejemplo: en Italia en una fiesta lo importante es la comida, puede que no haya música, pero comida no falta. Aquí ocurre lo contrario: puede que no haya la comida, pero tiene que haber música sonando todo el tiempo. Siempre hay alguien sacándole un ritmo bai-
...siendo la música la columna vertebral que le da vida al estilo televisivo, se tocan muchos otros temas concernientes al entorno: sociales, deportivos, políticos —
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lable a cualquier instrumento improvisado. Eso nos da mucha tela para cortar, sin mencionar que hemos tenido la suerte de que durante las grabaciones en Caracas han sucedido cosas improvistas que nutren el programa. En el recorrido se consiguen muchos personajes que enriquecen la historia”.
FOTO jonathan mendoza
especie de “vagamundo”, gitano y mestizo musical que, además, es guitarrista de dos importantes bandas de la movida callejera en Caracas: Circo Vulkano y Desorden Público. “Es una propuesta que a muchos nos ha hecho ver la cara hermosa de los barrios. Uno va descubriendo una cantidad de cosas maravillosas, de gente que se siente orgullosa de su parroquia. Muchas veces los que viven fuera del barrio desconocen completamente lo que allí sucede y lo satanizan, pero yo creo que son más las cosas positivas”, argumento que ha podido forjar Magú a lo largo de la grabación de seis capítulos en los que Caracas ha sido el escenario protagonista. Aunque la música es la columna vertebral que da vida al estilo televisivo, se tocan muchos otros temas concernientes al entorno: sociales, deportivos, políticos.
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MITOS
el secuestro del gringo POR REINALDO GONZáLEz D. ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
9 de octubre de 1964, desde algún lugar de Caracas: “Les informamos en nombre de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela (FALN) que hemos capturado al teniente coronel Michael Smolen, del Ejército estadounidense. Si el gobierno títere de Vietnam del Sur asesina a Nguyen Van Troi, Smolen será fusilado en el acto”. Con estas palabras, la Unidad Táctica de Combate Iván Barreto Miliani, perteneciente a las FALN, informó a la agencia Associated Press, vía telefónica, sobre la recién ejecutada operación Van Troi y detuvo el inminente fusilamiento de Nguyen Van Troi, quien había sido capturado el 9 de mayo de 1964 mientras minaba, junto a otros dos hombres, el puente sobre el río Saigón por donde pasarían el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Mc Namara, y el embajador de ese país en Vietnam, Henry Cabot Lodge. Fue uno de los tantos episodios de la llamada Guerra Fría, durante la cual Estados Unidos intervino directa o indirectamente en numerosos países para “llevar la paz y la democracia”, incluido Vietnam. La invasión al país asiático intentaba frenar la resistencia del Frente Nacional por la Liberación de Vietnam, o Vietcong, que a la postre, con Ho Chi Minh a la cabeza, derrotaría al imperio de entonces y de hoy.
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Aquel 9 de octubre, 50 años atrás, David Salazar y Caliche (Carlos Rey) salieron temprano en búsqueda de un carro para ejecutar la operación. En el sector Los Mangos de La Florida forzaron la cerradura de un sedán verdiblanco marca Chevrolet del año 58, que no les tomó mucho tiempo encender. Rápidamente recogieron a los otros dos miembros del grupo: Carlos Argenis Ruiz Martínez y el Gocho (Noel Quintero). En cuestión de minutos estaban a las afueras de la quinta Blanca, en la avenida Suapure de Colinas de Bello Monte, donde residía Smolen. El teniente coronel Michael Smolen era uno de los tantos gringos que, bajo diversas fachadas, hacían —y hacen— trabajo de inteligencia en el mundo, aunque en la Venezuela de Raúl Leoni no era necesaria mucha discreción: ejercía el cargo de segundo jefe de la Misión Aérea Norteamericana. Su actuación como piloto de combate en Inglaterra, Francia, Bélgica y Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, le valió la Medalla de la Victoria y la Medalla del Aire. En octubre de 1964 tenía 45 años y 4 hijos.
logró huir, pero Smolen fue sometido y llevado al lugar de retención previsto: el apartamento del artista plástico Ángel Luque, en Sabana Grande. La operación fue planificada y dirigida por el Comandante Plutarco (Luis Fernando Vera Betancourt). Tras difundirse la noticia, fue abortada la ejecución de Van Troi por órdenes de Estados Unidos. El gobierno venezolano constituyó un comando integrado por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA), la Dirección General de Policía (Digepol) y la Policía Técnica Judicial (PTJ). Ante el ofrecimiento de una alta recompensa, no faltaron las pistas falsas, pero finalmente los órganos represivos obtuvieron datos clave mediante una ola de allanamientos y tortura. El fuerte asedio alrededor de los guerrilleros desembocó en la liberación de Smolen el 12 de octubre.
La suspensión del fusilamiento de Van Troi duró lo mismo que el secuestro del gringo. El día 13 fueron detenidos algunos miembros de las FALN y, dos días después, el vietnamita, de 17 años de edad, fue fusilado. Antes de morir gritó: “¡Viva Vietnam! ¡Larga vida a Aproximadamente a las ocho de la mañana, Ho Chi Minh!”. Smolen salió al encuentro de su superior, Henry Lee, para ir a sus oficinas en Conejo Estos hechos inspiraron la cinta Crónica de Blanco, Fuerte Tiuna, cuando fueron inter- un subversivo latinoamericano (1975), diriceptados por el comando guerrillero. Lee gida por Mauricio Wallerstein.
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MIRADAS
La semilla del Mercado Guaicaipuro inaugurado en 1953 y declarado bien de interés cultural en 2009, el mercado guaicaipuro, cuya estructura no tiene nada que ver con el legendario cacique, trasciende su funcionalidad como centro de acopio: un microcosmos donde la camaradería es moneda común POR Nathali Gómez FOTOGRAFÍAS nathalie sayago
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La fachada principal del Mercado Guaicaipuro, ubicado en la parroquia El Recreo, en Caracas, pareciera tener un trío de ojos semicerrados que observan a quien entra. El frente de este mercado municipal, inaugurado en 1953, tiene una estructura de tres semiarcos unidos que guarda más parecido con el Salón de la Justicia, sede de los personajes de TV llamados Superamigos, que con el cacique Guaicaipuro, un guerrero real por el que corría sangre libertaria.
dores y caleteros. Nadie se tropieza ni impide la danza del otro. En las primeras visitas los ojos no saben dónde posarse y los pies son torpes. A la izquierda de la entrada, en esta réplica animada del Jardín de las Delicias, una fila de personas dispuestas de cualquier forma atacan a dentelladas a sus empanadas, con el ardor que da el hambre y con el placer anestésico que proporcionan las frituras. Una seguidilla de licuadoras lanzan su rugido monótono mientras que un arcoíris de frutas naturales, atrapadas en sus envases de vidrio, se estremecen ruidosamente y dan pataletas para escaparse de la tortura de las cuchillas. Y lo logran. Al final salen transformadas en jugos que, con un salto acrobático, llegan a los vasos que sostienen manos ansiosas.
Tal vez esa inspiración se deba a que el mercado se inauguró en tiempos de dictadura, cuando los “superamigos gringos” se llevaban la gran parte de las ganancias petroleras de Venezuela. Por eso, en un acto desesperado de reivindicación póstuma al cacique caribe, hay que decir que ese trío de cúpulas son las Tres Potencias: Guaicaipuro, María En el centro de este nivel, las verduras y leLionza y Negro Primero. gumbres están enrejadas. A través de las Quienes trabajan dentro de Guaicaipuro sa- rendijas salen brazos de cebollín y frondosas ben que la zona superior se denomina Mer- cabelleras de apio españa, como pidiendo cado Periférico, mientras que la inferior es co- su libertad. El dependiente va pesando cada nocida como el Mercado Libre. Hay unos 900 uno de los paquetes. Da igual si son papas, puestos y dos bancos. Además, un estaciona- ñames, remolachas o pimentones; todos salmiento en la parte frontal y una salida, bas- tan del encierro a la bolsa de plástico. tante tenebrosa y descuidada, por un lateral. En frente del presidio vegetal hay un graneEn el Periférico hay una coreografía de pasos ro. El orden es exagerado, cuando hay que bien ensayados entre vendedores, compra- tratar con tantas pepitas, polvos y hojuelas. El puesto de jugos es uno de los más visitados Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
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13 Todo está identificado en este lugar donde predomina el color ocre, que simboliza el origen de todo lo que se mueve por este mercado: la semilla. En el resto de los locales hay un desorden bien distribuido. Los quesos frescos se apretujan con trozos de carne de res, con la nostalgia de un pasado común o como una última ironía. Más allá surge la confusión de nacionalidades: aceite de oliva español, aceitunas peruanas, pasta italiana, mermelada francesa, envases de plástico chinos. Un paraíso de la importación, para bien o para mal. El nivel inferior de este Bien de Interés Cultural desde 2009 guarda el tesoro del mercado, que no es fácil de conseguir. Tras caminar por pasillos custodiados por maniquíes sin cabeza, pero muy bien ataviados, y de telas con colores calurosos como una tarde en el Caribe, está el corazón de Guaicaipuro. Filas de calabacines de un verde claro mejor que la esperanza, berenjenas que cada noche pule un duendecillo y lechugas que desafían al tiempo deslumbran al caminante que, con las pupilas dilatadas, piensa que solo tocándolas sabrá si son reales. Aunque los vendedores conocen el tesoro que tienen en sus cajones, lo comparten. Hablan con amabilidad sobre las propiedades de los alimentos, sonríen como cambures maduros y están dispuestos a dar la ñapa, sin siquiera habérsela pedido. Al tomar los vegetales, pareciera que aún estuvieran abrazados a la mata. Cuesta creer que fueron separados de un suelo fundido de lluvia, sequía, montaña y sudor. La frescura lentamente contagia al espíritu que se siente hermanado a la tierra y a la semilla. Lejos queda la dictadura y sus “superamigos”, cerca está Guaicaipuro, el cacique.
verdes y maduras
Jesús Montilla mira el techo del mercado libre y recuerda que cuando llegó, en 1953, no había techo. Empezó a trabajar en Guaicaipuro casi a los 20 años. Ahora tiene 80. Cuenta, detrás del mostrador de su pequeño local, en uno de los pasillos, que en aquel entonces había pocos vendedores y muchos compradores. Caracas, 19 de octubre de 2014.
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14 “El sol sale para todos. Todos tenemos derecho a comer y beber”, dice esta merideña de 68 años, criada en el 23 de Enero, al hablar sobre la ñapa, esa costumbre en extinción. “Si alguien viene con 20 bolívares, le doy su ajo, y de ñapita su cebolla y su ají dulce”. El Los recuerdos llegan a este pasillo donde ya ejemplo inmediatamente se hace real: una tiene 50 años. Un viejo amigo lo saluda, jue- mano le extiende un billete de 20 y le pide ga con el gato dormido sobre el mostrador y unos ajos. Ella sonríe. bromean como si aún no hubiera techo y el Gregorio Mendoza tiene marcado el filo de kilo de caraotas costara dos bolívares. los cuchillos que prueba en la yema de su pulAna Sánchez puede calcular el peso sin uti- gar. “Cuando se tranca, está bien; cuando pasa lizar balanza, recomendar los ingredientes liso, le falta”, dice luego de pasar el metal del para un buen guiso y sonreír, mientras, sin punzón por la piedra de amolar para después mucho ruido, le da la ñapa a quienes se deslizarlo por su dedo. Ante la cara arrugada de cualquiera que lo ve, aclara: “No me duele”. acercan a comprar ajos. Desde que comenzó allí, vende víveres. Al preguntarle sobre la variación de los precios, a lo largo de los años, dice que hace mucho cinco paquetes de aliño costaban un bolívar.
Desde 1978 está en los puestos 550 y 551. Cuando llegó, la zona estaba parcialmente techada y el trabajo podía comenzar desde las 4:30 de la mañana. En aquel tiempo, a esa hora, ya había gente comprando. Ahora llega a las 6, cuando ya ha despuntado el día.
Cuando termina de afilar, se levanta de su cajón de trabajo, suena el silbato y grita: “¡Eeel amoladorrr!”. El trueque de un ramo de flores por uno de espinacas existe en Guaicaipuro. Para Wilmer Díaz, dueño de una floristería, es común hacerlo con los vendedores de hortalizas, aunque algunos se nieguen y “les tenga que pagar por su mercancía”.
En su local tiene una variedad de unos 20 tipos de plantas, entre crisantemos, girasoOtro de sus métodos para saber si el metal les, pompones, gladiolas, rosas, margaritas está bien afilado es ver su trayectoria al cor- y yerberas, por mencionar algunas. tar una hoja de papel periódico. Un método De sus 43 años, ha pasado 30 en Guaicaique sin duda causa menos impresión. puro. Desde pequeño venía a ayudar a su Los sábados son los únicos días que va a padre con las flores, como ahora lo hace Guaicaipuro. En una jornada puede amolar su hijo.
Por 20 bolos de ajo dan una cebolla y un ajicito dulce de ñapa
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de 30 a 40 cuchillos, relata este cabimero de 52 años, que es ansiosamente esperado por quienes necesitan que sus instrumentos de trabajo corten a la perfección.
Caracas, 19 de octubre de 2014.
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Desde el oasis floral de Wilmer Díaz se truecan sus productos por hortalizas
Considera que, con los años, ha disminuido la cantidad de compradores. Sin embargo, cuando llega diciembre y fechas como el Día de las Madres, de los Enamorados, de los Difuntos o de Santa Bárbara, las ventas se incrementan. “Aquí uno se relaja bastante”, dice mientras mira su pequeño oasis floral. Las hortalizas que tiene Emilia de Delgado en su puesto no conocen el frío de la nevera. “Lo que vendemos es del día”, dice con la zanahoria y el perejil de testigos. “La mercancía proviene de Mérida, lo que implica un largo recorrido y un flete elevado”, comenta. Cuando llegó, en 1996, se abría martes, jueves y sábado. Ahora solo se descansa los lunes.
‘¿No te quedó algo ahí?’ Y yo se las doy. No Un equipo de casi 40 trabajadores resguarda las instalaciones del mercado. las voy a echar al pipote”. Uno de ellos es Edgar Piñango, caraqueño nacido en la parroquia Catedral coqueterías El peinado “lamido de vaca” o el copete a y que vive en el 23 de Enero. Durante lo Elvis Presley tenían sus seguidores en la los pocos minutos de conversación, no Caracas de finales de los años 60. Gustavo deja de mirar a quienes entran y salen. Díaz, rodeado de productos de belleza y de Su mirada pareciera atravesar paredes y cuidado personal, explica que lo que más bajar escaleras. vendía en esa época era el aceite Glostora y la pomada para peinar, a base de cera de El ojo de una costurera es infalible para saber qué le queda bien a alguien. Carmen abejas, llamada Brylcreem. Martínez lo sabe, y lo comparte con las muDesde hace 45 años trabaja en la parte lla- jeres que buscan un vestido para una ocamada Estructura, en los puestos 47 y 48. sión especial. “Tengo toda mi vida aquí”, dice entre cremas para peinar, protectores solares y cepi- “Tengo un espíritu joven”, dice mientras rellos de dientes que “encuentras más baratos corre con la mirada los modelos de tul con pedrería, lentejuelas, canutillo y torchón que en cualquier lugar”. que parecieran volar sobre su cabeza. Los momentos importantes del país también han pasado por su mostrador. El 12 de Desde los 14 años aprendió a coser, lo que abril de 2002, una vez cerrado su negocio, le concede la autoridad suficiente para asese fue a Miraflores a esperar a Chávez, con sorar a las compradoras. “Me gusta que la gente se vea bien”. una compañera de un negocio cercano.
Ha visto crecer a personas que llegaron en las barrigas de sus mamás, ha dejado de ver a otras que no han vuelto y ha recibido la visita de algunas que, aunque no le compren nada, van a saludarla. “Aquí me siento tranquila. Trabajo con mi familia”. En dos oportunidades ha dejado la santamaría abajo porque no tiene algunos productos para La frescura que defiende Emilia no solo es el aseo personal. Sin embargo, dice que aunpara quien paga. Cuando le quedan hortali- que en el mercado haya habido tiempos buezas de un día para otro, las regala. “A eso de nos y malos, “no le compro mercancía a interlas 3:00 de la tarde llegan y me preguntan: mediarios para vendérsela más cara al pueblo”. Caracas, 19 de octubre de 2014.
Dice que los costos de la ropa que trae de Estados Unidos se han incrementado de una manera importante. Mientras habla una mujer se acerca, contempla los vestidos largos en los maniquíes, pone a volar su imaginación y pasa a medirse uno. Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
AUTOR: GABRIEL SARABIA CORREO: GABRIEL.SARABIA@HOTMAIL.COM
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minicrónicas
panorama ajedrezado FOTOGRAFÍA NATHALIE SAYAGO
La batalla de Waterloo
Hoy voy a dirigir la batalla de Waterloo sin perderla. Me tomaré antes un batido de mi fruta de temporada, clave uno; repasaré a Stefan Zweig, clave dos. Mi radiecito de música dominical, clave tres. Iré a El Junquito, parrilla mixta con cochino, clave cuatro. Contemplo a Grouchy en su toma de indecisiones en medio de la batalla. La contraorden del emperador que Francia aún espera. Wellington envía emisarios sobre Europa decrépita. Napoleón “ganó” en Waterloo, el sistema ondea el nuevo timón. Contraorden en suspenso, contrainformación en bestia. Mi batido sabe mejor con la yuca de la parrilla. Reviso la batalla, despliego mis tropas, recompongo todo. Bajo a El Calvario, distribuyo mi logística emergente, mi parrilla, la salsa. Mi música. Grouchy aún no aparece a esta hora de la tarde. Dónde está Grouchy, tal vez subió a El Junquito, tal vez una parrilla, quién sabe. Napoleón está de añicos y zaperoco, maldito Grouchy. Donde se habrá metido. A lo mejor anda con su imperdible cualquiera, el maldito. Bruchy sale de la nada, Napoleón: ¡sálvese quien pueda! Mi batido se acaba, ambos jefes de batalla en espera. Los malditos refuerzos que no llegan. Ambos jefes esperando refuerzos. Habrase visto. En infinita espera diría Wellington. Hago bocetos con un lapiz B-7, reorganizo todo. Dibujo colinas, repaso el terreno. Me lleno de detalles. Las tropas, los flancos, las escaramuzas. Al final, el emperador ya, así, sin mayúscula, cae como una postal llena de cartas, todas de malas noticias. La derrota son todas las malas noticias juntas. Y ante una miserable posada cae un genio del mundo, sin saber quién le hurtó las dos torres del tablero. Sin tener ni siquiera la idea si aún tenía sus botas, sus pies de barro nuevo.
Alemania y Bruselas celebran a campanada limpia. El capital desaloja a los invitados de la víspera. Las guerras y sus finanzas han limpiado el mundo desde entonces.
magnates, con sus locas tentaciones, donde triunfan y claudican milongueras pretensiones, se te ha entrado muy adentro en tu pobre corazón.
En el boceto 14 medité y descubro el secreto, la libra británica pesó mil toneladas. Mientras la sed de la batalla reclamaba por lo menos un mísero raspao, me procuré uno de instantáneo. Aclaré mi mente de una incomprensible batalla, que aún dejó confusa la mente del corso crucificado sin cruz, abatido sin que nadie lo notara.
Zweig me había conducido a sus Momentos estelares de la humanidad, a una batalla de Waterloo que aún se libra incruenta en muchas partes. Había aprendido que no se puede escapar como miserable, el detalle nada despreciable, que jugaba a favor de los ingleses, eso que un sabio alemán llamó El Capital y que muchos emperadores consideran una quimera.
Al bajar las escaleras de El Calvario oí a lo lejos aquel tango que resonaba demasiaQuién me ha robado el mes de abril en junio. do, domingo en la tarde: la milonga, entre Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 19 de octubre de 2014.
POR Andrés Eloy Hernández
19 “cambia esa vaina”
Desde allí la gente empezaba el recorrido a la avenida Bolívar. Caracas ardía de rabia y celebraba en paralelo, como pasa desde hace 15 años, por “culpa ‘e chiave”, pero esta vez el chorro rojo de gente que salía por las puertas de los restaurantes y farmacias celebraba que RCTV se iba y TVES llegaba.
Alrededor de las nueve de la mañana me recibieron el pesebre, las autopistas sucias y el basurero de Las Mayas. Antes de que iniciara la recuperación de espacios por la Revolución, la mugre era una escena común para los caraqueños, pero a quienes veníamos por primera vez “del interior”, nos chocaba. Asquea la igual proporción de oportunidades y miserias de la capital.
Nacía la nueva Televisora Venezolana Social, con criterios de formación y entretenimiento humanistas. Un canal que daría un parao a la reproducción de esquemas y a la balurdez televisiva del 2 y el 4, los canales predilectos del pueblo sin cable.
27 de mayo de 2007. Son 12 horas rodando de Maracaibo hasta Caracas (diez si el chofer no se quiere y menos le importan los pasajeros). Fui por mamitis, para acompañar a mi madre en su “intensidad chavista”, como le decía mi nula conciencia política de entonces.
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El silicón y la pachanga reguetonera en la mañana no serían lo “impelable” de la parrilla. Somos tú y yo, Violetta o creaciones bajo la misma fórmula precaria que no falla, jamás se ofertarían para idiotizar a los chamos…
El culto absurdo al presidente de la televisora no estaba previsto, y tendríamos un 3 de octubre de 2014. “Mamá, cambia esa canal donde La guerra de los sexos y Siete vaina”. Llegamos. Comenzamos a descongelar- corazones (o “Siete lenguazos”, como debió nos y a estirar las piernas en la plaza Catia. llamarse) no existirían. POR Naile Manjarres
Caracas, 19 de octubre de 2014.
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SOBERANÍAS SEXUALES
fanatismos VS. leyes inclusivas POR Rummie Quintero ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
Si algo ha hecho el hostigamiento penal y policíaco hacia las “minorías sexuales” es amedrentarlas con vaguedades jurídicas y religiosas. Si bien la legislación penal venezolana no prohíbe ni penaliza la homosexualidad ni la transexualidad (tal vez, como señala Carlos Monsiváis, para evitar que al mencionarlas “se propague la existencia del vicio”), a la prohibición expresa la suplantan, con eficacia intimidatoria, los reglamentos que sancionan las “faltas a la moral y a las buenas costumbres” que, en su amplísima vaguedad y capricho interpretativo, autorizan todo tipo de abusos policíacos como extorsión, chantaje y vejación a quienes se descubren en negociación carnal con individuos de su propio sexo en sitios públicos. “Que lo sepa Dios, pero que no se enteren ni mi patrón ni mi madrecita santa”. La estrategia de la marginación social, junto a amenazas abiertas o veladas, promueven y vulneran a varias generaciones de personas sexo-género diversas, lo que es un contrasentido ante el desgaste de la moral tradicional, la reivindicación creciente de los derechos sexuales y los cambios legislativos que en el nuevo milenio reconocen formas de igualdad jurídica para la comunidad LGBTI. Los evangélicos han salido en contra del proyecto introducido por el reconocimiento y legalización del Matrimonio Civil Igualitario, que no es otra cosa que un derecho humano que debe ser consagrado según la CRBV y los tratados internacionales ratificados por Venezuela en materia de igualdad y no discriminación. Lo peor es que la mayoría de estos sectores han legitimado asesinatos, violaciones, pederastia, robos, conquistas, imperios y la dominación de las masas, de los y las más vulnerables, a través de temores infundados sobre la destrucción del mundo por parte de Dios a causa de los “pecados cometidos por el hombre”; y ni hablar de la pobre Eva, sobre todo el llamado “pecado original” que, según ellos, jamás será olvidado y mucho menos perdonado por ese “ser de amor” llamado Dios. Nos siguen engañando y manipulando, a pesar de que muchas de esas profecías nefastas no se han cumplido, como la de Hercólubus contra la Tierra y el fin del mundo en el año 2000. No obstante, no estamos en contra de las religiones sino del fanatismo religioso que promueven el odio y el escarnio público hacia personas sexo-género diversas. La translesbohomofobia mata y esa estela de muerte es palpable, evidencia casi siempre ignorada por los impartidores de justicia. Las autoridades tienden a clasificarlos como crímenes “pasionales” o “típicos de homosexuales y transexuales”, como si ello no ameritara justicia. En Venezuela, gracias al liderazgo de un hombre humanista, pensador, practicante y humilde como lo fue Hugo Chávez, contamos con seis leyes que reconocen el principio de no discriminación por sexo o género. El presidente Nicolás Maduro ha llamado a la reflexión para que se acabe la pobreza y la discriminación. Pero, si estos factores fundamentalistas siguen promoviendo el odio y el no reconocimiento de los derechos humanos de todas las personas, no podrá haber igualdad ni, muchos menos, paz. Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
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ENTREVISTA
EN MOVIMIENTO
Rubén Wisotzki, autocrítica y reconocimiento “El trabajo del escritor no es escribir un cuento o la novela más arrecha, no. Pon a la gente a escribir de pinga, para que puedas narrarle un cuento a tu mujer para hacerla más feliz esa noche, antes de hacerle el amor” POR gustavo mérida Fotografías jonathan mendoza
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Nos encontramos en un municipio caraqueño cuya característica principal, lamentablemente, es que aquí se hizo mucha guarimba mientras el alcalde tuiteaba que jode. Rubén me había informado que él es un usuario bastante frecuente de motos. Llegué unos diez minutos antes y ya estaba en el sitio acordado, lo que me obligó a limpiar delante de él, con un poco de pena, el polvo del asiento del parrillero usando un trapo asqueroso. Me disponía a ofrecerle disculpas cuando vi, con mis propios ojos, la forma aparatosa, por decir lo menos, con la que se subió a la moto. El hombre le echó la culpa a los años. Rodamos diez metros y se apagó. Imaginen el ruido del encendido mientras le digo lo primero que se me ocurre para distraerle, de modo que no cancele la entrevista. —Háblame de ese apellido
—Es ruso, de mi bisabuelo. Mi abuelo, polaco; mi padre, alemán. Yo también tengo nacionalidad alemana, pero nací en Buenos Aires, Argentina. Llegué en 1976, dos meses después de la implantación de la dictadura de Jorge Rafael Videla y vinimos a refugiarnos en esta tierra de gracia. —¿Eres poeta?
—No. Bueno, poetas somos todos. Ya lo había logrado. Siguió hablando. Rubén nombró a su amigo Farruco y su frase “creadores somos todos”. Habló de la simpatía de su padre —lamentablemente fallecido— y de él por este proceso y habló de otras cosas hasta que se volvió a apagar la moto, justo antes de cruzar para agarrar autopista, en Bello Campo. “Mejor te vas por la Libertador”, me sugiere el entrevistado. “En Aporrea.org salió un artículo hablando de los montos que maneja el sistema de orquestas y el presupuesto del Ministerio de Cultura”, le digo Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
con ánimo de distracción. “Tú eres una diabla, ¿no? Mejor me voy en Metro”. Pero la moto prendió. Con la grabadora en mano, se lanzó: “Yo creo en la transferencia del poder a la gente. ¿Utopía? Tal vez. Si son soñables, son vivibles. Creo que en este proceso (y por eso sigo enamorado de él) se habla de contraloría social. Creo que la crítica y la autocrítica están bien, pero hay que dosificarla con miligramos de reconocimiento”. Estamos en la avenida Libertador. Hablamos de lo que es una “respuesta guabinosa”. Le pregunté si votó por Titina y resulta que no ha votado; su cédula es de extranjero. —Orlando Araujo
—Orlando Araujo es uno de los puntos más altos no solo de la literatura venezolana, sino de la ciudadanía venezolana. A mí me molesta mucho que a los intelectuales, a los creadores que han dedicado su vida a vivir de la creación, se les quiera colocar en un estanco aparte. Yo creo que somos todos lo mismo, y Orlando Araujo era un gran ciudadano. Me gusta recordarlo así; nosotros necesitamos muchos Orlandos Araujo en esta vida.
cuentos venezolanos de autores diversos, entre ellos, Pedro Emilio Coll. “No te voy a hablar de Pedro Emilio Coll porque, primero, ¿sabes qué detesto?” —¿Qué?
—La crítica literaria. Uno termina criticando los tronos. Estoy cansado de los tronos, de las monarquías latinoamericanas calladitas, estoy cansado de que no logremos la transferencia del poder a la gente, pana. Es una obsesión para mí poder hacerlo. Pierre Bourdieu, el sociólogo francés, decía (déjame echármela con eso, porque si no la gente va a decir “coño, este montó a un bruto ahí que se las da de algo”) que el trabajo del intelectual, si de verdad debía ser considerado un intelectual y él a sí mismo se consideraba un intelectual, debía ser poder darle esa capacidad intelectual a la gente para que la desarrolle. Dime tú si no es hermoso eso: si el intelectual no existe para darle el poder de la intelectualidad a la gente, ¿para qué carajos existe?
Rubén es un buen conversador. Le interrumpo para decirle que, entre los carros, hay que tener cuidado y no sacar las rodillas. Hablamos de su familia, de la mamá de su hijo, que es “una escritora de éxito, a Esto es de Orlando Araujo, definiendo al diferencia de uno, que es un periodista de amor: “Es el salto de un niño sobre el pozo fracasos. ¿Sabes eso, no?”. que la lluvia le dejó en la calle con el sol adentro”. —Explícamelo —Tenemos malos sueldos, siempre ponemos lo que el entrevistado no quería que —¿El amor? —No, yo no llego a una definición como la se pusiera. Siempre, según el entrevistado, de Orlando, imposible. Como uno no puede agarramos lo peor que dijo, ¿entiendes? Y definirlo, le queda vivirlo y con la mayor de eso es lo que va a pasar con esta entrevista también. Yo ahorita estoy en ese rol, en la las intensidades. acera de enfrente. Cuando salga esto, voy a Le dije que se acabó la novela que Épale decir: “Qué bolas tiene este carajo de poner CCS publicó por entregas, como suele ha- esto cuando yo dije esto que era tan bricerlo: Piedra de mar, de Francisco Mas- llante y él no lo reflejó”, es decir, somos los siani. Que vamos a publicar, a partir de desclasados de la sociedad, no nos quiere este número, una interesante selección de nadie... pero nos necesitan todos. Caracas, 19 de octubre de 2014.
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...el trabajo del intelectual (...) debía ser poder darle esa capacidad intelectual a la gente para que la desarrolle. Dime tú si no es hermoso eso: si el intelectual no existe para darle el poder de la intelectualidad a la gente, ¿para qué carajos existe? —
Me pareció una buena frase... y por eso la puse. Sin duda dijo otras, pero por supuesto que no las voy a poner para darle toda la razón. Le conté una anécdota de un entrevistado que no le gustó algo que puse y estuvimos hablando un rato de eso, tanto que se acabó la avenida Libertador. Se acabaron la avenida y mi anécdota, porque el entrevistado, como debe ser, me interrumpió.
que le pasa a todos los entrevistados. Digo creer porque, obviamente, aquí, en frío, sabemos que no es así. ¿Cuándo sale esto?”, me pregunta. —El domingo que viene
—Bueno, el domingo que viene yo me voy a sentir más arrecho que tú, porque la foto va a ser mía, no tuya, tú lo único que vas a poner es la firma.
“Yo sé que tú vas a poner algo que yo dije, pero me va a traicionar mi yo interior, ¿sí?, La moto se apagó otra vez empezando la y voy a creerme por encima de ti, que es lo avenida Urdaneta y mi entrevistado ni se Caracas, 19 de octubre de 2014.
inmutó y siguió filosofando acerca de cómo se iba a sentir cuando leyera la entrevista, hasta que arrancamos y un microbús se cambió de canal sin poner luz de cruce ni un coño de la madre, pero la suma de la increíble pericia del conductor y el grito de Rubén: “¡Eeeeje, cuidao, viejo!”, dio como resultado que no pasara nada. Hablamos entonces de los motorizados. “Yo estoy con la reivindicación del motorizado. Se han criminalizado las dos ruedas, cuando yo estoy seguro, no lo dudo, que hay muchos más criminales en cuatro”. Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
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GASTRONOMÍA
PICHONES DE SIBARITA
risotto de morcilla EN EL piso 3 POR KAY yAM HUNG FOTOGRAFÍA jONATHAN MENDOZA
Entre las esquinas Las Monjas y Principal se encuentra, desde el 29 de abril de 1943, un espacio que ha tenido múltiples usos: cine, periódico, abandono... Recientemente fue recuperado por la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital para abrir sus puertas este año con un nuevo nombre: Teatro Bolívar. En el tercer piso se encuentra el restaurante Rialto y, como buenos pichones de sibarita, fuimos a degustar su comida. Pasamos por el medio de la Plaza Bolívar y llegamos al sitio. No se me confunda: la entrada del restaurante es la más pequeña, la reconocerá de inmediato porque tiene un ascensor que lo subirá a su destino. Se entra por un lado y se sale por el otro. Al abrirse las puertas del elevador, cruce a mano izquierda. La vista es increíble: toda la plaza y sus alrededores. El mobiliario está armado con un sutil centro de mesa. Las sillas son verdes y hacen contraste con algunas de las paredes naranjas, y al fondo del salón se mantiene una pared de ladrillos, original del sitio. Y no puedes irte sin curiosear las fotos de la antigua Caracas.
Soy de aquellas comensales que opina que mientras un lugar tenga buena atención, hay que volver. El restaurante Rialto tiene un buen personal, además de un particular uniforme: pantalones, camisa blanca, tirantes y sombrero, vestimenta típica de la Caracas de antaño.
Viene acompañado un tartar de aguacate, crocantes de tentáculos de calamar y ají dulce (Bs. 395). La presentación del plato fue impecable pero, al probarlo, el arroz estaba pasado de cocción. No seré experta, pero el risotto es como la pasta, si se pasa queda terrible.
La carta posee un variado menú. Eso sí, preste mucha atención: no es barato y no se acer- Mi compañera de almuerzo pidió unos ca a los buenos y económicos pichones que ñoquis de plátano que vienen sobre un fondue de quesos criollos acompañado hace Rodolfo Castillo. de tomates confitados (Bs. 395). Cuando Las entradas pueden variar entre 210 y 295 se lo llevaron a la mesa, solo había como bolívares. Nosotros pedimos la ensalada 10 unidades de ñoquis; era muy poquito Rialto y estaba buenísima. Consta de una y estaba algo decepcionada. Sin embargo, cama de lechugas mixtas coronadas con sal- todo se solucionó cuando llamó al mesonero y este se dio cuenta de inmediato del món y su aderezo por 255 bolívares. error: la porción fue corregida. El plato esLos platos principales son ocho. Según el taba delicioso. mesonero, los más solicitados son: el centro de lomito en piedra volcánica acompañado El Rialto no tiene nada que envidiarle a los de salsas mixtas, papas colombianas al tomi- restaurantes del este del este. Además, su collo y vegetales (¡cuidado con la piedra!, que cina combina la comida gourmet y los saboestará muy caliente) por Bs. 520; y el risotto res criollos de Venezuela. de morcilla carupanera (así mismo como leyó, ¡morcilla!). Entonces, hablemos más de Posdata: prepare la cartera para este golpe. este último plato porque me entró el gusani- Lleve efectivo, tarjeta de crédito o débito. No aceptan cestatickets. to de la curiosidad y lo pedí.
o ir e sg bl de e la rie u e u p p s A Im Se Calidad Estación Principal
Restaurante Rialto Teatro Bolívar
Precio Ambiente
Plaza Bolívar
Atención
Estación Las Mojas Asamblea Nacional
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"Este triunfo es dedicado a todos los pueblos que luchan contra el capitalismo y el imperialismo; es dedicado a Fidel Castro y dedicado a Hugo Chรกvez"
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LUNA LLENA PARA EVO
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crítica y media
A golpe de control
Entretenimiento o ideología: un falso dilema El relanzamiento de TVES ha traído, además de un fallido magacín matutino, un debate acerca de lo que deberían ser sus contenidos. Inquieta a buena parte de los críticos la apuesta a fórmulas propias de la televisión comercial que exaltan valores capitalistas, repitiendo, alegan, al desconcesionado RCTV. Soslaya, sin embargo, este debate una discusión fundamental. La nueva gestión no ha sido convocada para desarrollar una “televisión necesaria”. Lo ha sido, si se atiene uno a la naturaleza de sus gerentes, para abordar contenidos de distracción y esparcimiento. Que muchos estén disconformes con esa decisión los sustrae de esta otra, más interesante, discusión: ¿cómo perfilar un canal de entretenimiento afín con la visión política revolucionaria? Se trata, en apariencia, de una contradicción conceptual ya antigua en Venezuela y que intentó ser sorteada previamente a través de producciones híbridas imposibles como la llamada “telenovela cultural” (donde lo “culto” acaso era solo sinónimo de calidad) o la “televisión educativa” de
los años 70, que educaba en el hábito del sueño, por lo aburrida que resultaba. Lo real es que no existe tal contradicción. Las telenovelas no son necesariamente inadecuadas o execrables por ser telenovelas. Su ámbito de calificación se pliega al de cualquier género creativo y depende de la aptitud e intención de sus creadores, por lo que tampoco habría necesidad de adosarles el remoquete de “cultas” o “socialistas”. Lo que hay, y aquí llegamos al meollo del asunto, es telenovelas buenas y malas. El mismo criterio aplica para los programas de variedades, de concursos, de humor, etc. Quien tenga sus dudas, trate de definir la ideología de gran parte de la programación de HBO. O sea que sí. Es viable y aún más deseable que una televisión de entretenimiento reivindique su lugar en el espacio radioeléctrico venezolano. La incógnita que sigue abierta es: ¿dónde están los recursos, humanos y económicos, para lograrlo? Por Carlos Cova
Tras el discurso Bandera falsa simia. El planeta de los simios: confrontación (Dawn of the planet of the apes) es un clásico filme con planteamiento postapocalíptico: un virus simio ha exterminado a la gran mayoría de la humanidad y los escasos e inmunes sobrevivientes tratan de sobrellevar el juego del ave fénix. En principio ambos grupos (simios y humanos) permanecen aislados y es perfectamente previsible el punto de inflexión que traerá consigo su encuentro. Acaecido este, el péndulo de la historia —y de sus significaciones, por supuesto— se inclina aleatoriamente hacia lado y lado. Por un lado, el planteamiento de una raza humana que no escarmienta se torna insoportablemente evidente: pese a quedar reducido a un número ínfimo, persiste en su voracidad energética y en los medios, consensuados o no, para asirse de los recursos (electricidad, en este caso). La engañosa candidez de que se trata de energía limpia (hidroelectricidad) no edulcora su actitud depredadora de la naturaleza per se. Un eje derivado de la trama soporta las ovejas negras que persisten de bando y bando, toda vez que estas son las que estimulan y precipitan —en clara alusión a las facciones beligerantes de EEUU— la guerra como la única alternativa. También el pacto de no agresión planteado por el líder simio (César) provee al filme de una enrarecida atmósfera de guerra latente; vale decir que la tensión se expresa más hacia el bando humano. El equilibrio que hasta el momento se había mantenido, se erosiona al atribuirle a los simios una operación de bandera falsa. Esto, junto al miedo inoculado por un resentimiento simio (banalización del “resentimiento social”), constituyen la justificación perfecta para la guerra. Podríamos decir que la metáfora es elegante… hasta que se pretende eximir a los humanos de la yesca que enciende la pradera. Además, exponer a los líderes de ambos grupos como cabezas frías y pensantes que priorizan la diplomacia ante todo, para que recaiga la responsabilidad del comienzo de la guerra en las masas, no solo es una malversación de la historia sino un insulto al sentido común del espectador. Es una pena. Hasta las buenas producciones estadounidenses traen consigo sus gazapos. Rodolfo Castillo rodocastillo81@hotmail.com
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CUENTO
El diente roto POR Pedro Emilio Coll Ilustraciones ALFREDO RAJOY
Caracas, 19 de octubre de 2014.
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Épale ccs inicia una nueva etapa de nuestra sección de literatura. MatÁndolas a todas, de Luis Medina; Jaurena, Tiempos del Incendio, de José Roberto duque; falsas, maliciosas y escandalosas reflexiones de un ñángara, de alí gómez garcía; días y Noches de amor y de guerra, de Eduardo Galeano; y Piedra de Mar, de Francisco Massiani, nos acompañaron estos dos años. Llegó el turno de los cuentos clásicos venezolanos y decidimos comenzar con “el diente roto”, de Pedro Emilio Coll, publicado en el libro antología del cuento venezolano, de guillermo meneses
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A los doce años, combatiendo Juan Peña con unos granujas recibió un guijarro sobre un diente; la sangre corrió lavándole el sucio de la cara, y el diente se partió en forma de sierra. Desde ese día principia la edad de oro de Juan Peña. Con la punta de la lengua, Juan tentaba sin cesar el diente roto; el cuerpo inmóvil, vaga la mirada sin pensar. Así, de alborotador y pendenciero, tornóse en callado y tranquilo. Los padres de Juan, hartos de escuchar quejas de los vecinos y transeúntes víctimas de las perversidades del chico, y que habían agotado toda clase de reprimendas y castigos, estaban ahora estupefactos y angustiados con la súbita transformación de Juan. Juan no chistaba y permanecía horas enteras en actitud hierática, como en éxtasis; mientras, allá adentro, en la oscuridad de la boca cerrada, la lengua acariciaba el diente roto sin pensar. —El niño no está bien, Pablo —decía la madre al marido—, hay que llamar al médico. Llegó el doctor y procedió al diagnóstico: buen pulso, mofletes sanguíneos, excelente apetito, ningún síntoma de enfermedad. —Señora —terminó por decir el sabio después de un largo examen— la santidad de mi profesión me impone el deber de declarar a usted... —¿Qué, señor doctor de mi alma? —interrumpió la angustiada madre. —Que su hijo está mejor que una manzana. Lo que sí es indiscutible —continuó con voz misteriosa— es que estamos en presencia de un caso fenomenal: su hijo de usted, mi estimable señora, sufre de lo que hoy llamamos el mal de pensar; en una palabra, su hijo es un filósofo precoz, un genio tal vez. Caracas, 19 de octubre de 2014.
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En la oscuridad de la boca, Juan acariciaba su diente roto sin pensar. Parientes y amigos se hicieron eco de la opinión del doctor, acogida con júbilo indecible por los padres de Juan. Pronto en el pueblo todo se citó el caso admirable del “niño prodigio”, y su fama se aumentó como una bomba de papel hinchada de humo. Hasta el maestro de la escuela, que lo había tenido por la más lerda cabeza del orbe, se sometió a la opinión general, por aquello de que voz del pueblo es voz del cielo. Quién más quién menos, cada cual traía a colación un ejemplo: Demóstenes comía arena, Shakespeare era un pilluelo desarrapado, Edison... etcétera. Creció Juan Peña en medio de libros abiertos ante sus ojos, pero que no leía, distraído con su lengua ocupada en tocar la pequeña sierra del diente roto, sin pensar. Y con su cuerpo crecía su reputación de hombre juicioso, sabio y “profundo”, y nadie se cansaba de alabar el talento maravilloso de Juan. En plena juventud, las más hermosas mujeres trataban de seducir y conquistar aquel espíritu superior, entregado a hondas meditaciones, para los demás, pero que en la oscuridad de su boca tentaba el diente roto, sin pensar. Pasaron los años, y Juan Peña fue diputado, académico, ministro y estaba a punto de ser coronado Presidente de la República, cuando la apoplejía lo sorprendió acariciándose su diente roto con la punta de la lengua. Y doblaron las campanas y fue decretado un riguroso duelo nacional; un orador lloró en una fúnebre oración a nombre de la patria, y cayeron rosas y lágrimas sobre la tumba del grande hombre que no había tenido tiempo de pensar. Próxima semana: “¡Ovejón!”, de Luis Manuel Urbaneja Achelpohl Caracas, 19 de octubre de 2014.
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el menjurJe
TEATRO Hoy, a las 3 pm, no te puedes perder las funciones infantiles del circuito teatral de Caracas. La princesa y el circo Cuenta la historia de un pueblo desolado y hechizado por una bruja. Pero la princesa Estrella intentará cautivar a los niños a través de su espectáculo mientras combate las artimañas de la mala del cuento. En el teatro Simón Rodríguez.
Por estos días se está hablando mucho de la chikungunya. Como buenos venezolanos nunca falta quien haga un chiste del asunto. Pero no es cuestión de juego, hay que tomarlo seriamente y no está de más que le recordemos cómo prevenirlo y tratarlo. Lo primero: mata a cuanto mosquito veas, cierra las ventanas para que no entren y elimina pozos o aguas estancadas porque este insecto se reproduce y nace en estos ambientes. Si vistes ropa clara, mejor, así se alejan. Usa repelente o prepara una crema con vitamina B12 y colócatela. Si sospechas que tienes este virus, acércate al hospital más cercano para que te examinen. Lo más importante es que no te automediques porque esto empeora la situación.
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ojo con la chikungunya
El sueño de Jacinto Narra los sueños que tuvo Jacinto después de quedarse dormido en su hamaca, pues estaba muy cansado de haber bailado en la procesión de San Juan Bautista. En el teatro Alameda.
¡Hasta la victoria siempre! « Hasta el 30 de octubre puedes apreciar la exposición “Retrospectiva”, del artista venezolano Omar Cruz, en la Contraloría General de la República. La muestra está compuesta por más de 20 piezas realizadas desde los años 80.
Que en la esquina de Padre Sierra no se recuerde a Francisco de Miranda, quien residió por años en ese lugar
Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 19 de octubre de 2014.
bulevares de caracas
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Amarra. enlaza
Ganado vacuno
Figura central
3
Parte Símbolo Solo y sin pequeRepeti- Símbolo químico químico otro de su Hechizo, ción del calcio especie embrujo del osmio Tubércu- ñísima (pl.) lo para sopa (pl.)
Tensión convulsiva de los músculos
Figura 5
Figura 4
Conduje, trajiné
Raíz, origen
Que tiene Instituto Igual o Nacional el mismo Distinto, Conozco, seme- de Apren- diferente tono entiendo jante dizaje (s.) Relativo (fem.) al otoño
Risa (inv.)
Observar
Sím quí Titanio
Aquello
Impar
Figura 6
Identifica, distingue Carta de la baraja
Mamífero plantígrado (pl.)
Punto cardinal
5
Igual, lo mismo Partían, corrían
Echo anís
Cauce, zanja
Andar, marchar
12 meses
Hembra del carnero
Tuesto, doro
Figura 1 Jefe de armada griego
Figura 2 Canal de tabla para drenar agua
Engañe, robe
Marca o señal Verosímiles, viables
Inic. Nelson Enrique Navarrete
Momento de apogeo de alguien Dios del Sol Consonante repetida
6
Ácida
Adora, quiere Nota musical Rueda metálica
Retraso de telecomunicación (inv.)
Puesto, empleo
Llora o grita desaforadamente
Llave, canilla
Acortamiento de bicicleta
Pule, bruñe, abrillanta
Grupo musical
Sonría Película (inv.) de Disney ambientada en el Roraima
Repetición de un sonido Pron. pers. ra 3 pers. sing.
Ato, aseguro a alguien
Cancela, costea
Juntó, coligó Covulsión
Ginebra
Presa, privada Gram. Escuchar Artículo posesivo Asamblea Nacional
Arte en inglés Web para Ucrania
Ir en inglés
Sacudida
Lengua provenzal
Web Isla Norfolk Abreviatura de estado
Figura 3 Perteneciente o relativa al oso (fem.)
Diligente, trabajadora
Antes de Cristo
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sinapsispasatiempos@gmail.com
"Para los urbanistas, el redescubrimiento demorado de las virtudes de la ciudad clásica al momento de su imposibilidad definitiva puede haber sido el punto de no retorno, el momento de su desconexión fatal, el motivo de descalificación. Hoy son especialistas en dolores fantasmales: doctores que discuten las complicaciones médicas de una extremidad amputada". Rem Koolhaas
SOLUCIÓN DEL ANTERIOR
POR NATALY SANOJA
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CUENTOS DEL ARAÑERO
El V-100 POR HUGO CHÁVEZ FRÍAS ILUSTRACIón MELANY PÉREZ
Un día veo un periódico viejo, porque no llegaba ni periódico en ese tiempo a Elorza. Veo por allá en un cuadrito: “Murió subteniente Rafael Moros González”. En la frontera, por allá por Occidente. Lo lloré. Era de Acarigua, cácher del equipo de beisbol. Una granada que explotó y él murió por salvar a sus soldados. Veinte años tenía. Yo le decía V-100, porque el V-100 es un carrito de combate y él era como un carro de combate. Entonces le escribí también unas líneas: Aquí lejos del mundo aquel aquí donde solo me han dejado conversando con líbero fantasma aquí donde el Centauro en un tropel lanzó la inspiración que nos brotara en uniforme azul, con guantes blancos una espada y una esperanza. Aquí en la otra cara de la Patria aquí en las riberas del Arauca esta mañana recibí un lanzazo que me partió el alma. Esta mañana, Rafael Moros, hijo mío, de mi palabra de mi siembra allá regada esta mañana supe de tu marcha.
cincuenta que va por el lado del cañón, que es grande y largota, sacarla, limpiarla. Todo el día, y en la tarde había revista.
Te fuiste, Rafael, hacia el otro mundo Te fuiste V-100 hacia el otro mundo aquí tus centauros seguimos el rumbo a tu tumba grande llegaremos juntos algún día cantaremos vivos y difuntos el canto inmortal nuestro canto profundo.
Si conseguían algo sucio, el sábado había que venir a repetir el mantenimiento. Pero cuando, por ejemplo, el comandante García Hernández decía, de vez en cuando: “Los señores comandantes de pelotón de tanques tienen libre el jueves después de las cuatro de la tarde. Los que quieran hacer mantenimiento el jueves, vayan de cuatro, hasta la hora que ustedes quieran. El viernes paso revista a mediodía. Los que saquen los tanques impecables se van de permiso”. ’Na guará, uno se fajaba el jueves en la tarde, en la noche, los soldados como nunca. Claro, porque entonces uno iba a tener para la mujer, los hijos, la novia, la familia desde el viernes a las dos de la tarde, después de almuerzo, hasta el domingo.
Adelante centauros, al galope con la lanza en alto hacia el horizonte del siglo XXI.
Mantenimiento de tanques Todos los viernes en los batallones de tanques, por tradición de muchos años, hay mantenimiento de los tanques, desde las siete de la mañana hasta las doce. A veces, uno comía con los soldados encima del tanque. Limpiando la grasa porque había que engrasar, limpiar las orugas, limpiar el cañón, sacar la munición, que son como cincuenta granadas de 105 milímetros; limpiar y revisar la munición, el tubo lanza fumígeno, la munición de reserva, sacar la ametralladora de la torrecilla, la punto Edición Número Ciento uno. Año 03. ÉPALE CCS
A mí me gustaba pintar. Nunca faltaba a un juego de pelota los fines de semana, en Maracay sobre todo. Yo jugaba ahí en AA, me llevaba a mi mujer y mis dos carajitas chiquitas. Pasábamos todo el día jugando pelota en la Universidad Central. En la noche uno se llevaba a la mujer y los niños a un teatro, una película. O a los niños los dejábamos con unos amigos y nos íbamos los dos a ver una película, o nos metíamos al Caney Tropical: arpa, cuatro y maraca, Cristóbal Jiménez. El domingo uno se levantaba tarde a leer los periódicos, a ver a José Vicente Rangel en aquel programa José Vicente Hoy. Uno parecía un rey, el domingo, descansando, leyendo, conspirando también un poquito, las reuniones del movimiento. Eso era una vez en la cuaresma. Entonces uno rendía más y se veía más comprometido con ese comandante. Uno trataba de no fallar en nada, porque hay que retribuir.
Caracas, 19 de octubre de 2014.