Consejo Editorial
contenido
02
04
Danilo Anderson
Mancheta y demás
05
08
Circos bajo el sol
Mezcla musical en Guarenas
10
11
La Chinita
Ahí viene el tren
18
20
Vuelo artístico
Nací y crecí en El Cují
21
24
Leoncio Barrios sin sustos
Sibaritas y pelabolas
Clodovaldo Hernández, Malú Rengifo, Jessica Mena, Nathalie Sayago, Franklin Alviárez, Pablo El Kalaka, Nataly Sanoja, Lenis Ramírez y Andrés Eloy Hernandez. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Jonathan Mendoza.
26
27
Impresión
Cine y televisión
“Marcucho, el modelo”, de Leoncio Martínez
31
32
Jorge Rodríguez Gómez Freddy Ñáñez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla
Directora
Mercedes Chacín
Editor Jefe
Carlos Cova
DirecTORa de Arte
Edarlys Rodríguez
COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA
Asdrúbal Briceño
Asesor Editorial
Reinaldo González
Redacción
Rocío Cazal Mabe Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida
Diseñadoras
Zonia García Fátima Rodríguez
Ilustrador
Alfredo Rajoy
Fotógrafos
Ambrosio Plaza Jonathan Mendoza
CORRECTOR
Rodolfo Castillo
LOGÍSTICA
Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero
Colaboran en esta edición
Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Papirus Impresores 2004, C.A. epale.ciudadccs@gmail.com/@epaleccs Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-3686750 Una publicación de la
— perfil
— CIUDAD
— MITOS
— MINICRÓNICAS
— entrevista
— cRÍTICA Y MEDIA
— cruci compacto
— EL MENJURJE
— MÚSICA
— MIRADAS
— sexodiversidad
— GASTRONOMÍA
— diario
— cuentos del arañero
Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas "c", piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales
Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.
02
PERFIL
03
Danilo Anderson: el asesinado perpetuo Su lema era “pa’lante es pa’llá y caiga quien caiga”, se enfrentó con los poderosos sin escrúpulos y terminó siendo la víctima y transformado en victimario. No conforme con quemarlo vivo, lo han rematado durante diez años mediante una incesante campaña de vilezas disfrazadas de periodismo y libertad de opinión POR Clodovaldo Hernández ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY
Ni siquiera en el caso de que la vida pudiera devolverse, como una película, habría manera de salvar a Danilo Anderson de las graves consecuencias que trae la confrontación con gente poderosa y sin escrúpulos. “No conocía términos medios, su frase era ‘pa’lante es pa’llá y caiga quien caiga’”, confió, en una entrevista con Ciudad CCS, Sander Chanto, quien fuera su jefe en el Ministerio Público.
pulos a los que Anderson investigaba le dijo, en pleno tribunal y no precisamente en el oído: “Yo sí sé cobrar”. Y quedó claro que, por esa vez, no se refería a su habilidad como banquero para recuperar préstamos. El cadáver carbonizado y humeante del abogado egresado de la Universidad Central de Venezuela fue un mensaje macabro para cualquier otro investigador.
Anderson pertenece a la nutrida lista de mártires de la Revolución Bolivariana, esos infortunados que luego de morir (ya sea asesinados, en accidentes o por enfermedad) han sido víctimas de una “remuerte moral” por parte de despiadadas maquinarias mediáticas nacionales y globales.
La disposición de Anderson a enfrentar el golpe no sobrevino repentinamente. Él estuvo entre los primeros que alzaron su voz contra los fiscales que protagonizaron su propia insurrección en el Ministerio Público y que el 12 de abril estaban listos para legitimar las barbaridades de Carmona y su combo. “Tuvo la valentía de decirles en sus caras al grupo de fiscales golpistas que con él no contaran para eso. Y por ello, después del golpe, cuando Danilo entraba al ascensor, los demás fiscales se salían. Con ese gesto demostraban que eran mayoría”, contó Chanto.
Su caso es de los más infamantes, pues fue asesinado (hace diez años) en un episodio de casi insuperable cobardía o, para decirlo en la jerga de los abogados, “con premeditación, alevosía, ventaja, nocturnidad y motivos innobles”. Y luego de morir así, ha sido perpetuamente rematado mediante incesantes vilezas disfrazadas Una vez muerto, en las sedes del Ministerio Público corrieron de periodismo investigativo o de libertad de opinión. ríos de hipócritas lágrimas mientras los enemigos comenzaban a Los ejecutantes del asesinato de Anderson sabían que él era de ar- ejecutar el asesinato de su memoria. El estilo de vida de la víctimas tomar. De igual a igual, se hubiese fajado a golpes, se hubiese ma fue la excusa para transfigurarlo en victimario. Una moto de caído a tiros, se hubiese llevado a alguien en los cachos, pues sabía agua y una supuesta maquinita de contar billetes sirvieron para defenderse, tal vez porque seguía siendo el muchacho nacido en justificar el vil crimen. Y siguen sirviendo para eso. Para muesLa Vega en 1966. Fue quizá la exagerada confianza en esa capaci- tra basta un botón: en un artículo recientemente publicado, la dad para cuidarse solo la que lo indujo a dejar libres a sus escoltas ex dirigente de Acción Democrática Paulina Gamus escribió que aquella noche fatídica. Los sicarios le colocaron un explosivo plás- “era un extorsionista que, gracias a esa actividad, había pasado de ser un modesto empleado a un metrosexual que se jactaba de tico en su camioneta y lo volaron mediante un teléfono celular. usar ropas de diseñadores y tener una camioneta de lujo”. Diez Unos días antes, en el fragor de la indagación de los sucesos del años después de su cobarde asesinato, al “Fiscal Valiente” siguen golpe de Estado de abril de 2002, uno de los poderosos sin escrú- matándolo todos los días. Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
04
el menjurJe
«
Sustos pacatos « Exposición
PARQUE CARABOBO reloaded
Una selección de fotografías tomadas por campesinas del pueblo de Santa Inés, en Barinas, conforma la muestra “La mirada campesina”, que se exhibe en el Patio Los Leones del Palacio Municipal, frente a la Plaza Bolívar. Entrada libre.
La Plaza Carabobo tiene nueva cara, tras ser reinaugurada por la Alcaldía de Caracas. Los trabajos contemplaron el reordenamiento espacial y la nivelación de la plaza, sus adyacencias y el auditorio del liceo Andrés Bello. Además de la recuperación de bancos, el pavimento y los árboles, se rescató la fuente, obra del artista plástico Francisco Narváez. Está en los planes convertir en un bulevar toda la calle, desde la plaza hasta el liceo, y construir un polideportivo.
cine Hasta el próximo 21 de noviembre podrás disfrutar del Festival de Cine Europeo en las salas Cipreses, La Previsora, Aquiles Nazoa y Manuelita Sáenz del Teatro Bolívar. Primos (España), La batalla de Solferino (Francia), El médico (Alemania), La mejor oferta (Italia), Mi Rifaccio vivo (Italia) y El maratón (Holanda) son algunos de los largometrajes que están dentro de la programación, disponible en la página oficial del Festival, www.euroscopio.org, y en www.caracas.gob.ve. Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
El incumplimiento de los horarios de los vuelos nacionales y la falta de respuesta por los incovenientes ocasionados a los pasajeros. Tras nueve meses en remodelación, ya está abierto al público el templo de José Gregorio Hernández, en La Candelaria.
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
05
CIUDAD
la sabana circense hace 15 años unos aficionados circenses emprendieron un viaje por latinoamérica y europa. el producto de esa travesía fue la instauración de un convención de circo que tiene al pueblo de la sabana como sede permanente POR mabe chacín FOTOGRAFÍAs jonathan mendoza
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
06 Son las dos de la tarde del domingo 9 de noviembre, después del tercer y último día de la 10ma Convención Internacional de Circo de Venezuela en La Sabana, estado Vargas, y no se ve ni un alma en el pueblo. La fiesta del día anterior se acabó en la mañana, los que aguantaron la mecha y pasaron toda la noche despiertos rindiéndole tributo a la luna llena, a través de la fiesta, están ahora en recuperación en sus carpas a orilla de la playa.
Desde el jueves 6 hasta el sábado 8, de nueve de la mañana a seis de la tarde, alrededor de la tarima principal, ubicada en la Plaza Andrés Eloy Blanco del pueblo, se reunieron los talleristas a dar clases de hula-hula, slackline (o cuerda floja), malabares, trapecio, diábolo y cualquier otro artefacto que sirva para realizar un juego de dificultad, belleza y gracia. Cuando las clases acababan, empezaba la función: esta vez solo el circo nacional
hizo gala de sus habilidades. El payaso Tirro Plomo (Ernesto Alves) se encargó de animar la tarima y de presentar algunos de los variados trucos y chistes que lo han llevado a viajar por más de 13 países; la Fundación Social Circo Mison, de Guatire, mostró el fruto de su trabajo con los malabares desde 2002; el Circo Social Venezolano, de Guanare, estado Portuguesa, dejó ver sus destrezas equilibristas; la Fundación Circo Nacional de Venezuela montó su exitosa ópera circense —presentada en el Festival de Teatro de Caracas 2014— Carmen; y el Elenco Circense del Centro Nacional de Teatro llevó una muestra de su obra Travesía. Al acabarse los actos de la tarima principal, en una de las callecitas más escondidas del pueblo, al mejor estilo callejero y underground, Los Renegados, malabaristas, acróbatas y payasos que no entraron en la programación principal, tuvieron su cancha para mostrar números en preparación que probablemente serán presentados en la próxima convención. “Eso se acostumbra en todas las convenciones de circo del mundo. Están los números que se presentan en la tarima principal con su vestuario, maquillaje, todo organizado, y los números en proceso”, comenta Jorge Heli, una de las mentes detrás de la convención desde que esta se empezó a hacer. Aunque la principal atracción son las artes circenses, es tradición acompañar la fiesta con música. Ya entrada la noche, el club del pueblo abría sus puertas para presentar diversas propuestas musicales: Sekou de Anónimo Consejo, uno de los precursores del rap cubano; Jahlfaomega, banda caraqueña de reggae compuesta en su mayoría por mujeres; Los del Patio, de Los Teques, grupo que fusiona el metal y el rap; Truko, el rapero de La Cota 905; La Big Landin Orquesta, banda de ska tradicional; La Maldita Infamia, hardcore rap; La Radio Candela, banda fusión de Barquisimeto; y las legendarias Palmeras Kaníbales.
La Convención, entre otras actividades, contó con talleres al aire libre
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Hace más de 15 años un grupo de jóvenes caraqueños empezaron empíricamente a aprender las artes circenses. Viajaron por Latinoamérica y Europa y se dieron cuenta de que se hacían encuentros, convenciones y festivales con gran convocatoria, en los que participaban artistas de todo el mundo. En Venezuela no existía nada parecido a un fes-
07
Aunque la principal atracción son las artes circenses, es tradición acompañar la fiesta con música —
tival de circo, más allá de las actividades de semáforos y expresiones netamente callejeras: no había escuelas, no había formación. Cuando retornaron a su terruño decidieron emprender la travesía de organizar un festival internacional en un remoto pueblo del estado Vargas: La Sabana. La Sabana es un pueblo de aproximadamente 1.500 habitantes, ubicado en el municipio Caruao del estado Vargas, que ha sido sede de varias convenciones internacionales de circo de Venezuela (la de 2012 se realizó en el Nuevo Nuevo Circo). “La convención de circo de La Sabana nació por una necesidad. Escogimos La Sabana para representar nuestra idiosincrasia caribeña, para atraer a la gente que venía de afuera con el color de nuestras costas. Mucha gente que vino a las primeras convenciones como espectadora, hoy forma parte de los espectáculos”, comenta Heli. “Desde el principio Alejandro Valderrama y yo nos hemos mantenido como los productores generales. Participan compañías de circo de todo el país y nos apoyan Ministerio de la Cultura, Pdvsa, Misión Cultura, Safonacc y Ministerio de las Comunas. Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
08
MÚSICA
Inuits, pemones, mirandinos y música académica El alcance de el sistema es infinito. una reciente demostración de esto es un concierto binacional ejecutado por niños venezolanos y groenlandeces. la premisa de la música como acción social vuelve a cumplirse POR maría betania chacín FOTOGRAFÍAS NATHALIE SAYAGO
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
09 Durante la tarde de un caluroso miércoles, en la calle José Félix Ribas de Guarenas, en el tercer piso de un edificio con muchos recovecos y pasadizos, lugar donde ensayan la Orquesta Sinfónica de la Juventud Mirandina Vicente Emilio Sojo y el Coro Ambrosio Plaza, Ron Davis Álvarez les dice a sus alumnos que tienen que tocar cada nota con “gentileza y amor, con un sentimiento parecido al de una madre que ve a su hijo por primera vez”. Los 106 músicos se encontraban ensayando para el concierto binacional Venezuela-Groenlandia que se realizó hace casi dos semanas en el Centro de Acción Social por la Música con cinco niños inuits provenientes de Groenlandia, una isla ubicada en la zona nororiental de la América del Norte, entre los océanos Atlántico y Glacial Ártico. Dentro de los 2.522.086 kilómetros cuadrados que tiene Groenlandia se encuentra la población de Umanak, donde aproximadamente 100 niños y jóvenes estudian música bajo la pedagogía de El Sistema. Los niños groenlandeses llegaron a Caracas para realizar un concierto binacional junto con la orquesta mirandina dirigida por Álvarez. Álvarez, guatireño, sin saber hablar inglés, danés o noruego, se fue directo desde Guatire a tocar su violín con un pianista en una gira por Dinamarca. Terminó quedándose en Groenlandia durante tres años y convirtiéndose en el fundador del núcleo de El Sistema en el país del Círculo Polar Ártico. “Estando allá conocí la Casa de Niños de Umanak y vi la oportunidad de cumplir una de las primeras premisas de El Sistema: la acción social a través de la música. En el orfanato conocí a niños con distintos traumas, a quienes no se les permitía hacer actividades en colectivo, cosa fundamental a la hora de formar una orquesta. De manera que me salté todas esas reglas y empezamos una orquesta de 13 niños. Hoy en día son más de 60. Para muchos la orquesta se convierte en la familia que no se tiene”. Pero la visita de los cinco niños groenlandeses no solo tiene que ver con la música: esta los trajo hasta acá, pero gracias a la fusión de El Sistema con el proyecto social y programa televisivo “Niños en la cumbre” emprendieron, hace una semana, un viaje
Álvarez está consciente de que El Sistema aciva múltiples capacidades en los niños
hacia el Auyantepuy, en el que participarán con diez niños venezolanos, varios de ellos de origen pemón, en una expedición de más de tres semanas por el sur selvático venezolano con motivo del rodaje de la tercera temporada del programa. Luego, en marzo de 2015, los diez niños venezolanos viajarán al norte de América para escalar las frías montañas groenlandesas. En la temporada pasada, 15 niños venezolanos viajaron a Nepal para escalar montañas de la cordillera del Himalaya. “Un día estaba yo leyendo las noticias y me enteré de que Marcus Tobías —primer montañista venezolano en llegar a la cima del Everest— y el cineasta Juan Carlos López Durán, directores de ‘Niños en la cumbre’, iban a escalar unas montañas en Groenlandia con motivo de la tercera temporada de la serie. De inmediato me quise poner en contacto con ellos por Caracas, 16 de noviembre de 2014.
el simple hecho de que eran venezolanos, pero cuando hablé con Marcus y me explicó de qué iba su proyecto, nos dimos cuenta de que nuestros trabajos eran parecidos. Él estaba haciendo en montañismo lo que yo hago con la música: impulsar a niños y jóvenes”, confesó Álvarez. En ese momento, Álvarez y Tobías decidieron fusionar la música con el deporte e incluir a los niños del orfanato en ese plan. “Estos chamos son músicos, pero también tienen gran conocimiento de la naturaleza de su región”. Álvarez, quien junto con sus compañeros de orquesta ayudaron a tumbar las paredes de la antigua casa para construir el núcleo de Guatire, pidió que el concierto binacional se realizara con la orquesta de allá “porque siempre hay que volver a sus raíces”. Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
10
MITOS
La TABLITA MILAGROSA de la chinita POR KAY YAM HUNG ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
Chinita de Maracaibo Chinita Virgen Divina Virgen de Chiquinquirá Que nos alumbra el camino Así comienza una de las gaitas más famosas cantadas en honor a la patrona zuliana. Su historia no es un mito: es una tradición que dentro de dos días cumple 305 años, aunque esta leyenda se remonta mucho tiempo atrás —siglo XVI—, cuando los frailes dominicos vieron la necesidad de dotar a la capilla de la encomienda de Chiquinquirá, Colombia, con un lienzo o cuadro de la Virgen del Rosario, advocación que es promulgada por la Orden Dominicana. El pintor español Alonso Narváez fue el encargado de pintar la Virgen del Rosario y, junto a los dominicos, acordó poner al lado de la Virgen a sus santos de devoción: San Antonio de Padua y San Andrés. Este lienzo en Colombia tuvo un itinerario de pérdida y renovación, pero en Venezuela otra fue su historia. A las orillas de la laguna de Coquivacoa (hoy en día lago de Maracaibo) se encontraba una
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
viejita humilde lavando una ropa, cuando una tablita de madera le llegó a las manos. Ella la lanzaba a un lado y la tablita regresaba. Al ver aquella insistencia decidió recogerla y llevarla a su casa en un barrio de Nueva Zamora denominado El Saladillo. La utilizaba para tapar la tinaja de agua fresca. No pasó mucho tiempo para que la anciana viera una imagen borrosa de carácter religioso y, por reverencia, la colocó en una de sus paredes.
milagro al ver la tabla con apagados colores y confusos contornos.
Un martes 18 de noviembre de 1709 la señora estaba colando café y escuchó un golpe que venía de la habitación, al que no le prestó mucha atención. Un segundo golpe retumbó y ella siguió su quehacer, pero al tercer golpe su curiosidad le ganó. Aterrada, se dirigió hasta donde estaba la tablita y se asombró al verla iluminada, para luego apreciar perfectamente la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Su emoción se escuchó por todo el barrio cuando salió de su casa gritando a todo pulmón: “¡Milagro! ¡Milagro!”. Los vecinos acudieron a la casa de la mujer y corroboraron la existencia de la sagrada imagen. Muchos certificaron el
Actualmente en la casa donde ocurrieron los hechos se encuentra un majestuoso templo, hogar de la Virgen, y es ahí donde se celebra el santo sacrificio de la misa y se expone con orgullo la tablita milagrosa. Todos pueden ver con gran claridad la indescriptible y soberana aparición de la Virgen de Chiquinquirá. La calle donde estaba la casa tomó, desde aquel entonces, el nombre de Calle del Milagro.
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Según algunos historiadores, la tablita que contenía la imagen de la virgencita fue lanzada como despojo de un saqueo de algún pirata a las aguas del mar en el, por aquel entonces, Virreinato de la Nueva Granada (hoy Colombia). Se desconoce cuánto tiempo pudo estar flotando en las aguas hasta llegar a la laguna de Coquivacoa.
Para este mes de noviembre los marabinos se visten de fiesta patronal. Confluyen en la ciudad eventos religiosos y populares, todos bajo el nombre de la Feria Internacional de la Chinita.
11
MIRADAS
¡Dale que ahí viene el tren! los vía crucis que significaron el terminal del nuevo circo y la autopista regional del centro han sido, en parte, aliviados por el ferrocarril de los valles del tuy. pero este ha traído otros inconvenientes, que tienen su raíz en el comportamiento de los usuarios POR Ernesto J. Navarro @ernestojnavarro FOTOGRAFÍAS nathalie sayago
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinto. Año 03. ÉPALE CCS
12 Octubre de 2014. Son las 5:45 am y hago la cola en la estación Charallave Sur del tren de los Valles del Tuy. Unas 120 personas ya están delante de mí. Hombres, niños con uniformes escolares, “aborrecentes” de liceo y hasta mujeres con bolsas plásticas en la cabeza para aislar el secado de la lluvia, esperan su turno para comprar el token cargados de morrales, viandas, chaquetas, paraguas, herramientas y audífonos de todos los colores. Miro a toda esa gente y pienso que si a Beatriz de Majo se le ocurriera (como ya lo hizo con Coquito) llamar flojo a alguno, seguramente le sacarían la madre felizmente. ¿Se ha embarcado usted en el ferro a una hora pico, digamos 6:00 am, dirección Caracas o 5:00 pm dirección Cúa? Venga pa’ que vea lo que es bueno. Diez minutos más tarde, luego de hacer mi cola, pasar el torniquete, caminar el pasillo, subir las escaleras y llegar al andén me encuentro con… otra cola. Me formo detrás de un señor de chaqueta marrón, ocho soldados, unas diez personas con carnés de organismos públicos. Todos, como decía la canción de Billo’s, en correcta formación. Detrás de mí, otras 50 personas. Aún hay tiempo, la gente está relajada, conversan (todo el mundo habla de política, la
mayoría de Chávez, a favor o en contra). Tren dirección Caracas 3 minutos. “Viene un Miro una pantallita que guinda del techo, vacío”, me dice una señora que está detrás de en letras rojas titila: Tren dirección Caracas mí y que lleva un niñito de la mano. 5 minutos. —¿Eso qué es? —le pregunto. De pronto, un grupo de hombres jóvenes que no estaba en ninguna fila, ingresa al Ella descubre que desconozco el sincronismo andén con actitud de querer enfrentar a un de los trenes a las horas pico y agrega: ejército invasor así no tengan ni caucheras. Operan con sincronización marcial. Co- —Un tren que viene directo a esta estación. A mienzan a rodear a los que estamos en la veces algunos que saben se montan en Chafila esperando el tren. En un impecable mo- rallave Norte y ocupan los puestos… Tenga vimiento envolvente, ellos ocupan sus posi- cuidao que aquí parecen salvajes. ciones y, de pronto, dos se colocan frente al señor de chaqueta marrón que es el prime- La advertencia de la señora cuadra a la perro de la formación. fección con los movimientos que he advertido. Titila el aviso nuevamente: Tren dirección Caracas 4 minutos. Detecto la Tren dirección Caracas 2 minutos. maniobra y, como aquel que ve bejuco, siento que un escalofrío me recorre la —Tenga cuidado entonces con el niño. espalda y no sé por qué todos comienzan a perder su relajación y pasan a mo- —Que se cuiden ellos —me dice mirando a verse como en los primeros acordes de los coleados con entendible ira. un reguetón, uno de esos que segundos después de leves teclas de piano explota Tren dirección Caracas 1 minuto. A 500 meen un estridente tonchi, tonchi, ton, chi- tros (calculo) se ve una luz como de un carro. tonchi tonchi tonchi ton. El tren está llegando y aquello de “no pise la raya amarrilla que es el límite de su seguriTodos miran con cara de odio a los “colea- dad” no lo recuerdan ni quienes lo anuncian. dos”, pero extrañamente nadie les dice nada. Algunos miran fijo como si una mirada de Los coleados saben el lugar exacto donde se rabia colectiva pudiese hacer explotar a los abren las puertas del tren, me recuerdan a los hijos de puta. pescadores que dejan redes en mar abierto y
Las enormes colas no son respetadas por algunos usuarios
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
13
En las estaciones intermedias los usuarios tienen la posibilidad de abordar el tren con mayor tranquilidad
los pasamanos (los tubos que descienden del techo), como si fuesen gimnastas olímpicos se balancean en un solo impulso y pasan de la puerta a una silla. (El Potro debería mandar unos scouts, allí hay talento Los que no se pararon delante, sino que par- de sobra). ticiparon del movimiento envolvente, empujan a los primeros de la fila. Instintivamente Otros, amantes del cross country, por su parquienes estamos en la fila también empuja- te, avanzan por encima de los obstáculosmos en diferentes direcciones. Se trata de viejitas, de las chicas que perdieron su bolsa empujones defensivos. Así que todos empu- plástica del pelo y de los niños que lloran. Los apartan, les escupen maldiciones, les ofrecen jamos aunque no queramos. nocauts fulminantes (hacen que Inca Valero Los primeros: “Al que me empuje le clavo su luzca como aficionado) y cuando alcanzan la coñazo”. El segundo: “Cuidado que llevo un preciada silla roja están muertos de risa por la heroica hazaña realizada. niño, ¡no joda!”, se escucha en el bullicio. jamás las pierden. Han calculado la velocidad de la locomotora, lo han estudiado en interminables jornadas semanales de ires y venires entre Caracas y los Valles del Tuy.
Tren dirección Caracas saliendo. El tren se detiene, aunque no ha abierto sus puertas. Los coleados (los que ocuparon la vanguardia y los que rodearon la fila), por efectos de los empujones, no solo desfiguraron la fila sino que quedaron todos adelante y ahora están pegados de la entrada del vagón. Lo golpean y en una versión criolla del ábrete sésamo pretenden abrir las puertas con su: “Abre esa mierda”. Suena un timbre y la puerta se abre. Quisiera decirlo de otra forma, pero es: ¡un mierdero! Lo más rudo es que ese zaperoco es diversión diaria para algunos y una maldición interminable para otros, obligados a usar el tren para evitar la Autopista Regional del Centro. Pero estamos en la puerta recién abierta. Los que se colearon saltan y se cuelgan de
No se crean que fui un espectador pasivo. Producto del movimiento envolvente, entré al vagón de un espaldarazo (no de solidaridad sino uno a mano abierta) y terminé estampillao contra un afiche de la periodista de VTV Janica Merchant que, sonriente, dice: “¡Encarrílate¡”.
lo que significó la puesta en marcha del tren para estos usuarios. Antes del tren, miles de personas se apelotonaban en el viejo terminal de pasajeros Nuevo Circo de Caracas pretendiendo un asiento en uno de esos colectivos que los llevara de vuelta a casa. Las horas pico eran un sufrimiento diario y la ley de la selva se queda corta para describir los eventos que desencadenaba la entrada de un bus en el terminal ¿Ha visto los documentales de TV donde una manada de leonas, de esas que viven en el parque Serengeti de Tanzania, le brinca encima a un elefante para pasárselo por el filo? Entonces le será fácil imaginar a un grupo de personas corriendo tras la buseta a pesar de los alaridos de dolor del chofer, el colector y los usuarios que hacían cola; colgándose de las ventanas que estuviesen abiertas para meterse como pudieran por una de ellas y agarrar un asiento y quizá poder apartar otro para un panita.
La miro de reojo, ella me sigue sonriendo y Las tardes de aguacero torrencial en la Carayo me arrecho: cas caribeña o cuando pasaban las seis de la tarde hacían la cosa cada vez peor. —¡No joda! ¡Encarrílate tú! Durante las lluvias no había donde guarecerse y las busetas no llegaban a causa de las ¡Charallave, saliendo! Ocho años atrás, el 15 de octubre de 2006, el colas. Con la noche, el Nuevo Circo se vuelve presidente Hugo Chávez inauguró el ferroca- tierra de nadie. Todo esto —además— encarril que une a los Valles del Tuy con la capital. recía el pasaje y hacía el día a los oportunisSi alguna vez usted tuvo que tomar una bu- tas. Pasadas las siete de la noche, era mejor seta en el Nuevo Circo con rumbo a Chara- buscar un amigo donde quedarse a dormir, llave, por ejemplo, podrá hacerse una idea de porque autobuses a esa hora, nanai, nanai. Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinto. Año 03. ÉPALE CCS
14 El panorama ennegrecía las agresiones de la manada de mininos africanos. Si finalmente lograba agarrar un bus, había que invocar las palabras del Libertador: “Si la naturaleza se opone…”, ya que un dragón lanzallamas de mil cabezas esperaba a las afueras de la ciudad: la Autopista Regional del Centro. Este escollo hace de las busetas un transporte religioso: llegan a su destino solo si Dios quiere. Los madrugonazos que se pegaban los tuyeros para iniciar el camino de la ciudad satélite al trabajo, a la universidad, a los hospitales eran memorables. La jornada empezaba a las tres de la madrugada, para embarcar a las cuatro y estar en la capital entre las seis y las siete de la mañana, tráfico mediante, para volver del Nuevo Circo entre las cuatro y seis de la tarde. Es decir, la vida diluida en una cola y la guerra por obtener el beneficio de esclavizar la jornada diaria a la consecución de un asiento, o un espacio donde ir de pie, “no importa”.
…y llegó el ferro
Cuando agonizaban los 90 y Chávez llegaba a Miraflores, el tren hacia los Valles del Tuy era otro alegrón de tísico, de esos que los adecos y los copeyanos acostumbraban darle al país. Cementerios de concreto, de obras que jamás se terminaron, adornaban calles de pueblos y ciudades. Para cuando Chávez inauguró el Sistema Ferroviario Central Ezequiel Zamora I, línea Caracas-Cúa, la prensa privada recordaba con saña que la obra la iniciaron los adecos por allá por los 80, pero no dijeron que las obras se pararon dos años después porque, para decirlo fácil y rápido, se cogieron esos reales. Así que la Revolución Bolivariana, con Chávez de maquinista y sonando el silbato, echaba a rodar el primer tren del sistema en octubre de 2006 y que en 41,4 kilómetros de vía férrea y 31 minutos más tarde desembarcaría a los usuarios en la última estación. La línea cuenta con cuatro estaciones: General Ezequiel Zamora: Cúa; Don Simón Rodríguez: Charallave Sur; Generalísimo Francisco de Miranda: Charallave Norte; y Libertador Simón Bolívar: Caracas. Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
15 La revolución invirtió 2,4 millones de dólares para concluir la ruta, algo así como unos 5 millones de bolívares. Las estaciones y sus andenes son sumamente confortables, con innovadores diseños arquitectónicos; espacios abiertos al arte y la cultura, avances tecnológicos y ambiente climatizado. Y, por si fuera poco, el costo del pasaje es apenas 2,6 bolívares.
que del 29 de septiembre de 2011, ocurrido en el kilómetro 21, dirección Caracas.
“El ferrocarril, con sus 14 trenes iniciales, fue diseñado para transportar unas 70.000 personas al día”, dijo el presidente del Instituto de Ferrocarriles del Estado (IFE), Francisco Torrealba, a la Radio Nacional de Venezuela.
Trabajando a paso redoblado, el ferrocarril cumple ocho años con 217.792.457 traslados desde los valles mirandinos hasta la capital y viceversa.
En la misma entrevista, Torrealba anunció que 14 nuevos trenes deben llegar al país en 2015 para alcanzar la actual demanda en el sistema. En total, 27 trenes estarán en servicio, ya que los trabajadores del IFE lograron armar uno de los dos colisionados.
No obstante todo lo anterior, las usuarias y los usuarios del Sistema Ferroviario de Actualmente transporta el doble, es decir, los Valles del Tuy, sin importar el rango de 140.000 personas, con los mismos trenes. edad ni sexo, saltan sobre los vagones lo Corrijo: con dos trenes menos luego del cho- mismo que a los buses del Nuevo Circo.
A diferencia del Metro, en el ferro la eduación es la gran ausente
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Preñada, no enferma —¡Tanta gente mala que sigue jodiéndonos y viene a morirse Chávez! Indira, mi compañera, apretó la rabia entre los dientes, se pasó las manos por el vientre crecido con siete meses de embarazo y siguió llorando en silencio. Era 7 de marzo de 2013, apenas dos días habían pasado del fallecimiento del Comandante Hugo Chávez. Venezuela seguía conmovida. Ríos de gente esperaban horas y horas para despedirse del líder en Fuerte Tiuna. Nosotros decidimos no tener esa última imagen: un hombre echado en un ataúd. Por eso salimos de la ciudad a refugiar nuestro dolor en casa de familiares en Charallave. Su rabia estaba acrecentada aquella tarde. No solo nos quitaron al Chávez del pueblo sino que tuvimos que pasar por la selva en estampida que significa abordar el tren de los Valles del Tuy. La frase de indignación de mi compañera fue detonada por un tipo de unos 50 años, un hombre entero con pocas canas que también embarcó a coñazos aquel vagón destinado a adultos mayores, personas con discapacidad y mujeres embarazadas o con niños muy pequeños. El hombre pretendía el asiento de Indira y no se le ocurrió otra cosa que argumentar: —¡Deme el asiento, usted no está enferma, lo que está es preñada! Y eso no nos extrañó, la verdad. Cuando uno es usuario frecuente del ferro, le aseguró que ve, siente y escucha cosas mucho peores. Esa misma tarde, durante todo el recorrido de La Rinconada a Charallave, al lado de Indira permaneció de pie un señor de unos 70 años con una bolsa Urolab que le guindaba de la cintura, en la que orinaba. Palpablemente enfermo, parecía invisible para el resto. El señor de la bolsita llevaba puesta una camiseta roja con los ojos de Chávez en el pecho. En su dolor pensaba que, seguramente, el Comandante Presidente le habría cedido su puesto. El único lugar que no nos quiso ceder fue el de la muerte
Edición Número Ciento cinto. Año 03. ÉPALE CCS
AUTOR: EL KALAKA WEB: LAKASAPARALARAZA.ORG
ENVÃE SU ARTE A epale.ciudadccs@gmail.com (medidas 42cm x 27cm a 300 DPI)
18
minicrónicas
foto lenis ramírez
vuelo artístico
CUANDO EL ARTE SE CONVIERTE EN AMOR
dinarias estructuras afrancesadas. A lo lejos escuchamos risas y aplausos que salían de la sala de lectura Paula Correa y nos mató la curiosidad. Pasamos y nos encontramos con una galería de pinturas hechas por niños, adolescentes y adultos mayores. Pero lo impresionante es la paz que se sentía en el lugar. En ese instante se acercó el extrovertido profesor Antonio Casanova, quien nos invitó a disfrutar de la exposición de pintura. Los niños saltaban de alegría al ver sus obras ya culminadas.
Mi cuñada Yasmín me invitó un domingo al Café Venezuela que se encuentra en la cúspide del parque Ezequiel Zamora, también conocido como El Calvario. Si digo que sabía que este lugar existía les miento, pero me animé y nos fuimos a pasar un buen rato. Al ver las inclinadas escaleras, le pregunté a mi cuñada si existía otra vía de acceso. Ella respondió: “No, Lenis, es la única”. Luego de subir me di cuenta de que la edad no pasa en vano. Al tiempo me enteré de que existe un trencito que te sube Cuando supe que todas esas sonrisas eran gracias al trabajo de los profesores Antonio hasta el café. Casanova e Israel Quintero, me acerqué y Arriba, percibí lo hermoso del lugar, ro- los felicité. No les importa gastar su dinero deado de maravillosos jardines y extraor- para comprar los materiales y hacer de cada Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
domingo un día mágico para estas personas que quizás van cargadas de problemas, deprimidas, pero al llegar a la sala de lectura se olvidan de todo con solo tomar en sus manos un pincel y una acuarela. Ahora se me hizo costumbre subir todos los domingos a visitar a los profesores y echar broma un rato. Un día vi a una niña con un tapabocas, evidencia de que tenía algún tipo de malestar, pero gracias al amor y la dedicación la niña ha podido recuperarse. Ahora sonríe a cada rato y no falta ni un domingo a las clases de pintura en la sala de lectura Paula Correa. Por lenis ramírez
19
La dama voladora de Copacabana
Ella iba con su patineta veloz, por Copacabana. Como movimiento de renacimiento. Rápida como poesía en busca de un corazón y allí se queda. Portaba una fragilidad y una fuerza como las estampas que sugiere Schubert en su Serenata. Conducía su mar con una estrella en la frente, repartiendo con su patineta flores amarillas, como construyendo un inmenso manojo que otorgaba una esperanza lejana y próxima a quien la miraba. Esbelta, como una mañana de agosto en Chuspa o La Sabana. Esbelta, como una sultana
imponente de Ramos Sucre, emergiendo hacia la raya azul, absolutamente perfecta como su decisión y su signo. Parecía que volaba sobre un instinto escapado de la constelación de Orión, como buscando un arpa sobrenatural con la velocidad de una flecha disparada hacia la conjunción de su destino. Yo la seguí, volando como Cupertino pero sin los desenfados ni sus distracciones. Ella volaba sobre el mar como una abeja en busca de un polen submarino en dirección de su elemento acuático, para disfrutar su infinito presente de dama en la
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
ENVÍE SU MINICRÓNICA A epale.ciudadccs@gmail.com
pasión y posesión intensa, buscando, tal vez, su Ulises y librarlo para siempre de Penélope, quien continuaba asediándolo para arrebatarle su sueño de alma carioca peregrina. Por Andrés Eloy Hernández
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
20
SOBERANÍAS SEXUALES
nací y crecí en la Calle El Cují POR MARÍA GABRIELA BLANCO @PilarTosh ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
Hay una época de Higuerote que recuerdo como cualquier carajito y carajita de mi edad. Esa que te vacilas entre los vecinos cuando eres la que tiene el tablero de baloncesto, cuando eres la más alta entre los varones, cuando eres la niña que más dribla, la que cuando toca juega al colectivo. ¿Quién no ha pasado su infancia jalándole bolas al vecino por la pelota que cayó en su patio después de un jonrón callejero, que te coloca como la Salvador Pérez de la cuadra? No quiero ser echona, pero como única niña de la calle El Cují, lesbiana —sin saber qué significaba eso—, que jugaba con los niños pelotica ’e goma y todo deporte marimacho que se me presentara, debo decir que recuerdo esos momentos como los mejores de mi vida. Más ahora que tanta falta hacen las costumbres de los vecinos; ahora cuando sobran los balazos, las pérdidas, el paramilitarismo en El Cocal y Ciudad de Dios, el machismo, la negligencia, las amenazas por escribir esto; y se ahogan los sueños, las risas, la parranda y esa juventud que supere los treinta y tenga hijos que cuenten sus cuentos. Quisiera ser el claxon de los míos que aún vacilan las noches de El Caney, Américo, Gerardo’s, Rumberos, La Peñita, La Velita, San Luis y tantos otros lugares de Higuerote a los que podías introducirte sin más preocupación que un traguito de Agua Loca. Hace poco debatíamos en la calle El Cují, en el negocio de Henry Blanco, uno de los pocos lugares barloventeños que quedan para la bullanga, sobre la falta de congestión deportiva en la cuadra, la necesidad de decirle a los carros que pasan por esta calle: “Achántate hasta que el bateador se embase o le hagamos out”. O como pasaba en la primera calle de La Peñita, que ningún carro podía pasar en las tardes porque se jugaba y era “sagrado”. En ese tiempo les decían malandros, los jugadores eran malandros. Extraño esos ratos en los que éramos los reyes de la cuadra. Nunca me sentí discriminada, ni montándome en la mata de poncigué, ni corriendo después de que le cayó la piedra en el ojo a mi amiga Adassa. Ni cuando le dijeron a mi mamá que yo jugaba mucho con los varones, ni cuando nos metíamos en el monte —que ahora es el Banco Bicentenario— a robarnos los frutos de las matas de cereza. Ni cuando la abuela Juanita le pegaba a sus nietos con la mata de chucho y a mí no pa’ que Berta no dijera nada. Extraño esas tardes en la Casa del Niño en Barrio Ajuro y a la niña que en sexto grado me gustó y me convenció de ser la cachapera militante que no aguanta un insulto. La calle de la escuela, Carenero, Buche. Mi abuelo chavista que ahora está en Mesa Grande. El río desbordado, el mar abrumado de ser costa y ser turismo. Todo eso soy. Somos. Es la acera que es la primera y la tercera base. Es Barlovento. Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
21
ENTREVISTA
sexualidad sin miedos leoncio barrios asegura que la diáspora que se ha dado con respecto a las personas que asumen su identidad sexual sin complejos obedece al curso natural de las cosas. Iguales derroteros tiene que andar la educación sexual a los más jóvenes: directa, sin tapujos ni tecnicismos POR maría betania chacín Fotografías jonathan mendoza
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
22 Cuando el profesor y psicólogo social Leoncio Barrios termina una de sus clases sobre sexualidad, se dispone a recoger lenta y parsimoniosamente cada objeto de su escritorio. Camina hacia la puerta con calma de monje tibetano y se desplaza por los pasillos a paso de vencedores —pausadamente— para que sus estudiantes tengan chance de hacerle una consulta sobre algún problema o duda que tenga que ver con el sexo. No le gusta que lo traten de señor, no le gustan las formalidades, no le gusta su adjetivo de profesor, pero no le queda de otra que aceptarlo. Quizás esa sea la razón de los votos de confianza que algunos de sus alumnos le dan cuando le hablan sobre sus dudas o problemas sexuales más profundos.
“el chamo se tiene que preparar para que cuando el sexo llegue a su vida sea bajo esas características: sin sustos” —
El tema de la sexualidad ha sido su norte de investigación durante los últimos 30 años. Aunque en sus estudios profesionales se dedicó al tema de la televisión: el impacto en la familia, en los niños, y la violencia en la pantalla, la mayor parte de su vida la ha dedicado a los estudios sobre el ámbito psicosocial y sociocultural del sexo. Hizo un doctorado en la Universidad de Columbia en los Estados Unidos en Educación para la Familia y la Comunidad y cursos de terapia familiar y de parejas, que lo introdujeron en el mundo de la comunicología y lo llevaron a la UCV. En 1985, Barrios empezó a desarrollar un trabajo sistemático de apoyo social y espiritual para las personas con VIH —que en aquel momento solo se conocía como SIDA— desde que un estudiante de la UCV le pidió ayuda por estar infectado de esta enfermedad de transmisión sexual. Empezó a dar charlas en propedéuticos. “Eran chamos que en su mayoría venían del interior; por primera vez se encontraban fuera de sus casas y andaban rumbeando y bebiendo como locos. Cuando les hablaba de VIH y de SIDA no le paraban mucho porque no se veían en riesgo. Estábamos en los 90 y todavía se arrastraba la creencia de que era un enfermedad de los homosexuales, de la gente que consumía drogas y de “gente mal comportada”, y por más que les dijeras que con una sola relación bastaba para que se infectaran y que no necesariamente tenía que ser con una persona desconocida sino con la pareja habitual, no mostraban interés. Cuando empecé a hablar del VPH, virus del papiloma humano, la cosa
generaba más interés porque desconocían que el virus existía. Llegué a la conclusión de que si los asustaba un poco con lo desconocido, obtenía su atención y una vez que estaban atentos les decía cómo disminuir esos sustos. De ahí partió la idea para el libro Los sustos del sexo.
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
—¿en qué se diferencia de otros libros de educación sexual?
—En cuanto a la forma, soy muy coloquial al hablar, sin ninguna petulancia. Mis clases, por más formales y académicas que fueran, las daba como me estás oyendo hablar, con la vaina en el medio. Eso lo hacía para ponerme en el nivel de los estudiantes, para que fuera una conversación de tú a tú. El libro tenía que tener el lenguaje de los chamos, pero no puedo hablar así, porque haría el ridículo y perdería toda autoridad. Entonces, después de que lo escribí de la manera más sencilla posible, se lo pasé a estudiantes de liceo para que ellos aportaran su lenguaje. Hablar muy popularmente podría resultar incómodo para un padre, una madre, un maestro, una psicóloga, a los que también estoy dirigiendo el libro. En cuanto a contenidos, mi meta era tocar temas que, por lo general, no se tratan en la educación sexual formal. En la escuela está toda la información biológica, pero a mí lo que me interesa son los aspectos psicosociales o socioculturales de la relación sexual. Cómo nos debemos preparar para la relación sexual, qué me exige la sociedad o la cultura, la orientación sexual o el género. Caracas, 16 de noviembre de 2014.
—En el libro también se toca el tema del abuso sexual
—Sí, es un caso importante, pero olvidado. Solo es notorio cuando la violencia física es de gran magnitud, o cuando la niñita de nueve años sale embarazada, o porque una violación produce desgarramiento, o porque aparece un cadáver. Cuando eso ocurre, se está produciendo acoso sexual infantil, pero cuando eso no ocurre, todos hacen la vista gorda sobre el problema. Cuando un niño dice en su casa que está siendo abusado sexualmente, de inmediato es castigado, porque el abuso sexual se comete dentro de la familia y, por lo general, hacen lo que les resulta más fácil: descalificar lo que el chamo o la chama está diciendo, hacer caso omiso o reprenderlo violentamente por estar inventando vainas que no son. Todo el mundo hace caso omiso porque no quieren que se sepa que el marido de la hermana, o el tío, o el primo, o el padrastro están abusando sexualmente del niño o la niña. Privan otros intereses: la imagen social, los posibles nexos sentimentales en la familia con la persona que comete el acto o, una cosa muy perversa, el hecho de que casi siempre quien ejecuta el abuso sexual tiene poder económico en esa familia. —¿Qué otro gran susto o problema ves con frecuencia?
—Te voy a echar un cuento. Daba clases en un colegio Fe y Alegría de un barrio muy pero muy arriba de Petare, un mundo bien distinto al de los universitarios, porque mientras les hablaba de embarazo adolescente, en el salón, entre los estudiantes había tres niñas embarazadas que no pasaban de los 13 años. Después de una de esas charlas, se me acercó una niña de la clase, como de esa edad también, de 6to grado, y me dijo: “Mire, tengo una novia y mi mamá me está pegando y no me deja salir y le cayó a golpes también a ella”. Era una situación de violencia familiar producto de la atracción que la niña tenía con la otra muchacha. La niña estaba en pánico, ya no hablamos de susto sino de pánico, porque temía que lo que estaba pasando en la casa se reprodujera en la escuela. La firmeza con la que me habló la niña de 13 años me dejó impresionado. Después de echarme el cuento completo, le pregunté si me autorizaba a ha-
23 investigue sobre el tema, porque hemos perdido terreno en el ámbito de la educación sexual. Lo que tiene que ver con sexualidad se ha ido dejando en un tercer plano y creo que el Ministerio de Educación, el de la Juventud, el de Deporte y todos los ministerios e instituciones que tengan que ver con adolescentes y niños deberían hacer de la sexualidad un tema prioritario en su trabajo. El chamo se tiene que preparar para que cuando el sexo llegue a su vida sea bajo esas características: sin sustos. En los colegios privados hay alguna receptividad, no así en los colegios religiosos. Pero el primer obstáculo que existe en cuanto a la educación sexual son los padres. Hay un pensamiento errado que cree que hablarles de sexo a los jóvenes es incitarlos. —¿Cuál es el estatus de aceptación de los “tabúes” en el ámbito legislativo?
—Creo que ha faltado compromiso estatal o voluntad política. La Asamblea Nacional no ha sido capaz de legislar sobre aspectos que otros países de la región, siendo tan católicos, tan latinos y estando en las mismas situaciones económicas que nosotros, sí han tomado en cuenta. Son avances que tienen que ver con los derechos humanos. Los transexuales han introducido documentos donde piden que se les reconozca su identidad desde hace ocho años y la sentencia no ha salido. Es un porcentaje bajo en comparación con el total de la población venezolana, pero es un porcentaje: ellos siguen siendo hombres con nombres de mujeres o mujeres con nombre de hombres.
blar con los directivos de la escuela para ver cómo podíamos ayudar. Y aceptó. Pero yo tenía otra preocupación: era un colegio de monjas, así que tuve que confiar en la comprensión humana y profesional de las mujeres que dirigían la escuela. Cuando les hablé de la violencia, estuvieron de acuerdo en cooperar. Llamaron a la madre y hablaron sobre el problema y, un mes después, cuando volví, vi a la niña mucho más tranquila. Ese gran susto: el despertar sexual por personas del mismo sexo necesariamente tiene que ventilarse, porque tiene consecuencias
muy graves para la persona. El año pasado, en mis consultas, recibí a tres muchachos con intento de suicidio por esta misma razón: ser gays. —¿Cuán lejos está la introducción de la educación sexual, desde la perspectiva psicosocial o sociocultural, en la escuela?
—Quería aprovechar esta tribuna para que Héctor Rodríguez, o cualquiera que lea esto y esté en alguna instancia gubernamental, Caracas, 16 de noviembre de 2014.
La raíz del problema, dice Leoncio Barrios, es religiosa. No hay otra rémora mayor que la religión (y no solo la Iglesia católica) y la educación sexual ortodoxa, las que, a estas alturas de la humanidad, cuando se sabe que la homosexualidad existe desde la Grecia antigua, siguen estando en las cúpulas de poder. A Barrios, en otras entrevistas, le han preguntado: “¿Qué está pasando que hay tanto marico?”, a lo que él responde que “la gente se está poniendo más expresiva. No es que ahora haya más lesbianas, es que estaban todas enclosetadas y están saliendo porque es el curso natural de las cosas. Existe más tolerancia y, en algún momento, esa minoría se hará más notoria y tendrá que serlo también para la Asamblea Nacional”. Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
24
GASTRONOMÍA
PICHONES DE SIBARITA
Hato entreverado y “cariñoso” POR MERCEDES cHACÍN FOTOGRAFÍA NATHALIE SAYAGO
Al Hato Grill lo conocemos desde hace rato. Tiene dos ambientes: el comedor y la tasca. La tasca dice en su puerta El Entreverado, palabreja que en el diccionario aparece definida de esta forma: que tiene intercaladas cosas variadas y diferentes. Hace unos diez años nos pasó algo insólito allí, diferente, pues. Fuimos dos amigas y las mesas estaban full. Pero la barra no. Así que vimos la oportunidad de sentarnos y eso hicimos. El barman nos mira y no dice nada. No ofrece nada. Un mesonero se acerca y nos dice “respetuosamente” que no pueden servirnos en la barra. “¿Por qué?”, preguntamos casi al unísono. La respuesta fue: “No servimos a mujeres solas en la barra”. Le dijimos que no estábamos solas, que estábamos juntas. Y el tipo (ya ahí no era un mesonero, era un tipo) nos explicó, también “respetuosamente”, que
dos mujeres solas en la barra era muy “mal comen “poquito”. O si son mujeres, que solemos comer poquito. Si son hombres, y de visto” por las familias que allí estaban. esos que comen “burreao”, alcanza para dos. Nos dio taquicardia, también al unísono, y Esa parrilla cuesta Bs. 940 sin IVA, así que la cosa no pasó a mayores porque una mesa divida y elija bien con quién va a ir. Recuerde vacía vino en ayuda del tipo, al que casi en- que si va en plan de tragos, con una de su mismo sexo puede tener problemas con el treveramos a fuerza de indignación. corazón, si no hay mesas disponibles. Ahora fui en plan de pichona. De la extensa carta escogimos: Parrilla entreverada. Y las De el Hato Grill es fácil salir trasquilados, cual “cosas variadas y diferentes” de esta parrilla ovejita que sale a buscar lana, que en este caso son: carne de pollo, carne de res, chorizo, es temblando después de pagar la cuenta. Esté morcilla, queso, aguacate y tomate. Todo pi- mosca con el “quiere arepita, quesito y nata” cado y servido en una plancha bien calien- que te ofrecen de entrada. Mosca con el toste que da la ilusión de estar cocinando uno tón, con el congrí, con la ración de yuca (frita mismo aquel “entreveramiento” de sabores. o sancochada), con las ensaladas. En menos de lo que espabile esa cuenta se puede montar Es un buen plato con el que comen, tran- en unos cuantos miles. Tómese un solo jugo, quilamente, tres personas y hasta cuatro si porque cada uno cuesta 70 bolos. Una ración
RECETARIO DEL PELABOLA
Piso pelabolas, ¡piso limpio! POR Malú Rengifo malurengifo@gmail.com
El pelabola cobró las utilidades e hizo mercado como si fuera la última quincena de su vida y ahora se sacia de ponche crema, frutas importadas, pescado, lomito y demás productos no aptos para pelabolas, así que sería inapropiado compartir alguna de esas recetas en esta columna. Sin embargo, cuando se vive al estilo pelabola, si no es por un lado es por el otro, pero siempre hay un Don Manolo pendiente de hacer que uno salga jodío. De ahí que el pelabola se haya tenido que ir del mercado sin llevar ciertos productos de limpieza: el rollo no es que estén caros, el rollo es que no hay. Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
25 o ir e sg bl de e la rie u e u p p s A Im Se Calidad Precio Ambiente Atención
Restaurante Hato Grill
Av. L ibert a do r
Bello
Jane iro
Av. pr
Av. Río d e
de arepas (sirven cuatro que son como unas cachapitas delgaditas) cuesta Bs. 114,75. Un queso de mano Bs. 147, 54 y una ración de tostón te la clavan por los mismos 147 y pico de bolos. Eduardo Quintero, el maître que nos atendió, nos contó que ese lugar tiene 56 años, 40 de ellos llamándose Hato Grill. Antes se llamaba El Fogón. El plato que más se vende es el pollo de res, que cuesta Bs. 1.700 para dos personas. Trabajan allí 25 mesoneros, 15 cocineros y diez ayudantes, que atienden las 70 mesas de los dos ambientes. Lo más barato de la carta es el consomé, a Bs. 180. Hay una punta trasera “americana importada” que cuesta casi cuatro mil bolos. La punta nacional no aparece ya en la carta. Y si tiene ganas de comer navideño y caro, ahí el plato cuesta Bs. 860. Una verdadera carnicería con nuestro bolsillo. ¡Buen provecho!
inci pal de L as P alm as
Av. André s
Entonces, camina de vuelta a su casa pateando calles encharca- Limpiecito como un sol das, mercado en mano, mientras la suave llovizna le humedece el Un misterio de la química que esta mente pelabola todavía no ha pelo y le recuerda que no encontró champú. descifrado es que, ya sea detergente, lavaplatos, champú, jabón azul o lo que sea, siempre que se pasa coleto con un jabón alterEl aumento de peso en el pantalón, por su parte, delata el medio nativo esa vaina queda mal, jedionda, opaca, pegostosa, yo no sé. litro de mugre que está recogiendo en los ruedos y que, una vez llegue a su hogar, pasará a chorrear grácilmente en el inmaculado Pero antes de existir las corporaciones existían los pelabolas, y resulta piso del sitio donde vive. Claro que el suelo del sitio donde vive que hay técnicas milenarias de coleteado que continúan funcionanun pelabola raras veces está inmaculado, sobre todo ahora que do de las mil maravillas, que hoy voy a democratizar para que todas la moda entre los comerciantes es acaparar productos de lim- y todos enfrentemos estas situaciones de suciedad desesperada con pieza que solo ofertan los buhoneros a un precio dos y media coraje y creatividad, ahorrándonos también unos cuantos churupos: veces por encima del oficial. preparemos limpiador con vinagre y bicarbonato. El pelabola, que no es gafo, espera pacientemente a que lleguen los productos al mercado, al precio correcto y termina dando muestras de un nivel de adaptación sorprendente: cuando no hay detergente lava la ropa con lavaplatos y cuando no hay lavaplatos lava los platos con detergente.
La cosa es fácil: a un perol con dos litros de agua le va usted a echar media taza de vinagre y tres buenas cucharadas de bicarbonato de sodio. Si le gustan los olores sabrositos, échele a su mezcla algunas gotas de una esencia de su gusto (esencias normales sirven, de las que venden los brujos o las tiendas jipis que huelen a incienso) y listo, pase coleto con alegría que su mezcla, además de barata, El asunto del champú se arregla con un sombrero, pero el piso… soberana y rendidora, es desinfectante. Si se guarda bien tapada, se conserva en buen estado por un par de meses. el piso sí es un tema delicado. Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
26
crítica y media
Tras el discurso
A golpe de control
El techo de Vale TV Esta semana la directora general de Vale TV afirmaba en una entrevista que la televisión cultural no solo tiene buena sintonía sino que, además, puede ser gestionada desde el sector privado sin acudir a la publicidad. Lo decía con una encantadora sonrisa por todo aval, y se guardaba el secreto de tan anhelada alquimia. Obviando la mucha subjetividad que el término “sintonía” comporta, afirmaciones de este tenor son posibles en un ámbito donde no existe una autoridad seria (valga la redundancia) en el tema de la medición de audiencia. Los programadores de medios chicos, como el susodicho canal del Arzobispado de Caracas, se aprovechan de ello para reivindicar cuotas de pantalla que vaya usted a saber cómo establecen. Lo socarrón, sin embargo, no es arrogarse audiencia, que en su ley ya dos hogares conforman una. Es el aserto de que prescinden de publicidad como forma de sustento. Puede uno figurarse de dónde proviene el prurito habiendo tras bastidores una cofradía religiosa: “No dejadme tocar el cochino dinero. Ponedlo en la bolsa, hermano”.
Sutilezas aparte, Vale TV configura la mejor oferta cultural en señal abierta nacional, algo que, por otro lado, no supone un esfuerzo particularmente extraordinario toda vez se ensambla con base en el producto audiovisual de más sencilla factura: el corto documental. En términos textiles, la parrilla de programación de un medio con este formato termina luciendo como una colcha de retazos; más o menos atractiva según sea el sastre. Por cierto, algo como lo que intentó hacer —sumando una sección de largometrajes— la gestión del periodista William Castillo antes de dar paso a la nueva TVes. Algo como lo que ahora se está intentando hacer en Conciencia TV. Vamos, que después de todo formular un canal de televisión cultural no resulta tan cuesta arriba. Lo difícil, lo que requiere trabajo, es darle identidad a la propuesta a través de contenidos propios y de visión autoral definida, producidos a solicitud. Joder si esto se va a conseguir pasando el “cepillo” después de misa. Por Carlos Cova
oferta engañosa. The purge: anarchy (12 horas para sobrevivir, EEUU, 2014) plantea una sociedad donde, por fin, se ha conseguido la forma de reducir los índices de criminalidad y desempleo: una noche al año todo crimen está permitido. Conforme avanza el filme, el guión ofrece una lectura equilibrada. En este orden de ideas, al tiempo que las ventajas solo son mencionadas a través de la propaganda oficial, grupos contrarios la condenan por medios alternativos, de menor espectro y alcance comunicacionales. También esboza, como elemento reaccionario, a quién beneficia y a quién perjudica este tipo de práctica; por supuesto, los más poderosos llevan una ventaja considerable respecto de los desechados por el sistema, disparidad que se da de forma lacrimógena: el patriarca de “color”, al encontrarse en estado terminal de su dolencia, se inmola por su familia: sirve como conejillo de indias para ser asesinado por un grupo de adinerados a cambio de 100.000 dólares para sus descendientes. Una “causa noble” que se deriva de este aquelarre, pero tras la pérdida de la “virginidad” (iniciación homicida) el ser humano va por más. En el pandemónium de esa noche emerge el “bachaqueo”. Un grupo de delincuentes secuestra a los desamparados para venderlos a una suerte de contemporáneo circo romano, y así satisfacer el caprichoso morbo de una clase pudiente en una pseudolegalización del cine snuff en “enésima dimensión”. Durante hora y media el filme, de forma perenne, avanza sobre el filo de la ecuanimidad, precipitándose, en ocasiones, hacia el melodrama simplón; lo que permite soslayar algunos datos de cierta relevancia que desnudan la falacia de la propuesta: ¿qué pitos toca la industria de armas estadounidense los restantes 364 días del año?, ¿acaso el negocio que arroja más dividendos que el narcotráfico se conforma con ser otro día de las madres? Al igual que uno quiere a su mamá todo el año, la violencia urbana precisa de más de un día para hacer catarsis. Y para otros la impunidad por sus crímenes dura algo más que 12 horas. Rodolfo Castillo rodocastillo81@hotmail.com
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
27
CUENTO
Marcucho, el modelo POR Leoncio Martínez Ilustraciones FRANKLIN ALVIáREZ
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
28
Cuadrado de espaldas, liso y apelmazado el cabello, que se partía en una raya recta, casi sobre la sien izquierda, teniendo en el color un vago reflejo ambarino del indio ancestral, Marcucho, el modelo de la Escuela de Pintura, a primera vista confundíase con un mandadero cualquiera, con un individuo sin relieve ni importancia, acostumbrado a cargar carretilla, o a encorvarse bajo la mole de los fardos. Su estatura baja, sus blusas de dril descoloridas entre los estrujones de la batea y la caliente opresión de la plancha, sus manos entretejidas de gruesas venas y siempre colgantes, congestionadas al peso de la sangre, no revelaban la menor particularidad que pudiera destacarlo junto a los demás hombres de su clase. Pero, Marcucho era un elemento primordial de belleza para el grupo de aquella incipiente Academia. Cuando, despojado de la ropa, subíase a la tarima del modelo, asumía a los ojos de los estudiantes proporciones inconmensurables. Desnudo crecía. Adquiría una alteza espectacular de ilímites proporciones para los alumnos, que lo miraban, con los párpados entrejuntos, lamiendo con la vista los variables secretos de su armoniosa contextura. Al saltar a la tarima, en ágil pirueta que hacía sonar la tabla al golpe de los talones, y al erguirse en una pose preparatoria impensada, dijérase que con un impulso muscular se estiraba como si un recóndito sentido de la plástica lo magnificara, lo elevase de su condición vulgar de hombre de pueblo a una simbólica serenidad de sacerdocio y de mando. El cajón destartalado prestábale trono. Dominando su cabeza por sobre todos los que Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
le rodeaban, cualquiera que entrase al salón en horas de estudio lo primero que vería al abrir la puerta era a Marcucho, imponente e inmóvil como un dios o pensativo y ceñudo como un personaje de tragedia griega o a veces en una contorsión resignada de mártir cristiano.
que se arremolinaban en el nudo rosáceo de las rodillas.
Abajo, más abajo, los calcañares donde engañosos bermellones fundidos entre sombras, con las vetas protuberantes de arterias y nervios, le daban la fortaleza y el apoyo de un zócalo rotundo. Y los pies, pesados como Los demás, en torno suyo, doblegados sobre cimientos. los caballetes o sobre las tablas de dibujo, parecían venerarle sumidos en devoto silencio. Para los presuntos artistas, el cuerpo de Marcucho era un universo de cotidianos Al chischibeo del carboncillo o los pinceles hallazgos. sobre el grano del papel y de la tela, buscaban fijar el contorno estatuario, apresar en ¿En qué pensaba Marcucho, mientras encalíneas firmes la amplitud del tórax, abom- ramado en la tarima aguantaba inconmovibado al ritmo de la respiración potente; el ble las horas de pose de la Escuela? En ese torso lleno y duro como una montaña; la largo ocio mental, donde las ideas se adorred de sus músculos pujantes sin alardes, mecen como bajo la influencia de un exceso eslabonados en suaves declives, la cadera de cigarrillos, ¿qué visiones, qué recuerdos, saliente y brava, las piernas sólidas... qué propositos pasarían en lenta tornavolta por la mente del modelo? O en afán ferviente perseguían —ya logrado el trazo— en la reciedumbre de la masa los En los descansos, sentado al extremo del secretos del claroscuro que torturan y enfe- cajón, con las manos entrecruzadas sobre brecen al artista y que en el cuerpo moldea- las rodillas, ¿era cansancio, resignación o do de Marcucho ascendían hasta los tonos menosprecio de toda voluntad lo que doblecálidos del cobre, envolviéndose en grises gaba su espalda y hundía su barba entre los mortecinos, en dulces ocres, con reflejos pulgares, dilatando sus pupilas en abstracto azuluscos y verdores inasibles, valores que espionaje del vacío? mezclaban, se desvanecían, se profundizaban en la gama e iban a ahogarse en las fres- Silencioso, aliviando su forzada inmovilicas oquedades del rojo de Venecia y del se- dad en otra inmovilidad nueva, Marcucho pia. La cabeza retostada, asoleada, se cortaba parecía reflexionar o idiotizarse en la mola base del cuello en una línea precisa como notonía de su trabajo al igual que un burro plumaje tornasol en el cuello de las palomas de noria. montañeras; luego los hombros, el pecho, el vientre, lividecían en tenues luminosidades Pero no: Marcucho había nacido para aqueque resbalaban a flor de piel, iban a dividirse llo. Amaba instintivamente su oficio, se senen las piernas, como la orqueta de un río de tía partícipe de la obra de arte como el tipóaguas opalescentes bifurcadas por un islote grafo incluye algo de su ser en las ideas que fértil y sombrío, de evanescencias relamidas compone. Amaba su tarima como aquel se Caracas, 16 de noviembre de 2014.
29
apega al chibalete, como el marino al barco; y, como el marino, al erguirse en su cajón, pensárase de pie en una proa escrutando, fijo, lejanías de horizontes de donde hubieran de surgir fantasmagóricas corporizaciones de antiguas leyendas. Había nacido predestinado. La mano modeladora de la greda humana le hizo una caricia antes de echarlo al mundo y ennobleció su barro tosco. Ya consustanciado con la belleza esencial, al hacer un movimiento elástico, al caer como involuntariamente en una actitud eurítmica, sonreía satisfecho y orgulloso si algún estudiante entusiamado exclamaba: —¡Qué bien está así!... ¡Quédate así! Y sonreía también, sin perder la posición, a las bromas habituales de los pintorcetes: —Marcucho, no muevas la oreja izquierda.
—No engurruñes el dedo gordo, Marcucho.
lía pedir un estudio que le gustara entre las innumerables imagenes suyas que pobla—Caray, Marcucho si que tiene la piedra del ban la Escuela, clavadas por aquí y por allá zamuro para las mujeres. ¡Dios como que le o tiradas por el suelo, para llevarselo a “su echó la bendición con la zurda! pieza” cuyas paredes era un museo unipersonal de sí mismo. Y reprimía la carcajada, moviendo solo el vientre, cuando un dicharacho obseno estre- Ya para los últimos tiempos, Marcucho se mecía la parvada estudiantil alborotándola entregó al alcohol. Bebía demasiado. Las en cacareo de gallinero. facciones se le fueron abotagando, enflaqueció algo y los tonos rojos de su encarnaduCumplía su trabajo con severidad de ritual. ra se iban tornando más calientes. A veces, En ocasiones iba de caballete en caballete al tomar la posición lo sacudía un latigazo observando las “academias”. Miraba los di- nervioso, pero, luego, en pie, apoyado en la bujos y luego se miraba sus propios brazos y vara, se mantenía rígido, sereno, delatándolo sus piernas, en comparativo conocimiento solo un casi movimiento giratorio, como el de su cuerpo como si se lo supiera de me- de una peonza. moria y lograra verse entero a sí mismo. Su espejo multifaz, durante años de años, lo Por fin un día, después de tantos años de hatuvo en las tablas de dibujo y parecía expo- ber sido el modelo predilecto, el único, Marner un gesto desaprobatorio cuando alguno cucho faltó a las sesiones y al cabo de una lo reflejba deforme o sin semejanza. Y, con semana llegó a la Escuela la noticia deplorahumildad, preguntando: “¿Lo necesita?”, so- ble para todos: había muerto en el Hospital. Caracas, 16 de noviembre de 2014.
Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
30
—No tiene ni familia —respondió un estudiante burlón.
Pulpa de anonimia, corazón sin amores inmediatos, balza a la deriva, su cuero sepulcral no dio con el puerto y encalló sin reclamo sobre la mesa del anfiteatro; él, que había servido para que lo estudiaran por fuera, se ofrecía íntegro en el momento de abandonar la vida para que lo estudiaran por dentro, como esos muñecos sin más voluntad que su destino, a los cuales los niños curiosos, hastiados de jugar con ellos, les sacan el aserrín.
—Pues, vamos a aprovecharlo; en la sala de anatomía de la Universidad —prosiguió el maestro— nos hace falta un buen esqueleto: este es un bello esqueleto, ¡perfecto! Era la consagración total de Marcucho. Los estudiantes se dieron de nuevo a la tarea; pronto desbarataban articulaciones, desprendían miembros completos, limpiaban huesos hasta dejarlos mondos, encumbraban montículos de carne sanguinolenta en sugestiones de matadero.
LLegó el profesor seguido de los estudiantes a la clase de anatomía práctca. Rodearon el cadáver y comenzó la postrera lección de dibujo para Marcucho, que, inmóvil más que nunca, resistía la pose definitiva. Comenzó la lección y los bisturíes afilados como carboncillos iniciaron el trazado, ya no sobre el papel y el lienzo, sino sobre aquellos mismos músculos moliciosos, siguiendo la red de nervios, perforando la carne empalidecida, abriendo como las páginas de un libro secreto el pecho magnífico... En medio de su perorata didáctica y de sus minuciosas explicaciones, el profesor se empinó en un súbito ¡Oh!... Y después de una pausa, alargó la exclamación acomodándose las gafas: —¡Oh, que anatomía tan estupenda la de este hombre! ¡Vean ustedes qué admirable! ¡Debe tener un esqueleto precioso, precioso!
Ya de Marcucho no queda sino una masa fragmentaria. Pero luego apartaron con cuidado su osamenta, la calavera de ojos estupefactos y sin luz, los fémures gruesos como piernas de buey... Y, más tarde, en procedimiento macabro que legaliza la augusta ciencia, lo cocinaron, lo hirvieron, pulieron sus huesos como valiosos marfiles, armaron de nuevo el esqueleto, soldando y embisagrando las piezas, y allí, en el anfiteatro de la Universidad, dentro de una larga caja, colgando por el centro del cráneo con un alambre de acero, está Marcucho, sin carne, sin nervios, sin vida, en su última pose, predestinado a servir hasta más allá de la muerte para el estudio de la belleza y del dolor, porque antes de echarlo al mundo la mano modeladora de la greda humana le hizo una caricia y enalteció su barro tosco.
Los discípulos se inclinaron sobre el muerto siguiendo la lección del maestro, como sobre un mapa. El profesor se entusiasmaba con los músculos, las arterias, las vísceras. Lo iluminaba un gozo risueño y sapiente. E interrogó:
Próxima semana: “La radiografía”, de Manuel Guillermo Díaz
—¿Este cádaver no tiene reclamantes? Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 16 de noviembre de 2014.
GRUPOS DE GAITA
2
1
4
Modificación del Colquial, saludos significado (inv.) de una frase agrupando de distinta forma sus sílabas
Flor de loto
3
CamCargar, biable, Símbolo mili- Estiércol, modifi- del boñiga levantar litro cable
Voz de arrullo
Entre los árabes, profeta
Figura 3
Figura 1
Bicicleta para dos personas
En aquel lugar
Bronceen, Tasca, Dominio Novicia, Argende tina, taberna web iniciada guayaba Israel Miembro pongan de grupo al sol separatista vasco
Poner huevos da 2 vocal (pl.)
Sociedad Anónima Estar, existir
Prueba, examen
Afilar, afinar
Web para Tonga Figura 2
Figura 5 Coloquial, menosprecia
5
Trabaje la tierra Anual (fem.)
Altiva, presuntuosa Tostará, cocinará Poncho (inv.)
Oído en inglés
Dominio web para Ecuador
Figura 4
Voz para caballos Náusea, vómito
Imperio precolombino peruano
Lleno, ocupado
Avanzan, adelantan
Nicaragua, violador de mujeres
Camine, ande a pie las calles
Instrumento de viento original del Perú
Perro, cánido Símb. quím. cobre Esnifé (inv.)
Apócope de uno Artículo neutro
6
Óxido de calcio
7ma letra del ABC
Daba crédito Carcoman, corroan
Corral, establo Idolatra, ama
Aire en Voz para inglés calmar las caballerías
Mil millones de años
Laguna, estero (inv.)
Tecla de escape Vocal repetido
Nota musical De hueso (fem.) Acort. Código
Algunas vocales
Nivel, altura
Repetición de un sonido
Se trasladan en el agua con el cuerpo
De esta manera
Punzaba, lastimanba
Luchar, bregar
Vocal repetida
Emitía Uruguay, repeti- hambre damente el sonido inarticulado de s y ch
Figura 6
Escuchar, atender
Dominio web para España
Símb.quím. cobalto Unid. de Bebida Estándar
Figura central Luminoso, radiante
Carta de la baraja
A A
L
C
A
B
A
L
A
V
E
N
U
S
A
L
J
I
B
E
S
E
S
T
R
I
L
O
E
L
T
A
S
L
A M A
R
R
D
E
P
A N A
S
N R
M
I
www.sinapsispasatiempos.com epale@sinapsispasatiempos.com
A N
"Tiene un mosaico genético poliétnico, pero su raíz es hispana, aunque la hispanidad se conserve en progresiones muy diferentes a la gaita maracaibera (llamada también gaita de furro), canto de criollo citadinos, en quienes sobrevive con fuerza en comparación con la gaita de tambora y la perijanera, en las cuales la negritud deja una marca más intensa”. Rafael Molina Vílchez
SOLUCIÓN DEL ANTERIOR
I
POR NATALY SANOJA
S
M
D
E
R
O O
E
N
C
L
A
R
C
L
O
I
D
D A
T
A
I
T
C
E
I
M O
S
S
E
E
S
R
A
R
O C S
N
A
A M
I
D O
C
A
N D
I
L
R
O V I
U
L O
N
I
G
B
I
R
H
A
S
E
E
D
B O B
R O
R O
S
C
O
D
U
E
S
L
E
A M O
C
A
A
S O C
B
A A
V P
S
O
L A
E
A
S
O
Z
E
N
M O X
A
O
L
I
T
A N A
L
O G O
U G A
Y
L
O
32
CUENTOS DEL ARAÑERO
Variná POR HUGO CHÁVEZ FRÍAS ILUSTRACIón MELANY PÉREZ
Barineando soy feliz en días de Semana Santa, en diciembre y en verano y en las ferias y exposición de la Virgen del Pilar. Bella canción esa de Barinas. Pero vamos a refrescarnos de la historia, de dónde viene este nombre. Los indios variná, con la v de Venezuela, eran tribus indígenas que habitaban este piedemonte. Vivían de la agricultura, la caza, de la pesca, tribus pacíficas. Se han conseguido petroglifos por aquí en Bum Bum. El viejo Ruiz Guevara, amigo de muchos años e historiador de esta tierra, consiguió los petroglifos de Bum Bum: restos y rastros. Unas calzadas muy antiguas hay por aquí, calzadas precolombinas, la calzada Páez. Claro, porque los variná tenían mucha influencia de los timotocuicas, es decir, de los indígenas de allá de las montañas. Vivían en comunidades, caminaban por todas estas sabanas del piedemonte y llegaban hasta los pueblos de las montañas de Los Andes. Hasta que llegó aquello que a nosotros nos han presentado como el descubrimiento, una de las farsas más grandes de nuestra historia, de las mentiras más grandes que nos vendieron. La verdad es que nos invadieron, nos atropellaron, nos aniquilaron, masacraron a los variná, a los timotocuicas, a los indios caracas, a los goajiros. Han pasado 500 años, por eso la memoria histórica de nuestro pueblo para poder comprender. No es este nuestro idioma original. Lamentablemente no he tenido tiempo de aprender algún idioma indígena, de los tantos que tenemos, una deuda que tengo. Lo único que me aprendí hace varios años, cuando el espíritu de la infantería, cantábamos “La reina de las batallas”. Entonces, me aprendí aquello que dice: “Anakarinarote aunnukon itotopaparoto mantoro”, grito de guerra de los indios caribe. Yo soy variná y también soy un poco quiba y yaruro, de ahí, de los aborígenes de Apure, del Arauca. Aquellos varinás fueron obligados a dejar la tierra, la siembra y la familia. Se armaron para luchar contra el invasor español. Claro que la desventaja era muy grande, la diferencia de tecnología. Esas tropas españolas vinieron armadas hasta los dientes, y los aborígenes las enfrentaron con las uñas, con flecha y arcos, con lanzas. Pero defendieron su dignidad y muchos, la mayoría, prefirieron morir como Guaicaipuro. Le dijo al pelotón español que lo rodeó, le mató la mujer, las hijas, salió el cacique Guaicaipuro y enfrentó el pelotón español y les dijo: “Vengan españoles, vengan para que vean cómo muere el último hombre libre de esta tierra”. Edición Número Ciento cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Elorza, como la India Recuerdo en Elorza, cuando era comandante del Escuadrón Farfán, que para conseguir una vaca allá había que prácticamente rogarle a los ganaderos, a los productores. Nadie quería matar una vaca para vendérsela al pueblo. No era regalada, no andábamos pidiendo nada. Ellos sacaban cuenta y ganaban más dinero con esa ganadería extensiva, que no invierte casi nada, porque es montar el ganado en unos camiones y venderlo en Maracay o en el centro del país, en Barquisimeto. Lo venden mucho más caro porque le inflan los costos. Entonces, el pueblo de Elorza no comía carne de res. Me dijo una vez un coronel que fue para allá, a unas maniobras. Era jefe de Estado Mayor de una brigada y me dijo: “Chávez, esto es como la India, le pasan las vacas a uno así, pero nadie puede comerlas”. Comiendo babo y chigüire, cuando había oportunidad. Es el capitalismo, se está pensando en la máxima ganancia y no le importa a este o a aquel que la gente se alimente, que los niños coman.
Caracas, 16 de noviembre de 2014.