09-08-2015

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Consejo Editorial

contenido

Directora

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Donald Trump

Mancheta y demás

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Todo empezó en Paradero

Daisy Gutiérrez

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Zonia García Lisbeth Montell

Santa Inés, su doble vida

Caracas no es para aburrirse

Ilustrador

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Una tarde con piel de lagarto

¿Y cuándo se abre el rap nacional?

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Rico Dalasam: “El rap salva vidas”

Sibaritas y pelabolas

Clodovaldo Hernández, Mercedes Sanz, Yosjuan Piña Narváez, Víctor Fernández, Malú Rengifo, Jessica Mena, L. “Razor” Balza, Franklin Alviárez y Nataly Sanoja. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Jonathan Mendoza.

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Impresión

Cine y televisión

Historias de la calle Lincoln (II)

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Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla Mercedes Chacín

— (ANTI)perfil

Editor Jefe

Carlos Cova

DirecTORa de Arte

Edarlys Rodríguez

COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA

Jesús Castillo

Asesor Editorial

— ciudad

Reinaldo González

Redacción

Mabe Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida Ander De Tejada

Diseñadoras

— mitos

Alfredo Rajoy

Fotógrafos

Jonathan Mendoza Michael Mata

— crónica

CORRECTOR

Rodolfo Castillo

MANEJADORA DE REDES

Bárbara Baralt

LOGÍSTICA

Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero

— entrevista

Colaboran en esta edición

Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Papirus Impresores 2004, C.A. epale.ciudadccs@gmail.com

@epaleccs

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166 Una publicación de la

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.

— crítica y media

— cruci compacto

— EL MENJURJE

— música

— miradas

— sexodiversidad

— gastronomía

— novela

— cuentos del arañero

Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales y en la librería-Bar el techo de la ballena, edif. Gradillas “A”, planta Baja, Bulevar del Eterno Retorno


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(anti) PERFIL


Donald Trump: el pelucón boca ’e jarro

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Discapacitado para el lenguaje políticamente correcto, el magnate neoyorquino se ha lanzado a la lucha por la nominación presidencial republicana. Inauguró la campaña diciendo lo que dijo del pueblo mexicano y logró el objetivo de hacerse notar. Allá y acá encontró rechazo, pero también apoyo, porque el trumpismo es un modo de ver el mundo POR Clodovaldo Hernández clodoher@yahoo.com ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY

No es el peor gringo posible. Lo que pasa es que es del tipo sincero. Piensa lo mismo que toda la derecha y la ultraderecha de Estados Unidos, pero mientras los otros se ponen bozales, se perfuman la lengua antes de expresarse, usan máscaras y disfraces de gente decente, este tipo habla a boca de jarro. Donald Trump es el prototipo del magnate postmoderno. Es prepotente, supremacista y jura que su montaña de dólares lo hacen mejor que el resto de la gente; ha forjado su fortuna trepando sobre los hombros ajenos; su éxito ha costado tantas víctimas que —figurada o literalmente, depende cómo se le vea— debería tener su cementerio corporativo. En fin, un Rico McPato cualquiera.

En una sociedad que le rinde culto al dios dinero, Trump es todo un pontífice. Su relato personal habla de fortunas amasadas a punta de audacia y falta de escrúpulos. También hay episodios de crisis y bancarrota. Como aderezo, su vida privada ha sido siempre foco de atracción para la prensa sensacionalista, en particular por las espectaculares mujeres que han sido, sucesivamente, sus esposas: Ivana Zelníckova, Marla Maples y Melania Knauss. En materia de consortes, por cierto, le pone freno a su xenofobia, pues la primera de ellas nació en Checoslovaquia (país que dio paso a la República Checa y a Eslovaquia); mientras tanto, la actual esposa es eslovena.

Como suele suceder, el éxito en los negocios ha estimulado la ambición por el poder político. Por iniciativa propia o por sugerencia de los infaltables adulantes, Trump ha creído tener madera para ser líder de masas y alcanzar altos cargos, incluyendo la presidencia de EEUU. En oportunidades anteriores no había pasado de ser uno de esos aspirantes pintorescos, que luego se retiran. Pero esta vez, quizá porque el hombre ya se acerca a los 70 años, se lo ha tomado más en serio. Las encuestas parecen soplar a su Convertido hace años en una figura mediática, Trump parece un favor, al menos entre la tropa de precandidatos que se han lanzapersonaje escapado de una de aquellas series que hicieron furor do a disputar la nominación del Partido Republicano. hace algunas décadas, en las que se ponía de manifiesto la fatuidad y la mala entraña de la clase dominante estadounidense, algo como Con su forro de millones, el “Pelucón Mayor” (como lo bautizó Dinastía, Falcon Crest o Dallas. Un multimillonario engreído, con el presidente Nicolás Maduro) se da el lujo de ser él mismo, sin una manera de peinarse particularmente ridícula, emperador inmo- ninguna contención o censura. Dijo lo que dijo sobre el pueblo biliario, dueño de casinos, capo de los mayores concursos de belleza mexicano e inauguró formalmente su campaña, pues en el mundo del planeta, presentador de reality shows… todo en este sujeto es entero hubo reacciones. Allá y acá despertó oleadas de antipatía, sospechoso, huele a estafa continuada, a procederes mafiosos, a trata pero también muchas aprobaciones abiertas o soterradas. Después de blancas. Y si a eso se añaden sus nada ocultos prejuicios raciales y de todo, el trumpismo es una manera de ver el mundo, tenga uno arranques de xenofobia rabiosa, pues se le pone la guinda al postre. o no dinero, tenga uno o no copete. Todas esas son las características típicas de muchos hombres de negocios del mundo actual, gente a la que se le rinde pleitesía por su capacidad para llevar sus cuentas bancarias hasta límites de la fábula. Pero en el caso de Trump, es su discapacidad para el lenguaje políticamente correcto lo que le hace particularmente repudiable… Eso y el copete, claro.

Caracas, 9 de agosto de 2015.

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el menjurJe Que hayan pasado, leído, caminado y amado más de 300.000 personas por La Feria del libro de Caracas, en Los Caobos

«

¡Qué Rico! «

la clave Se parece un poquito al submarino amarillo de Los Beatles, solo que aquel parecía un tiburón y este parece un submarino amarillo con una lengua de Los Rolling Stones. Rock y Salsa. Para mayor y mejor información, visite la página de PDVSA La Estancia: www.pdvsalaestancia.com

Que le pidan a toooodos los estudiantes, para inscribirse, una resma de papel que, de paso, no cuesta menos de 3.000 bolos

CINESTESIA Jueves 13 de agosto Gigoló deteriorado (John Turturro, 2014)

¡Terminó el rodaje de Abril la película!

Duró 44 días. Numeritos: poco más de 2.000 extras, casi 100 decorados para filmar más de 250 escenas. El domingo pasado estuvieron en Alcabala 3 de Fuerte Tiuna, recreando lo que pasó allí el 13 de abril de 2012. Activa tu memoria.

Jueves 20 de agosto Kingpin (Bobby y Peter Farrelly, 1996) Jueves 27 de agosto La guerra de las galaxias: Episodio II - El ataque de los clones (George Lucas, 2002)

ltural para La Paz y la Vida s Eloy Blanco. Entre esquina(s) Salvador de León, al lado de PSU. Telf: 0212-5060538

Público general: Bs. 160. Estudiantes: Bs. 120. Dirección: Río Teatro Caribe, Av. Adolfo Ernst, No 16, San Bernardino (subiendo dos cuadras desde Crema Paraíso).

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¡Ajá! Pensaron que nos equivocamos. Pues no: es la parte de la dirección que falta en la imagen. Caracas, 9 de agosto de 2015.


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CIUDAD

Todo empezó en paradero Ellos y nosotros no es ellos contra nosotros. Ellos, los que trabajan en la calle, debajo del elevado de Maripérez. Nosotros, los que creemos que sabemos que jode porque escribimos, cual intelectuales de maletín POR gustavo mérida @gusmerida1 FOTOGRAFÍAs michael mata

Caracas, 9 de agosto de 2015.

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"El Chiche"

Ella llegó con él. Rodó la silla, se sentó, cruzó las piernas muy, pero muy lentamente, y me dijo: “Tienes que irte ya”. Y yo que pensaba que traían desayuno. En una maleta con rueditas, de las que pasan como equipaje de mano, cupo todo. Pero si no, si hubiese existido Mi Casa Bien Equipada, por ejemplo (que conste que no es intencional la propaganda gubernamental), en lugar de caminar por el puente 9 de Diciembre arrastrando la maletica, hubiese tenido que ir hasta la avenida Augusto César Sandino (aunque el cartel dice José Augusto Sandino), en Maripérez, y contratar un camión.

la razón que sea, la manera más fácil de hacerlo, incluso más que pelar una mandarina, es ir al elevado que pasa sobre esa avenida, pero no subirlo. Usted llega —le hacen una “rueda ’e pescao”, tipo Mercado de Conejeros—, pone cara de saber mucho de mudanzas y traslados y regatea todo lo que pueda hasta que le digan el precio. Fácil.

Hay mejores motivos para mudarse. Deseo que siempre sea así. Sin embargo (literalmente, además, porque si algo han hecho estos transportistas pa’ lo que salga es, precisamente, embarcar embargos), si usted tiene que buscar un camión o una picó para cargar sus macundales, sea por

Con peticiones al Alcalde y al presidente Maduro, pasando por las quejas cotidianas, discutiendo acerca de que si aumenta la gasolina, ellos no deberían aumentar la tarifa; rozando anécdotas de amor y de muerte y hablando paja que jode, estuvimos esperando el primer viaje. Nosotros, ligando que fuese cerca, para poder ir. Ellos, esperando “una buena”. Antes de las 9 am salió, cerca; solucionado el desayuno... de ellos: hay que buscar una máquina de emplomar granito en Paseo Anauco y llevarla a San Martín, frente a la Maternidad. Dos lucas.

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Oralidad

No hay acuerdo para decir el año en el que todo empezó. Cuando íbamos por julio de 1967, durante el terremoto de Caracas, Valentín Gutiérrez, el isleño con más tiempo en servicio, dijo que “estamos desde los 50”. Trabajan todos los días y, como todos los días, unos son muy buenos y otros no tanto. Ahora, la gente que nunca había pelado bola —lo que llaman “gente pensante”, como la que tiene acceso a los medios de comunicación— no sabe qué hacer. Tienen culillo, y con razón. Los pelabolas de este planeta, cuando no son masacrados, sobreviven. ¡Saben cómo se hace! Ahora los dólares del petróleo se reparten mejor: a los que les tocaba —o se agarraban— más, que siempre eran los menos, pues les toca —o se agarran— menos, y viceversa. Matemáticamente justo. Ellos, y ellas, no saben qué hacer. No saben resistir. Finalizada la digresión, todos aquí tienen sobrenombres. “He criado a mi familia y tengo mi apartamen-


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Valentín Gutiérrez, el isleño

to producto de lo que he trabajado aquí”, cuenta Valentín. Ellos van a cualquier parte del país. Sin culillo. A las 8 y pico llegó un posible cliente. Negativo. “Le dijimos cuatro mil primero, luego tres mil. Era desde El Marqués hasta Fuerte Tiuna, una nevera y una lavadora. No quiso”. Juan Hidalgo es “El Chiche”. Andrés Aponte es “Güirigüiri”. Martín Torres es “Vaca Maniá” o “350 con lona” (el que no es “El Chiche” ni “Güirigüiri” ni Valentín; vea la página 5). Este último apodo surgió cuando, en el pasado, competía por los clientes con choferes de camiones con cava en voz alta: “¡Yo tengo un 350 con lona, yo tengo un 350 con lona!”.

"Güirigüiri"

El contexto

Al trabajar debajo del elevado tienes carros y motos por arriba, por los lados, por el frente, por detrás. Cornetas, humo, ruido de motores, más cornetas, más ruido. Si algún lugar está cerca de ser “punto neurálgico”, ese sitio se encuentra debajo del elevado de Maripérez. “¿Y ese camión también trabaja aquí?”, le pregunto a cualquiera. Hidalgo me responde: “No, ese es el chatarrero que se está llevando esa nevera que dejaron tirada ahí”. ¡Un chatarrero! Hay que entrevistarle.

Un “zarro nochi”

Arroz chino, obviamente. Se quejaron por lo caro que está. Antes de las 9 de la mañana salió el primer viaje. Antes, llegó el señor que pone gomas y platinas, que Los ayudantes cuadran el precio depen- también trabaja aquí. diendo de si hay o no ascensor, escaleras, la altura del piso y distancia a recorrer. Son No por flojera, sino por razones de paurápidos. Casi siempre les dan propina. Al ta, nosotros queríamos ir en un viaje tipo conductor, si no ayuda, no le debería tocar. de la Hermandad Gallega a Hidrocapital. Caracas, 9 de agosto de 2015.

Ellos, sin flojera y sin pautas, esperaban un viaje, digamos, a Puerto La Cruz. “Deberíamos organizarnos”, dice Valentín. “Cuenta una señora mayor, que ya murió, que en la esquina de Paradero, ahí mismito, cargaban las carretas”, asegura Hidalgo. “Joselo siempre venía”, cuenta Güirigüiri, y agrega: “De todos los estados de Venezuela vienen a buscar camiones acá”. Más peticiones de crédito para volver a tener camión. La chamba fue rápida. Resolvieron el desayuno. Sin colas en la avenida San Martín, bajaron la máquina de manera rápida y precisa. Hidalgo nos contó de su vida mientras regresábamos a Maripérez. Nos enseña cicatrices, esperanzas y nostalgias. Con 62 cumplidos, dice que puede trabajar 15 años más, por lo menos. Ellos siguieron en lo suyo, nosotros en lo nuestro. Si creemos que lo suyo y lo nuestro es distinto, estamos jodidos. Es lo mismo. Salud. Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS


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MÚSICA

“No se ama lo que no se conoce” Daisy Gutiérrez lleva el oriente venezolano en sus venas. Más que cantante, es una promotora incansable de la música y las tradiciones de esta región del país. Tiene cuatro discos y actualmente está preparando otro dedicado a la mujer latinoamericana POR Mercedes Sanz @JazzMercedes FOTOGRAFÍAS jonathan mendoza

Como canta, habla. Tiene dos atributos para enamorar a la gente: la sonoridad de su voz y sus inagotables anécdotas llenas de atardeceres marinos, de las calles cumanesas, de los arrullos de doña Lucila Sánchez de Gutiérrez, de las diversiones sucrenses. No hay frase que diga donde no salga un galerón o una jota. Daisy Gutiérrez es socióloga, cantautora y cuatrista, con poco más de 30 años en la música. Nació en Cu-

maná, estado Sucre. Luego vivió en Bolívar (Puerto Ordaz), Aragua y, finalmente, en Caracas.

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Caracas, 9 de agosto de 2015.

“Mi contacto con la música fue mi madre. Yo la recuerdo cantando, pero no precisamente música tradicional, porque a ella le gustaban los boleros. Admiraba a Julio Jaramillo. Me acuerdo de No puedo verte triste porque me mata... ¡Ese tema me para los

pelos! También nos cantaba arrullos; allí sí le escuchaba la esencia de nuestra tradición popular”, dice Gutiérrez a propósito de esos inicios musicales. También estaba su padre, Saturnino Gutiérrez, pescador, a quien buscaban para que entonara jotas y malagueñas en los velorios de Cruz de Mayo. “Yo recuerdo a mi padre con un poema de Aquiles Nazoa, ‘Polo


09 doliente’, que dice: ‘Aquí viene el muerto de Marigüitar, cuatro pescadores lo van a enterrar...’. Lo grabó Gualberto Ibarreto y otra gente. Resulta que uno de esos cuatro pescadores era mi padre”. Esta historia verídica se le conoce como “El muerto de Marigüitar”.

discos. Debe haber una política de apoyo desde lo más pequeño, pasando por esa parte de grabación y, después, la difusión, ponerlos a sonar, hacer videos... ¿Cuántos espacios hay en la televisión pública para nuestra música? Hay una falla desde nuestros propios medios nacionales y bo-

livarianos. No se ama lo que no se conoce, y no se conoce lo que no se divulga. ¿Por qué terminamos cantando una bachata, un reguetón, cualquier ritmo de afuera? Porque los ponen todos los días y a cada rato. ¿Por qué lo de afuera sí y lo nuestro no? Allí está el factor colonizador.

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Aún dominados culturalmente

La música ha sido parte de su vida. Daisy creció oyendo a Jesús Avila, María Rodríguez, Lilia Vera, Gloria Martín, Alí Primera, Víctor Jara. “Toda esta gente de la canta social me marcó, hizo que mi canto se convirtiera en una militancia. Yo siento que el cantar tiene que servir para algo”, asevera quien cree en la canción necesaria y considera que aún falta por hacer en materia de apoyo a las tradiciones venezolanas. —¿Cómo sientes la difusión de la música oriental?

—Yo siento que las instituciones están en deuda con la música oriental, que es tan expresiva y muy poco difundida. Todo esto forma parte del proceso de colonización cultural al que todavía estamos sometidos. Han hecho que nos veamos con vergüenza, sentimos vergüenza étnica y se impuso, en una época, un modelo de que lo venezolano es el joropo llanero: arpa, cuatro, maracas, alpargata. Se impuso un estereotipo de lo venezolano. Eso hizo mucho daño, ya que privó la posibilidad de que en los medios tuvieran cabida otros géneros. Entonces ha sido más difícil introducir otras músicas. —¿Qué le falta a nuestra música?

—Lo único que le falta es apoyo para su realización. Tenemos tanta calidad y no se divulga. Hay que buscar las formas de hacer fuerza necesaria para que la música tenga apoyo para su hacer y divulgación. Hay músicos que no pueden grabar. Aquí en Caracas está el Cendis (Centro Nacional del Disco), pero ya no tiene capacidad. Hay que crear otros estudios en el interior para tener más posibilidades de concretar esos propósitos. ¡Ajá!, tienes el disco, pero yo como artista tengo que arreglármelas para ver qué hago con mis


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MITOS

Santa inés, su doble vida POR Ander de tejada @epaleccs ILUSTRACIÓN JESSICA MENA

Ahora vemos drones, bombas repentinas y niños quemados por fósforo blanco. Cuando uno se pregunta en dónde está el adversario, se da cuenta de que no es en el país atacado. Es, generalmente, del otro lado del mundo, en cómodas oficinas donde las cosas funcionan como en un juego de video. Por eso matar ya no implica sentir cómo el otro se muere por tu mano, sino que cada vez se despersonaliza más y, para el asesino, se vuelve más digerible. Antes, sin embargo, ante la precariedad tecnológica, el belicismo implicaba el cuerpo a cuerpo. En esos entonces se enfrentaban las fuerzas federalistas a las del gobierno conservador, aquellas lideradas por Ezequiel Zamora y estas por Pedro Estanislao Ramos. El 9 de diciembre de 1859 comenzó la plomamentazón en el pueblo de Santa Inés, con estrategias trazadas, repliegues, fuego, cañones y miles de muertos, en un combate de dos días que representó mucho para la historia revolucionaria de Venezuela, ya que 145 años después, en un agosto

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de preocupaciones, revivió como batalla ños, ni poderosos ni desdeñados, sino hermanos que sin descender la frente, se tratan sin cañones. de bis a bis, de quien a quien’’. Cuando escuchamos que “la historia de la humanidad es la historia de la lucha de De hecho, el líder campesino Braulio Álclases’’, o al revés —no me acuerdo cómo varez habla de la Guerra Federal como una es la vaina—, podemos pensar en aquellos guerra social, en donde lo importante no entonces, cuando una oligarquía ascendida era este o aquel personaje sino el enfrentatras la Independencia conformó su núcleo miento de dos sistemas. en el gobierno conservador, disparando así, como siempre lo hace, contra la mayoría El renacer de la batalla de Santa Inés fue pobre. Todas las injusticias fueron deto- un 15 de agosto de 2004. El pueblo pobre nantes de una rabia traducida en armas y venezolano, recién salido de las agresiones guerra, en fuego y sangre, que reclamaba imperiales —golpe de Estado y paro petrola justicia y atacaba a un blanco específico: lero—, drenó el flujo de arrecheras de tanlas oligarquías liberales y conservadoras tos años en millones de votos diciendo que (que, además, eran blancas). Recordamos no, que no se va. Arrecheras que quizás se a Ezequiel Zamora, después de Santa Inés, remonten a quién sabe cuándo; que quizás y encontramos en él, dentro del contex- sea de aquellos tiempos en que Zamora ronto de aquella época y tomando en cuenta daba la Tierra y le daba patadas por el culo a esas condiciones históricas, los rastros de lo las oligarquías; que quizás tengan todos los que, para ese momento, en este país, era un años del mundo y renazcan en las cabezas revolucionario. En una carta escribió: “No de tanta gente que padece las mismas injushabrá pobres ni ricos, ni esclavos ni due- ticias de parte de las mismas burguesías.

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MIRADAS

contrariamente a lo que muchos piensan, nuestra amada ciudad capital posee amplias potencialidades turísticas, soterradas por la inefable cotidianidad. tanto en su vórtice como en sus periferias existen microcosmos que se antojan remansos para el esparcimiento o la mera contemplación. tómese siete días de este período vacacional y siga las instrucciones de nuestra “bitácora semanal caraqueña” POR mabe chacín @epaleccs

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foto Jonathan Mendoza

Caracas no es para aburrirse


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Vista de La Guaira desde el fortín El Vigía. foto Jonathan Mendoza

Muchas veces la ciudad puede ser injusta con sus viandantes: con los que la caminan, con los que la recorren en bicicleta, en patineta, en patines, en silla de ruedas o, incluso, en un vehículo automotor. Salir a pasear por Caracas, a veces, puede representar un verdadero reto. No obstante, así como la ciudad, en ocasiones, golpea al que diariamente la transita, también le da regalos invaluables, únicos en el mundo, mejores que ningún otro: su verdor, sus plazas, sus espacios abiertos y —un privilegio que pocas ciudades en el mundo poseen— su multiplicidad geográfica: la playa y la montaña, una al lado de la otra. Eso, automáticamente, determina a Caracas como una ciudad para explorarla, descubrirla, apreciarla y divertirse.

Una semana, un plan distinto para cada día

La capital, el área metropolitana y sus adyacencias (o, mejor dicho, toda Venezuela) necesita conocerse, salir a la luz, pero no para explotarla o exponerla, sino para reconocerla, admirarla y protegerla de las típicas tendencias capitalistas del turismo. Suponiendo que usted y sus hijos, o tú y tus panas, están de vacaciones, a continuación proponemos un plan para cada día de la semana, una especie de guía (o cronograma) que le facilitará la vida sin ir muy lejos de la ciudad ni gastar “taaanta” plata. Esta suerte de crónicas viajeras pueden ser disfrutadas por todas la edades, algunas no tanto, pero dé por sentado que aunque sea uno de estos planes le llamará la atención.

Ya que está en La Guaira, podría echar un paseíto por la zona colonial, ubicada justo frente al puerto. En ese pequeño sector se conservan un sinnúmero de vestigios de la época preindependentista: más de 600 fa-

Zona colonial de La Guaira. foto Jonathan Mendoza

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Lunes pa’ la playa

El primer día de la semana la mayoría de los parques y museos están cerrados por mantenimiento, así que enfoquemos el inicio del “tour septenario” en sitios abiertos, libres, en los que no necesitará permiso para entrar. Contrario a la costumbre, proponemos este día para que vaya a la playa: los lunes tendrá la orilla para usted solo. Podrá jugar freesbee o raqueticas sin preocuparse por que la pelotica caiga en el plato del vecino. La Guaira no es lejos. Si usted tiene carro llegará en menos de 20 minutos, si va en transporte público, quizás se tarde un poco más. Los autobuses se pueden agarrar en la salida de la estación de Metro El Silencio o en la estación Gato Negro. La playa a la que vaya dependerá de qué tanto quiera alejarse de Caracas. Sin salirse, Vargas tiene más de 15 opciones: Macuto, Caraballeda, Naiguatá, Camurí, Anare, Los Caracas, Osma, Oritapo, Todasana, Urama, La Sabana y Caruao. Para todas estas playas hay transporte público, todo dependerá de su habilidad y su espíritu aventurero. Si tiene carro, en un día, puede ir a Todasana, disfrutar del paisaje, comer, nadar un buen rato y estar en la ciudad de vuelta a las 7 pm. Si no tiene vehículo, Naiguatá es la mejor opción, siempre hay transporte.

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chadas coloniales, sin contar sus dos iglesias y sus tres fuertes. Uno de ellos es El Vigía, ubicado en el sector Cabrería Abajo, en una colina del suroeste de la zona colonial. El fortín fue construido durante el siglo XVIII y, desde sus garitas y su explanada, se puede ver el puerto y gran parte de las nuevas edificaciones que se construyen para el disfrute de los guaireños. Más arriba se puede ver el fortín San Carlos, al que solo se llega en carro rústico por una vía de macán extremadamente empinada. Es difícil, pero, si lo logra, tendrá una de las mejores vistas de la costa guaireña y un selfie con un fondo del carajo. Ese fortín fue el último lugar, cerca de la capital, en el que estuvo preso Miranda antes de que lo enviaran a La Carraca, España, donde murió. El tercer fuerte, San Agustín, construido

entre los otros dos, casi ni se ve: un puñado es un destino que merece el esfuerzo. En la de viviendas reposan encima de sus restos. entrada de La Colonia hay una bifurcación del camino: uno que va hacia Carayaca (noroeste, estado Vargas) y otro que va hacia Martes de comelona Desayune ligero y póngase un pantalón elásti- Puerto Cruz (noreste, estado Aragua). Cualco. Móntese en el Metro y bájese en La Yagua- quier camino que tome lo conducirá al mar. ra o, en su defecto, en Caricuao. De cualquier Si se decide por Carayaca, no tardará más de manera encontrará unos jeeps que lo llevarán dos horas en llegar, de ahí a Catia La Mar no hasta El Junquito, una de las 22 parroquias es tan lejos. Para este recorrido el transporte del municipio Libertador. Recomendamos ir público es escasísimo, y si va en carro será un martes por la misma razón que se va a la unos de los mejores paseos de su vida. playa un lunes. Ir a El Junquito un fin de semana puede ser caótico. Allá podrá deleitarse Miércoles de descanso el paladar, bajo un clima templado, con una Este día no hará falta que se levante temgastronomía que se aleja de las dietas. prano; está de vacaciones, no tendría sentido madrugar. Duerma hasta las 10 am. Al Si tiene ganas de seguir subiendo, puede lle- despertar no se levante de la cama inmegar hasta la famosa Colonia Tovar, pero este diatamente. Prepare su cuerpo para el día plan ya no es tan económico. Sin embargo, siguiente.

Comida "light" en el pueblo de El Junquito. foto Ambrosio plaza

Parque Bicentenario, Km. 23 carretera a El Junquito. foto Ambrosio plaza

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Jueves de aventura

Después de haber ahorrado energías, llega el primer día de aventura extrema. Una de las tantas actividades que se puede hacer en el Waraira Repano es ir al sector Los Venados y lanzarse por la tirolina, una guaya a la que se debe amarrar con un arnés y dejarse llevar por la gravedad. Los encargados de tanta diversión son los de Senderos Aéreos. No es gratis. Lleve plata. De 9:30 am a 4 pm. Para llegar hasta allá hay dos opciones. La primera es en carro desde Cotiza hasta el sector Llano Grande; hasta allí llega el carro. Hay estacionamiento. Deberá caminar 30 minutos por un camino no tan empinado. En cuanto a la segunda opción, voy a citar al compañero Gustavo Mérida, quien ha hecho el recorrido: “Sube por San Bernardino, llega a Lomas del Viento, continúa hasta Papelón. Aquí hay tres caminos: siga derecho por la subida más empinada del mundo”. Este recorrido puede durar, aproximadamente, cuatro horas y consumir todas sus energías, por lo que será el único plan del día. Para bajar, no lo piense: use el teleférico.

Ruinas del teleférico que llegaba a Macuto. foto funiforum.org

En esa misma dirección, hacia abajo, se encuentra el Museo de Arte Ecológico El Jardín de las Piedras Soñadoras, pero a este se le llega por Macuto. Aquí es obligatorio andar descalzo. Este es el único museo de su clase en el mundo, todas sus obras de arte están construidas con piedras del Caribe por el artista y filósofo, creador del museo, Gonzalo Barrios Pérez, mejor conocido como Zóe. Son tantos los secretos que esa montaña arropa...

Sábado de río

Se puede ir a los picos Naiguatá y Oriental, para ver a Caracas de un lado y del otro al mar; puede ir a Galipán y visitar el mausoleo del Doctor Knoche, el embalsamador, en la hacienda Buena Vista, al pie de El Picacho. En la otra parte de Galipán, hacia el sector Loma de Caballo, cerca de La Montaña, se encuentra El Irón, las ruinas del antiguo teleférico que llegaba hasta Macuto. Dentro de los oxidados funiculares que sirvieron de transporte a ricos y políticos hasta finales de los 70 se siente una vibra rara.

En el estado Miranda, en la parroquia Bolívar, se encuentra un pueblo llamado Araira que, junto a la parroquia Guatire, conforman el municipio Zamora. Con solo recorrer 45 kilómetros al este de la ciudad se llega a un paraíso. Se debe salir un sábado bien temprano, si es posible a las 7 am. Si tiene carro, será un paseo llegar, pero si va a pie, debe tomar un bus desde la estación de Metro La California hasta Guatire, después dirigirse a Las 4 Esquinas y tomar otro transporte hasta Araira. Va a pasar El Rodeo, pero no se preocupe: Araira es un pueblo cuidado por la Virgen del Carmen y por el verdor de la naturaleza. Es uno de los principales pueblos productores de mandarina y aguacate. Tres son los ríos que lo atraviesan: Araira, Chuspita y Salmerón, este último es el que queda más lejos, pero al que más vale la pena llegar. En la carretera hacia el sector Salmerón se pueden encontrar árboles silvestres de mango, mandarina, aguacate, naranjas, limones y quién sabe qué otra planta esté sembrada por allí. Todo araireño al que le pregunte por las Tres Cascadas en Salmerón le dirá que es “lejísimo”, pero no deje que eso opaque sus ganas de hacer la travesía. Para llegar hasta allá debe-

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Viernes de Waraira y sus secretos

El Waraira Repano, El Ávila, encierra infinidad de paraderos místicos e históricos. En él, o ella, se encuentran bastantes vestigios de sus primeros exploradores. Tiene muchísimas entradas desde la ciudad, que se reparten entre Distrito Capital, Miranda y Vargas. Tiene una extensión de 85.192 hectáreas, lo suficiente para contener ríos, cascadas, templos, cuevas, flora y fauna exótica en su místico interior.

rá ir, obligatoriamente, en un vehículo rústico. Tiene que rodar, aproximadamente, media hora y cuando llegue al primer cruce de río, sabrá que llegó a Salmerón. Mientras más suba, más grandes y más limpias serán las pozas que se va a encontrar. Puede llegar hasta Las Cuevas, Los Paredones, pozo El Encantado y salto La Llovizna; antes de eso se encuentra un paradisiaco lugar con tres cascadas en el que, seguro, hay duendes. No mentiremos, el camino no es fácil, pero es

Hotel Humbold (2.150 msnm)

Pico

Estación Ávila

(2.250

(2.150 msnm)

Historia El cerro era conocido por los antiguos habitantes del valle de la etnia caribe, como Waraira Repano, que significa "Sierra Grande". La primera vez que aparece el nombre de "Ávila" es en 1778 según consta en las Actas del Cabildo de Caracas. El nombre de Ávila se debe a Juan Antonio Ávila, quien era dueño de unos terrenos en la serranía. Al morir, todos en Caracas ya la conocían como la sierra de los Ávila o el cerro de Ávila. De allí el verdadero origen del nombre del cerro.

Quebrada Ño Juan

Papelón

(1.600 ms

LEYENDA Zona para acampar Guardaparques

msnm

Cruz del Ávila Hotel Humboldt Teleférico Waraira Repano

Cortafuegos (1.220 msnm)

Loma del Viento (1.160 msnm)

asasa.

Quebrada Maripérez Loma del Cuno (1.200 msnm)

Quebrada Canoas Entrada San Bernardino

Teleférico Waraira Repano

Parque Waraira Repano Caracas

(1.550 msnm)

Quebrada Gamboa

Agua potable Metros sobre el nivel del mar

Cruz del Á

Quebrada Papelón

San Bernardino

Maripérez

La


foto michael mata

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El Jardín de las Piedras Soñadoras

Río Salmerón. foto jonathan mendoza

menos escarpado que subir cualquier cues- Domingo caraqueñísimo ta de El Ávila. Esta es una opción a la que puede acudir sin estar de vacaciones. Los domingos A esa zona no va nadie. Y ojalá siga así. En son sagrados: de casa, de almorzar tarde y la entrada debería haber un cartel que diga: echarse en el sofá, pero coño, ¿cómo se va solo turistas con conciencia ecológica y a perder la libertad de correr por la Cota amor por los paisajes rurales. Parece lejos, Mil sin sentir que va a ser atropellado? pero no es tan difícil llegar. Además, Araira Váyase en bicicleta y baje por la avenida se encuentra a menos de una hora de Cara- Baralt, tome la vía hacía el casco históricas. Si quiere hacer algo diferente y sentirse co de Caracas, visite los museos, siga hacia la Diego Ibarra, incorpórese a la nueva en armonía con la naturaleza, vaya.

ciclovía, atraviésela, métase por la UCV, llegue a Los Símbolos, párese un rato a mirar a los muchachos patinando en el Parque Extremo Los Símbolos, juegue voleibol en la cancha de arena frente a Los Próceres. Tómeles fotos a las guacamayas. Camine. Respire. Y si, al final de recorrido, está muy cansado para seguir pedaleando, móntese en Metro, es permitido montarse con la bicicleta los domingos. Ojalá fuera así todos los días.

Pico Oriental (2.640 msnm)

(2.575 msnm)

Pico Occidental

dt

(2.480 msnm)

(2.555 msnm)

(2.160 msnm)

(2.550 msnm)

Fila Maestra

(2.350 msnm)

0 msnm)

Platos del Diablo

Puerta de Hércules

Vieja del Ávila La Silla

o El Ávila

Pico Naiguatá

(2.675 msnm)

Cruz de Los Palmeros

Explanada

Lagunazo

Boquerón

(2.200 msnm)

Cabeza de Elefante (2.050 msnm)

Las Toyotas (2.155 msnm)

Mirador (2.005 msnm)

Quebrada Las Adjuntas

No te Apures

Dos Banderas

Rancho Grande

Explanada

(1.920 msnm)

(1.900 msnm)

(1.800 msnm)

Ruta 77

Topo Arvelo (1.800 msnm)

n

snm)

Piedra del indio

Quebrada Nieves

(1.600 msnm)

Loma Serrano

(1.325 msnm)

Quebrada Ávila

Sabas Nieves

(1.300 msnm)

Chacaito

Quebrada Quintero

Quebrada Quintero

Quebrada Pajaritos

El Paraíso

Quebrada Pajaritos (1.300 msnm)

Tanque

Entrada avenida Boyacá

Quebrada Camburi

Altamira

Quebrada Paraquire

Estribo de Duarte (1.200 msnm)

La Julia (1.140 msnm)

Entrada Los Palos Grandes

Quebrada Galindo

Quebrada Caurimare

Cachimbo Los Chorros

La Castellana

(1.325 msnm)

Quebrada La Julia

Quebrada Tenería

Estación contra incendios Pajaritos Cota mil

(1.460 msnm)

Quebrada Sebucán Quebrada Torres

Entrada Altamira

Mirador de Edén

(1.450 msnm)

(1.200 msnm)

Quebrada Chacaito

Entrada Chacaito

(1.530 msnm)

Tanque

(1.160 msnm)

Florida

Cruce

(1.550 msnm)

Sebucan

Caracas, 9 de agosto de 2015.

Entrada Cachimbo

Entrada BoleÍta

Boleita

Entrada El Marqués

El Marqués

La Urbina

Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS

INFOGRAFÍA: ARCHIVO CIUDAD CCS

Ávila



AUTOR: COMANDO CREATIVO WEB: comandocreativo.wordpress.com

ENVíE SU ARTE A epale.ciudadccs@gmail.com (Medidas: 42cm x 27cm a 300 DPI)


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crónica

una tarde con piel de lagarto POR Mercedes CHACÍN FOTOGRAFÍAS Jesús castillo

Cuando llegamos vimos gente repetida. A algunos los miramos antes en la presentación del libro Seres cotidianos, de Stefania Mosca. Otros llegaron apuraditos cuando entraba la noche en el parque Los Caobos. Dentro de la sala Juan Liscano de la 6ta edición de la Feria del Libro de Caracas estaban Juan Calzadilla (el prologuista del libro, pretexto del cálido encuentro), Luis Alberto Crespo, Gustavo Pereira, Ana Enriqueta Terán, Enrique Hernández de Jesús, Luis Britto García, Sol Linares y Antonio Trujillo. Era previsible la falta de sillas y el desborde del espacio dispuesto para que Earle Herrera presentara el libro La piel del lagarto. Cuentos reunidos, de Jorge Rodríguez Gómez. A las 6 hubo comodidad para los que llegamos después. Había espacio para estar de pie y ganas de acompañar. Así fue. Entre “los después” y apuraditos vimos a Régulo Pérez, Roberto Malaver, José Vicente Rangel, Guillermo Sanmartín, Jacqueline Faria, Eduardo Piñate, César Alvarado y Tania Díaz. Con Jorge llegó su tropa amorosa: Lucía, Juan Pedro, Matías, Delcy (madre) y Daniela. Alrededor, más amigos y admiradores. Dispensen las omisiones.

LA PIEL

Muy pronto Earle Herrera nos hizo saber de qué iba el libro. “Todo se resuelve con sexo, es una fiesta erótica desde el principio hasta el final”. Conseguirán, dijo el profesor Earle Herrera, historias de varias situaciones que lo que tienen en común es que son relatos urbanos. Confesó, entre risas, sentir “envidia literaria” por la numerosa concurrencia y recordó que días antes buscaba cómo llenar el mismo espacio en la presentación de otro libro.

Jorge Rodríguez Gómez volvió sobre La piel del lagarto gracias a un buen aguacero

y poesía, todo eso alejado del panfleto; hay crueldad en los relatos, y a veces no se sabe si se está con la víctima o con el victimario. La capacidad narrativa y descriptiva del autor nos recuerda a los buenos narradores y me cuesta entender por qué a aquella generación de los 80 y 90, años en los que están ambientados los nueve cuentos breves de La piel del lagarto y los diez de El sueño de los ciegos, alguien la Fue prolífico al describir el contenido el profe- llamó la generación boba. Menos mal que es sor: es un libro lleno de humor negro, drama boba; si no, imagínense. Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS

Caracas, 9 de agosto de 2015.

unA época

La piel del lagarto, primera parte de esta serie de cuentos reunidos, transcurre en la Universidad Central de Venezuela. Ora en la camilla de un hospital, ora en un salón de clases, ora en la grama de la Tierra de Nadie. Los recuerdos se atropellan mientras leemos. No se sabe qué se recuerda o qué se quiere recordar primero. O qué no hay que recordar. Buscamos, con cierto morbo, a algunos personajes del pasado en las canas y


19 extracto del prólogo de juan calzadilla “La narrativa venezolana se caracterizó a todo lo largo de aquella centuria por producir, a través de novelas o de conjuntos de cuentos, el retrato urbano y el paisaje psicológico de sus respectivas generaciones. Pensemos en Al sur del equanil, de Renato Rodríguez; Piedra de mar de Francisco Massiani, Historias de la calle Lincoln de Carlos Noguera. Los relatos de La piel del lagarto son el testimonio narrativo, largo tiempo postergado en su publicación, de Jorge Rodríguez Gómez y su autorretrato generacional. Con su crueldad anecdótica, su punzante humor negro, su desparpajo erótico, se inscribe en este linaje literario, que, quizas como defensa o resistencia, opone la crudeza expresiva a la inmisericordia propia de la urbe y de su fauna humana. La convivencia del izquierdismo huérfano con el yupismo emergente, y el inicio de las frustraciones de la adultez, produce efectos trágicos y cómicos, complacientes y críticos, antagónicos y agónicos, que la prosa de Rodríguez Gómez retrotrae a la memoria con la fluidez de un monólogo, la vitalidad desembozada del deseo, la mordacidad del desapego y la rabia de la injusticia”.

Pétalos rojos y amor de familia

José Vicente Rangel y Earle Herrera, quien fungió de presentador, acompañaron al autor

redondeces del presente. Nos reímos imaginando nombres y apellidos, colocándoles rostros a personajes. Sufrimos recordando grandes y pequeñas tragedias que hicieron que nuestras juventudes fueran algo más que sexo, libros y rumbas, que es así como se vive la universidad, sin aspavientos. Jorge nos traslada en un túnel del tiempo con ironía, sarcasmo, crueldad, sonrisas y el gozo propios de una juventud descreída, huérfana de heroicidades, heredera de fracasos estruendosos y agobiada por represores que aún hoy se pavonean con plumas empapadas de culpa y muerte.

encontró revisando su computadora gracias bre el paciente es un gran poder, un poder a un aguacero que impidió que asistiera a del que abusa muchas veces”. Jorge habló desde la tranquilidad de enuna actividad en Antímano, contrarse rodeado de amipropia de su trabajo como algas, amigos, familiares, gencalde. Lo cierto es que cuante buena que se acercó a ver do ya estaba cerca una nueva cómo es eso que un dirigenedición de la Feria del Libro, te político, además de echar Rodríguez tenía bajo la manmano de un poema cada vez ga algo que mostrar más alla que el alma se lo aconseja, de El sueño de los ciegos. El vuelva sobre la literatura parto duró cuatro semanas. para demostrar que estamos hechos de otros barros. “Terminé La piel del lagarto, que es una serie de pequeñas "¿Será que la literatura le va historias sobre la vida del a ganar a la política?", se prehospital, sobre la miseria de Aguaceros Contó Jorge que por insistencia del presi- los hospitales, sobre todo por el asunto de guntó también Earle Herrera. Esperemos dente de Fundarte, Freddy Ñáñez, un día se la dominación; en el fondo, el médico so- que más aguaceros lo guíen. Caracas, 9 de agosto de 2015.

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SOBERANÍAS SEXUALES

¿Y cuándo se abre el rap nacional? POR Yosjuan Piña Narváez @erchos ILUSTRACIÓN JESSICA MENA

Siempre odié las peleas de gallos. Una pelea de gallos en el mundo del hip hop implica derrocar al “enemigo” con métrica, líricas e inteligencia discursiva. Implica desacreditar moralmente al contrincante. Este descrédito, dentro de la heteronorma performática del rap, implica decir: mámame er güebo, me cojo a tu novia, a tu madre, te cojo por el culo, mariquito. Esto, acompañados de cualquier gesto que cuestione la hombríavirilidad-lacreo-malandreo de la persona a la que enfrenta y del código del malandreo criollo que se relame haciendo gala de “qué tan macho se es” y de su misoginia. Entiendo que hay un rap politizado, contrasistema, pero no por ello dejan de ser letras heteropatriarcales que reproducen discursos de sensibilidades hacia el “terror anal”. Rico Dalsam llegó a Caracas y desde Brasil asume el rap desde la disidencia. Rompe con el arquetipo gangsta de hiphoper hipermasculinizado. Hanner La Gata, una transexual, negra, marica, rapera, que desde Colombia también lanza líricas para que vea rostro la heteronormatividad discursiva del rap criollo. Sara Hebe, Miss Bolivia desde Argentina, infecta el régimen heterosexista del hip hop. ¿Y cuándo abre el ano el rap nacional? No se trata de reproducir la lógica del pink wash y generar hip hop para lesbianas, para gangsta heterosexuales, para transexuales y para maricas. No. Tampoco se trata de hacerle el juego al capitalismo que construye un mercado LGBTIQ (lésbico, gay, bisexual, trasvesti, transgénero, transexual, intersexual y queer). No se trata de recetarios para una nueva normatividad marica en el rap. Se trata de no seguir reproduciendo binarismos, de de-cons-truir-nos, pen-sar-nos mas allá del faranduleo. ¿Cuándo la heteromilitancia y los raperxs se repensarán a sí mismxs? Como dijo el raperx maricx Dalsam: “El show sin militancia no se sostiene”.

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Caracas, 9 de agosto de 2015.


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ENTREVISTA

Rico Dalasam “¡El rap salva vidas!” el artista brasileño estuvo en caracas para celebrar los diez años de tiuna el fuerte. HABLÓ de SUS INICIOS EN LA MÚSICA, DEl poder de conexión del HIP HOP con los jóvenes del barrio Y DE SU REALIDAD COMO RAPERO gay POR Víctor Fernández victorfha@gmail.com Fotografías Faccionlatina.org

“¿Rapero gay? ¡Ja! ¿Qué vaina es esa?”, comentó en tono alto uno de los chamos que teníamos cerca cuando Mambel anunció al público de #LaDécada la presentación, en la Nave II (Tiuna El Fuerte), de Rico Dalasam, joven brasilero negro, rapero y gay. Otro chamo le hizo coro, en lo que era una clara y trillada búsqueda de complicidad a

un chiste homofóbico, pero igualito fueron estaba rapeando, figurando en lo que en la con el gentío a ver de qué se trataba. “A esto jerga del hip hop se conoce como “combates” o “batallas” de MC (master of ceremony): se enfrenta Rico todo el tiempo”, pensé. una lucha de improvisación rimada en rap. Rico nació en Taboao da Serra, zona pobre En paralelo, crecía su interés por lo visual que está en el cinturón urbano de Sao Pau- construyendo, en sí mismo, una imagen imlo, donde creció junto a sus cinco hermanos pactante, que se consolidó cuando, en 2014, bajo el cuidado de su madre. Desde pelao salió al ruedo como Rico Dalasam con su Caracas, 9 de agosto de 2015.

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primer álbum: Modo diverso, del cual “Acei- una relación muy sólida. En mi caso, a dite-c”, “Nao posso esperar” y “Deixa” han sido ferencia de mi hermana, nací en otro molas canciones más escuchadas. mento de la familia, de la historia y del país. Y fue más tranquilo todo. Conté con más apoyo, incluso de mi mamá. —¿Cómo empezó todo? —A los 12 años el rap era uno de mis mejores amigos y contaba con él para expresar- —¿Cambiaron tus panas de la me. Fue un momento de mucho conflicto zona luego de que se hiciera en mi cabeza. Aún no entendía muy bien lo público, por tu trabajo que sentía, ni que era natural poder amar musical, que eras gay? en la forma en que yo amo. Entonces, em- —Sí, claro. Antes iba a todas las fiestas de pecé a registrar esos pensamientos en rimas ahí con ellos. Ahora voy solo. Nos encontrade rap. Cuando llegué a los 16 años, que ya mos y todo bien. Pero sí, hubo un cambio. iba a fiestas y eso, empecé a creer más en esa posibilidad, aun sin haber vivido la relación —¿Sabías que eso iba que yo soñaba, que era con mi mejor amigo. a suceder? —Sí. Pero la verdad es que esperaba mucho más rechazo. —¿Cuándo tomaste la decisión de lanzarte? —Fueron pasando los años. En ese perío- —¿Y eso no te intimidó do fui a la universidad, haciendo cosas de o te hizo dudar de hacer la vida, hasta que vi un escenario favora- públicas tus líricas? ble para dedicarme al rap completamente. —Cara (hermano), nosotros los pobres esLa industria del rap en Brasil ha crecido tamos siempre en una situación muy jodimucho en los últimos ocho años así, como da. Cuando vives en la periferia, la policía formato de empresa, de negocio; y con eso te para solo porque eres negro. Cuando emergieron artistas nuevos, lo que posibili- estás ahí, con el chance de morir solo por tó la existencia de Rico Dalasam. ser quien eres, sientes que generalmente estás más cerca de la muerte que de la vida. Entonces, en esa situación, un agravante —¿Cómo fue la reacción es solo un agravante. Creo que el rechazo de tu familia cuando les es uno de los mayores combustibles para contaste que eras gay? —Tengo una hermana mayor que es lesbia- transformar las sociedades: puede formar na, y ella sí sufrió la incomprensión de mi a la persona más derrotada, o crear al pana mamá. Pero los hermanos tenemos todos más revolucionario. Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS

Caracas, 9 de agosto de 2015.

—PARECE QUE existe una competencia interna que no permite que eso ocurra, La misma que nos obliga todo el tiempo a demostrar que uno es más macho que el otro...

—Desde los tiempos de África existe el negro que vende al negro. No es diferente hoy. Está el pobre que compra una moto y ya se cree superior. Eso sucede cuando no sabes de dónde vienes. El negro de Brasil, que viene de África, tiene una historia muy triste. Cuando el enemigo quiere derrotar una estructura, romper a un pueblo, empieza a confundirlo, a decir que aquel es mejor que este. En Brasil hay mucha gente negra que no se considera negra porque es de un tono de piel más claro. Entonces es un pueblo confundido, infelizmente. Y junta a eso que nunca se nos garantizó un futuro. Desde hace mucho tiempo el negro vive pensando que hoy es su último día. Sin expectativa, con baja autoestima. Si le preguntas cuál es su proyecto de aquí a cinco años, su meta es comprar una moto o un carro, o terminar de construir la casa. Muchas veces ni sabe para qué quiere hacer dinero. —¿Qué piensas de las políticas que han elevado el nivel de consumo en los pobres?

—Todo esto que te estoy diciendo entra en la crítica de que, para sentirte aceptado en esta sociedad capitalista, necesitas es-


23 tar consumiento todo el tiempo. Por eso la importancia, también, de que haya mayor capacidad de consumo, al menos mientras vivamos en ella. Hoy día el empleado y el patrón viajan juntos en el mismo avión. Eso no había ocurrido nunca en Brasil, antes de Lula y Dilma. No teníamos cómo. Cuando eso empezó a suceder, los patrones se picaron. Claro, el patrón compra un carro en seis meses, y el hijo de su empleada en cuatro años. Pero igual lo puede comprar, y lo estaciona al lado de su camioneta cuando va al centro comercial. ¡Hermano, eso antes era imposible! —Me comentaste, cuando nos conocimos, que el rap facilitaba la comunicación en la favela (el barrio), en especial con los más jóvenes.

—Cara, ¡el rap salva vidas! Tiene un poder de encuentro con el joven de la periferia que no tiene ningún otro género. Para los chamos de 14 y 15 años, el rap es su mejor amigo. Te da mucha información y te ayuda a entender. Tienes un tipo de rap para motivarte, otro que te da fuerza y bravura para enfrentar la vida, otro para reflexionar, otro para bailar. El rap es uno de los géneros más escuchados en el mundo durante los últimos 20 años. Donde llega, él se adapta.

—Las banderas de lucha de la sexo-disidencia que, generalmente, son impulsadas por las clases medias, ¿son asumidas también por los gays, lesbianas y transexuales de la periferia de Brasil?

—En Brasil el pobre no está politizado, y eso complica muchas cosas. Porque si el pobre estuviese politizado, tendríamos la revolución que tienen ustedes aquí. Allá el pobre está muy sometido por el sistema. Por la telenovela y por el periódico. Los medios de comunicación no hablan de la periferia, donde hay mil narrativas para contar. Porque no es solo el negro que crece, no va a la escuela, comienza a robar y se convierte en bandido. Ni es solo la niña que luego es madre soltera. Hay un montón de gente inteligente en las favelas. Un pueblo increíble que sabe relacionarse, y no lo hace por diplomacia o por intereses de negocio, ni porque lo aprendió en la escuela. Lo hace porque le es natural. Aun estando todo mal, en la favela siempre vas a encontrar una sonrisa que te hace sentir en casa. Mientras en países como Japón la gente se mata por depresión, en Brasil tú puedes ser un negro explotado por el patrón, que gana poco dinero, y la suma de esas cosas no es razón para siquiera pensar en matarte.

Caracas, 9 de agosto de 2015.

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—Además de romper prejuicios en el mundo del hip hop por ser rapero y asumirte gay, también confrontas el estereotipo del gay por ser negro y rapero...

—Ese gay blanco, rico, con un estereotipo de macho, es solo una parcela de lo que existe. Gran parte de ellos son de derecha. No me es fácil comunicarme con ese sector. Tenemos ideas opuestas. Represento algo que a ellos no les gusta, porque el gay que se acepta es el rico, blanco, con cara de macho. No se interesan por saber del gay de la favela, que corre muchos más riesgos y tiene que aprender a desenvolverse. Que tiene que bajar y subir el morro (el cerro) todo el tiempo.

—¿Cuál es tu lectura del funk? Acá al reguetón, que es similar, tiene una crítica fuerte por parte de la militancia de izquierda porque solo habla de sexo; además, desde un lugar muy machista.

—Para mí el funk es el respiro de un pueblo muy oprimido. Creo que el sexo iguala a todo el mundo. Ciertamente, en una sociedad heteronormativa, como la brasilera, el funk habla solo de eso: de la mujer como objeto del hombre, y todo muy machista. Pero, aun con eso, hay que mirar lo que el funk significa para una inmensa parte de la población. Representa a la favela. Se conecta mucho con el adolescente que, generalmente, está muy solo. El hecho de que hable de sexo permite una conexión inmediata. Ouví e gustei. Ponto. ¡A bailar!


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GASTRONOMÍA

PICHONES DE SIBARITA

En La Huerta se come bien POR Mercedes Chacín @mercedeschacin FOTOGRAFÍAs jonathan mendoza

Reinaldo Romano se vino primero de Porrúa, una pequeña aldea de unos 500 habitantes, ubicada en el Principado de Asturias, al norte de España, hace más de 50 años. Más atrás aterrizaron acá Gumersindo y Alberto Romano. Los hermanos Romano son los dueños de La Huerta. Egidio, el hijo menor de Reinaldo, nos cuenta la historia del restaurante, uno de esos comederos que se recomienda “con los ojos cerrados”. Los hermanos Romano tomaron las riendas del negocio, que antes se llamaba Restaurante Las Rocas, hace unos 30 años. Es una pequeña empresa en la que laboran 70 personas, de las cuales 29 son mesoneros. En la cocina mandan tres cocineras principales: Margarita Flores, Ginger Ávila y Zaida Siso. Margarita, la más antigua, trabaja con Reinaldo Romano desde hace 38 años. Y, por supuesto, 30 de esos como cocinera en La Huerta. Muchos

de los rostros que vemos allí, como los mesoneros Peña y Lorenzo, han acumulado juventud con nosotros. Cuando había ánimos (dinero suficiente), visitábamos el lugar siendo estudiantes universitarios, por allá en la década de los 80. Desde entonces a La Huerta siempre volvemos.

cuál era el mejor de los tres, lo cual confirma la excelencia de la carta del lugar. Ofrecen un menú ejecutivo en 700 bolívares.

En la barra hemos visto preparar decenas de veces la parrilla La Huerta: carne picada (de res o pollo) con pimentón, tomate, cebollas (picados a la juliana) y hongos. Es muy fácil Egidio cuenta que los platos que más salen de hacer, pruebe en casa y quedará como una son el cordero, el lechón y los pescados y ma- maestra (o maestro) parrillera. riscos. El pulpo a la gallega que preparan tiene su fama entre los “catadores” de ese plato. Una vez al año realizan el Festival del CorLa carta tiene una acentuada marca españo- dero, entre los meses de mayo y junio. Es la. El solomillo a la porruana es inspiración habitué de la carta el cordero encendido, que de Reinaldo, receta que se trajo de su natal este año los hermanos Romano anunciaron pueblo asturiano. Aderezado con pimientos como “platos de matanza”: tradición de sirojos y ajo, es un plato, como la mayoría de glos en varios países de Europa que consiste los que contiene la carta, de calidad sobre- en “criar” con cierta dedicación o “mimo” saliente, al igual que los otros que tuvimos un animal (cochino, ternero o cabra) que es la oportunidad de degustar: osobuco y lomo “sacrificado” un vez al año, cuando la rigidez de cerdo al horno. No hubo acuerdos en del invierno aprieta.

RECETARIO DEL PELABOLA

La leche de semillas POR Malú Rengifo malurengifo@gmail.com

Pelabola que se respeta, come lo que se le atraviese por el camino, no hace dieta y anda flaco de todos modos porque, claro, como va pa’ todos lados a punta ’e pata —porque el pasaje de autobús aumenta con más velocidad que sus ingresos—, ni que se caiga a empanadas de chicharrón todos los días agarra cuerpo. En estos momentos, prácticamente, no existe forma alguna de que un pelabola engorde, y aunque aún hay un importante porcentaje de la población pelabola que ostenta la redondez de una panza cervecera, por los vientos que soplan, incluso ellos muy Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS

Caracas, 9 de agosto de 2015.


25 o ir e sg bl de e la rie u e u p p s A Im Se Calidad Precio Ambiente Atención Avenida Li Calle Los Mangos

Torre Sur

bertador

Egidio dice que el negocio va viento en popa, “a pesar de todo”. “Trabajamos muy bien”, lo cual es muy sencillo de comprobar cualquier mediodía. Destaca la preferencia por el vino de los comensales asiduos, más que cualquier otra bebida espirituosa. Los vinos cava de su bodega son recomendados.

PLAZA LAS DELICIAS

Restaurante

La Huerta Avenida Francisc o Solano

En La Huerta es sencillo observar el movimiento que se genera en un restaurante cuando las 37 mesas están ocupadas. Los mesoneros, cocineras, barman y parqueros son requeridos con la misma premura. El “abollo” es general. Sabemos que los postres no son el fuerte de La Huerta. Así se lo hicimos saber a Egidio, quien nos habló con sinceridad de disculpas y entusiasmo de su nueva oferta de postres. Nos decidimos por la torta de chocolate con helado. No defraudó esta vez.

pronto estarán esbeltos: en Caracas la cerveza está poca y está cara, y la palabra caucho, tanto para referirse a los neumáticos de los automóviles —inaccesibles para el pelabola promedio— como para llamar a los gorditos que se hacen alrededor de la cintura de un ser humano más comelón que el promedio, está pronta a caer en desuso en la jerga pelabola. Los cauchos, tanto los unos como los otros, serán cosa de quien los puede pagar. Todo lo anterior nos lleva a concluir que ese individuo que llamamos “el pelabola de la guerra económica” no ha pisado un nutricionista jamás en su vida o, al menos, no lo ha hecho en los últimos tres años. Primero, porque no tiene real pa’ esa vaina; segundo, por miedo a que el nutricionista le mande a comer cosas que no pueda pagar; y, tercero, porque si el nutricionista le prohíbe cierto tipo de alimentos, el pelabola se los va a comer igualito si es lo que hay. Como paliativo a esta situación, el pelabola conversa bastante con sus conocidos que sí han ido al nutricionista alguna vez, investiga por internet sobre alimentos saludables y con toda la información recabada inventa, a punta de lógica y creatividad, sus propias recetas sanas que cumplan

con alguna de las siguientes condiciones: que sean muy baratas o que sirvan de sustituto a algún alimento de difícil acceso. De este modo se ahorra dinero y tiempo: los dos principales recursos que la guerra económica nos intenta arrebatar día tras día. Una muy querida amiga, Carmen Violeta Pérez, me habló alguna vez de su “leche de semillas”, un costoso preparado de almendras, avena, nueces, ajonjolí y otras cosas que, además de resultar muy saludable y sabroso, le ayuda a suprimir la ingesta de leche en su dieta diaria y a eliminar toxinas. Yo, como buena pelabola, simplifiqué el preparado y lo hago así: en una jarra de dos litros de agua pongo a remojar una taza de avena en hojuelas y cuatro cucharadotas de ajonjolí —que tiene más calcio que la leche—, de un día para el otro. En la mañana lo licúo todo durante un buen rato y, luego, lo cuelo. El blanco y rico bebedizo lo consumo hasta con cereal, a veces le agrego azúcar y otras veces no. La burusa que queda en el colador se la echo a la masa de las arepas para rendirla, enriquecer su sabor y aumentar su carga alimenticia.

Caracas, 9 de agosto de 2015.

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crítica y media

A golpe de control

Tras el discurso

Monstruos en —y sobre— el río La cosa debió resultar de una reunión entre los directivos de Discovery Channel, angustiados ante el necesario desgaste de su programación. Probable es que dieran un brinco al surgir, durante su “tormenta de ideas”, la propuesta de cruzar el formato documental con la llamada telerrealidad. El hecho es que, a partir de un momento, el drama pasó a ser parte esencial de varios de sus documentales. El docu reality había llegado para quedarse. Monstruos de río es una de esas producciones. Conducido por Jeremy Wade, un biólogo con el porte de Clint Eastwood, el programa se ajusta al género del cine negro, en el cual un detective va resolviendo casos misteriosos o “cangrejos” (nunca mejor dicho) policiales. Aquí los casos remiten a unos demonizados animales de río, responsables al menos de un intento de asesinato. Es lo que mueve la presencia de Wade en cualquier ámbito del mundo natural. El planteamiento discurre entonces como una odiosa alegoría imperialista, donde el bien dispuesto héroe norteamericano acude a salvarnos de nosotros mismos.

Misión inaceptable. La quinta entrega de

Calzado a los detectives de la literatura clásica, Wade trabaja solo (aunque asistido a ratos por la tecnología de un James Bond) confrontando peligros desconocidos, luchando contra los elementos, venciendo sus propios miedos, etc. Sus enemigos son encarnados en esta fabulación por todo el bestiario submarino, alimentado por una imaginación popular que a él le hace bastante juego. Surubíes gigantes, mortíferas serpientes de agua, pérfidas pirañas, cocodrilos alevosos y demás malqueridos pececillos adquieren por mor de estos guionistas de Tiburón el nivel de perversidad de los peores criminales. Al final del programa no les queda más remedio que desmontar la historia para mostrarnos al “monstruo” retozar en un estanque o, aún peor, servido en el plato de un restaurante presto a ser devorado por el más infame, este sí, de los depredadores. Por Carlos Cova @CarlosCobero

Misión Imposible, apellidada “Nación Secreta”, no hace más que corroborar la ingente banalidad y la falta de imaginación que adolece el entertainment cinematográfico estadounidense. El título en español se podría decir que es condescendiente: Misión Imposible: Nación Secreta, toda vez que el título original en inglés encierra, en sí mismo, un desprecio por todo aquello que no pertenezca al establishment occidental: Mission: Impossible - Rogue Nation (¿el apellido?: Nación Bribona). El argumento del filme, grosso modo, es el siguiente: un grupo irredento de ex agentes de diversos organismos de inteligencia ha creado una logia llamada El Sindicato: mafia constituida por renegados cuyo propósito es esparcir el “terrorismo” e instaurar un nuevo orden mundial. Valga decir que la FMI (Fuerza de Misión Imposible) —la similitud con el acrónimo del Fondo Monetario Internacional no es, en absoluto, casual— y su agente estrella, Ethan Hunt (Tom Cruise), son los entes predeterminados para sofocar el “mal”. Ni siquiera el ritmo de vértigo que edifica las apreciables secuelas de acción despistan el propósito, cada vez menos soterrado, de eximir a los Estados imperiales (EEUU y Reino Unido) de responsabilidad política alguna y deja caer todo el peso de la culpa sobre los hombros de una macabra organización supranacional y supraestado. El desenlace del nudo es más que obvio: en una disputa por el poder más allá del Estado entre la CIA y la FMI (el primero, en un forzado convencionalismo, acusa al segundo de utilizar métodos poco ortodoxos; ¡el colmo de los cinismos!), ambas instituciones encuentran un fin común, que no es otro que salvar al mundo de El Sindicato. La moraleja que se deriva de este aquelarre discursivo es de una lógica primitiva: la elección del menor de los males posibles o, lo que es lo mismo, cambiar todo, ante el “inminente peligro”, para que no cambie nada. Burda resulta la dicotomía El Sindicato-FMI, máxime cuando el segundo resulta ser el vencedor. Seguramente, cuando el filme sea exhibido en Grecia, a su pueblo le costará “aceptar la misión”. Rodolfo Castillo @magodemontreuil

Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS

Caracas, 9 de agosto de 2015.


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NOVELA

Historias de la calle Lincoln (iI) DE CARLOS NOGUERA Ilustraciones franklin alviárez

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28 Viene del número anterior

bre y la certidumbre de que estaban perdidos de bola a bola.

Pero era de verdad, quiero decir: el ataque. Y para qué ibas a lamentar luego lo de las botas, para qué ibas a maldecir la hinchazón de los pies y a mentarte la madre por no dormir con las botas puestas, por desobedecer un reglamento elemental; para qué ibas a desear ahora estar muerto y no escapando y para qué ibas a preguntarte dónde carajo estaban los demás. Confórmate con tocarte vivo, que menos mal que la fogata que habían encendido estaba apagada para el momento del ataque. Confórmate con saber que ahora estás lejos del fuego enemigo, como decían los programitas de televisión del canal cuatro, y como te decían después en los entrenamientos, fuera del alcance del fuego enemigo. Confórmate con saber que estás lejos y puedes salir, con un poquito de suerte hasta Acarigua, y, con otro poquito, hasta Valencia. Confórmate con haberte encontrado de compañero a Pereira, que a pesar del pleito por el sobrado, y quién es el que no ha peleado por el sobrado, a pesar de eso es un tipo bueno, como lo demuestra el hecho de haberse quitado una de sus botas para dártela, y luego alternar la pierna con la cual tenían que ir cojeando, un rato la derecha calzada y la izquierda no, un rato la izquierda calzada y la derecha no y así. Qué importa que después haya cantado, el Pereira cantante es un Pereira posterior, no éste de ahorita que comparte contigo las sardinas y las galletas rancias, y ha tenido la suerte de haber arrastrado hasta con una cantimplora, que ahora vale más que un Fal, que una zetaká, que una lúguer, que un emeuno, que todas las armas juntas.

—Qué carajo importa eso ahorita —es decir, así siguió diciendo: que no encontremos la carretera a ver si lo vamos a contar después. Rápidamente, pero demasiado rápidamente tuvieron que improvisar lo del pueblo y lo de la caza y lo de que eran primos y lo de que si no puede pararnos una colita para llegar a Acarigua, estamos extraviados, Pereira, con una voz que daba risa. Imprevisión, diría el comandante, pero en esas condiciones quién iba a pensar en la coartada, quién; y quién iba a pensar que detrás de la curvita, bajando por la carretera que por fin habían encontrado, bajando, estaba el puente y la alcabala móvil.

Solamente a dos piltrafas desesperadas, como eran ustedes en aquellos momentos, se les podía ocurrir que en la alcabala se iban a comer el cuento de la caza, pero qué vamos a hacer. Así que te acercaste con aquella camisita que apenas te cerraba más arriba del ombligo, la que te había regalado la del ranchito, y con tus pantalones que parecían unos shorts bahamas venidos a menos, de un interesante tono grisáceo, y con tu sonrisita que era la única que te quedaba; y entonces fue que Pereira le dijo lo de la colita al que estaba con la tomson en la mano y con aquella cachuchita de beisbolero que de golpe te hizo pensar, cosa rara, que no estabas allí sino en el campo del Níspero, del otro lado del río, en Altagracia, y que el de la tomson no era el de la tomson, sino Taparepús o Dos Cabezas o quizás Carerrodilla y que la partida de pelota Y quién iba a pensarlo, que sólo ahora, estaba a punto de comenzar, diez años antes. cuando yo aquí, en Caracas, cuatro años más tarde, escribo lo de las armas, es cuan- Sólo que en lugar de decir pleibooool, Dos do tú te das cuenta, allá en las serranías de Cabezas se quitó a medias la gorrita para saLara, de Trujillo, de Portuguesa, cuatro años ludar coquetamente, y dijo: antes, mientras caminas o haces que caminas, intercambiando de cuando en cuando —Claro que sí, muñecos, si los estábamos con Pereira, para no terminar de desangrar- esperando. ¡Rafael! Aquí están dos que quieren la colita para la ciudad, guárdales te un pie, es cuando te das cuenta y dices: dos puesticos. —Coño, ahora que dices emeuno: no teneY claro que les dieron la colita, pero no para mos armas. Acarigua: los llevaron a Comando para que —Yo no he dicho nada de emeuno —te hablaran, porque Pereira se había dejado contesta Pereira. Pensando quizás que a ti te pescar las “Preguntas de un Guerrillero” y empezaban a afectar la caminata y el ham- dos absurdas listas de provisiones. Pero eso Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS

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no era nada mientras no los llevaran como baquianos de vuelta a la Sierra, porque entonces sí que no había nada que hacer: si no cantaban, los fusilaban los de la Digepol, montaña adentro, que era lo más probable; y si cantaban, los dejaban para que el resto de la columna, que en algún lado debía estar, los liquidara.

verla. Y al lado de imaginarte la sonrisita, sin querer, te llevaste las manos a las bolas y te acordaste que precisamente eran las bolas, además de las orejas, las que cortaban los de la Digepol antes del fusilamiento.

Buena prenda me voy a chupar, pensaste, y te pusiste tan triste que ni hablar, porque ibas a quedar muy ridículo sin orejas, sin A la mañana del día siguiente los levantaron bolas, sin nada. No era una forma de morir. temprano, les tiraron dos panes para el desayuno y dos yuntas de alpargatas, porque los Pereira también lo sabía y tú no decidiste si pies no les cabían en las botas. Tú empezabas alegrarte o arrecharte o meterle uno en la a aliviarte algo a pesar de los culatazos antes quijada, cuando empezó a cantar, tranquilade subir al yip, en parte porque casi todo el mente empezó a cantar. Después, y no en ese tiempo te quedabas dormido sobre los dige- momento, fue cuando te diste cuenta por qué poles y en parte porque comenzabas a pen- le decían “ojitos” a Pereira. Después, cuando sar que habías llegado un poco al llegadero. los bajaron porque esperaban que tú cantaras más tarde, después, cuando pusieron a Te alebrestaste, sin embargo, cuando el di- Pereira a comer delante de ti, sus jugositos gepol bajó en la alcabala del Ejército: bistecs, sus purecitos de papa, sus huevitos fritos, como premio por las altas notas emi—Los llevamos de baquianos— dijo, y tú te tidas en la escala improvisada, quién lo iba a imaginaste la sonrisita, aunque no pudiste decir, en una apartadísima falda de la sierra Caracas, 9 de agosto de 2015.

y no en Milán, su vasito de leche, sus juguitos, hijoeputa, fue que le dijiste, y claro que le echaste un gargajazo en la cara, después, digo, fue que recordaste que antes, cuando había comenzado a cantar, había abierto los ojos de tal manera que tú apenas alcanzaste a pensar éste lo que está es tostao, y toda la cara casi que se le vuelve un par de ojos, “ojitos”, pensaste después, cuando lo escupiste. Debe ser el miedo, qué carajo. Si no quieres recordar las torturas, no importa, no las recuerdes, esas cosas pueden interesarle tal vez a tipos como Luis, que no han pasado por eso. Pero tú sabes que fue lo peor. Si es que te dejaron memoria para recordarlo, si es que en alguna parte del cerebro te quedó un sitio limpio para memorar, si es que esas cosas pueden formar parte de algo que pueda llamarse un pasado rescatable. Recuerdas, sí, los desmayos repetidos después de las sesiones de interrogatorio, los sueños que involuntariamente acudían y tú volvías a verte en el pozo del vigía, lanzándote de Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS


30 chuzo desde el saliente más elevado de la barranca y ganabas la competencia, y volvías a lanzarte allá, tiempo atrás en la realidad para caer sobre la limpia superficie que reflejaba las copas verdes de los árboles, y más acá en el tiempo caías boca abajo, pisoteado, habla hijoelagranputa, y volvías y esta vez no caías porque no estabas en el espacio real, ni en la vida, y te elevabas por el aire, arriba, alto entre las nubes y sólo veía luces y colores. Lo cierto es que nadie puede decir que hablaste. Y, después de la fuga, para qué ibas a cogerla contra Pereira, sólo te quedaba advertirle a los otros, en cada cárcel donde te encerraban, que Pereira había hablado, porque había que cuidarse también de ellos, los que quedaban arriba. Ni siquiera después, la segunda vez que bajaste, cuando pudiste verlo en Acarigua, desde el autobús, quisiste hacerle nada, ya lo sé. Lo del estacionamiento fue suficiente para que Eligio nos dejara. Mejor así, es un tipo sin cojones, realmente. Carelapa sí siguió conmigo, hasta me acompañó cuando fuimos a esperar a Eligio para quitarle la automática. Qué quieres, yo mismo se la había regalado. Esa vez fuimos con César y Delgado. Los mismos que estaban esta tarde. Mejor dicho: César; porque Delgado no se pudo acoplar a la forma como yo repartía la vaina entre los nuevos. César sí, porque César es un tipo distinto, hasta camaradas nos llama todavía, y sabe que nuevo es nuevo, porque lo tuvo que aprender en la base antes de subir al aparato y meterse en la pomada: es un tipo. Carelapa, él, El Bachaco y yo éramos los que estábamos esta tarde. Levantamos las rufas como una hora antes, los tipos se cagan mucho porque nosotros, por empeño de César que sigue respetando al partido a pesar de que ya va para dos años que lo expulsaron, ya no nos identificamos como revolucionarios cuando encañonamos, esto nos perjudica porque la gente ya sabe que los extremistas devuelven los carros, cosa que no hacen los choros, pero qué le vamos a hacer. Decía que una hora antes levantamos la máquina, así que a las tres ya estábamos en Bello Monte. Yo no me explico: la vaina iba como siempre, sobre rieles; debe haber sido un descuido de El Bachaco, que es un poco ido de la onda, puede haber sido un descuido mío cuando iba a encañonar al gerente, puede haber sido

culpa del mismo César que era el encargado de vigilar la parte izquierda, donde está Información, quién coño sabe. Lo que recuerdo es que de golpe, desde atrás del letrerito del escritorio de Información un coñoemadre que yo no sé de dónde salió empieza a disparar: solté una ráfaga porque los demás no llevaban sino cortas, pensé que quien tenía que responder era yo, o no pensé, qué carajo, disparé; pero el tipo estaba más allá, detrás del mostrador de mosaico, donde hacen las conformaciones, y ahí ya qué le iba a dar.

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Lo demás no lo vi sino después, cuando estaba muerto, vi a Migdalia desde el suelo del banco: bañadita y bella venía de vuelta de la escuela, caminando a un metro por encima de la acera, en el aire. Dejé los libros en la reja de una ventana, escribí un papelito rápido y se lo zumbé, sólo que no pude ver si lo recogía porque, cosa rara, en Altagracia que no hay neblina nunca, y aquella tarde que baja la neblina y lo pone todo blanco, como de vidrio.

Migdalia y el gerente del banco apartaron Lo demás, Gato, sólo creíste verlo después unas matas de chaparro y se inclinaron soque estabas en el suelo pulido, brillante y bre ti para verte el rostro por última vez. satinado como una alfombra de plástico, y tú en el centro, y todo aquel manchón rojo debajo, alrededor, encima de ti, Gato. Próxima semana: Capítulo 3.


INDÍGENAS de nuestra américa

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Infomática. Memoria

Recta, justa

Figura 6

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Inflamación Artículo neutro del es(inv.) tómago

Asno joven, burro

Podar 2do país Web Inic. del conquisParte Pto. Rico: Vivienda tador español que la copa más pe- Flanco, metálica para Luxmala esquimal dio el nombre a de los queño del lado de una emburgo Cuarto suerte árboles mundo (inv.) Venezuela rueda de estar (voz inglesa) Figura 3

Resto del cigarro Pulsación del mouse

Sosego, alivio

Adolescentes de belleza afeminada Ave similar al avestruz (pl.)

Símb. quím. del cloro 1ra vocal (pl.)

"..., El Bárbaro" Relig. Yoruba (inv.)

Instituto Cervantes Figura 2

Figura 1

Observa, percata (inv.)

5

Centro Venezolano Americano (s.)

Zona de privilegios Privado de libertad Millonésima parte Luz amplificada

Jugo amarillo que segrega el hígado

Inic. premio nobel de literatura en 1990

Untado de algo mantecoso

Italiano

Larva de la mariposa y la polilla

Masajee

Figura 5

Conjunto de cosas para un mismo fin 2da letra del ABC Apóc. del norte

Voz para asustar a los niños (inv.) Lengua provenzal

Sustancia fluida del aparato genital masculino

Desaprobar, protestar Líquido seroso, pus

Compañía (abrev., Receptor inv.) universal

Parque. Rueda con asientos que gira Incurrí, incidí, pequé (inv.)

Pautar día, fecha y hora a alguien

Áreas, lugares

Resonancia, retumbo

Resina sólida

Suceso, hecho, evento

Símbolo químico del oro

Película transparente y flexible usado para envoltura

Voz de desdén

Vendaje usado para inmovilizar fracturas (pl.)

Dominio web para Iraq

Atrae

Obsesiva

Figura 4

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Univ. Inter. Cataluña

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Uruguay. Hambre

Submarinista, apneísta

Onda en el mar Inic. Ester Otero

Importante empresa de videojuegos

Repeticiones Rata en inglés

Antílopes de África

Especie de lechuza Herida de la uña 17va letra (inv.)

Remó hacia atras Inic. pintor de la bóveda de la Capilla Sixtina

Psicología. Ego Hombre homosexual

Figura central

Hizo oposición a un cargo

Dominio web para Noruega

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www.sinapsispasatiempos.com epale@sinapsispasatiempos.com @SPasatiempos

“La justicia debe ser más estricta y severa con los principales, con los gobernantes y con los jueces que con todo el pueblo” Moctezuma

SOLUCIÓN DEL ANTERIOR

POR NATALY SANOJA

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CUENTOS DEL ARAÑERO

Esto no termina hoy POR HUGO CHÁVEZ FRÍAS ILUSTRACIón l. “razor” balza

Yo no sé cómo hizo Fidel el 11 de abril para lograr romper el cerco comunicacional cuando el golpe. Habían tumbado casi todas las líneas telefónicas del Palacio, era casi imposible llamar por teléfono a nadie. Pero Fidel, guerrillero al fin, logró conectarse y pudimos hablar el 11 de abril, antes de ir a Fuerte Tiuna y ser hecho prisionero. Recuerdo las palabras de Fidel. Él no nombró a Allende en sus palabras, pero yo sabía que me estaba hablando de Allende porque Fidel vivió el drama de Chile y el golpe, y el dolor de saber y de ver muerto a Allende, y perseguido y dominado el pueblo chileno, la Revolución chilena. Entonces me dijo: “Chávez, no te vayas a inmolar”. Recuerdo clarito que me dijo: “Una última cosa, Chávez, porque no hay mucho tiempo de seguir hablando”. Porque ustedes saben que cuando él y yo nos pegamos a hablar, hablamos a veces horas y horas. Un día, en La Habana, hablamos desde las tres de la mañana —no vayan ustedes a pensar que estoy exagerando—; una mesita, un vino cubano, dos sillitas y nos sentamos los dos solos. Y los compañeros por allá, unos duermen un rato, se levantan otra vez, van, caminan, nos traen papeles. Yo aterricé como a las dos, él como siempre, estaba esperándome en el aeropuerto, nos fuimos a Palacio y empezamos a las tres. Ustedes saben a qué hora nos paramos, pero sin interrupciones, no nos paramos a nada, a las doce del mediodía nos paramos. Recuerdo que me puso la mano aquí y me dijo: “Chávez, nos moriremos de cualquier cosa, menos de la próstata”. Porque no nos paramos a pesar que nos tomamos varias copitas del buen vino cubano ese. Entonces esa noche del 11 de abril, cuando el golpe, me dijo: “No hay mucho tiempo de hablar, Chávez”. Me preguntó varias cosas: “¿cuántas tropas tienes?”, “¿cuántas armas tienes?, dónde esto, dónde está aquello”, bueno, y él pensando allá con su experiencia. Y me dijo: “Una última cosa te voy a decir, no te inmoles, que esto no termina hoy”. No le faltó razón.

Con verruga y todo Es tremenda película, la recomiendo. Yo veo mucha película de madrugada, me acosté como a las tres pero a las seis ya estaba despierto. Ahora, fíjense, ¿qué pasó? El niño incluso admira al ladrón. El juego es de robar bancos y mientras tú mates más y más sangre haya, más puntos ganas, eres campeón. Mientras más policías mates y mientras más dinero robes. ¡Díganme ustedes, si esos no son Edición Número Ciento cuarenta y uno. Año 03. ÉPALE CCS

los videojuegos que juegan los niños! Sí, yo a mi hijo, hace varios años —todavía estaba pequeño— lo conseguí un día jugando. Me senté a ver y le dije: “Oye, pero qué jueguito”. Incluso un día él me llamó y me dijo: “Papá, conseguí uno donde tú eres el blanco”. ¡Hicieron un juego donde Chávez era el blanco! ¡Había que matar a Chávez, con verruga y todo!

Caracas, 9 de agosto de 2015.




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