Consejo Editorial
contenido
Directora
02
04
Salvador Allende
Mancheta y demás
05
08
A pedal seguro
Jahkogba
María B. Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida Ander De Tejada Marlon Zambrano
10
11
Diseñadoras
La Casa del Genio
El dólar se cotiza en las sombras
18
20
Milagros
Tener novia
21
24
Cirujano de cédula
Sibaritas y pelabolas
Colaboran en esta edición
26
27
Impresión
Cine y televisión
Historias de la calle Lincoln (VI)
31
32
Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla Mercedes Chacín
— perfil
Editor Jefe
Carlos Cova
DirecTORa de Arte
Edarlys Rodríguez
COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA
Jesús Castillo
Asesor Editorial
— ciudad
Reinaldo González
Redacción
— mITOS
Zonia García Lisbeth Montell
Ilustrador
Alfredo Rajoy
Fotógrafos
Jonathan Mendoza Michael Mata
— minicrónicas
CORRECTOR
Rodolfo Castillo
MANEJADORA DE REDES
Bárbara Baralt
LOGÍSTICA
— entrevista
Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero Clodovaldo Hernández, Domingo Moreno, Andrés Eloy Hernández, Malú Rengifo, Jessica Mena, Flores Solano, L. “Razor” Balza y Nataly Sanoja. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Michael Mata Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Papirus Impresores 2004, C.A. epale.ciudadccs@gmail.com
@epaleccs
Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166 Una publicación de la
Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.
— crítica y media
— cruci compacto
— EL MENJURJE
— MÚSICA
— mIRADAS
— sexodiversidad
— gastronomía
— Novela
— cuentos del arañero
Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales y en la librería-Bar el techo de la ballena, edif. Gradillas “A”, planta Baja, Bulevar del Eterno Retorno
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PERFIL
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Salvador Allende:
un mártir revolucionario de paltó y corbata
No era un guerrillero barbudo como Fidel o el Che, ni fue proclamado luego de guerra, como Ho Chi Minh. Con una pinta más bien burguesa, luchando dentro de sistema, quiso cambiar profundamente el capitalismo, y no se lo perdonaron. Murió como un mártir, con la esperanza a flor de labios, en la forma de una senda de amplias alamedas POR Clodovaldo Hernández clodoher@yahoo.com ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY
Alcanzó la presidencia de Chile luego de cuatro intentos, pero solo lo dejaron gobernar dos años y diez meses, siempre bajo asedio, a salto de mata, durmiendo con un ojo abierto. Contra él se desataron todas las fuerzas de la derecha interna y global. No era de extrañar, porque Salvador Allende lideró el primer gobierno socialista del mundo que accedió al poder pacíficamente y bajo las normas de la democracia representativa. De allí que su valor como ejemplo era demasiado pesado en tiempos de Guerra Fría.
pero en 1970 doblegó —por apenas 40.000 votos— a su viejo rival, el liberal Jorge Alessandri Rodríguez.
Allende surgió en el panorama revolucionario como un nuevo referente. No era un guerrillero barbudo, como Fidel y el Che; no fue proclamado luego de una guerra, como el vietnamita Ho Chi Minh; no tenía tampoco la pinta de hippie de los líderes del Mayo Francés. Era un señor muy formal, siempre de paltó y corbata, que había luchado dentro del sistema burgués, pero se proponía cambiarlo. Su determinación era firme y lo demostró al nacionaLos enemigos se aprovecharon de sus debilidades: apenas había lizar el cobre y promover una profunda reforma agraria. conseguido 36% del apoyo popular en las elecciones de 1970; la coalición de partidos que lo sostenía presentaba las clásicas fi- La orden de Estados Unidos fue inflexible: por las buenas o por suras de la izquierda latinoamericana, producto de cortedad de las malas había que sofocar esa llama. Los atávicos temores de la visión, mezquindades y rivalidades. Del lado opuesto, en tanto, clase media, la falta de conciencia de los sectores populares, las se conformó una alianza devastadora. Hubo guerra económica deslealtades más purulentas, las ambiciones individuales y gruordenada desde el imperio; hubo guerra comunicacional dirigi- pales, todo eso sirvió de abono de una perniciosa siembra. Aquel da por la oligarquía mediática, con El Mercurio como punta de doctor tan respetuoso de las formas, aquel civil a todo trance, se lanza; y hubo una conspiración que tocó los altos mandos de las convirtió el 11 de septiembre (fecha nefasta para la liberación de los pueblos) en un ícono de la resistencia. En sus últimos mifuerzas armadas chilenas. nutos tuvo arrestos para empuñar un arma de guerra, ponerse Pese a todo, muchos pensaron que Allende tenía condiciones un casco militar y afrontar un inclemente y cobarde bombardeo. para resistir el embate. Era un político muy experimentado, Coronó su historia con un colofón heroico, al hablar con singular había nacido en Santiago en 1908 y ya en la década de los 20 entereza mientras se encontraba bajo el fuego traidor. Tuvo la estaba metido en política, mientras estudiaba Medicina en la serenidad, la presencia de espíritu para referirse a un futuro de Universidad de Chile. Tuvo una larga carrera parlamentaria, amplias alamedas que se abrirían de nuevo, después de aquella llegando incluso a ser presidente del Poder Legislativo entre desmesurada vileza. Según la historia oficial, luego de hablar tan 1966 y 1969. También fue ministro de Salubridad a finales de poéticamente, se metió un tiro. Según otras versiones, cayó en los 30 y comienzos de los 40. Igualmente fue secretario general combate. Sea como haya sido, rubricó su rol de mártir y hoy, 42 del Partido Socialista de Chile. Su lucha por ser presidente co- años después, es un portentoso símbolo universal de quienes son menzó en 1952, cuando apenas rozó 6% de la votación. Luego capaces de inmolarse por sus ideas. “¡Honor y gloria al camarada fue derrotado sucesivamente en los comicios de 1958 y 1964, Allende!” es lo menos que puede decirse. Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
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el menjurJe
Oficio Puro, movimiento de tertulieros y poetas, invita a la presentación del libro De los dioses a los héroes en la mitología griega. Es una obra del joven escritor Frank Salcedo, impresa por la editorial Santillana. Será presentado por Elvia Silvera, su editora ejecutiva, en la 72da tertulia quincenal del Frente de Creación Literaria Oficio Puro la semana que viene, el jueves 17 de septiembre, en la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg). Hora: 6 pm. Lleva tu poema y tu canción.
El cierre de la frontera con Colombia, que busca devolver la paz a ese estado y acabar con el contrabando.
«
Griegos y mitos
Pueblo encorbatao «
El evidente bachaqueo con las baterías en la distribuidora de Los Ruices. Y que no hagan nada por hacerle más leve la compra a la gente. Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
Cuando llegamos a La Bandera, lugar de la concentración, parecía que éramos pocos, pero la columna humana fue creciendo hasta hacerse compacta, colorida y alegre. La marcha, convocada literalmente de un día para otro, tenía un motivo que interesa a todas y todos: contra el paramilitarismo y en defensa de la paz y la vida. Si hay algo que conocemos cercanamente, a través de la tragedia que vive el pueblo colombiano, es lo peligroso, sanguinario y cruel que es un ejército paramilitar. Si hay algo que conocemos, porque sabemos del dolor que producen las muertes injustas, es la necesidad de defender la vida. Si hay algo que conocemos, por el horror que a diario vemos en otros países, es lo terrible que es la guerra. Así que como amantes de la paz y de la vida, nuestra presencia en la marcha era una obligación, un deber y un gusto. En la tarima dispuesta en la avenida Nueva Granada pudimos escuchar a Iris Varela, Tania Díaz y Andreína Tarazón. Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello dijeron presente, arengaron y la marcha arrancó. En Miraflores, Nicolás Maduro enarboló las banderas de la hermandad entre Colombia y Venezuela. Enarboló las banderas de la paz y de la vida. Juró defender la soberanía de Venezuela y, para defenderla, anunció que no habrá tregua con los paramilitares, con los bachaqueros, con los contrabandistas y con las oligarquías de alla y de aquí. Que así sea. Sigamos.
FOTO MARCOS COLINA
FOTO AVN
POR LA PAZ Y LA VIDA
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CIUDAD
A pedal seguro El que persevera, vence. En estos dos últimos años los movimientos de ciclistas se han vuelto más “bicibles”, así como sus luchas y sus consignas. Gracias a esto, y al esfuerzo de varias instituciones, existen ahora (y por los momentos) casi seis kilómetros de ciclovía en el centro de Caracas POR María Chacín @epaleccs FOTOGRAFÍAs michael mata
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
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Elevado en Plaza Venezuela
Bicicletas gratis para todos
Es un proceso...
Tiempo estimado en bicicleta: entre 30 y 45 donde, al menos, se puede pedalear por las amplias aceras del bulevar. Como yo no minutos. quería morir ni pedalear hasta quedar sin Tiempo estimado a pie: 1 hora 59 minutos. aliento —algo parecido a morir— pedí una bicicleta prestada en El Cafetal. Tiempo estimado en vehículo (sin tráfico): El día estaba especialmente soleado, sin 28 minutos. una nube. Los destellos de luz dejaban ver En la zona sureste de la ciudad no existen las facciones del Guaraira, pero también le las ciclovías. Quien quisiera, por ejemplo, imprimían drama a los desafortunados cairse desde el municipio El Hatillo hasta el minantes que no tenían sombra. Para los centro de Caracas, tendría que atravesar la ciclistas no era diferente. Al salir de El Caautopista Prados del Este hasta Las Mer- fetal, empezó la batalla. La temperatura y cedes, hazaña que supone, sin vacilar, la el hambre —de almuerzo— eran directamuerte. En caso de querer vivir un poco mente proporcionales a las ondas de calor más, la ruta a tomar sería subir desde La que emanaba el asfalto, circunstancia en la Con el sol en su plena verticalidad, me puse Trinidad, una cuesta sumamente inclinada, que parecían andar muchas personas a esa hacia Los Samanes y bajar por El Cafetal, hora. En la avenida Río de Janeiro hay que el casco y empecé a pedalear. Un ciclista no puede ser más feliz que cuando maneja por la ciclovía. En ella se anda sin temor, con libertad. Allí se está a salvo de los endemoniados carros en hora pico, de los azarados motorizados que no ven hacia los lados y de los peatones que se posan, intermitentes, en la vía. Un espacio exclusivo para pedalear atrae a más ciclistas; manejar bicicleta es, además de un medio de transporte que no contamina, hacer ejercicio; el que se ejercita libera endorfinas y serotoninas, las hormonas de la “felicidad”, y a alguien feliz solo se le podrían ocurrir buenas ideas, como irse al trabajo en bicicleta.
Ruta: C. C. Plaza Las Américas (comienzo de la avenida principal de El Cafetal, municipio Baruta), avenida Río de Janeiro, avenida principal de Bello Monte, Plaza Venezuela, parque Los Caobos, avenida Bolívar, La Hoyada, tramo de la avenida Universidad hasta esquina San Jacinto (frente a la Plaza El Venezolano). Kilómetros a recorrer: 9,1, aproximadamente. Kilómetros de ciclovía permanente: 4,8, aproximadamente. Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
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Una bajadita
imponerse: agarrar arbitrariamente un canal (a la derecha) e ir a un ritmo prudente con los vehículos. No se puede andar por la acera, la pobre acera para tantos peatones. En la principal de Bello Monte ocurre exactamente lo mismo. Al llegar al comienzo de La Calle de los Hoteles se siente un alivio. No sé si es porque es una bajadita o porque empieza una incorporación a la mejor parte de la ciclovía de la ciudad: los altos brocales que separan los 2,4 metros de ancho del resto de la carretera y la acera, a diferencia del resto, donde atraviesa los pasos peatonales. Esa bajada sirve para recuperar el aliento y seguir batallando. Al llegar al cruce con la avenida Casanova, la felicidad se derrumba. Motos, buhoneros y peatones esperando el autobús se atraviesan. Normal. Es un proceso de adaptación. Será mejor usar la corneta. De aquí en adelante, la vida es bella. El 31 de julio del presente año se inauguró el tercer tramo (hasta los momentos), que abarca 2,7 kilómetros y comienza desde el bulevar de Sabana Grande (frente a las residencias estudiantiles Livia Gouverneur), recorre la Gran Avenida, avanza por Plaza Venezuela, atraviesa el puente del distribuidor de la Resistencia Indígena (antiguo Paseo Colón), entra al parque Los Caobos y se conecta con el segundo tramo, que va
Entrada al parque Los Caobos
desde Bellas Artes, recorre la avenida Bolívar y termina en la Diego Ibarra. Sumando el recorrido desde la UBV, da un total de 5,8 kilómetros de ciclovía. A eso habría que sumarle el tramo que se construye desde el Paseo Anauco hasta la avenida Panteón. Hay que mencionar, también, que todos los domingos se pone en marcha el Plan Caracas Rueda Libre, en sus ya 19 kilómetros de extensión, que van desde la plaza Las Tres Gracias hasta la plaza O’leary.
Las Atómicas
A la par de la inauguración del último tramo, que incluye el primer puente para bicicletas hecho en Venezuela, se activó el préstamo permanente y, léase bien, gratuito, de 300 bicicletas Atómicas. Según información oficial —del mismo alcalde del municipio—, las ciclas podrán ser solicitadas de lunes a sábado desde las 7 am hasta las 6 pm pero, hasta los momentos, los sábados solo se prestan hasta el mediodía y ya van dos lunes que el muchacho de la estación Bellas Artes no aparece (para tragedia de muchos). Son cuatro estaciones: bulevar de Sabana Grande, Plaza Venezuela, Bellas Artes y plaza Diego Ibarra. Ahora se podrá ir pedaleando a hacer sus diligencias al centro. Solo debe registrarse y dejar el vehículo tracción a sangre en la estación más cercana hacia donde se dirija. No se la lleve. Está protegida por un sistema de ubicación satelital. Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
La primera vez que me monté en una Atómica, me estrellé, literalmente. No tienen frenos ni cambios, cosa que dificulta las subidas. Por esto, el puente de Plaza Venezuela es uno de los puntos más difíciles. Para recorrer los valles de Caracas es necesario tener una bici con cambios (y frenos).
En el mapa mundial
Los argentinos la llaman “bicisenda” o “ciclocarril”; los hermanos bogotanos la llaman “bicicorredores”. En Brasil, igual que acá. Pero cada ciclovía tiene su particularidad. Mientras el amsterdamés —el rey de la bicicleta— la tiene fácil por vivir en una ciudad plana, donde el punto más alto es un puente mucho más pequeño que el de Plaza Venezuela, a los caraqueños les toca pedalear cuesta arriba sus valles, por lo que una ciclovía no debe ser, necesariamente, construida en las zonas planas, sino adaptarse a la geografía de la capital venezolana. Gracias a la culminación de este proyecto, Venezuela se incorporó al mapa mundial de las ciudades con este tipo de rutas y alquiler de bicicletas, según el sitio web bikessharingmap.com. En el estado Vargas también se construyó la Ciclovía del Mar, desde Playa Pantaleta hasta Los Caracas: más de 15 kilómetros de azul turquesa. Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
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MÚSICA
Jahkogba Fusión edificante Nacidos en Maracaibo, ojo del huracán musical venezolano, la banda de reggae fusión sigue con los pies bien puestos sobre Venezuela. Su segundo disco les promete un largo recorrido. Hace poco visitaron Caracas para tocar en el Ciclo SonAra POR mabe chacín @epaleccs FOTOGRAFÍAS Jonathan mendoza
Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
09 Escuchar a Jahkogba es llenarse de energía.
Chao. Luis González, bajista, influencia directa de las generaciones anteriores, ex cantante de las bandas Nací Moreno, Poca Lana y Santapalanca, que ya tiene más de 20 años dándole a la música; exactamente igual que Mario Pérez, experimentado trompetista. Tommy Chávez, tecladista y pieza importante para la producción del segundo disco. Patricia Amesty, la única mujer en la banda, ejecutante del saxo tenor. Y Alonso Moreno, percusionista y el más joven de todos.
No solo por el contagioso ritmo del ska o el groove inevitable del reggae, también por sus edificantes letras. La canción de la banda marabina pareciera cubrir cada detalle, no hay vacíos ni virtuosismos: suenan líquidos, como el agua. Hasta su nombre encajó con naturalidad: a la palabra “ahkogba” (semilla) del dialecto barí (pueblo amerindio de las fronteras colombianas y venezolanas) solo tuvieron que agregarle la “J” y, como anillo al dedo, apareció “Jah”, abreviación Como toda banda que va recorriendo cade Jehová. Semilla de Dios. minos y ganando espacios, hace varios años a los toques de Jahkogba no iban ni En un estado sumamente tradicionalista, 200 personas. Ahora esa es la misma candonde la gaita es el día a día, hace poco más tidad de gente que se queda afuera del de ocho años a un grupo de panas del sur local. “Nos ha costado llegar al centro del de Maracaibo se les ocurrió juntarse con el país, pero estamos haciendo el trabajo”, único propósito de hacer música con men- según Víctor Carrero. Se oyeron en toda sajes “de reflexión y paz”, bajo un sonido Venezuela con su primer disco, Revelación distinto del reggae. Así se fueron encon- (2012), proyecto discográfico en el que dotrando las diez cabezas que hoy conforman minaron sonidos del ska, reggae, jazz, hip Jahkogba. La característica principal de la hop, drum and bass con algunas cadencias musicalidad de la banda es la fusión. Eras- de salsa y música tradicional. “Resistencia”, mo Morales habla con la misma fluidez que “Inquilino” y “Señor Imperio” son algunos canta: “Cada uno pone su toque, aporta de los sencillos favoritos del disco debut. parte de su esencia. Eso es lo que hace que esta mezcla de influencias suene a Jahkog- Lo que soy (2015) lleva por nombre su ba. Para nosotros, más que un trabajo es segunda producción, con la que esperan una diversión, un arte, una manera de vivir. terminar de hacer despegar a Jahkogba. Es ir escuchando por la calle los sonidos, El disco está alojado en iChamo —la placombinarlos, hacerlos música, no importa taforma que no deja de alardear que es la el género. Estamos dados a experimentar y primera en Venezuela con su estilo— y hacer música fresca”. Los Jahkogba son una agrupación unida “como un matrimonio de diez esposas”. Cada integrante es clave en la personalidad de la banda. Erasmo Morales tiene 25 años, quizás aparente un poco más, ya es padre de dos y fue un salsero empedernido, cantante de gaitas en el colegio, pero también fanático de Doña Maldad, una banda de anarcopunk. Parecida es la historia de Víctor Carrero, de 24 años, también cantante y ejecutante del saxo alto, hijo legítimo de la era de las fusiones. Luis Cova, el baterista que, además, es psicoanalista. Adrián Arbona viene de tocar la guitarra en bandas de metal y blues y es al que mejor se le dan “las funciones de mánager”. Carlos Hernández Charlitos entró como un colaborador y terminó siendo integrante fijo; su primer toque fue en Argentina con Manu
cada tema cuesta 50 bolívares. Este segundo intento posee “mucha más madurez musical”. Se nota el trabajo de estudio bajo el mismo concepto de reggae fusión, sobre el que hacen dibujo libre. Este disco “no es romántico sino más dulce, hasta la manera de protestar”, explica Erasmo, quien en “Fácil de interpretar” entona una especie de balada-bolero-reggae con mucha personalidad soul. “Igual seguimos siendo contundentes e irreverentes”, completa Víctor. “La seguimos diciendo en la cara, pero hay más actitud para decir las cosas y también le damos un poco más de espacio al amor”. Además, para variar, Horacio Blanco es invitado en un eufórico ska; también la agrupación francesa Dub Inc en el tema “Latinoamérica”. Los Jahkogba están conscientes del poder de congregación de la música, por eso no desaprovechan los espacios para alzar su voz de protesta, como una situación que va en detrimento del ambiente: la minería en la Sierra de Perijá. “Son necesarias las canciones que dejen algo más allá del placer del momento. Muchos de nosotros somos padres, y antes de serlo sabíamos que lo íbamos a ser; por eso también nos preocupamos bastante por lo que entra en el oído de los niños”, explica Erasmo quien, junto a Víctor y los demás integrantes, también alzan su voz para romper con otros temas tabúes, como el uso de la marihuana.
La agrupación estuvo el pasado 19 de agosto en el Teatro Bolívar
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
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MITOS
la casa del genio POR REINALDO GONZÁLEZ D. @odlanierØØ ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
Entre finales de los 50 y principios de los 60, a los estudiantes de la Escuela Experimental Venezuela que se jubilaban de clases para robar mamones los asustaba un muerto que vivía en La Mansión Egipcia, o eso creían ellos. La llamaban la Casa del Muerto. Uno de esos muchachos era Eloy Reverón. Reducida a algo menos que un matadero de una estrella no merecida: el hotel Ribot, guarda relación su aspecto con el descubrimiento, el 24 de noviembre de 1922, del acceso a la tumba de Tutankamón, rey de Egipto entre los años 1336 y 1327 antes de Cristo (Caracas física y espiritual, Aquiles Nazoa). Como alumno de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, Reverón volvería su mirada a la misteriosa casa de la esquina bautizada, lógicamente, como La Mansión, en la parroquia Candelaria. Fue entonces cuando supo que el lugar funcionó como areópago de los masones que conformaron la logia Lumen, luego del cisma (división masónica) de 1925. Confluyeron a la sombra de sus inmensos muros miembros del Gran Templo Masónico (ubi-
Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
cado de Jesuitas a Maturín) y un grupo de Puerto Cabello. Personalidades como Lisandro Alvarado, Laureano Vallenilla Lanz y Asciclo Valdivieso Montaño parieron la Gaceta Masónica y una nueva Constitución Masónica, en tiempos cuando también pugnaban dogmas de la fe (creacionismo) y de la ciencia (positivismo). Su constructor, el doctor Juan Bautista Ascanio Rodríguez, “fue un destacado miembro del Concejo Municipal del Distrito Federal. Masón grado 32, ocupó la Gran Maestría de la Gran Logia de Venezuela desde 1921 hasta 1923” (Guía Histórica de la Masonería Venezolana, Hello Castejón).
Ascanio Rodríguez fue el creador de un parasiticida: la Palusina, en pomada rectal, líquido y en cápsulas; y de Pelereke, un ungüento para la piel. En investigaciones posteriores, Reverón conoció que “el éxito alcanzado por el talento del doctor Ascanio Rodríguez causó celos en la comunidad médica y, al parecer, según una entrevista que le hizo Oscar Yanes poco antes de su muerte, la rivalidad se agudizó como consecuencia de haber curado a una paciente a quien el doctor Luis Razetti le había diagnosticado cáncer (…) Luis Razetti redactó un Código de Moral Médica para impedir al doctor Ascanio el ejercicio de la Medicina; entonces Ascanio elaboró una demanda solicitando la anulación del Código aprobado por el Congreso. El tribunal falló a favor de Ascanio porque éste argumentó que según la Carta Fundamental, el único facultado para legislar es el Congreso, y por consiguiente era el mismo Congreso gomecista quien había violado la Constitución”.
Médico egresado de la UCV, rivalizó con Luis Razetti. “Tenía fama de mago, brujo y alquimista porque examinaba a sus pacientes observándoles el iris (lo había estudiado en Alemania), les preparaba las recetas en su laboratorio y no cobraba por la consulta porque vivía de las patentes de la ‘Minerarina El Mejor Alimento para niños, producto de los laboratorios de Así, aquella Casa del Muerto se convirtió, J. B. Ascanio Rodríguez’” (Eloy Reverón, para el historiador y estudioso de la masonería Eloy Reverón, en la Casa del Genio. blog Gran logia de investigación).
Caracas, 6 de septiembre de 2015.
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MIRADAS
El dólar se cotiza en las sombras Parece imposible, pero las matemáticas ya no suman ni multiplican como antes. Ahora es más. Siempre más. En una vorágine donde entran en juego la exacerbación consumista, el latrocinio inhumano de la empresa privada y la violencia psíquica y física del dólar, asistimos con vértigo a una locura de precios que mantiene al país en vilo POR Marlon Zambrano @epaleccs fotografÍas Michael Mata
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
12 Durante los primeros 70.000 siglos, la humanidad comió carne cruda, arrancándola del animal mientras aún estaba vivo o ya cadáver, en un festín primitivo de sangre y supervivencia. Lo dice un poeta inglés, Charles Lamb, en su ensayo “Disertación acerca del lechón asado”, en el que relata que algún texto fundacional de Confucio narra la forma accidental como nació la idea de “asar” al cerdo, cuando un porquerizo de nombre Ho-ti dejó incendiar su casa y su corral con los pobres lechones dentro, haciendo brotar como un maná el insidioso olor del cochino frito que solo tiene comparación, probablemente, con el olor que ha de percibirse a la entrada del cielo, al momento en que uno intenta convencer a San Pedro de que de verdad fue bueno en la Tierra. Otro de los juegos del hambre, más reciente, cuenta que al término de la Guerra Civil Española, en 1939, la lucha continuó sobre las cacerolas, pues las vecinas enardecidas por el rencor preparaban inmensas ollas de agua con ajo, para que el olor achicharrara de envidia a las de la cuadra, supervivientes de una matazón que dicen dejó un millón de muertos en otro festín de sangre, en este caso por causas ideológicas. Otro relato, bastante más cercano, refiere que en Venezuela mucha gente comió perrarina en los años 80, cuando el país estuvo sumido en una espiral de privatizaciones empresariales y cerco económico que devastaron el sistema financiero y mantuvieron al borde del colapso a los 20 millones de venezolanos que, por entonces, intentaban entender cómo un país con tanto petróleo alcanzaba cuotas de 80% de pobreza.
Dólar Today es una especulación del peor tipo de cambio, sin ninguna razón científica
Era difícil acostumbrarse a los cambios en medio del mito de la Venezuela Saudita que dilapidaba dinero a raudales en Miami. El venezolano promedio se entretenía con las telenovelas de Delia Fiallo y la salsa erótica, mientras salíamos de la resaca del güisqui 18 años y la ficción adecocopeyana de que todos teníamos acceso al país de la “prosperidad” que modelaban los medios, dominados por magnates que administraban a capricho noticias y ministros, campañas de descrédito y empresas de refrescos, marcas de helados y fábricas de armas. En diciembre de ese 83 hubo elecciones presidenciales y esa vez le tocó a otro señor gracioso, pero del otro bando: Jaime Lusinchi, del partido Social Demócrata AD, quien se la vaciló mejor porque puso a gobernar a su amante mientras sobrellevaba las urgencias del país entre trago y trago, permitiendo que el fibroso vaho de los trópicos se diluyera en el alcohol, así como la patria. El problema no era el alcohol, era la patria.
Gente nerviosa
El evento emblemático, para un país que conmemoraba el bicentenario del natalicio del Libertador, fue aquel viernes 18 de febrero de 1983, cuando amanecimos con un bolívar devaluado frente al dólar y un presidente rollizo, un tal Luis Herrera, del partido social cristiano Copei, anunciaba un régimen de control cambiario que despedazaba el famoso dólar a 4,30.
35 años, siete meses y una semana después de aquel viernes, la señora Roraima me dijo que no está ni comiendo. Aprovecha que me siento a su lado con cara de buenos días —que es la que pongo cuando me lanzo a patear la calle porque mi vehículo está averiado— y me cuenta que está con los nervios de punta. Sé a lo que va y le pregunto por qué, pues intuyo que lo que más necesita es que la oigan: “Mijo, ¿cómo voy a estar si esto es un desastre?... Ya no hay valores, ya no hay respeto, todo está por las nubes. Yo soy costurera y no he podido trabajar, los nervios me están matando. Me pongo a revisar La Patilla, Dólar Today, veo NTN24, todo, todo es un desastre, mijo”. “Pero si sigue revisando eso, se va a enfermar, señora”. “Es que no puedo evitarlo”, dice bajito como si confesara un pecado.
Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
“El nerviosismo es bueno para el negocio”, me cuenta un amigo que trabaja en el ramo inmobiliario. Lo acompaño a mostrar un apartamento en la avenida Panteón, justo al lado de la inmensa estructura que es la Biblioteca Nacional de Venezuela. Piden 23 millones de bolívares. Es una vivienda de 70 metros cuadrados no muy agraciada, pero en una ubicación privilegiada de la ciudad. A mí me fascina por el solo hecho de estar a 50 pasos de los 60 clásicos griegos que pertenecieron al Generalísimo Francisco de Miranda. Los compradores son una pareja que no pasa de los 30 años y tienen el dinero en la cuenta para comprar ya, pero la dueña, otra muchacha con cara de carmelita descalza, no seduce promocionando su propiedad y pierde la venta, sobre todo porque los puestos de estacionamiento son movibles y el tipo quiere su puesto fijo. El pana se desinfla pero no demasiado. La semana anterior vendió otro apartamento, en dólares y en efectivo, lo cual es aún más negocio, me dice. “Cuando la gente está más nerviosa, quiere comprar y vender rápido, aunque claro, están los locos que cada semana le aumentan 100 o 200 mil bolívares, dependiendo del dólar”. “¿Cuál dólar?”, le pregunto dándomelas de idiota. “El paralelo, claro; el otro no existe”.
Lo quise besar
Nervioso, porque me han dicho que por ahí es “peligroso” y ya voy entrando a la hora pico, abandono al amigo y me lanzo a Quinta Crespo en mototaxi a comprar un repuesto para mi carro. El chofer, oriundo de Ciudad Bolívar pero con toda la malicia caraqueña típica de quien conduce en la ciudad, me pide Bs. 200 que corresponden al “banderazo”. Le abro mi cartera en su cara y le muestro mis pocos billetes. Tengo 160 y eso es ahí mismo. “Plomo”.
13 Le pregunto por el origen de esos datos y me remite a muchos años de indagación en fuentes oficiales, como el Banco Central de Venezuela, el Instituto Nacional de Estadística, sus trabajos para la Asociación Latinoamericana de Economía Marxista (ALEM) y el Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO).
No tomó ni una calle. Desde plaza Caracas hasta la esquina de Dolores atravesó plazas, aceras repletas de gente a contracorriente, portales de iglesias, recintos históricos, hasta que me depositó en mi destino en menos de cinco minutos. Me echó la bendición y arrancó en Fa por las mismas trochas, cual bachaquero.
Manuel Sutherland. Ni retoño de Donald ni hermano de Kiefer, sino hijo de Luis Sutherland, el recordado poeta guayanés que formó parte de los ciudadanos de la República del Este y fundó grupos literarios por aquí y por allá. A este Sutherland lo he escuchado y parece muy didáctico.
Me temía lo peor. Me han dicho que los repuestos te cuestan un precio hoy y el doble al día siguiente. El kit de rache para un cloche estaba en 8.500 hace dos meses, y cuando esperaba que el vendedor me pidiera 30.000, por lo bajito, para terminar de descuartizar mi tarjeta de crédito, me cobró 8.700. Quise besarlo, pero con lengua. Un poco más calmado, decidí buscar respuestas.
En uno de sus estudios, denominado “Farmafraude”, contrasta las importaciones físicas de medicamentos con su costo y el resultado es que, desde 2003 a 2014, las importaciones en dinero aumentaron cerca de 40 veces pero las importaciones físicas disminuyeron 75%. “Eso no tiene ninguna explicación económica: se trata “El desfalco que hizo la burguesía tiene tres de un fraude a la nación con implicación aristas: la fuga de capitales con transferencias judicial y penal”. netas al extranjero, que alcanza los 250.000 millones de dólares, 18 veces las reservas in- Eso, logro entender, es lo que hace que cada ternacionales de Venezuela. Los paraísos fis- día haya menos mercancía, mayor escasez cales, que permitieron la salida de 100.000 y más altos precios. Pero, ¿por qué pasa lo millones de dólares adicionales. Y si calcula- mismo con las cosas que no son importadas, mos que entre 40 y 75 por ciento de las mer- como algunos rubros agrícolas? cancías que se importaron nunca llegaron, tenemos 200.000 millones de dólares más. “Es que la gente cree que las cuestiones agríEstamos hablando de más de 500.000 millo- colas no tienen nada que ver con las impornes de dólares estafados, no por empresas de taciones, pero la gran agroindustria trabaja maletín, que apenas son actores de reparto, con mercancía importada. A medida que sino por las grandes transnacionales: General los precios suben (semillas, abonos, fertilizantes, máquinas, etc.), ellos suben. El proMotors, Pfizer, Bayer, Toyota y otras”. ductor pequeño del campo es un porcentaje mínimo en el mercado total.
Jugando con el hambre
Me cité con un economista en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, en Altamira. Yo esperaba a un tipo encorbatado, con flux de lino y corte hipster, y de pronto apareció un luchador libre de casi dos metros, chemise ajustada, blue jean y un bolso escolar trenzado en sus espaldas. Venía comiéndose una galletita nutricional y bebiendo un líquido que parecía jugo de tamarindo en botellita de agua mineral.
Me apretó la mano con la fuerza de un cardumen de sapoaras y enseguida soltó que el principal responsable de esta locura es la empresa privada: “Una de las principales causas estructurales de la crisis del dólar en el país es la fuga de capitales, que no es nueva, pues se viene arrastrando desde el Viernes Negro, hace más de 30 años”, dijo.
Coche Today
FOTO JESÚS CASTILLO
Los hermanos de El Bautismo lo confirman. Se trata de una hermosa comunidad agrícola sobre los 1.100 metros de altura en una de las estribaciones de El Ávila, 40 kilómetros al este de Caracas. Producen desde mandarinas hasta cebollín, pasando por aguacate, guayaba, tomate y hortalizas de todo tipo.
Manuel Sutherland: la estafa de la empresa privada supera los 500.000 millones de dólares
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
Subimos a ver cómo la están pasando estos productores, que muchas veces nos salvan la vida con su pequeña feria agrícola o el camioncito que vende más barato cuando baja a la urbe. Este año ha sido duro, nos cuenta Luis Antonio Márquez, “Eriberto”. Es el dueño de La Casa del Joropo, la bodega-parada-patio de bolas-centro de recreación del pueblo de no más de 230 familias. Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
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Los insumos encarecen los productos del campo
Él está en el epicentro de las cosas, todo sucede o se media allí. Algunos productores se solazan en su sombra a media mañana, esperando uno de los dos autobuses que les donó la Revolución y que sube y baja cada hora. Ahora es más la gente que baja que la que sube. Muchos hombres se están yendo a las fábricas, como obreros. La dinámica es la misma, nos dicen a coro los agricultores entre escupitajos de chimó: los insumos están desaparecidos y cuando aparecen en los almacenes privados cercanos, los precios son cada vez más elevados: 1.600 una cuchilla para una desmalezadora, 2.000 un machete, 15.000 una garrafa de fertilizante de diez litros, 35.000 una lata de semillas para 5.000 matas de tomate.
En el campo se ha sentido el impacto del cambio climático
Ahí se tasa a la orden de dólar, como todo, Alta, nos dice que fracasó cuando la demanen una especie de paridad cucuteña que no da comenzó a superar la oferta. tiene ningún sentido que no sea lo especulaOtros campesinos no se estresan. La nativo, como dice Sutherland. turaleza es sabia, tiene sus ciclos. Afirman Allá arriba intentaron hacer trueque de pro- que parece influir el cambio climático en la ductos, como animó una vez Chávez a través calidad y cantidad de las cosechas. Hasta la de distintas iniciativas. Andison Aladejo, vo- niebla ácida les ha comprimido en su abrazo, cero del consejo comunal El Bautismo Parte y los períodos de lluvia y sequía se han alte-
Los que se quedan, como Édgar Centeno, se lamentan de perder sus plantaciones por la falta de pesticidas. De paso han aparecido nuevas plagas, otras han mutado y los suelos se están agotando. Eso sí, el intermediario que sube a comprar no les aumenta ni jugandito. Una cesta de tomates, que carga 30 kilos aproximadamente, por ejemplo, se las paga entre Bs. 6000 y 8000. El kilo en la calle, al momento de escribir esta nota, está por el orden de los Bs. 500. Todos señalan al Coche Today. Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Eriberto nos contó que muchos agricultores se están yendo a las fábricas
Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
La Locura del Cambio
Dólar Today actúa sin ninguna racionalidad económica, sin ningún tipo de cálculo científico, ni medición seria, es simplemente una especulación del peor tipo de cambio que se puede conseguir en Cúcuta.
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El supuesto tipo de cambio
¿Quiénes se benefician?
¿Para qué?
La persona más desesperada en cambiar bolívares por dólares o por pesos colombianos es la que Dólar Today establece como el referente de precio.
En la medida en que crece Dólar Today, le conviene más a los narcotraficantes, contrabandistas y narcoparamilitares.
Comprar sus insumos más baratos, cambiar sus pesos colombianos por bolívares y adquirir más mercancía para contrabandear en la frontera.
El comerciante quiere 100 teléfonos cada teléfono cuesta $100 en marzo el dólar negro está en Bs.150 cada teléfono le costó Bs. 15.000 100 equipos le costaron Bs.1.500.000
=
$ El comerciante vendió cada uno en Bs.40.000 para una ganancia de Bs.4.000.000 que supera el 300% de ganancia.
El comerciante tiene Bs.4.000.000 Hoy cada dólar negro le cuesta Bs.700 100 equipos le costarian Bs.7.000.000
rado sustancialmente. Algunos están decidi- Apareció sudado, con un cargamento de dos a cambiarse a rubros como el café, que libros, me dio un abrazo esperanzador y me habló por casi cuatro horas sin parar. exige menos y produce más. Fue una terapia gratuita que me permitió En una época, por los años 60, estas tierras entender lo que explica Jean Ladriere en eran las que abastecían al Mercado de Coche su concepto sobre el Principio de Adversicasi en su totalidad, por la cercanía y la cali- dad: todo proyecto humano, individual o colectivo, en sí mismo lleva fuerzas que lo dad de sus cosechas, nos dice Eriberto. adversan. Creíamos que la Modernidad, en su formulación filosófica, era ese progreso Terapia intensiva No bajo muy alegre, aunque nos regresamos en línea ascendente ininterrumpida: pero con manojos de cilantro, cebollín, topochos, ahí está Auschwitz (el campo de concentramalhojillo y comimos como cien mangos ción y exterminio nazi de la Segunda Guerra Mundial donde murieron envenenadas debajo de una mata, como debe ser. más de 1.300.000 personas), que abofeteó la Antes de irme a la marcha de Maduro en lógica de la razón en pleno siglo XX. contra del caos fronterizo, un asunto muy relacionado con la locura especulativa ge- El comportamiento especulativo del emprenerada por el dólar y sus renglones torcidos, sariado es casi comprensible: a ellos solo les me veo con un psicólogo para que atienda interesa hacer plata y por eso su actitud criminal. Pero, ¿por qué parece que todos esmis angustias. tamos participando, de alguna forma, en un Lo esperé casi dos horas en un centro co- festín sin control?, pregunto. mercial de La California, tardanza oportuna para sorprenderme, tan pendejo yo, con los “Las cosas hay que verlas desde la óptica precios de las cosas. Un reloj, que solo sirve sistémica, a través de una perspectiva compara saber la hora, que le puedo preguntar a pleja. Todo fenómeno humano se mueve cualquiera en la calle o chequear con mi telé- desde dos fuerzas: desde los condicionafono, en Bs. 900.000, el doble de lo que costó mientos que generan inercia psíquica, que hacen que se repitan patrones, y el factor mi apartamento hace apenas cuatro años. Caracas, 6 de Septiembre de 2015.
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Si baja el precio del teléfono no puede reponer inventario, por eso las tiendas se empiezan a quedar vacías y los pocos productos a tener más sobreprecio.
planteado por Jung, que es la importancia del hacer alma”. Pero Wladimir, que así se llama, intenta consolarme. “Los mismos males generan condiciones propicias para que salgamos de las crisis. Como dijo García Bacca, la vida siempre va a generar fenómenos emergentes e imprevisibles de los que se puede hacer uso, partiendo de lo mejor, e incluso de lo peor, de nosotros”. Por suerte, y como un respirador artificial, me deja los resultados de un análisis de la Sociedad Venezolana de Psicología Positiva que se hizo en 2010 y que arrojó fortalezas y virtudes de los venezolanos, comenzando con la gratitud, la justicia, el amar y ser amado, la creatividad, el sentido del humor y la espiritualidad, todas capaces de darle un vuelco a esta tortilla. Pero su consuelo se desvanece cuando me da una puñalada trapera: me recordó que las personas actuamos entre nuestras polaridades y cada valor coexiste con su contrario. O sea, que existe la luz, pero también la sombra. Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
INFOGRAFÍA DAVID LEONETT
Un Ejemplo al Paralelo
AUTOR: Lorena Almarza CORREO: lorenaalmarza@gmail.com
ENVÃE SU ARTE A epale.ciudadccs@gmail.com (Medidas 42cm x 27cm a 300 DPI)
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minicrónicas
fotocomposición jonathan mendoza
milagros
EL CRISTO DEL ROSTRO SERENO
El 6 de agosto convergen en la ciudad de La Grita, estado Táchira, miles de feligreses y devotos del Santo Cristo milagroso, en los últimos años en conmovedora perenigración desde puntos distantes de la geografía patria. El Cristo de rostro sereno, que por tantos y tantos años ha visto pasar frente a sí a los más encumbrados nombres de nuestra historia, héroes de nuestras gestas patrias, incluyendo al libertador de América, sufridos penitentes y tantos de las más variadas profesiones de fe, los espera en su nave en La Basílica.
Para nosotros, los adolescentes, aquello no significó una aventura del patio de juegos. Nos conmovió y aterró de tal manera que solo veíamos las caras de angustia de nuestros mayores. Atilio, el despachador, sufrió un síncope luego de agotadores esfuerzos por extinguir el fuego. La señora Angélica murió en el trance, dejando abandonados a sus cochinos en el corral de su casa, al lado de la nuestra, en el centro de la ciudad. El pánico era general y el pueblo fue evacuado, todos rumbo a La Meseta, a orar desde allí y a ver, en panorámica, las labores de extinción del incendio.
Al despuntar los años 70, se suscitó un voraz incendio justo en la Plaza Bolívar. Allá funcionaba una bomba de gasolina, de la Shell, que sin explicación ardió amenazando la seguridad de toda la ciudad. Así se corrió la voz entre los aterrados lugareños.
El cuerpo de bomberos viajó desde la lejana San Cristóbal. Las horas pasando y aquella humareda invadiéndolo todo. Al caer la noche las labores estaban terminadas y la gente regresaba a sus casas entre comentarios y alabanzas al Cristo que, se dijo, fue quien con sus
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propias manos hizo que aquel amenazador incendio remitiera, “salvando” al pueblo todo. En efecto, se congregó mucha fe en La Basílica para comprobar con sus propios ojos cómo las manos de la imagen del Cristo estaban manchadas de negro humo, testimoniando su intervención para evitar una tragedia mayor. Muchas son las historias de las que se tiene certeza de curaciones y milagros de todo género. Recordamos que el Comandante Supremo era devoto del Cristo de rostro sereno y un nuevo altar consagró para su adoración. En lo personal, siento entrañablemente que sus oraciones no hayan llegado a tiempo y por obra de la desgracia no podamos disfrutar de su risa de niño nunca más. POR DOMINGO MORENO
ENVÍE SU MINICRÓNICA A epale.ciudadccs@gmail.com
Todo lo preparaba para el fin de semana, como el tipo de la tintorería que deseaba huir del olor a tanta ropa extraña. Buscaba en los libros usados entre las esquinas de Bolsa y Padre Sierra emergencias imprecisas, textos baratos que lo bajaran de la nube de cachivaches caros, de tanta parodia de atmósfera fresca resumida, con residuales ataques de tos al mediodía. Tenía su reciecito de emisoras y programas preferidos. Fidias Danilo lo animaba porque desbarataba el esmog del mediodía con la Fania, Rolando Laserie y la propia Depiní con su “Dímelo” solicitando soltar desvergüenzas ajenas a esa hora. El tema del triturado de piedras con su escándalo premeditado escondía el maltrato de aceras y de oídos para versionar la tarea de hacer ver que se hacía, aunque fueran mariqueras. Se ponía música en la calle a toda mecha, los búhos tenían el infaltable mantelito con una caja para darle al trompito, dale y dale, hasta que todo se convertía en
una ola de gente que crecía cuando todo el mundo se acercaba a ver qué pasó. Se vendía incienso, crucigramas en inglés, polvo para hornear de colores, pinturas y cosméticos a prueba de espejos quebrados, cremas para los dolores reales, los inventados, los dolores de amor recién inaugurados, las cartas echadas para conseguir amor a precio razonable. Cinco promotores vendieron la fama de una gitana que decía el destino por una tarifa que incluía unos frasquitos de aceite para esos días que no aceptaban resúmenes favorables ni cosas así. En el tercer piso tenía tres amigas que hacían favores carnales al exceso de fatigas psicológicas urbanas. Un búho causó sensación al desparramar dos bultos de 300 pantaletas a 2x1 sobre la acera, que inmediatamente detuvo el tráfico cuando la gente disparó su curiosidad viva para ver los estampados diminutos de cada pieza en bordados frívolos. En las escaleras de El Calvario se preparaban aceites con perfumes, fragancias, ungüentos, cremas para los pellizcos en exceso, finos productos para
alargar la vida, ropa usada, avisitos en madera para tallar la buena suerte. Matas de sábila para los malestares de las agachadas imprevistas, los torcijones repentinos, amuletos para los martes, cintas para ganar la lotería. Un búho vendió 100 casetes con sonidos de delfines en el Lago de Valencia, vaya Ud. a saber. Los políticos no se quedaron atrás e inventaron el término de marginados, remoquete con el que escribieron cientos de libros donde se advertía la saga favorable y oculta de estos precursores de un saber prolijo, que suplantaría los destartalados intelectuales del Inciba, viudas de las letras los llamaban, que no pegaban una, tratando de imitar País Portátil de Adriano o Historias de la calle Lincoln del propio Noguera. En la esquina de Junín se escuchaba Cabeza de Hacha a toda mecha, con ejemplares de remate en el suelo de El Gallo Pelón. Llamaba la atención un libro grueso: Tratado de la relación entre la quiromancia y los surrealistas.
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POR Andres Eloy Hernández
foto jonathan mendoza
Equipado de alienaciones en pleno centro
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SOBERANÍAS SEXUALES
tener novia POR María Gabriela Blanco ILUSTRACIÓN jessica mena
Puedes tener 21 o 31, pero si eres mujer y te da por tener novia (decimos “te da” para descursilear la historia), no importa la edad: siempre habrá miedos, presiones y expectativas por lo “nuevo”. El chalequeo, las metidas de pata y la selfiadera que antes criticabas, serán las noticias del día. Esto es lo que posiblemente nos pase o haya pasado: 1) Lugar: parada de bus, Plaza Bolívar o entrada de la uni. Todos tus panas contigo esperando que ella llegue para conocerla. Tú caminas hacia una esquina para saludarla y ella, hermosa gacela, te pide que no la sacrifiques ante la manada. Situación difícil. Recomendación: no lo hagas, preséntala en un escenario menos propenso al chalequeo. Y si quieres dártelas de valiente, tiene que ser muy rápida la presentación y separarlos hasta que salga un tema de conversación que no vulnere tu imagen ante ella. Esto igual sucederá, pero no hay que adelantarse. 2) Lugar: tu trabajo. Ella llega y te trae un regalo. Todos voltean. Chocolates, dulces, un ceviche de pez loro. Se escucha una voz: “¡Hoy comemos samba!”. Recomendación: ninguna. ¿Cómo levantar en cinco segundos una pared que impida las imprudencias de tus compañeros de trabajo frente al primer obsequio de tu enamorada? 3) Lugar: sentada frente a tu computadora, tu mamá llega, te ofrece un poco de café y se sienta. Ya tú sabes por donde viene y de repente lo lanza: “¿Y esta muchacha llegó bien a su casa?”. “Sí, mamá”. “¿Y ella qué hace? ¿Qué edad tiene? ¿Cómo la conociste? ¿Dónde vive?”. “¡Mamá!”. “Yo sólo quiero saber, María, tú sabes que me preocupo, no quiero que sea cualquier muchacha, pórtate bien, ¿sus papás saben?”. “¡Mamáaaaa!...”. Recomendación: este es el mejor escenario de todos, que tengas la confianza para hablar de mujeres con tu madre. No le quita lo incómodo. Recomendación a los padres: esto lleva tiempo, pero no hay nada mejor que poder conversarlo con ustedes. 4) Lugar: misma Plaza Bolívar, parada de autobús, en la esquina de su casa o en la escuela. Estás con ella y se acerca su prima, su hermano, y, en el peor de los casos, van caminando la prima, el hermano y su papá. Ella te está echando un cuento y de repente se paraliza para decir: “Ay, no, mi papá, ¡ahí viene mi papá! —risa nerviosa—. No te preocupes, no dirá nada, tranquila. “Bendición”. “Dios te bendiga, hija”. Más atrás su hermano, sonriendo, repite: “Dios te bendiga, hija”. Tú, bueno,simplemente sobreviviste. 5) Día de playa, primera vez que salen juntas, todo bien, sin errores. Bueno, solo uno. Se hizo tarde y no hay taxis que las lleven a su casa. ¿Hotel, posada o que se quede en la casa? Tu mamá: “¿Ella no que es de su casa, María? ¿Qué va a pensar su familia? Nooo qué va, tú duermes conmigo“. “¡ Pero mamá!”. Si algo de esto ya te pasó, no te preocupes por tu dignidad. Ella regresará con el tiempo. Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
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FOTO JONATHAN MENDOZA
ENTREVISTA
Cirujano de cédula luis marcado tiene un marcado acento maracucho, a pesar de que ha vivido más de la mitad de sus años en caracas. su oficio: dejar las cédulas viejitas como recién salidas del saime POR Ander de tejada @epaleccs
Caracas, 6 de septiembre de 2015.
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22 —Bueno, listo, ¿cómo te llamas tú?
—Luis Marcado. —Tú eres el cirujano de cédula
—Correcto. Tengo 16 años trabajando en esto. —¿Y en qué consiste más o menos?
—Bueno, en arreglar la cédula para que el ciudadano la tenga presentable. La plastifico, la arreglo, si está rota, la reparo. Todo para que quede perfecta. —¿solamente cédula?
—No: cédula, carnet, comprobante, licencia, la carta médica, papeles grandes a veces. Pero solo las reparo. A veces llega gente a preguntarme si falsifico cédula. No falsifico cédulas nada. Trabajo legalmente. Luis continúa, con su acento del interior y con una rapidez increíble para conectar palabra con palabra gracias a su distinguido acento maracucho, diciendo que la gente se va contenta, que las cédulas quedan de agencia. Debo probarlo, pienso, a ver qué es lo que es. —¿Cuánto cuesta arreglar la cédula?
—100 bolívares, 150, depende del material. Si es suave, 100; si es duro, 150.
XXX
—Pero... échanos tu historia
—¡Coye, esa es larguísima! —se ríe. Luis ha sido cirujano de cédula toda su vida. A los 16 comenzó a trabajar en el bulevar de Catia, con su tío. Dice que le daba pena hablar por esa broma. “¿Por cuál broma?”, pregunto. Y me recuerda que su kit de arreglo de cédulas, que viene en un carrito con un motor pequeño y una plastificadora, cuenta con un megáfono por donde los pregones anuncian sus ofertas. “Me daba pena. Yo le decía a mi tío que no, que no, que no, que no. Hasta que una vez me puse yo a matar esa vaina y a hablar”. Explica que la poesía que grita al pasar por las calles del centro no son invento de otro, son de él. Sí, seguro muchos de nosotros nos Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
A Luis le ha ido bien en el casco histórico y sus alrededores
Después de dejar Catia, mudaron la labor para el mercado de Coche y, de ahí, para la iglesia Santa Teresa, donde estuvieron cuatro años. Después la cosa comenzó a tener movimiento: Luis empezó a recorrer lo que él llamó la zona marrón: partiendo desde Quinta Crespo, pasando por la avenida Baralt, por la avenida Universidad, hasta llegar “Hoy en día yo veo a mi suegra y ya no me a Padre Sierra. Trabaja de lunes a sábado y dice nada. En cambio hay gente que se mo- afirma que le llega mucha gente. lesta por eso y pregunta si uno no tiene suegra, si uno no tiene mamá. Claro que tengo. —¿Dónde es la zona en que Siempre les digo que esa es familia mía, que más gente te llega? no es familia suya y que, por lo tanto, no —Aquí en la marrón —estábamos en la pueden saber cómo nos llevamos”. Plaza Bolívar—. Los viernes y los sábados hemos reído al escuchar eso. Siempre la gente metiéndose con las suegras. A pesar de que la mayoría no sean tan malas, casi nunca dejamos de reírnos. Luis, trabajando por el centro, siempre recita: “Si tu cédula está como mi suegra: vieja, arrugada, partida, espaturrada, yo la reparo”.
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23 ha gustado la mala vida, esa de estar robando y esa broma. No. Estoy trabajando todo el tiempo honradamente. Comenzó a trabajar muy joven, nos dice. Después se fue a un cuartel a pagar servicio militar y regresó con lo mismo, con el día a día, siendo el resuelve de aquellos que están constantemente en el proceso tortuoso y burocrático del trámite. “Me conseguía compañeros en la calle que me preguntaban si no estaba descansado. Les decía que no, que solo trabajaba”. Nos estiramos un poco y comenzamos a caminar. Le digo que tengo una cédula que da pena, y poco a poco la saco de la cartera esperando que el pana me diga que es imposible sacarla del desahucio. Se la muestro, la ve, la coge y dice: “Noooo, vale, esto se arregla. Eso queda otra vez como nuevo. Se recorta por los lados, se le quita esta arruguita…’’. Sonrío. Por fin, mi cédula, pienso. Continuamos caminando hacia el carrito que estaba aparcado en la plaza El Venezolano. “Tengo 20 años viviendo en El Valle. Desde que estoy aquí he ido solo dos veces a Maracaibo”.
FOTO MICHAEL MATA
—¿Solo dos veces?
esto está lleno. Cuando llega diciembre, Se ríe y vuelve a recitar la oda a la suegra: “¡Si más todavía, porque viene la gente del in- tu cédula está como mi suegra: vieja, arrugaterior. Se quedan emocionados. Dicen que da, partida, espaturrada, yo la reparo!’’. donde viven no hay cosas así. —Es un trabajo que… Yo me relajo en el “Los materiales son difíciles de encontrar. trabajo. Hay que caminar bastante”, dice. “Hasta Boleíta o hasta La Campiña, porque en las —¿Sí te gusta? librerías comunes y corrientes, si los hay, —Sí me gusta. A veces me preguntan por qué son muy caros. no me quedo en mi casa a descansar un día, pero a mí no me gusta estar en mi casa. Si duro aunque sea un mediodía en la casa, me —¿Son caros los aburro. Me gusta estar en la calle trabajando, materiales? —Valen 1.800, 1.900 cada cajita de 100 porque desde carajito comencé a trabajar, a conocer qué es lo que es la vida. Nunca me plásticos. Caracas, 6 de septiembre de 2015.
—Sí. —¿Te gusta Caracas?
—¡Claro! Llegamos a la plaza. Él, mi cédula en mano, llega hasta el puesto, donde lo espera su asistente, quien siempre es el que empuja el carrito. Se me olvidó preguntarle el nombre. Me disculpo. Luis agarra mi cédula y comienza el proceso con la misma velocidad con la que habla, sin puntos, sin comas. Agarra la tijera, pica aquí, pica allá, pone, gira, sube, baja, voltea, se ríe, habla, saca el plastiquito de la caja, viste la cédula con él y lo mete en la máquina que hace un sonido como si cortara algo y pare —¡sí, pare!— una cédula nueva, sin una arruga, que pareciera acabada de sacar del Saime. Yo, que pensaba ir pronto por una cita debido al estado desastroso del documento de identidad, me quedo ahí, pensando que ya no voy, que ahora espero hasta 2018, cuando se venza esa verga. Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
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GASTRONOMÍA
PICHONES DE SIBARITA
hotel y restaurante Ávila POR mercedes chacín @mercedeschacin FOTOGRAFÍAs jesús castillo
Si usted piensa en hoteles y conoce la parroquia San Bernardino, ubicada en Caracas, es posible que piense en el Hotel Ávila. Pero si usted piensa en restaurantes, es posible que Hotel Ávila no se le presente como una opción. Y es normal. Está en una zona residencial fuera del bullicio del centro y de la diversidad gastronómica que caracteriza a otros sectores de Caracas, más alejados del “mundanal ruido” del centro de la capital de la República Bolivariana de Venezuela. Pero resulta que sí hay un hotel y allí hay un restaurante que casi tiene tantos años como el hotel: el Ávila. Fundado en 1942, lo cual quiere decir que tiene 73 años, fue diseñado por el arquitecto estadounidense Wallace Harrinson, quien resulta que es el mismo de los edificios del Rockefeller Center y de la
sede la de la Organización de las Naciones La carta de hamburguesas tiene nombres alusivos a lugares que en su mayoría se enUnidas, ubicados en Nueva York. cuentran en el Waraira Repano. Son seis El capitán de mesoneros, José Enrique tipos de hamburguesas: Naiguatá (pico), Andara, con 22 años trabajando en este Humboldt (hotel), Oriental (pico), Galipán restaurante de 52, nos cuenta que en la (pueblo), Picacho (pico) y Bolívar. Cuenta cocina trabajan 15 personas lideradas por Andara que allí nació la idea de una cadena la chef Christianne Hernández, quien ha de tiendas de hamburguesas con el nombre tenido especial interés en incursionar o del hotel. Nos decidimos por la Hamburdesarrollar platos de la cocina venezolana. guesa Galipán con topping de queso azul y No obstante, la carta de este restaurante tocineta. Las sirven con papas y/o yuca frita tiene sus peculiaridades: en ella predomi- y una ensalada rallada sin pretensiones de na platos italianos y gringos. La carta de ganar un concurso gastronómico. pizzas y hamburguesas es especialmente extensa, trabajan con horno de leña y Las pizzas forman parte importante del tienen un servicio grill de carne de res y menú. Ahí nos encontramos con las tradipollo, que preparan a la vista de todas y cionales, entre las que contamos la marinetodos, pues está integrado al ambiente de ra (camarones, pulpo y calamares), que ese día no contó con uno de los tres mariscos la piscina.
RECETARIO DEL PELABOLA
Batata rosa POR Malú Rengifo @malurengifo
Si una propiedad maravillosa tiene el recetario del pelabola es que buena parte de sus recetas pueden ser utilizadas como principios básicos de cocina, de modo tal que, llegado el momento de preparar una receta cuyo ingrediente principal no se encuentra en la nevera, bastará con que el pelabola espulgue toda la cocina y sus alrededores en busca del ingrediente más parecido al que necesitaba, y lo use igual como hubiera usado el ingrediente original. Un ejemplo que ilustra muy certeramente este principio es el caso de las batatas fritas y el puré de batata. Aunque la batata no suele ser una verdura de muy frecuente consumo, y dado el hecho de que la papa se encuentra por encima de los 200 bolos el kilo (por Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de septiembre de 2015.
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Calidad
prometidos: le faltó el pulpo. La masa delgada y crujiente satisfizo paladares, al igual que la sopa de pescado. El pollo grillet y Toscana, la punta trasera, el solomo y la curvina son los platos más pedidos después de las hamburguesas. “Viene mucha gente de las oficinas a comer acá al mediodía”, precisa Andara, y pensamos que la gente para comer allí debe pagar un promedio de 1.200 bolos por hamburguesa, lo cual es demasiado por tratarse de un pan redondo con un tolete de carne adentro, por más topping que tenga. Trabajan todos los días desde la 7 de la mañana hasta las 11 de la noche, que así debe ser si es un hotel cuatro estrellas que se precie de tal.
ser conservadora, ya que la he visto, incluso, en más de 300), se han registrado casos de pelabolas que desde todos los extremos de la ciudad han comenzado a sustituir la letra pe de las patatas por una be de burro, y así, sabiendo que no existe diferencia sustancial entre las primeras y las segundas (salvo por el sabor, el color y el precio), han procedido a preparar sus recetas de costumbre, pero con otra cosa.
Pelo la batata, la corto como mejor me provoque ese día (si estoy muy inspirada, en palitos delgaditos; si estoy medio inspirada, en lonjitas delgaditas; y si lo que quiero es echarle algo al saco sin importar cómo luzca la comida, le caigo a machetazos y procedo a cocinarla como caiga), luego espolvoreo los trocitos de batata con un esmachacado de sal fina, orégano y pimienta, y la lanzo al sartén. Debe prestarse bastante atención a la cocción para evitar que la batata se queme y agarre ese horrible sabor a Sin embargo, y aunque pueda usted ser uno de esos pelabolas po- freno de camión que la caracteriza en su estado calcinado. Deseedores de una bravía imaginación, no cualquier batata le fun- guste esa delicia y proceda a compartir con su familia. A todos cionará. Lo digo por experiencia. Pero para cerciorarse de cuál les encantará. de todas las batatas posibles es la que más se corresponde con sus gustos como comensal, tendrá que hacer como santo Tomás y me- Por su parte, el puré de batata se prepara igualito que el de papa: ter el dedo en la llaga, o en el puré, y echarle una probadita. se hierve la batata y, cuando está blandita, se esmachaca con un tenedor, mezclándola, si hay, con un poquito ’e leche, sal y piA mí, por ejemplo, no me gusta ni un poquito la batata amarilla. A mienta a su gusto, o lo que sea que usted acostumbre a agregarle mí me gusta la batata rosa, con su delicioso sabor dulce y su color a su puré. de chuchería que hace lucir cualquier plato de comida como una exquisitez de primer orden. La preparo habitualmente frita, pero El costo de un kilo de batata, en estos momentos, oscila entre los 80 en poquito aceite, de la siguiente forma: y los 120 bolívares. ¡Victoria popular! Caracas, 6 de septiembre de 2015.
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crítica y media
A golpe de control
Tras el discurso
Reír frente al espejo Cuesta reírse de uno mismo. Para algunos psicólogos, sin embargo, es un práctica saludable. Tonifica el ego, o algo así. Lo depura. De cualquier modo, es un ejercicio de humildad. De seguridad. Envidio a la gente que lo hace. Irradia sabiduría. En materia de humoristas, estos fueron siempre los mejores. Gente como Chaplin, como Cantinflas, como el Gordo y el Flaco, gente que de entrada renunció a ofrecer una imagen divina de sí misma. Gente que se desvivía por hacer reír a los demás. Hemos tenido muchos en nuestra tele: Yeyo (y no tanto Pilingo), Joselo, Pepeto, Fina Rojas, Marta Olivo, Henry Rodríguez... Con el tiempo, la pantalla chica fue haciéndonos comprender que los buenos humoristas se ríen de sí mismos cuando satirizan a mansalva, a tirios y troyanos, percibiendo en la condición humana el pretexto esencial de lo humorístico, y no solo de lo risible. De esta manera, el humor político es mejor cuando se despolitiza. Reiré a mi adversario político —en tanto su facción
COLONO CHÉVERE. Un hecho curioso es la
dé juego a lo humorístico—, consciente de una circunstancia de la que yo mismo no podría escapar. Es la clave para abordar filones sacrosantos de la sátira como el sexo, la raza o la religión. Es una convicción que puede rastrearse en grupos tan disímiles como los Monty Python o Les Luthiers, en humoristas tan irreverentes como Alejandro García “Virulo” o Peter Capusotto. En Como ustedes pueden ver (o “Los Robertos”) se sugiere una forma de humor que se ríe de sí mismo. El tono informal de sus conductores, falsariamente erudito, supone en sí mismo una propuesta jocosa, en la que el mensaje se empeña en las torpezas de una oposición proverbialmente errática. Solo faltaría, para que esta teoría del humor como ejercicio propositivo aplicara, que los Robertos ampliaran su ejercicio dialéctico a la acera opuesta, donde los yerros se ofrecen también con similares cargas de humanidad. Por Carlos Cova @CarlosCobero
estrepitosa debacle en cuanto a la recaudación en taquilla de Los 4 Fantásticos, máxime cuando su lanzamiento coincide con el verano (temporadas vacacionales). Tal vez sea un hecho aislado, pero no deja de llamar la atención: ¿estamos ante un modelo de entertainment que tiende a agotarse?, ¿o quizás es la respuesta de un público que cada vez exige más, incluso dentro de los cánones del sistema imperante?, ¿o probablemente ambas? Sea como fuere, las alarmas del Gran Hermano cinematográfico deben estar titilando, puesto que el poder de penetración ideológica y de modelación que representa el cine es un engranaje que siempre debe estar lubricado. Cualquier fisura que vaya en detrimento de su óptimo funcionamiento es motivo de preocupación, y ha de ser atacada con la más abyecta ferocidad: así es el sistema. El filme es de una argumentación básica, cosa común en la mayoría de las representaciones de su género, solo que en este el clímax y resolución son harto atropellados, cual seriado que no tiene más nada que ofrecer y cuya decadencia es inminente. En el vórtice de este batiburrillo nos encontramos con el mensaje soterrado. Una máquina de teletransportación ha sido inventada por cinco jóvenes; cuatro de estos se revelan cuando no son seleccionados para ser los viajeros iniciales y deciden inaugurar la máquina. Una vez en el universo paralelo ocurre un accidente del cual logran regresar solo tres de los tripulantes. Los que regresan, con capacidades especiales, traen consigo la estela que contagia al quinto joven. Pese al accidente, las autoridades reexploran y encuentran a Víctor, a quien traen de vuelta a “casa”. Este termina siendo un feroz enemigo de la raza humana que hace peligrar “su mundo”, a la que tiene que exterminar. Obvio: los cuatro buenos acaban con el “único” malo. La colonización no es mala en sí misma: lo malo son algunas desviaciones, escasas, productos de accidentes imprevistos que el mismo colono se encargará de corregir. En la pantalla esto adquiere ribetes sublimes; en la realidad tangible aún aguardamos por colonos ejemplarizantes que enderecen las desviaciones de los militares gringos en el país vecino, por ejemplo. Rodolfo Castillo @magodemontreuil
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NOVELA
HISTORIAS DE LA CALLE LINCOLN (vI) DE CARLOS NOGUERA Ilustraciones Flores Solano
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28 Viene del número anterior
Como ya se había calmado la ridícula disputa y se había logrado la pacificación en el Viejo Oeste, Antonio, muy sensatamente, muy conciliadoramente, muy temerosamente, se acogió a la alternativa de servirle a Bili (que de pronto había decidido cambiar el escocés por el vino) otra botella, es decir, una botella, porque era la primera de vino, y prácticamente arrebatarle de un salto el billete de quinientos que Bili o Nerón,
alias el calvo o el amo, le mariposeaba desde lo alto “para cubrir los gastos”, también, por supuesto, incluidos los destrozos, las garrafas derramadas, los tubos de salchichón y el ojo de Paco Camino. Aunque, en verdad, la cuestión de arrancarle el amarillo no fue fácil, porque Nerón lo agitaba furiosamente para que el catirito lo viera bien y no se equivocara. Nada, que el catirito lo vio, que él invitó al catirito a sentarse, que el catirito se sentó, que Antonio pudo por fin quitarle el billete de la mano (Antonio aunque fue comunista, es comerciante, y las cosas no están, precisamente, como para despreciar 500 hermosos libertadores), que Antonio guardó bien el amarillo y le dio el vuelto, que yo terminé de comerme el plato de callos, que Antonio entonces entró a la cocina, que me dijo, ¿cagao, catire?, ya que se fueron, no temas; que le dio la mano a Lucrecia; y que yo sentí que menos mal que no le falté a Antonio con Lucrecia, porque
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Cuando ya creíamos que se iba a bajar del taburete a taconear entre las mesas, le pegó un grito a Antonio, suspendió para despedir a los de la comisión que no querían echarse un palo porque andaban precisamente trabajando, y le dijo a Antonio que sirviera un palo gratis para todos y, por supuesto, al catirito lo que pidiera.
realmente era un tronco de tipo: si me encanaban ahora, ¿qué coño iba a decirles a los muchachitos de la ex-brigada, que estaba comiendo callos y me rodaron? Sólo que ya no podía seguir allí, desgraciadamente había terminado de comer y Nerón, el catirito y el gordo, se habían ido ya danzando dulcemente por las veredas de la noche y arrancando como desesperados las cayenas del restorán de la esquina, y cantando algo así como “hay que vivir esta vida, teniéndote cerca de mí hasta que muera”, creo que por iniciativa del gordo y de Nerón el calvo, aunque cuando cruzaban la esquina de la Casanova, lo último que vi, fue que el catirito decía que tenía mucha sensibilidad, y hablaba algo de Los Bitels y de la música total o de todas las músicas, mientras abrazaba el lomplei que antes estaba leyendo en el bar, antes de comenzar el tiroteo, y que él podía identificarse o afiliarse a algo así con o ante
29 cualquier tipo de música, inclusive esa que el gordo y el calvo estaban cantando. Cuando vi a las tres sílfides danzando tan alegremente no sabía todavía que luego iba a volver a encontrarlos, más tarde, aquí en Las Moras, donde los he encontrado, es decir, allá donde los encontré esa misma noche, más tarde. Sólo que yo no me fui inmediatamente a Las Moras, sino que me quedé en El Jarama otro rato; primero, porque Antonio me ofreció rematar a puerta cerrada con un vino que “estaba para lamerse”, así dijo. Segundo, porque me di cuenta de que no sabía realmente el nombre de Lucrecia (la culpa la tenía Antonio que era ahora cuando la traía para el bar a cocinar, porque estaba sin ayudante). Tercero, que ya me estaba enratonando y el cuerpo y la cabeza me pedían otro palo. Cuarto, que no iba a rechazar a Antonio después que me había salvado del encanamiento. Quinto, que ya la puerta estaba cerrada y no había peligro de que volvieran los esclavos de Bili. Y sexto, que hay que dejar tiempo en la narración para que el trío de pendejos que se acaban de ir llegue a Las Moras antes que yo, puesto que así lo exige la novela, puesto que ya dije, ante Uds., que los iba a encontrar luego y qué voy a hacer. De modo que hubo tiempo para celebrar la recuperación de los daños, que, después de todo, no eran tales sino una gran tajada para Antonio y para Lucrecia (¿cómo se llamará Lucrecia?), para acabar otra botella de vino, es decir, para que Antonio acabara con otra botella de vino (porque fue él quién se la tomó), para que Lucrecia se dejara tocar las rodillas con las mías por debajo de la mesa que está precisamente debajo de la cabeza de toro disecada, y para que Antonio imitara, bailando flamenco, borracho, encima de las mesas, y mientras Lucrecia y yo aplaudíamos y nos aplaudíamos nuestras rodillas y nos tocábamos, a los maricos que acababan de salir, o más bien, al calvo Bili, para que imitara la picada de ojo los suspiritos. Y no seguí en aquello, sencillamente porque Antonio se metió un golpe contra el toro disecado que estaba colgado de la pared y resbaló y cayó de la mesa y el toro cayó atrás de él y casi le clava los cachos y casi que nos pesca a Lucrecia y a mí (a las rodillas) en el jamoneo. Pero no le ocurrió nada, salvo que Caracas, 6 de septiembre de 2015.
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30 la rasca se le pasó en un setenta por ciento, y tuve que despedirme de él y de Lucrecia; y ellos tuvieron que despedirse de mí; y Antonio, tal vez recordando que el billete de 500 del calvo le había salvado la noche, dijo algo como: la flufixia noshhh blaggra, que yo oí: la inmundicia nos caga; pero me di cuenta que no era eso, cuando Lucrecia le dijo: —Vamoz, amor, sí, la justizia nos paga: pero ahora vamoz nosotros un ratito a pagarle a la cama, ¿zi? —y salió a despedirme a mí hasta la puerta que tenía la llave pasada por dentro. Fue cuando le dije: —Lucrecia, ¿cómo es que tú te llamas? Y ella me dijo: —¡Cómo que Lucrezia! —riéndose, gozándose—. ¡Loco!, Mari Carmen es que me llamo. Por supuesto, cómo se iba a llamar siendo española, dije. Y me fui silbando, pero no Los Gavilanes, sino aquello que dice: si te quieres casar con la chica de aquí/ tienes que ir a Madrid a empuñar un fusil. Y de allí pasé a silbar (quiero decir, iba silbando la música, pero por dentro iba cantando la letra): si te quieres casar con la chica de aquí/ tienes que ir a Falcón a empuñar un fusil. Y silbé, también lo del puente de los franceses, y lo del paso del Ebro, y lo de si me quieres escribir ya sabes mi paradero, y ya estaba pensando en el monumento del Valle de los Caídos, cuando me di cuenta que en lugar de doblar en la calle Real de Sabana Grande hacia arriba, buscando más pelea porque todavía estaba encarburado y ahora era cuando, había doblado hacia el lado contrario de manera que ya casi estaba llegando a la Plaza Venezuela, y ¿qué coño hacía yo allí? ¿Qué coño si ya el Tic-Tac y el Paprika estaban más enredados que maneto en bajada y no se podía aprovechar, por lo tanto, la ocasión de seguir hacia arriba, hacia Los Caobos?, me devuelvo por donde mismo con mi adarga bajo el brazo y me digo que la noche es nínfula todavía. Próxima semana: Capítulo 5 Edición Número Ciento cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
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RíOS DE LATINOAMéRICA
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1
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Esterilla para hacer yoga (voz inglesa) Figura 1
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Coloq. Cuba. Artículo Cuenta, Superficie Arrodentro Conozco, Pequeño Figura 2 Riberas Música Se trasla- Adjetivo Prurito, Pájaro jarían con neutro Relata de un entiendo pez copicazón del mar popular daban posesivo Lavaviolencia (inv.) perímetro bailable mestible manos, del lago fregadero Titicaca (pl.)
Garantizaré, aseguraré Elevaban la bandera
Leucocito Vieja letra escand. Nota musical De esa manera
Preguntas de un test
Ante merídiem Golpearás
Poncho Anotación de fútbol
Figura 3
Iniciales del cietífico que descubrió el LSD
5
Nao, barco
Gram. aux. usado para conjugar verbos
Limpié el piso con escoba
Carta de la baraja
Tranquilidad
Medida que equivale a 28,7 g (pl.)
Oreja, asidero
Cuajo, solidifico lo líquido
Ritual
"Santa..."
Hurto
Tiene, atesora
Figura central Pasta de harina de mandioca
Prueba, examen
Pruebo, degusto
Acceso de terceros a la red (s.)
Figura 4
Inic. expresidente socialista de Chile Símbolo químico del Proactinio
Símb. quím. selenio Escuchaba
Dada en crédito Antiquísimo instru- 1ra vocal (pl.) mento de cuerda
En este lugar
3,1416
Andaban, marchaban
Cactus boliviano
Vocales abiertas Sociedad Anónima
Voz del pollito
Aire en inglés Alejandro Otero
Nota musical Burro
Sonríe, carcajea
Especie de lechuza
Prendedor, insignia
Observad, percatad
Remolca (inv.)
Transmití oralmente
Fruto del cadillo
Prefijo sign. dos (inv.)
Figura 5
Gasta con los dientes
Mil millones de años (pl.)
6
Matriz de la mujer
Acudes, concurres
Figura 6
Apócope de uno
Doble erre Moneda anterior al euro
Restada, robada
Encendido en inglés
Burro: rebuznase
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“El territorio de Venezuela comprende todo lo que antes de la transformación política de 1810 se denominaba Capitanía General de Venezuela”. Constitución de la República de Venezuela (1830)
SOLUCIÓN DEL ANTERIOR
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POR NATALY SANOJA
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CUENTOS DEL ARAÑERO
La casa del Che POR HUGO CHÁVEZ FRÍAS ILUSTRACIón l. "razor" balza
Dígame cuando fuimos con Fidel a la Universidad de Córdoba. ¡Qué cosa tan extraordinaria, aquella masa de gente, Dios mío!, y sobre todo gente muy joven. Yo no quise hablar mucho. Le dije a Fidel: “Aquí tienes que hablar tú”. Él es el “papaúpa”. Hablé una hora, pero había que darle la entrada a Fidel. Tres horas habló Fidel, con una gran capacidad, gran coherencia en sus ideas, sus reflexiones. De ahí no se movió nadie. ¡Y estaba haciendo un frío terrible!, soplaba mucha brisa fría, aquella noche en Córdoba. Al día siguiente, en otro momento memorable, inolvidable, fuimos a la casa donde se crió el Che Guevara, allá en Alta Gracia, muy cerca de Córdoba. Recorrimos juntos una hora por carretera, viendo la campiña argentina. Pasamos la tarde en la casa donde vivió el Che, apareció un grupo de amigos del Che, amigos de la infancia, pasamos un rato inolvidable. Cuando usted conozca a Fidel Castro le va a hacer cien preguntas en los primeros cinco minutos. Él quiere saber de todo. Entonces estaba allí la señora de la casa donde vivió el Che, que hoy es un museo, explicándonos, y mucha gente. Y la señora explicando: “Mire, esta es la foto del Che”, y no sé qué más. Fidel le preguntó: “¿Y esta casa la construyeron en qué año?, ¿para qué la construyeron?”. Y la señora empieza: “Bueno, la construyeron, para…”; ella quería explicar las cosas del Che Guevara, pero Fidel, no. Fidel quería era saber cuándo construyeron la casa, de dónde es la madera con la que la construyeron, quién fue el primer habitante. Y la señora buscando las respuestas ahí. Pero lo cumbre fue cuando yo tuve que intervenir en defensa de la señora, porque la estaba masacrando, de manera inclemente, el preguntador infinito que es Fidel Castro. Como la señora le respondía todo, él tenía que buscar la manera. Como me dijo una muchacha un día: “¡Usted me quiere raspar!”, porque yo le pregunté no sé qué cosa, como que fue en un Aló Presidente. Entonces, Fidel le pregunta, y la señora dice: “Esta casa la construyeron para los gerentes del ferrocarril en 1914”. Viene el muy fastidioso de Fidel, y le pregunta lo impreguntable. Yo le dije: “Pero, ¿cómo tú le vas a preguntar eso?”. Entonces, le dijo: “¿Cuánto costaba el pasaje en ferrocarril —¡en aquel tiempo!— de Buenos Aires a Córdoba?”. Ahí fue cuando yo intervine, no aguanté más, le dije: “No, chico, pero deja quieta a la pobre señora”. La abracé y le dije: “¡Déjala!”. Porque ella estaba ya preocupada con tantas preguntas. Le dije: “Bueno, déjala que nos explique aquí, vale. Aquí vivió el Che. Señora, díganos: ¿Cuánto vivió el Che aquí?, ¿dónde dormía? Llévenos”. Edición Número Ciento Cuarenta y cinco. Año 03. ÉPALE CCS
Fidel andaba con una gorrita de esas que andan por ahí. No voy a mencionar lo que dice porque estamos ya en campaña electoral. Entonces, Fidel andaba con gorrita roja. ¿Tú la has visto? Yo le dije: “Fidel, ¡que eso es intervencionismo, chico! Tú no puedes meterme en las cosas de Venezuela”. Ahí anda, míralo, ahí va, esa es la casa del Che Guevara, mira. Ahí está la señora, ¡mira!, ahí está preguntándole. Esa es la cama del Che, ahí dormía cuando era niño, tenía como cinco años. Mira la cara que tiene el Che, era bravo el niño. Y Fidel es implacable, haciendo preguntas: “¿Cuánto costaba el pasaje de Buenos Aires a Córdoba?, ¿cuántos vagones tenía el ferrocarril?, ¿a qué velocidad iba?”. Mira a la mamá del Che, mira la cara de esa mujer, ¿ah? ¡Qué cara!, ¿no? ¡Qué carácter! Esa es la hermana mayor, está viva. La otra niña, la chiquita, ya murió. Ahí está la embajadora de Argentina en Venezuela. Mira, Fidel buscando la vuelta pa’ preguntar, porque es un preguntador que no tiene límites, vale. Mira, yo estoy tratando ahí de desviarlo, pero él no, él estaba era con la pobre señora. Ese fue un día memorable, inolvidable, grandioso, de mucho sentimiento.
Caracas, 6 de septiembre de 2015.