contenido Consejo Editorial
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Mauricio Macri
Mancheta y demás
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Sandra Oblitas
Maritza de Quisqueya
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El libro del loco
Transporte ¿público?
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Llegar a la cumbre del Waraira
Inescrúpulo al límite
CORRECTOR
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MANEJADORA DE REDES
¿Y si tu hija sale choreta?
Cine y televisión
Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero
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Colaboran en esta edición
Los marcianos llegaron ya
Sibaritas y pelabolas
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Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla
Directora
— (anti)perfil
Mercedes Chacín
Editor Jefe
Carlos Cova
DirecTORa de Arte
Edarlys Rodríguez
COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA
Jesús Castillo
Asesor Editorial
Reinaldo González
Redacción
María B. Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida Ander De Tejada Marlon Zambrano
— ENTREVISTA
— mitos
DiseñadorEs
Lisbeth Montell Oscar Hernández
— mIradas
Ilustrador
Alfredo Rajoy
Fotógrafos
Jonathan Mendoza Michael Mata Rodolfo Castillo
— sexodiversidad
Bárbara Baralt
LOGÍSTICA
Clodovaldo Hernández, Malú Rengifo, Ángel Méndez, María Gabriela Blanco, Dulce Medina, Indira Carpio, Nathali Gómez, Freddy Fernández, Domingo Moreno, Merlyn Orejuela, Jessica Mena, L. “Razor” Balza y Nataly Sanoja. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Jesús Castillo.
Impresión
Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Papirus Impresores 2004, C.A. epale.ciudadccs@gmail.com
@epaleccs
Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166 Una publicación de la
— ciudad
— poesía o nada
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— CRUCICOMPACTO
— EL MENJURJE
— música
— desde la raíz
— minicrónicas
— crítica y media
— gastronomía
— novela
Historias de la Calle Lincoln (XVIII)
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— el rumor de las bolas
Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales y en la librería-Bar el techo de la ballena, edif. Gradillas “A”, planta Baja, Bulevar del Eterno Retorno
Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.
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(ANTI) PERFIL
Macri
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neoliberal nuevo hace más bulla que carro viejo El recién electo mandatario argentino se apresuró a demostrar que será el centro delantero del equipo imperial que pugna contra Venezuela y contra cualquier gobierno latinoamericano que huela a socialismo. Multimillonario, con negocios legales y non sanctos, aplicará la receta fondomonetarista y entonces sabrá por qué no es bueno lanzarle piedras al vecino POR Clodovaldo Hernández • clodoher@yahoo.com / ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY
Mauricio Macri recogerá la cuerda más temprano que tarde. Esas bravatas de ir a pedir sanciones contra Venezuela son cosas de presidente neoliberal recién electo tratando de demostrar que es un duro. Como decía el poeta Andrés Eloy Blanco, lo único que hace más bulla que un diputado nuevo es un carro viejo. Ya vemos que también se aplica a presidentes.
región. Cuando tenga unos meses lidiando con una sociedad cuyas expectativas de igualdad y prosperidad han crecido notablemente, Macri verá que andar invocando cláusulas democráticas no es una buena estrategia. Por más dinero que se tenga. Y Macri lo tiene, incluso en términos particulares. Heredero de un emporio forjado por Franco Macri, su padre italiano, este ingeniero, que en febrero cumplirá 57 años, es, sin rebuscar mucho, uno de los hombres más acaudalados de Argentina. El conglomerado de los Macri incluye empresas legales en ramos como banca, seguros, automotriz, construcción, recolección de desechos, comunicaciones, correos, publicidad y deporte rentado. Este último campo ha sido clave para la proyección política del recién electo mandatario, pues en 1995, siendo un típico treintón hijo de papá, recibió como regalo un juguete prodigioso en tierra gaucha: la presidencia del club de fútbol Boca Juniors, que en la realidad argentina es mucho más que un equipo, es un sentimiento de profunda raigambre popular.
El magnate que asumirá el gobierno en Argentina no aguantó ni un día para poner en claro que será un ariete de postín en la guerra imperial contra la Venezuela bolivariana y, por extensión, contra todos los gobiernos latinoamericanos que huelan a socialismo, aunque sea un poquito. Dijo que pedirá que el Mercosur sancione al gobierno de Nicolás Maduro por tener presos políticos y conculcar la libertad de expresión, repitiendo al caletre la matriz contrarrevolucionaria de siempre. Por si alguien lo dudaba, probó que está dispuesto a ser, desde el Sur, el ejecutor de los planes que salen del Norte. Pero es previsible que ese tipo de iniciativas le duren poco tiempo. Una vez que comience a enfrentar las dificultades del ejercicio del gobierno, Macri se dará cuenta de que quien tiene techo de vidrio no puede pasarse el rato arrojándole piedras a sus vecinos. El Grupo Macri también ha tenido actividades non sanctas, al menos si se le otorga credibilidad a las más de 200 denuncias que se Su determinación a disparar contra Venezuela (y, por consiguiente, han presentado en los últimos años y que incluyen presuntos delicontra la ALBA, la Unasur y la Celac) es, en muchos sentidos, otro tos como lavado de dinero, fraude en importaciones y contrabando meganegocio de este supergerente: el capitalismo internacional le de repuestos automovilísticos. Al imperio macrista también se le ha prometido poner a fluir más de 10.000 millones de dólares solo señala con el dedo porque logró parte de su prosperidad gracias a para su primer año en el gobierno. Esa especie de pago por favores la conchupancia con la sanguinaria dictadura de Jorge Videla. En recibidos será muy importante para el plan de Macri: generar una esos tenebrosos tiempos, el entonces presidente del Banco Central burbuja de aparente prosperidad en esos primeros meses en la pre- Argentino, Domingo Cavallo (luego elevado al rango de ministro sidencia. Tiene que tratar de demostrarle al electorado que valió la estrella de Carlos Ménem), absorbió la enorme deuda externa del Grupo Macri (y de todos los empresarios bien conectados con el pena el salto a brazos del neoliberalismo que acaba de dar. terrorífico gobierno) para que terminara pagándola el Estado, valga Sin embargo, está bastante claro que tan pronto el nuevo manda- decir, el pueblo argentino. tario empiece a aplicar sus medidas de ajuste económico de matriz fondomonetarista (cosa que hará de un momento a otro), la popu- Así es, a grandes rasgos, el nuevo centro delantero del equipo laridad que haya podido acumular se esfumará. Entonces, el multi- imperial contrarrevolucionario. Desde La Bombonera (el mítico millonario presidente se arrepentirá de haber abierto la puerta del estadio del Boca) viene con todo. Vamos a ver cuánto le dura ese intervencionismo extranjero en asuntos internos de los países de la empuje goleador. Caracas, 6 de diciembre de 2015.
Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
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el menjurJe
« Amanece. Es 6 de diciembre « CARACAS ES UNA MARACA
¡mójalo y sé feliz! Gracias Un compañero, o amigo, se cae. Se fractura un hueso. No puede caminar. Un desconocido con una franela de Café Naiguatá se ofrece para ayudarle. Le ayuda, dejando su morral y cargando al compañero, o amigo. El compañero, o amigo, cuenta que, al abrazarle y sostenerse, le sintió el corazón al desconocido, o compañero, o amigo. El compañero, o amigo, le agradece por siempre al desconocido. Lamentablemente, no es común sentirle el corazón a un desconocido, o compañero, o amigo.
Según los Waraos, la maraca es un cosmos encerrado en una gran tapara. Millones de asteroides, planetas y organismos conviven y hacen que pueda existir lo que conocemos como vida. Caracas, dividida en cada una de las parroquias que la conforman, es un gran cosmos encerrado en una maraca. Mientras la gente vaya a un salseteo con sus amigos, coma en la calle perrocalientes, se enguayabe cuando lo deje su pareja o atraviese la ciudad en mototaxi, hará sonar la Maraca Caracas. Caracas, como una gran urbe histórica, es un gran cosmos encerrado en una tapara. Caracas, es una Maraca. Jesús Nieres Mención Especial del Primer Concurso de Cuento Corto Caracas en 100 Palabras
Que Fundapatrimonio va a subsanar la violencia contra el busto de Gamal Abdel Nasser, en la esquina de Madrices
CINEstesia Ahora las entradas cuestan 180 y 140 para las y los estudiantes. El jueves que viene, tipo 8, como siempre, será la última película de este año: Los excéntricos Tenenbaums (2001), del estadounidense Wes Anderson. La cita es en San Bernardino.
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Caracas, 6 de diciembre de 2015.
Que un ser humano que quiera a otro ser humano, no se lo diga nunca
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ENTREVISTA
El cne apuesta por la paz y la tranquilidad Hoy se decide la nueva conformación de la Asamblea Nacional. 114 elecciones distintas e independientes para escoger a los 167 diputados del parlamento para el período 2016-2020. La Vicepresidenta del organismo rector de la jornada nos cuenta qué se siente ser el árbitro POR marlon zambrano • @marlonzambrano ⁄ Fotografías michael mata
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
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Sandra Oblitas Ruzza. Menudita. Quien se puede imaginar que tan pequeños hombros, soportan semejante responsabilidad. No tiene tatuajes como la jefa. Le gusta viajar, pasar tiempo con su hija, compartir en familia. Una de sus rutas favoritas es Chuao por la montaña. Los ojos del país, de medio mundo, la observan. Hasta el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, la quiso ningunear, a ella, a Lucena, al país. ¿Cómo aguanta? Ella sabe que cuando baja por esa rampa, junto al resto de los rectores del CNE, 30 millones de corazones se aceleran. Pero ella tan frugal, con el rostro al viento, la sonrisa correcta. Cuando declara es exacta, aplomada. No la sacan de su centro ni las preguntas más abyectas: tiene un barril de respuestas. Pero lejos del podio, en la intimidad, se ve tan frágil. Es amable, se concentra, se ríe de los chistes malos, se deja orientar para la foto: una mano aquí, una sonrisa, póngase así, ahora mire para allá, ahora caminando, ahora sentadita. Michael se pasa. Hasta se escapa con nosotros a inspeccionar uno de los puntos de las ferias electorales, en la Plaza Bolívar. Un enjambre de periodistas, en la entrada del edificio, nos observa celoso cuando pasamos por un lado, muy orondos, haciendo el trencito con la jefa. Va saludando, algunos le reconocen, otros no, corrige a una de las operadoras que está instruyendo a un votante. La chica la mira como preguntándose ¿y quién es ésta?, luego se da cuenta y le da pena. Oblitas, tan cariñosa, parece la maestra de tercer grado de mi escuela, Ciudad Cuatricentenaria, de Caricuao. Vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral hasta 2021, socióloga. Sabe que hoy, domingo 6 de diciembre de 2015, no será un día más. Y tiene un tic precioso: le tiembla la nariz, como a una conejita asustada.
—¿Cuál es el aplique de Almagro?
—¿Por qué votar?
—¿Eso se hace en otros países, con esa preocupación y esa amplitud?
—Creo que es un ejercicio de democracia, de participación y una responsabilidad individual y colectiva. En Venezuela hemos hecho del acto electoral un ejercicio frecuente, que nos permite participar activamente en las grandes decisiones políticas. Esta es una nueva oportunidad. Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
—Yo creo que eso es una posición hasta personalísima, más allá de la institución que se supone que representa. El CNE, en términos de la mirada internacional, se propuso, después del año 2006, lo que hemos denominado las Misiones de Acompañamiento Electoral, que son altamente calificadas desde el punto de vista técnico. Se conforman por conocedores de la materia electoral, personas que están en distintos parlamentos a nivel internacional, académicos, etcétera. ¿Qué pasa con los temas que se pretenden posicionar en cuanto a la observación electoral? Que Venezuela decidió asumir el acompañamiento desde una perspectiva soberana, es decir, puede venir quien quiera pero bajo la tutela, la normativa y la legislación venezolana. La pretensión de determinar supranacionalmente si un proceso electoral es o no es, es lesivo a la democracia. Además, nuestro mecanismo es muchísimo más amplio, riguroso y veedor del proceso que otros. —¿Cuáles son las misiones de acompañamiento que van a estar?
—Unasur, el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), gente de Rusia, África, la India, Europa, otras autoridades del continente, digamos, una misión bien diversa. —¿Qué hacen estas misiones?
—Tienen libertad de determinar algunas acciones que quieran realizar: pueden tener reuniones con actores políticos, tener acceso a algún tipo de información que se derive de las instancias técnicas y operativas del Consejo, pueden visitar los centros de votación.
—No. Hay países donde se invita simplemente a algunas autoridades o a quienes consideren pertinente, pero que no generan ningún tipo de seguimiento. Otros no aceptan absolutamente ningún tipo de mirada Caracas, 6 de diciembre de 2015.
“nosotros hemos estado reuniéndonos con acompañantes internacionales y ellos sienten muchísima admiración por el sistema electoral venezolano” — internacional. En Venezuela los planes de acompañamiento son integrales, se llevan adelante, antes, durante y después del proceso electoral, y es una gama bien abierta de actividades las que realiza. —¿Qué le pareció la encuesta de Datanálisis que asegura que 72% de la población no confía en el CNE?
—Hay varias cosas: en un país donde el voto es facultativo y participa por encima de 70-80% del electorado, se evidencia la confianza en el sistema. La cantidad de candidatos que se postulan para cada proceso, también es indicador: si yo no confío en un sistema, no voy a someterme a él. Las organizaciones que nos piden procesos de elecciones primarias son elementos fehacientes, que van más allá de las pretensiones de posicionamiento mediático que utilizan herramientas como una supuesta encuesta. Agrega lo que dicen las propias organizaciones políticas, a través de sus voceros, cuando acuden a las 23 auditorías que se hacen al sistema electoral, con técnicos que firman y certifican su validez. Estos hechos son bastante más contundentes. —¿Cuánto tardarán en dar los resultados?
—En Venezuela, por la característica del sistema automatizado de votación, cuando el CNE emite su primer boletín, está hablando de resultados, no como en otros países donde se habla de proyecciones que
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dos millones de movimientos, eso es la gente que acude a inscribirse, a cambiarse de centro de votación, a verificar sus datos en el Registro Electoral, etcétera. A nadie que esté escondido lo visitan dos millones de personas. —Después de hoy. ¿pedirá vacaciones?
—Hay unos picos, puntos más álgidos. El mayor estrés no lo sientes durante la actividad sino cuando pasa. Entonces sientes realmente lo que estabas viviendo. Estamos a las puertas de las actividades decembrinas, la Navidad, los niños, la felicidad, compartir en familia. —¿Cómo se sienten cuando van bajando por la rampa?
—Con muchísima responsabilidad. —¿no hacen un mantra, no hablan de farándula para bajar la tensión?
—No, jajaja, entramos a la sala de totalización, se abre la contraseña para poder ver los resultados, se verifican, se organizan para la presentación según los protocolos y, bueno, bajamos. Pasan todas las cosas huEs amable, paciente, se deja llevar: la entrevistada perfecta manas: nos dan ganas de ir al baño, tomapueden, más adelante, revertirse. Se dan samente risibles, porque son tan falsos que mos agua, lo normal. con dos características importantes: uno, uno no se ríe por respeto. que no tengamos ningún elector en cola —¿Sus hobbies? después de las 6 pm, evitando incidir en —¿TAMBIÉN CREE que estas —A mí me gusta mucho leer, los paseos, las personas. Dos, que al cerrar las mesas son las elecciones más com- no los grandes viajes, sino cosas sencillas. de votación se hace la transmisión y se em- plejas de los últimos años? Cuando era más joven me gustaba irme a piezan a recibir en la sala de totalización —Si me lo pones en el terreno del Conse- Chuao por la montaña. Disfruto mucho a los resultados. Una vez que eso va dan- jo Nacional Electoral, yo te diría que no es mi hija, trato de compartir en familia. do indicadores de tendencia irreversible, la primera vez que acudimos a un proceso ofrecemos la información. Eso es un pro- electoral en situación álgida. Nosotros he- —Otra vez, para el título medio de 2 a 3 horas después del cierre de mos sorteado situaciones difíciles apostan- ¿Por qué votar? las mesas. do a la paz, a la tranquilidad, a la seguridad. —Claro, claro. Fíjate, nosotros hemos estaCreo que al final la gente termina dándonos do reuniéndonos con acompañantes internacionales y ellos sienten muchísima admi—¿Cómo logra que no la des- lecciones de democracia. ración por el sistema electoral venezolano, quicien los periodistas? —Nosotros conversamos mucho las cosas —¿Cuántos nuevos votantes y nos dicen “no entiendo cuáles pueden ser las dudas y las inquietudes de la gente”. que creemos que tenemos que comunicar, inscribió el CNE? y eso logra ponernos en un centro. Evita- —Se inscribieron unos 800.000. Esa es otra Sienten respeto por nosotros y refieren que mos caer en situaciones que nos lleven a de las falsedades que se intentan levantar: en Venezuela no es posible no votar. Porsalirnos de quicio. Pero además, esos ele- que si teníamos las máquinas escondi- que es seguro, es confiable. Pero, finalmenmentos, que cualquiera puede pensar que das, que si el CNE no quería que la gente te: por confianza, por amor, por convicción nos van a descentrar, a veces son peligro- se inscribiera. Nosotros aplicamos más de democrática y, sí, por la paz. Caracas, 6 de diciembre de 2015.
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MÚSICA
Maritza de Quisqueya Ella cantaba boleros… Natural de Santo Domingo, en Venezuela consumaría su pasión por la música y acuñaría su nombre de batalla. Su inspiración definitiva, sin embargo, vendría de la tierra cubana POR ÁNGEL MÉNDEZ • @EPALECCS / FOTOGRAFÍAs mICHAEL MATA
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Caracas, 6 de diciembre de 2015.
09 Ella cantaba boleros, pero no es como La Freddy de la que habla Guillermo Cabrera Infante. Esa era cubana y su voz era ronca, bien ronca. Además, la mulata no era nada agraciada, en cambio Maritza es otra cosa. Su voz es bien femenina y la maneja a su antojo. Ella cantaba boleros, igual que La Freddy, pero se ha hecho famosa con el repertorio de Celia Cruz, aunque jamás fue esa su intención, lo suyo era arrullar a la gente al estilo de Olga Guillot. Esa sí que le llamaba la atención… y se sabía sus canciones. Tú me acostumbraste, a todas esas cosas. Y tú me enseñaste, que son maravillosas… Ella cantaba boleros en La Bodeguita del Medio, el primer lugar que la acogió en Venezuela cuando decidió montarse en una tarima. Eso fue hace mucho tiempo, porque el contrato tuvo una duración de 15 años. Ella cantaba boleros de 3 a 8 de la noche y por su voz desfilaron todos los bravos del filin cubano, pero un día un mulato la vio en lo suyo y dijo que estaba perdiendo su tiempo. Ella cantaba boleros… pero ahora tiene que cantar salsa. La guaracha es lo suyo. La rumba a lo Celia Cruz, con mucha pimienta y sobrado movimiento. Ella cantaba boleros. Era lo suyo. Nada de Celia, porque aseguraba que jamás ofendería a esa señora. Que la de Santos Suárez era única y a quién se le ocurre. No faltaba más. “Noche de ronda” a lo Freddy, a lo Guillot. No, Celia no. ¡Qué ocurrencia! “Pero esta noche vas a cantar como Celia”, le dijo Víctor, el dueño de La Bodeguita. “Esta noche viene un grupo de cubanos que te quiere escuchar. Tienes que aprenderte algo de Celia. ‘La sopita en botella’, por ejemplo”. La euforia. Ella cantaba boleros, pero esa noche cantó “La sopita en botella” de Senén Suárez, tal como la arreglara Javier Vásquez para La Sonora Matancera en 1957, según el 78 de Seeco Records. La hicieron repetir la “sopa” como cuatro veces, porque no se había aprendido otro tema. Esa misma noche Víctor, el de La Bodeguita, le dijo que ella sería su cantante estelar, pero que en lo sucesivo cantaría el repertorio de Celia. Olvídate de los boleros. Full Celia desde ese día… No esperes mi socio, esa sopita en botella / Eh tienes los cables cambiaos y tu cerebro tostao, óyelo…, No esperes mi socio, esa sopita en botella… ¡Azúuuucar!
Maritza se mimetizó en un estilo inconfundible
Maritza no solo cantaba boleros. En su Santo Domingo natal, donde vio la luz un Día de Reyes, el 6 de enero de 1960, se convirtió en peluquera gracias a la insistencia de mami, que no quería nada con el canto y esas cosas que no traen nada bueno, pero ella cantaba desde que tuvo conocimiento del mundo. En la escuela, en los actos culturales. Su nombre de Ana Cristina Hernández figura en el acta de nacimiento, pero cuando salió al ruedo fue bautizada como Maritza de Quisqueya. La alternativa la tuvo en Venezuela. Llegó con la familia de Johnny Ventura, “El Caballo”, que iba a actuar en el show televisivo Fantástico, de Guillermito González. Su porte, sus ojos amarillosos llamaban la atención. Pero ella era peluquera. Ella cantaba boleros, solo de vez en cuando, pero se decidió y no le ha ido mal. En Venezuela, su patria adoptiva, arrancó como cantante. “Le debo todo lo que soy —insiste cada vez que alguien pregunta—. Soy Maritza de Quisqueya”. Ese es el nombre de batalla. Un vocablo maya-taíno que significa “madre de las tierras”. “He querido dejar el repertorio de Celia a un lado, pero no puedo. La gente me pide las canciones de ella y me grita por la calle: ‘¡Azúcar!’”. Al cronista le dijeron que Celia Cruz había resucitado y lo esperaba en el lobby. Maritza se ha mimetizado sin quererlo. Camina y se viste Caracas, 6 de diciembre de 2015.
como Celia, solo que es más “jodedora”, como ella suele decir. Hay similitud en los personajes. Celia hablaba de lo suyo, de su Santos Suárez y Maritza de ese Santo Domingo que dejó atrás hace mucho tiempo. Ahora nos cuenta de Coco y su Sabor Matancero… o de Javier Mayora, con quien tuvo la oportunidad de visitar otros países. Fue una agrupación “montada” para acompañarla con todo el repertorio de La Sonora Matancera. Ahora se desenvuelve sola y cualquier agrupación le sienta bien, porque sabe imponer su estilo. Tiene demasiado carisma. Que lo diga Johnny Soto, con quien últimamente se le ha visto cantar.
UNA PRODUCCIÓN
¡Increíble! Ahora es que Maritza lanza al mercado su primera producción. Ella comenta que lo suyo ha sido cantar y cantar y no había tenido tiempo de grabar. Su voz se ha escuchado en producciones de otros artistas, en placas de otros músicos, pero es ahora, en pleno 2015, que ella se atreve a presentar una propuesta. Fue su hermana quien la animó. Una hermana de padre que la vino a visitar a Venezuela y corrió con todos los gastos de la producción. “Eso cuesta un dineral y yo no tenía para eso. Los cantantes vivimos al día, tú sabes…”. Su primera grabación, con mucha guaracha y sobrado guaguancó. La rumba pareja y quienes la escuchen recordarán que en sus inicios… ella cantaba boleros. Edición Número Ciento cincuenta y uno. Año 04. ÉPALE CCS
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MITOS
el libro del loco POR reinaldo gonzález d. @odlanierØØ ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
“Siempre que una persona haya tenido la desgracia de descender al lodo en que se arrastran los beodos consuetudinarios, y quisiera bien ella misma o algún amigo o miembro de su familia sacarle de aquella corrupción tan degradante, se consigue fácilmente colocando en el licor que más le agrade al viciado y por espacio de seis días, un corazón de zamuro y tres espigas de trigo en flor secadas ambas cosas a la sombra y pulverizadas. Del séptimo día en adelante se le dará en copitas a la persona viciada cuantas veces le apetezca, teniendo el cuidado de colarlo antes en una tela fina y exprimir los ingredientes referidos, siendo esto lo suficiente para que aborrezca para siempre toda clase de bebidas espirituosas”.
Nacido en San Antonio del Táchira en 1846, “había desempeñado los más diversos oficios: soldado raso, barbero condenado a la pena capital, comerciante en Cúcuta, con un amor fallido en Pamplona, negociante sin ganado en Casanare…” (Adolfo Rodríguez citado en Crónicas de andar y ver, Ildefonso Leal). En 1884, gracias a la venia de Crespo, Romero fue designado director del Asilo Nacional de Enajenados, el primer hospital psiquiátrico de Venezuela, que había sido inaugurado en 1876 en Los Teques “en razón de su clima fresco y agradable, tenido desde viejos tiempos como de muy benéfico influjo en la evolución de las enfermedades mentales” (Más documentación de Los Teques, Aníbal Laydera Villalobos).
La receta para curar el alcoholismo figura en la página 60 de El bien general. Colección de secretos indígenas y otros que por medio de la práctica han sido descubiertos, de Telmo Romero, en medio de otros menjurjes para variados fines: regularizar el desarrollo de los pechos (p. 107), teñir la barba y el pelo (p. 110), variar los caracteres iracundos (p. 112), expeler flemas de la vejiga (p. 150) y hasta arreglar los período a señoras y señoritas (p. 167).
Desde allí, el gocho haría alarde de la efectividad de sus pócimas y otros métodos para curar la demencia. “Además de las plantas que le propino, hago uso directo de los baños, aplicados de distintos modos, según mis prácticas me lo han enseñado; para uno me valgo de baños de inmersión, para con otro de chorros, diarios o no, con temperaturas diversas y por tiempos largos y cortos” (El País, 28 de septiembre de 1884).
Publicado por primera vez en 1883, recoge los conocimientos que habría sustraído Romero, diez años atrás, al piache guajiro Chorpa, hijo de Chuopachire. Cuatro copias se pueden consultar en la División de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca Nacional.
Lo que no llegó a decir el yerbatero es que “se propuso curar la locura ajena introduciendo un hierro al rojo vivo en el cráneo de los desdichados dementes y puso en práctica su propia locura en el manicomio de Los Teques. Pavor causaron a los pacíficos habitantes del pueblo los espantosos lamentos, de una desesperación incomparable La llegada de la obra a manos del entonces presidente, Joaquín Cres- a través de la neblina nocturna, de los infelices sometidos al método po; el hecho de que Crespo fuese hijo de un popular curandero de inicuo del bárbaro Romero” (Pedro Emilio Coll citado en Crónicas los llanos, Leandro Crespo; y el particular interés que sentía la pri- de andar y ver, Ildefonso Leal). mera dama, Jacinta Parejo, por la medicina indígena y los ensalmos, habrían sido determinantes para que Telmo Romero se convirtie- Algunos supersticiosos aseguran que en la plaza Guaicaipuro, donra, de repente, en un prominente personaje de finales del siglo XIX de estuvo el manicomio, todavía se escuchan los quejidos de aque(“Telmo Romero, ¿ángel o demonio?”, por Roger Escalona, en Revis- llas almas, pero se pierden entre los innumerables clamores de los ta Venezolana de Cirugía, N° 62). tequeños de hoy. Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
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…Desde la Raíz
Transporte ¿Público? Por Dulce Medina @ccsdesdelaraiz
Este tipo de transporte funciona bajo el mismo esquema que impuso el capitalismo salvaje como sistema económico en nuestro país: un dueño de medios que se apropia del trabajo de muchos. Es así como vemos que en las líneas de transporte una persona puede tener 2, 3... 10 o hasta más unidades de transporte que, lógicamente, alquila a quienes hoy conocemos como los “avances”. Entonces, tenemos una persona obteniendo una ganancia sin mover un dedo, gracias al trabajo de otras personas cuyos ingresos están muy por debajo y no se corresponden con su trabajo; eso se llama CAPITALISMO y el esquema de funcionamiento de nuestro transporte en este sistema es PRIVADO, donde los dueños de las unidades administran el servicio, literalmente, como les da la gana. Ahora, bien en la historia de nuestra ciudad, y los desgobiernos de la Cuarta, la única intervención que se dio sobre el transporte correspondió a los permisos de las rutas y las negociaciones de las tarifas del pasaje y, claro está, que esta incidencia sobre el transporte se rigió siempre por la corrupción. El resultado del, prácticamente nulo, control sobre el servicio de transporte es que hoy en Caracas existan más de 300 rutas a cargo de 121 organizaciones privadas, y que suman más de 10.600 unidades a la red vial de la ciudad. Pero reflexionemos cómo funciona el sistema a partir de lo anterior: los "avances" se ven obligados, para subsistir en este voraz sistema, a movilizar el mayor volumen de
FOTO JONATHAN MENDOZA
A pesar que por muchos años nos referimos a los autobuses, camionetitas, carritos, yips, etc. como “transporte público”, es importante que identifiquemos realmente el modelo de gestión de nuestro transporte que, sin duda alguna, está muy lejos de ser público.
gente posible por cada viaje como única forma de obtener un porcentaje de ganancia. Eso explica varias cosas, por ejemplo: evitan montar en las unidades a personas con pasaje subsidiado (adultos mayores o estudiantes), no respetan las paradas, buscando así subir gente en cualquier punto y generándose una competencia entre las unidades para hacer más veces la ruta para tratar de obtener mayor beneficio.
que ni siquiera cumple con la premisa de ser un medio de transporte masivo, por lo cual no es eficiente y, adicionalmente, genera alta congestión vehicular (en el caso de la Baralt ocupan dos de los tres canales con los que cuenta este corredor). Un dato interesante es que en esta arteria vial de Caracas pasan 55 rutas diferentes de transporte, ¡lo que corresponde a más de mil autobuses diarios!
Les invito a hacer un ejercicio, puede ser en cualquier avenida principal de la ciudad. Les pongo como ejemplo la avenida Baralt: en una hora no pico, puede ser 10:30 am, vean cuántos autobuses hay en una cuadra de esta avenida, ¡he contado más de 12! Y entre todos estos autobuses (que cada uno tiene capacidad de 25 a 40 personas) solo trasladan entre 8 y 16 personas (pocas veces cubren 50% de su capacidad). De manera
Ahora bien, transformar en revolución este sistema de transporte es una tarea compleja que implica una ardua lucha contra intereses poderosos de la economía parasitaria burguesa. Sin embargo, cuando hacemos nuevas líneas de BusCaracas, continuamos la ampliación del Metro y el Metrobús, el Metrocable, el Cabletren y la Ciclovía, podemos decir que vamos por el camino correcto, un transporte realmente público, esto es: masivo, ecológico y eficiente. Su razón de ser es movernos.
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
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SERVICIO INEFICIENTE
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MIRADAS
Llegar a la cumbre de cARACAS Distancia: alrededor de 13 kilómetros. Altura: 2.765 metros sobre el nivel del Mar Caribe. Tiempo de recorrido: poco más de 10 horas. Resultados: conmoverse... y seguir viviendo POR GUSTAVO MÉRIDA • @GUSMERIDA1 / fotografías jESÚS CASTILLO
El sábado 28 de noviembre, dos horas después de empezar a subir, llegamos a El Edén, una pequeña explanada desde donde se ve un pedazo de la más hermosa vista de esta ciudad, del lado este. En el punto más alto de esta montaña, el pico Naiguatá, está esa vista más hermosa, completa y conmovedora, sin pedazos ni retazos. Es donde el cerro y las nubes se enamoran, pelean, tienen sexo salvaje y tierno, se reconcilian, se perdonan, se compenetran. Todo eso pasa en Caracas, pero se nos olvida. Conviene recordarlo. Hacer cumbre —con el perdón de los verdaderos montañistas— es lo mismo que culminar. Que el orgasmo. Paroxismo, llegan a decirle a aquella sensación que se tiene —para no olvidarla jamás— en el único lugar de Caracas en el que usted puede estar más cerca del cielo mientras, al mismo tiempo, tiene los pies bien puestos sobre la tierra. En El Tanque, otro de los sitios de descanso en la subida, obviamente hay un tanque. Está recién pintado de un azul eléctrico y alguien, en un arrebato (otro, hay muchísimos) de amor, escribió, para que lo Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
sepa todo el mundo, que ama a Marianela. O Mariela. Aunque se tropieza uno con bastantes personas que suben y bajan, es una ruta solitaria. Se escuchan solo el viento, el sonido tenso del roce del morral, el vapor de las reflexiones y, a veces, el ruido implacable del tráfico del que no es fácil escapar, ni siquiera en la mitad de esta montaña. Es un sendero duro, difícil a veces. En ocasiones, parece que se escalara. El sudor baja vertical por la espalda y por la frente y ves muy cerca de tus ojos la tierra y la tocas sin agacharte y no te atreves a mirar hacia abajo porque, cuando estabas abajo y viste hacia arriba pensaste que cuando estuvieras subiendo no podías mirar hacia abajo. Al miedo se le puede ganar. Después de pasar Dos Banderas (no hay una buena respuesta al porqué de ese nombre), un sector llamado por un nombre absurdo (una marca japonesa de vehículos), un topo que se llama Goering (en homenaje a un señor europeo), una explanadita que se llama El Urquijo (en homenaje a un sacerdote Caracas, 6 de diciembre de 2015.
jesuita y montañista que lideró la limpieza de ese sitio para el descanso, dos años antes de que se decretara esta montaña como Parque Nacional) y cruzar a la derecha, en Fila Maestra, al anochecer, llegamos al Anfiteatro, una explanada mayor que sirve de antesala al pico Naiguatá.
Ubicarse
Los montañistas utilizan una especie de código para marcar la ruta. Es fácil perderse entre tanto sendero, tanta bifurcación, tanta esperanza. Trozos de bolsas de plástico amarradas a ramas, plástico amarillo amarrado con alambre a determinados troncos; cuadritos, triángulos y rectángulos fluorescentes adheridos a otras rama; flechas hechas con sprays en las piedras. Si se está atento, y se sigue tantas señales, es
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A la izquierda, Caracas. A la derecha, el mar Caribe
menos posible extraviarse. Pero cuando se baja, de manera inexplicable, esa misma atención no sirve para nada. Haciendo una pequeña digresión en este intento —salpicado de otros intentos, los románticos— de contar una parte de Caracas, es importante la preparación seria para un paseo como este. Debe usted antes de subir informarse muy bien de todo lo relacionado con acampar en una montaña, los permisos, avisar de la pernocta en el puesto de guarda parques La Julia (subiendo por El Marqués, que es la vía más cercana a pico Naiguatá), llevar todo lo necesario, no llevar todo lo innecesario (que llevamos bastante. Por favor, no lo haga) y ser una buena persona, respetuosa con la montaña llevándose todo lo que trajo, incluyendo lo más importante: la basura. Fin de la digresión. Tal vez por Paz Caracas, 6 de diciembre de 2015.
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causa del cansancio, no sabemos, el caso es que es muy fácil extraviarse en el regreso. Es mejor bajar en grupo para evitar perderse y ayudarse mutuamente, de ser necesario. Hay gente que de verdad siente cariño por esta montaña. Los bomberos forestales son, y esta mención no les hace honor, unos héroes. Desde todas las personas que trabajamos en la revista, les damos las gracias. Totales.
La pernocta
Desde Topo Goering (se pronuncia guerin) la temperatura cambia. La topografía también. Las piedras se llenan de musgo, más bonito que el que están vendiendo ilegal y descaradamente en el centro de Caracas. Como dije, llegamos de noche y hasta entonces no había llovido. Por un momento, al llegar al Anfiteatro, me pareció estar en la parroquia Universitaria, o en Plaza Venezuela, o en Caribe: gente joven escuchando música y charlando animadamente. Es sábado por la noche. Mi compañero y yo armamos la carpa —con la pericia típica de dos tipos de me-
Dos Banderas
desde las otras carpas: “¡Estoy en una piscina!”, “¡está flotando la linterna!”. Más tarde: “¡Me va a dar hipotermia!”, “¡no puedo dormir!”. Y así. Entretanto, la terrible sensación de no saber qué hacer también flotaba dentro de nuestra carpa. Afuera llovía, sin exageración, torrencialmente. Una lata de agua, pues. Adentro, parecía que desde el techo, alguien estuviese atomizando a placer. Supimos lo que sienten las cucarachas cuando las rociaban con Baygón, sin poder Se empiezan a escuchar las gotitas. Luego de escapar. A pesar de todo eso, mi compañeun rato, se empiezan a escuchar los gritos ro roncó. Un aislante y un sleeping no hacen, pero ni remotamente, las veces de una colchonetica, por lo menos. La dureza del camino no es una metáfora. La lluvia y la falta de sueño duraron casi hasta el amanecer. “Pana, ¿puedes abrir un poco para que entre aire fresco?”, me pregunta mi compañero. Mojado e insomne, deslizo el cierre de la puerta de la carpa y el chorro de aire más frío del planeta nos sacude. “¿Cierro?”, le pregunto. “Sí”. El pensamiento casi se escuchaba en un grito desesperado de deseo insatisfecho: “¡Que escampe!”. Como pasa siempre, amaneció. Después, alguien comentó: “Es que si el sobretecho (de la carpa) hace contacto con las paredes (de la carpa), pasa el agua”. Bueno, ya supimos que pasó. diana edad, luego de caminar con suficiente peso por un sendero duro durante más de diez horas— alumbrados por una linterna que podía sostenerse con la boca. Sacamos una exquisitez, congelada la noche anterior y que, extrañamente, aún continuaba congelada: caraotas. La mezclamos con arroz, calentamos, comimos, pusimos aislantes y sleepings y nos dispusimos al descanso tan necesario.
La vista más hermosa
Antes del amanecer, un chocolate caliente alivia contundentemente. Una rápida encuesta a seis montañistas, que tampoco durmieron, dio como resultado una temperatura estimada en 8 grados. Calentar ese chocolate dentro de la carpa, que aún era piscina, ayudó bastante.
Es mejor bajar en grupo
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Caracas, 6 de diciembre de 2015.
15 Sobre el mar Caribe se proyecta la sombra de otra cúspide que roza las nubes. Es un amor común. Como otros amores comunales que se gestan allá abajo — Cuando llega ese amanecer (a veces llega antes, a veces después. Estamos hablando de ese amanecer, aquel, por el que valió la pena, o vale, todas las peripecias, las ronchas, los desamores, las circunstancias, los conflictos, las desazones y todo lo que quiera ponerle o quitarle a la suma de esas noches, o esa noche, que usted escogió o tuvo que pasar para ver entonces ese amanecer. O aquel. O este), cuando llega, usted lo intuye. Sabe que valió la pena el camino. Entonces el cuerpo y la esperanza se preparan para verle. El anochecer de un día como el de hoy, 6 de diciembre, se parece a alguno de aquellos amaneceres. A las 6 de la mañana una pequeña multitud caraqueña se agolpaba alrededor de la pequeña cruz metálica que corona el pico más alto del Waraira Repano. Gente joven que no paraba de tomar fotos y pensar, de tomar fotos y mirar, de tomar fotos y llorar, de tomar fotos y celebrar. Sobre el mar Caribe se proyecta la sombra de otra cúspide que roza las nubes. Es un amor común. Como otros amores comunales que se gestan allá abajo. Una compañera de ruta, de uno de los tantos grupos con los que uno se cruza, afirmaba que en los caminos de montaña es donde se conocen las miserias y virtudes de las personas. Hay sudor y solidaridad, camaradería y competencia, reflexiones y arrepentimientos, soledades y nostalgias. Esta montaña digna nos arropa, nos protege, nos sacude. Nos conmueve. Se baja lleno de paz, a pesar de las dificultades. El anochecer de un día como hoy, 6 de diciembre, tiene que parecerse a alguno de aquellos amaneceres. Que haya paz..
Un pedazo de la vista más hermosa
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
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AUTOR: FUGA MURALISTA TWITTER / INSTAGRAM: @FUGAMURALISTA FACEBOOK: WWW.FACEBOOK.COM/FUGAMURALISTAVZLA
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minicrónicas
inescrúpulo al límite REFLEXIONES
Esto de la frontera me remite a mi infancia, cuando desde mi pueblo viajamos al vecino Puerto Santander: un prolijo grupo de tenderetes y alguna tienda que hacía el cambio a 17 pesos por bolívar. Bueno pues ... el paraíso. Pa’llá íbamos y la maleta del carro regresaba hasta los tequeteques. Siempre ha sido un desorden y famosos eran los “sargentos” que con sus sueldos adquirían cosas finas y las ostentaban porque eran fuerte en el puesto fronterizo. Es parte de la funesta herencia adecopeyana que tanto daño hizo a este gran país. El mismo que está siendo sometido a toda clase de ataques. Pero ahí estamos, haciendo nuestro mejor esfuerzo para resistir y crear. Sin parar. Allá los ciegos, los corruptos de hecho. Los ostentosos y cerebro chiquito. Los que no quieren ver mas allá de los dos metros que los rodean. Esto es una guerra. No somos los únicos invitados. Tú tampoco te escapas de esto. Por más que vomites tu discurso de siempre y de odio, la realidad te golpea y te va dejando por fuera. Estudiemos juntos de qué se trata esta vaina y vamos a echarle bolas. Juntos,
con nuestras diferencias pero juntos. Y deja de estar diciendo pendejadas y denigrando de nuestro país, mira que es el que tenemos y en nosotros está hacerlo mejor cada día. En la frontera un universo de 17 millones de personas dependen de su intercambio con Venezuela. Es natural que la corrupción se defienda porque ese es su patio y no quieren perderlo. Y nosotros estamos decididos a no entregar nuestra soberanía. El gobierno está en el camino correcto y nos toca seguir abriendo cada día más los ojos y descifrando el discurso de todos para no caer en la coba y el deshonor . Otra excursión era a Cúcuta pero esta se trataba de compras mucho mayores y siempre salíamos gananciosos, pero lo que ocurre ahora ya se trata de una invasión silenciosa que de crecer y empoderarse mejor apagar la luz. Cada día es una oportunidad para recapacitar, estudiar, no odiar y continuar echándole un camión.
Farmacia ambulante
Los pasajeros se acomodaron con dificultad en el pequeño taxi que se dispone a cruzar la aduana de San Antonio del Táchira hasta el vecino país. Adelante, un hombre mal encarado termina un cigarro. Detrás están Andreína y su madre, Estela, quien se arrimó en una de las ventanillas. Entre tanto, Andreína hizo algunas proezas de atleta y entró como pudo al medio del vehículo. Junto a Andreína, una colosal mujer trata de acomodar su pesada humanidad. Sus gestos de estirar, acomodar sus pliegues y abanicar su mano para disipar el inclemente calor, incomodan a Andreína. A medida que se aproximan a la aduana la gran mujer se pone nerviosa, está roja, suda, se agita, reclama mayor rapidez al chofer. Los efectivos militares dan un vistazo rápido al Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Por Domingo Moreno
interior del vehículo, la maletera y el motor. Pasados unos minutos agitan la mano, dando al taxi la señal de avance. La enorme mujer suspira aliviada. Pronto empieza a vaciar su cintura, senos, pies y bolsos con diferentes tipos de medicamentos. Andreína mira de reojo el cargamento en el cual se destaca una gran cantidad Amaril, un medicamento esencial para mantener bajo control la glicemia. Acto seguido le da un codazo disimulado a su madre y ambas se indignan. Ese día habían tomado la decisión de comprar en Cúcuta, a precios insultantes, el Amaril que en Venezuela no encuentran en ninguna farmacia. Por Merlyn Orejuela
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
fILO Y BORDE Chavismo. Acostumbrados a la desesperanza, aquella madrugada de febrero resultaba muy extraña. Unos militares habían intentado derrocar a Carlos Andrés Pérez. Como primera consecuencia, la rebeldía protagonizada por una parte de los jóvenes oficiales puso en la escena política el rostro y la voz de Chávez, asumiendo toda la responsabilidad por la rebelión. La segunda consecuencia, también vinculada a la responsabilidad, fue la clara demostración de que no existían grandes diferencias en la clase política que gobernaba ni en la clase económica que se beneficiaba de esta forma de gobierno. Medios, partidos y organismos empresariales levantaron su voz acrítica para apoyar a un gobierno sin respaldo popular y responsable del asesinato de más de 3.000 venezolanos en los sucesos de febrero de 1989. Lo demás es una gran historia. Con Chávez aprendimos que la victoria es posible, que los sueños se conquistan haciendo acopio de una gran fuerza popular, con una elevada moral y portando las banderas de lo mejor de nuestra historia. Con Chávez volvimos a sentir el pálpito de la sangre libertadora en nuestras arterias. Juntos retomamos todas las batallas, desde la resistencia de nuestros pueblos originarios hasta la conquista de nuestra independencia y crecimos hasta que nuestra visión cultural, política y solidaria alcanzó para cobijar las luchas de todos los pobres del planeta. El chavismo nos hizo un pueblo orgulloso, nos puso un corazón que sabe sentir lo que le pasa a nuestros hermanos y nos dispuso para lo grande, para no amedrentarnos frente a las amenazas de imperios y de vendidos a los imperios. Contra este orgullo y esa sensibilidad ha dirigido la derecha del mundo todos sus esfuerzos de sabotaje y propaganda contra Venezuela, contra la Revolución Bolivariana, contra Chávez, contra el chavismo. Nos queda mucho por hacer. Debemos producir la derrota definitiva de la pobreza extrema, construir una economía sólida, que repela los intentos de sabotaje y consolidar nuestra cultura de solidaridad, de espíritu colectivo y de democracia popular profunda. Todas son tareas chavistas. La la única visión, la única moral y la única fuerza que puede lograrlas es el chavismo. Freddy Fernández @filoyborde
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SOBERANÍAS SEXUALES
¿y Si tu hija sale choreta? POR maría gabriela blanco @EPALECCS ILUSTRACIÓN jessica mena
No me ves
Recuerdo la primera vez que me caí con Berta. Responsable cien por ciento de mi crecimiento, atajó, como siempre, mi cambio de humor, mi relación constante con el teléfono, el privilegio del teclado; el mutismo de su voz-sermón y la alegría-tono sobre la que versaban los textos recibidos. Pero el chorro que derramó la ponchera fueron las sonrisas frente al aparato, como si este trabajara en algún stand up comedy de moda. Veíamos TV juntas cuando… “¿Sonriéndole al teléfono?”, dijo ella. Sonrisas. “¿Tú cómo que estás enamorada?”. Alegría-mensaje recibido. Más sonrisas. “¿De un chico?”, preguntó. Anestesiada, muevo la cabeza de izquierda a derecha. Primera caída. “¿De una chica?”, insistió. Muevo la cabeza, esta vez hacia arriba y abajo, a lo headbanger de Led Zeppelin. ¡Tremendo beta, Navarrete! “¡Qué vaina, María Gabriela, eso no se había visto en la familia!”. Protegiéndome, condenaba su rechazo y posterior silencio, silencio que tardaría unos años en revelarse.
Te veo
La segunda vez que tocamos el tema la tenía olvidada. La visitaba una vez al mes y por teléfono la ignoraba. “Cuando estás conmigo, te la pasas todo el día pegada al celular y cuando yo te llamo, estás ocupada”, reclamaba con razón. El Día de las Madres llegué en la noche a su casa. La cocina parecía un cuarto de interrogación. El pescado estuvo mucho tiempo bailándole al anzuelo hasta que se dejó apresar. “Hay algo que te tengo que decir, Bertica. No quería que pasara en esta fecha, pero ya no aguanto. Siento que me ves como si estuviera haciendo algo malo y, por el contrario, deberías sentirte orgullosa porque siempre contarás conmigo y mi ayuda. Si ser lesbiana es un problema para ti, lo lamento, porque serlo no es sinónimo de delincuente o inmoral”. “Dime algo, ¿fulana es tu novia?”. Me chorreé. Tuve las agallas de verla y decirle que era gay pero no de decirle con quién. “No”.
Me ves
De nuevo juntas viendo TV. Unos años más viejitas, más sabias, menos discriminadoras. Dejamos de esquivar miradas y buscar eufemismos para lo que ya sabemos. “Debes portarte bien, hija. Ninguna mujer te va a querer en serio si sigues manguareando”. Dejé el teléfono. Son otros tiempos. Sonreí. “¿Te estás escuchando, mamá?”. “Sí, lo sé. Ya estás grande y solo quiero lo mejor para ti”. “No te preocupes, estoy bien”.
Vernos
Cámara de Gesell: cuarto de interrogación con un espejo traslúcido donde pueden verte pero tú no ves. Sujetxs de estudio, iluminados a propósito, encandilados para desorientarlos, dividirlos, confundirlos. Para no vernos en ustedes. Vernos en nuestras diferencias, hacernos menos indiferentes. ¡Gracias, Berta! Caracas, 6 de diciembre de 2015.
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crítica y media
A golpe de control
Tras el discurso
The Middle: patetismo y ternura familiar Tal como reza el “Poema a la clase media”, el grupo retratado en esta serie “en el medio de la nada medio duda”. The Middle, traduce ese “medio” que alude a una clase social, pero también a una edad cronológica y a una geografía en mitad del mapa estadounidense. Los gringos probablemente ignoran que el gran Mario Benedetti ya había pintado en su poema esa relación de medianías, lo cual no desmerita el esfuerzo de los creadores de esta sitcom. Desde que la televisión mostrara el rostro más patético de la clase media norteamericana en Matrimonio con hijos y, sobre todo, Los Simpson, tiende uno a verla con cierta condescendencia, por más que alguno de sus especímenes merezca la condena eterna (Homero Simpson). Víctimas veladas del american way of live, se trata de grupos humanos que creen merecer más de lo que obtienen, razón que los mantiene en estado de confusión permanente. En su oficio de sufrida ama de casa, Frankie Heck se desvive por mantener la unidad familiar de un grupo que, sin llegar a la disfuncionalidad, exhibe niveles extre-
¿Oveja negra? EL filme Pacto
mos de egoísmo. Expuesto de esta manera podríamos estar hablando de un drama, pero no. The Middle es una de las series más divertidas de los últimos años, con un guión repleto de giros irreverentes que abreva en hitos culturales y sociales de una sociedad en decadencia, sus crisoles de cultivo desplegados a diestra y siniestra en una infinita red de suburbios. A diferencia de Los Simpson —menos reflexiva y más apocalíptica—, los capítulos de esta serie abordan a sus personajes con manifiesta ternura y una estudiada naturalidad, a la que contribuye su lúcida puesta en escena. Esta teórica buena fe le sirve para adentrarse con enorme mordacidad en la intimidad de una familia que, exponiendo su flanco más crudo, luce pasmosamente parecida a la de uno. Es evidente que la serie aspira a una identificación con los álter ego de sus protagonistas de este lado de la pantalla. Nada puede ser más divertido que nuestra tosca desnudez ante el espejo, parece ser su apuesta creativa. Por Carlos Cova @CarlosCobero
Criminal (Black Mass, EEUU-Reino Unido, 2015) a lo máximo que puede aspirar es a ser un reciente representante menor del Cine Negro, una película medianamente entretenida. Dentro de su entramado de deja ver una pléyade de lugares comunes muy propios del género; a saber: el matón de poca monta que va en ascenso, sus vínculos con la institucionalidad y la política. Un detalle inserto en esta filigrana —que en lo absoluto es original pero que nos sirve para verter en estas líneas el mensaje cifrado que suele traer consigo el cine de representación institucional— es la camaradería infantil que tuvieron los tres actantes principales: James “Whitey” Bulger (ambicioso gánster del sur de Boston), John Connoly (trepador agente del FBI) y Billy Bulger (“apacible” senador y hermano de Whitey). El conflicto se deriva de un trato que se establece entre Connoly y Whitey, con conocimiento de Billy: a cambio de información sobre la mafia italiana el FBI será laxo con la entronización de Whitey como nuevo rey del crimen de Boston. La corrupción del agente federal, por tratarse un referente más que obvio, no aporta mayor tensión dramática. Se prevé el desenlace del nudo: un escándalo donde la consabida hipocresía del sistema sacrificará al más “bolsa”. EL agente federal irá a prisión y el actor político será condenado al ostracismo, toda vez que las actividades ilícitas de su hermano y amigo de infancia fueron realizadas al margen del senador, aquellos se aprovecharon canallescamente de su buen nombre, en fin, en toda familia hay una oveja negra cuyas miserias salpican a los buenos. El desenlace pretende envolver en un aura de forzada candidez a los actores políticos de una de las naciones más influyentes, a nivel diplomático, del orbe. La manoseada conseja “fue culpado por un crimen que no cometió”, lejos de ser un elemento del Cine Negro, parece sacado de un básico guión de una lacrimosa radionovela. Como la realidad supera la ficción, no es difícil imaginar que Roger Noriega y Otto Reich anhelarían, en su fuero más intenso e interno, tener un hermanito descarrilado o un primo envilecido a quienes arrogarles sus no pocas tropelías. Rodolfo Castillo @magodemontreuil
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CIUDAD
Los marcianos llegaron ya solo nos faltaba una invasión extraterrestre. Hechos los locos, aprovechando que la gente andaba tripeándose Suena Caracas, bordearon el Waraira y se apoderaron de la ciudad un sábado por la tarde POR Marlon zambrano • @marlonzambrano / FOTOGRAFÍAs michael mata
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Yo juraba que no iban a aparecer. A las 3 y 15 minutos del sábado 21 de noviembre, cumpleaños de mi hijo menor, se hizo un silencio sepulcral en el estadio José Antonio Casanova del Fuerte Tiuna. Las nubes comenzaron a tomar formas irregulares, como pelotas de algodón mohoso, salpicando alea- Todos parecían tener claro lo que estaban viendo toriamente el cielo azul profundo de Caracas. Un viento frío arrancó de cuajo varias gorras de las casi 3.000 cabezas presentes en “El día esperado V”, adueñadas de toda la gradería izquierda. Empezó a sonar el “Himno de la Alegría” de Beethoven y un halo de luz brillante repicó desde el Waraira, como haciendo señales en clave morse, a la altura de Los Venados. De pronto, frente a ningún asombro, aparecieron tres zamuros flacos con pinta de locos, zigzagueando como unos compadres ebrios. Yo sé que ver extraterrestres es un asunto de fe, pero no estaba dispuesto a que me vieran cara de bolsa, sobre todo porque es sabido que cada cierto tiempo los anuncian, justo cuando anda el ambiente convulso. Esperaba que en cualquier momento Carmencita ofreciera por micrófono un combo de ollas Rena Ware en cómodas cuotas, o una suscripción a la Enciclopedia Ilustrada Siglo XXI, pagadero en siete partes. Un hombre detrás de mí sentenció: “Ya yo estoy preparado, estoy en la lista y sé que en cualquier momento me van a llevar”. Tímidamente viré, suplicando presenciar su abducción en ese justo instante, pero cuando se desparramaron sus 80 años ante mis ojos, supe que ese señor estaba registrado en varias listas a la vez.
Casi cuatro horas miranda hacia el cielo
del también actor Roberto Moll y madre de la también actriz Natasha Moll, al parecer, según los chismes de las gradas, ahijada de Chávez. Fue agregada cultural de Venezuela en Canadá y conduce desde hace varios años el único programa de radio que habla exclusivamente de extraterrestres en Venezuela: Ellos, los visitantes del espacio, todos los do¿Y si sí? Hace como dos meses, en un grupo de mingos a las 7 pm por YVKE Mundial. Whatsapp en el que aparecí sin ser invitado, un carajo comenzó a prepararnos para Ella es, por decirlo en términos textuales, una el acontecimiento, que llegaría a su quinta “contactada” en permanente diálogo telepátiedición. Curioso e incrédulo, me dejé arras- co con un Hermano Mayor, Yunnis, que tiene trar por un ritmo vertiginoso de información 400 años, aparenta 40 y a veces se deja ver. y empecé a preguntar. Se trata de un evento De Venezuela, me cuenta un pana —que llaque coordina Carmencita Padrón, la turbada maremos Melchor para resguardar su identiOfelia de la telenovela Kassandra, exesposa dad—, los “ufólogos” dicen que es una nueva Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
Jerusalén, con cargas energéticas únicas en el mundo que nos han vuelto un faro para la humanidad. “Tanto así que el cuerpo astral de Chávez entró en una nave el día de su partida. Ahora mismo hay platillos interestelares resguardando el Cuartel de la Montaña y Yunnis cuida personalmente a Maduro”, precisó. Con esos antecedentes me lancé expectante, aunque sin mucha confianza, pero preguntándome: “¿Y si sí?”. Así que me dejé escurrir por entre los monolitos del Fuerte Tiuna y mi memoria se situó en los días más llorados por este país en los últimos tiempos, hace dos años, cuando se hicieron los actos velatorios del presidente Hugo Chávez en la Academia Militar.
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Un platillo volador, como en las películas
Lilia Vera en la gala
Janeth, una hermana de tertulias poéticas y cotilleos del corazón, me dio la clave para hilvanar la idea: “Lo ilógico sería que siendo el Universo infinito, solo en la Tierra se expresara la vida”. Yo insistí en una línea de J. J. Benítez y me encogí de hombros: “Mientras no se registre ese histórico encuentro entre el hombre de la Tierra y los ‘hombres’ que nos visitan, lo más que podemos hacer es teorizar, sospechar, imaginar…”. No estaba asustado, pero sí ansioso. Entrar a la 1 pm y esperar hasta las 3 de la tarde, que era la hora anunciada por los hermanos para aparecer formalmente, se me hacía infinito. Sin embargo, a la 1:35 pm una voz en off interrumpió el barullo: “Bien, amigos, vamos a hacer silencio. Ellos ya están acá y nos pidieron música”. Pensé: pedirle a 3.000 caraqueños que hagan silencio en un estadio de beisbol me parece suicida. Pero se cumplió a rajatabla y enseguida estalló el “Gloria” de Vivaldi, con lo cual se aseguraban las emociones a flor de piel. “Mira, mira, allá están”, dijo una señora a mi lado y estiré el pescuezo. “Rasantes, están pasando por el Ávila”, dijo una morena buenísima dos hileras más abajo y lancé la mirada, pero para verla a ella. “Pasan muy rápido”, aclaró un chamito que observaba con binoculares. Yo me fajé, con mi ceguera parcial, a escudriñar los misterios de ese cielo tras-
Lilia Vera cantó y Carmencita lloró
humante que, ciertamente, desde hacía dos días, exhibía colores extraños y moldeaba nubes a destajo, como diseñando un escenario movible para comodidad de los ovnis. “Las nubes no se están moviendo en la dirección del viento”, exclamó Janeth como una presentadora de noticiero, revolviendo sus ideas con un boletín meteorológico del Inameh. A la 1:54 pm, mientras todos susurraban, señalaban, estiraban el cogote y hasta sollozaban (la morena no paraba de moquear), Carmencita hizo una entrada discreta al diamante micrófono en mano, se paró mirando al Waraira, se abanicó con la mano y mientras el sonido lanzaba un estruendoso feedback, me sorprendió su belleza de muñequita de porcelana. Saludó, pidió perdón a los Hermanos Mayores por la humanidad y lloró. Luego, después de un repertorio musical que incluyó la aparición de Cristo (o algo así) en bata blanca y túnica verde, Lilia Vera tomó el micrófono, dio la bienvenida apasionada a los visitantes interestelares e interpretó con su poderosa voz la canción “Venezuela”, que unió a todos en un solo coro.
sanados y le pidió a todo el mundo que revisara sus fotos. Yo dije: “Me estafaron, otra vez”, y me fui a buscar un baño con la intención final de escaparme de ese desmadre, mientras veía a funcionarios de la Policía Militar deslumbrados. Mi sorpresa no fue pequeña cuando los fotógrafos Michael Mata y Silvino Castrillo, profesionales de la imagen, me pusieron frente a los ojos lo que todo el mundo había captado menos yo: las gráficas de las naves, precisas, creíbles, razonadas, aunque muchos confundieron aviones con nodrizas y manchas del lente con marcianos. Yo y mi pragmatismo quedamos pasmados cuando las evidencias, bastante tangibles, me permitieron separar el trigo de la paja.
Confieso que a las 3:45 de la tarde me quería ir. No había visto nada y me daba envidia el montón de gente emocionada contando la experiencia de lo que acababa de suceder. De pronto Carmencita subió a los pasillos de la gradería, anunció que tres enfermos de cáncer de próstata habían sido
La lógica impaciente con la que esperaba la llegada de los extraterrestres, estaba barnizada por la ciencia ficción peliculera. Soñaba escenas de Encuentros Cercanos del Tercer Tipo; ver a ET sobrevolar con su bicicleta El Laguito de Los Próceres; descubrir que el lenguaje ininteligible de Manuel Rosales era un adelanto de su rol protagónico como Darth Vader en la próxima entrega de La Guerra de las Galaxias. Quería, incluso, teletransportarme hacia mi otra pauta del sábado: el Suena Caracas en Los Caobos, con Los Satélites, La 5ta Galaxia, Salsarría y El Combo de Venezuela, salsa cabilla astral para homenajear a los hermanos mayores y a los menores.
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¡Las fotos!
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GASTRONOMÍA
PICHONES DE SIBARITA
en la pequeña china
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Se debió haber llamado así por los inmensos árboles que hay y por la cercanía que existe entre ellos. Uno llega y de pronto se encuentra entre muchísimos locales con nombres extraños y, por un momento, si pone la imaginación a funcionar y achica el encuadre de su visión, puede fantasear que está en terrenos orientales. Curiosamente, ese achicamiento de la visión puede lograrse mediante el “achinamiento’’ de los ojos, en donde todo es más cerrado, más profundo, más centrado.
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Club Social Chino
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POR ander de tejada @epaleccs FOTOGRAFÍAs jonathan mendoza
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donde, al final de dicha calle, se encuentra el Club Social Chino de Caracas, escrito, creo yo, con inmensa caligrafía china en la también inmensa entrada del club. Llegar ahí, si no conoces nigún sitio, puede ser tortuoso a la hora de decidir en dónde comer. A mí me gusta guiarme por los nombres de los restaurantes: mientras más chino, mejor. Nada de el dragón de no sé qué o la Culebra colorada.
tal como nos explicó la señora que nos atendía en la mesa, no tiene nombre sino que es el restaurante del club. El lugar, un poco feo y descuidado, cubre sus mesas con manteles de plástico y con el sonido de Telesur a un alto volumen. Informal en sus decoraciones y en sus empleados, estuvo frecuentado por chinos que devoraban sus inmensos platos rápidamente. Ahí, los extranjeros éramos nosotros.
La señora, cuyo nombre no sé pronunAl que fuimos nosotros ni siquiera te- ciar, fue siempre muy simpática, solo que, Estábamos en esa avenida de El Bosque nía nombre. Y qué problema con los por cuestiones idiomáticas, ni ella me enque guarda tantos restaurantes chinos y nombres hubo ese día. El restaurante, tendía a mí ni yo la entendía a ella.
RECETARIO DEL PELABOLA
Espaguetis made in tu casa POR Malú rengifo @malurengifo
Hasta no hace mucho uno decía que estaba pelando bola cuando almorzaba espaguetis con queso, caraotas o sardinas. Si hubiéramos tenido una máquina del tiempo con la cual averiguar que para finales de 2015 conseguir espaguetis en el mercado sería más difícil que encontrar a Nemo, las cosas serían peores: los primeros afortunados en usar la máquina del tiempo le pasarían el pitazo a sus familiares y amigos y todos ellos hubiesen viajado al pasado para comprar todisísimas las provisiones de espaguetis existentes desde 2013 hasta hoy, y así conformar una mafia para vendernos carísimos todo lo que fuera pasta porque, tú sabes, “eso va a escasear”. Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
o ir e sg bl de e la rie u e u p p s A Im Se Calidad Precio Ambiente Atención
Le pregunté si era la dueña y me dijo que no. Entonces le pregunté que quién era y me dijo que era un señor y que, ese día, estaba enfermo y no nos podía recibir. Que veníamos de un periódico y que reseñábamos a los restaurantes y no comprendió, y menos mal, porque generalmente la actitud, en esos casos, se vuelve más cordial de lo normal. Su simpatía, pues, siempre fue natural. Dijo que habían dos cocineras y ella solo se encargaba de ayudar. Una de las dos cocineras, a quien vi vestida de blanco, salía de vez en cuando a buscar cosas de la neve-
ra, que estaba en pleno comedor, mientras como pienso y concibo, quizás erróneasaludaba a sus comensales y compatriotas. mente, toda la comida oriental. Ese plato, acompañado con la respectiva botella de liCon respecto a la comida, todo muy bien. tro y medio de salsa de soya, pueden revivirUna sopa Wantong Mei nos sirvió de abre- lo de cualquier mal que le ataque el cuerpo. bocas. Creo que mi predisposición —positiva, en este caso— a que todo lo prove- El restaurante es sencillo y guarda el toniente de Asia tiene que tener un sabor que informal que ya mencioné y que, en fortísimo, hizo que la sopa no me gustara ocasiones —esta es una— le da una attanto, ya que, a pesar de sus diversos in- mósfera agradable y no artificializada a gredientes, el caldo estaba suave y poco tu hora de almuerzo. Pagamos, por las explosivo como para comenzar la ingesta dos sopas y el plato de arroz, del que códe alimentos después de una larga jornada modamente pueden comer dos personas, de ayuno. Por otro lado, el arroz con cer- 2.000 bolívares. Terminamos de vainita. do que pedimos, estaba fuerte y explosivo, Quedamos explotados.
Así que menos mal que no hubo máquina del tiempo ni un coño y que la comedera de pasta fue buena mientras duró. Eso sí, hoy nos vemos enfrentados al síndrome de abstinencia espaguetil o, lo que es lo mismo, un soponcio que nos da a todos aquellos que adorábamos abrir la despensa y ver nuestras provisiones de espaguetis disponibles, porque nos encanta la comedera de masa, o porque los espaguetis se cocinan rapidito, llenan bastante y saben bien con casi cualquier guarandinga.
Tres formas de conseguir pasta
Pero a ver, no exageremos, tampoco es que los espaguetis están completamente desaparecidos de la faz de Venezuela. Empezando porque usted va para cualquier comedero callejero de toda calaña posible y en el menú nunca falta un plato ’e pasta (a 500 bolos por plato, como muy barato), continuando porque en más de un abasto cuchitriloso he visto que venden pasta (siempre de marcas importadas, a más de 900 bolívares el medio kilo de espaguetis largos, sospechosamente iguales a los nacionales regulados) y terminando porque la harina de trigo está más fácil de conseguir y la harina
“todo uso” es lo mismo que un paquete de espaguetis, pero en polvo. A esa tercera forma de conseguir pasta es que yo quería llegar. Hacer espaguetis caseros no es, para nada, difícil. El primer paso es agarrar medio kilo de harina de trigo, dos huevos, una cucharadita de sal y un chorrito pequeño de agua, mezclar locamente todo eso, amasando y amasando hasta que quede una masa bien, pero bien homogénea, elástica, simpática ella. Luego hay que dejarla reposar por media horita para que reflexione y se vuelva más flexible todavía. Pasado ese tiempo (que puede haber sido aprovechado para poner a hervir el agua) hay que agarrar un rodillo, espolvorear de harina un mesón limpio y estirar ahí la masa con paciencia hasta que quede suficientemente planita y suficientemente delgada. Esa telita-masa se espolvorea de harina nuevamente por arriba y se enrolla como un pergamino. Luego, se corta en trocitos como de tres milímetros de grosos y cada trocito de esos, al estirarse, será un espagueti. Se cocinan igualito que la pasta normal, en agua hirviendo con sal, hasta que tengan la consistencia deseada.
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La náusea de J. P. SARTRE POR INDIRA CARPIO @indira_carpio
¿Cómo me sientes? Kaybeliz López Torres (Venezuela)
“Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera... Hasta hay un momento, un principio mismo, en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace”.
TRINOS
letra muerta @letramuertaed
Una mujer es (...) un laberinto donde cualquiera se puede perder fácilmente, inclusive otra mujer. María Félix
No soy vieja
Samantha Reynolds (Canadá)
Yo no soy vieja, me dijo. Yo soy rara yo soy la gran ovación al final de la obra. Soy la retrospectiva de mi vida, como arte. obra de Aleah Chapin
Soy las horas conectándose como puntos en el sentido correcto. Yo soy la plenitud de existir.
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extracto
“—No importa que no te haya visto [porque te siento. —¿Me tienes?, ¿cómo un florero? —Dije que te siento. Lee bien”. A veces te respiro, te deslizas por el surco de mi lengua tocas el cielo de mi boca con la punta de [tus dedos. A veces te trago de un bocado, y se me abren tus ojos en el rostro y el tórax se me encaja en tus caderas. A veces te leo, y atraviesas el filo de la hoja escrita cruzando mis pechos equidistantes. Cuando llegas y no estoy, desnudo y con pinceles me sacas colores de las paredes. Tenemos un altar de adioses, yo profano tus relojes, pero no suavizas mis esquinas abismales. A veces te me quedas tanto en este [planeta, que te hallo poblando mis noches de [ventana, a veces pendo de ti sobre la caricia, a veces me aferro con brazos y piernas cuando medio viva, medio muerta me escapo al placer inmemorial que me [trajo aquí. A veces, según Freud, te aniquilo con la distancia, y te vuelvo a tragar como humo, espacio [y niebla, pero te siento.
Tú crees que estoy esperando a la muerte: pero yo estoy esperando a ser encontrada.
Estas arrugas son huellas de mi viaje.
Yo soy un tesoro. Un mapa.
Pregúntame cualquier cosa.
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NOVELA
Historias de la calle Lincoln (Xviii) DE CARLOS NOGUERA / Ilustraciones ALFREDO RAJOY
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
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28 Capítulo 11 LA DULCE LOCURA (V) (O: la importancia de llamarse Ernesto) O los callos de la tal Mari Carmen no me habían hecho nada o era el hambre atrasada la que de nuevo empezaba a ronronearme en el estómago, de manera que cuando llegamos al estacionamiento de Arle: abandono mi papelito de chaperón, loco, le dije a Guaica, y depositando un candoroso besito jipi en la mejilla de Graciela y un coñacito corto de respuesta en las costillas de Guaica, enfilé hacia la arepera más cercana que debía estar en algún lugar no más allá de doscientos metros, tomando en cuenta que era en Bello Monte donde estábamos. Desde la acera, mientras Guaica y Graciela subían, lancé una última ojeada de reconocimiento al edificio y aproveché para orinar y encender la pipa. Fue entonces cuando me encontré con Arle. ¿Cómo no me iba a asustar si yo lo hacía anfitrionando su fiesta y en lugar de eso lo veo venir pálido, embalado por todo el centro de la calle hacia abajo, como quien viene de Las Colinas, y una pata de melenudos encadenados detrás de él? ¿Cómo no le iba a responder si nada más al verme deja oír un Ernesto chillón, con una voz ridiculizada por la velocidad y el miedo? Yo mismo soy, me dije, qué coño les pasa a ustedes, les dije: y eso fue pa-
rándome y, ay papá, aquí sí que te jodiste, tula le había protestado y tuvieron que licenciarlo. Vayan ustedes a averiguar por qué me combatiente, me dije; y les dije: eligieron. Nada: que tuve que cargar con él —¿Por qué coño no sueltan esas cadenas y hasta su casa y que me tuve que quedar, porpelean como hombres? — aunque bien claro que el viejo de Gregorio, que es millonario, se veía que de que eran hombres, eran hom- mi hijo mayor no se queda cojo, nojoda, y bres, a pesar de las largas y onduladas paño- diciendo esto y Gregorio sale disparado para letas que les caían hasta las caderas y a pesar los iunaited esteits, en vuelo de primera clade que yo tenía más ganas de vomitar que de se. Bueno, lo que pasó fue que mientras tanpelear, pero qué le íbamos a hacer. Si al me- to y para protegerme y proteger a Gregorio y nos tuviera mi barba, sentí más que pensé en para agradecérmelo, porque al fin y al cabo había sido yo quien lo había traído, el viejo ese momento. decidió que yo tenía que pasar casi tres mePor la orilla de la acera, por la calle hacia ses en aquel palacete mientras Gregorio iba y arriba hay árboles y la luz de las bombillas era operado y volvía y se reponía y acababa se pierde, pero abajo, en la esquina, que fue de estar bien del todo. Así fue como Ernesto hacia donde me escurrí para precisarlos bien el combatiente, alias Arcadio, vivió y disfrutó y para esconderme un poco en el poste si era de una estancia a cuerpo de príncipe en casa necesario, allí, se veía más claro: eso fue pre- de la antigua y rancia familia de los Mérida, cisamente lo que me salvó. Cuando me iban de la cual nuestro apreciado Gregorio era a atestar el primer cadenazo oí una voz celes- el último exponente, rescatador del rancio abolengo de la estirpe o prosapia de aquella tial que gritó: sangre benemérita que desde los tiempos de la independencia no había conocido el altísi—¡Verga, si es Arcadio! mo camino de las armas. Y he aquí señores Y luego una orden que el melenudo mayor por qué, aunque en discrepancia fundamental con las ideas que lo motivan, no tengo le daba a los melenudos súbditos restantes. otra alternativa que reconocer la hidalguía A Madurito lo conocí cuando tuve que del gesto de mi hijo, etc. De manera que acompañar a Gregorio, que lo habían herido así llegué y así me quedé esos cuatro meses en una pierna. Estaba atendido provisional- y así fue como conocí a este Madurito que mente, claro, pero lo mismo que a mí, la ró- había entrado un día a casa de Gregorio, con
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otros de la pata de Altamira, expresamente a conocer “al guerrillero”, invitados por la hermana de Gregorio que era (o es) una pavita rica realmente. De manera que si en esa época no hubiera sido un fenómeno de circo para ellos, ni Mandrake me hubiera salvado en esta noche clara de inquietos luceros, de estos melenudos de Madurito. —Chao, panita y perdona —me dijo. Mientras yo terminaba de espichar el último aire de la tensión y le daba un abrazo y él le mandaba saludos a Gregorio (porque Gregorio había vuelto a subir) y yo me le encogía de hombros y le mandaba saludos a Titina, que así se llamaba la pavita rica; y la hermandad volvía a nacer entre todos los hombres del mundo, gracias a lo inocuo de las melenas, a las propiedades de la palabra como instrumento de comunicación y a un viaje de un guerrillero a la patria de los sucios explotadores contra los cuales luchaba. No me jodas, tú te las sabes todas, catire, fue lo que alcanzó a decir Arle, cuando me lo encontré más adelante, detrás del restorán árabe, mientras sacaba de algo así como el
forro de la chaqueta lo que yo creía era la primera provisión de la noche, mientas liaba en elegante papel sedoso de carterita el divino pito, mientras casi temiendo no llegar, daba el primer chupón como si fuese el último chuponcito de su vida. Fue Guaica quien nos abrió la puerta del apartamento. —Debes venir más lleno que las praderas de Méjico, ¿eh, amiguito? —le dijo Guaica, porque alguien, tal vez Henrique, por supuesto, ya le había tirado el dato de que Arle andaba en comisión de control. —Tranquilo, hijo, que si no es por las hábiles dotes de Ernesto mi arriesgada misión hubiera terminado en las oscuras sendas del fracaso.
mientras la pequeña multitud me aclamaba y me hacía penetrar en la fiestecita con guirnaldas y honores. Después me di cuenta de que tal vez esto, unido a las leyendas de la montaña, sumado al contraste que creaban mi camisa verde claro y mi vieja pero hidalga chaqueta de gamuza, multiplicado por cierta crónica soledad padecida por ella, fue lo que predispuso a Mónica a favor de este tipo que les habla. Aunque, claro, esto no lo podía sino intuir mientras avanzaba sobre las alfombras en el centro del pequeño grupo que me conducía hacia el fondo de la sala, en el preciso momento en que sus ojos, digo los de Mónica, grandes y extraños, me detectaban y aumentaban de tamaño y comenzaban a brillar con esos chisporroteos increíbles que después me seducirían y cuyo empeño, persiguiéndome a lo largo de la sala, resultaba definitivamente inconfundible para cualquiera; incluso para mí, que tan desentrenado estaba en estas lides.
A Henrique, Guaica, Patricia y también a Gracielita, aunque sin saber mucho por qué, se les erizaron los pelitos del entusiasmo, con la consecuencia de que gracias a la curda y a la felicitadera me sentí estúpidamente heroico y, lo que ya es el colmo, me sorprendí en el gesto ancestral y prehistó- Guaica, que como se habrán dado cuenta es rico de inflar imperceptiblemente el pecho un tipo que está en todas: Caracas, 6 de diciembre de 2015.
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30 —¿Cuánto tienes? —le digo—. Yo sé que con Arturo te portaste bien, así que blandito conmigo, mano.
—Coño, loquito, veo claros augurios de que pronto pasarás de medieval monje proxeneta a actor del eterno drama de Eros, ¿eh? —dijo, mientras sacudía la cabeza y las cejas en dirección a Mónica—. No está mal la nena, habría que ver qué tal funciona.
Para ese momento la expresión del tipo ya era una vaina increíble y yo empezaba a arrecharme porque empezaba a darme cuenta que el tipo segurito que me estaba confundiendo con un marico agresivo; de manera que, zas, me alejo, con grandes esfuerzos trato de mostrarle mi mejor sonrisa, y le digo:
—No hay tu tía: soy irresistible —le contesté con tono de no se hable más el asunto, porque naturalmente Arle no dejaba hablar a más nadie si antes no le escuchaban el episodio de Madurito: —No me joda, y eso no es nada, hoy definitivamente estoy en la dimensión desconocida: en el bar me pasó otro show. Fíjate que estoy precisando el control y el control nada que llega, le pregunto a Arturo si no tiene, y él que en eso anda, que deje la velocidad. Yo le digo, okey, y veo que él sale mientras yo me quedo con tres o cuatro zanahorias, cuidando la mesa. Al poquito rato veo que Arturo regresa y viene con un tipo medio raro que palabra que era la primera vez que lo veía. Yo digo, nada, este es el control y cuando me lo presenta y se lo presenta a los zanahorias, yo mosca, zas, le aprieto la mano al tipo y le lanzo una sonrisita y me le quedo viendo. El tipo nada que reacciona y para completarla, Aturo, que ya estaba medio curdo, se mete en una cotorra larga sobre teatro con uno de los zanahorias y ni una señita para mí. Yo me dije, nada, este hijoeputa ya se llenó él y seguro que con la curda se olvidó de mí; así que mejor me concentro en el tipo. Y entonces yo dale con las señitas y las risitas y los quiubo con las manos, medio guilladito, tú sabes, y le sacudía la cabeza haciéndole señas para que saliera hacia el baño. Y el tipo nervioso y nada de nada. Y yo, qué coño le pasa a este jíbaro, debe haberse quedado sin puchos. Y vuelta con el atoramiento de las señas, porque me acordaba de la fiesta, y este maricón me va a hacer perder toda la noche en esta vaina, me decía por dentro. En eso veo que por fin el tipo se decide y pide permiso a los zanahorias y, zas, cae en el baño. Yo, muy natural, muy sonriente, pido también permiso a los zanahorias y, zas, le caigo al tipo en el baño.
—Ah, ya: tú estás creyendo que soy marica, ¿no? —pelándole el diente—. No te preocupes, yo soy de confianza, ¿no te lo dijo Arturo? —¿Qué me dijo Arturo? —dijo el tipo, acomodándose el nudo de la corbata y ajustándose el paltocito como para que yo notara que él era un macho completo y no me fuera a confundir.
—Velocidad con qué —me responde el tipo poniendo una cara de intriga del carajo, y zas, se arrima hacia el lavamanos, sacándome el cuerpo. ¿Qué coño te pasa? —le pregunto—. Velocidad, que no tengo mucho tiempo —abriéndome la bragueta y sacándome la manopla para orinar.
El qué me dijo Arturo y la cara de despiste que puso, acabaron de meterme en onda: me miró de arriba a abajo, sacando el pecho como diciendo: al fin me libré de este marico, y yo me di cuenta que todavía tenía la manopla fuera. El tipo me dio la espalda y salió y yo agarré mi pinga y me la guardé. Si este es sapo, puse la cagada del año, pensé, y me fui yendo escurridito y silencioso, tratando de salir por el pasillo para que el tipo no me viera otra vez, y maldiciendo y sacándole la madre a Arturo que me hacía pelar bola de esa manera y más arrecho que plancha de chino, porque desde el pasillito vi que el gran carajo en vez de explicarle al tipo lo que hizo fue ponerse a reír con él y a darle coñacitos por la espalda cagados de la risa y a contárselo a los zanahorias que empezaron también enseguida a cagarse de la risa y a señalarme y a verme que yo me iba por la puerta lateral, los voy a terminar de joder, pensé, y entorné los ojos y les hice un gesto de loca con las dos manos y me fui arrastrando los pies y desde la puerta me volteé y les saqué la lengua.
De manera, queridos loquitos, que me queYo que me saco la manopla y el tipo que se arri- dé sin material y con un estigma de mari—Velocidad, mano —le digo— que tengo ma hacia allá, con una cara de pinga, del otro cón encasquetado que Mandrake me lo va a quitar. poco tiempo —con una voz que le debe mundo, pegándose contra la pared. haber sonado más misteriosa que el carajo, acercándomele a orinar al lado y dándole un Ahora sí que me jodí fue lo único que se me ocurrió: empujoncito con el hombro. Continuará… Edición Número Ciento ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
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elecciones parlamentarias 2015
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3
Escultor Marca de Ente, Tram- venezolano Asiento Ganso Voz para Consentí, Mentiras, Trabaje la electro- Receptor poso, del cinetismo largo sin domés- calmar En ese lugar (inv.) entidad, asentí patrañas tierra domésti- universal existen- estafador espaldar tico (pl.) caballos Hace (s.) cos cia Figura 1 Gesto, famoso a (pl.) seña alguien
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Épico
Figura 3
Figura 6 (pl.)
Yegua (inv.)
Malformación congénita
Símbolo químico del neodimio
Problema, rollo
Decigramo Figura 2 (pl.)
Típicos, característicos Entregas, proporcionas
Ore, implore (inv.)
Manojo de mies cortadas (inv.)
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Adore, quiera
Otorgaban
Figura 4 Cargas al bebé Espacio, perímetro
Molestias
Esculpo la madera
Carta de la baraja
Berraza (inv.) Loca, demente
Se dirige
Mujer pequeña Andará de rodillas
Pasa, ingresa (inv.)
Relativo al esfínter
Apóc. de grande
Museo Nacional de Antropología
Figura 5 Canción: Ana..., india de raza cautiva.
Artificio sutil e ingenioso para conseguir algún intento Capacidad
Asamblea Nacional Alucinógeno
3,1416 Plato español con mariscos
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Cura, sacerdote (inv.) Título nobiliario inglés
Trajes, vestidos
Medio metro Guayaba de Costa Rica
Inadaptado Antes de Cristo
Remolca
Abrev. de señora
Emplee, utilice
Web para Anguila
Autobús (inv.)
Surca la tierra
I
Web para Latinoamérica
Movimiento de la Amarres, Voz Símbolo artístico también Vocales apretes multipliconocido como abiertas químico cación dadaísmo del gadolinio
Partidas, marchadas
De moda
Mujer ...Kubrick, muy devota importante director de cine
Voz de incredulidad
Unidad tributaria (s.)
Entre, forme parte de una lista
Sím. de hetárea
3ra consonante del ABC Necesidad y gana de beber
Figura central Último y peor extremo
I griega
“Creemos firmemente en la seguridad del voto y las garantías que ofrecemos son producto de un trabajo técnico, científico y cooperativo entre el Poder Electoral, las organizaciones políticas y la ciudadanía que ejercen el servicio electoral”. Tibisay Lucena
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H A B E R S E K E R O S E N O
POR NATHALI GÓMEZ @laespergesia Ilustración: L. "Razor" Balza
Imaginario
Minimanual para leer mientras espera votar 1. Por favor, no se haga la clásica selfie con el meñique lleno de tinta. Ya no es original. Busque alternativas. 2. Evite hacer chistes como “mojar el chiquito” o “meter el dedito”. La gente se ríe por tradición, no porque sea gracioso. 3. Húyale al espíritu de miss en las redes sociales: “Ya voté por mi país, por Venezuela, por ti, por tu casa, por lo que esperas”. 4. No adopte ese rebuscado lenguaje periodístico: “Ya ejercí mi derecho al voto”, “ya sufragué”, “ya participé en el proceso comicial del 6-D”, “ya cumplí con mi deber ciudadano” o “estas elecciones fueron una muestra de civismo y democracia”. 5. Lleve su chuleta a su centro electoral y no se ponga nervioso cuando vea la máquina. Ella no come gente. 6. Hágase una jarra grande de papelón con limón para esperar los resultados. Acuérdese de que hay ley seca. 7. No crea en cadenitas, mensajes o supuestas encuestas “a boca de urna” que le manden a su celular. No se deje engañar.
¡Estoy lista para votar!
8. No se obsesione con la baranda de la rampa por donde baja Tibisay Lucena. 9. Celebre con cautela. Recuerde que tiene que ser testigo de la gestión del diputado que eligió.
pregunta de la semana
TUIT DE
Edición Número Ciento cincuenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 6 de diciembre de 2015.
¿
votaste o botaste
¿
10. No se haga eco del “Rumor de las bolas”. Ese día todo el mundo conoce al primo del hermano de una señora que es amiguísima de alguien que trabaja en el CNE y que conoce los resultados.