contenido Consejo Editorial
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Aquiles Nazoa
Mancheta y demás
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Siete horas en la carpa
Só Sambistas
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Argimiro Gabaldón
¿Cómo queremos morir?
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El arte de cocinar una cerveza
Asram, el extraterrestre
CORRECTOR
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MANEJADORA DE REDES
Para Miranda
Cine y teatro
Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero
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Colaboran en esta edición
Omar Hassan
Sibaritas y pelabolas
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Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla
Directora
— perfil
Mercedes Chacín
Editor Jefe
Carlos Cova
DirecTORa de Arte
Edarlys Rodríguez
COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA
Jesús Castillo
Asesor Editorial
Reinaldo González
Redacción
María B. Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida Ander De Tejada Marlon Zambrano
— ciudad
— mitos
DiseñadorEs
Lisbeth Montell Oscar Hernández
— miradas
Ilustrador
Alfredo Rajoy
Fotógrafos
Jonathan Mendoza Michael Mata Rodolfo Castillo
— sexodiversidad
Bárbara Baralt
LOGÍSTICA
Clodovaldo Hernández, Jessica Dos Santos, Malú Rengifo, Miguel Posani, Mayleni Curros, Indira Carpio, Nathali Gómez, Yanira Albornoz Ríos, Rodolfo Porras, Mauricio Sánchez, Jessica Mena, L. “Razor” Balza y Nataly Sanoja. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Jonathan Mendoza.
Impresión
Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Papirus Impresores 2004, C.A. epale.ciudadccs@gmail.com
@epaleccs
Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166 Una publicación de la
— entrevista
— poesía o nada
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— CRUCICOMPACTO
— EL MENJURJE
— música
— libremente
— minicrónicas
— crítica y media
— gastronomía
— novela
Historias de la Calle Lincoln (XIX)
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— el rumor de las bolas
Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales y en la librería-Bar el techo de la ballena, edif. Gradillas “A”, planta Baja, Bulevar del Eterno Retorno
Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.
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PERFIL
Aquiles Nazoa:
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un poeta que escribía como dulce de leche Fue un filósofo sonriente y popular, capaz de hablar con profundidad de las cosas más sencillas. Nació en el Guarataro, vivió en un apartamento de Casalta y era tan caraqueño que lo llamaron “el Ruiseñor de Catuche”. Sabía reír de sí mismo, y en esa onda propuso que en lugar de una placa, en su casa natal pusieran un loro POR Clodovaldo Hernández • clodoher@yahoo.com / ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY
Según el cronista celestial autodesignado Kotepa Delgado, cuando Aquiles Nazoa llegó a las alturas, Dios ordenó toda clase de actos en su honor y a las ceremonias divinas asistieron Cervantes, Honorato de Balzac, Pablo Neruda y otros portentos de la literatura universal de todos los tiempos. De acuerdo con la versión lírica de Kotepa, Rubén Darío se parafraseó a sí mismo y declamó: “Yo soy aquel que ayer nomás decía / El verso azul y la canción profana / Y tú, Aquiles, el ruiseñor que había / En la fronda de luz venezolana”.
nos del amolador con su flauta de pan. Pasaba de lo costumbrista caraqueño a los temas de actualidad, como los viajes espaciales”.
Por cierto, el doctor Padilla, en su blog Mi colcha de retazos (http://micolchaderetazos.blogspot.com), muestra una faceta poco difundida del poeta: siempre estuvo muy vinculado al mundo de los especialistas en salud mental y hasta asistía como observador silencioso a reuniones clínicas del Servicio de Psiquiatría del Hospital Vargas. Tal vez de esos encuentros obtenía algunas Corría el año 1976 y a los grandes del humorismo y las letras de de sus ideas creativas. Venezuela no les quedó más remedio que ponerle algo de gracia a uno de los hechos más desafortunados de ese tiempo: el accidente Nacido y criado en el barrio El Guarataro (parroquia San Juan), de tránsito ocurrido en la autopista Caracas-Valencia que se llevó Aquiles comenzó a trabajar desde muy pequeño en un oficio mala vida de uno de los seres más brillantes y cálidos que hayan naci- nual que lo puso muy cerca del que sería su campo de acción: fue empaquetador de periódicos en El Universal. Luego pasó a ser codo en este valle. rrector de pruebas y, más tarde, un destacado articulista. Su vida de Es irresistible el deseo de citar otro episodio de aquella fiesta en el muchacho pobre no le permitió tener una formación académica, empíreo reseñada por Kotepa: “Viene luego Garcilaso y lo estrecha pero como autodidacta llegó a ser políglota y un verdadero sabio. en un abrazo / Chévere para mí, dulce y sabrosa / Más que la fruta A la vuelta de pocos años ya era guionista de programas de radio y del cercado ajeno / Como dulce de leche, así es la prosa / De este televisión, promotor y redactor de numerosas publicaciones humorísticas, como La Pava Macha, Dominguito, Tocador de Señoras y El Aquiles genial, grande y sereno”. Morrocoy Azul. En su currículum de gran echador de lavativas debe Nazoa se fue de este mundo en un momento de máximo esplen- incluirse que se desempeñó como director de Fantoches, hito del pedor: tenía poco menos de 56 años y había cosechado frutos mara- riodismo jodedor fundado por el mítico Leoncio Martínez “Leo”. villosos en la poesía, el periodismo, el ensayo y el humorismo. Era un hombre de la letra impresa, pero también había innovado en la Coherente como pocos, consecuente con sus ideas, Aquiles (igual todavía joven televisión venezolana con un programa que ha pasa- que su no menos genial hermano Aníbal) vivió siempre en sintonía do a ser leyenda: Las cosas más sencillas, en el que desplegaba sus con el sentir de la gente, en las entrañas de la ciudad a la que amó. dotes de filósofo sonriente y popular. Por desgracia, las grabacio- Varios fueron los intelectuales de clase media que se aventuraron a nes de ese programa se perdieron para siempre. Algunas versiones conocer la populosa zona de Casalta solo para visitar el apartamendicen que no se conservaron porque en la Televisora Nacional (Ca- to del “Ruiseñor de Catuche” y oírlo contar —y cantar—, por ejemnal 5) reusaban las cintas. Otras aseguran que se perdieron en un plo, la historia de un caballo que era bien bonito y que se alimentaincendio. Para saber cómo era ese programa solo nos quedan los ba de jardines o sobre la vida privada de las muñecas de trapo. recuerdos de quienes tuvieron la fortuna de verlo. El médico psiquiatra Franklin Padilla lo describe así: “En cuanto a la temática, Además, como todas las grandes personas, era capaz de reírse de sí podía ir desde el Renacimiento hasta la perinola, desde Alicia en el mismo. Por ejemplo: cuando le dijo a su sobrina Laura: “Tú no vaPaís de las Maravillas hasta la vela (¡sí... la vela!, una vela cualquie- yas a permitir que pongan una placa con mi nombre en la casa de ra, es decir, la vela en cuanto tal, “¡la vela en sí!”). Podía contarnos El Guarataro. En lugar de eso, que pongan un loro que sepa decir: los comienzos de la aeronáutica, la historia de Lindbergh o hablar- ‘¡Aquí nació Aquiles, prrrrr!’”. Caracas, 13 de diciembre de 2015.
Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
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el menjurJe
La Navidad llega con nuevos escenarios. La oposición obtuvo la mayoría en las elecciones parlamentarias y presidirá el Poder Legislativo a partir del 5 de enero. Entre tanto, familiares y amigos nos encontraremos otra vez: chavistas y opositores en la mayoría de los casos. Podemos hacer dos cosas: seguir alimentando la estupidez o, mejor, ponernos de acuerdo. ¿Será que los poderosos hacen lo mismo y al menos coinciden en la idea de que las niñas y los niños de la foto, y todas las niñas y los niños, merecen vivir en una sociedad más atenta al dolor del otro? ¿Será que, de lograrlo, el sueño dura más de un mes? Todas somos cursis. Podemos expresarlo, aunque sea por raticos.
Dejar de luchar por el triunfo de la sensibilidad y la sonrisa
No te tengo miedo No te tengo miedo. Soy de Upata. Tenemos un pacto secreto. Cuando regreso a ti, se me agolpan los recuerdos… Parroquia San Juan, la emoción de un día sábado, la fiesta se lleva en las venas y el aguardiente sosiega el trajín. Aprendí a transitar la diversidad de estos seres. Solía mirar a Yeyo haciendo yeyerías, y a Emilio Arvelo desempolvar viejos LP. Casa verde, residencia colonial, un exboxeador relató que tumbó a Ismael Laguna, viejo juglar contando su historia para aliviar el fuego de la eternidad que nos ilusiona. No te tengo miedo Caracas, desde entonces me habitas. Daniel Ruiz Correa Mención Especial del Primer Concurso de Cuento Corto en 100 Palabras
Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
Que el país no se haya encendido tras las elecciones parlamentarias. Agradecidas las mayorías
Con la proyección de Doctor Zhivago, de David Lean, en en el Mueo de Bellas Artes; y de Help, de Richard Lester, en el Celarg, la Cinemateca Nacional inicia hoy un ciclo de Cine Clásico. Más información en la página web cinemateca.gob.ve
Caracas, 13 de diciembre de 2015.
Pa’lante con los faroles. Pa’lante es que brinca el sapo. Pa’lante, que atrás espantan (o salen los muertos). Pa’tras ni pa’ coger impulso. Los cinco refranes que anteceden tienen un significado similar. El primero es de origen español. Denotan optimismo y entusiasmo; constituyen estímulo a no desmayar, a seguir adelante. El insigne venezolano Luis Beltrán Prieto Figueroa solía responder las preguntas de los periodistas sobre si algún día regresaría al partido AD, partido que abandonó en 1968, usando este refrán: Pa’tras ni pa’ coger impulso. Diccionario de refranes. Héctor Atilio Pujol
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plaza bonita
Sigamos... «
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CIUDAD
7 horas en la carpa La jornada electoral no fue un día casero para el equipo de épale ccs. en esta ocasión hubo que asistir al que, el pasado 6 de diciembre, fue el lugar más importante del país POR ANDER DE TEJADA • @epaleccs / FOTOGRAFÍAs MICHAEL MATA
Caracas, 13 de diciembre de 2015.
Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
06 Podríamos lanzarnos a decir, quizás irresponsablemente, que para los venezolanos los días de elecciones suelen ser más emocionantes que la Navidad misma, fecha tan importante para el imaginario colectivo del país. Por eso, cuando el sol está arriba en los días de comicios, siempre hay sonrisas en las caras y distintas esperanzas burbujeando en los cuerpos expectantes del pueblo. Por donde se le ocurra a uno pasar, verá a cientos de personas gritando que sí se puede —así no se pueda— y preparando los rituales de espera de resultados: Elector depositando el voto reuniones familiares, comederas entre amigos y tomaderas de curdas compradas antes como la Universidad Central. Se acercaba la de la respectiva Ley Seca. hora, los centros cerraban, la gente se guardaba, se oía el silencio callejero como el llamado La calle el pasado 6 de diciembre estuvo del televisor y de su sintonía estática, hasta el como casi siempre está los días de eleccio- momento en que en las pantallas se viera al nes: soleada, movida, un poco trancada en grupo que desciende, decidido, a la inmensa algunos sitios y cargada de dedos morados. carpa desde donde se dice quién ganó. En la calle la gente abarrotando los pocos comercios abiertos y uno que otro movilizán- Nos internamos en el CNE, a donde nunca dose a pie o en el escaso transporte público. habíamos ido, sin siquiera saber muy bien La Baralt, vena que destaca por su capacidad cómo operar desde allá adentro. Vimos, de conglomerar autobuses y peatones que se después, que no era tan difícil por el papel mueven casi encima de los otros, parecía la plastificado que guindaba de nuestro cuerpo calle de una ciudad en proceso de fantasmi- y que nos permitía, por 24 horas, cruzar las zarse. Mientras más descendías, más soledad: puertas que quisiéramos. Con la acreditala plaza Bolívar, generalmente adornada de ción pudimos pasar sin problema a la carpa niños y de chavistas de esquina, contaba solo —set de prensa—, desde donde se transmicon grupos dispersos de gente sentada. La ten las declaraciones de Tibisay Lucena, a plaza El Venezolano, igual. La esquina Trapo- quien está de más presentar, e instalarnos sos, también. La avenida Universidad, pelada ahí como si estuviéramos invitados en al-
El lugar, como ya dije, parecía una sabana inmensa, ocupando la mitad de la plaza Caracas. Adentro, en su cara sur, es donde se colocan las mesas desde las que declaran las autoridades electorales. En la cara norte, en cambio, están los podios donde un enredo de cámaras, que desde lejos solo parecen metales negros agarrándose entre sí, se preparan para grabar. Delante de las cámaras, las sillas de los observadores internacionales, de la Unasur y de los funcionarios del CNE. Nosotros, que no grabamos, andábamos en la zona de prensa, justo adelante del podio, sentados en el piso, sabiendo que cada vez faltaba menos, pero sin saber que faltaba otro tanto. A eso de las 6:20 Sandra Oblitas extendió los horarios de cierre de los centros. A eso de las 6:40 Luis Emilio Rondón calificó la extensión de ilegal. Ese desacuerdo le abrió las puertas a la incertidumbre y a la resignación: a la cosa le faltaba rato. Los relojes, a veces rápidos y a veces lentos, ya no servían para sosegar la espera y lo mejor fue dejar de mirarlos. Comer era una opción, pero el cafetín quizás estaba pensado para los reporteros internacionales: una torta costaba 400 bolívares fuertes. Entre aquellos medios internacionales, cabe destacar, se encontraban CNN, Deutsche Welle y Al Jazeera.
74% del padrón electoral participó en las elecciones
Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
gún tipo de convención, aunque instalarse bien y cómodamente no se pudo debido a la temperatura polar que hacía adentro. Hasta una rusa, como me comentó Michael, estaba tapándose y frotándose los hombros en señal de congelamiento. Por ello, teníamos que salir de la carpa cada media hora para recuperar temperaturas corporales que nos permitieran movernos decentemente.
Caracas, 13 de diciembre de 2015.
07 A las 9 de la noche, aproximadamente, nos hicieron desalojar el set de prensa, que es la carpa, porque iban a realizar un chequeo de seguridad. Estuvimos afuera una media hora hasta que decidimos volver a entrar. Para entonces la cosa había cambiado ya: adivinen, chamos, viene gente internacional y la revisión fue rigurosa, número de cédula por número de cédula, letra del nombre por letra del nombre, foto por foto, diente por diente. Por suerte, la vigilancia Tibisay Lucena anunció los resultados a la medianoche estaba conformada de funcionarios respetuosos y alegres, tan solo bromearon por unas extrañeces de mi segundo apellido y por la antigüedad de la foto de mi cédula —gracias, cirujano de cédula. Pero, por lo presumible y especulativo, algo vieron en nuestras pintas que les pareció fuera de lo común. La institución periodística pesa. No podemos decir que no fue sabrosa la experiencia. No podemos decir que no fue distinta, que las siete horas pasando frío como ni en Mérida hayan sido desagradables. Vimos cosas nuevas, vimos gente distinta, vimos desde adentro cómo funciona la cobertura de, quizás, el evento político más importante de este año. Vimos gente riendo, vimos gente nerviosa, no vimos a nadie llorando. Nos desesperamos, pensamos que nunca acabaría la noche, que nunca nadie asomaría la cara por lo que, poco a poco, comenzaba a ser una abandonada carpa; habla- Equipos periodísticos de distintos medios realizaban coberturas en vivo mos, vimos a los demás, nos reímos un poco de ellos, pasamos hambre, nos sentamos, nos acostamos, nos paramos, nos comimos las uñas, intercambiamos información de los resultados, esperamos, esperamos más, hasta que vimos en una pantalla que desde la sala de totalización bajaban siluetas negras por la rampa. Poco a poco se colorearon. Eran ellos, era la hora. Pasó algo triste a las 12 de la noche. La derecha ganó la mayoría de la Asamblea. Se perdió en un ejercicio de democracia burguesa, en un ejercicio meramente representativo, pero que, todavía, influye mucho sobre el país. Sin embargo, la solución no es el llanto ni el derrumbe del sueño por un fracaso que no es del pueblo ni del chavismo sino, en tal caso, del partido oficial. El chavismo no es el partido oficial. El chavismo, como afirma el profesor Ociel López, es una identidad política. La carpa vista desde adentro Caracas, 13 de diciembre de 2015.
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MÚSICA
la música carioca a través de Só Sambistas El grupo, reducido a quinteto, sigue componiendo, haciendo conciertos e investigando. Además, está dedicado a trabajar su propio repertorio de samba y choro brasileños en portugués y español POR Mercedes Sanz • @JazzMercedes / FOTOGRAFÍAs MICHAEL MATA
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Caracas, 13 de diciembre de 2015.
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Eu vou, eu vou, pode ligar, eu vou / Eu vou, eu vou, pode ligar, eu vou / Si sentes que esta noite / É uma noite pra sambar. Así decía esta contagiosa canción en la voz de un tipo alto que tocaba el pandeiro, acompañado por otros músicos. La gente bailaba como quería, apretada y desde su rincón. Hacía lo que le dictaba su oído o viendo a los demás. El grupo era Só Sambistas, que ya tiene un camino haciendo samba y choro.
incorporaban bossa nova o samba en su repertorio. Por cierto, hay que acotar que estos dos ritmos del país fronterizo son los más extendidos en Venezuela. Brasil es otro monstruo sonoro con infinidades de géneros y subgéneros en cada región. Es una lástima que no conozcamos ni una cuarta parte de esa riqueza.
Se integraron en el año 2003 en Caracas. Han grabado dos discos (Só Sambistas, 2009; y Caracas carioca, 2011) y, últimamente, han pasado por una reestructuración en su alineación. La flautista Daniely Benítez ya no está, así que la banda es ahora un quinteto: Pedro Isea, voz y percusión menor (pandeiro y tamborín); Julio Medina, guitarra clásica; Daniel Angulo, cavaquinho; Luciano Calello, banjo carioca; e Iván Rivas, percusión. Se conocieron en el Instituto Cultural Brasil-Venezuela gracias a las clases que aún dicta Carlos Rojas Zoccolo, quien fundó Pimenteira Brasil con varios de ellos. De este proyecto nació Só Sambistas.
¿Por qué musicalmente sentimos tan lejos a este vecino país? “Pasan varias cosas, el idioma es importante y Brasil se autoabastece. Ellos no tienen necesidad de impulsar mucho su música hacia afuera porque tienen un mercado muy grande. Entonces, el idioma y lo industrial son las principales barreras. Por lo demás, en cuanto a forma de ser nos parecemos mucho”, señala Isea a propósito de la distancia musical con esta nación suramericana, y aclara: “La música brasileña no nos llegó directamente de Brasil sino la que fue procesada en Estados Unidos. La bossa nova, por ejemplo, fue a través de Stan Getz, las películas de Carmen Miranda, Sergio Mendes y Brasil 66, Sinatra y Tom Jobim. Eso nos vino del Norte”.
No es usual un conjunto dedicado a una parte de la música brasileña. Antes de Pimenteira y Só Sambistas teníamos formaciones que
Las sambas y choros de Só Sambistas son instrumentales y cantados, en su mayoría, en portugués. Isea tiene en mente hacer también Caracas, 13 de diciembre de 2015.
baiao, un ritmo del noreste brasileño. Se considera a Luiz Gonzaga el rey del baiao. Pero Só Sambistas tampoco se guía por patrones rígidos, sino que tiene flexibilidad a la hora de hacer arreglos. Luciano Calello considera que hacen música popular carioca, de Río de Janeiro, acercándose más a exponentes como Cartola, Paulinho da Viola, entre otros. “Nuestro sonido es carioca, es de Río. Nosotros experimentamos con las estructuras”, refiere Isea. ¿Y qué tienen en común los ritmos brasileños con los venezolanos? “Vienen de las raíces de la música africana y la europea, de estos cruces. Todo tiene que ver con la música afrolatina”, dice Julio Medina. Mientras que Isea indica, luego de una larga pausa: “Hay unas parrandas en Barlovento y ese sonido se parece a una comparsa brasileña. Ese repertorio lo grabó gente como Sardinas de Naiguatá. ¡Ojo! No son tambores de San Juan. También se puede hacer una comparación con el calipso, aunque el nuestro es más antillano. También nos vinculamos con el carnaval y en ambos países se usa el sistema binario (2x4). Otra similitud es que la música brasileña y la venezolana tienen un origen africano, europeo e indígena, cada una con sus particularidades”. Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
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MITOS
argimiro fue nosotros POR ander de tejada @epaleccs ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
Uno piensa en las decisiones difíciles de la vida y se imagina muchas cosas. Cada quien, según su propia historia, su propia visión de mundo y su propia ideología, considerará que ciertas cosas son más o menos complicadas, desde cómo comerse el pan, si en rodajas o como un sánduche, hasta cómo hacer para que los tuyos sobrevivan. En ese último tipo de decisiones quizá se pueda colocar a Argimiro Gabaldón. Imaginen lo que hay que tener adentro de la cabeza y del corazón para considerar que los tuyos no son solo tu familia y tu cerrado grupo de amigos sino toda la gente que habita tu pueblo, toda la que habita tu estado, toda la que habita tu país, toda la que habita tu mundo y que a todos ellos vale la pena salvarlos y, por esa misma razón, ser capaz de entregar el cuerpo y la mente a la lucha directa: aquella que no requiere discursos en televisión ni campañas electorales sino que, en cambio, requiere un par de manos suficientemente fuertes y decididas como para agarrar un fusil y jalar del gatillo mientras se apunta a un militar o a un policía. ¿Qué tuvo que haber pasado con él, con Argimiro, para que asumiera esa decisión, para que tuviera el valor de dejarlo todo, porque lo dejó todo, por gente que quizás nunca vería?
Cuando se consolida más la lucha armada, Argimiro conforma tres brigadas para que participaran en ella: la brigada 11, la 21 y la 31, con la esperanza de que la lucha se extendiera y surgiera como una necesidad del pueblo pobre por liberarse del modelo puntofijista. Como mencionamos antes, Argimiro fue un tipo capaz de renunciar a la estabilidad y a cosas que pesan más, como los hijos. Argimiro dejó cuatro antes de morir por un tiro, en diciembre de 1964. El tiro, curiosa o muy trágicamente, no vino de las filas enemigas, sino que se le atribuye a un compañero de luchas que, por accidente, accionó su arma. Cosas que tiene la vida… Además de guerrillero, fue poeta. Aquí unos de sus versos:
No permitas que tu dolor se esconda oblígalo a salir desnudo a que combata que empuñe el fusil y la granada que anime la marcha Así como lo hicieron muchos, Argimiro Gabaldón dejó todo por que estalle en un grito en el asalto la lucha de guerrillas en un momento en que era la única forma de que ría y que cante en la emboscada hacer revolución. En aquellos tiempos, a los revolucionarios se los combatía a punta de plomo y puñal. Fue militante desde pequeño Tu pena y mi pena y la de todos del Partido Comunista de Venezuela y, en el año 1964, la selva lo es una sola pena militante llamó. Se convirtió en un militante respetado y construyó una repu- armada es el fuego que arde en la alborada tación de líder revolucionario, logrando que su opinión tuviera peso la revolución que avanza desbordada sobre las decisiones de la lucha del partido. hacia el milagro de las cadenas rotas... Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 13 de diciembre de 2015.
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libremente
¿Cómo queremos Morir? Por Miguel Posani / mayleni curros @mposani / @maylenicurros ILUSTRACIÓN FRANKLIN ALVIáREZ
En nuestra cotidianidad la muerte no se considera, no existe, es un tabú. Es más, hasta que no llegamos a la vejez, o nos enfrentamos a la muerte, nos creemos irrompibles e infinitos. Absurda negación frente a la única realidad verdadera de nuestra vida: nos vamos a morir todos. Muchas veces la asociamos hasta con la mala suerte, con cualquier cosa con el objeto de no darnos cuenta de que vivimos dentro de una cultura judeocristiana que nos hace ver la vida como una carrera de acumulación y consumo de cosas, poder y placer mientras todos vamos, inevitablemente, hacia ese momento de inmensa incertidumbre que es la muerte. Si no tienes bienes materiales, la vida se convierte en un fracaso. Así, vamos llenando nuestra mente y espíritu de falsas creencias que hacen que pasemos por la vida sin disfrutarla, sin valorar a quienes amamos, nuestros cuerpos y nuestro entorno; sin disfrutar de la vida, de reírnos, de la familia y amigos, de comer sano, de ejercitarnos y divertirnos. También dejamos de cultivar, todos los días, la solidaridad y la armonía. Llegamos a mayores, o no, llenos de enfermedades y dolencias que nos provocan, en muchos de los casos, muertes dolorosas y traumáticas. Qué tal si nos preguntamos cómo queremos morir, viéndolo como el último proceso de la vida en el que, también, podemos elegir.
¿Consejos útiles? Respóndete esta pregunta: ¿cómo quieres morir?, ¿en una cama de hospital, después de una larga agonía, siendo objeto de consumo de aseguradoras, clínicas y de todo el sistema médico mercantil?, ¿o de la forma más humana, armónica y feliz posible? Luego, piensa qué puedes comenzar a hacer en tu vida para morir como
quieres. ¿Qué le hace daño a tu cuerpo y qué le hace bien? Haz una lista y busca algo fácil por donde comenzar. Otro ejercicio sencillo es recordarte todos los días que vas a morir, a ver si eso hace que valores ciertas cosas de la vida de forma más positiva. Caracas, 13 de diciembre de 2015.
“Lo único que llega con seguridad es la muerte”. Gabriel García Márquez Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
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MIRADAS
El arte de cocinar una cerveza Los venezolanos consumen aproximadamente 2.000 millones de litros de cerveza al año, es decir, entre 65 y 70 litros per cápita. Sin embargo, somos uno de los pocos países del mundo que solo posee dos opciones (de cuestionada calidad): Polar y Regional. ¿Debemos, queremos, y podemos cocinar una nueva cerveza? POR Jessica Dos Santos Jardim • @epaleccs / FOTOGRAFÍAS MICHAEL MATA
La cerveza antes de Cristo
Los primeros indicios de existencia de la cerveza se remontan a 6.000 a. C. y provienen del pueblo sumerio, en la baja Mesopotamia, que obtenía una bebida de carácter sagrado y medicinal que llamaban “Sukari” a partir de la fermentación del grano de trigo.
La birra colonizadora
La mayoría de los historiadores coinciden en que Venezuela empezó a consumir cervezas traídas desde España y las Antillas durante la época colonial, pues en las listas de víveres importados expendidos en nuestras antiguas pulperías aparecen el aceite de oliva, las aceitunas, el aguardiente de uva, alcaparras, almendras y anchoas, así como el anís y la cerveza. Esta última venía envasada en botellas de cuellos ancho y largo llamadas “limetas”.
A su vez, esta bebida aparece reflejada en el famoso Código de Hammurabi, un conjunto de leyes creadas en el año 1728 a. C. por el mencionado rey de Babilonia, en las que se conde- No obstante, durante la guerra de Indepennaba duramente a los taberneros que estafa- dencia, el comercio con España mermó e ran a sus clientes con el precio de la cerveza. Inglaterra y Alemania se convirtieron en las fuentes de abastecimiento cervecero de VeSin embargo, fueron los egipcios quienes nezuela, hasta que en abril del año 1843, en empezaron a utilizar la cebada para producir la zona que hoy conocemos como Colonia una cerveza que convirtieron en su bebida Tovar, en el estado Aragua, los primeros conacional. Además, descubrieron la malta, a lonos alemanes elaboraron la primera cervela que le añadieron azafrán, miel, jengibre, za hecha en Venezuela. dátiles y comino. Finalmente fue en 1893 cuando se funMuchos años después, durante el Renaci- dó Cervecería Nacional, primera empremiento, surge la cerveza blanca que, desde sa fabricante de cerveza en el país, que Europa, paso a América para expandirse por luego de 32 años de operaciones camtodo nuestro continente. Esto aunado a otro bió su nombre a Cervecería de Caracas hecho vital: Louis Pasteur identifica las leva- (que posteriormente fue adquirida por Brahduras y, adicionalmente, consigue evitar la ma hasta su desaparición). presencia de bacterias, lo cual permitió que la cerveza adquiriera estabilidad y se pudiera A partir de entonces proliferaron las emprefabricar y transportar en cualquier época del sas productoras que, poco a poco, fueron destruidas por las únicas que mi generación año. Y en Venezuela, ¿para cuándo? Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 13 de diciembre de 2015.
recuerda: Regional, fundada en Maracaibo en 1929 por un grupo de jóvenes empresarios de la ciudad; y Polar, creada por los Mendoza en el año 1941, quienes han participado de manera abierta en más de una acción desestabilizadora contra el gobiernopueblo venezolano.
La crisis preñada de imaginación
“Empecé a averiguar sobre cerveza en el paro petrolero del año 2002. Sabía que eventualmente se iban a volver a conseguir, pero me generó curiosidad: ¿cómo se hace esto? Porque si quiero una hamburguesa puedo ir a un perrero pero también la sé preparar en mi casa, entonces me cuestioné el tema de los alcoholes. Fue un proceso lento, de mucha investigación, y en el año 2007 empecé a hacer cervezas artesanales. Por bastante tiempo fue simplemente un hobby. Luego empezaron a aparecer cerveceros, marcas y ahora parece ser todo un boom”, nos cuenta Andrés Eloy de Stefano, ingeniero mecánico y uno de los creadores de las birras artesanales Albatros. El movimiento de cervezas artesanales comenzó en Reino Unido durante la década de los 70 y, posteriormente, se extendió a otros países, siguiendo la premisa de ser producciones limitadas que hicieran énfasis en el sabor y en la técnica de fermentado.
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En el proceso de elaboración se cuelan las impurezas
Un destilador de cerveza
El densímetro mide la concentración de azúcares y alcohol
Cada ingrediente es rigurosamente pesado
Caracas, 13 de diciembre de 2015.
Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
14 “Primero, con un rodillo se van partiendo los granos (cebada malteada) con concha, porque la concha luego se usa como elemento filtrante. Después de moler, se hace una mezcla agua-granos, es decir, agua cebada que pasa por distintas temperaturas para darle el perfil de sabores que uno desea y obtener el mosto, que se hierve entre una y dos horas mientras se le va agregando el lúpulo, una planta familia del cannabis que le da el aroma y el gusto dependiendo de la medida de densidad que se agregue. Después de hervir, se enfría rápidamente y se le agrega la levadura. Hay un dicho que reza que ‘el hombre hace el mosto pero la levadura hace la cerveza’, un hongo que convierte el azúcar del mosto en dióxido de carbono (CO2) más alcohol y otros subproductos. Luego, eso se lleva a los fermentadores, con un airlock que libera el gas y bloquea la entrada del aire, que Así se cocina la cerveza contiene bacterias, porque la cerveza es un elemento vivo. Las grandes fábricas pasteurizan, o sea, matan todos los organismos vivos en la cerveza y, a su vez, la variedad de sabores. Nosotros no. El proceso de cocción tarda aproximadamente unas siete horas”, explica el creador de Albatros. Los principales ingredientes de las cervezas son agua, cebada malteada y lúpulo. Sin embargo, Andrés nos explica que esto puede variar: “Las maltas son amplias: pilsen, caramelo, maris oter, chocolate, dependiendo del grado de tostado del grano. También se pueden utilizar otros granos. Por ejemplo: las grandes cervecerías suelen usar arroz y maíz, pero para abaratar los costos, porque son fuentes de almidón más económicas, ya que toda la cebada malteada es importada. En algunas recetas uso avena o pequeñas cantidades de trigo, además de ingredientes como el lúpulo, que es el condimento del caldo, pero también pudieran ser pedacitos de madera, menta, chocolate, frutas y las levaduras que poseen varias cepas. A la par, la cerveza artesanal respeta los tiempos. Yo pongo a madurar la cerveza seis, siete u ocho semanas, porque el objetivo no es vender a macroescala. Uno se dedica a cada etapa con arte y se usan productos de más calidad”.
Cebada molida: componente fundamental
tesanales, que poseen tantas posibilidades como amarras: leyes que impiden su legalización, el inexistente escalonamiento de impuestos y la imposibilidad de conseguir dólares oficiales para importar.
“Si una cerveza es artesanal o no, lo fijan las leyes impuestas. En Venezuela te dicen que al producir más de 20.000 litros ya no eres artesanal, pero ese es un límite El costo de las leyes 75% del mercado cervecero venezolano lo arbitrario, que depende de cada país. Pero abastece Polar, el otro 25% Regional y Zu- también está el tema del costo de venta al lia, y solo 0,01% lo abarcan las cervezas ar- público, que puede variar entre 800 y 3000 Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 13 de diciembre de 2015.
bolívares por una botella de 750 mililitros, ya que todos los ingredientes son importados y no son subsidiados, porque acá, hablando claro, nosotros (el Estado), así como subsidiamos la gasolina, también subsidiamos la cerveza, puesto que le damos acceso a las divisas, a bajo costo, a las grandes cervecerías: una cerveza de tercio fuera del país vale 1,40 dólares, a una tasa Simadi son Bs. 300, pero no todos tenemos acceso a estas divisas. De hecho, ahorita es que el Seniat nos está catalogando como productores artesanales. Antes está-
15 Una birra artesanal bien hecha tiene menos alcoholes superiores, por eso da menos ratón al otro día, pero las macrocervecerías tienen formatos terribles, como la botella transparente que posee una gran cantidad de estabilizantes para aguantar el sol directo”, agrega.
¿Y el objetivo cuál es?
“Muchos. Por ejemplo: Perú tiene, además de sus macrocervecerías, más de 15 microcervecerías. ¿Acaso no son plantas pequeñas? También en Bélgica hay más de 2.000 marcas de cerveza. Es decir, nosotros realmente buscamos dar opciones, que la gente pueda decidir, porque en Venezuela hay un monopolio de la industria cervecera, con leyes hechas por y para las macrocervecerías existentes, que nos excluyen, que imponen que una cerveza, máximo, puede tener siete grados, cuáles ingredientes usar y cuáles no, además de no permitir nuevas iniciativas”, aclara Andrés.
Distintas cebadas, distintos colores y sabores
Más allá de la diatriba de si es bueno o no consumir cervezas de cualquier tipo, también entra en juego un tema cultural.
Prodcuto listo para ser consumido
75% del mercado cervecero venezolano lo abastece Polar, el otro 25% Regional y Zulia, y solo 0,01% lo abarcan las cervezas artesanales —
“Las industrias cambiaron producto por márquetin. Al final, si puedo ubicar la cerveza en todas partes del país y convencerte con publicidad de que es buena, puedo terminar vendiéndote cualquier cosa embotellada y hasta te enseño cómo bebértela. La primera vez que hice una cerveza, era de tonalidad ámbar. Se la di a mi abuela y ella no se la tomó argumentando que, por el color, eso no era una cerveza. Nos han dicho por medio siglo cómo es una cerveza, cuál sirve para la playa (clima), cuál es la del obrero y nada de esto es casual. Nosotros tenemos la necesidad de hacer y conocer otro tipo de productos, no solo en la bebida, también en bamos en un limbo, éramos piratas”, ex- la comida. Nos pusieron un cerco a la fuerza. Por ejemplo: la mayonesa está en la cesta plica De Stefano. básica alimenticia, nunca he entendido eso. Pero para hacer justicia, hay que resaltar Nos condicionan qué y cómo debemos conque la única diferencia no radica en el pre- sumir”, expresa. cio. “Comparar cervezas artesanales con las comerciales es como comparar hallacas con En este sentido, decía Mijail Bakunin, filósohamburguesas: la hallaca es compleja, con fo y anarquista ruso, que los pueblos para esmatices espectaculares, que en cada región capar de su miserable suerte solo tienen tres se hace distinto; la de tu mamá no es igual a caminos: dos imaginarios y uno real. Los dos la de mi mamá. En cambio, la hamburguesa primeros son la taberna y la iglesia y el tercees más simple. La complejidad de la cerveza ro es la revolución. ¿También se puede/debe artesanal es similar al mundo de la cocina. revolucionar los bares? Caracas, 13 de diciembre de 2015.
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AUTOR: FUGA MURALISTA TWITTER / INSTAGRAM: @FUGAMURALISTA FACEBOOK: WWW.FACEBOOK.COM/FUGAMURALISTAVZLA
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minicrónicas
Asram, el extraterrestre Para el noticiero del mediodía, en la extinta RCTV, producíamos un programa de 6 minutos que recreaba pequeñas historias de lo insólito. Misterios y Leyendas era su título. El inefable Noé Pernía, hoy integrante de la tribu de los autoexiliados, era su ancla con altos niveles de sintonía. Ese tipo de temas siempre despiertan emociones e invitan a la curiosidad. Eran tiempos de modorra colectiva y pocas iniciativas sociales despertaban inquietud. Estábamos en pleno marasmo de la Cuarta, a la espera de que algo sucediera. Época de apariciones de personajes variopintos, que se acomodaban con facilidad al paisaje político o farandulero o social o vaya usted a buscar su acomodo. Lo cierto es que se filtró que preparábamos uno de los programas tocando el consabido tema de los extraterrestres. Concertamos citas con los “ufólogos” del patio y grabamos su testimonio, que siempre adquiría visos de increíble verosimilitud. Yo estaba a cargo de los textos del programa y aventuré la tesis de que aquellos que se aferraban a la creencia, documentada o no, de la existencia de seres extraterrenos no proyectaban más que sus propios temores ante el milagro de la vida o que su soledad los hacía buscar respuestas más allá, o bien que se trataba de un mercado gigantesco con el que los vivos de la mass media han traficado con mucho éxito económico, valga decir.
Cierta tarde llegó a la puerta de la oficina un hombre de gran estatura física, pálido como una losa de cementerio, ataviado con impecable traje blanco y camisa cuello mao, blanca desde luego, y zapatos de interminable punta alargada que le lucían muy grandes para su proporción y contextura. Nos espetó que venía con una misión y que teníamos que escucharlo. Nos miramos capciosos y, como por no dejar, lo invitamos a entrar y a decir el propósito de tal “misión”. Pues nada más y nada menos se declaró “enviado” por las autoridades del planeta 6-D.15, ubicado fuera de nuestra galaxia y que su nombre era Asram. —¡Deben ustedes abandonar lo que hacen a riesgo de ser abducidos y llevados ante un tribunal en mi civilización! Nunca supimos si se trató de alguien en busca de figuración. Así fue aquel fugaz contacto con un extraterrestre. Lamento no haber indagado más. Pero, al escribir esto, me recorre un escalofrío y revivo una última mirada que me lanzó el tipo antes de abandonar la estancia con unos ojos muy, muy extraños que, rayados y de azul clarito, me miraron con tal profundidad que a lo mejor sí eran los de alguno de aquellos seres. Quién sabe. Hoy que lo pienso, tal vez Asram ande por ahí. Por DOMINGO MORENO
ENREDADOS La otra Internet. A la radio le tomó 38 años llegar a 50 millones de usuari@s, 13 años a la TV, a internet 4 años y al iPod 3 años. Sin embargo, Facebook llegó a 200 millones de usuari@s en menos de un año, luego de su creación. Según Investing.com, otras transnacionales gringas como Google/Youtube, Yahoo, Microsoft, Apple, Twitter, Amazon también tuvieron un vertiginoso crecimiento. Tanto de usuari@s como de capital. Facebook cierra este año con ganancias sobre 18.000 millones de dólares y Google, hasta noviembre, ganó más de 71.000 millones de dólares. Estos monopolios tecnológicos también extienden su poder hacia medios tradicionales. En 2013 Jeff Bezos, dueño de Amazon, compró el diario The Washington Post. Y viceversa: el magnate Rupert Murdof es dueño de medios tradicionales en Australia, Reino Unido y EEUU que tienen páginas web. Internet se ha convertido en pocos años en el mayor generador de monopolio económico usamericano que se haya conocido, como lo anticipa Robert MacChesney en su libro Desconecte Digital: cómo el capitalismo vuelve a la internet contra la democracia. Ante esta tendencia, movimientos sociales, al terminar el Foro de Gobernanza de Internet, realizado en João Pessoa, Brasil, en noviembre, orientado a las corporaciones que centralizan la red, a fin de obtener rentas monopólicas y el control sociopolítico, reiteraron el llamado al Foro Social de Internet (FSI). La convocatoria se inspira en los procesos del Foro Social Mundial y su visión de que “otro mundo es posible”, y asume que internet se ha convertido en “una red centralizada de vigilancia, controlada por un puñado de gobiernos y monopolios corporativos que tienen una continua microvisión de nuestros espacios de interacción; mercantilizan nuestra información; extraen exorbitantes ganancias al vender nuestros datos personales; y supervisan nuestras actividades en línea e incluso (cada vez más) fuera de la red”. La idea es crear un espacio global para debatir estas problemáticas con base en la justicia social, la democracia, los derechos a la comunicación, el software libre y abierto, los derechos humanos, así como fortalecer a la ciudadanía por encima de gobiernos y corporaciones. El FSI propone luchar por una “internet de los pueblos”. Yanira Albornoz Ríos @albornozyanira
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SOBERANÍAS SEXUALES
Para Miranda POR GUSTAVO MÉRIDA @gusmerida1 ILUSTRACIÓN jessica mena
Creo que ella es mía, y ella me deja creerlo. Me lo concede en un alarde sorprendente de sabiduría acerca de las relaciones humanas cuando le pregunto: “¿Este pie de quién es?”, y responde: “¡De papá!”. Responde igual cuando le pregunto por el otro pie y por el cuello y los cachetes y el codo y se ríe mientras me deja creerlo. Miranda, a sus dos años y medio, intuye que eso me hace sentir feliz. Me deja creer que ella me pertenece por ser mi hija. Por eso decido escribirle ahorita, para agradecerle, y porque no sabe leer aún. Pero cuando sepa leer bien, se haya equivocado, aprendido y vuelto a empezar, cuando ella necesite saber de sexualidad, quiero que lea lo siguiente: No solo nunca me perteneciste, sino que tampoco puedes pertenecerle a otro ser humano. Todo tu cuerpo es tuyo, incluyendo tu totona. Hablando de ella, no introduzcas nada, ni permitas que te introduzcan nada allí —si es lo que quieres— que antes no pudieses introducir en tu boca. Con el culo es igual. La infidelidad no existe. Cuando vivas en pareja —de hacerlo—, el otro tampoco te pertenece. Ese puede, como tú, decidir en cualquier momento estar sexualmente con otro. Eso es de seres humanos. Su decisión es su asunto; tu decisión es tu asunto. Ni los cachos ni las infidelidades existen. Existen los crímenes pasionales y el desconocimiento de cómo somos. Con tanto desconocimiento sucede, entonces, que algunos, al emparejarse, suponen (de un modo tan absurdo que solo se puede entender por tanta falta de entendimiento) que el otro no va a estar más nunca en su vida con otro ser humano, sexualmente hablando. Y, querida hija, esa es una decisión de cada quien: estar, o no, con otro. Muchos, pero muchos sufren por suponer eso. No escojas sufrir tú también. Tienes que aprender cómo se usa correctamente un preservativo. Tu hermano mayor, de 11, aún no sabe usarlo, pero sabe que debe aprender. Tu otro hermano, de 13, está emocionado con el aprendizaje. A tu hermana mayor, de 22, no se le puede olvidar. Tu mamá, y las de tus hermanos, se resisten, pero es mejor que lo acepten de una vez por todas: el mejor sitio para los encuentros sexuales humanos, satisfactorios y seguros es tu casa y la de cada uno de ellos. Y la mía, donde sea que esté. No aceptes esa sinrazón que —como casi todas las sinrazones— roza la estupidez: “Esta casa no es un hotel”. Trata (traten) de no usar la cama de tu (sus) mamá(s). A la mía —como cualquiera, tengo mis prejuicios— le cambias la sábana y ya. Es la única condición. Por último: sabes que es lo mejor que se puede hacer con los prejuicios. Hazlo, y bien. Te amo. Tu papá. Caracas, 13 de diciembre de 2015.
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crítica y media
La Trama Cotidiana
Cinenrollos
A tu memoria Llego y todavía están preparando el dispositivo escenográfico que, por lo demás, está íntimamente vinculado a la iluminación. Una larga manguera de luces es el elemento que sirve para demarcar el área escénica. Recuerda la forma de cómo son delimitados muchos ritos sagrados. Miro la manguera y me da la sensación de que empobrece el espacio. Pienso que con la silla en el medio y las pocas luces es suficiente. Carlos Arroyo, el director, le da indicaciones al luminotécnico. Aníbal Grunn está allí, sentado, tranquilo, finge ponerse nervioso con mi presencia, una manera de reconocimiento que agradezco. Intento ayudar con la instalación de la dichosa manguera, pero un tramo no enciende y termina siendo desechada. Prueban con una solitaria luz frontal que parece satisfacer las necesidades de la puesta. Comienza a llegar el público. Francis Rueda entre ellos.
valiente que no deja de conmover, intentado acercarnos a la literalidad de esta palabra… uno se mueve afectiva y estéticamente con el actor. El espectáculo cuenta con pocas luces, un espacio reducido, un solo actor, con nada de escenografía y escasos elementos de utilería, que más bien pueden llamarse disparadores de la memoria. Y es en el acto de “disparar la memoria” que viene a cuento Francis Rueda. Ambos tienen 50 años en este oficio, y la manera como ella se conmovió y el encuentro de estos dos animales de teatro, que se produjo al terminar la función, es para tenerlo en el recuerdo. En fin, es un espectáculo que tiene más de una década rodando, no puede decirse que es un simple “caballo de batalla” de un grupo que puede alardear de tener un excelente repertorio. Creo que también es un homenaje que, tanto director como actor, le hacen a Giménez, personero del teatro que nunca me cayó muy bien, pero al que hay que reconocerle una influencia decisiva en el devenir teatral venezolano de las postrimerías del siglo XX. A tu memoria es una apuesta sencilla, sin ninguna ampulosidad, muy bien llevada a escena, muy bien actuada, que nos habla del significado del teatro y más allá, del arte todo. Por Rodolfo Porras
FOTO yaraculturablogspot
El espectáculo es un compendio del hecho teatral en varias instancias. Por un lado, recapitula retazos de puestas en escena de Carlos Giménez; también nos muestra la extraordinaria versatilidad actoral de Aníbal Grunn, quien es capaz de realizar transiciones inmediatas, no solamente de ánimo o de situación sino de personajes en circunstancias muy distintas. Al mismo tiempo se va develando una historia íntima, sentimental,
Lo que deja el año (parte I). Escribo esta co-
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lumna luego de los resultados del 6-D. Lo primero que pienso son las consecuencias de esta nueva configuración de la AN en el cine criollo. Hasta hace poco entraba en discusión final la reforma de la Ley de Cine, la que sin duda sería aprobada. Mucha de la gente que colaboró en la redacción de esta pertenecía a las filas de la oposición, a pesar de que hubo voces que no estaban de acuerdo. Supongo que ya no será aprobada y todos los beneficios para la industria y sus trabajadores se perderán. Uno de los artículos contemplaba la distribución de películas nacionales en salas comerciales para tener mayor presencia, además del aumento de las contribuciones por parte del sector privado al Fondo de Promoción del Cine Venezolano (Fonprocine). ¡Bueno, señores, llegó “el cambio”!, y con él pueden olvidarse de cualquier nuevo beneficio para nuestro cine. Recuerden: contra “las libertades privadas” no se debe atentar. Es una lástima pensar que los mismos que apoyaban estos cambios son los que han votado en contra de quienes podían hacer posible que ocurriesen. Recordemos que un importante sector opositor hace vida en la industria. Esto me lleva a la siguiente reflexión, en especial sobre los títulos que se estrenan en el país, la mayoría echando paja. Desde el Gobierno todavía no se han sentado bases para crear un cine con ideología y contenido social. Peor aun, siguen prevaleciendo temas como narcos o una sociedad en ruinas, pues los directores, guionistas o productores de estos filmes son opositores. No estoy diciendo que no se deba financiar a estos sectores, pero sí que se apuntale una “escuela” de cine que privilegie la reflexión y posea contenido ideológico de izquierda. Si hay algo que eliminar es el clientelismo y el amiguismo, propios de nuestra cultura. Aún retumba en mi mente uno de los primeros estrenos de la Villa del Cine, La Clase, basada en un libro del Ministro de la Cultura de ese momento, Farruco Sesto. Esperemos que todo lo ocurrido nos sirva para reflexionar en dónde estamos parados y hacia dónde queremos ir. Urgen respuestas culturales contrahegemónicas y representativas de nuestros procesos. Mauricio Díaz Sánchez diaz.mauricio@gmail.com
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ENTREVISTA
Omar Hassan: poder, fe, pobreza y guerra el politólogo, o biólogo, o internacionalista Omar Hassan hace una breve reseña de su nuevo libro, una guía para entender conflictos difíciles POR ANDER de TEJADA • @epaleccs / Fotografías JONATHAN MENDOZA
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El autor sitúa la gestación del Estado Islámico 20 años atrás, por la forma en que se administró la Irak invadida
No teníamos bien establecidas nuestras intenciones antes de entrevistar a Omar Hassan. No sabíamos si preguntarle cosas respecto al conflicto árabe, del que es experto. Quedamos, pautando la cita por teléfono, en que iba a ser sobre su libro Poder, fe, pobreza y guerra: crisis y conflictos en el mundo multipolar del siglo XXI. Esto puede considerarse, al final, como una recomendación para que lean el documento, que está compuesto de artículos que Omar escribió de forma dispersa sobre tópicos relacionados con las relaciones internacionales. Al final, es para eso. Acentuó: “Que no se te olvide, por favor, mencionar que el libro está escrito para estudiantes universitarios de Relaciones Internacionales y que lo más importante es la introducción’’. En esa parte del libro él da herramientas teóricas y conceptuales para poder analizar los casos expuestos con mayor rigurosidad y menos sesgo. Los artículos son diversos. Desde la guerra entre Arabia Saudita e Irán hasta el conflicto palestino, pasando por el cambio en política internacional entre las dos Venezuelas.
''Entonces, la tesis del laboratorio de la CIA es reduccionista, pero, en esencia, no está errada” —
camente. El tema domina, pero no es el único. El objetivo primordial es introducir a la población venezolana, y específicamente a los estudiantes de Relaciones Internacionales, en el ámbito y en la política internacional, a todos esos conceptos. Es algo mucho más amplio que simplemente el Medio Oriente. Tiene un nivel de variedad amplio, pero los temas consistentes del libro son el poder, la fe —religiosa o no—, la pobreza y la guerra. “Todo el mundo cree que es un libro de- Y son temas constantes en todo el ámbito dicado al Medio Oriente, y no es eso úni- de las relaciones internacionales’’. Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
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Le pedí que, ante la poca información que tenemos sobre culturas distintas a la occidental, explicara, según lo señalado en su libro, algunos elementos ilustrativos para entender el conflicto árabe. —En una entrevista tan corta no es posible explicar a fondo el conflicto. Pero, en función del libro, puedo hacer un llamado y una invitación a la lectura del último capítulo: “El nuevo leviatán del Medio Oriente: el Estado Islámico como instrumento para la balcanización de la región”. Es un documento un poco extenso. Son alrededor de 80 páginas. Es el artículo más grande. Me dedico a explorar la evolución de esa quimera, de esa entidad, desde una perspectiva sociohistórica, en vez de una perspectiva propagandista y poco científica. Lo hago en un arco histórico que se inicia desde la guerra Irak-Irán, en 1980, y nos lleva a 2013, cuando nace la criatura, y a 2014, cuando empieza a consolidarse. Lo que motivó la escritura de ese artículo es que todo el mundo me decía que el Estado Islámico era una cosa que inventaron los laboratorios de la CIA. No es que esté en contra del concepto per se, pero creo que es tan equivocado en
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el sentido sociohistórico, serio y académico, que no estoy dispuesto a utilizar esa expresión porque, efectivamente, es como alegar que la polarización en Venezuela es resultado de la política de un individuo como Hugo Chávez, es como alegar que las clases sociales las inventa una persona. Las clases sociales no son invención ni manipulación ni control de una persona sobre otro grupo. Las clases sociales y los conflictos estructurales surgen de elementos estructurales. Puede que haya actores principales, pero no son ellos los que las inventan, porque nadie inventa estructuras. Hassan afirma que el Estado Islámico no es la resultante de la invasión gringa a Irak en 2003 sino que, en realidad, es un fenómeno que se venía gestando 20 años atrás, en 1980, por las políticas estadounidenses en Medio Oriente tras la guerra Irak-Irán. En ese capítulo hay una exploración detallada de esas políticas de ocupación, cuando, según Omar, a Irak “la administraron como a una colonia”.
simple vista son una serie de declaraciones: tienen un contenido pero necesitan ser explicadas, contextualizadas y sociohistóricamente sustentadas, y eso es lo que trato de hacer en ese capítulo. Es extenso, pero es un estudio sobre los paradigmas que definían la política exterior de la República de Venezuela y cómo son los paradigmas de la política exterior de la República Bolivariana de Venezuela’’. Otro documento que Omar recomienda es aquel titulado ‘Nicolás Maduro: entre el garrote y el bisturí’. Explica que cansado ya de que la gente le hablara de lo sucedido en Venezuela en 2014, aquella “embestida fascista” también denominada guarimba, únicamente como una guerra de cuarta generación sin que se especificaran las estrategias bien planteadas que se utilizaron para responder a esa guerra, Omar trata de explicar la verdadera anatomía del conflicto y cuál, en verdad, es la verdadera hazaña del gobierno.
“Todo el mundo establece sus características y la gente las sabe pero, por el contrario, desconocemos cómo responder, cuál es la contraestrategia. Después, en el libro, se comparan esas estrategias, tanto lo que hizo Maduro como lo que hizo Yanukóvich en Ucrania, resaltando cómo uno fracasó y el otro tuvo éxito. El éxito de Nicolás Maduro no fue éxito de Nicolás Maduro, fue éxito del comandante Hugo Chávez, porque él dejó preparadas todas las bases para una contraestrategia efectiva ante la guerra de cuarta generación. Maduro las activó y las aplicó. Pero su mayor virtud fue que, a pesar de su poca experiencia como jefe de Estado, tuvo la paciencia para controlar el pulso de las fuerzas del Estado, cuando los verdaderos enemigos de Venezuela, el gobierno estadounidense, buscaba que se descontrolara. Su virtud fue el autocontrol y evitar salir como sus aliados decían: ‘¡Mano dura!’. Mano dura es exactamente lo que se estaba buscando para ahogar y destruir este país’’.
“El Estado Islámico es una monstruosidad, sí, pero hay que entender por qué surgió. Resulta que es hijo de otra monstruosidad, que es la gestión de Estados Unidos y, posteriormente, de los gobiernos chiitas en Irak que, lamentablemente, terminaron cometiendo las mismas barbaridades que cometió Saddan Hussein y el gobierno sunita en sus inicios. Entonces, la tesis del laboratorio de la CIA es reduccionista, pero, en esencia, no está errada”. Más adelante continuó explicando el proceso de elaboración del documento. Entre los diversos temas resaltó de nuevo que se trataban distintos tópicos en cada capítulo. Sobre los de Venezuela, dijo: “La política exterior venezolana se critica porque no se entiende que los cambios que se están dando en ella son revolucionarios. Y, para mí, estos cambios significan que los propios paradigmas que sustentan y guían las políticas exteriores son los que sufrieron transformaciones a nivel estructural, no formal. Eso ha sucedido en nuestro caso. Claro, a Portada del libro de Omar Caracas, 13 de diciembre de 2015.
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GASTRONOMÍA
PICHONES DE SIBARITA
copacabana: pecar con la carne POR carlos cova @carloscobero FOTOGRAFÍAs jonathan mendoza
Ha comentado Fernando Savater en un ensayo sobre Shakespeare que uno de los insultos más curiosos de la época isabelina resultaba la proposición “vil jugador de pelota”, que aplicada a ciertos súbditos ingleses, quería acusar sus maneras toscas y rudimentarias. En otro contexto, para denunciar la primitiva costumbre de quien se reúne a comer carne al aire libre gustábamos emplear el término “vil comedor de parrilla”, aplicable a aquellos que la imponían como invariable rito de fin de semana. La ocurrencia no pretendía más que tomar el pelo a los “generalizadores” que suelen aflorar en las discusiones de sobremesa durante, por ejemplo, una parrillada.
En medio de tales argumentaciones, los venezolanos resultamos una cosa u otra, menos unos “pertinaces devoradores de arepas” que unos “embelesados consumidores de cachapas”, no tanto unos “aletargados saboreadores de pollo en brasa” como unos “viles comedores de parrilla”. De esta dinámica se extraería entonces una nueva generalización: la de que somos unos “insignes habladores de güevonadas”. El hecho indiscutible es que asar carne a fuego directo constituye una sólida institución de la cultura venezolana y no son pocos los establecimientos especializados en esta propuesta cu-
linaria, habiéndolos en nuestra ciudad de todas las categorías. El target de Copacabana correspondería, por sus precios, al grupo de los de mayor jerarquía y en tal recuerdo permanecía en la mente de este pichón redactor desde hace unos tres años, tiempo en que la primera redacción de Épale CCS armonizó con sus coordenadas, entre las esquinas de Reducto y Miranda, en la avenida Lecuna. Desde entonces no habíamos vuelto por sus predios a degustar sus buenas ensaladas (César o Aguacate con Palmito), sus abrebocas (Queso Telita o Tostones con
RECETARIO DEL PELABOLA
Bollitos navideños instantáneos pelabola POR malú rengifo @malurengifo
Cuando la suegra mía —que Dios me la bendiga y me le dé mucha salud— trabajaba en el palacio de Miraflores, todos los diciembres hacían un compartir en el que los trabajadores se repartían la responsabilidad de llevar tal o cual comida y terminaban con la barrigota llena y el corazón más contento que piojo de rastafari. Para aquel entonces, a la suegra mía le llamaban Olga, la reina de los bollitos, porque ella se sabía resolver unos bollitos navideños pelabola más sabrosos que el carrizo, fáciles y rapiditos de hacer porque, claro, no se trataba de unos convencionales y trabajosos bollitos navideños sino de su versión fácil, rápida y pelabola. Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
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COPACABANA
Guacamole) o sus diferentes carnes al grill. En esta oportunidad no hubo suerte, si de tal se trata en el caso de un comercio de estas características.
del plato se guarnecieron de la respectiva franja verdirroja (guasacaca y picante), los tenedores se abocaron a pinchar. Ha de fallar la hipótesis, a veces, en el momento de hincar un felino sus fauces en el antílope de turno, presupuesto a darse festín. La carne pasa de estar deliciosa en el primer bocado, a estarlo un poco menos en el segundo, a encontrarla grasosa en el tercero, a tener mal sabor en el cuarto, a resignarnos en el quinto.
Queriendo medir por enésima ocasión cuán comedores de parrilla seguimos siendo, propuse a mi compañero de pauta compartir una parrilla picada grande. Jonathan no movió un músculo de la cara. ¿Su aceptación del envite resultaba acaso obvia? Una vez servido el condumio, el culto de embestida, que nos hermana con No hay peor pecado que el de la carne. Lo los depredadores más fieros, es de minu- sabemos por viejos y por diablos. Y por cioso cumplimiento. Mientras los bordes carnívoros.
Ella me echó ese cuento y yo estaba escéptica, así que tuve que hacer el sacrificio de probarlos y, de pana, de panita y todo, son bien ricos. Eso sí, no tienen sabor a hoja de plátano (los catadores de bollos y hallacas más exquisitos aseguran que la hoja les da un sabor especial, y yo apoyo la moción), pero no importa, porque al envolverlos como lo hace Olga, con un tajo de papel de aluminio, usted se ahorra la comprada de las hojas, la lavada de las hojas, la quitada de las venas, la amarrada del bollo y toda esa parafernalia. De resto, la sabrosura del bollito depende de cuánta sazón sea usted capaz de encasquetarle a una palangana ’e masa. Yo le daré unos truquitos básicos y usted hará el resto.
En el mismo sartén, si le provoca, va a poner a hacer un buen sofrito. Pimentón, ajíes, cebolla, ramitas, lo que guste. Carnita picada en trozos pequeños, pollo y cochino, si tiene. Un buen truco pelabola rendidor es agarrar una chuleta ahumada, un bistec y media pechuga de pollo. Esas tres cosas picadas en cuadritos alcanzan como para hacer un sofrito para treinta bollitos, ¡fáchil! Todo aquello se lo va a echar usted a la masa que ya hizo, junto con unas cuantas aceitunas, pasas y alcaparras. Amasará y amasará hasta que todo esté bien revueltico, y pondrá a hervir una ollota de agua a buena candela.
El último paso es muy sencillo: haga usted unos bollitos, así, rolitos normales y corrientes, y envuélvalos como un caramelo en papel de aluminio. Cuando el agua esté hirviendo los echará a cocer por diez minutos y La cosa es así: Primero va a agarrar un sartencito y va a poner a calentar una ta- ya. Sáquelos, déjelos enfriar un poco y coma. Los que queden se pueden cita de aceite y un buen puñado de semillas de onoto. Cuando eso guardar en la nevera y volver a hervir sin problema alguno. Así es como hierva, el aceite se va a pintar de rojo y usted lo va a dejar enfriar. se hacen los bollitos-navideños-instantáneos-pelabola. ¡Felices fiestas! Luego va a amasar una palanganota de harina de maíz, agua, un poco de sal y otro poco de azúcar, y para darle el color bonito un Nota: los pelabola no usamos microondas, eso es malo. Y si lo hacemos, le quitamos el aluminio a los bollitos antes :). buen chorro de aceite de ese rojo-rojito. Caracas, 13 de diciembre de 2015.
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Los burócratas Por Roque Dalton (El Salvador)
POR INDIRA CARPIO @indira_carpio
Chavista
Por Indira Carpio Olivo (Venezuela)
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TRINOS
POEMA
El origen de Chávez como el de los cualquiera, comienza con un cielo de barro, el olor del café que despierta antes que el gallo, la pobreza aquella de vestir algunos trapos y la riqueza de desnudar el alma apenas aprendió las cosas del decir. Y así llegó, y el pujo no fue sino una palabra, cortita y acuosa. De la pelvis de Doña Elena amaneció la historia. Y entonces yo fui chavista y no había nacido. Él vendía arañas, cuando mi abuelo era militar. Nosotros suspiros, cuando él se hacía Teniente Coronel. Mi abuela fue sabia, aunque su dolor no lo era tanto, y fue chavista. Como Mamá Rosa, que lo era, incluso antes de que naciera Hugo. Aquél señor que organiza las varas para que de su gente se eleve el hogar: es chavista. Aquella que multiplica la cachama, la niña que tiene más semillas sembradas que días de vida. El que le limpia los vidrios a los que la visión es del tamaño de su parabrisas, la que madruga para que la redondez de la arepa bautice el día de su muchachada, el que no sabe leer la eñe, pero la cuenta y la dibuja como si la hubiese inventado. Ellos, ellas, así no lo sepan, son chavistas. Tercos, de sonrisa obstinada, los que crecieron sin nada y sin nada se van, de vuelta a la tierra. Los que la vida les quedó corta, aunque el dolor les parezca largo. No los hizo chavista la carne que después de viejo pudieron comprar, ni el papel con el que se limpian el culo después de digerir la carne. Como el nombre, ser chavista les vino con la suerte de nacer común. A ellos la tierra les creció entre las uñas y no al revés: porque hay a los que les crece las garras para hacerse de la tierra. Porque ser chavista no te hace mejor que nadie, entonces hay que serlo.
Los burócratas nadan en un mar de aburrimiento tempestuoso. Desde el horror de sus bostezos son los primeros asesinos de la ternura terminan por enfermarse del hígado y mueren aferrados a los teléfonos con los ojos amarillos fijos en el reloj. Los burócratas tienen linda letra y se compran corbatas sufren síncopes al comprobar que sus hijas se masturban deben al sastre acaparan los bares leen el Reader Digest y los poemas de amor de Neruda asisten a la ópera italiana se persignan firman los pliegos nítidos del anticomunismo los hunde el adulterio se suicidan sin arrogancia tienen fe en el deporte se avergüenzan se avergüenzan a mares de que su padre sea un carpintero.
la parada poética @laparadapoética
Quizás lejos del agua pueda ser otra cosa no un barco. Samuel González-Seijas
cara ’e libro César Seco (Venezuela)
La poesía es el único reino sin jerarquías.
Es el que lanza la piedra, es la piedra, también el mar, y la danza que desdibuja la calma, la roca a la que se la traga la sal y a la que vomita el agua en montaña. Chávez también fue chavista. Sé de varios que lo siembran letra por letra y lo riegan con el mismo sudor. Otros se lanzan a mar abierto, a ser carnada para la pesca. No nos guardamos la espalda, ponemos la carne para cargar los huesos y hacer la leña y atizar el fuego. Alrededor, bailarán nuestros hijos y los suyos.
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NOVELA
Historias de la calle Lincoln (XIx) DE CARLOS NOGUERA / iLustraciones jESSICA MENA
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Edición Número Ciento cincuenta y nueve. Año 04. ÉPALE CCS
28 Ya me estaba poniendo nervioso la cara de Rafael cuando es Arle, siempre oportuno, payaseando a todo dar, el que comienza a tocarnos, a conjugarnos para que bailemos porque, dice, esta oración negra no debe perdérsela nadie. Yo me agarré la rodilla y me acordé vagamente de la recomendación del traumatólogo, pero más duele un coñazo en el espíritu que en el hueso, razoné, de manera que hice de tripas corazón y de mi proyecto de pierna una pierna verdadera, y yo mismo soy, volví a decir por enésima vez en la noche, y haciendo una venia increíble y levantándome y tomando entre mis manos las blancas manos de Mónica, la conduje para que nuestros cuerpos abandonaran los aleatorios y vulgares movimientos cotidianos y se sumergieran en el profundo pozo de gestos sucesivos y rítmicos que pautaba la música.
Viene del número anterior Con aquella anécdota yo me quedé convencido de que Arle muy bien podía disputarle a Guaica el título de payaso del año; debe ser porque es actor, pensé, estableciendo más por ocio que por curiosidad las diferencias que existían entre el humor chabacano de Arle, y el humor sofisticado y un poco intelectualoide de Guaica; esto fue después cuando terminé de reírme, porque en plenas contorsiones, llorando entre las carcajadas, abrazado a Henrique que estaba como privado de la risa, y de Patricia, que pedía aire, tuve la premeditada delicadeza de compartir mi euforia, telepáticamente, con la complicidad de la enigmática dama que acunada en el puf anaranjado, cerca del divisor de ambientes, rendía sus miradas ante los irresistibles encantos personales de este servidor. Ya deben haber intuido que esto tiene de enigma lo que yo tengo de finlandés, y que la dama no es otra que Mónica, y que el tipo, con cara de arrepentido, que la custodia y no le quita la vista de encima, es Rafael, y que Mónica, a la larga, o mucho mejor: a la corta, abandonará a Rafael que tal vez siempre estuvo abandonado, el pobre, y me concederá sus favores envueltos en una cálida y tropical tempestad de arena cerca del mar, dentro de unas cuantas horas. Sólo el trivial y ancestral pavoneo del macho alrededor, sólo el prehistórico acatamiento callado de la hembra, sólo el consabido y harto conocido intercambio de tactos, visualizaciones, olores, sabores y sonidos, sólo el histórico preámbulo sinuoso, anodino, fútil y delicioso en suma, mediará entre este apartamento y la playa, entre esta madrugada y la tarde, entre este preliminar contacto a distancia y la posesión furiosa, sólo escaramuzas sucesivas donde el arte y la costumbre, el hábito y la sorpresa, se ensamblarán en una paradoja complementaria, hasta constituir ese fenómeno curioso e inagotable que pretendo recordar: la seducción. Y es así que mucho más acá de la literatura, muy por debajo de los conceptos, el telón se descorre poco a poco mientras yo me separo del grupito de Arle y me desplazo sobre la mullida alfombra, campaneando por no dejar el escocés que Patricia me ha traído, para matizar y
para acompañar a algunos zanahorias que merodean, y comienzo mi dramático levante acercándome a Mónica con un histórico: —Hola —mientras cruzo los dedos de la mano izquierda en el bolsillo de la chaqueta. Y claro, —Hola —me responde—. ¿Quieres sentarte? —señalándome un pedazo libre de alfombra a los pies del puf.
El agarrarla suavemente por la cintura y el que se me viniera encima como una desesperada a resoplarme en el cuello, a colgárseme y a rozarme levemente la barba mala, fueron una misma cosa. Yo me alegré de la adherencia porque así la pierna me sufría menos y porque de verdad que jamás en mi perra vida me había encontrado con un cuerpo tan tibio que me había puesto a funcionar de una manera tan súbita y con una potencia tan furiosa, que nada tenía que envidiarle a los púberes campeonatos de masturbación cerca del río, cuando tenía trece años.
Y yo: ¿vasallaje es lo que quieres? Y ella: Aquella erección fue el mejor argumento: ¿por qué no? Y yo: ¿tan pronto? Y ella: el me olvidé de la pierna, me olvidé de la cara vasallaje es o no es, no hay que entenderlo. de Rafael, me olvidé de la nutrida pata que me escoltaba, me olvidé de la noche, del paY yo: es mutuo o no es, hay que establecer- sado, del apartamento, de la música, y me lo. Y ella: ¿orgulloso? Y yo: justo, simple- enlacé dispuesto a prolongar más allá de cualquier eternidad ese éxtasis contenido, mente justo. en suspenso al borde del clímax, que me reImagínense este diálogo: cursi, dicho a sal- conciliaba con la vida. tos, avanzando a través de pequeñas pausas de silencio, premeditadas y excitantes; ima- Viré levemente la cadera hacia un lado y me gínense un fondo de bossa nova y quince acomodé el argumento de manera que acopersonas revoloteando alrededor; imagí- plara de una manera más fluida entre las nense una cara al lado, sorprendida e inde- piernas de Mónica. cisa, destilando cólera por todos los poros: la cara de Rafael; y habrán captado la escena No abuso si agoto en una línea la descripción de la media hora que siguió: en todos sus detalles.
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29 Recuerdo claramente la fricción cálida contra la piel, el espectáculo giratorio de los rostros que de alguna manera testimoniaban la presencia lejana e inapreciable de la realidad; recuerdo la cadera de Mónica, sorbiendo mi sexo; recuerdo, finalmente, más acá de la lírica dulzona que toda memoria erótica determina, la expresión extraviada y desconcertante de Rafael, acodado contra el muro de la terraza: un rostro cadavérico, mucho menos lamentable, sin embargo, que ese otro que nos exhibió después, cuando acostado boca arriba sobre el piso de la terraza, al borde del antepecho, sostenida su cabeza por las manos de Guaica, que había interrumpido su suicidio, babeaba y vomitaba hacia los lados los últimos restos de un líquido amarillento que reproducía alquímicamente todos los manjares, comibles y bebibles, que unas horas antes habían reposado en el pantri de Arle. —No creí que lo tomara así —fue lo que alcanzó a decir Mónica, mientras Arle, tal vez para quitarle gravedad al incidente, tal vez para conjurar con payasadas la proximidad un poco chistosa de la muerte, colocaba un monísimo gorrito de cogollo sobre la cabeza de Rafael, mientras Rafael le colocaba a él
y de paso a toda la honorable concurrencia una monísima sonrisita de despedida y no me olvides, tambaleándose hacia la puerta de salida, ayudado por Guaica.
lá no se le ocurriera andar jugando otra vez al suicidio, que pobrecito nuevamente, que todo había sido por la curda que cargaba, que él no estaba acostumbrado, que qué inmaduro que era, que la perdonara yo por —El carajito pensaba de verdad zumbar- el show, que le daba tanta pena conmigo, y se por la terraza, qué bolas —dijo Guaica, otros tantos ques interminables que su alma cuando se nos acercó después de meterlo en de mujer le dictaban. el ascensor. Yo me calé la melodía completa porque —Y este gran carajo animándolo —dijo era realmente una carajada no responderHenrique, chorreado de la risa y señalando le ahora que me estaba necesitando; son a Güido que entretanto hacía todo lo posi- las balanzas del destino, pensé: me cambia ble por joder a Rodrigo. una psicoterapia por un jamoneo, está en su derecho. Y ya estaba a punto de propo—Con esas vainas hay que tener mucho cui- nerle otro comercio de trueque esta vez sodado: insisto en que es un carajito… —fue bre la cama que se guillaba a medias desde lo último que le escuchamos decir a Guaica: el pasillo donde realizábamos la catarsis porque Mónica, digo yo que un poco para improvisada, arrimándola, arrimándola, ponerle parchos porosos a su sentimiento desplazándola imperceptiblemente hade culpa, me haló por un brazo y me llevó cia la puerta del dormitorio, cuando veo hacia el pasillo del fondo, que ella no tenía al maldito Güido que entra, bailando una la culpa, que había hablado claramente con samba, envuelto en una larga cobija, conél, que última vez que le pasaba eso de an- toneándose con los brazos hacia arriba, dar terminando de criar a un carajito como sosteniendo una imaginaria cesta de frutas aquél, que lo lamentaba, que mejor así, por- tropicales sobre la cabeza, pasillo es, grita que ya la tenía obstinada, que pobrecito tan el desgraciado, y yo estoy a punto de mensensible que es, que para qué se vendría a tarle la madre cuando veo que le mete una enamorar de ella, que ya le pasaría, que oja- patada a la puerta del dormitorio y a media
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luz diviso dos cuerpos que se contorsionan, desperezándose sobre el lecho, y yo estoy a punto de pensar qué singue, cuando veo dos hermosas cabelleras femeninas que se incorporan sobre el colchón y qué grotesco, algo por el estilo, dice una de ellas cuando Güido les sacude el bastidor, y yo estoy a punto de decirle a Mónica mírame esta pelotota, cuando es Mónica la que se adelanta y me dice: es Adrianita con su nueva compañera: Elizabeth, y yo le pregunto que cuál es Adrianita y ella me dice que la más joven, la bonita, mientras Güido, concluida su labor, sale disparado hacia la sala nuevamente al ritmo de la samba con su cesta de frutas y su sábana envolviéndole el cuerpo, y yo estoy a punto de criticar a Adriana, cuando oigo a Mónica: Adriana es una gran amiga, la aprecio mucho, me dice, mientras ella misma cierra la puerta para retornarle su intimidad a la hermosa parejita, mientras yo renuncio a los estar a punto y a la inminencia de la cópula y mientras una zorra dentro de mí, contemplando las uvas, se da media vuelta y susurra: al fin y al cabo es demasiado pronto; y en el próximo cuadrito de la comiquita aparece mi cuerpo dibujado, las manos debajo de la quijada, los ojos mirando hacia arriba y el cuerpo de Mónica, chiquitico, alejándose, volando entre una nube, con un carteloncito detrás que dice mañana. Todo salía esa noche a pedir de boca, Ernesto, estabas feliz y pleno con tu bonche, y tu curda y tu Mónica acurrucada al lado, hasta que mi enfermiza imaginación, o tal vez el enfermizo pretérito, colocara el cuerpo de El Gato, completo e inamovible justo frente al pasillo cuando tú justo venías abrazado a Mónica, emergiendo hacia la sala, sonriente. Si hubiera sido el fantasma de El Gato el que se te apareciera, no te hubieras impresionado de la manera como lo hiciste. Claro que su rostro todo conservaba cierta tendencia
de rasgos, cierta apariencia semifelina inconfundible, que fue, precisamente, lo que te permitió reconocerlo; pero sin su barba, sin las sucias ropas de campaña, sin su expresión decidida y optimista, aquel cuerpo se te antojó en un primer momento una sombra más que un cuerpo, o era tal vez la atmósfera creada por el penjaus, las luces, la curda y la música lo que te hacía percibirlo dentro de aquel matiz de irrealidad con que ahora se te presentaba. Lo que estaba frente a ti más que un amigo era una paradoja: era el contrasentido de todo lo que el pasado había determinado en tu vida, imposible de ensamblar coherentemente con este presente, con esta ebria tentativa de vivir a horcajadas, en relincho, errando constantemente el objetivo, extraviando la luz, tachando a ciegas de la nómina pedazos de tiempo y de espacio, irrecuperables. Claro que toda esta amarga resaca te llegó luego, más tarde, después de despedirte, en este primer momento en que lo miras es sólo una increíble alegría lo que experimentas: lo abrazas, lo palmeas, se lo presentas a Mónica, lo llevas hacia el fondo, hacia el lavadero, en un atropellado monólogo le cuentas todo lo que ha sido de ti, tanto, tanto tiempo, te sorprende por momentos su reserva, lo atribuyes a la timidez, al ambiente, qué haces por aquí, y él no te contesta, sabes que me encueré, te dice, coño, qué bien, le contestas, y cuéntame, y él te enumera esa larga epopeya trivial que constituye la vida marital, los hijos, la lucha por el pan, y tú sospechas no sabes por qué, sospechas que apenas te está revelando la fachada, y enseguida retornas sobre el tema de la montaña, y él esquivo, y le hablas de tu pierna, de Pereira, de la rótula, de la emboscada de Junio del 65, tanto, tanto tiempo, es mejor no hablar de eso, te dice, y tú insistes con la camioneta y la subametralladora, y la imagen persistente en las montañas de Agua Blanca, tú cojo, apoyado sobre El Gato, en aquella retirada, si no hubiese sido por ti,
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dices, y él, es mejor no hablar de eso, y tú, qué haces ahora, ¿militas?, y él, es mejor no hablar de eso, y tú, soy tu pana, loco, qué te pasa, y él, loquito, no te va a gustar lo que te cuente, es mejor dejarlo así, y tú insistes y ves que te baja la cabeza, y él, ya no soy el de antes, mano querido, me he vuelto una mierda, no valgo medio de mierda, bajando la cabeza hasta casi apoyar la barbilla contra el pecho, en un susurro apagado, ni medio de mierda, palabra, loco, y en esa misma modulación sorda El Gato fue disolviendo dentro de ti en media hora, toda la imagen fresca y violenta que tú poseías de él, hasta substituirla por un ensayo de rompecabezas increíble que casi te negabas a admitir. —Bueno, hermano, al fin y al cabo es una forma de protestar contra el sistema —le dijiste, tratando estúpidamente de consolarlo, al final. —Lo dices por lástima, viejo, lo sé: no soy una protesta, soy un mojón, simplemente un mojón —te respondió, palmeándote, mientras lo acompañabas hasta la puerta de salida, mientras tratabas de interpretar como sonrisas los restos de aquella mueca informe con que se despidió en el justo instante en que el “prenotado” del ascensor se encendía en el recuadro verde de la pared. Te volviste para mirar a Mónica que te esperaba, recostada contra la puerta; dijiste un qué carajo, que ahora te sabía a desaliento, y apenas te quedó tiempo para resistirte cuando Arle y Henrique, qué te habías hecho, catire del coño, te dicen, y hacen desaparecer tu cuerpo y el de Mónica en el cerrado laberinto del baile, en medio de la sala. —¿Qué carajo hacía El Gato por aquí? —alcanzaste a preguntarle a Arle. Próxima semana: Capítulo 12
TRADICIONES NAVIDEÑAS
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1
4
Nombre de mujer Figura 6
3
ComNarcótipulsión Inhabili- cos Anódad respiranimos toria
Amarrará, liará
Padre, papá
Carta de la baraja
Nacidas mediante cesáresa Producir algún efecto Hogar, vivienda
InstruMojáis, mento Empare- humemovido ja y cría decéis, por fuerza bañáis animal o mecánica, sirve para labrar la tierra Figura central Murmure, susurre
Bastón Emplea, Origen o Dad al del Mensaje utiliza piso (inv.) Bojutsu oral o es- principio (inv.) (inv.) crito que de algo se deja a otra persona
Símb. quím. ástato
Corte de la caña
Preposición
Sufijo de golpe
Par, dúo
Figura 3
Figura 5
Persiga, atrape y mate
Donar, otorgar Usted
5
Trast. por déficit de atención De hueso (fem, pl) Libro de misa (inv.)
Líquido que circula por los vasos de las plantas
Dominio web para Argentina
Estado de la materia Rasura (inv.)
El hijo de mi hijo
Producen saliva
Carro muy seguro Antipática
Estropajo, coleto
Adormidera (pl.)
Adición
Nivel en las artes marciales
Figura 2
Rabia, odio
Huronera, madriguera (pl.)
6
Contracción gramatical
3,1416
Mantra universal
Corriente continua
Rastafari Preso (inv.) Voz militar
Agencia Remol- CarabobeDios del cas ña de Voz para Adorna, compone Sol Noticias expresar mal olor Cuba. Agencia de Información Internet Nacional de Cantv Ganso doIgualar méstico con rasero 7ma letra del Sociedad ABC (inv.) Anónima
Desplacé, movilicé Remolcan una nave (inv.) Superficie del rostro humano Onomat. de la campana
Áreas, lugares
Figura 1
Ley de Reg. de Alquileres (s.)
Expeler líquidos del cuerpo por los poros
Mun. Edo. Sucre (inv.)
Inic. de revolucionario mexicano
Parte menuda que se rae de algo
Corroa (inv.)
Proporciona
Apócope de uno Abreviatura de doctora (inv.)
Figura 4
Inducirá a ganar
Vocal repetida
"Sabrás que es Navidad; que de agua fría / nos pone el clima flores en el pelo, / mientras envuelto en su gabán de yelo / pasa Diciembre en troika de alegría. / Lleno su corazón de cascabeles / y músicas de antiguos carruseles, / la ciudad se volvió juguetería". Aquiles Nazoa (“Avelina”, extracto)
SOLUCIÓN DEL ANTERIOR
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A M A R A B A E B D E C E N A M U P A A R T N M N A B A H I U S T R E T O L A A L N C I A L A S E S E Y
I N G R E S E B E A T A D E
POR NATHALI GÓMEZ @laespergesia Ilustración: Oscar Hernández
Imaginario
MINIMANUAL para sobrevivir a las “tradiciones” navideñas Ya llegóóóóó diciembre, vuelve la alegría…, dice la gaita. Si usted quiere que ese sentir se prolongue por todo el mes, escape de las situaciones “comprometedoras” en las que algunos quieren involucrarlo en nombre de las “tradiciones” navideñas apócrifas.
Primera sesión
1. Cuando le hablen de “Santa”, de muñecos de nieve y de bolitas de anime que simulan copiosas nevadas, informe que tenemos 2.394 kilómetros de costa caribeña y que es imposible que nieve por estos lados. 2. No participe en el forrado de una puerta con papel de regalo metalizado. Si la gente lo censura, pregunte sobre la finalidad: “¿Eso significa que cada persona que entre por la puerta es un obsequio navideño?”. Si es así, aprovéchese de la situación. 3. Húyale al amigo secreto. Ya sabemos cuál es el saldo: compañeros de oficina enemistados porque no les han regalado nada; carreras un día antes tras la agenda Pascualina 2016 y usted disimulando su disgusto al recibir un obsequio feo y usado. 4. Diariamente mándele por guasap a sus vecinos videos del pabellón de quemados. Esto no garantiza que no compren pirotecnia y lo atormenten, pero servirá de tumbarrancho visual. 5. No se deje llevar por el “espíritu navideño” de la gastadera. No se vuelva loco. No crea que compartir es regalar objetos.
de la Asamblea Nacional
6. Déle una vuelta al tema de los estrenos. ¿En dónde dice que hay que tener ropa nueva para el 24 y el 31 de diciembre? 7. Piénselo dos veces antes de “soltar dinero” para el cochinito. En algunos casos es una estrategia de los dueños de los comercios para evadir el pago de aguinaldos de sus trabajadores. 8. Si quiere ver pinos, dése una vueltica por San Antonio de Los Altos o por la Colonia Tovar. Respire, siéntase privilegiado. No sea cómplice de la tala de un árbol que no es culpable de tanta alienación cultural.
TUIT DE
9. Cómase y bébase todo lo que le ofrezcan. En enero empieza la dieta y seguro todo estará más caro.
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Por qué este “cambio” huele a naftalina
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pregunta de la semana
10. Salga por ahí con su familia, disfrútela. Aduéñese de la ciudad posible, la que queda lejos de los centros comerciales. Es un privilegio estar rodeado, un año más, de gente que lo quiere.