24-04-2016

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contenido Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla

Consejo Editorial

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Directora

Gladys Gutiérrez

Mancheta y demás

Editor Jefe

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Aquel mural sin nombre

El jazz del “Gato” Barbieri

Reinaldo González

Asesor Editorial

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Coordinadora 2.0

Blacamán, rey de bestias

La ruta más dulce

Web y redeS

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Borrachos al alba

Mayleni Curros y Miguel Posani

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Volver al centro

Pa’ que sea serio

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— perfil

Mercedes Chacín Carlos Cova

DirecTORa de Arte

— ciudad

Edarlys Rodríguez

COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA

Jesús Castillo

— mitos

Yanira Albornoz Kay Yam Hung Bárbara Baralt

— minicrónicas

Redacción

Nathali Gómez Moscoso Gustavo Mérida Ander De Tejada Marlon Zambrano

DiseñadorEs

Lisbeth Montell Óscar Hernández

— desde la raíz

Ilustrador

Alfredo Rajoy

Fotógrafo

Michael Mata

— crónicas oficinescas

CORRECTOR

Rodolfo Castillo

— EL MENJURJE

— música

— mIradas

— entrevista

— sexodiversidad

— gastronomía

Pichones de sibarita

Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero

LOGÍSTICA

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Colaboran en esta edición

Cine y teatro

Microcuentos de Monterroso

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— crítica y media

Clodovaldo Hernández, Nazareth Balbás, Mercedes Sanz, Víctor Fha, Dulce Medina, Indira Carpio, Rodolfo Porras, Reinaldo Iturriza, Enrique Hernández, Jessica Mena, Franklin Alviárez, L. “Razor” Balza y Andrés Palacios. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Michael Mata.

Impresión

— Poesía o nada

Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Metropolis, C.A. epale.ciudadccs@gmail.com

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166 Una publicación de la

@epaleccs

@epaleccs

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— el rumor de las bolas

— cuentos

— cruciverbo’s

Crucicentrifugado

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— la bitácora de amón-ra

Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales y en la librería-Bar el techo de la ballena, edif. Gradillas “A”, planta Baja, Bulevar del Eterno Retorno

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.


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PERFIL


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Gladys Gutiérrez Una abogada buena gente

La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia ha demostrado ser prácticamente inmune a las lenguas de hacha de los medios judiciales, los políticos opositores y los disociados que pululan en las redes sociales. Hasta sus enemigos enconados tienen que reconocer que es respetuosa, educada y receptiva POR Clodovaldo Hernández • clodoher@yahoo.com / ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY

No es normal que esto se diga de los abogados, y mucho menos de los que llegan a las alturas del Poder Judicial: “Es buena gente”. No es normal, pero de la magistrada Gladys Gutiérrez se dice. Ella es la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia y de la más mentada de sus salas en la actualidad, la Constitucional. Pero salvo los políticos muy deslenguados, como Henry Ramos Allup, o gente muy disociada en las redes sociales, nadie se expresa de ella con palabras altisonantes. En predios internos del Poder Judicial, hasta sus adversarios enconados reconocen que es una persona muy respetuosa, educada y receptiva. “No parece abogada”, comenta un profesional de esa rama del saber, consciente de la reputación de peleones y escasos de escrúpulos que tienen los juristas. “Aquí le cosen el traje a todos los magistrados, pero de ella se dicen pocas cosas negativas —comenta otro abogado que suele alternar con altos, medios, bajos y hasta rastreros actores judiciales en el hervidero de la esquina de Dos Pilitas—. Lo único medio antipático que he escuchado decir es algo más bien cómico: que se parece a Morticia, la de Los locos Addams”.

siempre en pantalla. Ella entiende muy bien eso, de allí que ni siquiera responde a los ataques de los sectores políticos”, explica. El director de Comunicación ha asimilado tanto esa manera de ser de la magistrada Gutiérrez, que el otro día se sorprendió a sí mismo halándola del brazo para evadir a una jauría de periodistas preguntones. “Ella estaba iniciando una serie de visitas a los tribunales penales y comenzamos con los de Caracas. Invitamos a los medios y, por supuesto, llegaron muchos reporteros. Ella dijo unas palabras y, cuando concluyó, la saqué del sitio antes de que empezaran a preguntarle por esto y por aquello. Fue una reacción que tuve, porque sé que ella no puede hablar de muchos de los casos que luego pueden llegar a manos del Tribunal, pues correría el riesgo de que la recusen —indicó Pacheco—. Ella me dijo, ‘Martín, me dio pena con los periodistas’, pero yo le expliqué por qué la había sacado de esa forma y ella me comentó: ‘Bueno, entonces está bien’”.

En parte, su aparente inmunidad a las lenguas de hacha de los cotos forenses se debe a que se mantiene de bajo perfil. Al menos eso es lo que cree su amigo y director de Comunicación del TSJ, Martín Pacheco. “Ella es excesivamente reservada, poco mediática”, dice el superexperimentado reportero, quien ya había compartido responsabilidades con Gutiérrez al inicio del gobierno del comandante Hugo Chávez, cuando ella era jefa de la oficina de Secretaría del Consejo de Ministros y él se desempeñaba como director de Prensa del palacio de Miraflores (¿se acuerdan de “¡Un cafecito, Martín!”?).

La atención que le ha prestado a los tribunales de menor instancia ha sido, hasta ahora, lo mejor de su gestión, según lo admiten incluso aquellos que dicen que no tiene el nivel académico ni la experiencia profesional que han ostentado algunos de sus antecesores. “Ella ha tomado medidas que parecen elementales, pero que redundan en el mejor funcionamiento del sistema judicial. Puso en marcha un sistema informático que ya existía —pero que, inexplicablemente, estaba inactivo—, el cual permite coordinar el trabajo de los jueces, los fiscales, los defensores y el Ministerio del Servicio Penitenciario. Es algo simple, pero previene que se suspendan audiencias por razones estúpidas, como venía ocurriendo porque cinco jueces convocaban a los mismos fiscales o abogados a la misma hora o a un procesado, sin que hubiese logística para el traslado”, explicó un reportero con varios años en la fuente judicial.

Pacheco, a pesar de reconocer que ese rasgo de carácter la hace ser un personaje angustiante para los periodistas que cubren la fuente, entiende que es la mejor actitud que puede tener un magistrado. “Los jueces hablan a través de sus decisiones, no tienen que estar

Por supuesto que, a pesar de no ser odiada en los mismos términos en que se odia a otros personajes de los poderes públicos, Gladys Gutiérrez tampoco escapa de la diatriba de nuestra ya añeja polari-

Larga trayectoria

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Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS


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zación. Desde que fue designada magistrada en 2010 y, en especial, desde que se le nombró presidenta del TSJ, en mayo de 2013, los voceros opositores la han acusado de parcialidad política. Para probar los señalamientos recurren a la hoja de vida de la abogada egresada de la Universidad Central de Venezuela. Dicen que es inequívocamente roja-rojita desde que comenzó el proceso revolucionario y que, como tal, ha tenido los más diversos cargos y responsabilidades, tales como secretaria del gabinete, candidata a la gobernación de Nueva Esparta, diputada suplente por ese estado, ministra-consejera, cónsul general y embajadora en España y procuradora general de la República. En los corrillos virtuales de las redes sociales, opinantes, evidentemente fanatizados, sostuvieron una larga controversia acerca de si Gutiérrez era más o menos chavista que su antecesora, Luisa Estela Morales. Con aires de quien tiene un as bajo la manga, una participante en la tertulia dijo que “es mucho más” y para probarlo aseguró tener información fidedigna según la cual el apartamento de La Boyera donde vivió el comandante Chávez al salir de Yare, en 1994, pertenecía a la abogada Gutiérrez y a su esposo, el español Fernando Licera. En una entrevista con el periodista José Vicente Rangel, a finales de 2015, Gutiérrez aseguró que los constantes señalamientos no le afectan, los entiende como parte de una realidad política muy controversial. “Nosotros sabemos que, como jueces, solo estamos sujetos a la Constitución y a la Ley, pero aceptamos la crítica y, además, somos muy autocríticos. Creemos que está bien que la gente opine, lo que lamentamos es que a veces esas críticas carezcan de bases y las formulen personas que desconocen el Derecho”, dijo. La magistrada Gutiérrez, como ya lo dijo su director de Comunicaciones, no cae en esas provocaciones. Si se pusiera a responder cada chisme que corre por la prensa o por las redes, no tendría tiempo para mucho más. Ella lo sabe porque tuvo una época en la que se vio obligada a mojarse en los terrenos de la difamación mediática. Fue durante su experiencia diplomática en la península ibérica cuando a esta dama nacida en Punto Fijo, estado Falcón, le tocó superar su tendencia al bajo perfil y fajarse duro con la terrible prensa española entre 2003 y 2005, una época de rompe y rasga en la conflictividad de las relaciones bilaterales.

“como jueces, solo estamos sujetos a la Constitución y a la Ley, pero aceptamos la crítica y, además, somos muy autocríticos. Creemos que está bien que la gente opine, lo que lamentamos es que a veces esas críticas carezcan de bases y las formulen personas que desconocen el Derecho” —

zada e izquierdosos. El antichavismo rabioso que todos practican obligaba a la diplomática a estar constantemente dando respuestas y haciendo aclaratorias.

La justicia participativa

Más allá del candelero de las más recientes decisiones (en especial las de la Sala Constitucional), la magistrada Gutiérrez está empeñada en consolidar un avance que considera estratégico: lograr que la justicia también encuentre cauces participativos y protagónicos. “Estamos haciendo un gran esfuerzo por llevarles a las comunidades el conocimiento del Derecho, contribuyendo así al fortalecimiento del Estado social de derecho y de justicia que contempla nuestra Constitución”, ha dicho en varias oportunidades. “Creemos que hay un nuevo campo para el desarrollo del Derecho y ese campo está en las comunidades organizadas, en el Poder Popular”.

Habla de nuevo su amigo y director de Comunicaciones, Martín Pacheco, para ponderar la importancia que la presidenta del TSJ le otorga a este último objetivo: “Es fundamental para ella progresar en el propósito de que las decisiones judiciales se den, cada vez más, Buena parte de su tiempo como embajadora hubo de invertirlo en con participación popular, con el protagonismo de las comunidades. exigirles derecho a réplica a los medios del país europeo, desde los En esto demuestra de qué está hecha: de la misma fibra del comanmás retrógrados y franquistas hasta los que posan de ser de avan- dante Chávez”. Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

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el menjurJe

“La consigna es ser como Jorge Rodríguez, por su integridad, su espíritu indoblegable, su consecuencia, su ética y su entrega hasta morir por los sueños antiimperialistas de libertad y de igualdad”, dijo David Nieves durante el acto de develación del busto del fundador de la Liga Socialista, realizado el pasado sábado 16 de abril en la plaza Simón Bolívar del 23 de Enero, entre los bloques 18 y 19. La actividad fue organizada por la Coordinadora Simón Bolívar.

un busto para jorge

Que algunos países exportadores de petróleo cedan a las presiones gringas y saboteen los intentos por estabilizar los precios

Cine y literatura Continúa en la sala Cinemateca del Celarg el ciclo “Cine y Literatura”, que se inició el pasado 14 de abril.

La pieza teatral La cebolla, creación colectiva de la agrupación Mirada Creativa, se presenta hoy a las 5 de la tarde en la sala Doris Wells de la Casa del Artista. El montaje presenta la crudeza de una sociedad que, atiborrada de capas impuestas y autoimpuestas, vive en un mundo de apariencias cuyo sentir primario queda guardado en el lugar más recóndito de su memoria.

Hoy se exhibe Deseo de una mañana de verano (Michelangelo Antonioni, 1966), a las 3 pm; y Edipo alcalde (Jorge Alí Triana, 1996), a las 5 pm.

Martes 3 pm: César debe morir (Paolo y Vittorio Taviani, 2012). 4:30 pm: El paciente inglés (Anthony Minghella, 1996).

«

Lunes 3 pm: Sueño de una noche de verano (Michael Hoffman, 1999). 5 pm: El club de la pelea (David Fincher, 1999).

Dulces excesos « Caracas, 24 de abril de 2016.

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CIUDAD

Aquel mural sin nombre Pocos saben cómo se llama. No le han puesto apodos ni motes. Ya tiene más de 51 años y ha compartido Con todo el que haya ido al Gimnasio Libertador del 23 de Enero. homenaje de quintana castillo al pueblo venezolano que en hora póstuma le honra POR nazareth balbás • @soylabalbas / FOTOGRAFÍAs Enrique Hernández

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—Mira, ese gimnasio creo que es el que uno de los grandes artistas plásticos del país queda por el bloque 41. Tienes que aga- y que se esconde en un enclave insumiso rrar la camionetica en la parada del Fermín custodiado por 38 colosos de 15 pisos. Toro y te deja en todo el frente. La idea surgió en 1963. Por ese entonces, la Pero la parada correcta no está frente al li- gerencia del Banco Obrero y el arquitecto ceo Fermín Toro sino en la misma acera del Carlos Ruesta contactaron a Manuel Castihotel Standford, en El Silencio. La letanía, a llo para que hiciera un mural. El artista, de voz en cuello, de un señor canoso y malhu- 35 años, había ganado el Premio de Pintura morado lo confirma: “Bloque 45, Zona E, Henrique Otero Vizcarrondo (1955), el PriMonte Piedad, Sierra Maestra”. mer Premio del VII Salón Anual de Pintura Planchart (1955), y el Primer Premio de Mientras el chofer desayuna una empanada Pintura John Boulton (1956). Se le conocía que, desde el olor y la transparencia de la en las bienales de Sao Paulo y Venecia, y sus bolsa marrón que la envuelve, es el descaro obras se exhibían en salas expositivas de de una sabrosura hipercalórica, los pasaje- Bélgica, Cuba, Francia, México, Uruguay, ros abordamos la unidad hasta llenar los 29 Chile, Estados Unidos: medio mundo. asientos forrados por butaquito. Ya se sabe: “Jesús, en ti confío”, “El Mantenimiento de El dictador Marcos Pérez Jiménez había Esta Unidad Depende de Usted”. Entonces, sido derrocado cinco años antes, en 1958, inicia el ascenso que deja atrás las paredes y por eso la propuesta del pintor fue inmeamarillas y tiznadas de ollín de los bloques, diata: quería el mural en Catia, en el 23 de con sus tendederos copados de ropa recién Enero, en la urbanización que a estropajos lavada y cachivaches asomados con desdén. de libertad se borraba el nombre de “2 de Diciembre” para darse gentilicio con la feEs casi media hora de trayecto lo que me cha de la caída del dictador. separa de contemplar esa pared de extrañas formas y colores que no aparece en las guías El tema de su obra sería la gesta popular. Su turísticas ni en Google maps, que no tiene símbolo, su impronta. El asombro vivo por placa, que nunca la tuvo. Que es obra de el recuerdo de calles anegadas de voluntades contra el régimen depuesto. El recorrido es colina arriba, por la curvilínea lengüeta asfaltada que lleva y habla y besa ese promontorio único del noroeste de la ciudad. Atrás queda el viejo centro de Caracas, tan Carlos Raúl Villanueva, tan Alejandro Chataing, tan Cipriano Domínguez, y empieza el sincretismo arquitectónico del 23 de Enero. Las casas de dos y tres pisos, construidas por la contingencia familiar y apiladas una encima de otra, dialogan de tú a tú con los edificios erigidos durante la dictadura, a principios de la década de los 50, para tratar —infructuosamente— de darle cauce al éxodo inevitable y feroz del campo a la ciudad. Verde esquilmado por cemento. Las escaleras son las vértebras que sostienen ese escarpado cuerpo de bloques frisados, platabandas en ciernes y marañas arácnidas Caracas, 24 de abril de 2016.

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de cables. Las paredes, con su poética de puño en alto, rezan: “El pueblo manda. El pueblo habla”, “¡Al pasado no regresaremos jamás!”, “Revolucionarios, revolucionarias, unidad, unidad, unidad”. Entonces entiendo a Quintana Castillo cuando explicaba que siempre quiso que el mural estuviera ahí. Por lo que significa ese lugar para la historia, por el contenido, por la insurgencia, por el guáramo, porque “el gran protagonista siempre ha sido el pueblo”. Sigo número a número los bloques para tener idea de cuánto me falta para llegar y le insisto al chofer que me indique cuando estemos cerca. El señor que va a mi lado me dice que no hay pérdida porque me dejan al frente. Para convencerme, toma su mano y me explica que la camioneta primero baja por su meñique pero se devuelve por su anular. Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

—No es lejos. No hay pérdida —repite. Pese al afecto que tenía por los murales de Diego Rivera y José Clemente Orozco, lo de Quintana Castillo fue otra cosa. Eso dice el maestro Juan Calzadilla en un ensayo sobre la obra del pintor de Caucagua: “Sus intentos de abordar el mural y sus inclinaciones a lo épico, en la época en que estudiaba en la Escuela de Artes Plásticas, concluyen en la consagración del espacio plano”. Nada de volúmenes, ilusión de perspectiva ni profundidad espacial. Plano, bidimensional. El Quintana Castillo de 1963, con la influencia del realismo mágico —que comenzó en las artes plásticas en 1925 con el crítico alemán Franz Roh y que no tenía que ver con Gabriel García Márquez, dirá con vehemencia en sus Cuadernos de pintura—, aún no había llegado a su etapa cubista y Caracas, 24 de abril de 2016.

estaba bajo el influjo de El Techo de la Ballena. Acababa de participar en la Bienal de Venecia, en la colectiva de 17 pintores venezolanos en Nueva York y en el Museo de Arte Moderno de París. Y quiso tener una obra en Caracas, en Catia, en el 23 de Enero: una pared de mosaico vidriado veneciano de fabricación nacional. El trabajo le tomó un año bajo el domo del Gimnasio Libertador. En 1964 estuvo listo, inaugurado. Pero no le pusieron placa. El trayecto de balcones con niños asomados, gasolineras abandonadas, ventas de discos piratas, canchas de basquetbol, canchas de softbol, ciclistas entusiastas, corredores en chores, peluquerías de secado y uñas acrílicas, caucheras, puestos ambulantes de comida y carros pregonando el evangelio de la salsa termina justo al frente de un paredón blanco.


09 En ningún lado hay placa. No la tiene, nunca la tuvo. Sin cédula de identidad, el mural se mantiene en su tozudez de anonimato, callado e imponente —

—Ahí adentro es. Ese es el gimnasio —dice el chofer. Varios autobuses están estacionados en los costados laterales del recinto y un grupo de hombres conversa a la sombra de un árbol, que se va reduciendo conforme avanza el día. Hay una competencia. Una foto de Chávez y otra del Che saludan en la antesala, junto al área de entrenamiento y la cartelera informativa. El bullicio se hace más fuerte a medida que me acerco porque se disputa un campeonato de voleibol. Cuando atravieso la puerta, lo veo. Al fondo, imponente, está lo que vine a buscar. Me voy por la banda izquierda de la cancha y espero que termine un set para colocarme frente al muro. Desde las gradas lo observo. El trazo, las siluetas: el rastro unívoco de su genio creador: figuras en dos dimensiones que narran aquella gesta heroica, que son y significan en la misma medida que representan. El porvenir, el amor, la libertad, la mujer, lo heroico, la muerte, la opresión. Fiel a un Quintana Castillo escindido de las fronteras entre lo abstracto y lo figurativo, que prefiere el símbolo antes que el personaje doméstico, que recrea la realidad con ojos alumbrados de asombro, que busca la quién sabe si por tanto balón estrellado se apellida en sus calles, que se macera en la sustancia, la dignidad de la forma y el color. contra su pecho vítreo. salsa cotidiana, que saluda desde balcones y platabandas. Que se gritó con orgullo en La última pelota resuena. Termina el set En ningún lado hay placa. No la tiene, nun- el 58. Un nombre que le puso su padre que, y me aproximo para ver los mosaicos mí- ca la tuvo. Sin cédula de identidad, el mural tras su marcha física, todavía pinta desde nimos, meter el índice en la huella cón- se mantiene en su tozudez de anonimato, cualquiera sea el lugar donde se encuentre. cava que dejan los que se han caído con callado e imponente. Pero tiene nombre el tiempo y detallar la grieta que se abre aunque nadie lo sepa: uno que se mienta en Que de tan natural, apenas si requiere forpaso en el costado izquierdo del mural, cada rincón altanero del 23 de Enero, que malidad: Pueblo Soberano, se llama. Caracas, 24 de abril de 2016.

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MÚSICA

El jazz suramericano del “Gato” Barbieri El saxofonista argentino escribió una página en la historia de la música de América Latina y universal, más allá de su labor para el cine. Nunca consideró que hacía jazz porque su estilo era una amalgama de sonidos POR Mercedes sanz • @jazzmercedes

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La asociación del gato con el jazz no es nueva. Desde la era del swing abundan los afiches con este felino, y negro. A veces con un cigarrillo de lado, otras, tocando algún instrumento de viento. ¿Y de dónde viene esa relación? No se sabe con certeza. Por eso sobran las preguntas: ¿Será por la nocturnidad del gato, al igual que el jazz? ¿El gato tiene otra vida de noche? ¡Claro! Caza, se va de placer, deambula sigiloso. Y el jazz hace su mejor trabajo bajo el cobijo de la luna, sea de cualquier tendencia y época. “El jazz es, por naturaleza, nocturno. Sucede de noche pero, además, él solo tiene algo del acecho de los cazadores que andan en las sombras, del arranque veloz y del freno repentino, del engaño, de lo que parece que irá en una dirección y, no obstante, dispara en otra”, dice Diego Fischerman en su escrito “Todas las vidas de un cazador” para Página 12, a propósito de la muerte de un músico que sorprendió: Leandro “Gato” Barbieri. Nacido en Rosario, Argentina, la “tierra del Che” —como subrayaba—, este saxofonista de jazz falleció el pasado 2 de abril a los 83 años de edad en Nueva York. La noticia retumbó en medios y redes sociales. Sus seguidores —músicos, melómanos y cinéfilos— enseguida lamentaron su partida y, por supuesto, no faltó la mención de esa obra decisiva en su carrera, la que lo internacionalizó: la banda sonora de El último tango en París de Bernardo Bertolucci. El cineasta quería un tango para su película, pero que no fuera tradicional. Incluso, le pidió a Astor Piazzolla la música incidental y alguna instrumentación del tema principal. Pero siempre pensó en El Gato para el leitmotiv. Esta es otra historia. En una en-

fue el músico que más trabajó la incorporación de ritmos latinoamericanos —fuera de lo afrocubano— en el lenguaje del jazz — trevista, Barbieri dijo que la propuesta de Bertolucci era una mezcla entre Hitchcock y la música europea. El resultado fue “un sonido minimalista, el mismo motivo se va repitiendo en acordes menores. Es un tema bien logrado en armonía y melodía”, comenta el saxofonista venezolano Francisco Issa, quien recuerda otro soundtrack hecho por el rosarino, el del filme Apuntes para una Orestíada africana, de Pier Paolo Pasolini. Barbieri fue el músico que más trabajó la incorporación de ritmos latinoamericanos —fuera de lo afrocubano— en el lenguaje del jazz. Integraba músicas sureña, andina, argentina, brasileña y otras, usando instrumentos regionales. Se convirtió en uno de los exponentes más destacados del jazz Caracas, 24 de abril de 2016.

latino, aunque aborrecía esta definición, ¡y tenía razón! El Gato se movía en el free jazz, hasta hizo versiones de canciones folclóricas argentinas como “Yo le canto a la luna” (“Luna tucumana” de Atahualpa Yupanqui) y de varios compositores del continente, aparte de piezas de su autoría: “Bolivia”, “Viva Emiliano Zapata” o “Túpac Amaru”. “Encuentros” resume esa reunión de sonidos de esta tierra suramericana. Es una convergencia de quena, siku, charango, erke, bombo y más instrumentos que moldean un ambiente festivo, donde brinca el sonido rabioso del saxo tenor, como si le estuviesen pisando la cola a un gato; así, tal cual. Y es que ese estilo de emular el chillido del felino se hizo característico de Barbieri. Hasta uno se imagina al músico tocando, encorvado hacia atrás, con su sombrero negro de ala ancha y sus lentes. Él, ataviado con el color de la noche. El historiador argentino Sergio Pujol señala en su artículo “La reinvención tercermundista de ‘El Gato’ Barbieri”: “Es probable que la abundancia de fusiones y maridajes ocurridos en América Latina en los últimos años impida percibir con justeza el tamaño de la osadía con la que El Gato le imprimió al jazz una inflexión local, de parámetro continental”. Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS


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MITOS

blacamán, rey de bestias POR Ander de tejada @epaleccs ILUSTRACIÓN l. “razor” balza

Él logró, con la destreza de sus palabras, bien ubicadas cada una para generar el efecto propicio, la difícil y misteriosa tarea de la hipnosis. No sé cómo lo habrá logrado, si diciendo abracadabra, patas de cabra o agitando un pesado reloj de bolsillo en un movimiento pendular. Dicen, los documentos que por ahí quedan, que el hombre comenzó a adiestrarse en su labor utilizando de víctimas —ya que nunca fueron voluntarios— a pollos. Cuando consiguió la maestría en el adiestramiento aviar, migró a animales más grandes y peligrosos en sus momentos de hambre. Se comenzó a enfrentar, entonces, a leones y cocodrilos, a los que dominaba con facilidad.

colombiano Gabriel García Márquez titulado “Blacamán el bueno, vendedor de milagros’’.

Un cuento urbano de esos que uno nunca termina de saber si es verdad, relata que una vez La Pastora fue azotada por un león hambriento que perseguía a las mujeres que caminaban por ahí. Ante tal suceso, antes que recurrir a las autoridades competentes, se optó por llamar a Baclamán: ¿quién mejor para aplacar los ataques felinos que un domador? El hombre dictó una orden, que se le dejara un vaso de leche en todas las casas de La Pastora porque al animal lo que le faltaba era leche materna. Pero que él, aunque fuera domador, no se enfrentaría a un león hambriento. No se sabe Se llamó Aversa Blacamán. Nació en Calcuta en el año 1902. Su en qué paró el problema, pero no se habló más de eso. madre era italiana y su padre indio. Comenzó su camino por las artes ocultas con la disciplina del faquirismo, que es la ejecución Baclamán fue aclamado por la gente hasta que su carrera, como de retos de fuerza mental y física. Para Venezuela vino por primera todas, finalizó. Eran los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Ya vez en 1930 y, por segunda, en 1941. Vivió una vida de nómada, en Baclamán vivía en Venezuela desde el año 1941, apenas iniciado la que se paseó por casi todo el mundo presentando sus espectácu- el conflicto. Italia, de donde provenía su madre y en donde había los y su circo propio, llamado Circo de Blacamán. Con un aspecto pasado gran parte de su vida a pesar del nomadismo, formaba parfísico característico, el hombre caminaba las calles con unas ropas te del eje de la Alemania nazi. Tras un problema con uno de sus indias, con una barba frondosa y negra y un afro crecido hasta las empleados, quien le exigió una reinvindicación que Baclamán no bases del cielo. quiso cederle, el ayudante hurgó entre sus documentos personales y consiguió un carnet del partido fascista de Italia. Esto derivó en Su nombre se guardó en diversos documentos periodísticos, li- la incautación de muchos de sus bienes y en la imposibilidad de terarios y hasta en el cine mundial. Participó en una película de irse a otro país a ejercer sus artes. No podía, por razones políticas, Hollywood de 1939 llamada You Can’t Cheat an Honest Man; fue tocar las tierras gringas ni las del viejo continente. Eso, a su vez, lo mencionado diversas veces por el periodista venezolano Oscar privaba de tener el dinero para mantener el circo funcionando, que Yanes y, se presume, es el protagonista de un cuento del escritor estaba conformado por más de 70 leones y 50 cocodrilos. Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

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MIRADAS

la ruta más dulce Endúlcese con nosotros y recorra estas cinco pastelerías caraqueñas con puertas de chocolate, ventanas de crema pastelera, pisos de fresas y hornos humeantes POR nathali gómez• @laespergesia / fotografías michael mata

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Casa Na del Libert tal ador

Si Hansel y Gretel tuvieran solo un día para comer dulces en Caracas, andarían en moto. En esta versión libre del poema de Miguel James, los dos hermanos golosos se internarían en un bosque de monóxido de carbono y de cornetas, serpenterían la autopista Francisco Fajardo y del Este, esquivarían carros y autobuses para lograr su cometido: llegar a muchas casas-caramelo en el menor tiempo. Las casas-caramelo son cinco pastelerías, de las más tradicionales y con repostería espa- Tartaleta de fresas frescas de Arte París ñola, italiana, francesa y venezolana, de la ciudad. ¿Cuál sería el recorrido de estos dulceros que comen puertas de fresa? Empezarían en el casco histórico de Caracas, irían a La Candelaria, continuarían por Sabana Grande, rodarían un poco más hasta Bello Monte y terminarían en La Carlota. ¿A cuáles sitios fueron? Siga los trozos de pasta seca y encuéntrelos.

Arte París

Si usted llega a la esquina de Madrices preguntando por la zapatería Arte París, es posible que tenga más de diez años sin ir al centro histórico de Caracas. En cambio, si siempre camina por allí, sabe que desde 2006 hay una pastelería donde, además de los dulces, hay muy buen café, sánduches deli y ensaladas. La Flor y Nata tiene 58 años Santina Fallone y su esposo, Antonio Giordano, van entretejiendo un diálogo donde cada uno complementa los datos del otro. El local, que ya tiene 47 años, primero fue zapatería pero, ante el exceso de oferta de calzado en la zona y la baja calidad de los productos para ofrecer, cambió radicalmente de ramo. “Conocíamos otras pastelerías y pensamos que hacía falta una”, dice Santina. A lo que su esposo remata: “Lo que no sabíamos era que se trabajaba tanto”, agrega entre risas. “Mis padres son de buen diente y siempre hacíamos dulces en mi casa”, cuenta Santina. Así que, con ese conocimiento previo, se asociaron con su hermano, Sebastiano, y transformaron zapatos en dulce.

Entre los dulces fríos también están las milhojas, los profiteroles, los sacher, los tres leches, las marquesas y otros postres típicos de la cocina italiana que hacen por encargo. Además, preparan merengadas de nutella y de helado En la barra mostrador lo primero que salta a capuccino o de mokaccino la vista son las tartaletas de fresas, cuyo rojo está tan vivo que casi late. A su lado, el pie de El horario de este oasis para deleitarse, si está limón, que es otro de los más solicitados, al cansado de tanto recorrer zapaterías, es de luigual que la torta de zanahoria con cubierta nes a sábado, de 7am a 5:30 pm. ¿Cómo recoglaseada. “Si la fruta no es del día, se nota”, nocerlo? Siempre está lleno de gente en busca dice Antonio. Pues sí, la frescura es evidente. del dulce placer. Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

Caracas, 24 de abril de 2016.

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LA FLOR Y NATA

La Flor y Nata

Al entrar a esta pastelería solo se puede pensar en las manos de una abuela. El color azul pastel predomina en la decoración, las vitrinas de madera y vidrio, de esas que ya no se ven, además de las bomboneras de cristal, donde palpitan las almendras confitadas. El techo es alto y está coronado, en su segundo piso, por una estructura de madera con agujeros que parecen burbujas. En el centro del salón, como si fuera una corona, el antiguo aviso de neón con el nombre del


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PASTEL LA DUC ERÍA AL

local, que estaba en la vieja fachada y que aún funciona. En una vitrina está el dulce de yema —de origen español, de color amarillo con forma de cisne, de payaso o de flor—, que es el más solicitado por quienes visitan este negocio ubicado en La Candelaria, de Cruz a Miguelacho.

AVE N

Alfredo Mendoza, el dueño, cuenta que llegó a la pastelería de 26 años y ya tiene 76. Los bombones de La Ducal Con un vasco aprendió de la repostería española que caracteriza este local de 58 años, fundado por Francisco Soler y su esposa Carmen. Entre las especialidades que ofrece La Flor y Nata se encuentran el turrón de yema, de Cádiz o de fruta, que se vende en diciembre; la rosca de reyes, en enero; los huevos de pascua, en Semana Santa; y los polvorones envueltos en papel de seda blanco, durante todo el año. Alfredo saca de la nevera una torta massini, el sello de esta pastelería. ¿La apariencia? Una capa de bizcocho, una de chocolate, otra de nata. Un arcoíris cremoso. Al lado desfilan tortas de melocotón, de fresa, de chocolate coronadas por copos de nívea crema donde se lee: “¡Felicidades!”. Además, hay dulces fríos o bizcochos, entre los que destaca la milhoja.

La Ducal

CAS ANO VA

Un exceso (de éclairs) que no hace daño

El horario es de martes a sábado, de 9 am a 5 pm. También puede encontrarlos en su con exactitud la composición de los postres página de Facebook Pastelería y Bombone- y habla de los principales ingredientes. Sus ría La Flor y Nata. ojos chispean como el azúcar glacé sobre una torta de chocolate. Con Maurizio Greggio, quien está al frente de La Ducal, provoca quedarse hablando toda la tarde. El amor que siente por lo que hace es tan palpable como un bizcocho recién horneado. Proviene de una familia de pasteleros. Cuenta que su abuelo, de origen italiano, quien fundó esta pastelería hace 58 años, previamente trabajó en Las Nieves, en El Rosal, inaugurada en 1954 (actualmente en remodelación). Posteriormente, su padre quedó al frente del horno de La Ducal y ahora es él.

IDA

En uno de los mostradores está una surtida gama de éclairs (que significa rayo o relámpago), originarios de la Francia del siglo XIX. Estos dulcitos, parecidos a un profiterol pero hechos con pasta de choux, que es muy ligera, son los más buscados en La Ducal. Hay de vainilla, de chocolate, de caramelo, de almendra y de naranja. Las muchachas de la barra pacientemente le hablarán sobre las características de cada uno mientras le preparan un buen café.

Maurizio abre una caja y muestra unos Cuando Maurizio, con su chaqueta blanca bombones que aún no han sido envueltos de algodón, habla de los dulces y tortas que en papel metalizado. Ofrecen de crema de prepara, abunda en los detalles. Describe avellanas, de concha de naranja, de maní, Caracas, 24 de abril de 2016.

de limoncello, de menta, de nata, de mantequilla, de ron, de ron pasas. Cuesta leerlo y no querer ir a probar uno. Además, hacen huevos de Pascua y galletas. En otra nevera están las tortas, que parecen sacadas de fotos, pero son reales. Hay milhojas, tartaletas de fresa, torta de guanábana y la tradicional charlotte, compuesta por crema para batir y pedacitos de chocolate. ¿Y la guinda? Una cereza almibarada que, a diferencia de las que siempre vemos, conserva su pedículo o ramita. Esta pastelería y bombonería, ubicada en Sabana Grande, a la altura de la segunda avenida de Bello Monte, está abierta de lunes a viernes, de 8 am a 6 pm. Y, aunque tiene 58 años, se mantiene actualizada. Puede buscarla en www.pastelerialaducal.com.ve y en Twitter con el usuario @LaDucal. Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS


16 Sabrina

En una bandeja, silenciosas y casi desapercibas para quien no las conoce, están las truchas canarias. Al preguntar por el postre más solicitado salta, como trucha al fin, su nombre. Al verlas más de cerca, son unos pastelitos, similares a los andinos, espolvoreados de azúcar glacé. Al probarlas, todo cambia. El paladar no entiende cómo sabe tan bien el relleno de batata, anís y almendra. Una no es suficiente. En un buen día se pueden ir saltando por ahí, en las bolsas de los golosos, 80 kilos de truchas canarias. Minutos más tarde de esta sorpresa de sabor, Juan Martínez, encargado de la pastelería, ofrece una rosquita canaria aún caliente. De nuevo: papilas gustativas enloquecidas. ¿Por qué son tan ricas? ¿Qué tienen? “Es que lo frito es más sabroso”, dice Juan con una sonrisota. Estas también son las más consumidas por los asiduos a Sabrina. Las hay fritas, en bolsitas y horneadas.

“Somos los únicos que las vendemos”, dice Juan. Le creo, le creo. Es aún de mañana y el ambiente es familiar. Quienes entran, saludan como pareciera que lo hacen todos los días. El local es pequeño y sobre nuestras cabezas no dejan de batir los entrañables ventiladores de techo. En tres mesitas, de esas para comer de pie, algunos toman café y comen truchas. También hay pasteles rellenos de cabello de ángel, palmeras con cobertura de chocolate, suspiros y pasta seca. En las neveras comparten dulces con distintos orígenes geográficos: milhoja, posiblemente francesa; selva negra, de Alemania; bienmesabe, criollito; y brazo gitano, de España. Sabrina está en la avenida Miguel Ángel de Colinas de Bello Monte. Está abierta de lunes a sábado, de 6:30 am a 6:30 pm. Los domingos cierran a las 2 pm.

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Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

Caracas, 24 de abril de 2016.

EN LAS NEVERAS COMPARTEN DULCES CON DISTINTOS ORÍGENES GEOGRÁFICOS: MILHOJA, POSIBLEMENTE FRANCESA; SELVA NEGRA, DE ALEMANIA; BIENMESABE, CRIOLLITO; Y BRAZO GITANO, DE ESPAÑA —


17 Galia

El espacio es minúsculo. Afuera un toldo verde y en el cristal de su mostrador se lee “Pastelería Artesanal Francesa”. El nombre, ese que le dieron los romanos a la zona que actualmente ocupa Francia, entre otros países europeos, está desdibujado. ¿La ubicación? Avenida principal de La Carlota, muy cerca de La Noisette. Territorio galo en Caracas, pareciera. Adentro, un grupo de muchachas compensan la pequeñez del espacio con su Un rincón francés en La Carlota rapidez para despachar. Parecen pulpos con exquisiteces en los tentáculos. Hay que entrar para sorprenderse de tanta variedad. Al teléfono alguien atiende un pedido. La lista de tortas es tan extensa que parece el inventario de una pastelería de cinco pisos. El postre más buscado es la tartaleta de frutas. Hay de higos, de melocotón y de fresas. Nelly Machado, actual dueña de Galia, está en plena faena en la cocina. Ella trabajó con Jean Luc Roucheray, antiguo fundador de esta pastelería que ya tiene 18 años. IDA

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En una de las pequeñas vitrinas del local hay lenguas de gato (galletitas con esa forma) y tejas de almendra, que son muy delgadas y crujientes.

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Los nombres de las tortas no cesan. Las más populares son la amadeus, de galleta y crema de almendra con mousse de chocolate; la concorde, de suspiros también con mousse de chocolate; la galia, con pis- Torta de piña criolla tacho, chocolate y almendras; y la fresier, con crema para batir, fresa natural y en mermelada. Además, si el sabor buscado es venezolano, hay de piña, de queso criollo, de cambur con chocolate y de zanahoria.

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PASTELERÍA GALIA Colegio Francia

Como por arte de magia, también surgen los ponquecitos de cambur, el strudel de champiñón y una variedad de quiches o tartas saladas. Galia está abierta de lunes a viernes, de 8 am a 6 pm. Además está en Facebook, Instagram y Twitter. Al final, la imagen que queda es la de una cajita de la que no terminan de salir todos los postres que hay. Tartaleta de melocotón Caracas, 24 de abril de 2016.

Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS



AUTOR: Israel José quintero CORREO: israelquintero01@hotmail.com

ENVíE SU ARTE A epale.ciudadccs@gmail.com (Medidas 42cm x 27cm A 300 DPI)


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minicrónicas

Borrachos al alba

Cada mañana dejo a mi hijo en su escuela y me acerco a ver a esos marinos quiméricos que brindan con pequeñas copas plásticas de ron blanco y ojean el diario con ánimo resplandeciente, admirados por los últimos acontecimientos de la jornada que ya comienza a verse felizmente nublosa. Alguno perfiló su documento de actitud alguna vez y a toda voz: “Prefiero andar borracho”, y se empinó la quinta birra a las 8:45 am mientras yo paladeaba un repulsivo café con leche, sin café ni leche, rompiendo el círculo mágico de esos mártires abstraídos de la cotidianidad en el fragor de la curda matutina. Pero es que hay que sentir en la garganta el viscoso dulzor de su caricia, la pulcritud de piel de amante de su textura, la seducción dócil que provocan sus efectos, para entregarse con gusto al beso ardiente de un trago al alba. El tugurio se angula complacencia en una esquina ancha de pueblo, rodeado por dos bancos, una panadería, el edificio cívico de una alcaldía, un gimnasio, una escuela de kárate y una floristería, y antes de erigir pequeños muros —que no impiden ser vitrina dialogante entre comensales y viandantes por iniciativa de los nuevos jóvenes gerentes— fue un museo del olvido regentado por dos hermanos portugueses que abrían borrachos y cerraban al borde de la media noche, engarzados en la juma de ayer. Por sus pasillos, entre gaveras apiñadas, han desfilado aspirantes a alcaldes y gobernadores, actrices en el vértice de la decadencia, cómicos desempleados de “Radio Rochela”, peluqueras despechadas, celebridades de las avenidas quietas, una Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

FOTO MICHAEL MATA

¿A quién se le ocurre que un trago de aguardiente pase liviano por el pescuezo virgen de un cristiano a las 7 de la mañana? Solo a un grupo de supervivientes de las guerras floridas haciendo círculo al amanecer sobre las mesas recién fregadas del “Tropimoscas”, una especie de merendero del fin del mundo, que despacha por igual desayunos a las 7 de la noche y una ronda de anisado cuando las hembras entaconadas y los tipos de corbata trascienden las lagañas del nuevo día, con perfumes nuevos, para empotrarse en las oficinas cavernosas de los suburbios.

madama, aprendices de sibarita y hasta un Ayer apenas, luego de varios años de verlos general implicado en un intento de golpe de trasegar los alcoholes del amanecer —como Estado, con su barriga rebosante de abstemia. escribió el más grande de los poetas malditos—, viendo a mi hijo cursar el primero, el Decía Ernest Hemingway que un hombre no segundo y hasta el tercer grado de su forexiste hasta que se emborracha. Estos perso- mación secular para asimilarse a la maquinajes de Por quién doblan las campanas son naria de las instituciones que rinden culto a siempre los mismos: militantes del romance los horarios, la producción y la asepsia, me tropical con el Ventarrón, la guarapa de par- atreví a empinarme un Cinco estrellas a las chita, el anís Cartujo, el “espérame en el sue- 7:30 de la mañana, lunes para más insolenlo”, la ginebra lavagallos, el güisqui made en cia, encapillado en un punto ciego detrás de casa y el ron Macondo, los que han venido a un muro de contención y delante del acceso suplir el café negro amargo, que era la bebida al baño de damas, y puedo jurar, sin temor de los Buendía, y a golpe de media mañana a estragos, que todo brilló reluciente: la cael mundo les resulta tan difuso que muchas lima me pareció niebla otoñal, las colas una cosas carecen de nombre y para mencionar- fila alegre para cobrar el Kino, los choros las tienen que señalarlas con el dedo, como de la cuadra dulces mancebos dispuestos a ayudar a las viejitas a cruzar las calles y el en Cien años de soledad. precio de las cosas apenas una referencia de Yo no he podido penetrar jamás sus intrin- trazos infantiles para señalar que, en el foncados códigos de acceso, que los ha vuelto do, todo es gratis y rebosa en abundancia. una logia inescrutable de hijos de Hermes, que exigen linaje de casta para adquirir nómina como individuo de número de alguna de las sillas de esa excelsa corte del placer. Por mARLON zAMBRANO Caracas, 24 de abril de 2016.


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ENTREVISTA

la simpatía recostada en la terapia Mayleni curros y miguel posani intentan (aunque algunos juren que, de este lado, “el camino al infierno está lleno de buenas intenciones”) UNA UTOPÍA: CAMBIAR LA SOCIEDAD POR gustavo mérida • @gusmerida1 / Fotografías jesús castillo

Caracas, 24 de abril de 2016.

Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS


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—¿cómo se conocieron?

Silencio. Se miran. Más silencio. Él repite la pregunta en voz alta, ambos miran arriba (al cielo) y él responde: “Nosotros trabajamos montando el Sistema de Protección Social”. “¿Qué es eso?”, repregunto, y casi que nos lanzamos por esa bajada, pero Jesús Castillo —el fotógrafo que, cada vez que puede, me echa en cara la exactitud de la que hace gala Clodovaldo Hernández— me hace una seña. “Tenemos mucho tiempo trabajando juntos”, dice ella. Él y ella son quienes escriben la columna “Libremente”. —¿por qué se llama así?

—Se llama así porque es libre-mente. Ese fue Posani. Me mira con cara de ¿cómo me preguntas eso?, y luego nos reímos. Explica Posani: “También estamos desarrollando un centro terapéutico para el buen vivir, que todavía no está listo, y vimos la posibilidad de tener una página donde nosotros diésemos ciertos consejos, ejercicios, reflexiones que están en el área... llámala autoayuda, pero no esa autoayuda estúpida tipo “vuélvete rico haciendo el cheque de la prosperidad”, sino una en la que se tratan temas que te hacen reflexionar, tomar conciencia y que, además, tiene una visión política. Consideramos que es un área que dentro de la Revolución no se ha tocado. Tú lees Padre rico, padre pobre, y es un adefesio. Eso es capitalismo y la gente piensa que eso es autoayuda, nueva era. Es el capitalismo que se infiltró allí. Siempre tratamos de tocar, cada 15 días, temáticas que tengan que ver con lo que está pasando: qué haces con la rabia, por ejemplo. —¿que tan “presa” tenemos la mente?

—Totalmente —dice Curros. —Estamos todos alienados —afirma Posani. Ella continúa: “El espacio se piensa un poco para tener unos minutos de eso sobre lo que habla Miguel: para pensar. Porque vivimos, además, en la vorágine del día a día, no nos da tiempo siquiera de preguntarnos nada y con la lecEdición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

tura de unas pocas líneas te puedes permitir parar por un minuto y decir ‘a mí me está pasando esto, es real y no sabía qué hacer’. Es un espacio que vemos saludable para apostar a algo distinto. El tema de la salud mental sigue siendo una falencia grande en nuestro país y en la Revolución”. Interviene Posani: “Somos muy conservadores. Aquí no hablamos de aborto. Tenemos índices muy altos de embarazos en adolescentes, el matrimonio igualitario no existe...”.

—¿Cómo dónde? —pregunta Curros.

Después del “no sé, no me fijé” de ella y de alguna sonrisa, me dijeron que “era normal”. Posani dice que la Revolución tiene que hacernos trascender de esa estética artificial. Definitivamente no se puede arriesgar la vida por tener un culo más grande. “Pensar en una relación distinta con nosotros mismos y con los demás. Hay maneras distintas de relacionarse con uno mismo, con su cuerpo, con su emocionalidad y con el otro: una relación desde la solidaridad, el amor, el —¿por qué no se habla de respeto; que no se está dando porque estaesos temas? —Porque somos muy pacatos. La Constitu- mos alienados”. ción dice que el Estado es laico, pero no se cumple —dice Posani. Hay que humanizar la Los dos ansían que ustedes, lectoras y lectomedicina, humanizar la salud mental. Eso de res, les expresen “lo que sea que piensen” de la columna. Ahora es más fácil porque desde darle pepas a todo el mundo... la nueva página web epaleccs.info pueden Curros empieza a hablar: “Hay que quitarle escribir en un formato diseñado para ello. Y el estigma: hablar de salud mental no signi- les parece un “reto Zen” poder colocar algo fica que uno está loco. La salud mental es un importante en tan poco espacio. tema común, que permea todo, que es transversal a todo lo que hacemos en la vida; no No es para nada fácil, es solo la mujer a la que le pegan o la per- pero se logra sona que está deprimida, se trata de la per- Hablan de que los temas que tocan, los tosona corriente, que va al trabajo, que tiene can. “Esta es una sociedad que te enseña a hijos, familia y que también tiene angustias ser falso porque, si no, no sobrevives. Es una y malestares...”. “Y que se llenan de pastillas sociedad en la que aprendes, sin hacer talley ahorita, como no hay pastillas, empiezan res, a ser corrupto, pero para no ser corrupto a enloquecer”, acota Posani. Sigue Curros: tienes que hacer un taller, para no alienarte, “Se trata de empezar a conocernos, de saber tienes que hacer un taller. Pero te alienas así, que hay emociones distintas en nosotros de suavecito”, dice Posani. “Es una lucha que se las que no estamos conscientes porque esta- comienza perdiendo, pero es la única para mos sumamente enajenados y alienados en cambiar la sociedad”. el día a día. Además, la sociedad de consumo genera eso: verte como un objeto, que A la hora de hablar de ellos mismos, de sus el celular es lo que me determina, que si soy orígenes, de sus familias, la parquedad apamujer necesito tener tetas perfectas para que rece de repente. Y de repente desaparece me vean...”. Posani: “Eso lo ves en chavistas cuando el tema es, otra vez, ustedes, lectoras y en gente de derecha. La Revolución no ha y lectores. “Que nos escriban, que nos digan logrado tocar esos niveles de alienación en si no les gustó”, dice Posani. A lo que Curros que está la gente”. agrega: “Que nos nutran”. —si cuando dijiste “mujer y tetas”, yo te vi así, ¿eso es que estoy enfermo?

—¿Cómo así? —dice Posani. Caracas, 24 de abril de 2016.

Hipnosis

Desde el escepticismo le pregunto a Curros si Posani la ha hipnotizado: “Totalmente, y es efectivo: lo garantizo como tratamiento


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“Somos muy pacatos en Venezuela”, afirma Miguel Posani

para los miedos, las fobias, para los duelos. Es maravilloso”. “Pero no es que me hipnotizas y anulas mi voluntad y toda esa paja”, pregunto con el temor (o la rabia) que da siempre la suposición de que alguien quiera dominarte. Posani aclara: “La hipnosis lo que hace es amplificar un estado alterado de conciencia que tienes tú siempre. Por ejemplo: cuando estás viendo una película interesantísima, ¿no te ha sucedido que pasa algo y ni te das cuenta? Eso es un estado alterado de conciencia. La hipnosis lo va ampliando y ampliando hasta que, en cierto punto, estás pensando en otras cosas...”. “¡Ya va! —interrumpe Curros. ¡Ese es el tono de la hipnosis! ¡Me voy!”. Sigue Posani: “Entonces tú alejas lo que es la conciencia y hablas con el dueño del circo, que es tu inconsciente, que es el que hace todo: te despierta en las mañanas, te genera los sentimientos. Tú no dices: ‘Hoy me voy a enamorar’. Tú te enamoras: ese es tu inconsciente”. ¿Y si hablan de la hipnosis, gente de libremente? O del enamoramiento. O del Estado laico. O del aborto. O del matrimonio igualitario, o la pacatería y los prejuicios. Reto Zen. Curros espera que las lectoras y lectores de Libre-mente participen Caracas, 24 de abril de 2016.

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Desde la Raíz

Volver al centro Por Dulce Medina @ccsdesdelaraiz

Sin embargo, hoy podemos celebrar que eso es parte del pasado y que se puso fin a tantos años de desidia. En Caracas se viene rescatando el espacio público y el patrimonio histórico-cultural; y en este esfuerzo el centro ha sido punto de partida. Plaza Bolívar, plaza Diego Ibarra, plaza Alí Primera, plaza La Concordia, plaza O’Leary, parque Ezequiel Zamora, Plaza Venezuela, parque Los Caobos, Paseo Anauco, plaza La Candelaria, plaza Parque Carabobo, teatros y casas patrimoniales son solo algunos de los espacios que durante los últimos años han renacido para el disfrute de todo el pueblo. Y en estos espacios, con un nuevo colorido, regresan al centro los artistas y escultores que en su época le dieron vida. Vuelve Francisco Narváez con Las Toninas en la O’Leary y la fuente de Parque Carabobo; César Rengifo con su Mito de Amalivaca; vuelve Ernesto Maragall con la Fuente Monumental Venezuela. Regresa Alejandro Otero con su Abra Solar en Plaza Venezuela y Cruz-Diez con Doble Fisicromía en homenaje a Andrés Bello. Vuelve Mateo Manaure con Columna Policromada y Litografía Orinoquia en la plaza La Concordia. A ellos se suman más y más artistas de ayer y hoy que nos invitan a todos a volver al centro.

Plaza Bolívar Escultura del Libertador de Adamo Tadolni

Plaza Diego Ibarra La Aguja de Alfredo Ramírez y el mural del Mito de Amalivaca de César Rengifo (Plaza Cubierta) Plaza La Concordía Columna Policromada y murales con la Litografía Orinoquia de Mateo Manaure

Plaza Venezuela Abra Solar de Alejandro Otero y Doble Fisicromía como homenaje a Andrés Bello de Cruz-Diez

Parque Los Caobos Fuente Monumental Venezuela de Ernesto Maragall

Plaza Parque Carabobo Fuente de Francisco Narváez

Plaza O’Leary Las Toninas de Francisco Narváez

Obra de Mateo Manaure restaurada en la Plaza La Concordia

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Caracas, 24 de abril de 2016.

Parque Ezequiel Zamora Arco de la Federación de Juan Hurtado Manrique y Alejandro Chataing con esculturas y relieves de Emilio Gariboldi y la estatua ecuestre de Zamora de Julio César Briceño

La Ruta del Centro

Caracas ha tenido aciertos y desaciertos (más desaciertos, lamentablemente). Si bien en algunas épocas vivió momentos de esplendor en cuanto a su desarrollo urbano, otras fueron de abandono y destrucción. A comienzos y mediados del siglo XX se diseñaron propuestas y planes urbanos para la ciudad; muchos quedaron en ideas, otros lograron su concreción. Algunas obras se impusieron sobre otras con el argumento de la “modernidad”, desapareciendo espacios emblemáticos y de gran significación. Esos años le dejaron a la ciudad parques, plazas, paseos, edificios y complejos educativos, culturales, deportivos y urbanismos habitacionales de mucho valor arquitectónico y urbano. Pero fue en ese mismo siglo XX, en la década de los 80 y los 90, cuando el modelo neoliberal instaurado alcanzó su etapa más atroz con la destrucción de la sociedad venezolana y de la ciudad. El abandono del centro de Caracas fue el resultado de esas últimas décadas de siglo pasado. Todos esos pocos aciertos que, mal que bien, tenía Caracas, pasaron a ser desaciertos. Espacios abandonados, al servicio de la delincuencia; esculturas y obras de arte destruidas y muchas desaparecidas. Borrar la historia, la identidad y la cultura era parte del objetivo.


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SOBERANÍAS SEXUALES

Pa’ que sea serio POR víctor fha @EPALECCS ILUSTRACIÓN jessica mena

La charla surgió de manera espontánea, luego de que las miradas nos confesaran cierta atracción y mientras esperábamos en la parada del carrito que pasara el palo de agua. En medio de la conversa me preguntó: —¿Y tú qué? ¿Eres serio? —Soy como me ves, hermano —le dije un poco desconcertado por la pregunta. Escampó. Seguimos hablando mientras caminábamos. Me contó de la primera vez que estuvo con un pana, hace no mucho, y de los deportes que le gustaban. Cuando ya había como un mínimo de confianza, me aclaró: —Te preguntaba lo de serio porque una vez conocí a un tipito en una rumba y, bueno, estaba todo borracho y lo puse a... tú sabes. Al tiempo me lo conseguí en el Metro y el marico me miraba y vaina, y yo estaba con un convi de por la casa. Me preguntó si lo conocía y le dije que ni pendiente. “Ya lo vamos a agarrar”, me respondió. Le hizo seña y el loco nos siguió hasta el baño de un bar y cuando entró, mi pana sacó senda pistola y lo encañonó. “¡Cuál es tu güevonada, maricón! ¿Acaso nos conoces?”. Me cagué porque pensé que me iba a echar paja, pero el mariquito no soltó nada. Quién lo manda a estar viendo por ahí, ¿no? Eso es pa’ que sea serio. La verdad, hasta ese día pensaba que era exagerada la idea de que la homofobia suele venir de homosexuales no asumidos que, para sostener la imagen de su virilidad, violentan permanentemente todo lo femenino, sean hombres, mujeres, espacios, oficios o conceptos. Pero sí, sucede. La homofobia no es solo eso, claro está, pero probablemente sea esa una causa para su expresión más temible. Otra evidencia de que, en el fondo, no son las prácticas homosexuales lo que molesta sino cualquier amenaza al sistema sexo-género y sus conceptos de hombre y mujer. Mientras caminábamos, lo escuchaba y pensaba en las mujeres transexuales violadas bajo este mismo argumento, en el chalequeador de cualquier salón de clase, en funcionarios de cuerpos de seguridad. Pensaba en esos agresores mientras miraba a este chamo a los ojos y veía un alma desesperada, presa de su machismo y profundamente frustrada. Su imposibilidad de ser solo encuentra respiro castrando el vuelo de otrxs. Pero no es su culpa. Hace lo que puede para sobrevivir en un sistema absurdo que nos controla desde la represión de placeres y sentires. También pensé en la pistola. En esa y en las miles que circulan para que nos matemos entre pueblo. Un homosexual negro y pobre intimida a otro homosexual negro y pobre para asirse a la ficción de que su homosexualidad oculta, o eventual, lo hace superior. Él no es marico, es un macho que ha dejado hijos por ahí como muestra y anda con un convive con pistola, por si quedan dudas. Ya en la avenida nos despedimos. Sospecho que él no está orgulloso de lo que hizo su amigo y estoy seguro de que, por momentos, sueña con vivir en un lugar donde pueda echarse los perros con otro sin miedos, habitando la escena. Ojalá pronto podamos demostrarle que ese lugar es aquí. Caracas, 24 de abril de 2016.

Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS


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CRÓNICAS OFICINESCAS

Caimaneando POR REINALDO ITURRIZA @reinaldoi ILUSTRACIÓN FRAnKLIN ALVIáREZ

La última vez que jugué sofbol con los muchachos de Caravana (con algunos pocos de ellos) fue la mañana del 23 de diciembre de 2015. Jugar sofbol significaba escaparse, literalmente, de la rutina oficinesca que estropea los sentidos hasta al más pintado, pero también someter el cuerpo a los rigores de un ejercicio físico del todo impropios para un ser humano sedentario y, para colmo, obeso. Jesús había logrado cuadrar con Pedro, quien nos prestó el estadio de Mampote, y allá nos llegamos alrededor de las 10 de la mañana. Era un día frío. Incluso nos bañó una muy leve llovizna. Justo antes de entrar al campo, me abordó la señora que, según me contaron luego, atiende la bodeguita del estadio. Me pidió unos minutos para conversar y hacerme tal vez alguna solicitud. Era una mujer entrada en años, agradable, como casi siempre. Le respondí que sí, que cómo no, pero también le expliqué, de la manera más decente posible, medio en broma, medio en serio, que yo era ministro de Cultura y que, por tanto, no debía albergar muchas esperanzas. Quise detenerme y explicarle que Cultura es un ministerio tipo “C”, pero me contuve. Ella me respondió con una sonrisa y bajo ninguna circunstancia, abandone la calle, incluso si percibe en con las siguientes palabras: “¿Agricultura? Ah, bueno, pero tal vez el ambiente la posibilidad de una paliza callejera. pueda ayudarme con alguna cosa de agricultura…”. Eso sí, hay que desplazarse por la calle habiéndose sacudido la ofiHicimos los respectivos ejercicios de calentamiento, o más o me- cina. Irse a la calle para sacudirse la oficina. Caso contrario, no tienos, y nos dispusimos a caimanear. ne ningún sentido. Hay quienes se tatuaron la oficina en el cuerpo. La llevan a todas partes. Los he conocido caballeros, que me entreCreo que fue en el segundo turno del primer juego que logré pes- garon las llaves con tanta felicidad que estaba claro que celebraban car una bombita y devolverla de línea por toda la raya de la tercera la antesala de su libertad recuperada. Otros, en cambio, llegaron base. Fueron los 20, 30 o 40 segundos más largos de mi vida. O 50. reclamando la oficina que siempre debió ser suya. Eran molde y No puedo saberlo, porque perdí la noción del tiempo. Me refiero pieza. Encajaban perfectamente. a los interminables segundos que le tomó al jardinero izquierdo buscarla allá, por el rincón de los músicos, devolverla al cuadro y lo ¡Ay de los que encajan!, de los que se sienten a sus anchas. En los caque me tomó a mí correr de home hasta tercera. Correr es un decir. sos más extremos, estos personajes me hacen recordar a Elias LindEn algún punto, entre segunda y tercera, me vi obligado a bajar la zin, retratado con horror y fascinación por Primo Levi en Si esto es velocidad y llegué casi caminando. un hombre. Fascinación, porque Lindzin era un “sobreviviente”. Uno capaz de ser feliz, prosperar y triunfar en un lugar como el Lager. En el segundo turno del segundo juego sentía que no podía conti- Horror, porque en el Lager solo es capaz de sobrevivir quien se haya nuar. Estuve a punto de tirar la toalla. Solo ese pacto que firmamos abandonado “a la demencia y a la bestialidad traicionera”. todos los que creemos en el beisbol romántico, y que nos obliga a llegar hasta el final, me impidió renunciar. A los muchachos de mi Caravana les repetí varias veces que no había que creerse el cuento de ministro, no para que me tuvieran Las palizas que he debido presenciar en virtud del honor que nos como el mejor ministro sino para que no se creyeran el cuento de reclama el fulano pacto. la Caravana. Los burócratas, o al menos los militantes que asumimos respon- Al fin y al cabo, el secreto consiste en que, en el campo de juego, sabilidades de gobierno, tendríamos que firmar un pacto similar: todos somos iguales: cualquiera puede batear una línea sobre la si, al cabo, es inevitable, dedíquele tiempo a la oficina. Pero nunca, raya de tercera. Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

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o ir e sg bl de e la rie u e u p p s A Im Se

GASTRONOMÍA

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Calidad Precio Ambiente

PICHONES DE SIBARITA

Atención

El Pasaje: mucho más que un antojo POR carlos cova @carloscobero FOTOGRAFÍAs enrique Hernández

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EL PAS AJE Banco Provin cial

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El Pasaje es de esos restaurantes en los que el concepto de lo popular aplica por partida doble: popular por sus precios y popular por su fama entre funcionarios y trabajadores del casco central de la ciudad, en particular los que gravitan en torno al Centro Simón Bolívar. Uno de ellos, mi esposa, fue habitué del lugar a lo largo del año 2007, mientras gestaba a nuestra primera hija. Consciente por mi parte del pantagruélico apetito que entonces desarrolló (engordó 28 kilos durante su feliz, y gozoso, embarazo), resté importancia al sitio donde tales atrocidades se ejecutaban: su gula debía ser inversamente proporcional a la calidad de los platillos que devoraba. El hecho es que no mucho tiempo después se presentó la ocasión de constatarlo. Entonces, la excesiva untuosidad de una pasta a la carbonara confirmó mi antojadiza hipótesis inicial.

A la segunda, la vencida

Como quiera que un buen sibarita debe dar siempre una segunda oportunidad al restaurador persistente, hace pocos días volví a estarme entre su medio centenar de mesas. Sus dos ambientes no pueden ser más contrastantes, circunstancia que disuadirá al comensal primerizo. El ambiente distintivo del lugar se aprecia al trasponer su segunda fachada (que debió ser la primera hará unos 70 años, cuando viera la luz). A falta de otro indicio, resulta esa área de tránsito, que lleva de un recinto estricto y simplón a uno tibio y acogedor propio de una tasca, la que justifica el nombre del restaurante. Al final de ese “pasaje” aguarda cada mediodía una febril actividad. Al mando de Manuel Rodrigues (desde mediados de los años 70), no menos de una veintena de empleados despliega una coreografía gracio-

samente caótica para servir con celeridad cocina. El trío de platillos aprobó con un rolos platos de una carta hispano-venezolana. tundo sobresaliente. Si bien son los pescados su principal especialidad, las combinaciones con pollo resultan las favoritas de una buena porción de la clientela: chupetas, croquetas, brochetas y, la joya de la corona, el plato llanero. La escogencia de un cordero a la española y de una berenjena rellena, aparte de una ensalada César, pretendieron verificar por nuestra parte la versatilidad y calidad de su Caracas, 24 de abril de 2016.

Entre el resto de las opciones se encuentran las sopas, ensaladas y pastas a precios de órdago, realmente sin competencia. El Pasaje permanece abierto desde 11:30 am hasta 8:00 pm, por lo que resulta también una opción para cenar en el centro de Caracas y beber un par de copas, mandato imperativo de toda ciudad cosmopolita. Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS


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crítica y media

La Trama Cotidiana

tras el discurso

Trance continental Desde hacía rato unos franceses andaban dando vueltas por ahí. Iban y venían en viajes de exploración y contacto. Finalmente el grupo francés Vox International Théatre congregó instituciones, grupos, productores, artistas independientes, coreógrafos, etc., y compartieron, sin mucho protocolo y bastante camaradería, para hacer su Trance Continental. Trabajaron con pasión y tesón, a mi parecer, por muy pocos días para el tamaño y propósitos del proyecto. El primer acto transcurre en la antesala de la Ríos Reyna. Una actriz, en actitud formal, hace de Ministra de Cultura de Francia. Se pasea con cuatro custodios embutidos en trajes negros, lentes oscuros y zapatos deportivos. La gente se lo cree. Desde una terraza ella lanza una frase provocadora, en la que afirma que los franceses tienen filósofos, artistas, académicos y los venezolanos tenemos el ukelele. Alguien le sopla y se corrige: “El cuatro”. El público no repara en el desatino y aplaude. Más adelante, conmovida por el calor humano del auditorio, ella se quita la chaqueta y luego rompe con la actitud eurocéntrica. El final de este performance da pie para el comienzo de cuatro escenas un tanto reiterativas, pero alegres, vivas y entusiastas, sobre cuatro tarimas diseminadas por la enorme antesala. Comenzamos bien. Entramos al teatro. El ínterin provoca un vacío. Una chica francesa, Lisa Lehoux,

canta y se desplaza por las escaleras de la sala como un ángel; el director y actor Guillaume Paul toca el acordeón. Muy bien logrado ese momento. De allí en adelante, con una que otra sorpresa escenográfica, mi sensación es que la pieza va decayendo en ritmo, calidad, expresividad, contenido y se me hace demasiado reiterativa y elemental. Amén del grupo de músicos que generó una atmósfera, no solamente sonora sino visual, que se agradece. Al final el público aplaude de pie y a rabiar. En el saludo de despedida el elenco comete el exceso de cantar “Gracias a la vida”, pero el público lo retribuye con más aplausos. Hablé con mucha de la gente que participó y todos están agradecidos por la experiencia, les importa un bledo las carencias. Caigo en cuenta —entonces— de que no había comprendido lo que sí comprendió el público: “los franceses” generaron un acontecimiento, a la manera como lo conceptualiza Alain Badiou. El grupo logra la teatralidad en el hecho mismo de la congregación, del esfuerzo colectivo. Rozan el alma del trabajo con la propia alma. ¡Bien! El teatro como camino, y no como fin, siempre ha sido la mejor excusa para hacerlo. Por Rodolfo Porras

¿Cacería vedada? La historia de violencia de EEUU siempre ha venido acompañada por estructuradas conjuras mediáticas que entronizan el miedo en la población. La amenaza es la otredad: los aborígenes, los negros, los comunistas, los latinos, los chinos e, incluso, un pequeño país al norte de Suramérica. El objeto está lejos de salvaguardar al pueblo estadounidense: el propósito siempre es de orden políticoeconómico, sobre todo aquel que tiene que ver con la economía de guerra. Pocos son los filmes hollywoodenses que han abordado la oprobiosa etapa del macartismo en EEUU. Y digo pocos si se toma en consideración que la misma industria fue blanco importante de aquella cacería de brujas que tuvo lugar entre las décadas de los 40 y 50. Además de los “célebres” Diez de Hollywood, cerca de 60 artistas de la industria fueron incluidos, como quien hierra ganado, en la Lista Negra; nefasta mácula que en lo sucesivo los privaría de un derecho fundamental: el trabajo. En este orden de ideas, el filme Trumbo (EEUU, 2015) del director Jay Roch, aborda el tema pero sin mayores grandilocuencias ni posturas reaccionarias en cuanto a las libertades políticas; cuando mucho, su posición es más bien tibia, convencional, simplista. Lo que pudo ser un alegato a la ambigua moral gubernamental con respecto a las libertades, y rindiendo homenaje póstumo a uno de sus más grandes guionistas y víctima de aquella felonía, se precipita hacia el lugar común lacrimógeno: la redención donde todos vuelven a ser “camaradas”. El epígrafe inicial señala las razones del crecimiento de la izquierda en EEUU: la crisis de 1929 y la alianza de este país con la URSS durante la II Guerra Mundial contra el fascismo; para luego, cuando se le reconoce a Trumbo la autoría de guiones ganadores de sendos óscares —realizados bajo el anonimato—, presentar una atmósfera de reconciliación. Como la realidad siempre, y por mucho, supera a la ficción, actualmente las condiciones económicas son similares y en cuanto a las políticas se aprecia una “ligera” variante: el fascismo yace a lo interno del coloso del norte. Ese pacto de no agresión entre la otredad y el establishment, ¿se mantendrá cuando el primero increpe al segundo? El otrora macartismo podría derivar en tsunami facho. Rodolfo Castillo @magodemontreuil

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CUENTO

microCuentos de Augusto Monterroso Monterroso es un formulador de ideas orgánicas, como un gusano escurriéndose en el paisaje. El significado del relato del dinosaurio se expande en todas las direcciones trocándolo en el cuento más largo del mundo. He aquí una muestra de su espumante caudal narrativo ilustraciones FRANkLIN ALVIáREZ

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El dinosaurio

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

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La Tortuga y Aquiles

Por fin, según el cable, la semana pasada la tortuga llegó a la meta. En rueda de prensa declaró modestamente que siempre temió perder, pues su contrincante le pisó todo el tiempo los talones. En efecto, una diezmiltrillonésima de segundo después, como una flecha y maldiciendo a Zenón de Elea, llegó Aquiles.

La Oveja negra

En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra. Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.

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El Rayo que cayó dos veces en el mismo sitio

Hubo una vez un Rayo que cayó dos veces en el mismo sitio; pero encontró que ya la primera había hecho suficiente daño, que ya no era necesario, y se deprimió mucho.

Nulla dies sine linea

Envejezco mal —dijo; y se murió.

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La honda de David

Había una vez un niño llamado David N., cuya puntería y habilidad en el manejo de la resortera despertaba tanta envidia y admiración en sus amigos de la vecindad y de la escuela, que veían en él —y así lo comentaban entre ellos cuando sus padres no podían escucharlos— un nuevo David. Pasó el tiempo. Cansado del tedioso tiro al blanco que practicaba disparando sus guijarros contra latas vacías o pedazos de botella, David descubrió que era mucho más divertido ejercer contra los pájaros la habilidad con que Dios lo había dotado, de modo que de ahí en adelante la emprendió con todos los que se ponían a su alcance, en especial contra Pardillos, Alondras, Ruiseñores y Jilgueros, cuyos cuerpecitos sangrantes caían suavemente sobre la hierba, con el corazón agitado aún por el susto y la violencia de la pedrada. David corría jubiloso hacia ellos y los enterraba cristianamente. Cuando los padres de David se enteraron de esta costumbre de su buen hijo se alarmaron mucho, le dijeron que qué era aquello, y afearon su conducta en términos tan ásperos y convincentes que, con lágrimas en los ojos, él reconoció su culpa, se arrepintió sincero y durante mucho tiempo se aplicó a disparar exclusivamente sobre los otros niños. Dedicado años después a la milicia, en la Segunda Guerra Mundial David fue ascendido a general y condecorado con las cruces más altas por matar él solo a treinta y seis hombres, y más tarde degradado y fusilado por dejar escapar con vida una Paloma mensajera del enemigo.

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TERCER INTENTO DE CASA MATERNA Por Ana Enriqueta Terán (Venezuela)

POR INDIRA CARPIO @indira_carpio

RESARCIMIENTO

Por Teresa Casique (Venezuela)

TRINOS

Letra Muerta @LetraMuertaED

«Los hogares, ¿en dónde? La envolvente confianza que desprenden las formas, ¿dónde vive y alienta? Las palabras...» LA MORDIDA PROFUNDA

Por Hanni Ossott (Venezuela)

Hay una mordida profunda incisiva en el centro de mi sexo por la cual yo me erijo como yo misma y soy, y poseo y dono. Regalo mi cuerpo y mi ansia. Hay una mordida en mí que doblega al otro lo arrodilla, lo inclina por esa mordida se abre un vasto mar de vacíos vértigos precipitaciones abismos Me cruza una pendiente me traza un precipicio en el amor... y en todas mis secretas junturas con cuido, con recelo, tú te avienes a mí y no me sabes.

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huesos de nube brazos abiertos para no caerse. Y se distribuye el tiempo. Se hacen paquetes y se colocan en los comercios humildes. De tres en tres la tela, de tres en tres los metros de tela con dibujos en el vientre, con labrantíos estampados sobre los muslos. Por tercera vez (tercer intento de casa materna) se avanza, se avanza, buscando quedarse, hacer fuego, quitar hollines de tiempo anterior, reducir la flor al tamaño de lo eterno. Empeño solitario: USAR EL ESPEJO PARA ENCERRAR EL ÁGUILA. Oh! rosa de tinieblas parada en la imagen del sueño.

poema

¿Has visto a una loba gimiendo? Es una visión patética. Supones bien: de su fuerza no hay destello su mirada inspira lástima no se mueve mientras soporta su cobarde, continua ración de soledad. El terrorífico aullido que antiguo dejara sentir su alma transformado en ruido ¿quién lo escucha? Presta atención Debes romper la bandeja de cristal donde le sirves migajas cuando el hambre la lance al bosque y pruebe de nuevo carne fresca asústate Si te lamentas.

Tercera medida, tercera entrega y tiempo para conseguir la casa. Su plumaje que cubre el mes, que ensombrece muslo y cadera del año, buen plumaje y entrecejo de amanecer cuando se fueron. Recomendaciones: “Usted, isla; usted, mangle; usted, reina macaurel, muy despacio y siempre con el girasol a la diestra”. Y ella que revisa todo, que zurce las roturas del cielo, los desperfectos de la iguana y avanza muy despacio por entre cortinajes de cera virgen claveteados en el otoño. Tercer tiempo, tercera salida de las páginas espantando el caballo blanco, orillando

Caracas, 24 de abril de 2016.


Instrucciones Comenzando por el cuadro central se sigue el sentido del laberinto, tomando como inicio de la siguiente palabra la última sílaba de la anterior

POR ANDRÉS PALACIOS

cruciverbonay@hotmail.com

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17 Sierra …, cadena montañosa de Los Andes venezolanos 18 Ciudad capital de Siria 19 Chiste de asunto impúdico u obsceno 20 Imagen de la Virgen María en la acción de dolerse por la muerte de Cristo 21 Princesa idumea que pidió a Herodes Antipas la cabeza de Juan el Bautista 22 Fruto del melocotonero 23 Dicho o hecho sin importancia 24 Falso o fingido 25 Llamarada instantánea de alguna materia inflamable 26 Ave carroñera diurna 27 Triste, grave y melancólico 28 Labores que están cosiéndose 29 Roto o abierto 30 Divididos o graduados en dosis

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SOLUCIÓN DEL ANTERIOR

1 Perteneciente o relativo al domingo 2 Prenda de punto que cubre el pie y parte de la pierna 3 Tablado armado a la ligera 4 Conozco bien una ciencia, arte, idioma, etc. 5 Práctica devota que se ofrece durante nueve días 6 Virtud, calidad o propiedad de las cosas 7 Áloe, planta liliácea 8 Que mueve a llanto 9 Presentado o propuesto para un premio 10 Dádiva con fines benéficos 11 Palabra, unidad lingüística 12 Trozo grande de un material compacto 13 Rompe, separa con violencia 14 Población venezolana en el estado Miranda 15 Lugar donde Dios colocó a Adán y Eva 16 Grave, majestuoso, imponente

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POR NATHALI GÓMEZ @laespergesia Ilustración: L. "Razor" Balza

Minimanual para ser una chupetica de ajo

Imaginario

Tal vez nadie en su vida se ha atrevido a lamer una chupetica de ajo. En un ejercicio de imaginación macabra cualquiera prefiere “tirarse por un tobogán de hojillas y caer en una piscina de alcohol (isopropílico, por si acaso)” que hacerlo. Seamos francos: o hemos sido chupeticas de ajo o conocemos a varios especímenes de esos que tuercen los ojos, ponen boca de chupar limón y con un giro del rostro dicen: “¡Qué fastidio!”. 1. Las chupeticas de ajo se enorgullecen de serlo. Es su ajillo, pues. 2. Les gusta gesticular en exceso y batuquear cosas. 3. Su hábitat: lugares de atención al público, especialmente. 4. La incomprensión ha signado sus vidas. No es que usted les caiga mal, el problema es con toda la humanidad. 5. Si usted les consulta algo o les pide un favor, lo ignorarán olímpicamente. Preferirán ver los avatares de toooodos sus contactos en el guasap. 6. No conocen los filtros. Les señalarán sus defectos sin tamiz y a bocajarro. “¡Si estás gorda!”, “¿y esos pelos?”, “¡pareces una hallaca mal amarrada!”, “¿ese es tu novio?”.

ENCUENTRe LAs 7 DIFERENCIAs

7. Las chupeticas todos los días tienen un mal día. El saludo: “¡ay!, no, ando arrecha”, “no me hablen”, “estoy obstinado”. 8. Algunas chupeticas son sometidas por otras. Seguramente Freud ya habló de eso. 9. Siempre dan consejos a quien no se los pide, de la manera más desagradable. “¡Deja a ese hombre, chica!”, “¡Para ese pico, que pareces una vaca!”.

TUIT DE

Edición Número Ciento setenta y cinco. Año 04. ÉPALE CCS

Caracas, 24 de abril de 2016.

¿

por qué eeuu no se muestra “preocupado” por la matanza en burundi

¿

pregunta de la semana

10. En Facebook siempre están rodeados de gente y ponen fotos donde abundan los abrazos y las frases motivacionales.




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