¡ VI VE CARACAS!
PLAZA BOLÍ VAR Revi st a
CI RCULA ENCARTADA TODOSLOSDOMI NGOSEN
FOTO ENRI QUEHERNÁNDEZ
Muni ci pi oLi ber t ador
contenido
Consejo Editorial
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05
Mercedes Chacín
Rubén Blades
Mancheta y demás
Editor Jefe
06
10
Un aprendiz del levante
Maigualida Ocaña
Reinaldo González
Asesor Editorial
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Coordinadora 2.0
En Higuerote saben de caimán
— crónicas oficinescas
Web y redeS
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Usura
A un pene de distancia
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Núcleo Aquiles Nazoa
¿Tus expectativas son ciertas?
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Pichones de sibarita
Arroz con leche no me quiero casar
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Manual del levante (III)
Agua de Marte
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Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla
— perfil
Directora
Carlos Cova
DirecTORa de Arte
Edarlys Rodríguez
— ciudad
COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA
Jesús Castillo
— mIradas
Yanira Albornoz Kay Yam Hung Bárbara Baralt
Redacción
— filo y borde
Nathali Gómez Moscoso Gustavo Mérida Ander De Tejada Marlon Zambrano
DiseñadorEs
Lisbeth Montell Óscar Hernández
— entrevista
Ilustrador
Alfredo Rajoy
Fotógrafo
Michael Mata
— gastronomía
CORRECTOR
Rodolfo Castillo
LOGÍSTICA
Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero
— crónicas
Colaboran en esta edición
Clodovaldo Hernández, Ángel Méndez, Indira Carpio, Yosjuan Piña, Freddy Fernández, Reinaldo Iturriza, Miguel Posani, Mayleni Curros, Andrés Eloy Hernández, Enrique Hernández, Jessica Mena, Franklin Alviárez, L. “Razor” Balza, Henry Rojas y Andrés Palacios. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Michael Mata
— Poesía o nada
Impresión
Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Metropolis, C.A. epale.ciudadccs@gmail.com
Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166
@epaleccs
@epaleccs
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— el rumor de las bolas
— EL MENJURJE
— música
— mitos
— libremente
— sexodiversidad
— minicrónicas
— cruciverbo’s
Crucicentrifugado
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— la bitácora de amón-ra
Una publicación de la Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales y en la librería-Bar el techo de la ballena, edif. Gradillas “A”, planta Baja, Bulevar del Eterno Retorno
Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.
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PERFIL
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Rubén Blades
Después de viejo, un chico plástico
Tras los éxitos de los discos Metiendo mano y Siembra, se convirtió en la principal referencia de la salsa para pensar (que igual servía pa’ gozar). Ha tenido la virtud de reinventar su carrera varias veces, para no estancarse. En el plano político, en cambio, hace tiempo que metió el retroceso. ¡Qué fallo! POR Clodovaldo Hernández • clodoher@yahoo.com ⁄ ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY
Cuando la voz de Rubén Blades comenzó a hacerse popular en el panorama musical del Caribe, los conocedores intuyeron que venía un cambio profundo. No se trataba simplemente de otro sonero sino de alguien muy especial, capaz de amalgamar la salsa pa’ gozar con la salsa para pensar.
ba” y “Pedro Navaja”; y también pegaron “Ojos”, “Dime” y “María Lionza”. Esos impactos comerciales trajeron apoyo de la disquera. Vuelve a hablar Lil: “Fania descubrió que con ese tipo de temática le iba bien, y la clase media lavó su conciencia comprando discos. Fueron temas exquisitos, tanto por las letras como por los arreglos y la interpretación. Sin duda. El otro detalle de ese disco de 1978 es que usó una métrica nada convencional. Eran letras extensas, casi sin repetición, temas largos, que rompían con el parámetro de tres minutos por surco, algo que hasta entonces solo Palmieri había logrado hacer exitosamente”.
Corría la década de los 70 y no tardó el panameño en ubicarse en un espacio muy propio, donde nadie había estado antes, un sitio reservado a alguien como era aquel Rubén: irreverente, socialmente inquieto, poeta, pero a la vez dueño de un sabor y una manera de interpretar que nada tenía que envidiarles a las grandes figuras surgidas del barrio, del arrabal. Las reinvenciones del “Poeta Lil Rodríguez, una de las voces más autorizadas en materia de música afrocaribeña, lo dice mejor: “Para 1977 ya había intentos serios por hacer una salsa que sirviera a la mente y al cuerpo, es decir, que generara óptica y sabor. Es en ese año cuando Willie Colón presenta a Rubén Blades en Metiendo mano, un disco anunciador sin duda alguna, de una novedosa forma de decir lo que la inmensa mayoría de los latinos éramos en ese entonces. ‘Pablo Pueblo’, el gran tema de ese disco (en mi concepto, claro), es una crónica y una radiografía del cómo nos sentíamos en ese entonces. Ese proceso de proyección masiva catapultó a ese tema y a ese disco, el cual, curiosamente, fue muy comprado por la clase media, esa que despreciaba al arquetipo dibujado en ese número, cuyo arreglo orquestal merece mucho crédito y fue hecho por Luis ‘Perico’ Ortiz. De ese álbum destaco otro tema inmenso compuesto por el inolvidable Tite Curet Alonso: ‘Plantación adentro’, que reveló parte de la historia rural del Caribe a finales del siglo XVIII”.
de la salsa”
Al revisar la biografía de Blades se aprecia que ha tenido una gran virtud: ha sabido reinventarse varias veces, mientras otros se quedaron estancados y entraron en decadencia rápidamente, en especial cuando la salsa comenzó a ser desplazada por otras manifestaciones musicales. De hecho, la asociación con Colón fue su primera reinvención, pues antes ya había tenido algunas figuraciones, bastante discretas, con la orquesta de Ray Barretto y con la Fania All Star. Al momento de encompincharse con el trombonista estaba cercano ya a los 30 años (nació en 1948) y tenía en su haber el título de abogado que había logrado en Panamá. También había alcanzado cierto reconocimiento como compositor de varias piezas que habían sido interpretadas por cantantes importantes como Bobby Rodríguez, Ismael Miranda, y por el dueto de Richie Ray y Bobby Cruz.
La fulgurante etapa con Colón tuvo otra vuelta de tuerca: el disco La alianza Colón-Blades fue exitosísima. De sus discos de larga du- Maestra vida, una historia familiar contada a lo largo de los temas ración era raro el tema que no se convertía en hit. Así pasó con el del long play. Algunos advirtieron que al dúo se le había pasado la LP Siembra, del que sonaron, a rabiar, “Plástico”, “Buscando guaya- mano, pero se equivocaron, pues pese a que “se fumaron una lumCaracas, 15 de mayo de 2016.
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pia”, los temas pegaron comercialmente y aún hoy se oyen a diario en las radios salseras del continente. Para finalizar el ciclo sobrevino el disco Canciones del solar de los aburridos, con el que se repitió el fenómeno de los múltiples temas convertidos en éxito: “Tiburón”, “Ligia Elena”, “Madame Kalalú”, “Te están buscando” y “El telefonito”. Finalizada la fase con el músico neoyorquino-puertorriqueño, Blades se reinventó con el sexteto Seis del Solar, un grupo sin trombones para marcar diferencia con la etapa Colón. La magia siguió haciéndose presente y del disco Buscando América pegaron “Decisiones”, “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”, “Desapariciones”, “Todos vuelven” y, por supuesto, “Buscando América”. En su nueva etapa Blades tuvo grandes éxitos, con un sonido cada vez más refinado y letras de gran sentido social. En total fueron nueve discos, en los que se incluyeron éxitos como “Adán García”, “Amor y control”, “Caína”, “Cuentas del alma”, “Sorpresas, “Muévete” y “La canción del final del mundo”.
Sorpresas nos dio la vida
No todas las reinvenciones de Blades han sido afortunadas. Algunas han sido verdaderas vergüenzas. Una de ellas es haber reforzado los clichés hollywoodenses al aceptar papeles de hampón latino en mediocres películas de acción —
sentado y luego convocó a una rueda de prensa en el Hilton solo para decir: ‘Rubén es un auténtico comemierda’. El Nacional tituló literalmente las palabras de Pablo”. (Para que entiendan los más jóvenes, es necesario aclarar que aquel diario El Nacional era muy distinto al actual).
“Luego Rubén se presentó en el Poliedro —sigue Lil—. Fui testigo de la cantidad de músicos nuestros que hicieron cola para entregarle un casete, una partitura, para que cuando pudiera les diera su opinión, y Rubén todo lo recibió con una gran sonrisa. Cuando ese concierto terminó (Blades estaba arrechísimo porque el Tite Curet le hizo saber públicamente que la parte nacional, Trina Medina y Madera original, le había dejado el escenario encendido) yo, Lil, entré al camerino de Rubén Blades. Allí estaban tirados todos los casetes y Lo segundo que hizo Blades, para decepción de su legión de admira- las partituras de mis amados músicos nacionales. Allí, en el piso del dores, fue ser ministro de Turismo de Panamá de un gobierno que, si camerino... Entonces escribí en El Globo una nota titulada ‘Por qué bien fue encabezado por un hijo de Omar Torrijos, no se caracterizó odio a Rubén Blades’”. precisamente por su nacionalismo o su sentido social. Lo hizo años después de haber sido candidato presidencial con una propuesta de Dadas esas experiencias, Rodríguez fue de las pocas personas que no se sorprendió de los arranques antichavistas de Blades. “Desavanzada e impulsado por el movimiento Papá Egoró. pués de eso nada me asombra de él, ni siquiera las islas panameñas La tercera vergüenza ha sido su innecesaria e incoherente beligeran- que entregó privatizadas cuando fue ministro de Turismo de Pacia contra los gobiernos de izquierda de esa misma Latinoamérica namá —dice—. ¿Por qué Martín Torrijos no lo nombró ministro por cuyas injusticias sociales tanto ha cantado, los únicos gobiernos de Cultura?... misterios de la ciencia, como dice Rothe. El resto es que le hacen frente al “tiburón imperial”. Después de viejo, el hombre basura mediática”. se parece mucho a un chico plástico. ¡Qué fallo! Recientemente, Blades (quien aspira a ser de nuevo candidato presiRecurramos nuevamente a Lil Rodríguez, quien con un par de dencial en 2019) retomó el nacionalismo de otros tiempos y salió a anécdotas y una reflexión explica todas estas inconsecuencias del reclamar por la mala imagen que se proyecta de su terruño con la difusión del escándalo llamado Papeles de Panamá. Otro buen amigo, gran artista: Ildegar Gil, publicó un artículo muy certero titulado “Rubén Blades, “Yo dejé de querer a Rubén hace muuucho tiempo y él lo sabe. Desde ¿verdad que la vaina duele?”, en el que cuestiona la forma como se aquel día en el Ateneo de Caracas cuando se dirigió a Pablo Milanés, agrede a una nación entera, a propósito de una panda de corruptos. quien estaba en el público, diciéndole: ‘Saludos a Pablito, y a propó- “¿Verdad que duele cuando hablan mal del país de uno con la sola sito ¿cuándo se irá el dictador de esa isla?’. Fue terrible. La mínima intención de joder?”, fue la pregunta de cierre de Gil. Por acá aprovedecencia y la tolerancia brillaron por su ausencia. Pablo se quedó chamos y la suscribimos. No todas las reinvenciones de Blades han sido afortunadas. Algunas han sido verdaderas vergüenzas. Una de ellas es haber reforzado los clichés hollywoodenses al aceptar papeles de hampón latino en mediocres películas de acción. Verlo en esas lides fue un gran choque para muchos de sus militantes (porque un cantautor como él no tenía fanáticos sino militantes). ¿Por qué Rubén hace esto?, se preguntaban. Muchos todavía no han encontrado respuesta.
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Caracas, 15 de mayo de 2016.
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el menjurJe
pimentel rivodó
FOTO ENRIQUE HERNÁNDEZ
Es el autor y compositor del Himno del Movimiento de Teatro César Rengifo. Coordinador del Núcleo Petare. Ensayando, antes del acto de Armando Reverón y César Rengifo al Panteón, logramos escucharlo completo y le copiamos aquí un extracto porque el sonido, a través de la cadena, estuvo fatal. En ritmo de rap: "Me formo y me hago un ser con conciencia, derroto a los males con cultura y sin violencia, un mágico mundo construyo al actuar, poemas profundos a orilla del mar, haciendo más bello mi hermoso país, apunto al futuro desde mi raíz, yo soy el que soy y no me tarifo y hago teatro en el César Rengifo".
Concierto
Masturbarse. A veces se nos olvida
Hoy a las 2 pm en el teatro Alameda, recuperado hace 2 años, 4 meses y 25 días, se le rendirá un homenaje a Ismael Rivera. El viernes pasado se cumplieron 29 años de su partida.
«
No nos pongamos babas ni babos «
Que el gobierno chileno instale una base militar a menos de 50 kilómetros (a 15) de la frontera con Bolivia
Tú + 5= franela
Gracias a tu aporte, miles de voces tendrán su espacio de expresión.Tu colaboración nos permite seguir mostrando la realidad de los acontecimientos tales como son. Construyamos un mundo informado, porque un individuo informado tiene la capacidad de pensar, elegir, dialogar y construir. https://ciudadano.telesurtv.net
Caracas, 15 de mayo de 2016.
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CIUDAD
un aprendiz del levante En tiempos de redes sociales y teléfonos inteligentes, las estrategias del Manual del Levante deben ser actualizadas para bombardear a los posibles seducidos a través de las herramientas que brinda la tecnología. Anímese a lanzarse a las convulsas aguas de la seducción POR nathali gómez • @laespergesia / FOTOGRAFÍAs jesús castillo
Esa tarde entré al Bistró Libertador con dos certezas: habría periodistas para escoger allá adentro y el trago de bienvenida sería gratis. Una vez abierta la puerta de vidrio, me ubiqué detrás de una columna, mimetizado entre la pizarra de precios. El lugar estaba lleno y no había sitio para sentarse. Necesitaba algunos minutos para analizar el teatro de operaciones, afinar la estrategia y proceder al ataque. En una tarima, en el fondo del local, decorado con uno estilo Luis XV muy entalcado, Mercedes Chacín, luego de un año a fuego lento, se dejó seducir por el descaro de Rodolfo Porras, quien tuvo el tiempo suficiente para afinar sus conocimientos del Manual del levante, de Pedro Chacín. Después de ver esa escena, supe que en el tablero de ajedrez del piso del Bistró estaba la reina, o la peona, para ponerme del lado de las oprimidas, a la que le daría el mate. Habría que explicarle al lector que, al igual que Porras, había estado estudiando concienzudamente las páginas del manual hecho para hombres como yo: “medio feos” y “casi pobres”, con catatonia lingual cada vez que queremos saludar “al descuido” a alguna periodista de esas que trabajan en el centro de Caracas y que toman café donde Goyo, ahí, en la sede de Ciudad CCS, o en Artesano, si Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
quieren ponquecitos de zanahoria. Pues bien, luego de mi concienzudo análisis teórico tenía que pasar a la práctica esa misma tarde, en el homenaje a Pedro, mi mentor de la seducción. Y sí, como escribe él: no me alcanzará la vida para agradecérselo. De entrada debía reconocer a la periodista a horizontalizar. Como era corto el tiempo de duración del evento, del que me enteré a través del muro del Facebook de un amigo, hice algunas investigaciones previas (esa técnica la aprendí de los micros de cocina que dan en la TV). Primero fui a la página web nueva de Épale CCS (epaleccs.info), leí varios artículos escritos por mujeres con la finalidad de tener temas de conversación tipo “algún día me tienes que llevar por la ruta de los dulces que recorriste” o “siempre voy al restaurante al que le diste todos los pichones. ¡Qué bien se come ahí!” o “¡Qué arrecho encontrarse ese mural de Quintana Castillo en una cancha del 23 de Enero, ¿cómo lo hiciste?”. Luego busqué sus cuentas de Twitter, vi sus rostros, les di “Me gusta” a varios tuits y me preparé para ese día. Ya tenía los datos mínimos que todo buen feo debe atesorar, porque “la información es poder”.
Caracas, 15 de mayo de 2016.
Me disponía a empezar mi recorrido visual, en sentido de las agujas del reloj, por las primeras mesas que estaban a mi mano derecha cuando un mesonero me extendió, con una sonrisa cargada de brackets, un pote de mayonesa lleno de mojito. Pensé que los caraqueños ven como “modernas” las cosas que nosotros, allá en San Felipe, hacemos con la mayor naturalidad, pero bien dice el dicho: “Adonde fueres, haz lo que vieres”. Como ya había abandonado la pizarra, después de llenarme todo de tiza, me ubiqué detrás de una cortina floreada, como las que tenía mi abuela allá en Nirgua, para poder observar sin ser observado. A mi lado había dos mujeres y un hombre. Una de ellas conocía
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todos los títulos de las canciones que interpretaba Ramón “Pecheche ” Mijares, que puso la parte musical en el encuentro: “Esa que suena es ‘Convergencia’ y la que cantó antes era ‘¿Cómo fue?’”. “El Metro es el sitio ideal para levantarse a alguien —dice una de ellas—. Te soban el rabo, las tetas, entonces tú te volteas y te piden disculpas”. El trío ríe, uno de ellos sumerge sus tequeños en una salsita marrón y cuando lo saborea, cierra los ojos. Yo, ya acalorado detrás de esa cortina, salí para depositar discretamente mi vaso vacío en la barra. Como en el primer barrido visual no reconocí a ninguna de las periodistas que estalqueé, Después de un año de intentos fallidos, Mercedes le dijo que sí a Rodolfo Caracas, 15 de mayo de 2016.
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me ubiqué al lado de un seibó blanco lleno de copas. Desde ahí escuché que una mujer de cabello negro y largo decía: “Seguir un manual para levantarse a alguien es muy ochentoso. Ahora los chamos entrompan pa’lante sin tanto cuento”. Me sentí demodé, pero ya no podía echarme para atrás. Ya era de noche y mi tiempo se agotaba. “Antes no había ese control con el teléfono: ‘¿Dónde estás?, ¿Con quién estás?, ¿Cuándo llegas?’”, se quejaba un hombre. La mujer, en un acto de confesión ya proscrito, soltó: “Antes lo que uno revisaba era la cartera, y si acaso”. En frente de mí, una morena tocaba su cabello negrísimo. Sus labios rozaban su taza de café y su mirada se mantenía fija en la cara del hom- Humberto Márquez le decía a Mercedes que compraría Viagra para conquistarla
Ramón "Pecheche" Mijares se lanzó una de boleros
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bre que la acompañaba. Una pregunta no terminaba de hacerse y había cierta tensión. Él tenía los codos sobre la mesa y su espalda estaba muy rígida. Hacía el amago de decir algo pero se quedaba callado. Las pausas eran muy largas. Ella parecía leer el fondo de su taza de café. Dejé de mirarlos. Tanta tensión me contagiaba y aún no había encontrado a la periodista. Me decidí a cambiar de ubicación y me fui más cerca del fondo, cerca de la tarima. Aproveché para hojear el libro Otra vez Pedro, siempre Pedro, cuyos ejemplares reposaban en una mesa, y encontré una frase que fue mi oráculo: “Por último, renuncie al ideal romántico. La única rutina exitosa es aquella instrumentada con frialdad, premeditación y alevosía. Así que métase a farsante”. ** A lo lejos la vi. Como la sigo en Twitter, conocía su cara. Su cabello, muy despeinado, es negro y corto. Le ardía un mechón de un lado. El izquierdo. Abrazaba una libreta El Manual del levante siempre convoca a los seductores como colegiala y tenía un vestido azul. mos arreglando la situación del país desde y cuando se lo dije, me interrumpió: “Ay, Me senté y empecé a repasar el plan: me pon- nuestras mesas. Para quedar en contacto, no, disculpa, se me acabó la tinta, creo que dría en su radio de acción para ser entre- le pediría el número de teléfono, la agrega- ya he entrevistado a muchas personas”. vistado; luego de las preguntas, le hablaría ría en mi guasap y pasaría a la segunda fase Quedé descolocado por segundos y apelé a maniobras desesperadas para sacarle conde sus trabajos en Épale CCS. Por lo que es- del Manual del levante 2.0. versación: “Siempre te le...”. Sonó su teléfocribe en Twitter, debe ser chavista-intensaculturosa. Mencionaría a algunos cronistas De una mesa contigua surgió la voz de un no: “Ya terminé. ¿Dónde nos vemos?”, dijo. reconocidos, le preguntaría si va a la Cine- veinteañero que le decía a una amiga: “Yo Colgó y me miró como diciendo: “Será la mateca (a esos ciclos horribles en blanco y creo que es importante la seducción cara próxima, menor”, se despidió de quienes negro), si le gusta la comida vegetariana, el a cara, pero las redes pasaron a ser las he- quedaban en el lugar y se fue. cocuy y la bicicleta. Mencionaría temas que rramientas. Tú le picas el ojo a una chica, fueran tendencia en Twitter y le preguntaría causas el impacto, y después la llevas me- “Yo soy muy fácil de levantar y de acostar” decía alguien desde la puerta. Mi estampa sobre su próximo minimanual. jor por el guasap”. era como de una chiripa mojada. Sabía que Una vez roto el hielo, iríamos a La Patana, Ella, subiéndose sus lentes de pasta, le dijo: los dioses estaban tirados en el suelo, privala que queda en el León de Oro, porque en “Por internet es bien loco. Es más fácil caerle a dos de risa, mientras me señalaban. Afuera la del Teresa Carreño siempre hay un gen- alguien por guasap que en persona. Ya la gente llovía, yo miraba la punta de mis zapatos. “Dejé el paraguas”, me dije. Lo único que tío y la de Altamira queda muy lejos; pe- cuadra culos por Tinder”. me sacó del halo depresivo fue pensar que diríamos una Sortilegio y nos tomaríamos unos cuypelones. Con el cocuy en las pu- Cuando por fin me ubiqué en su área de debía estudiar nuevamente el manual de pilas le diría que la sigo en Twitter, le pedi- influencia, le propuse que me entrevistara. Pedro porque raspé la primera prueba y fui ría su correo para enviarle unos libros en Ella sonrió, sacó su cuaderno azul. Aga- directamente a reparación. Tendré un año PDF “que casi nadie tiene” y terminaría- rró el bolígrafo, me preguntó mi nombre más para aprender la lección. Caracas, 15 de mayo de 2016.
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MÚSICA
Maigualida Ocaña “Si no canto, sucumbo” Natural de Barinas, Licenciada en Educación con doctorado en Pedagogía, se inicia en la salsa con los trombones de “La Murga de Panamá” POR Ángel Méndez • @swing_latino / FOTOGRAFÍA Jesús Castillo
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11 Ella canta boleros y lo que le da la gana. Es una mujer fuera de serie, de esas que se esculpen de a poquito. Tiene ojos saltones, como los de las muñecas de trapo de Aquiles Nazoa, pero no se desmangurrilla como las creadas por el poeta, porque es una pieza de pura cuerda. Maigualida es hiperquinética, un blanco móvil que bien se la tropieza uno tanto en el Utopía Bar del Teresa Carreño como en una taguara bulliciosa de esa Barinas de su nacimiento. Hace poco anduvo de teatrera por los lados de Anzoátegui, siempre cantando, siempre bailando, repartiendo carcajadas y amor, mucho amor, que de eso tiene bastante y le sobra para dar. —Te pareces a La Lupe —Eso dicen, debe ser por las condiciones histriónicas… —Hay algo de locura… —Así nos dicen a los que marcamos la diferencia. Si lo dicen con cariño, me encanta que lo digan… Disfruto mi locura, me siento realmente fuera de lo común y lo que pido, ¡coño!, es echar pa’bajo la envidia, la vanidad… son sentimientos humanos a los que no quiero darles desarrollo, porque mi conexión con el universo me dice que esa no es la vía. Habla sin mucha reflexión, porque es una mujer “todo terreno”, espontánea y bien llana, como suelen ser la mujeres de Barinas, tierra que la parió el 13 de mayo de 1963. El pasado viernes arribó a los 53 años y se mueve como una pluma. Licenciada en Educación mención Educación Física, con maestría en Documentación Pedagógica y doctorado en Pedagogía Social por la Universidad Complutense de Madrid, donde fue a parar gracias a la música. Cosas de la vida. “Fui gran bailadora de salsa desde niña, porque en mi casa nunca faltó el sonido de La Sonora Matancera, la Billo’s, Héctor Lavoe y toda esa música que se arremolinó en mi hogar gracias a mis padres. Soy la menor de cuatro hermanos y, por ende, la consentida. Confieso que la salsa se apoderó de mí con “La murga de Panamá”. Ese “tumbao” me invitaba a moverme y a cantar…
—¿Cómo entras al entorno musical? —Hmmm… En la Universidad de Los Andes, donde me gradué, había un grupo llamado Son Clave de Oro, que surge a raíz de la tragedia del grupo Madera. Esta banda estaba dirigida por el maestro Mario Calderón, el hacedor de juguetes de madera. Permanecí allí por espacio de cinco años. Mientras tanto, estaba enterada del movimiento salsero caraqueño a través de mi hermano Wladimir Rivero, y fue por él que me enteré del trabajo que venía haciendo Alberto Vergara cuando tenía el grupo Cimarrón. Me vine a Caracas en 1987, becada por Roberto Fuentes, quien era el director de Alpargata Cantorum, y en 1991 Caracas Son 7 llama a audiciones para asistir a Expo Sevilla ’92. Me presenté, dije y quedé en una selección de 16 cantantes. Como tenía mis papeles en regla, me inscribí en la universidad y culminé mis estudios. —¿Y lo del teatro? —Luis Garbán y yo fundamos una compañía que llamamos El Globo Teatro Iberoamericano. Allí participó un gentío, tanto a nivel actoral como musical, entre ellos: Miguel Urbina (Miguito), Benigno Medina; luego, Gerardo Rosales, Raúl Bolívar, Irwin Méndez, Víctor Mestas y Alberto Vergara. Mestas se viene a Caracas y se funda el Grupo Guayuco, con tres trombones; dos de ellos eran ejecutados por una gringa, Sheril Walters, y por la cubana Maika Romeo. Rodamos muchísimo, fuimos a África, Ceuta y Melilla, Portugal, Alemania, Holanda, y en París nos encontramos con Orlando Poleo, con quien tocamos en varias oportunidades. Con el grupo de teatro hicimos una gira nacional por España y nos devolvimos en 1997 a Venezuela, en el marco del Festival Internacional de Teatro, y luego nos fuimos a Egipto. Allí se montó una puesta en escena de Medea y la música estuvo a cargo de Alberto Vergara. —¿Cómo llegas a Cadáver Exquisito? —Esa parte es muy triste, porque la enfermedad de mi hermano de la vida, Nano Grant, significó mi entrada a la agrupación Caracas, 15 de mayo de 2016.
y posterior grabación del disco. Fue Ricardo Viloria quien me llamó y nos estuvimos presentando un tiempo en lo que era El Ateneo y, más tarde, en el Celarg, donde compartía tarima con otro grande que también se nos fue: Alfreddy Bogado. Maigualida da a luz a Miranda, su hija, por lo que decide quedarse un tanto rezagada del ambiente. Invitada siempre a participar en la rumba, de la cual se aparta, pero solo físicamente, ella dice que la salsa es un ambiente muy machista, pero logró su espacio y la respetan. En Utopía Bar se le puede ver en acción. Allí las luces son todas para ella, con su güiro y el ruidoso chequeré, además de toda esa sabrosura que ella sabe impartir —¿Cuál ha sido tu mayor decepción en este ambiente? —Ja ja... ¿Decepción?… Bueno... que mucha gente, ¡coño!, ha querido pasar el coleto conmigo pero no han podido porque es que… los dejo que critiquen, pues cuando eso ocurre, mantienen ocupada la mente y la lengua y una sigue tranquila, sin mucho rollo. —¿Proyectos? —Quiero grabar, hacer otra producción. He participado con mucha gente, entre los que se cuentan Orlando Poleo y Alfredito Vergara, pero quiero hacerlo con mi banda: Maigualida y los Simepagan Boy’s, dirigida por el maestro Francisco “Pancho” Santángelo, con quien vengo trabajando desde hace rato; Nielse Luengo (bongó y campana), Oscarcito Rojas (congas) Orlando “Cuarenta” González (saxo) y Alexis Carmona (bajo). Todos músicos de calidad. Un trabuco con el cual uno puede salir al ruedo sin problemas. Ellos saben, adivinan lo que quiero porque, en eso de la música, no conozco las hormigas de una partitura. —¿Piensas en el retiro? —Noooo, que va. Disfruto en tarima, me transformo. La gente goza un puyero cuando me montó con mi chequeré o las maracas… la verdad es que si no canto, sucumbo. Así de fácil. Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
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MIRADAS
Fue por caimán y trajo guacuco Un fenómeno natural los animó a exhibirse: El niño, el clima, “la calol”. si ellos más bien le temen a esos bichos de dos patas que los cazan para sacarles el cuero y hasta comerles la cola. En Higuerote y carenero todo el mundo sabe de cocodrilos y caimanes, como saben de fulías y negras finas POR marlon zambrano • @marlonzambrano / fotografías enrique hernández
Viernes de cacería. Nos fuimos a Higuerote con nuestro kit de Cocodrilo Dundee, contentivo de un abrazo sombrío y una advertencia premonitoria para el camino: “No te dejes comer, mira que caimán no come caimán, y si lo come lo vomita, pues las mujeres bonitas, con cualquiera se nos van”, dijo, en tono aprehensivo —sabiendo mi debilidad por la negritud— la madre de mis hijos, previendo un desenlace carnal a orillas de la mar bravía que últimamente arroja chapapotes de algas y aligatóridos, que tienen a todo el mundo pendiente, mas no asustado, en esos barloventos. Más miedo le tienen a un apellido, el tal Capracio, que me exigieron los vecinos que no volviera a pronunciar en esas tierras más nunca. “Tienen oídos en todas partes, ojos que lo ven todo”, son los dueños y señores
y han causado más muertes que las que han ocasionado los descendientes visados de los dinosaurios. Además, son los únicos prietos miembros de “La Camorra”.
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Caracas, 15 de mayo de 2016.
En Higuerote y Carenero todo el mundo es “caimanólogo”. Desde Cuchivano hasta el caño Ganga, pasando por la laguna La Reina o La Playita, no hay quien no haya visto un bicho de esos merodear a sus anchas, como si estuviera reclamando antiguas posesiones. Betania Palacios, una negra de piel aceitunada, sentada a orillas del puente de Carenero esperando su autobús, es de las que han escuchado algo, pero no saben nada. Rara excepción. Tres panas, a la entrada del Carenero Yacht Club y bajo una lengüeta de sol, fueron más concretos: “Si los quieren ver, tienen que venir temprani-
to en la mañana, o en la tardecita, cuando salen a comer”. Mayyuly Castellano, trabajadora de Hidrocapital sistema Barlovento, cuyas oficinas están bordeadas por las misteriosas estribaciones de los canales de Higuerote, tiene su propia historia. Cuenta que durante una escapada, una tarde de esas en que los bostezos de oficina son más letales que un memo de amonestación, se asiló en el abrevadero más cercano junto a una compañera, aprovechando que el jefe estaba de inspección. Como en la segunda rondalla, una vaina que no llegaba a culebra pero tampoco parecía un delfín, serpenteó casi por entre sus piernas, a orillas de Playa Chocolate, para devorar algo en un lance atrevido y desaparecer velozmente entre el oleaje marrón del viscoso litoral. Era una cosita chiquitica y casi tierna.
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Un superviviente
Todos tienen algo que decir. Cuentan que por los años 90 se hizo muy famoso “El Monstruo”, un animal de 11 metros que sembró el terror entre los higueroteños. Dicen que en Valle Seco tienen a uno de mascota. Es un cocodrilo cebado que los niños usan de peñero y las mujeres miran fijamente a los ojos en las noches de luna llena, para conocer el futuro. Comentan que en las ciénagas, entre el manglar, lloran como niños recién nacidos y a veces se asoman como bestias gigantes de lomos espinosos, que entornan sus ojos tristes, casi diciendo: “¿Qué me ven? ¿Nunca habían visto un cocodrilo? Todo el mundo viene y me molesta, me jalan por la cola, me meten un dedo en la nariz”, como El cocodrilo rojo de Eduardo Liendo.
Todos saben algo que el otro no sabía. Los “guacuqueros” saben demasiado, es gente que lleva el salitre en la piel y chocolate en el corazón. Son tipos que tienen historias increíbles, más irreales que la del caimán. Dicen que pueden sacar hasta 30.000 bolívares en un día, con el trabajo de extraer el guacuco de la playa, cernirlo con una malla o una cesta de verduras para separar a los pequeños que devuelven al mar, en un acto de ecologismo militante, y vaciar los grandes en una paila de latón que avivan con fuego, para extraer la pulpa que luego compramos en la pescadería. Parece sencillo, pero es un trabajo duro. Hay que pasar una tarde en Playa Chocolate para ver cómo es que se bate el guacuco, que es parecido a como se bate el cobre. Nos enteramos, gracias a esta gente del mar, Caracas, 15 de mayo de 2016.
ONSA presume que la aparición de estos reptiles se debió a las alteraciones en los niveles y temperaturas del agua de la Laguna de Tacarigua, así como de otros espacios que ocupan naturalmente —
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14 que el cangrejo azul, también redivivo en el interludio del cambio climático, no se come cuando sale del hueco sino después de purgarlos con maíz. De entre una montaña de conchas aparece Humberto Piñate, un cernidor. Tiene brazos de hierro pero un humor manso; se ríe de todo. Es un superviviente. Hace un mes le corrió a un caimán y lo cuenta entre carcajadas. Estaba sacando su cosecha de las orillas pantanosas frente al Cabo Codera, que alguna vez fue caladero de guerrilla, cuando de pronto sintió una respiración a sus espaldas. Apenas voltear y fue ver a un monstruo de diez metros que se le venía encima. Como pudo corrió, cuenta, y vio a esa bestia desparecer como quien bordea la ensenada para ir a dar a Cuchivano, donde los fines de semana revientan las minitecas, en carnavales y Semana Santa se presentan grupos en vivo y cualquier día de la semana, muy tempranito, se anclan los pescadores y descargan la captura que venden fresquita, a precios razonables. “Todo lo que dicen por ahí de los caimanes son cuentos”, advierte Piñate. Los supervivientes son siempre los más sabios.
un experto
Ilin Fuentes es el encargado del área de Vigilancia y Control del Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA), con sede en la capitanía de puerto de Carenero, ubicada al final de la calle La Línea. Coordina el Comité de Zonas Costeras que, además, integran los bomberos marinos, Inparques, la Alcaldía de Brión y Protección Civil y cuyas alertas obligaron a activarse el 18 de enero pasado, cuando se reportaron algunos especímenes vagando, como borrachos extraviados, por los embarcaderos de Higuerote, Carenero, Río Chico y Tacarigua. Tanto, que la Organización Nacional de Salvamento y Seguridad Marítima de los Espacios Acuáticos de Venezuela (ONSA) divulgó un comunicado puntualizando algunos aspectos: “Presumiblemente, la aparición de estos animales se debió a las alteraciones en los niveles y temperaturas del agua de la Laguna de Tacarigua, así como de otros espacios naturalmente ocupados por estos reptiles. Solo los cocodrilos pueden vivir en agua salada o dulce debido a glándulas en sus bocas, mientras que los caimanes solo pueden Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Humberto Piñate se salvó de un caimán, y lo cuenta entre risas
vivir en agua dulce. Los cocodrilos son conocidos por ser muy agresivos en la naturaleza, mientras que los caimanes son menos propensos a atacar a los humanos, a menos que hayan sido provocados. Los cocodrilos son animales carnívoros que se alimentan, cuando son jóvenes, de peces pequeños, ranas, caracoles, cangrejos e insectos. Los más grandes comen peces, ranas, reptiles, aves, carroña y diferentes tipos de mamíferos que Caracas, 15 de mayo de 2016.
se acerquen al agua. La comunidad costera debe mantenerse atenta, debe evitar la presencia de animales domésticos y de niños y niñas cerca de cuerpos de agua salada sin la debida supervisión de adultos”. En caso de avistar a un animal… ¡corra! Parece que los factores climatológicos influyen. El calor excesivo, El Niño. Hace tres años, en los fondeaderos de Carenero,
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Los manglares de los ríos son propicios como hábitat
aparecieron muertas millones de sardinas Cola Amarilla que tapizaron las aguas de un gris metálico que encandilaba a cientos de kilómetros de distancia. Se cree que por razones similares. Ilin insiste: “Los que se han visto aquí son cocodrilos de la costa, como los que hay en el Parque del Este”. En este momento, los organismos competentes están en la fase de ceba y captura de los animales para devolverlos a su hábitat natural. “El cocodrilo no ataca”, dice él, que es un tipo que sabe porque tiene a su cargo la vigilancia de 194 kilómetros de costa mirandina. Aunque, por las dudas, de todos modos ¡corra!
Un Dundee retaco
Pero lo de los caimanes y los cocodrilos es historia antigua, tan vieja que está tatuada en la memoria curtida de los marinos. Como Pedro Mata, pescador margariteño que se alojó a mediados del siglo pasado en la plataforma continental, donde hoy regen- Pedro Mata: nuestro Cocodrilo Dundee Caracas, 15 de mayo de 2016.
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16 ta la cooperativa de turismo San Onofre, al lado del astillero de Higuerote. Es una pequeña sociedad familiar que ofrece viajes en lancha a Buche y Caracolito full day, desde 500 hasta 1.200 bolívares, ida y vuelta. Conoció la pobreza extrema y la pobreza promedio, cuando las calles eran de tierra y un tren maltrecho cubría la ruta Higuerote-Río Chico cargando plátano, cacao, verduras, para luego partir desde los embarcaderos en vapores desvencijados hasta las Antillas Menores. Fue un auténtico cazador de cocodrilos, la versión retaca de Cocodrilo Dundee, de metro y medio y el rostro lacerado por el sol de esa tierra ardiente y del tambor. Con un alemán, se dedicó por muchos años a cazar caimanes para arrancarles el cuero, que luego vendían a una peletería de Sabana Grande. Lo que quedaba era para el festín
culinario: “Lo más sabroso es la cola, sabe a chicharrón. Las patas son buenas también, se preparan guisadas”. “¿La carne es seca?”, pregunto. “Qué va, es suavecita”, responde con nostalgia. “También se comía seco, como el pescado; quedaba como bacalao, esmechadito, con platanito verde, topocho y funche”. A veces agarraban hasta seis caimanes en una noche de ronda. Recorrían en cayuco la costa —que no estaba tan desfigurada como hoy en día—, a remo y palanca, y los encandilaban con las luces sorpresivas que inmovilizaban en seco al animal, como un Deinosuchus de plástico. A veces se internaban en la boca de los caños, tendían una red y esperaban hasta cuatro horas, cuando regresaban a buscar a los animales ya ahogados después de permanecer enredados dentro del agua más tiempo del natural.
En Playa Chocolate se han exhibido a sus anchas
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En el pueblo, en la calle Tocuyito de Higuerote, saben de caimán y de muchas cosas más. De una licorería emerge La Paola, una peluquera reverenciada por su destreza con las tijeras. Nadie repta para señalarla. Solo es una más. Así como César Márquez, que resultó la guinda de una jornada de caza que terminó sin una foto directa a los ojos del caimán, pero plagada de buenas intenciones. Don César, exguerrillero, comerciante informal, tratante de perlas, cazador de mariposas amarillas y hasta hipnotizador de rabipelados, es el que más sabe. “Yo no sé cuál es la vaina con eso: aquí toda la vida hubo cocodrilos y siempre nos llevamos bien. Ahora que si la foto, que si la alarma, que si lo vieron, que si yo no sé qué, que si en feisbú, que si El Niño, que la sequía. No joda, ¿será que nos quieren volver locos?”.
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En las ciénagas de Carenero los han escuchado llorar como niños
CROCODYLUS ACUTUS Actualmente existen en el mundo 22 especies de Crocodylias, de las cuales cinco especies se encuentran en Venezuela: Caiman crocodylus (con dos sub especies), C. crocodylus (babo llanero) y C. c. fuscus (babilla), Paleosuchus palpebrosus y Paleosuchus trigonatus (caimanes enanos), Crocodylus acutus (caimán de la Costa) y Crocodylus intermedius (caimán del Orinoco). El caimán de la Costa (Crocodylus acutus) es la especie de cocodrilo más ampliamente distribuida en el mundo. Sin embargo, actualmente esta especie enfrenta una gran amenaza por la continua destrucción de su hábitat. Está catalogado como especie en peligro de extinción mediante los decretos 1.485 y 1.486. También está catalogada como “en peligro de extinción” e incluida en el Apéndice I por la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES, 1985). De acuerdo a la Comisión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, 1994), C. acutus sigue siendo una especie vulnerable, a
El caimán de la Costa se exhibe en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda
pesar de los esfuerzos efectuados en pro de su conservación. En Venezuela la población del caimán de la Costa ha experimentado un incremento paulatino. También se menciona que la especie aún se encuentra distribuida en la región costera del país, pero en densidades muy bajas, con un promedio de 2,5 ind/km de cuerpo de agua censado. Sin embargo, estudios posteriores en la
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región costera de Venezuela, sobre todo en áreas protegidas, han evidenciado un incremento en la población de C. acutus con índices de hasta 14,3 ind/km, como ocurre en la Laguna de Tacarigua.
Fuente: http://www.costadevenezuela. org/?p=7494.
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Crónicas oficinescas
Emergencia POR Reinaldo Iturriza López @reinaldoi ILUSTRACIÓN FRAKLIN Alviárez
Parque Central. Viernes, 10 am. Ainhoa tiene fiebre otra vez. Salimos. En el pasillo siempre es una carrera a ver quién llega primero. Esta vez, Ainhoa me pide que caminemos lento. La cargo para que pise el botón del ascensor. La bajo. Se recuesta de la pared y me paro al lado de ella. Le acaricio la cabeza con la mano izquierda. Llega el ascensor. Un muchacho de veintitantos años va de salida, bloqueándome la entrada. Lleva unos papeles en la mano. También lleva puesto demasiado perfume. De inmediato me dice que el ascensor no está en uso. Que espere otro. Dos muchachas de edad similar, tal vez más jóvenes, permanecen dentro del ascensor. Están uniformados: pantalón azul y franela roja. Son funcionarios de Corpocapital. —¿Y entonces? —Es que estamos entregando estos papeles. Pero esto es rapidito. Y los otros dos ascensores están funcionando (comienza a meter los papeles buzón por buzón; 15 apartamentos). —Hermano, mientras ustedes tienen el ascensor parado aquí, yo no puedo llamar los otros (las muchachas fingen mantenerse completamente ajenas al diálogo). —Igual tendría que esperar, porque marcamos todos los pisos —me responde el muchacho. —Pero es que ustedes no pueden hacer las cosas así, a esta hora. —… —¿Y si cualquier persona tiene una emergencia? —… —Hermano, ustedes no pueden inutilizar un ascensor así. Cualquier persona puede tener una emergencia.
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Termina de meter el último papel. Entra al ascensor. Justo cuando la puerta empieza a cerrarse, me responde en voz baja, dándome la espalda, como hablándole a las muchachas: —Para nosotros entregar estos papeles es una emergencia. Piso el botón del ascensor, intentando evitar que se cierre. Es inútil. El viento sopla y bate la puerta de vidrio que da hacia las escaleras, pero no logra llevarse el olor a perfume. —¿Qué fue eso? —me pregunta Ainhoa. —El viento. —¿Por qué se fue el ascensor? —No te preocupes, mi amor. Ya va a llegar el otro. Se siente mal. Me pide que la cargue. Esperamos unos 15 minutos. Por fin, llega otro de los ascensores. Bajamos. En el nivel Lecuna nos espera una cola enorme. No estaban funcionando todos los ascensores. Sigo mi camino, con Ainhoa recostada de mi hombro derecho, pensando en el significado de la palabra emergencia para estos muchachos que van por la vida perfumaditos, vestidos de impecable rojo, dándole la espalda a los reclamos, sin haber entendido nada de nada. Exhibiendo su ignorancia como si fuera una gracia, casi con orgullo, justo cuando nos lo estamos jugando todo.
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FILO Y BORDE
Usura POR Freddy Fernández @filoyborde ILUSTRACIÓN Henry Rojas
Me dicen que los términos “derecha” e “izquierda” ya no son capaces de describir la realidad política. Los sigo usando porque, en el sentido más básico, para mí, “izquierda” describe a toda la construcción de pensamiento humanista que postula que los seres humanos somos iguales y que las diferencias las imponen los tipos de sociedad en los que nos corresponde vivir. De allí que nuestro compromiso sea moral y, además, de futuro, porque hay que cambiar la sociedad y cambiarla por una mejor. En cambio, los criterios de “derecha” tienen como base que la desigualdad es natural, que hay gente que es mejor o que se diferencia por razones genéticas, de educación o de posesión. En fin, lo que defiende la derecha es el mantenimiento de lo que tenemos o, cuando hay “buenos” propósitos, mejorar o modernizar la desigualdad. Por eso su compromiso es con el presente y con el pasado y por eso su desapego a la moral, porque sienten que tienen el derecho a dominar a gente que es inferior a ellos. Todos sabemos lo que le pasó a Jesucristo por defender valores humanistas. Hay quien postula que la sentencia a muerte de Jesús fue motivada por su confrontación con los mercaderes del templo y con la jerarquía religiosa. Los dos poderes se aliaron para solicitar su crucifixión. En el centro de la controversia con mercaderes y fariseos estaba la “ganancia”, esa palabra mágica que suena mejor que “usura” y que disfraza la avaricia, conducta que es pecado en cualquier religión y cultura del planeta. Sabemos que las empresas de EEUU (Coca Cola, Ford) apoyaron e hicieron negocios con la Alemania de Hitler; que junto con Francia financió a Pol Pot mientras asesinaba a la mitad de la población de Camboya; que entrenó, financió y armó a los talibanes en Afganistán y creó Al Qaeda; que la derecha colombiana se sustentó en las prácticas paramilitares. No hacía falta ninguna regla moral, todo se justificaba en la necesidad de derrotar al “comunismo”. Dicho esto, no tiene por qué sorprendernos que a la derecha venezolana le dé por promover y apoyar todas las prácticas delictivas, incluso en materia económica. Su apoyo a la usura es irrestricto. La defienden y le ponen discurso. Así, las regulaciones supuestamente violan las leyes económicas, cuando es claro que la única ley que impera es la de la usura, la de la avaricia. Como escribe en su cuenta de Twitter @tasporai, las vacas de Venezuela no producen leche (porque está regulada) pero sí yogur, queso, queso crema y crema de leche. Los dueños de esas vacas lo hacen con el aplauso opositor, porque evaden las medidas de protección al pueblo y obtienen la máxima ganancia. Lo justifican porque quieren acabar con el chavismo y no hay moral que les impida utilizar cualquier recurso. Caracas, 15 de mayo de 2016.
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MITOS
Lorena y John a un pene de distancia POR nathali gómez @laespergesia ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
El pene es “el órgano más honesto de los hombres”, según el periodista Gay Talese. Si es así, la honestidad de John Bobbitt fue cortada de tajo la madrugada del 23 de junio de 1993. El cuchillo de cocina, con sus impecables manos de manicurista, lo empuñaba su esposa Lorena. Sin saber cómo, ella salió de su apartamento, ubicado en Manassas, Virginia, prendió su carro y, después de rodar un rato, se percató de que aún tenía lo que quedaba de miembro de John en su mano izquierda. Inmediatamente lo lanzó a la orilla de la carretera.
Un hombre llegó corriendo con el pene. Tras una compleja intervención, que duró casi diez horas, la “honestidad” de John fue devuelta a su lugar. Hubo dos largos juicios: uno a John, por violación entre cónyuges; y otro a Lorena, por agresión. Ambos fueron declarados inocentes por falta de pruebas convincentes. Lorena fue considera por muchas mujeres como una justiciera que, según sus palabras, “pasó por un momento de locura por ser víctima de violencia doméstica”. El sensacionalismo se frotó las manos y le dio cobertura al hecho hasta la saciedad. Incluso aún, en algún lugar del mundo, una mujer llamada Lorena debe estar siendo víctima de chistes. En 1995 la pareja se divorció.
“A veces los hombres sienten que su pene los controla, que los lleva a la deriva, que los hace suplicar por las noches”, dice Talese en el libro Vida de un escritor. La penetración del miembro de Bobbit sin el consentimiento de su esposa, ecuatoriana que vivió hasta los 17 años John se convirtió en una fugaz estrella porno que mostró en en Venezuela, hizo que ella decidiera acabar con el problema de raíz. varias cintas que su miembro aún se erguía. En 2001 y 2002 se casó con distintas mujeres que lo denunciaron por agresión Un amigo de John lo llevó de emergencia al hospital. En la sala de física. Además, fue imputado por robos y estafas en centros urgencias, los policías describieron al castrado: “Un hombre joven, comerciales. bien parecido e ileso, que estaba sentado (...) conversando tranquilamente...”, cuenta Talese. Lorena Gallo ahora usa su apellido de soltera, se casó nuevamente, tiene una hija y forma parte de una organización de ayuda a mujeres La tarea de la policía era la de encontrar el pedazo que había arroja- víctimas de abuso. do Lorena y que, tal vez, ya habría sido engullido por algún animal. Había pasado más de una hora y media desde la abrupta separación. “¡Vamos pene! / ¡No te apenes! / ¡Levántate de una vez y camina! Las autoridades tenían cada vez menos tiempo, pues John ya estaba (…) Pero cuando el pene tiene pena / nada de eso / vale la pena”. en la sala de operaciones. Elizabet Neira. Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
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ENTREVISTA
caracas, la ciudad fértil Catherine Bazó, Luis Enrique García, Rafael Henríquez, Gustavo Segovia, Alfredo Tamayo y Jennifer Cruz, quien no pudo acompañarnos, conforman el Núcleo de investigación Aquiles nazoa
FOTO ENRIQUE HERNÁNDEZ
POR Ander de tejada • @epaleccs
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El núcleo Aquiles Nazoa nació de una experiencia que tuvieron estos investigadores, a quienes ya presentaremos, tras abrir una materia electiva llamada “Historias de Caracas’’, en la que los estudiantes de la escuela de Comunicación Social deben recoger, echando mano de las herramientas técnicas que les debieron dar en clases, los relatos no escritos de la gente de Caracas, o de la Caracas misma hablando desde una voz no antropomorfa. Los estudiantes, cuenta la mujer, comienzan con las historias de sus comunidades. A su vez, la idea de ofertar la materia surgió de la relación de estos profesores con el señor Vicente Arratia. Él es un obrero de la UBV, aquel ser que vemos en tantos sitios y que se encarga de abrirnos las puertas todas las mañanas, quien, generalmente, nos echa cuentos y nos manifiesta cariños personalizados a pesar de laborar en un sitio en donde pasan miles de caras. Ese personaje existe en casi todos los sitios de la ciudad. Fíjese que aquí, en este edificio, tenemos a Columbo. El señor Arratia, poseedor de una memoria paquidérmica que le permite recordar la mayor cantidad de nombres y detalles de la infancia, les contaba, todas las mañanas, distintos relatos de la variedad de experiencias que vivió en el Antímano de mitades del siglo pasado. Los profesores, encendidos, entendieron que el retrato más auténtico de la ciudad solo era posible a través de sus artífices, de los protagonistas de ese transcurso evolutivo de Caracas.
Rafael Henriquez, “Caracas y las Canciones’’
dar cuenta de que ese comunicador no cayó del cielo, que no es una entelequia sino que “Mi investigación aborda cómo cada canción tiene toda una historia y forma parte de esa que se le ha dedicado a la ciudad contribuye idiosincrasia del caraqueño’’. a nuestra construcción como caraqueños en el imaginario; cómo cada persona representa Catherine García Bazó: la ciudad en distintos momentos o etapas y La Caracas Rebelde cómo cada canción nos evoca a esa ciudad. “Vengo trabajando la rebeldía como un rasNo pretende abarcar tanto a Billo’s, porque go identitario del caraqueño, como un rasde ello se ha escrito mucho. Pero, por ejem- go de la identidad desde los primeros tiemplo, canciones como ‘Vivir en Caracas’, de pos, partiendo desde la resistencia indígena Yordano, también nos invitan a entender la en el valle de Caracas. Caracas es un valle ciudad. Así como Desorden Público. La in- rebelde, y eso se ha manifestado durante vavestigación que estoy realizando, entonces, rios períodos de la historia. Pero el espacio va girando hacia las representaciones, hacia de resistencia se manifiesta también en las la identidad del caraqueño que descansa en cosas cotidianas. Por ejemplo: cuando vala música y en sus canciones’’. mos por una acera y vemos cómo las raíces de un árbol están levantando el concreto, en esa lucha cotidiana de esta tierra fértil. Luis Enrique García: Es irónico saber que la tierra debajo de ese Epistemología concreto es de las más fértiles del país, en del comunicador “Un día, releyendo a Aquiles, como está en donde crece de todo. Es esa resistencia del boga lo del comunicador popular, que es verde que siempre ha estado ahí pero que la una necesidad vital que tenemos en la for- gente no ve por estar sumida en el caos, en mación de nuestros estudiantes, me planteé la inseguridad, en la cola’’. una idea: le voy a dar un piso epistemológico al comunicador popular. Entonces, vengo Gustavo Emilio Segovia: analizando desde los cinco momentos de la Las Salas del recuerdo comunicación. Es decir, desde la prehistoria en tres tiempos hasta hoy. Eso me fue llevando a crear una “El tema busca rescatar un poco cómo era mirada. Ese piso lo trato de vincular con la esa práctica cultural de ir al cine, que se ciudad de Caracas, pero abordo al chasqui, al presenta prácticamente desde la llegada del trovador, al ruiseñor, al sereno, etcétera, para cine en 1896. Tres tiempos porque parto de
Después, como para darle más seriedad y objetivos a la cosa, fundaron el núcleo en honor a Aquiles Nazoa, a quien es difícil caracterizar a través de un oficio: ¿qué le pones, si al poner estas quitándole algo? Él, como explica Catherine, fue uno de los principales transmisores de la identidad caraqueña; fue un periodista de oficio que, además, logró enlazar dicha práctica con lo maravilloso de la poesía y la literatura. Sentados en una mesa, rodeándome como si la interrogación la fueran a hacer ellos y no yo, comenzó cada uno a introducir sus temas. En Antímano estaba la segunda entrada terrestre a Caracas Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
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Con el advenimiento del primer autocine (Los Chaguaramos) el caraqueño se encuentra con una nueva forma de ver pelíuculas
“Caracas es un valle rebelde, y eso se ha manifestado durante varios períodos de la historia. Pero el espacio de resistencia se manifiesta también en las cosas cotidianas’’ (catherine García Bazó) —
1925, cuando se inaugura la primera gran sala, la Ayacucho. Abordo cómo era ir al cine en ese momento: qué se podía observar cuando se iba a pie al cine, la experiencia del cine mudo, la llegada del cine sonoro. El segundo momento parte de 1955, cuando llega el primer autocine a Caracas y, con él, una nueva forma de ver películas. Estamos hablando de la época de Perez Jiménez, cuando se radican aquí las empresas petroleras extranjeras, cuando nacen los distritos petroleros y empieza a haber otra dinámica en Caracas; por ello, la forma de ir al cine también empieza a cambiar. Por último, toco el momento en que se comienza a pagar en el cine con tarjetas de débito. Entonces, voy desde el efectivo, de cuando se caminaba hasta el cine, por toda su evolución, hasta 1999’’. Caracas, 15 de mayo de 2016.
Alfredo Tamayo: El cine desde sus comunidades
“Esencialmente tengo una línea de investigación, que tiene que ver con la comunicación audiovisual y el cine venezolano visto desde la ciudad y desde sus comunidades. Hice una investigación previa a las primeras jornadas de cultura urbana que realizó el núcleo sobre Aquiles Nazoa, la que me llevó a estudiarlo como el guionista de cine venezolano que también fue: trabajó en tres producciones y escribió un guión para una película que no se rodó. Sin embargo, se ve lo prodigioso que fue este autor dentro de este campo. He seguido con otras indagaciones para una investigación del cine, la literatura y la ciudad a partir de una revisión de autores como Pocaterra, Achelpohl, y cómo ellos retrataron la ciudad”. Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
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libremente
¿Cuáles de tus expectativas son ciertas? Por Miguel Posani / mayleni curros @mposani / @maylenicurros ILUSTRACIÓN FRANKLIN ALVIáREZ
Las expectativas son una suposición y no son la realidad. Pero se vuelven un mapa esperanzador que nos hacemos sobre algo, sobre nuestro futuro, qué trabajo nos merecemos, por ejemplo. Y esto hace que sintamos esas expectativas como reales. Las expectativas que nos creamos y se anidan en nosotros son las que nos mueven diariamente. Por supuesto, el problema son las expectativas importantes de nuestra vida, las expectativas de amplio espectro que implican, por ejemplo, ¿qué considero importante en la vida?, ¿qué tanto vale la pena mi esfuerzo diario?, ¿cómo quisiera estar?, ¿qué es para mí ser feliz?, entre otras muchas preguntas posibles que nos podemos hacer sobre nuestra existencia. ¿Hasta qué punto son reales estas expectativas? Cuando estas expectativas se rompen o chocan con la dura realidad, entonces tenemos dos alternativas: o nos doblamos como un bambú en la tempestad, para luego recobrar nuestro equilibrio o, contrariamente, tratamos de desconocer la realidad y lo que nos comunica y continuamos agarrándonos a deseos narcisistas negando la realidad y entrando, así, en un recurrente ciclo de “darnos contra un muro de múltiples formas” hasta que aprendemos y cambiamos. Algunos plantean que lo mejor es no tener expectativas, pero eso es prácticamente imposible. Podemos darnos cuenta de cuáles expectativas son válidas para nosotros y cuáles no, y escoger no solamente movidos por el deseo de consumo, “ese gusto por comprar”, por ejemplo, sino por necesidades más auténticas.
ducirte a través de las expectativas externas que modulan tu cotidianidad.
Vamos por la vida rompiendo y recomponiendo de forma inconsciente expectativas y, generalmente, estas están condicionadas social y culturalmente para que te adaptes a ciertos parámetros funcionales que permitan tratarte, con-
¿Cuáles son las expectativas que asumes como verdaderas? ¿Las ideológicas, como “éxito, prosperidad, riqueza, felicidad”, o las más conscientes y tal vez más maduras, como “paz interior, armonía, ecología, respeto y una verdadera felicidad”?
Ejercicio Piensa qué expectativas tienes respecto a ti y a tu vida, escríbelas y luego reflexiona y pregúntate sobre cada una de ellas; si no se dan, ¿cómo te vas a sentir y qué vas a hacer?
Tal vez comiences a darle menos importancia a tus expectativas si no se cumplen, y a modificar tu vida en base a otras creencias más ecológicas para ti.
“Una vez que abandones tus expectativas comenzarás a vivir”
Osho
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GASTRONOMÍA
o ir e sg bl de e la rie u e u p p s A Im Se
PICHONES DE SIBARITA
Detrás del árbol más bonito
Calidad Ambiente Atención
POR Gustavo Mérida @gusmerida1 FOTOGRAFÍAs enrique hernández
A Fe v. M lip anu e T el ova r
Av. An auc o
sco z ci ari ran Ust .F r Av avie J
O delante, depende de cuál sea su rumbo. O su rumba. De sopetón, el árbol más bonito de San Bernardino parece estar atravesado, como interrumpiendo el tránsito vehicular en esta ciudad diseñada para los ciudadanos de “a carro”. Los de a pie, que somos más, aunque queramos ser de los otros, estamos condenados a cruzar las calles de prisa, a apurar el paso, a apartarnos, a bajar de la acera porque vienen los de a carro, los de a moto y esos grupos, a los que queremos pertenecer, son los privilegiados. Los de a bicicleta se asoman, tímidos aún. ¿Y si solo se pudiera transitar caminando, sin atravesarse en la ciclovía, desde la plaza Morelos hasta la O’Leary? Después (o antes), en carro (o a pie), detrás (o delante) del árbol más bonito de San Bernardino hay que comerse la empanada de RafaeAvl .Seijas atún más bonita que he visto. No es esa empaAv. Los Pro nada fraudulenta que se muerde y solo se siente cer es grasa y harina de maíz precocida, y no es sino hasta el tercer mordisco cuando se logra divisar, allá, a lo lejos, en el fondo, amuñuñado cerca del culito de la empanada, el relleno del deseo, esa proteína contundente y tímida como los Horarios ciclistas; no: esta es una empanada coherente, Lunes a viernes de 6 am a 1 pm que desde que usted muerde hasta que termina tiene atún. Toda la empanada tiene atún y Precios esto, aparte del árbol, es motivo suficiente para Empanadas: Bs. 180 ir hasta San Bernardino, así usted no conozca Arepas: Bs. 450; mixtas: Bs. 500 a nadie por allá. Y es romántico, muy románti- Jugos: Bs. 150 co invitarla a comer cerca del árbol más bonito, FORMAS DE PAGO: aunque el local sea feo o antipático. Esa fealdad ✓ Efectivo Débito se solapa con la amabilidad de la gente que allí ✓ Cesta Ticket Crédito trabaja desde temprano, gente que rellena la arepa con cariño y sin angustias, gente de Trujillo (Rafael, Judith, María y Carlos), que ya lleva mismo. Aunque la estructura de costos, en 15 años en el negocio y pa’lante. este país, es la vaina más difícil de calcular: Un tobo de guasacaca dulzona y gratificante, un vaso de plástico, un pitillo, la electriciun picante serio y estimulante, unos precios dad, el desgaste de las cuchillas y del motor solidarios, comprensivos, descartelizados: es de la licuadora semiindustrial, agua, azúinexplicable, con una estructura de costos ló- car y fruta jamás, nunca, ni remotamente, gica, que un jugo y una empanada cuesten lo tienen el mismo costo que unos gramos de Caracas, 15 de mayo de 2016.
harina de maíz precocida, sal, agua, azúcar (a veces), una servilleta, aceite (usado más veces de lo conveniente, tanto que ni siquiera para reciclarlo y usarlo en la elaboración de jabón sirve, y no estoy afirmando que esto sucede detrás del árbol) y la proteína animal o vegetal con todos los ingredientes necesarios para que quede sabroso, como este atún. En casi todos lados la empanada y el jugo cuestan lo mismo. Aquí el jugo, con un poquito de lógica, es un poquito más barato. Ese día había de tamarindo, guayaba y parchita. No sé por qué no había de mango. Además de atún hay de chorizo, perico, carne molida y/o mechada y los ya insípidos rellenos de jamón y/o queso. Una vez probé un chicharrón grasiento y hermoso que casi supera al atún, pero no. Casi. De más está decir que las empanadas se acaban temprano. Las arepas son grandes, flacas, contundentes y duran un poquito más. Buen provecho. Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
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SOBERANÍAS SEXUALES
Arroz con leche no me quiero casar POR Yosjuan Piña Narváez @erchos ILUSTRACIÓN jessica mena
Cuándo tenía 13 años y cursaba 8vo grado en un barrio de Cagua —fuera de Caracas—, una de las reglas del colegio era tener cabello corto si eras “niño”. Esas fibras que salen de tu cuero pueden determinar qué tan cerca o lejos estés de los modelos normativos de género: qué tan niño, qué tan niña, qué tan “rarx” eres. Siempre me rehusé a cortarme el cabello y las profesoras me colocaban en la fila de las niñas como castigo. Al ver que nunca fue un castigo para mí, el aparato disciplinador escolar y la ortopedia de los géneros me cortaron el cabello a la fuerza. Delante de todo el liceo, como gesto aleccionador. Pero la lección fue: no le hagas caso a la institucionalidad domesticadora. Hoy, la institucionalidad juega nuevamente al disciplinamiento de los cuerpos y las formas de relacionarnos. No hay nada más parecido a la heteronormatividad que la homonormatividad: el concepto de familia (pero ahora con personas con el mismo genital entre las piernas), credibodas, pasapalos y sanguchitos con los colores del arcoíris; la “luna de miel”, Ciudad Tiuna “gay”, mi casa bien equipada “gay” o la búsqueda de una propiedad para nuestro homo-lesbo nido de amor normativo según las reglas de un Estado; la internalización de concepto de exclusividad amoroso-monogámica, el beso “apasionado” (como en el capítulo final de Marimar) después de que una “autoridad civil” legitime la unión, la burocratización de los afectos, el acta, lxs testigxs, la adopción de niñxs o la reproducción. No me opongo a la unión civil entre sexo-género-disidentes. No me opongo a los derechxs que tenemos perversxs, rarxs, polimorfxs, maricxs, cachaperxs, transexuales. Si esto incomoda a la Iglesia y al puritanismo criollo, entonces no estamos equivocadxs. Me alarma la instrumentalización política de la derecha que juega a hacerle guiños a “lxs gais”, pero que arrugan la cara al ver lxs transexuales, maricxs, cahaperas, negrxs (de barrios) y militantes no higienizadxs por la fashion-política “oenegista”. A ver si lxs autoproclamadxs de“izquierdas” comienzan su dilatación anal, cooperan para el alcance de derechos y deshacen su homolesbotransfobia. Amanecí antinormativx y canto arroz con leche no me quiero casar. Quizá mañana cambie de opinión. Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 15 de mayo de 2016.
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crónicas
Manual del Levante (III) DE PEDRO CHACín / ilustraciones L. “RAZOR” BALZA
Caracas, 15 de mayo de 2016.
Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
30 Entrevista a un seductor
Contrariamente a lo que muchos creen, la seducción no es solamente cuestión de feeling, como acuñaran a dúo hace algún tiempo Melissa y Ricardo Cocciante. Hay algo que incluso va más allá de lo meramente estético. Claro que el envoltorio ayuda bastante, no vaya a creer: usted levantará más si se parece a Jean Carlo Simancas en vez de al profesor Maza Zavala, con todo y el prestigio académico del ilustre intelectual. Pero lo que sí es seguro es que el asumirse como seductor es un paso fundamental. Feriado, consciente de su responsabilidad social, entrevistó a uno de estos especímenes, para que de algún modo sirva de guía a ese amplio batallón que se ha pasado la vida mirando a las chicas de lejos. Roberto C. es un joven ya no tan joven —aparenta menos edad de la que tiene. Su estatura es ligeramente superior a la del promedio (1,75) y posee un cuerpo que, sin ser definitivamente atlético, suponemos es bastante atractivo para las mujeres. Por este lado abrimos fuegos... Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Claro que el envoltorio ayuda bastante, no vaya a creer: usted levantará más si se parece a Jean Carlo Simancas en vez de al profesor Maza Zavala, con todo y el prestigio académico del ilustre intelectual —
no es una contingencia irremediable. La barriguita se puede convertir, en determinados casos, en parte del aditamento de un intelectual de fino humor, en caso de que uno posea el don de ser extremadamente ingenioso. Pero yo pienso que esta es la vía más complicada: para no tener barriga basta con 10 abdominales al levantarse y 10 al acostarse. En cambio para ser un intelectual de fino humor, hay que echarle bolas toda la vida, mi llave. —¿Qué es para ti la seducción?
—La seducción es como una miniobra teatral que se ejecuta con diferentes actores todos los días. Cada quien debe aprenderse bien su papel para que resulte exitosa. No se puede participar en una obra de teatro con el libreto equivocado. Imagínate lo que ocurriría si el actor que hace el papel de —¿Es imprescindible tener un cuerpo Hamlet, en ese instante crucial en el que pronuncia pensativo “To be or no to be, atlético? that's the question” dijese más bien “el que —La ausencia de barriguita es fundamental le pega a su familia se arruina”, sería un depara un seductor, pero, si alguien la tiene, sastre, ¿no? Caracas, 15 de mayo de 2016.
31 —¿Y eso qué tiene que ver con la seducción?
o te buscas otra. De repente sería bueno tener alguna rutina sobre deportes, pero a mí las deportistas no me gustan. Siempre andan sudadas y en mono, como si acabaran de darle 20 vueltas al estadio Olímpico.
—¡Cómo que qué tiene que ver! ¿Es que tú crees que todas las mujeres son iguales? Mira, panela, si quieres ser un cazador, éste es el primer paso: tienes que descifrar cuál es la obra que la nena ha decidido ejecutar en su vida. Mientras más obras conozcas, más chances tienes. Es imposible sabérselas todas, pero con cuatro o cinco de las más comunes tienes para batear más de trescientos cada temporada...
—¿No crees que exageras la importancia del “discurso”? —Mira, chamín, reconozco que hay gente que se las levanta a punta de físico, el niche Franklin Vírgüez, por ejemplo. Pero ése no es mi caso, yo tengo que hablar, parlamentar, persuadir, seducirlas...
—¿Cada temporada?
—¿Hay algún tipo de clasificación física?
—Sí, cada temporada. Yo me muevo, fundamentalmente, en el medio universitario y ahí cada temporada de “caza” dura un semestre.
—Bueno, pana, te advierto que estamos hablando de chamas más o menos buenas para arriba. Las feas, o las que se consideran más feas que el promedio, son otra cosa. Aunque hay varios tipos de feas y fíjate que yo me he empatado con un par de ellas, y te juro que son las únicas veces que me he sentido medio enamorado. Pero no me exhibí en público con ellas. Las mujeres te catalogan a ti según la última mujer con la que estuviste empatado y si ésta era una fea, te jodiste, todas creen que eres un pendejo y nadie se empata con un pendejo... ¡salvo otra fea! Si caes en un slump de este tipo, en una cadena de éstas, lo más probable es que termines casado. Por el contrario, si te empatas con una chama bonita eso te da prestigio entre las demás, sobre todo si la dejas despechada.
—¿Cuáles son las “obras” más comunes? —Bueno, no es que tengas un guión así superestricto, pero digamos que me refiero a la orientación general. Si te asumes como seductor debes tener un repertorio que incluya rutinas de conversación sobre los siguientes estereotipos: las luchadoras sociales (pululan en la universidad), para las sensibles ecológico-vegetarianas (esas que ven un perrito sarnoso en el suelo y lo cargan y lo besan), las me-muero-esperando-y-yo-sé-que-llegará-mi-príncipe-azul (éstas son las más fáciles, basta con que les digas que te vas casar con ellas y caen. Ojalá todas fuesen así), las “echadas pa’lante” (aquellas que son una especie de mezcla entre Fedra López y Simone de Beauvoir, buenotas e inteligentes. Son de temer) y las “cabeza hueca”, que sólo valen la pena si están buenísimas porque son terriblemente fastidiosas.
—¿Y desde el punto de vista de la edad ...? —Ah, otra cosa, panela: yo te estoy hablando de chamitas de 22, 23 a los sumo. De ahí para arriba el procedimiento es otro y, en lo que a mí respecta, ya me parecen viejas.
—¿Éstas son todas?
—¿Por qué tan jóvenes?
—Yo te dije que es imposible manejar todas las variables, pero estas cinco conforman un 80 %- del universo. Es imposible manejar todas las variables. Si algún día te sale una que ande empatada en el estudio de los usos de los almidones de yuca en la lubricación de roscas de taladros petroleros, tienes dos opciones: o te metes un puñal del tema
—Porque ésas son a las que les faltan más barajitas, tienen el álbum vacío. —¿¡!? —La vida es un álbum, pana, que uno va rellenando poco a poco y, como en todo álbum, con el tiempo tú vas acumulando Caracas, 15 de mayo de 2016.
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32 antes me llamaba su brujo, su ángel: cuando uno es joven es extremadamente cursi), pasó a la ofensiva y me dijo: “Sí me hubieras dicho desde un principio que lo único que querías era acostarte conmigo, todo habría sido más sincero”. Le contesté: “Sí, hubiese sido más sincero, pero terriblemente inefectivo”. Y por supuesto: nadie que ande por el mundo diciendo “¡Chama, esa totona ahí!” tendrá éxito como seductor. Hay que conversar, y si la chama le pregunta a uno “...pero, ¿tú me quieres?”, no responder simplemente “Sí”, como un pendejo, sino decir inmediatamente “Que jode, mi vida, tanto que no me lo explico”. La elocuencia es fundamental.
un montón de barajitas repetidas. Si tú tienes 30 años (el que no tenga su álbum lleno a los 30 años, está jodido) te faltarán un par de barajitas y tienes un cerro de repetidas. Cualquiera de éstas se la das a una chama de 20 años y se deslumbra por ti. Total, como a todo coleccionista, lo que a uno le sobra son barajitas repetidas... Así es la vida, te pasas años rellenando un álbum para ganarte un balón de fútbol y cuando sacas la cuenta has gastado en barajitas repetidas el equivalente a diez balones... —No te pongas filosófico, sabes que no es tu fuerte. ¿Y esas que tú llamas viejas?
—¿Y por qué haces todo esto?
—Supongamos una de 30 años, porque de ahí para arriba son abuelitas. Las de 30 tienen el álbum igual de lleno que uno. Si le salgo con una barajita repetida me va decir “la tengo” y en seguida me manda al carajo. Son implacables y andan en busca de la originalidad. Y lo peor es que le faltan el mismo par de barajitas que a uno. Con ellas hay que ser sincero, salvo que quieras hacer el ridículo. Imagínate tú escribiéndole de mesa a mesa en una servilleta a una de 30, algo así como “Cuando te vi sentí que una sorpresa se me anudó en el pecho, no te conozco pero siento que tenemos una historia en común, escrita en algún lado”. Con esta frasecita yo me he raspado a varias chamas. Te confieso que a veces me da pena, pero qué le vamos a hacer si ese es el nivel promedio. Por cierto, si Feriado se lee tanto como tú dices, no voy a poder usar más el cuento del nudo en el pecho porque me van descubrir. Aunque te digo, la fama de seductor no es mala, todo lo contrario, es buenísima. Pero no ésta que me estoy dando yo en la entrevista, sino la del seductor buenanota, sincerote, franco, aunque en realidad sea un mentiroso empedernido. De paso, esta es otra clave, mentir: hay que tener pendiente que se está repitiendo un guión y ello pasa por decir algunas mentiras.
—¿Cómo que por qué? ¡Lujuria, panita!, la sola y única lujuria. Soy un auténtico caso de psiquiatra. Estoy subyugado por la idea de la penetración, de la socavación, de la sojuzgación fálica. Si no hubiese nacido con esta facilidad que tengo para horizontalizarlas por las buenas, ya hace años que purgara alguna condena por violador... —¿Eres feliz? —¿Qué? —Que si eres feliz... —La pusimos. Ahora el que se puso filosófico fuiste tú. ¿Qué tiene que ver la felicidad con que tú te tires más mujeres que el promedio de los hombres? —Me refiero a si en el fondo no te sientes profundamente solo... —Mira, esa barajita, la de la soledad, la tengo y repetida un montón de veces. Y déjame decirte que no falla, es infalible. Te recomiendo su uso indiscriminado en el target “hija de papá y mamá, vive en el este y anda en busca de una esencia de la vida”. Repartes un par de ellas en, por ejemplo, los alrededores de la plaza Morelos y el Ateneo, y te aseguro que no te vas liso. Algo agarras...
—¿Tú mientes a menudo? —A menudo no, siempre. Fíjate: una vez me levanté a una chama y al par de semanas ya no dábamos para más y se lo dije. La chama, luego del respectivo lloriqueo (días Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
Publicado en Letras, febrero de 1991 Caracas, 15 de mayo de 2016.
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minicrónicas
Agua de Marte
No dudo que lo del agua en Marte, además de esperpento resucitado, tal vez, aun así, podría llevarme a la butaca a verla y a los 70 documentales que me hartarían de una sed interplanetaria. Pero como estoy preparado, por lo que leí sobre el hipocondríaco de China, sé que hay, menos mal, agua en píldoras a montón, chicles que evitan el asqueroso e incómodo baño cada dos años, la increíble realidad de encontrarme abriendo un pozo en Marte y que lo que salga sea una docena de dinosaurios políglotas, para evitar el desgaste neural de las preocupaciones de volver a pisarme 250 millones de kilómetros de regreso y tomarme un simple vaso de agua en el planeta Tierra. Sin embargo, mi bombi dio luz: si lo hiciera, no pudiera ocurrir que pasara a la historia como el ser humano que pagó la descomunal suma en dólares de verde fresco por un mísero vaso de agua. Qué ocurriría con la noticia de hoy: agua en Marte. Sería intrascendencia periodística, científica, cultura impropia. Estaría de candidato nato a un Oscar sin haber filmado nada. Exclusivo, único, de feria a prueba de reality show y basura conexa. Además, el único astronauta en salir, abrir mi parapente y salir para aprovechar el viento solar y ahorrar energía de las baterías de mi nave. Sensacional. Bendito sea Edison. Pensé: “Quien no arriesga, no pasa a la dicia. En fin, el hombre es el único ser que posteridad”. La oportunidad tocó mi puer- no tropieza dos veces con la misma suerte. Decidí guardar el clasificado y llamar ur- ta. Una familia peligrosa me pareció una gente a la NASA para optar por la candi- ridiculez exclusiva. Mis cien películas en datura al viaje. Marte valdrían más que toda esa inmunPor Andrés Eloy Hernández Caracas, 15 de mayo de 2016.
FOTO ENRIQUE HERNÁNDEZ
Sabía que iba a ser una película muy fumada. La trama fue estructurada con, por lo menos, la síntesis de diez docenas de guiones donde una familia no necesita adquirir arsenal —precio, prejuicios religiosos, etceterón, lo dificultan—, pero ahí estaba el dinosaurio del cuento más corto: relaciones, un tipo con un cerebro con muchos congresos de víboras encima, el próximo estreno.
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POR INDIRA CARPIO
NEGRA
@indira_carpio
Por Indira Carpio Olivo (Venezuela)
Ayer conocí a una niña hermosa.
VITRAL DE MUJER SOLA Se sabe de una mujer que está sola porque camina como una mujer que está [sola se sabe que no espera a nadie porque camina como una mujer que no [espera a nadie esto es se mueve irregularmente y de vez en [cuando se mira los zapatos Se sabe de las mujeres que están solas cuando tocan un botón por largo tiempo Las mujeres solas no inspiran piedad ni dan miedo si alguien se cruza con ellas en mitad de [la vereda se aparta por miedo a ser contagiado Las mujeres solas miran el paisaje y se diría que son amantes de las aceras/ de los entresuelos/ de las [alcantarillas/ del subsuelo de los subterfugios Las mujeres solas están sobre la tierra al [igual que sobre los árboles les da igual porque para ellas es lo [mismo Las mujeres solas recitan parlamentos estoy sola y esto quiere decir que está con ella para no decir que está con nadie tanto se considera una mujer sola Las mujeres solas hacen el amor [amorosamente algo les duele y luego todo es más bien triste o colérico [o simplemente amor Estas mujeres se alumbran con linternas van al detalle saben donde se encuentra cada cosa porque temen seguir perdiendo y ya han perdido o ganado demasiado Ellas no lo saben porque van del llanto a la alegría y a veces piensan en la muerte También planean un largo viaje e [imaginan encuentros posibles Administran el dinero compran legumbres
Edición Número Ciento setenta y ocho. Año 04. ÉPALE CCS
¿Habría problema si se llamara Blanca? Negra se llama. Llámela Negra.
TRINOS
POEMA
“¿Cómo te llamas?”, le pregunté. [“Negra”, me dijo. Sonreí. Su papá enseguida intervino. [Me explica que en el colegio tuvo [problemas para registrarla, porque “mire usted, así no podemos llamar a [la niña”.
Por Yolanda Pantin (Venezuela)
letra muerta @letramuertaed
«usted nunca ha parido no conoce el filo de los machetes» María Auxiliadora Álvarez
trabajan de 8 a 8 Si tienen hijos hacen de madres son tiernas y delicadas aunque muchas veces se alteren un pensamiento recurrente es ya no puedo ni un minuto más Las mujeres solas tienen infinidad de [miedos terrores francamente nocturnos los sueños de tales mujeres son terremotos catástrofes sociales Una mujer sola reconoce a otra mujer sola [de forma inmediata llevan el mismo cuello airado lo cual no quiere decir que no quieran a [nadie más que a sí mismas esto es completamente falso Lo cierto es que la casa de una mujer sola está abierta a su antojo Una mujer sola no puede curar su soledad porque nada está enfermo se remedia lo curable
Caracas, 15 de mayo de 2016.
una gripe o un dolor de estómago La mujer que piense que su soledad es [curable no es una mujer sola es un estado transitivo entre dos [soledades infinitamente más peligrosas Una mujer sola es una mujer [acompañada aunque de este hecho no se percate más [que el zapato al que mira con detenimiento o el botón que parece representar algo [verdaderamente importante como de hecho lo es como los árboles o el cielo solo que el privilegio que deriva de [semejante atención es más bien propio de las almas [temperadas al siguiente fuego: id contigo para estar con vosotros.
Instrucciones Comenzando por el cuadro central se sigue el sentido del laberinto, tomando como inicio de la siguiente palabra la última sílaba de la anterior
POR ANDRÉS PALACIOS
cruciverbonay@hotmail.com
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1 Desquite, venganza 2 Cierta prenda de vestir sin mangas 3 Estaban de acuerdo dos o más personas en una idea u opinión 4 … López, el desaparecido “Rey de la Bandola” 5 En música: pasar de una tonalidad a otra 6 Liberalidad, generosidad 7 Novela del escritor venezolano Eduardo Blanco 8 Cacique venezolano de los araucos y de los meregotos 9 Población del estado Sucre 10 Rincón, sitio escondido 11 Mueble usado para guardar ropa 12 En las lenguas declinables: caso que indica la atribución 13 Que vocifera 14 Que recela un daño 15 Humillar, sujetar a una persona 16 Conjunto de tres voces o instrumentos 17 Venenoso, ponzoñoso
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18 Lado derecho o izquierdo de un ejército 19 Acción de doblar 20 Película del director venezolano Luis Alberto Lamata 21 Que recoge 22 Cierta máquina de guerra 23 En un duelo: pariente del difunto 24 Lo que sube y baja en los teatros 25 El que alcanza una edad muy avanzada 26 Personas que hablan en nombre de otras o de un grupo 27 Terreno pequeño de cultivo abandonado y cubierto de maleza 28 … Rodríguez, desaparecida vocalista venezolana apodada “La Gitana de Color” 29 Ciudad del estado Carabobo 30 El Pájaro …, tradición popular venezolana 31 Monumento megalítico 32 Alcohol extraído de la esencia de menta
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E S B SOLUCIÓN DEL ANTERIOR
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POR NATHALI GÓMEZ @laespergesia Ilustración: L. "Razor" Balza
Imaginario
MINIMANUAL para (tratar de) dejar las redes sociales Usted llega a su casa, tira las llaves en la mesa, no saluda a nadie, corre en dirección a un enchufe y conecta su teléfono. Tiene cinco interacciones en Twitter, cuatro comentarios en el féisbuc y alguien lo agregó en Instagram. Así pasan horas. Usted se siente frustrado y agotado, ya no podrá cocinar el almuerzo del día siguiente, ni terminar ese trabajito que tiene pendiente, ni sabe quién es esa gente que está en pijama en su sala. ¿Cuál es el diagnóstico? Usted está “ahogado” en las redes y su problema es peor que las drogas.
Según la leyenda
1. Reconozca que tiene un problema (sí, es lugar común, pero no siempre tengo consejos audaces). 2. Borre las aplicaciones del demonio (Twitter, féisbuc e Instagram) de su teléfono. Me lo recomendó una amiga y funciona. 3. Llene los espacios con lectura o, seamos sinceros, duerma más. 4. Dese cuenta de que su vida es más tranquila. Las redes magnifican todo. Una chispa es un incendio y un beso es amor incondicional.
Uribe ya vivía en la Edad Media
5. No se sienta culpable por no estar “informado”. El curso de los acontecimientos mundiales no cambiará porque usted dé un “Me gusta” o retuitee algo. 6. Piénselo: si le pasa algo, será su familia la que resuelva. Los seguidores solo lo acompañan en el plano virtual. 7. Si considera que las redes son una oportunidad para encontrar al amor de su vida, deje de estar viendo tanta televisión.
TUIT DE
8. Piense que sus comentarios ocurrentes también los puede compartir con sus amigos de carne y hueso. Ellos cuando se ríen no dicen “Ja ja ja”. 9. Vea a la gente en la calle. Es muchísimo más enriquecedor que mirar una pantalla de teléfono.
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Caracas, 15 de mayo de 2016.
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Por qué dejamos que los precios crezcan más rápido que la felicidad
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pregunta de la semana
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