12-03-2017

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contenido

Consejo Editorial

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Mercedes Chacín

Berta Cáceres

Mancheta y demás

Editor Jefe

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A 106 años, las cenizas

Algunas mujeres son Waika

Reinaldo González

Asesor Editorial

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Coordinadora 2.0

De la “ombliguidad”

— crónicas burocráticas

Web y redeS

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Valentina y Nos

Feminismo con gusto

Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla

— perfil

Directora

Carlos Cova

DirecTORa de Arte

Edarlys Rodríguez

— mitos

COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA

Jesús Castillo

— filo y borde

Yanira Albornoz

Joseph Castellanos Gaizka Orta

— música

Redacción

Nathali Gómez Moscoso Gustavo Mérida Ander De Tejada Marlon Zambrano

DiseñO

Lisbeth Montell Carlos Hernández Vicmairis Aguilera

Ilustrador FotOGRAFÍA

CORRECTOR

Rodolfo Castillo

Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero

Colaboran en esta edición

Clodovaldo Hernández, Mercedes Sanz, Víctor Villasmil, Domingo Moreno, Indira Carpio, L. “Razor” Balza, Jessica Mena, Henry Rojas y Neptalí Segovia. Archivo Ciudad CCS. Ilustración de portada: María Centeno.

Impresión

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166

Pichones de sibarita

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Eso no está corregido

Televisión y oralidad

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@epaleccs

— gastronomía

— crítica y media

La calle Uno

— poesía o nada

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— crucicultura

Crucigrama

— el rumor de las bolas

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Complejo Editorial Alfredo Maneiro Imprenta Nacional. www.epaleccs.info epale.ciudadccs@gmail.com

El gran negocio farmacéutico

— minicrónicas

LOGÍSTICA

— miradas

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— entrevista

Michael Mata Enrique Hernández Maryori Cabrita

— ciudad

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— para vivir

Alfredo Rajoy

— EL MENJURJE

@epaleccs

— la bitácora de amón-ra

Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales

Una publicación de la Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.


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PERFIL


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Berta Cáceres se convirtió en espíritu del río

A principios de mes se cumplió el primer aniversario del vil asesinato de la líder indígena y ambientalista hondureña, defensora de los derechos milenarios del pueblo lenca. Sus verdugos son casi todos egresados de la Escuela de las Américas, que sigue existiendo con nombres edulcorados. Ahora, la aguerrida mujer ha pasado a ser otro de los espíritus que custodian los ríos sagrados de Centroamérica POR Clodovaldo Hernández • clodoher@yahoo.com / ILUSTRACIóN l. “razor” balza

A la dirigente popular se la tenían jurada desde hace mucho. Su oposición al proyecto de Agua Zarca comenzó en 2006, cuando las comunidades indígenas fueron sorprendidas por el ingreso de grandes maquinarias para los primeros movimientos de tierra. Las autoridades de la época no consideraron necesario ni siquiera enviarles una notificación de lo que pensaban hacer en los dominios milenarios de esta etnia, que vive desde tiempos inmemoriales en un amplio territorio entre Honduras y El Salvador. Ya para ese momento, Cáceres tenía más de diez años de activismo, pues era integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares Indígenas de Honduras, una organización fundada en la década de los 90. Desde esa posición se había convertido en la piedra en el zapato de los empresarios de La ejecución de Cáceres ocurrió hace un año, cuando hombres ar- la minería, la madera y la energía eléctrica, siempre asociados con mados entraron a su casa, en la localidad de La Esperanza, en el de- funcionarios y políticos de diversos niveles. partamento de Intibucá, al occidente hondureño. Fue la cristalización de numerosas amenazas que había recibido la líder, quien era, a Por si esos intereses fuesen poca cosa, la dirigente también se sumó a las críticas a la instalación de bases militares estadounidenses en la vez, feminista, ecologista e indigenista. su país. La lucha contra la represa de Agua Zarca conjugaba esas tres vocaciones, pues la obra implica una intervención del hábitat del pueblo En 2009 fue una de las voces que se alzó contra el derrocamiento lenca y una violación de sus principios religiosos, en particular los del presidente constitucional Manuel Zelaya y, como tal, paró en la cárcel en calidad de presa política de la dictadura de Roberto Michereferidos a los espíritus femeninos que custodian los ríos. letti, a quien el comandante Chávez, siempre certero con los apodos, Cuando le quitaron la vida, la valiente mujer tenía 45 años y era llamaba “Goriletti”. En fin, Cáceres se había comprado todos los boconsiderada una figura de amplia proyección nacional en la nación letos de la rifa. centroamericana. Dejó tres hijas y un hijo, además de una legión de seguidores. Su asesinato puso en evidencia lo hipócritas que son Luego del desalojo arbitrario de Zelaya, la derecha gobernante retolos gobiernos de derecha, los organismos internacionales y las orga- mó sus proyectos, pese a las denuncias de ecocidio y etnocidio que nizaciones no gubernamentales: siempre muy preocupados por el han sido elevadas, incluso, hasta la Comisión Interamericana de Derespeto a los derechos de los opositores en Venezuela, y que callan rechos Humanos, tan diligente en lo que respecta a pronunciarse sobre otros asuntos. Las comunidades indígenas se vieron obligadas a vergonzosamente frente a un crimen atroz como el de Cáceres. Los lenca, habitantes originarios de los paraísos terrenales centroamericanos, creen que sus diosas viven en los ríos. Por ello, las portentosas corrientes de agua, como el Gualcarque, resultan doblemente sagradas: son divinidades y son mujeres. Apoyada en esa fe ancestral y en sólidos argumentos ecológicos, Berta Cáceres encabezó la campaña contra un gigantesco proyecto que pretende dominar al ya nombrado río para construir una represa hidroeléctrica. La lucha le costó la vida. Su nombre se sumó a la larga lista que ha hecho de su natal Honduras el país con más defensores del ambiente asesinados, un triste liderazgo que se disputa, en este hemisferio, con Brasil y Perú.

Caracas, 12 de marzo de 2017.

Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS


04 ir más allá de las meras declaraciones, procediendo al bloqueo de las vías para impedir el movimiento de las maquinarias. Primero fueron reprimidos por la policía. Luego, en julio de 2013, enviaron tropas militares que abrieron fuego contra los manifestantes, matando a un dirigente e hiriendo a varios lugareños. Desde entonces, las acciones violentas contra los líderes de la protesta han sido sistemáticas. Paralelamente se desarrollan campañas mediáticas para satanizarlos y acusarlos de ser terroristas y revoltosos. A finales de febrero de 2016, un caserío entero fue desalojado y destruido y cuatro dirigentes asesinados. La escalada tuvo su pico el 3 de marzo de 2016, cuando asesinaron a Cáceres. La primera intención del gobierno hondureño fue la de atribuir la muerte a un crimen pasional o a un ajuste de cuentas dentro del movimiento liderado por Cáceres. Las investigaciones realizadas, con la presión de una indignada comunidad internacional, dieron con un grupo de personajes siniestros formados en la macabramente célebre Escuela de las Américas, la gran academia de terrorismo de Estado, represión y tortura en la que se “educaron” los militares y civiles latinoamericanos que desarrollaron la lucha contra los movimientos populares desde mediados del siglo pasado. Uno de los acusados del asesinato es el mayor Mariano Díaz Chávez, oficial activo de las Fuerzas Armadas hondureñas, formado en tácticas contraterroristas en la base aérea Lackland, en el estado de Texas. Ese centro de “estudios” está vinculado a la Academia Interamericana de la Fuerza Aérea y se ubica bajo la órbita del Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, nombre eufemístico que se le asignó a la ya demasiado desprestigiada Escuela de las Américas, luego de que se mudara desde la Zona del Canal, en Panamá, al estado de Georgia. Otro de los conjurados en el homicidio salió directamente del centro de entrenamiento de esbirros. Se trata de Douglas Giovanny Bustillos, un teniente retirado en 2008, quien se desempeñaba como jefe de Seguridad de Desarrollos Energéticos, S. A. (DESA), la empresa hondureña constructora de la represa.

Las luchas de Cáceres han dado hasta ahora algunos frutos, pues al menos el proyecto de Agua Zarca ha perdido parte de su impulso inicial, luego de que la empresa china Sinohydro, considerada la más grande constructora de represas del planeta, y el Banco Mundial, financista de la obra, decidieran retirarse _

inicial, luego de que la empresa china Sinohydro, considerada la más grande constructora de represas del planeta, y el Banco Mundial, financista de la obra, decidieran retirarse. Los socios hondureños, sin embargo, persistieron en su empeño y, por ello, han seguido movilizando maquinarias y equipos y han continuado hostigando a los indígenas y otros pobladores de la región afectada por sus planes. Según las denuncias de los movimientos indígenas y ambientalistas, la de Agua Zarca es apenas una de cuatro grandes presas que se construirían en la misma zona y cuyo objetivo, a mediano plazo, no es suministrar electricidad a los centros poblados, sino darle energía a los desarrollos mineros y madereros que están también en ciernes y que representan millonarias ganancias para la burguesía hondureña y la clase gobernante.

El funeral de Berta Cáceres fue una extraordinaria manifestación de Los otros dos implicados son Sergio Rodríguez, ejecutivo de la com- dolor e indignación en la que participaron miles de personas. La cepañía, y Edilson Duarte, un sicario contratado para matar a Cáceres remonia incluyó ritos católicos e indígenas. En todo el mundo hubo actos de solidaridad con las luchas del pueblo originario hondureño y quien habría sido el autor de los disparos. y homenajes a la líder desaparecida. Más allá de estos autores intelectuales y perpetradores, contra Cáceres se armó una orquesta de enemigos, a cuál más prominente: el En los últimos años de su intensa vida, Cáceres fue reconocida con Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), equivalente a dos importantes premios internacionales: el Goldman (al que suelen la Fedecámaras venezolana; los principales medios de comunicación llamar “el Nobel verde”) y el Shalom (un galardón que otorga la cohondureños y transnacionales (¿cuándo no?); y algunos jerarcas de munidad judía a activistas de la paz y los derechos humanos). Ahola Iglesia católica, encabezados por el cardenal Oscar Rodríguez, ra, la valiosa hondureña ha pasado a la esfera de los mártires de las quien instó repetidamente a la feligresía a desatender los llamados luchas indigenistas y ambientalistas de América Latina. En cuanto a de las organizaciones indígenas y a no prestar atención a los medios su pueblo, los lenca, tienen una razón más para considerar que las divinidades que moran en los ríos son mujeres. “Nos consideramos comunitarios. custodios de la naturaleza, de la tierra y, sobre todo, de los ríos”, dijo Las luchas de Cáceres han dado hasta ahora algunos frutos, pues al Berta Cáceres muchas veces. Nadie duda que, desde otro plano, esta menos el proyecto de Agua Zarca ha perdido parte de su impulso gran mujer sigue vigilante. Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS

Caracas, 12 de marzo de 2017.


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el menjurJe

Cincuenta sin Bárbaro

Justo hoy, hace 50 años, dejó este mundo un pintor que por no formarse en la academia —ni saber cuánto cobrar— calificaron, los expertos, de artista ingenuo. Cuentan que los que sabían, alguno con abultados apellidos, le pagaban sus obras con botellas de aguardiente y algún mendrugo de pan. Vivió y murió en la indigencia, en un Petare más bucólico e inspirador, sin saber que dejaba para la posteridad una imaginería de luz, color e inspiración que retrató la belleza más íntima del pueblo al que plasmó en sus gestos cotidianos. Bárbaro Rivas tiene su museo, sus cuadros se tasan en millones (la vieja historia) y es posible que muchos, quizá demasiados, no sepan quién fue.

Que aumenten el precio de refrescos y gaseosas y todo lo que envenene disfrazado de sabroso

a lo criollo Mañana arranca un concurso inédito en la historia del país: “Hagamos nuestro liquiliqui”, que convoca a cualquier diseñador para que inscriba su propuesta del traje nacional durante todo el mes. La imaginación será el límite: se evaluará lo tradicional, la creatividad, la vanguardia, el uso y combinación de telas, colores y accesorios, en modalidades para hombre y mujer. Todo lo que se le ocurra debe ser entregado en portafolio en la sede de la Casa del Artista, donde se escogerán los que incentiven su uso y reconocimiento nacional e internacional como expresión de nuestra cultura. Si vas pendiente, revisa las redes de la Casa del Artista.

Los cazadores de alternativas, que andan buscando cualquier producto saludable y aún barato para subirle el mil por ciento

«

La patria es una mujer y él... «

Los homenajes al Comandante Supremo continúan, formalmente, hasta el miércoles 15 de marzo. Pero cada acto solidario, cualquier esfuerzo en colectivo, toda acción ética, lo recordarán eternamente. Ser bueno, amoroso, respetuoso y fraterno es la mejor manera de honrar su memoria.

Caracas, 12 de marzo de 2016.

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MITOS

a 106 años, las cenizas POR Ander de tejada ILUSTRACIÓN JESSICA MENA

Logros precedentes

Hay dos informaciones: una que dice que en marzo de 1857 hubo una huelga de las mujeres trabajadoras de la industria textil, con miles de asistentes, que sirvió como disparador a lo que después devino no solo en la conmemoración del Día de la Mujer sino en su posterior organización en sindicatos para obtener reivindicaciones laborales. Otra, sin embargo, indica que la marcha no fue en esa fecha sino en 1908, en Nueva York y en Chicago. La duda no es si alguna de las dos manifestaciones no sucedió, sino cuál es la que conmemora el día.

trófico, ese que destrozó la sede de la fábrica Triagle Shirtwaist, empresa que se encargaba de la producción de blusas femeninas. Dichas prendas eran producidas por mujeres, más que todo, y eran compradas por otras que ocupaban una clase social distinta. Quienes conformaban la mano de obra de la empresa eran, básicamente, mujeres jóvenes, emigrantes de la Europa del Este, laborando bajo condiciones deplorables. Tanto es así que, como medida disciplinaria, las puertas eran cerradas con llaves.

En 1909 se celebraría, gracias a una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos, el primer Día Internacional de la Mujer. Esto fue, otra vez, en Nueva York, y contó con la presencia de 15.000 féminas que marcharon por la ciudad. Al año siguiente, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, se estableció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que vino a celebrarse, por primera vez, en marzo del año siguiente.

Se puede hacer la operación matemática de la manera que se quiera. Esta, sin pérdidas, lleva al desastre. Basta con sumar un edificio, agregarle mucha gente adentro y cantidades industriales de telas regadas por doquier. Además de eso, como jugador de peso, hay que considerar las condiciones laborales de la época, y más aún las de un gremio desorganizado como el femenino. La esclavitud no solo la simboliza un látigo. También una puerta cerrada. También los golpes de desesperación que se le dio a la madera, también los gritos y la escalera de emergencia colapsada, y los cuerpos que cayeron a la calle después de que, imposibilitaNueva York, 1911 Algunas fuentes, incluso, dudan del hecho y de las fechas; otras, da la salida, la única solución fue saltar por la ventana. las cambian. Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo, en una entrevista a Jane Hodges, directora de la Oficina La duda, entonces, se aclara. No es únicamente por la de 1857 para la Igualdad de Género del mismo ente, afirma que sí suce- ni por la de 1908 ni tampoco por las de otras fechas que refieren dió, hace más de cien años, y que fue un incendio feroz, catas- algunas fuentes. Es por todas y cada una. Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS

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CIUDAD

algunas mujeres son waika María centeno comparte con épale ccs durante un recorrido por la exposición de “waika, la respondona”, y nos da sus opiniones (las de ella y las de waika) sobre el mundo que las rodea POR ander de tejada / FOTOGRAFÍAs Jesús castillo

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La verdad es que no sé de quién hablar, si de María Centeno o de Waika. Al llegar, cuando las veo siendo fotografiadas por Jesús, trato de encontrar el parecido entre ambas. Sí puedo y, estando seguro de eso, la veo posar mientras camino. Miro, al mismo tiempo, su exposición. En la sala NG del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) se está presentando la exposición de la caricatura de la última página del diario Ciudad CCS. El nombre de la caricatura es “Waika, la respondona”. El nombre de la artista es María Centeno. Para aclarar las dudas, le pregunto si el personaje está basado en ella misma y responde que un poco, pero que también encarna un perfil de la mujer revolucionaria.

Sobre Waika:

“Entonces, me inventé este personaje, que tiene cosas de mí: soy feminista, he militado en el feminismo por mucho tiempo. Un poco rebelde, respondona’’. Generalmente, la caricatura la componen entre una y tres escenas. Hay veces en que es un diálogo entre Waika y aquellos con quienes comparte el día a día: su amiga Yara, su hija, su pareja, la pareja de Yara, el doctor o el motorizado. Lo que caracteriza a la publicación es el comentario contundente, que Waika suele decir como una reflexión propia, como un monólogo o como una respuesta a la opinión de otros. Así le hace honor a su sobrenombre. Sin embargo, no siempre es ella quien ve con claridad el mundo. A veces solo aprende de los demás: “Está la hija de Waika, que a veces tiene discusiones con la mamá. A veces la hija la supera, en el sentido de que está más clara, más avanzada’’.

Waika junto a otra feminista, o viceversa

enseñar o para aprender. Al final, Waika, a pesar de que responda con contundencia, es el resultado de la curiosidad política y de las contradicciones que se presentan en la vida. Cada diálogo, cada palabra es la palabra de un ser inexperto que se está descubriendo políticamente. Como todos.

María hace un énfasis importante en esos elementos. Waika está concebida como un personaje que te puedes encontrar todos los días en las calles del país. Alguien que se va enriqueciendo con las relaciones que entabla con el otro. Dichas relaciones pueden ser para

Y tal cual, como todos, señala María, tiene intereses aparte del feminismo. También se puede derivar que lleva una vida como la de nosotros: tiene hija y pareja. Debe tener, por ende, padre y madre. Debe tener, por ende, trabajo. Así se dibuja, en esos cuadros, la lucha de una mujer inconforme. A veces la lucha es contra el sistema

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capitalista, a veces es contra el machismo y a veces contra sí misma. “Waika nació porque Mercedes Chacín me llamó del diario Ciudad CCS para que llenara un espacio de historietas. Ella me dio total libertad para que escogiera un personaje. No tenía idea de qué hacer. Me paseé por distintas posibilidades. Tenía una historieta que venía trabajando: era una indiecita y un conquistador, y la india se la pasaba echándole varilla al conquistador. Pero me di cuenta que si quería hacer una historieta todos los días, los 365 del año, tenía que ser una cosa que pudiera alimentar de mi experiencia diaria’’.


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El trabajo de María Centeno habla por sí solo

En ese mismo sentido, hablando sobre las opiniones coyunturales de Waika, María Centeno explica: “Por eso es que a mí no me gusta hacer las caricaturas con mucha anticipación. Siempre me están pidiendo. A veces me piden siete. Yo digo: ‘Coye, pero es que siempre hay coyunturas, siempre pasan cosas y hay efemérides de las que no estoy al tanto’”. La sala NG es la que está antes de entrar a la de cine, afuera, en el segundo piso. Por eso, con tan solo seguir el camino de cuadros se puede ver la exposición desplegada. Los colores de los cuadros resaltan sobre la pared blanca, iluminada por luces amarillas. Al caminar se pueden ver alrededor de 15 caricaturas que, como afirma su autora, son atemporales. Hay unas sobre las contradicciones de la Iglesia católica con el discurso de Cristo. Hay otra contra la explotación

del Arco Minero. Hay unas que resaltan y legitiman la potestad de una mujer de disfrutar su sexualidad. Otras que critican el sistema capitalista y el consumo, que obliga a las mujeres a descartar sus gustos y relegarse a la “femineidad’’, a pesar de que ese concepto no sea el aspirado por algunas.

Estudió en Inglaterra y volvió al país. A los feministas los conoció en los dos continentes a través de muchos años. Sus técnicas, su jiu-jitsu, durante esta pelea callejera que es la vida, es el arte visual.

Es arquitecta. Es dibujante. Es escultora. Es una artista plástica integral. Sobre todo, además de revolucionaria, es feminista, aunque esto quizá se pudiera decir al revés.

“Nací machista como la mayoría de las mujeres y los hombres. Eso es lo que se inculca. Tengo un hermano, entonces mi mamá, cuando éramos niños, me pedía a mí que lavara los platos, pero no a él. Tenía que hacer mi cama y, además, la suya. Creo que esas cosas me fueron creando un sentido de la justicia. También recuerdo que a mí me gustaba mucho montarme en los árboles y en los postes, y mi mamá me decía que no porque eso era para los hombres. Después hice un postgrado en Inglaterra, en Diseño Arquitectónico. Allí estuve en contacto con feministas, hombres y mujeres, y me terminé de convertir”.

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La exposición se inauguró el pasado 23 de febrero y estará montada, por lo menos, dos meses. Contará no solo con los cuadros sino con actividades en las que se incluyen conversas. El disparador de la última fue una pregunta que, automáticamente, deja pensando: “¿Las feministas usan tacones?’’.

Sobre María


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FILO Y BORDE

de la “ombliguidad” POR Freddy Fernández @filoyborde ILUSTRACIÓN alfredo rajoy

Julio Anguita, respetado dirigente comunista español, ha sostenido que los políticos no tienen derecho a una vida privada. Cuando lo ha dicho, aclara que en lo que nadie se debe meter es en la vida íntima. Concuerdo con las dos partes de esa afirmación, pero sospecho que está naciendo una sociedad que ya no entiende como sagrada la intimidad. Sin respeto por la intimidad propia, pareciera imponerse una suerte de eximidad real o ficticia, casi siempre cargada de muchas trampas que propugnan por alcanzar el “éxito” en las redes sociales. De tanto ser espectadores y admiradores de los muchos personajes y las muy pocas personas que eran expuestas por los medios de comunicación, las redes sociales se convierten en la vía para hacerse uno mismo un personaje y exhibirlo en el campo de batalla narcisista. Quizás a la muchacha de 17 años le parezca que esto es la más absoluta normalidad, pero a los que ya pasamos por los 30 nos cuesta un poco comprender la importancia de mostrarle al mundo la foto del “desayunito” y saber la motivación y los precios del outfit. Me digo que quizá esa información tenga algún valor, por algún motivo; y, sin embargo, sé que puedo vivir sin saber de esos detalles. Todo se da, además, en una mezcla extraña donde el ágora ha dejado de ser la plaza y se ha metido en la alcoba, desde donde la gente comparte una receta, una foto de su nueva ropa interior y una proclama política en la que condena a muerte digital al otro. Todo pareciera desenvolverse en esta nueva “intimidad” digital, es decir, en la nueva eximidad, porque se asume que solo se está hablando para los amigos o seguidores. Creo que estos intérpretes de sí mismos están poseídos por una sensación como la que uno tenía antes, cuando se había ganado un escaño en la que creía la mesa más divertida e interesante de alguna tasca de la ciudad. ¿Sabemos todos que nuestras acciones digitales son captadas, monitoreadas y almacenadas por las empresas que nos brindan esos servicios de manera gratuita? ¿Han notado que al instalar una nueva aplicación en nuestro celular, nos exigen acceso a la lista de contactos, nuestra ubicación, nuestras compras, nuestra galería y nuestro historial? Los centros de poder del mundo usan todos esos datos para vender, para ganar elecciones, para derrocar gobiernos y para asegurar su dominio. Así que creo que con “mi propio show de cada uno” llevamos una vida vertida hacia dentro, hacia nosotros mismos, que es succionada desde afuera. Montamos un reality de “lo interesante que soy” y lo medimos con una contabilidad sencilla expresada en “likes”. Los filósofos lo estudiarán con criterios de “mismidad” y “yoidad”, a mí me suena a una “ombliguidad” triste porque no la comprendo. Como a Julio Anguita, la intimidad me sigue pareciendo sagrada, pero no estoy seguro de que así sea para esta nueva sociedad de puros protagonistas. Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS

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CRÓNICAS BUROCRÁTICAS

Thor pasó por la oficina POR marlon zambrano @marlonzambrano ILUSTRACIóN Henry rojas

En nuestra administración pública están perfectamente delineados los estereotipos que le dan cuerpo y alma a la burocracia en el imaginario colectivo. Está la “mami” detrás de un tablero de información, quien se pinta las uñas y chatea a la vez, mientras una inmensa cola de jadeantes supervivientes espera su piadosa orientación. Está el mensajero que se pasea por los pasillos del ministerio afanado en la inenarrable tarea de trasladar el memo de una oficina a otra, de este universo a aquel, transformando el mínimo acto de pedir la cajita de grapas de 5.000 unidades a la Dirección de Administración, para recargar la engrapadora, en una exhortación a erigir un embalse con capacidad total instalada de 10.000 MW. Están, cómo no, los ascensoristas, una milenaria logia de hobbits capaces de hacer subir y bajar el elevador que permanece seis meses inservible y los otros seis disfuncional, pero activo a expensas de esa pandilla milagrosa. Con el advenimiento de los millennials están los del grupo del WhatsApp. En otras circunstancias podrían pasar por una hermética legión de comadres encompinchadas, pero que en medio de la guerra económica han mutado en partisanos que, en sorprendentes escaramuzas defensivas, descubren rebajas de hasta 30% en productos de la cesta básica. Algunas de las contraseñas que dejan colar por entre los torniquetes de salida, descifradas por el arduo trabajo de contrainteligencia de algún director de línea, son: “¿Me marcaron el punto?”, “En los chinos hay...”, “Tengo leche, cambio por caraotas”... Son fuerzas telúricas que superan nuestra capacidad de asombro, quizás por la dimensión abstracta del aparato del Estado o porque aún nos negamos a admitir que aquí fue donde García Márquez condensó, en su crónica de 1958 “Caracas sin agua”, el germen del realis-

mo mágico que tanto crédito le daría a un pueblito llamado Macondo en la afiebrada imaginación champetera del colombiano. Lo que no sabía el Gabo es que un modelo inédito daría otra dimensión a la rutina propia de la administración pública: la secretaria poseída. Yo también he sido soldado del funcionariato, y en esas lides me agarró una noche de viernes de 2012 ejerciendo poderes despóticos sobre una pobre secretaria, a la que exigí sobretiempo en pos de un informe de gestión urgente. Ella, yo, la noche tenebrosa desde un piso 24 de las torres de El Silencio. Las sumas que restaban y las restas que multiplicaban. “Compañera, son las 12 de la noche y esto tiene que cuadrar ya”, fue el imperativo enérgico con el que pretendí cerrar la jornada que, muy por el contrario, estalló en un estruendo de pavor cuando esa mujer mugió de entre un embrollo de papeles, transfigurada en una sombra mortuoria que se desplazó hacia mí con torpeza de Caracas, 12 de marzo de 2017.

zombi, gruñendo alguna letanía en una lengua irreconocible que, en principio, atribuí a una sobredosis de tinta de marcador. Sus ojos, virados pa’ lo blanco, me forzaron a concluir que la vaina no era juego y de un grito de auxilio surgió la salvación exorcista de algún vigilante y un conductor de guardia. La mujer de vuelta en sí, yo fuera de mí y en mi memoria una sola palabra, atesorada para siempre en la galería de mis culillos más hondos: “¡Punraaaaaz!”, que tras varios hallazgos fortuitos descubrí como el origen del nombre “Thor”, el dios nórdico del martillo alzado que aquí hace migas con los marialionceros de la corte vikinga del espiritismo. Huelga decir que, desde entonces, la muchacha se negó a hacer horas extras; y a mí me botaron al poquito tiempo.

ENVíE SU HISTORIA A epale.ciudadccs@gmail.com Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS


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MÚSICA

Valentina y Nos Es el proyecto personal de la “chica que hace música seria”: Valentina Becerra, quien prepara su primer disco como cantautora, con un repertorio latinoamericanista y lleno de giros jazzísticos POR Mercedes Sanz • @JazzMercedes / FOTOGRAFÍAs Maryori cabrita

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Caracas, 12 de marzo de 2017.


13 Siempre la vemos de corista y participando en propuestas de otros artistas. Es de esos personajes que nos acostumbran a su segundo rol, y por eso no son menos importantes. Los encontramos en los créditos de discos de diversas tendencias, en conciertos y en más faenas. Canta música venezolana, latinoamericana, brasileña, jazz, blues; la verdad es que su voz se adapta a muchas formas de la música universal, y quizás por eso la llaman para distintos proyectos, ventetú y cuanta juntadera —palabra usada por José Delgado— surja por ahí. La hemos visto cantar con Aquiles Báez, Carlos “Nené” Quintero, Ska Jazz Messengers, La Tribu Caracas, Pedro Issea y con muchos más. ¿Y cuándo es que Valentina Becerra va a ser solista? Bueno, ya la intérprete dejó de ser acompañante para presentar su propio formato: Valentina y Nos. Esto no quiere decir que la dejemos de ver actuando junto a otros, sino que ahora le dedica más tiempo a su propio grupo, que cuenta con la colaboración de reconocidos músicos: Laurent Lecuyer (piano y dirección), Vladimir “Rancho” Pérez (guitarra), Manuel Churión y Juan Carlos Yegres (se alternan en el bajo) y José Núñez (batería). Aunque estos profesionales no siempre estarán fijos, pues se trata de una propuesta abierta a la participación y, por ende, a los aportes. Paralelamente a sus actividades como colaboradora, Valentina venía componiendo y trabajando con los músicos antes nombrados. “La idea nace para darle sentido a esta gente que me acompaña. Es mi proyecto personal, pero también es el resultado de lo que suele ocurrir en la escena musical actual, y es que todos los músicos nos prestamos, todos estamos comprometidos con la música a pesar de cada quien tiene su labor particular”, explica la cantante caraqueña. Hace tiempo comenzó a grabar con Lecuyer temas del repertorio latinoamericano, y es así como fue armando su idea tanto de grupo como de disco. Ya tiene un buen número de canciones seleccionadas —de su pluma y de autores de América Latina— para su debut discográfico homónimo y un

primer sencillo: “Sé que no es un sueño”, listo para presentar y del que ya está filmando un videoclip.

Crecer en la adversidad

Su amor por la música lo lleva en la sangre, ese gusto por los ritmos tradicionales que surcan el continente suramericano. Empezó a cantar de manera autodidacta en Caracas y Mérida, hasta que hace unos nueve años decidió estudiar Música en la Unearte, mención Canto Popular.

cómo explicárselo y también me reía porque ¿qué es música seria? Y, bueno, desde allí ellos comenzaron a decirme: ‘Allí viene la chica que hace música seria’”, comenta Valentina como anécdota para recrear su pasión hacia el jazz, el bolero, la música de raíz afro y latinoamericana.

“No me quiero etiquetar en un género. Me gusta la música popular y el jazz, por ejemplo, pero no soy tradicionalista ni jazzista. Me gusta jugar con los tipos de música. Siempre he sido muy sentida, con un estilo ‘rompevena’. Les decía a los muchachos de Los Pecaya que quería hacer música seria (risas). No hallaba

El álbum saldrá en formato digital, como es la modalidad actual por distintas razones, aunque Valentina no descarta la posibilidad del disco en físico. La cantautora es de las que piensan que “estamos para la música y, a pesar de las adversidades, seguiremos creando y creciendo. La adversidad también nos permite crecer porque nos ponemos creativos, a inventar, a buscar, a descubrirnos. Hay que creer en lo que uno hace y en lo que se tiene. Nuestro reto es cómo hacer con lo que tenemos”.

Caracas, 12 de marzo de 2017.

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MIRADAS

Feminismo con gusto

Hay mujeres que se empeñan en usarlos, aunque su quehacer diario y el sentido común les indiquen que mejor andar con botas o zapatos deportivos si debe caminar por tierra o con prisa —

El derecho inalienable a Gustar, el capitalismo es opresor, luchar contra el sistema patriarcal, son frases que todas y todos podemos abrazar si se cree que otro mundo es posible. Eso es el feminismo. Y para ello debemos unirnos POR mercedes chacín • @mercedeschacin Hay tiempo para todo. FOTO ENRIQUE HERNÁNDEZ

En un país, Venezuela, donde hace casi 20 años se votó por una nueva Constitución en la que se usa el lenguaje de género y “ellas y ellos” son visibilizados por igual; en un país donde el Presidente y líder de un proceso de cambios profundo (no se detenga pensando si usted es chavista, siga y ya) se declaró feminista; en un país donde el “dilema” sobre si las mujeres feministas deben usar o no tacones no es tal; en un país donde pasa todo eso... nos dimos el tupé (se lo dio el Celarg, pero como hay cooperación interinstitucional usamos el plural) de hacer un conversatorio llamado así, precisamente: “¿Se puede ser feminista y llevar tacones?”.

consultadas esto no es lo más importante en eso que llamamos la actualidad, el presente.

LUGARES COMUNES

Gioconda Mota, integrante del colectivo La Araña Feminista y productora audiovisual, lo ha dicho con claridad: “Es bueno, de una vez por todas, acabar con ese lugar común de que las feministas son todas unas desarregladas, mal vestidas, escachalandradas y jipatas”.

El trabajo que usted realiza le permite usar o no tacones. Hay mujeres que se empeñan en usarlos, aunque su quehacer diario y el sentido común les indiquen que mejor andar con botas o zapatos deportivos si debe caminar por tierra o con prisa. El español Arturo Pérez Reverte, en un artículo llamado “Mujeres como las de antes”, compara a las féminas que caminan con dificultad sobre 14 centímetros con un caballo, les dice “marmotas domingueras” y que se merecen un disparo para librar al mundo de una imagen con tan “poca gracia”. Yo las comparo con el caminar de los loros y no hay que agredirlas. ¿Solo cuestión de estilo? Sigamos.

“La lucha es contra el sistema patriarcal-capitalista que oprime esas libertades, simultáneamente, además, haciéndote parte de un engranaje de fatuo consumo. Ahora bien, no es la expresión de la ‘contradicción de algunas feministas’ que usan tacones o se operan las tetas la que entra en juego allí. También es histórica la continua búsqueda de contradicciones en el feminismo, el sistema se defiende y regularmente lo hace atacando desde lo más básico al sujeto o sujeta que se levanta contra él. Hay contradicciones de contradicciones. A mí, que soy una feminista socialista, me preocupan más las contradicciones de las y los socialistas del presente venezolano que las de las personas feministas”.

Y es que hay países en los que las mujeres la tienen un poco más difícil (como España, donde en 2016 57 mujeres fueron asesinadas por sus parejas, una horrorosa estadística de más de una víctima semanal) y tu prioridad, mujer, es decidir si agrandas tus tetas o tus nalgas. Nosotras en Venezuela nos reunimos en un foro para disertar sobre el dilemático asunto, ¡tacones no, feminismo sí! y resulta que no lo es. Resulta que en Venezuela, salvo los casos donde se pone en riesgo la vida de las mujeres (por culpa de los biopolímeros, de una mala praxis en LA OPRESIÓN SÍ EXISTE el quirófano o la práctica abortiva en con- Hay países donde se nos paga menos salario diciones inadecuadas), para las feministas por igual trabajo, hay países donde por raEdición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS

zones religiosas impuestas por los hombres a través de siglos de dominación debemos vestirnos de tal o cual forma, tapando tal o cual parte de nuestro cuerpo. ¿Cuál es la diferencia entre el derecho a usar pantalones y el derecho a no ser maltratadas o abusadas por el solo hecho de ser mujer? Es la misma opresión que se hace más o menos letal si...

Caracas, 12 de marzo de 2017.

Y ASÍ LLEGAMOS A…

Descubrir historias de mujeres precursoras de las teorías feministas, que las hicieron “perderse” en o entre los vericuetos insondables (u orificios sondeados tardíamente) de lo más

Sin perder el glamour. FOTO MARYORI CABRITA

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16 importante que tenemos los seres humanos de re construir para satisfacer su propio deseo. sexo definido, o indefinido, que es de defender No recuerdo a ninguna feminista histórica el “derecho inalienable a gustar”. que no haya usado —como el resto de las mujeres de su tiempo— los botines con falSi usted llega sola o solo a una fiesta ¿cómo das largas, incluso con modestas crinolinas se supone que llamará la atención de su sexo (Mary Wollstonecraft), o con la boca y las preferido, si eso es lo que desea hacer? ¿Debe uñas pintadas de rojo incendiario (Simoplegarse a las armas del capitalismo, que no ne de Beauvoir), o con las canas pintadas distingue sus necesidades, sino que intenta (Amelia Valcárcel). uniformizar cada cierto tiempo para satisfacer modas y reglas del mercado? Así llegamos a —¿El movimiento feminista debe luchar plantearle dos preguntas a Gioconda Espina, contra esa violencia simbólica a la que el géde cuyo currículo escogimos estos pocos datos nero femenino se enfrenta (o que sufre) por para ustedes: licenciada en Letras, maestra en patrones de moda o de belleza? estudios de Asia y África del Norte y doctora en Estudios del Desarrollo. Feminista convicta —La narrativa sobre la violencia simbólica y confesa desde 1978. que hace de la mujer objeto de consumo, sin ser falsa, no sirve para dar satisfacción al deseo —Las feministas que usan tacones, que se de ser deseada, aunque plantee un horizonte hacen cirugías estéticas, que se depilan, a mediano y largo plazo por el que, sin duda, ¿afectan las luchas reivindicativas de las mu- hay que trabajar: uno en el que las mujeres seamos deseadas por lo que decimos, por lo que jeres? ¿Hay una contradicción allí? leemos, lo que pensamos, lo que hacemos; sin —No afectan ni las reivindicaciones de las que nos deje en un presente de pura lucha por mujeres en general, ni siquiera afectan a la el futuro, pero solas. individua feminista. Habría que ver las razones por las que cada una lo hace, saber ¿ESTAMOS EN GUERRA? qué busca adoptando una imagen que po- “No me maquillo todos los días, pero lo dría estar coincidiendo con la imagen del hago, y no uso tacones porque soy alta y no uso de las mujeres difundida por los medios me gustan. Soy feminista desde la identifide comunicación. cación de los disfraces que usa el machismo para adentrarse o quedarse en las mentes Cada hombre y cada mujer tienen el dere- más ‘progres’ y, finalmente, desarticularnos”. cho de hacer una selección de lo que la industria de la belleza y la moda ofrece en el Es Naile Manjarrés, una maracucha femimercado, para darse la imagen que se quie- nista o feminista maracucha que, además,

Alistándose para la batalla. FOTO MARYORI CABRITA

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cree que “desperdiciamos demasiado esfuerzo trabajando por separado, abocados a cumplir al pie de la letra la teoría feminista, cuando el enemigo, el sistema, que nos excluye, no escatima en cambiarse de uniforme, para disfrazarse y calar un mensaje o enriquecerse en el trayecto”. “Creo que las mujeres se merecen respeto —dice Naile cuando de cirugía estética se trata—. El tema de segregar y estigmatizar a las personas que se operan es arcaico y estos tiempos lo que nos exigen es madurez. ¿Somos víctimas de la enajenación o de un sistema que nos culpa por tener un cuerpo distinto al que nos vende la publicidad? Sí. Pero no quiere decir que nos determine. O que a partir de tener silicón, o unas nalgas hechas, o botox en la cara no podamos sentir un tema de deconstrucción o de realización como mujer o como feministas. Hay que dejar a un lado la teoría, un poco, porque la realidad nos exige estar unidas”. “Desperdiciamos demasiado esfuerzo trabajando por separado; que las mujeres seamos deseadas por lo que decimos por lo que leemos, lo que pensamos”; “La lucha es contra el sistema patriarcal-capitalista (…) haciéndote parte de un engranaje de fatuo consumo”, son frases elaboradas por mujeres que usted lector, lectora, si quiere cambiar el mundo, puede compartir, abrazar. No es una guerra, es una lucha por otro mundo posible.

Mujeres de uniforme. FOTO MARYORI CABRITA

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17 “Las feministas están locas”

I Rubén Wisotzki exclamó: “¡Viva el Machismo-leninismo!”, y se hizo silencio. Una tensa calma se impregnó en el ropaje de las feministas presentes en la mesa y, aún así, Wisotzki ni se inmutó. Acto seguido, dije que las feministas están locas, todas, me paré y me fui lo más de prisa que pude sin perder la compostura y lo dejé allí con ese peo. Espero que haya sobrevivido para que nos explique el concepto. La cuenta ya estaba pagada. II Heath Cliff Cedeño exclamó: “¡Hay que agarrar el toro por los cachos!”, y se hizo silencio. Una tensa calma se adueñó de las mentes que cambiaron los cachos del toro por los stilettos bien puestos y las piernas bien abiertas y, aún así, Heath Cliff ni se inmutó. Acto seguido, pensé lo mismo, me paré, me fui, me senté y escribí lo más de prisa que pude sin perder la compostura y me encuentro solo aquí, con este peo. La locura se encierra en suponer que, por estar tanto tiempo sometida por un sistema que fue implantado por hombres, la mujer tiene que jodernos para soñar esa igualdad de género, si es que se puede llamar así. La cordura o la sensatez se libera cuando con ese cariño, con esa suavidad, con esa redondez deliciosa y con esa cuquita maravillosa nos ayudan a hacer lo que tenemos que hacer para que, juntos, cambiemos este sistema y se salve el planeta porque, si no, todas y todos nos vamos para la mismísima mierda. Juntas y revueltos. Entonces, no tiene sentido un paro para jodernos la existencia porque, entonces, ¿ese día no me vas a mamar el güevo?, o ¿ese día —o esa noche— no le vas a dar teta al carajito? Teniendo la teta y la leche, digo. Paro es paro. Casi que obvio, pero estas palabras van dirigidas específicamente a las que están locas, las feministas que están locas de bola, que son todas las que creen eso y, ya que estoy terminando y por aquello del culillo, creo que no es justo que me dejen morir solo, camaradas Heath Cliff y Wisotzki; pero si eso es lo que me toca, ustedes continúen la lucha. “Viva el machismo-leninismo!”. Que conste que fue él quien lo dijo primero. Gustavo Mérida

Frenteando en la calle. FOTO ENRIQUE HERNÁNDEZ

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Taconea pa' otro lado Mucha agua ha corrido desde que la voz dulzona de Karina, por allá en los 80, cantaba: Quiero unos zapatos de tacón alto, quiero ser tan alta como tú. Y como dice la poeta y artista visual chilena Eli Neira: “El tiempo no fue generoso con nadie”. En todos estos años, aunque algunas discusiones han cambiado y los estereotipos también, aún genera cierta piquiña escuchar hablar de las “temidas y malvadas feministas”. Un colectivo del autodenominado feminismo pop latinoamericano escribe lo siguiente en su página web estereotipas.com: “A la mayoría de las mujeres nos dicen que las feministas son amargadas, se quedan solas y nadie las quiere (...) El feminismo es una lucha para hacer este mundo uno mejor, es amistad, comunidad y amor, pero amor del bueno: en condiciones de igualdad”.

Juego de niñas. FOTO MARYORI CABRITA

No todo es algodón de azúcar, como bien saben quienes se atreven, en cualquier contexto, a exigir un trato equitativo, donde prive la construcción colectiva más allá de la feroz competencia. El enemigo “natural” de las feministas, dicen los desconocedores, es el hombre. Sin embargo, puede ocurrir que entre los mismos colectivos que buscan su reivindicación haya agujas que se clavan con delicadeza femenina. Le escribo a Marianny Sánchez, amiga y feminista, qué piensa de la afirmación: “Las feministas son las lobas de las feministas”, parafraseando a Hobbes. Marianny se refiere a esa “soberbia enciclopédica que abunda en círculos académicos y militantes, entre ellos los feministas” y que “se traduce en algunos casos en un dejo de superioridad de unas mujeres frente a otras, y a una suerte de etiquetas mínimas para poder ser considerada una buena feminista”. Aclara que esto ocurre en cualquier ámbito, por lo que sería un error centrar la discusión en ese punto para desmerecer cualquier lucha. ¿Y entonces?

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¿Trabajando con las uñas?. FOTO MARYORI CABRITA

Puestas las cosas así, habría que imaginarse este escenario: un sitio donde una chica llegue taconeando, otra mire con reprobación un rostro excesivamente maquillado, otra le dé “Me gusta“ a un atuendo en Instagram, otra saque la teta para darle a su chamo y otra más lleve en su bolso un best seller de autoayuda. ¿Qué pensaría si este grupo estuviera reunido para conformar un colectivo feminista? ¿Quién dice que no? “En pleno siglo XXI, en sociedades como la nuestra, las mujeres pueden decidir hasta qué punto aceptan o no

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dichos patrones, es decir, no existe una norma que nos obligue de ninguna manera a vestir o presentarnos de cierta manera en la sociedad“, escribe Anaís López, socióloga e investigadora feminista. Anaís lanza un tema que considera importante: que en medio de la crisis muchas mujeres tengan dificultades para desarrollarse, “es aquí donde yo creo que el movimiento feminista debe concentrar sus esfuerzos de denuncia y reivindicación“. Nathali Gómez


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PARA VIVIR

DIABETES, EL GRAN NEGOCIO FARMACÉUTICO POR Víctor VILLASMIL victorvillasmil@outlook.com

Diabetes, un gran negocio que descansa en una gran mentira. La diabetes es una enfermedad producida por el exceso de glucosa en la sangre. Existen dos tipos de diabetes: la tipo I, que es causada por una deficiencia congénita del páncreas para producir insulina; y la más común hoy en día: la tipo II o mellitus que, muy al contrario de lo que dicen los especialistas, es causada por un exceso de insulina debido a los constantes y elevados niveles de glucosa. Pero ¿qué causa este incremento de glucosa? ¡Simplemente lo causan los carbohidratos refinados! Son los carbohidratos, y no solo el azúcar, la razón del aumento de la glucosa en la sangre, ya que el azúcar es un carbohidrato refinado. Cuando el organismo detecta glucosa en la sangre, producto de la ingesta de carbohidratos, ordena al páncreas la producción de insulina para el aprovechamiento de la misma por las células. La insulina es una hormona que entre sus principales funciones tiene metabolizar la glucosa en las células y convertir la sobrante en glucógeno (grasa), el cual se almacena en el hígado. Pero al haber abundancia constante de glucosa, producto del consumo excesivo de carbohidratos refinados, se intensifica la producción y presencia de la insulina y lentamente, de manera natural, el cuerpo crea resistencia a la hormona por parte de los receptores de las células y deja de metabolizar la glucosa, precipitando de este modo el surgimiento de la diabetes mellitus o tipo II. Luego, la glucosa sobrante, al no ser metabolizada, la insulina la convierte en grasa, saturando al hígado, primero, y volviéndolo graso. Posteriormente la almacena como tejido adiposo en el vientre y después en el resto del cuerpo. Esta es la razón de la barriguita, producto de la excesiva glucosa almacenada como grasa y de la acción anabólica (que propicia el crecimiento) de la insulina. La obesidad y la diabetes tipo II van de la mano, ya que nadie engorda sin insulina, ambas son causadas por el exceso de insulina en el organismo.

na, pero ninguna de las afirmaciones es cierta. Tanto la obesidad como la diabetes mellitus son causadas por el consumo excesivo de carbohidratos, que, a su vez, genera una producción abundante de insulina. Por esta razón los diabéticos, al tener resistencia a la hormona, necesitan, y les hace efecto, otros tipos de insulina, antes de origen animal y ahora producidas de manera sintética por los laboratorios farmacéuticos.

Es importante destacar que la información médica establecida ¿Resultado? Un negocio multimillonario con un mercado cautivo dice que la obesidad es causada por el consumo de grasas y ca- de enfermos que nunca sanarán, ya que dejan de consumir azúcar lorías y que los diabéticos tipo II tienen insuficiencia de insuli- pero siguen consumiendo carbohidratos refinados. Caracas, 12 de marzo de 2017.

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GASTRONOMÍA

o ir le sg de ab e rie el u u p p s Im A Se

PICHONES DE SIBARITA

Mi delirio sobre el Waraira Repano POR carlos cova @carloscobero FOTOGRAFÍAs jesús castillo

Existe un sitio, el “más antiguo de Caracas con el mismo dueño”, al que por una extraña razón los comensales definen siempre de modo impreciso. Que si un refugio selvático, que si un decorado tropical, que si un trozo de montaña... Aunque algo de todo eso tiene, Tarzilandia es el extravío imaginativo de una mente germana obsesionada con el trópico, como si Alejandro de Humboldt hubiera concebido un restaurante durante un particular delirio sobre el Waraira Repano. El caso es que su persistencia ha terminado por inscribirlo en el catálogo patrimonial de la ciudad con carácter de genuina tradición. Werner Hormann, el alemán de marras, se aseguraría de que su creación trascendiera como una cápsula del tiempo legándola a su hijo, Gerarth, bajo la condición, quizá, de mantenerla intacta. Así, desde 1950 opera en el mismo lugar con una oferta gastronómica tan exuberante como su ambientación. A propósito de la existencia en sus espacios de guacamayas, loros, tortugas y demás, reconocen la supervisión del Ministerio del Ambiente, lo que les permite ofrecer charlas ecológicas y actividades recreativas para niños los fines de semana. Desde hace 27 años Fernando Araujo, su encargado, maneja el local con la soltura de un relacionista público, dictando la pauta a las cuatro docenas de empleados (23 en el comedor, 12 en la cocina, cuatro tras la barra...) con que cuenta el restaurante. La carta ha ofrecido en el tiempo infinidad de platillos, entre los cuales incluye circunstancialmente alguna variedad exótica. Carnes de res, cerdo, cordero, conejo, pollo, pavo, pescados, mariscos, paellas, etc., componen la base de un menú ya clásico en la ciudad. Entre sus entradas cabe mencionar las crepes (jojotos, hongos o espinacas), las setas empanizadas o las ostras frescas. El bisque de langostinos y el goulash son nuestros favoritos en el aparte de sopas. Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS

Calidad Ambiente Atención

Sabas Nieves Tarzilandia 10ma

Urb. Altamira

Horarios

Lunes a sábado: 11:30 am a 11 pm Domingos: 11:30 am a 10 pm Precios

Bisque de langostinos Bs. 1.910 Ensalada Tarzilandia Bs. 5.920 Lomito salteado Bs. 16.100

Bosco n Juan Av. Sa

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En cuanto a precios, vale la pena hacer una comparación: el costo de un lomito salteado con cebolla y champiñones (foto centro izquierda) es menos del doble que el de la hamburguesa estándar de un negocio de comida rápida. Tenga eso en cuenta cuando decida darse un gusto gastronómico.

Es de suponer que muchos convidados a través de los años han frecuentado el lugar ✓ Débito ✓ Efectivo y en los anales de la cotidianidad quedará ✓ Crédito ✓ Cesta Ticket registrada su impronta. O en la buena memoria de Araujo, que aflora de pronto, como ✓ Tarjeta de alimentación lo prueba su comentario final. Quien esto escribe ocupó durante el almuerzo y la fugaz sobremesa la misma silla de alguien que tras Perdura en la carta uno que otro plato ale- su visita sería presidente. Eran los 15 años de mán como reminiscencia de la que fuera su hija y ambos se acompañaban en modesta la especialidad original de Tarzilandia, por celebración. Le llamarían luego el Comandante Eterno. allá en la Caracas perezjimenista. FORMAS DE PAGO:

Caracas, 12 de marzo de 2017.


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ENTREVISTA

eso no está corregido desde un balcón en el piso 21 de la torre norte del centro simón bolivar conversamos con vanessa chapman y yessica la cruz, dos mujeres que ejercen un oficio raro POR gustavo mérida • @gusmerida1 / Fotografías jesús castillo

Caracas, 12 de marzo de 2017.

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En su primera acepción, “raro” es un adjetivo que explica un comportamiento inhabitual: sin duda que estas correctoras son raras cuando se trata de que el trabajo sea asegurarse de que todo está bien. La mejor parte es que para hacer eso no hay que, primero, pasar por una universidad, es decir, no existe la “licenciatura en Corrección”, por lo que se puede empezar a hacer eso antes de entrar a la universidad. Digamos que desde primaria, pero eso es otro asunto. Vanessa Chapman y Yessica La Cruz son dos mujeres que hacen del oficio de correctoras una vaina tan arrecha, que no me explico cómo antes de mandar (quien quiera que lo mande) a hacer algo que esté a la vista de todos y de todas, y que sea algo que tenga que ver con la estética de la Revolución Bolivariana, no sea un requisito obligatorio hacer un curso, o taller, o conversatorio con ellas. Pero eso es otro asunto. Asegurarse de hacer todo bien hecho es un hecho que no se ha hecho bien todavía. —¿ustedes se creen semidiosas?

—Definitivamente la edición es un espacio de poder. No te sientes semidiosa porque es un trabajo que requiere mucho esfuerzo, dedicación, mucha mediación y, a veces, mucha defensa del propio libro, a veces a expensas del autor, porque muchas veces el autor no comprende los aportes que uno intenta hacer como profesional. Tenemos que ser conscientes de ese espacio de poder porque el conocimiento también es poder, pero también todo lo que uno aporta hace que ese poder no sea solo algo gratuito. Inicialmente yo creo que errare humanum est (errar es humano). Nosotros tenemos, casualmente, el trabajo de visualizar los errores de las otras personas y tratar de corregirlos, sabiendo que nosotras también somos falibles y eso nos crea siempre una conciencia de que debes hacer el trabajo no confianzudamente, no sobradamente sino con bastante respeto, tanto a la idea original de la persona, el compilador o el autor, como a su trabajo en sí.

de ese punto y seguido, las palabras son de Chapman. —¿cómo es corregir un texto que no te gusta desde lo político?

—Quienes tenemos tiempo en esto, llegamos a coincidir en que es mejor que el libro no te guste o no te atrape, porque entonces te vas a enfocar en el contenido. Si el libro te gusta demasiado, va a lanzar un velo sobre tus ojos que puede que nuble un poco eso que estás tratando de detectar, esos posibles problemas o baches, porque entonces estás leyendo otras cosas y no estás leyendo para corregir. En ese momento dejas de ser correctora para convertirte en lectora, que no es el trabajo que tenemos nosotras aquí. Una siempre tiene que estar distante y buscando eso: problemas gramaticales, problemas de la estructura del diseño y del contenido, y toda esa serie de cosas tienes que verlas tú desde afuera y no involucrado con el texto. Porque sea una obra literaria que te agrade o un autor que esté planteando un tema o un ensayo que sea de tu interés, entonces te vas a los conceptos que te gustan y no a lo que tienes que hacer. Para seguir con el intento de relecturas, la respuesta de Chapman comienza luego de que La Cruz dijo “corregir”. Desde aquí el agua de la fuente de la plaza Diego Ibarra se ve verde sucio. Y se ve Caracas. Eso siempre es romántico. “¿Tienes novio?”, le pregunto a Vanessa Chapman, quien se ríe, mira a la fuente, me mira y responde: “En eso ando”. Y se ve el amor en su cabello revuelto de hija única.

que salió un libro con mi crédito como correctora yo estaba tan contenta, y él se puso muy feliz. Eso ayuda, que la familia te acompañe en esta vocación, que una sabe que no te va a aportar un montón de plata. Es un trabajo más bien que requiere mucha dedicación y que es Ellas trabajan en la Fundación Editorial El también muy modesto”. Perro y La Rana. —¿cuánto se gana La Cruz es caraqueña y estudia Letras en la corrigiendo? UCV. “De mi familia soy la primera persona —Hay dos cosas: primero, no estamos orque tiene una carrera universitaria formal, di- ganizados formalmente como gremio y gamos. Soy hija de padres muy mayores, mi es un trabajo al que se llega más o menos papá tiene 96 años y, a pesar de que él tiene por accidente. Una corrección ortográfica una brecha generacional grande conmigo, es cuesta entre 500 y 800 bolívares por página Como la corrección se trata de relecturas, si una persona que me ha apoyado siempre para y, de repente, hay personas que se pueden usted quiere saber quién dijo qué, La Cruz mi independencia y se siente muy orgulloso escandalizar por eso, como hay personas a respondió hasta la palabra “gratuito”. Luego de lo que hago. Recuerdo que la primera vez las que les puede parecer muy poco. EstaEdición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS

Caracas, 12 de marzo de 2017.


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A la izquierda Yessica La Cruz. A su lado, Vanessa Chapman

mos hablando de evaluación de contenido, de que haya continuidad y de una serie de cosas que van a aumentar el precio. Obviamente, no es lo mismo corregir un texto de alguien que tenga experiencia como escritor, que no tiene errores ortográficos y tú solo vas a pescar los gazapos, que corregir un texto de una persona que tiene una escritura muy elemental, con muchas falencias y una tenga que hacer toda una limpieza de ese trabajo. Para no aburrirlos, eso lo dijo Vanessa Chapman. Ella, en estos momentos, para distraerse, no lee sino que prefiere lo audiovisual. Habló de un par de programas que pasan en un par de canales de esos que poca

gente ve. Uno de filosofía, que si se pasara —De la Filosofía intensa —dice Vanessa. en Tves “claro que lo vería, aunque no me siento vinculada con los programas de va- —Filosofía intensa pero muy interesante riedades y el tipo de televisión que se está —dice Yessica. generando: me siento fuera de época”. —¿qué son los dientes de La Cruz, en cambio, prefiere la lectura para perro? distraerse: suele cargar un librito en su bol- —Son esos espacios horribles entre paso aparte de los textos académicos, porque labras que los genera la diagramación. estos no se pueden leer en el Metro. “Eso Cuando el diseñador está montando el texes imposible. Entre la ‘metrobodega’ y otras to en forma de libro y las letras, entonces, cosas más que se suscitan allí, leer a ‘Fucó’ hacen formas de triángulo, formas agudas no se puede”. que cansan la lectura. Son esos libros mal diagramados que tú dices: “Es que me cansan los ojos”. —¿leer a quién? —Michael Foucault, un teórico francés de Lo dijeron las dos. la deconstrucción... Caracas, 12 de marzo de 2017.

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crítica y media

A golpe de control

dicho tonto

la banda de Moebius catódica Cuando nos toma con la guardia baja, la capacidad catártica de la televisión es enorme. A muchos esto no les importa demasiado y acceden de buen grado a dar el clic que los dispone para el trance. O sea, ¿quién ha dicho que la televisión solo sirve para mirarla? Así como mucha gente solitaria se aviene en adoptar una mascota, hay quienes usan la televisión como acompañante. Encienden, como digo, el aparato y dejan que los rayos catódicos inunden el espacio vacío. Quiero decir, les da lo mismo lo que en ese momento se esté emitiendo. Solo necesitan el ruido sordo de la tele, el diálogo casual de una película cualquiera, la música incidental de un documental o la voz ululante de un animador. Se ocupan —nos ocupamos— entonces en cosas que sí requieren concentración. Como ordenar alfabéticamente los libros de la biblioteca. Es inevitable que en algún instante los ojos se paseen por el espacio de la pantalla, pero no miran en realidad. Solo se cercioran de que la cadencia sonora a la que hace rato se entregan esté por acabar, como cuando corren los créditos de cierre de una película.

te entró por un oído y te salió por el otro.

Si es el caso, tomamos el control remoto y cambiamos canales hasta dar con algo familiar. Nos detenemos en la imagen de dos personajes que sostienen un diálogo muy parecido al anterior. Nuestra mente divaga queriendo conectar ambas tramas. Hay filmes así de dislocados. O telenovelas. O documentales. Hay quienes han visto tanta televisión que a partir de cierto momento la televisión les mira a ellos. El caso es que nunca, mientras dura lo que hacemos al margen, se nos ocurre apagarla. La fase superior de la adicción ya no es por el producto en sí sino por lo que a su vez evoca. Un filme es todos los filmes; un noticiero, todos los noticieros; un videoclip, todos los videoclips. Televisión en bucle, banda de Moebius catódica. De ustedes (nosotros) es esta crítica que no habla de ningún programa sino del hecho mismo, crudo y accesorio, de mirar televisión. Por Carlos Cova @CarlosCobero

Primero, lo obvio: eso no sucede así, literalmente. Las palabras, en el caso que “entrar” sea la acción que mejor describe el hecho, no entran por un solo oído, a menos que a usted le funcione uno solo, con el debido respeto a los sordos de los dos. Que algo (un consejo, un concepto, una orden o súplica) entre y salga de nuestro cerebro tan rápido que impida su insoslayable procesamiento y posterior entendimiento gracias a dejar abierto el orificio del oído de salida, desguarnecido, abandonado a la buena de Dios (otro dicho muy tonto), es lo que explica algunas realidades de los burócratas, esos funcionarios encargados de escuchar los consejos o las súplicas de aquello que llaman el Poder Popular. Pero no es que la palabra entra por uno y sale por otro: es que no entró. Nunca, el o la funcionaria que tiene la responsabilidad en la toma de decisiones que cambian realidades de una vez, sin esperas, sin inacciones, sin desesperanzas, escuchó de verdad. O es que el presidente Maduro tiene que estar a juro en una tranca en la Panamericana para que le pregunte a Escalona: “Averigua ahí, por favor”, y después de un par de llamadas este le informe al Presidente que “en la entrada del Fuerte Tiuna se hace mucha cola”, para que el Presidente llame al Ministro de la Defensa y le pregunte por qué no se han abierto (no aperturado) otras entradas y salidas para el Fuerte ya que ahora con la Gran Misión Vivienda Venezuela vive un gentío dentro del Fuerte (y sigue creciendo) y entonces el Ministro llame al Jefe del Fuerte y este u otro le salga con cualquier excusa pendeja y una vaina tan fácil de hacer (“Presidente Maduro, le solicito que apruebe estos recursos para abrir otras entradas y salidas del Fuerte Tiuna porque“, etc.) tiene que venir a solucionarla el Presidente cuando lo agarre una cola (¿y si no?) debido a que a algunos funcionarios que tienen la responsabilidad en la toma de decisiones que cambian realidades de una vez nunca les entró por ningún oído aquello de revisión, rectificación y reimpulso y, sencillamente, están muy ocupados para pensar qué coño pueden hacer para hacerlo mejor de lo que lo están haciendo. Por cierto, si lo hacen, no anuncien que lo van a hacer hasta estar seguros de poder hacerlo. Se han visto casos.

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Caracas, 12 de amrzo de 2017.

Gustavo Mérida


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minicrónicas

LA CALLE UNO El callejón San Francisco divide al pueblo por un costado. Es un callejón de cierta profundidad y que alberga misterios y dudas. Un sitio prohibido. Pronto se construyó un puente alterno al de San Francisco —que conduce al cementerio y es un portento arquitectónico—, de modo que Aguadía ya no estuviera tan incomunicada. Al borde de ese callejón discurre la Calle Uno. Esa calle, hasta la memoria de todos acude como sinónimo de rochela, de putería, de ensoñación y de misterio.

que por allí ocurría. Y más de un mito se regó entre todos. A más de un compañero se le descubrió que con ella “había perdido el virgo”. Más de un padre fiestero declaraba que pronto llevaría a su carajito para que Hortensia hiciera el trabajito de desvirgarlo. La Grita es así. Sincera. Sin adornos. Y hasta cruel en algunos de sus recuerdos y memorias de personajes, leyendas que por sus calles han forjado vidas no carentes de misterios.

Esa generación de adolescentes de los años 70 ha dado para todo. Pintores, poetas, artistas de renombre y fecunda obra, dignos hijos de la Atenas del Táchira. Tal vez muchos de ellos hayan perdido su castidad en casa de Hortensia, aun cuando hoy no lo confesarían por nada ni por nadie, pero basta ver la sonrisa pícara que se dibuja en algunos rostros para comenzar a sospechar. El más antiguo oficio tiene en Hortensia una digna representante, a quien le guardamos respeto y en nuestra memoria pervive por siempre. Por DOMINGO MORENO

FOTO maryori cabrita

En la Calle Uno ejercía su oficio de puta Lo cierto es que La “Vieja” Hortensia se Hortensia. convirtió en un personaje de leyenda para Para los adolescentes que éramos, por todos, y aún hoy se le recuerda. A decir veraquellos años 70 del siglo pasado, nombrar dad, en lo personal, no llegué a conocerla, a Hortensia, la de la Calle Uno, era desafiar pero sí a saber de su oficio en aquella vieja a los mayores con el conocimiento de lo casa, en lo alto del callejón San Francisco,

por la que pasaban los clientes en busca de amor profesional y, tal vez, de aventura.

Caracas, 12 de marzo de 2017.

Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS


ACRE POR INDIRA CARPIO

costra de sombra relamida gimiente de franca palabra desconocida subterránea déltica desparramada cardinal a sotavento impía de capa caída sin costa baldía mordida de pez acanalada sofismarencorosa “rien de rien” entre lo gris y la pared ¿qué animal? mantis religiosa y adiós a la cabeza del macho

@indira_carpio

LA CASA POR DENTRO De Luz Machado (Venezuela)

Paola Muñoz (Venezuela)

S/T De Andrea Betancourt Salas (Venezuela)

De sus manos vuelve la casa. Hilo apretujado, nudo francés. Mi abuela llora la muerte que no entiende y renace del vientre de mi madre. Me nombra nostalgia, me encomienda a la señora de las flores, me ofrenda todo lo que no posee. El dolor repetido hasta la locura. Somos aquella que parte su corazón y se lanza al río para no volver a marchar. Es pesada carga llevar todo el ruido encima.

Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS

Poesía

La casa necesita mis dos manos. Yo debo sostener su cal como mis [huesos, su sal como mis gozos, su fábula en la noche y el sol ardiendo en mitad de su cuerpo. Deben dolerme las cortinas y sus [gaviotas muertas en el vuelo. Conmoverme el jardín y su antifaz de [flores dibujado, el ladrillo inocente acusado de no haber alcanzado los espejos, y las puertas abiertas para las recién [casadas con su rumor de arroz creciendo bajo el [velo. Debo atender su réplica del universo, la memoria del campo en los floreros, la unánime vigilia de la mesa, la almohada y su igualdad de pájaros [dispersos, la leche con el rostro del amanecer bajo [la frente con esa yerta soledad de una azucena simplemente naciendo. Debo quererla entera, salida de mis [manos con la gracia que vive de mi gracia [muriendo. Y no saber, no saber que hay un pueblo [de trébol con el mar a la puerta y sin nombres ni lámparas

Caracas, 12 de marzo de 2017.

Este es un río que no suena pero que desborda. Bajo el agua hay una casa un pasillo solo unos juguetes en el piso y un jardín que siempre acaba de florecer.


SOLUCIÓN DEL ANTERIOR

UC I R C POR Neptalí Segovia

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1. País más poblado del mundo árabe. 6. El ..., ciudad capital de 1 horizontal. 11. Vuelta ciclista a Italia. 12. Jefe superior de los ejércitos de aire y tierra (inv.). 14. Gentilicio de los naturales de 3 vertical (pl.). 16. Tosco, ordinario, descortés (inv.). 17. Situar, colocar, instalar. 18. Iniciales del premio Nobel de Física 1921. 20. Diosa marina griega, nodriza de Dioniso (Mit.).

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1. Nacionalidad de 29 vertical. 2. César ..., recordado torero venezolano. 3. La antigua Persia. 4. Comunicación o exposición pública de un tema. 5. Interjección taurina. 6. Símbolo químico del cromo. 7. Siglas de polémico organismo internacional (inv.). 8. Lista ordenada de capítulos, materias o autores de un libro (pl.). 9. Amontonaba, juntaba, congregaba. 10. Gigante fabuloso antropófago. 13. Asidero de vasija. 15. Asistiríamos, concurriríamos, marcharíamos. 19. Iniciales del premio Nobel de Física 1973 (inv.). 23. Manifesté con risas. 25. Pulverizar un líquido. 26. Época de la lactancia. 27. Yunque pequeño usado por los plateros. 29. Hosni ..., ex presidente de Egipto. 31. Segundo venezolano en llegar a la Fórmula 1. 32. Carlos “...” Figueroa, gobernador del estado Nueva Esparta. 35. Elemento Nº 17 de la tabla periódica (inv.). 36. Ora, ruega, implora. 38. Expendio de licores con mostrador. 40. En presencia de, delante de. 42. Ofidio de gran tamaño (inv.). 44. Rata, en inglés. 46. Onomatopeya del balido.

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21. Símbolos del carbono y del nitrógeno. 22. Aro metálico de las ruedas de un automóvil (inv.). 24. Sufijo inglés con significado de “tiene la cualidad de” (inv.). 26. Símbolos del culombio, de la centiárea, del electrón y de la tonelada. 28. Equipo, escudería, en inglés. 30. Dominábamos, avasallábamos, esclavizábamos.

33. Símbolos del área, del yodo, del amperio y del oxígeno. 34. Tío ..., denominación emblemática de los Estados Unidos. 35. Prefijo con significado de “por causa de, en virtud de”. 36. Símbolos del roentgen, del azufre y del amperio. 37. Iniciales del premio Nobel de Medicina 2002. 39. Gorro alto, de tela o cuero,

de los antiguos persas. 41. Volcán más activo de Europa. 43. Moverá una cosa pesada por medio de palancas (inv.). 45. Intranquilidad, inquietud, aflicción. 47. Declaración médica que indica el restablecimiento de una persona enferma (inv.). 48. Lengua oficial de 1 horizontal. 49. El señor El Aissami, vicepresidente de Venezuela.


POR NATHALI GÓMEZ @laespergesia Ilustración: L. "Razor" Balza

Imaginario cuando haces yoga

MINIMANUAL para nadar a contracorriente Usted es un salmón y siempre va cuando los otros regresan. No se entristezca por eso, tener su propia ruta la hace diferente. 1. No le tenga miedo al agua. 2. Piense que hay que hacer las cosas mal miles de veces antes de seguir haciéndolas mal. 3. No crea que nadar a contracorriente lo va a llevar a algún sitio increíble. Lo importante es haberse desplazado. 4. Haga pausas. Nadar a veces ahoga. 5. Las piedras, ramas y peces más veloces serán parte de su camino. Siga. 6. No abra mucho la boca para hablar de usted. Ya conoce el viejo refrán. 7. Ame. Fin. 8. Nade sin amor. También es posible. 9. Invite a otros a nadar con usted. Ir a contracorriente acompañado es delicioso. 10. Si piensa que el salmón es muy caro, intente con sardinas.

sin perder el estilo

TUIT DE

mentilibros

drácula Narra la historia de un comerciante que asolaba su vecindario con precios cada vez más escalofriantes, que remarcaba cada medianoche.

Edición Número Doscientos diecinueve. Año 05. ÉPALE CCS

Caracas, 12 de marzo de 2017.




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