Consejo Editorial
contenido
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Aristóbulo Istúriz
Mancheta y demás
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Un pedacito de Caracas en bicicleta
Jair: líricas desde El Búnker
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Una triste Llovizna en Guayana
Vivir en más de un cuerpo
Zonia García Melany Pérez
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Ilustrador
Debajo, la arteria; arriba, las frías
La Letra del Año 2014
Fotógrafos
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El difícil arte de la inmovilidad
Sibaritas y pelabolas
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27
Jorge Rodríguez Gómez Freddy Ñáñez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla
Directora
Mercedes Chacín
Editor Jefe
Carlos Cova
Coordinadora Editorial
Odry Farnetano
DirecTORa de Arte
Edarlys Rodríguez
COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA
Asdrúbal Briceño
Asesor Editorial
Reinaldo González
Redacción
Rocío Cazal Mabe Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida
Diseñadoras
Alfredo Rajoy
Ambrosio Plaza José Rivera
CORRECTOR
Rodolfo Castillo
LOGÍSTICA
Idania Bracamonte Daniela Fernández
Colaboran en esta edición
Clodovaldo Hernández, Nathalí Gómez, Malú Rengifo, Juan Pizzani, Roberto Malaver, Freddy Fernández, Keyla Ramírez, Lucía Cardozo, Nathaly Bonilla, Karla Aray y Nataly Sanoja. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Asdrúbal Briceño.
Impresión
Fanarte, C.A.
epale.ciudadccs@gmail.com/@epaleccs Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-3686750 Depósito Legal: pp201202dc4166
Una publicación de la
— perfil
— CIUDAD
— MITOS
— MINICRÓNICAS
— entrevista
— crónicas burocráticas
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— cruci compacto
Circula con el Diario Ciudad CCS Revista Gratuita
— EL MENJURJE
— MÚSICA
— MIRADAS
— sexodiversidad
— GASTRONOMÍA
— diario
Días y noches de amor y de guerra (XIII)
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— cuentos del arañero
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PERFIL
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Aristóbulo Istúriz:
el Negro rojo que alguna vez fue blanco
Su trayectoria política ha incluido la rectificación oportuna. Fue adeco en su juventud, pero se fue de allí con el maestro Prieto. El 4 de febrero volvió a corregir el rumbo, al deslindarse del statu quo frente a la rebelión militar. Llegó a acusar al comandante Chávez de “fumarse una lumpia”, pero siempre se ha mantenido firme con la Revolución POR Clodovaldo Hernández ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY
El debate político a veces se vuelve cromático. Por ejemplo, para descalificarlo, ciertos adversarios de Aristóbulo Istúriz lo llaman negro (en realidad, le dicen piazo ’e mono y cosas por el estilo), mientras otros le recuerdan que fue blanco, es decir, adeco. Por supuesto que muchos también lo odian por ser rojo. El actual gobernador de Anzoátegui, a sus 68 años, no le para a nada de eso, pues está más que claro acerca de lo que es y de lo que ha sido.
Las contradicciones internas en La Causa R generaron su división a mediados de los 90 e Istúriz quedó del lado del grupo que debió buscar un nuevo nombre: Patria Para Todos, partido que se sumó al Polo Patriótico en 1998 para llevar a Hugo Chávez a la presidencia.
En la Quinta República, Istúriz fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente y, luego, candidato de la Revolución a la preNatural de Curiepe, Istúriz inició su andar político como maestro sidencia de la Confederación de Trabajadores de Venezuela. En de escuela y militante de Acción Democrática, partido que dejó medio de este intento tuvo un impase con el Comandante y largó para seguir a uno de los más importantes hombres de la educación aquella célebre frase: “Chávez se fumó una lumpia”. La tentativa fracasó, Carlos Ortega fue electo presidente de la CTV y desde ese y de la izquierda: Luis Beltrán Prieto Figueroa. cargo ayudó a perpetrar el golpe de Estado de 2002. En los años 80 se incorporó al partido que más expectativas generó en la izquierda de esa década oscura: La Causa R. Junto con Andrés Pese al incidente de la lumpia fumada fue designado ministro Velásquez y Pablo Medina formó un trío temible que rompió la de Educación, función en la que estuvo seis años. Los adversarios, además de negro y exadeco, empezaron a llamarlo corrupmonotonía de los debates parlamentarios. to. Aseguraron que se había hecho dueño de mansiones y yates, Istúriz demostró de nuevo su capacidad de rectificar el 4 de febrero aunque Istúriz seguía viviendo en su modesto apartamento de de 1992, cuando el statu quo político se dispuso a condenar la re- siempre. Luego fue postulado como candidato a la Alcaldía Mebelión militar y a presentarla ante el mundo como un magnicidio tropolitana de Caracas en 2008 y nuevamente fue derrotado por frustrado. Istúriz, a nombre de La Causa R, respaldó el proyecto es- Ledezma. tando de acuerdo. Se produjo entonces la legendaria intervención del ex presidente Rafael Caldera, en la que clamó por una autocrí- En 2012 Istúriz superó la fama de perdedor recurrente al ganar la tica del sistema puntofijista. Istúriz solicitó de nuevo la palabra y gobernación de Anzoátegui. Ahora, cansados de decirle negro (o apoyó frontalmente a los rebeldes. Ese mismo año, obtuvo una re- piazo ’e mono) y exadeco, sin obtener resultados, han regresado tribución por tal actitud: el pueblo de Caracas lo eligió alcalde y él al estribillo del yate y las mansiones. Y, además, aseguran que está respondió haciendo el que, puede considerarse, el primer gobierno muy enfermo, casi moribundo. Sus colaboradores más cercanos chavista de la historia por su enfoque centrado en el poder popular. ironizan diciendo que quienes están a punto de estirar la pata son Sin embargo, fue derrotado por Antonio Ledezma al intentar la ellos, tratando de llevarle el paso. “Nos hace trabajar como verdaderos negros”, susurra uno entre risas. reelección. Caracas, 12 de enero de 2014.
Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
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el menjurJe
Vamos a mover el cuerpo que es enero
Es enero e hicimos la respectiva promesa de adelgazar los kilos que las hallacas deliciosas nos hicieron aumentar. No tienes que hacer mucho esfuerzo para quitarte los “excesos de belleza”, solo sigue una alimentación balanceada y haz un poco de ejercicio. En la Gran Caracas tienes una lista amplia de sitios para realizar actividades físicas. Puedes subir al Waraira Repano, patinar, correr o manejar bicicleta en los distintos espacios recuperados. Además de contar con las ciclovías, que te ofrecen los circuitos Caracas Rueda Libre, también están las clases de yoga, taichi y bailoterapia (gratuitas). Entre semana puedes caminar por el parque Los Caobos mientras disfrutas de un ambiente saludable bajo el manto de los árboles. Foto asdrúbal briceño
Homenaje a Fabricio el 23 El próximo 23 de enero se desarrollará un sentido homenaje a Fabricio Ojeda, con motivo de los 56 años de la traición que sufrió por parte de la Junta Patriótica, en la que participó para derrocar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Ojeda nació en Boconó en 1929. Fue reportero y luchador social.
Nevado está listo para cuidar de las mascotas Ya está en marcha la Misión Nevado. Es una red de asistencia dedicada a recoger perros, gatos y otros animales de la calle, curarlos, alimentarlos, adiestrarlos y ofrecerlos en adopción. La misión trabajará en conjunto con el Gobierno Nacional. El colectivo Nevado cuenta con aproximadamente 200 voluntarios en todo el país. Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
Feliz pedaleo nuevo
Conociendo nuestros museos desde casa Ya está disponible el número 29 de Museos.ve (http://issuu.com/museos.ve), un espacio virtual que cuenta con fotografías e información especializada sobre la actividad museística de nuestro país. En la más reciente edición se puede realizar un recorrido por la obra de Chepín López, plasmada en murales y vitrales que rinden tributo a nuestra historia, a la integración latinoamericana y a próceres emblemáticos.
Caracas, 12 de enero de 2014.
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CIUDAD
Un pedacito de Caracas en bicicleta gracias a un esfuerzo conjunto del matrimonio perfecto (gdc y alcaldía) se puede gozar cada domingo de las ciclovías: espacios "robados" a la vorágine automotriz capitalina para que, aunque sea por unas pocas horas, caracas sea la ciudad humana que merecemos POR gustavo mérida FOTOGRAFÍAs josé rivera
Caracas, 12 de enero de 2014.
Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
06 peciales de ciclista, con anclajes. Si es posible, un forro de asiento con gel; si no tiene, úntese vaselina (o dígale a su novia que le unte. Si se retrasa la salida... no importa) sin escatimarla, en el “nies”. Si se retrasa la salida, mejor, porque sale a manejar relajado. Pero si no, obvie la sensación incómoda en la zona. Tener ese patuque es beneficioso al día siguiente. Lleve agua y póngase una fraLo primero, el equipamiento básico: una nela de las que no importa que se manchen, bicicleta en buen estado —no como esa que por si acaso pasa por un charco. rompió el Comandante en Barinas mientras Oliver Stone lo filmaba. ¿Recuerdan la risa? La Intercomunal de El Valle es un paseo. “Jijiji, ¡la tengo que pagar!”, decía Chávez. Tiuna El Fuerte cerrado. Ya cerca de San Vaya un homenaje, cuando este primer Antonio se ve esa montaña hermosa que domingo del año se cumplió un mes más tenemos. Por lo general, las bicicletas no desde su partida—, unos guantes, casco, tienen, o no usan, retrovisores ni bocinas. zapatos de suela dura. No necesitas, para Hay ciclistas que usan un pito y, bueno, no pasear, pedales automáticos ni zapatos es- está de más voltear las veces que sean neceCaracas tiene la intención de dejar de ser hostil con las y los ciclistas. El primer domingo de este año, luego de ver la juramentación de Diosdado en la Asamblea Nacional entre parranderos de San Pedro y despechados de la oposición, uno se va a recorrer un pedacito de la ciudad, desde El Valle hasta el infinito, y más acá.
No existe límite de edad para el uso de la ciclovía
Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
sarias. Cuando no es domingo ni hay Caracas Rueda Libre o cuando no transitas por las ciclovías, los conductores en esta ciudad son hostiles con las bicicletas. Paso el conuco que tiene la gente del Movimiento Social y Ecológico Bolívar en Martí (diagonal al parque Italoamericano) y, luego, el premio de la bajadita hasta la Procuraduría. Listo, ya estás donde se “rueda libre”, no hay carros ni motos. Peatones, familias, patinetas, patines, mascotas y bicicletas: seguridad. Aquí hay una plaza: La Mujer, se llama. Cuando la Jefa de Gobierno pase en bici por aquí, y la vea, seguro cambia un poco. Sigo. Es un paseo en el que uno puede manejar y usar la grabadora sin jadear. Llego a la plaza Los Símbolos. Hay unas 30 personas en cola esperando para usar las bicis que presta la
Los patineteros se suman a la hora de ocupar los espacios
Caracas, 12 de enero de 2014.
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Pedro Pedrón organiza, con esmero, el préstamo de bicicletas en la plaza Los Símbolos
Alcaldía a través del Imdere. Pedro Pedrón, promotor recreativo, me cuenta: “Es un préstamo que se hace a través de la cédula de identidad. Le dan una vuelta completa al circuito, que comprende desde aquí hasta la Procuraduría y regresa a la entrada del Estadio Universitario”. “¿Qué pasa si alguien quiere dar dos vueltas?”, le pregunto, pensando en los fiebrúos. “Tiene que volver a hacer la colita”, me responde Pedrón. También me cuenta que se prestan unas cuatrocientas bicicletas, que empiezan a las 7 am y siempre hay gente esperando bicis. Es un uso continuo. “Estamos en el parque Los Caobos, la plaza O’Leary y El Cuartel, en Catia”. Por supuesto que no puedes manejar duro: hay muchos chamitos aprendiendo, familias. Es un paseo. Hacen caballito. En la entrada al hospital Clínico Universitario hay una patrulla, y a esta altura se comparte la vía con los carros, aunque está demarcado por donde no pueden circular los vehículos a motor. Plaza Las Tres Gracias. Ya mucha gente va caminando al estadio donde, por cierto, en la noche los gloriosos Leones del Caracas le darían una pela a los Tiburones de La Guaira. Saludos al Alcalde. “¡Puesto, pues-
to, puesto!”, se oye mientras pedaleo al lado de la plaza en dirección a la UBV. “Pana, ¿cuánto cobras por el puesto?”. “Ochenta”, me grita. La cola de carros para entrar al estacionamiento es ruda. Hasta aquí, justo al principio de la ciclovía que va desde la UBV a las Residencias Estudiantiles Livia Gouverneur, frente a La Previsora, he recorrido 7,36 kilómetros. Un señor con gorra de La Guaira anda mal encarado, ¡desde antes!
Sin duda, mejoró la “calle de los hoteles”. Ya cerca de las Residencias Estudiantiles, las paradas de mototaxis, taxis y la cercanía de la estación del Metro hacen que la ciclovía deje de serlo.
CicloVía
Cuando empiezas a disfrutar de la ciclovía, ¡se termina! Menos de nueve kilómetros de recorrido y ha pasado una hora desde El Valle. Con ganas de seguir, la mejor opción es ir hacia Los Caobos. Ya es la calle: pilas con los carros, pilas con todo.
¡Qué camino tan de pinga! Seguro, pintado de rojo, demarcado. Lo único malo son dos avisos que están tirados en el piso. Son unos avisos verdes de señalización. Varios ciclistas vienen y se cruzan miradas amables. Vi a una “bicimami”. Si no era, pues es bicimami y no lo sabe. Transcribo cómo se definen: “Bicimamis somos chicas con estilos de vida diferentes, que tenemos algo en común: usamos la bicicleta como medio de transporte, moviéndonos en ella a todos lados en Caracas: al trabajo, a la universidad, a pasear, a la reunión con los amigos”. Siempre es bueno ver a una. La ciclovía se divide en dos: desde la UBV hasta el puente Las Acacias, y de ahí hasta las Residencias. Curiosamente, la mayoría de los hoteles quedan del lado izquierdo. Caracas, 12 de enero de 2014.
Un afiche grande de Chávez en bicicleta está en la pared de una tienda. Chávez siempre, siempre Chávez, imposible no recordarlo.
Once kilómetros y una hora y pico después se llega a la Plaza de los Museos. Se atraviesa con cuidado el parque, respetando al peatón. La vaselina cumple su función y uno llega feliz a esta meta. Puedes optar por devolverte en Metro, la estación Bellas Artes está ahí mismito y se permite transportar las bicicletas los domingos; o le echas bola de regreso y haces más de 20 kilómetros. Es un paseo. Frente a Unearte el carrito de chicha me invita. Es importante que no se te olvide llevar algo de dinero, aunque sea 20 bolos. A mí se me olvidó. Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
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MÚSICA
jAIR líricas desde el búnker Tiene 28 años, de los cuales lleva más de la mitad rapeando. Cuando todo comenzó, por allá por el año 99, muchas cosas estaban pasando a su alrededor: la calle, las drogas y las malas juntas POR mabe chacín FOTOGRAFÍAS Ambrosio plaza
Jair es el último de seis hermanos. Creció en la calle Carabobo de Cotiza donde, además, perdió a dos de sus hermanos. Vivió con el karma de un padre violento y el abrumador contexto del tráfico de drogas de calle en calle, de casa en casa. El ejemplo que Jair siguió fue el de sus hermanos “malportados”: la parquedad de sus padres lo forzaron a seguir el patrón. Aluirson Jair Carrillo Clemente es otro mutante de la generación del 85. Tiene 28 Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
años, de los cuales lleva más de la mitad rapeando. Cuando todo comenzó, por allá por el año 99, muchas cosas estaban pasando a su alrededor: la calle, las drogas y las malas juntas. No existían los panitas que viajaban al “norte” y se aparecían con unos nikes y los discos de Notorius Big y Tupac Shakur —típica influencia de los primeros raperos en Venezuela. Tampoco había televisión por cable y mucho menos MTV, por eso las únicas referencias para los “menores” que querían rapear era el hip Caracas, 12 de enero de 2014.
hop crudo y directo que se vendía como pan caliente en la esquina del frente. “Yo oía a los panas que tenía cerca, esa era mi referencia. Después Vagos y Maleantes y 187, que ya estaban activos en esa época, y luego, obviamente, La Corte”. En aquel momento Jair era un “chamín inexperto” que no escapaba de los corolarios de una familia disfuncional y la vida oscura en el barrio, aunque se da pompa diciendo que cada acontecimiento de su vida
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“Aunque el hip hop viene del norte, es una herramienta muy accesible que sirve como lenguaje universal. Cada quien le pone su color o le añade una estética cultural que refleje sus raíces: es algo inevitable” —
le ha servido de enseñanza. De la calle se aprende, aunque abunden las pericias. Solo hay que escudriñar, llegar al trasfondo, mirar desde afuera y encontrar una salida. Jair pudo podar la breña a su alrededor gracias al filo salvador de la música. “En la calle aprendí a no repetir las cosas malas”. Cuando llegó la Revolución, Jair se metió —como muchos otros jóvenes— el puñal teórico y los discursos acerca del comunismo y el antiimperialismo. “Por el hecho de no tener las herramientas que me facilitaran entender a una sociedad que está construida bajo perfiles, paradigmas, conceptos, semióticas o mediaciones, fui un blanco fácil del consumismo y de los patrones impuestos. Uno se cree el cuento de que es original. Cuando llegó la Revolución, la visión me cambió por completo, internalicé la realidad de otra forma y me enteré de la injusta historia, de las minorías que dominan al mundo”. Fue así como Jair optó por usar su talento como agente de cambio. La primera producción discográfica apareció después de tantos años de patear calle y tarimas en comunidades. Gracias a Familia Criminal, agrupación a la que perteneció Jair durante 10 años, y a muchos otros panas con los que ha trabajado de manera colectiva, nació El Búnker, especie de zona de tolerancia o de “casa ocupa” que funciona como refugio para todos los que están marcados con el estigma del hip hop.
El Búnker es producto de mucho esfuerzo y autogestión. Ahí se cocinó el primer disco: T-lo Propicio. “Quiere decir que te lo pongo en las manos. Las líricas son el reflejo de mi vida y la música tiene mucha fusión del beat con la salsa. Aunque el hip hop viene del norte, es una herramienta muy accesible que sirve como lenguaje universal. Cada quien le pone su color o le añade una estética cultural que refleje sus raíces: es algo inevitable”. Caracas, 12 de enero de 2014.
Hoy, además de dedicarse a cuidar a sus dos hijos —y otro que viene en camino—, Jair sigue desarrollando sus “líricas callejeras” y trabaja en Vive TV como productor de un programa relacionado con el área agrícola. Por eso —y porque le gusta— empezó a estudiar Cine en Unearte hace dos años. Aún no se ha planteado cómo conjugar las dos vertientes artísticas que dividen su vida, pero el disco ya está en las calles y lo que queda es tocar y tocar. Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
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MITOS
Una triste Llovizna en guayana POR Rocío Cazal ILUSTRACIÓN NATHALY BONILLA
Era un puente como aquellos que nos pintan en los dibujos animados: de madera, de esos colgantes que si pisas mal, puedes caer al vacío, solo que esto no solo se ve en comiquitas y en películas de ficción. Pasó y fue toda una tragedia nacional cuando decenas de maestros perdieron la vida en el parque La Llovizna, en Puerto Ordaz. Sí. Los educadores estaban allí, como delegados, para participar en una convención nacional, en agosto de 1964, que tenía como fin discutir las mejoras de los docentes y optimizar el sistema educativo. Se dice que venían de almorzar, aparcaron en el lugar y se impresionaron de la maravilla natural que tenían a su alrededor. Inmediatamente fueron pasando por el primer puente que comunica con el salto La Llovizna, pero este no resistió tanto peso.
Las versiones
El famoso puente estaba unido con cables de acero y se apoyaba sobre bases de concreto, además de contar con fuertes listo-
Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
Los infortunados cayeron a las aguas y en medio de fuertes remolinos del río Caroní. Entre las víctimas identificadas figuraron María de los Santos Higuera, Carmen Nohemí Higuera de Guzmán, José Luis Guzmán, Josefa Molina de Duque, Lermith Hernández, Adolfo Navas, Teresita Rosales, María Teresa Coronel, Simón Andrés Peña, Unos dicen que fueron poco más de 30 los Consuelo Chacín, Ana Cecilia Maury y maestros que perdieron la vida en ese suce- Pascual Villasmil. so, otros señalan que eran 45 y muchos más afirman que fueron 47 los desafortunados. Por el fatal desenlace se decretaron tres No hay cifra exacta. Igualmente se dice que días de duelo. Uno de los que se salvó de la el hecho se registró a las 10:00 de la maña- tragedia fue Luis Beltrán Prieto Figueroa, na, aunque también se tiene como dato que quien —según algunos sobrevivientes— no cruzó el puente por ir a tomarse una sucedió después del mediodía. fotografía. Lo cierto es que dos son las versiones de este acontecimiento: la primera es que Durante dos años el parque estuvo cerrado los maestros excedieron la resistencia del y desde ese entonces el puente es de concrepuente, que no soportó el sobrepeso; y la to y acero. El segundo también fue reemplasegunda es que algunos docentes quisieron zado y construido sobre dos vigas. desbordar felicidad y se balancearon en el puente para asustar a sus colegas, sin pen- No son un mito ni fueron olvidados: cada sar que la broma se convertiría en el punto año se les rinde homenaje a estos maestros caídos en el Caroní. final de sus vidas. nes de madera. Según las investigaciones de aquel momento, no se rompió ningún cable sino que se desprendió una de las bases, giró y se registró el fatal desenlace ese 23 de agosto, antes de que se iniciara la convención en la que participarían un centenar de docentes.
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MIRADAS
vivir en más de un cuerpo Los avances en materia alimentaria confirman lo que siempre infirió el sentido común: que la obesidad es una enfermedad. Toca ahora al estamento social en pleno la asunción de responsabilidades frente a un problema de innegable carácter público POR nathali gómez FOTOGRAFÍAS Ambrosio plaza
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Melissa Nafal era una sola, no era varias, aunque para el detector de metales de la entrada del banco sus 150 kilos indicaban que en su cuerpo convivía más de una, y por eso, hasta que no se deshiciera de las otras, no podía entrar. Setenta y cuatro kilos de sobrepeso la circundaban; los había ganado poco a poco, de manera irreversible. Primero fueron 20, luego 30, 40, y así hasta llegar al punto donde los médicos definían su enfermedad como “Obesidad mórbida tipo III”. De un teléfono inteligente saca las fotos de esa otra —u otras— que la desbordaba y que desapareció ahora que pesa 80 kilos. Para quien la conoce en estos momentos, aquella silueta que rebasaba la ropa era alguien que no es ella. Se recuerda desde los 10 años haciendo dieta. Cree que son las personas con sobrepeso las que, paradójicamente, saben más de alimentación porque su vida se basa en masticar y contar calorías, aunque el saldo calórico total siempre se les escape de las manos. Al bypass gástrico Nafal sumó una alimentación balanceada. FOTO CORTESÍA MELISSA NAFAL Ese supuesto gordito bonachón y feliz, que ha construido el imaginario popular, sube en las estadísticas venezolanas y mundiales. El primer estudio nacional, hecho entre 2008 y 2009 por el Instituto Nacional de Nutrición (INN), arrojó que 38,06% de los venezolanos entre 7 y 40 años sufren de malnutrición por exceso o hipernutrición: de esa cifra 21, 31% tiene sobrepeso y 16,76% obesidad.
La gorda esa
El ánimo del gordito gracioso se desinfla cuando aparece un espejo o una de esas personas quienes, tras un saludo y como si sus ojos fueran una balanza, sueltan: “¡Ay, estás gorda!”. Melissa sintió muchas veces maltratos de ese tipo, e incluso veía la sonrisa de satisfacción de las vendedoras que, luego de buscarle ropa, regresaban, con brillo en los ojos, a decirle: “Mira, no hay. Acá Carolina Aponte, directora de Estadísticas la ropa no llega hasta esa talla”. Nutricionales del INN, explica que ese estudio, único en América Latina, en el que tra- A los “no gordos” tal vez no les interese que bajó con una muestra de 22.000 personas, la obesidad sea una enfermedad y fácilmenes innovador porque, además de determi- te hacen de las personas con sobrepeso su nar peso y talla, hizo medición del porcen- ocasión para la burla. “Te enfrentas todos taje de grasa corporal. En el caso venezola- los días a eso: cuando te vas a vestir, cuando no, la cifra corresponde al tope del adulto te ves al espejo. Es algo que te está atacando promedio, es decir, 30%. todo el tiempo”, dice Melissa. “Si sacamos un promedio nacional, cuatro de cada 10 niños y adultos podrían tener algún problema de malnutrición por exceso, llámese sobrepeso u obesidad”, dice. Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
Al llegar a algún lugar, recuerda, la gente siempre la veía con desagrado: “No cabes en los puestos de las camioneticas, en los autobuses grandes no entraba por el torCaracas, 12 de enero de 2014.
son las personas con sobrepeso las que, paradójicamente, saben más de alimentación porque su vida se basa en masticar y contar calorías, aunque el saldo calórico total siempre se les escape de las manos —
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niquete, entonces tenía que quedarme en la puerta”. El asunto no solo se queda en el rechazo propio y del otro, también hay malestares físicos. Melissa sufría de fuertes dolores de columna que la tumbaban por días en la cama, y no sentía su pierna derecha por mala circulación. Entre los problemas que causa la obesidad y el sobrepeso, según la Organización Mundial de la Salud, se encuentran las enfermedades cardiovasculares (cardiopatía y accidente cerebrovascular), diabetes, trastornos del aparato locomotor y algunos cánceres como el de endometrio, de mama, de colon y de vesícula biliar. Además, puede provocar apnea de sueño, problemas de reproducción, altos índices de grasa en la sangre, presión arterial alta, entre otros. “Todo lo mío tiene que ver con la comida”, dice, a pesar de su nueva figura tras una intervención bariátrica, que en su caso fue un bypass gástrico: una modificación anatómica del sistema digestivo que reduce el estómago y que lo inhibe de absorber nutrientes y calorías y, además, por su tamaño, se llena muy rápidamente, por lo que se baja de peso. Mientras habla de la “cierta felicidad que da comer”, los olores de frituras que surgen en una feria de comida en un centro comercial comienzan a rodearnos. Antes de terminar la entrevista, bocas y bocas mastican a nuestro alrededor: pollo a la broaster, pizza, sánduches que chorrean salsas, hamburguesas y muchos litros de refresco. Melissa toma agua.
Masticar chatarra
La otra Melissa, la que era varias, se podía comer de una sentada dos sánduches de 30 centímetros acompañados de un gran vaso de refresco. La de ahora trata de combinar los alimentos de una manera balanceada. Además, esta de ahora estableció otra relación con lo que se lleva a la boca y realiza actividad cardiovascular de una manera periódica. Caracas, 12 de enero de 2014.
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En su adolescencia le huía a las prácticas de Educación Física: “Prefería no ir, siempre la reparaba, me daba flojera”. Sin embargo, a pesar de su exceso de peso, dice que nunca se sintió “tras bastidores” o acomplejada. Recuerda que no tuvo fiesta de 15 años porque le horrorizaba la idea de meterse en un vestido de tul y encaje; cuando se enamoraba de algún compañero y se lo hacía saber, la respuesta automática era: “Es que te quiero como a una amiga”. Para Diana Calderón, directora nacional de los Servicios de Educación y Recuperación Nutricional del INN, el tema se centra en cómo se distribuyen los alimentos a lo largo del día y semanalmente. “La cantidad de frutas y hortalizas que consumes, las grasas y los azúcares, cuya disponibilidad se ha incrementado a lo largo de estos años”. El tetero de agua de pasta o la comida para perros llegaron a formar parte de la dieta de muchos pobres hace 20 años, cuando los gobiernos neoliberales daban prioridad a las cifras macroeconómicas en detrimento de los seres humanos. Actualmente, la revolución “ha hecho un gran esfuerzo para aumentar la disponibilidad de calorías en el pueblo venezolano, que en los 90 padeció el déficit energético y proteico”, explica Calderón. “Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), 94,6% de los venezolanos consumen tres o más comidas al día”, reseña
Otra vista gorda El doctor y terapista estadounidense Alexander Lowen decía que “uno es su cuerpo” y que este, a la vez, cuenta la historia de nuestras vidas y sus problemas actuales. Lowen y John Pierrakos, a partir de los trabajos del psiquiatra austriaco Wilhelm Reich, discípulo y contemporáneo de Sigmund Freud, desarrollaron el análisis bioenergético, que es un método terapéutico que trata de “entender la personalidad en función de los pro-
Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
cesos energéticos del cuerpo”, según palabras de Antonio Núñez Partido de su texto Integración cuerpo, emoción y mente: el enfoque bioenergético. Según esta teoría, los “patrones corporales representan una estructura caracterológica que influye en la percepción física del Yo”, reseña la página del Instituto Sistémico Redes. Esta estructura caracterológica está definida en varios tipos bionergéticos:
Caracas, 12 de enero de 2014.
carácter esquizoide (persona cuyos sentimientos y pensamientos están divididos); carácter oral (actitudes infantiles producto de la falta de estímulos cariñosos en la infancia); carácter masoquista (su autoestima depende de las necesidades de los otros y de su aprobación); carácter psicopático (niega sus sentimientos) y carácter rígido (agresivo y ambicioso). José Ignacio Fernández y Mónica Klein, en su definición del carácter
Confieso que he leído LIMONOV “Creo que ya sé el final que te gusta-
una nota de prensa del Correo del Orinoco. El estudio arroja, además (en la Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos [ENCA] y en la Encuesta de Seguimiento al Consumo de Alimentos [ESCA], ambas del INE) que la población “satisface adecuadamente sus requerimientos nutricionales” y cada día consume, por lo menos, 2.285 calorías.
ción en la preparación de alimentos dentro del Programa de Alimentación Escolar del Ministerio de Educación.
Además, en los textos escolares de la Colección Bicentenario y en las computadoras Canaima existe información sobre el trompo de los alimentos, y los docentes reciben formación sobre el tema alimentario en la Colección “Antes la gente no tenía acceso al pollo, a la Nutriendo Conciencias en la Escuela. carne, al pescado, ahora sí lo puede hacer. Pero el tema es de conciencia alimentaria Desde su nueva yo, Melissa aún se preocuy nutricional al momento de distribuir en pa y se ve reflejada en aquella que fue. “Les la mesa las preparaciones. La idea es que veo los pies hinchados, los zapatos que sola población aprenda a comer hortalizas portan todo ese peso, la ropa. Los llamo a y frutas de manera diversificada, aprenda que tomen la decisión, porque sé que están a prepararlas, a poner distintos colores de desesperados; opten, bien sea por una operación o por otras maneras de perder peso. alimentos en el plato”, dice Calderón. Es un problema de salud pública”. Otro punto importante es la actividad física, que se ha visto muy mermada con En Caracas, tanto en el Hospital Clínico Uniel auge de la comunicación virtual, de la versitario como en el Domingo Luciani, se vida en las ciudades, donde las personas realiza la intervención bariátrica de manera no tienen que caminar grandes distancias gratuita, aunque la lista es “inmensa”. Sin empara ir a sus centros de trabajo. Por eso, bargo, es un paso en el reconocimiento por el llamado que hace la nutricionista es a parte del Estado de esta pandemia, pues el apropiarse y aprovechar los espacios pú- mismo presidente Chávez habló más de una blicos y practicar ejercicios, por lo menos, vez de la importancia de la conciencia alimentaria y de la actividad física. 30 minutos al día. El INN, entre sus programas educativos, desarrolla iniciativas como Come y Aprende con Venezuela Nutritiva en las aulas; Nutripuntos, que consiste en la asistencia directa a la comunidad en temas de nutrición y salud; y el PAE Pedagógico, que es una labor de acompañamiento y orienta-
Melissa dice que hay maneras de comer bien sin entrar en el márquetin del “mundo light”. Confiesa que teme volver a recuperar esos kilos de los que se desprendió y sabe que, aunque tras la operación pudo deshacerse de todo ese sobrepeso, depende de ella seguir siendo una sola, no dos ni tres.
masoquista, explican que la sumisión es un rasgo propio de esta personalidad y que los individuos con estas características tienen sentimientos energéticamente bloqueados debido a que temen explotar con violencia. Estas personas siempre tienen demasiadas cosas qué hacer, entre ellas comer, y corporalmente dan la sensación de llevar un gran peso sobre sus espaldas; son de cuello corto y grueso, acumulan masa adiposa y sus
movimientos son fatigosos. El carácter masoquista surge entre el primer y tercer año de vida, cuando el bebé comienza a independizarse. Sin embargo, su madre, generalmente dominante y abnegada, “sofoca y anula a su hijo” y lo hace sentir culpable por su necesidad de independencia. Durante su infancia y adolescencia estas personas tuvieron explosiones de ira que tuvieron que ser sofocadas, lo que las obligó siempre a ceder.
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ría: que lo asesinaran. Para él estaría en consonancia con el resto de su vida, sería heroico y le evitaría morir como uno cualquiera de un cáncer de próstata. Tu libro se vendería diez veces más. Y si lo envenenan con polonio, como a Litvinenkio, ya no es que se venda diez veces más, sino cien veces más en todo el mundo. Deberías decirle a tu madre que se lo comentara a Putin” Limonov. Enmanuelle Carrere
Enmanuelle Carrere es un escritor francés que ha venido demostrando que sabe investigar, que indaga y llega a sus propias conclusiones. Esta novela, Limonov, ha sido considerada por los críticos de la revista cultural Babelia, del diario El País de España, la mejor novela extranjera del año 2013, aunque su autor, Carrere, dice que no es una novela, porque “Limonov no es un personaje de ficción. Existe y yo lo conozco”. Y es cierto. Este personaje comienza a vivir como un delincuente en Rusia, después viaja a París, luego va a Nueva York y es mayordomo en una familia, mientras tanto va escribiendo y publicando como puede su travesía por la vida. Limonov vuelve a Rusia y crea un partido socialista para oponerse a Putin, comienza a relacionarse con una serie de líderes amantes de la violencia política. Esta vida tan acelerada que lleva Limonov le permite a Carrere meterse en el personaje y conocerlo bien. Va narrando de una manera meticulosa y maravillosa todo ese ritmo de vida desenfrenado que enfrenta Limonov en lo que va quedando de la antigua Unión Soviética. Para hacer esta especie de biografía, Carrere leyó toda la literatura de Limonov: Diario de un fracasado, Diario de un servidor y Diario de un granuja. En verdad, hay que conocer esta novela, o reportaje, o biografía de Limonov, para conocer también lo que está pasando en el mundo. Roberto Malaver robertomalaver@gmail.com
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AUTOR: Karla Teresa Aray González “Qarla qué te importa” WEB: http://www.flickr.com/photos/qarlaqueteimporta/sets/
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minicrónicas
debajo, la arteria; arriba, las frías FOTOGRAFÍAs ambrosio plaza y asdrúbal briceño
Lengua ‘e sapo
De donde vengo llaman lengua ‘e sapo a aquellos que en un momento hablan sobre algo e inmediatamente después sucede lo que comentaron. Este es el cuento de uno que se ganó el remoquete. Naiguatá era el destino. Un pana y yo teníamos los ánimos muy playero-alegres mientras hablábamos de nuestras andanzas fiesteras. Al notar que ya habíamos pasado dos alcabalas, mi pana, con orgullo, me comentó que —teniendo muchos años de conductor— nunca había escuchado la tan odiosa frase: “Estacione por acá, ciudadano”.
La Gran Fortuna de Los Chinos
“Todos tenemos nuestros chinos”, le dije hace poco a mi amiga Oriana y ella espetó una respuesta inmediata: “Ay, sí, los míos están en Sarría”. Un día caminaba con Angélica por los lados del Metro y decidimos entrar a los “chinos de Propatria” para saciar la sed con unas cervecitas. Al llegar a nuestra mesa la primera ronda, después de beber rápidamente su “vestida de novia”, la pana exclamó eufórica: “¡Coño!, es que definitivamente las cervezas más frías son las de los chinos!”. Yo, tomando un poco más despacio, “de pie”, afirmé: “Chica, es verdad”.
Chinos en la avenida Baralt, esquina de Bucare. El de Los Palos Grandes tiene muy buena reputación. Ir donde los chinos es sinónimo de jodedera, de encuentro con los panas, de reunión con la familia, con la pareja, para hacer negocios, para celebrar cumpleaños y todo lo que en Venezuela se celebre. El color rojo de sus decoraciones incita al regocijo en colectivo.
En los chinos de mi zona observo las mutaciones en el comportamiento de la gente, como es el caso de un amigo tiburonero (igual que yo y al que siempre noto muy sosegado) quien hace un par de semanas, celebrando el triunfo del equipo, andaba Mis chinos son los de Puente Llaguno, cer- cual estribillo de la canción de Gualberto: ca de la buhardilla temporal donde habito. “...yo traigo una pea que Dios me la guarde”. Abren de lunes a lunes y, como soy “de la casa”, sin reparos me venden un par de frías, No importa la ubicación del restaurante, si así sea domingo a las 10 pm. ¡Chévere! En atienden bien o mal, igual los veo, flaquitos lo que sí tengo mis reservas es en torno a la y raudos: entrar, salir, cargar con bandejas comida china, sea esta szechuan o cantonesa, de alimentos y bebidas y, claro, ¡cobrar! por aquello que cuenta la gente (y los inspec- Atentos ante el posible llamado de algún tores de sanidad) sobre los criaderos clandes- cliente que les solicite: “¡Chino, dame tinos de gatos, perros, ratas y otras especies. otra!” o “¡Epa, chino, dame la cuenta!”. No, gracias, yo prefiero las empanaditas rellenas con vegetales o un arroz con vegetales. En Maracaibo van todos pa’ que Luis y en Caracas vamos todos pa’ que los chinos. Hay restaurantes chinos para todos los “La cerveza está bien fría y de allí te vais gustos: desde los arrabaleros hasta los ca- feliz…”. cherosos, tipo Salón Cantón y El Gran Yen. Mención aparte merece La Casa de los POR Keyla Ramírez Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
Caracas, 12 de enero de 2014.
Pero en la tercera alcabala, y aún con la actitud de “nadie nos detiene”, escuchamos finalmente la antipática frase. Tuvimos que estacionar. Aun cuando sé que no es precisamente el pensamiento adecuado, para mí todo uniformado irá siempre en mi contra y este tenía justamente el tipo: medía cerca de metro y medio y portaba una cantidad incalculable de anillos dorados que traqueteaba constantemente. El hecho de no tener todos los papeles a mano le sirvió al uniformado para mantenernos en la alcabala alrededor de 40 minutos, la excusa era que nos hacía esperar por su “superior”. Durante la espera, sus idas y venidas eran para decirnos que todo se
ENVÍE SU MINICRÓNICA A epale.ciudadccs@gmail.com podía solucionar más fácil, a lo que nos oponíamos: no había problema en esperar un tiempo más. El sol picante de Camurí Grande no estaba siendo muy generoso y, tras hora y media, la paciencia se estaba acabando. Fue entonces cuando los tres llegamos a un acuerdo en el que, digamos, el pequeño uniformado quedó medianamente satisfecho. Por lo menos podría comprar unos 10 cafés. La despedida incómoda llegó y nos tocó el respectivo sermón sobre la necesidad de tener los papeles al día y cumplir con las normas de tránsito. Al subir, aún con el sabor amargo, el carro hizo una última jugada: decidió no prender. Si la despedida había sido bastante incómoda, esto era más molesto aún. El personaje se acercó para informarse sobre nuestro percance y, aún con sus manos amenazantes y llenas de coquetos anillos dorados, estuvo dispuesto a ayudarnos con la mejor y única solución que necesitábamos para salir de allí: empujar el carro. Ahora la despedida no resultó tan incómoda e incluso, diría, fue un tanto satisfactoria. POR MELANY PÉREZ
Un viajero subterráneo
El Metro suele ser, entre los caraqueños, escenario de los mundos inconscientes, representación imaginaria de los trayectos vitales. El Metro suele ser un personaje de nuestros sueños y nuestra intimidad. En la ciudad de Caracas hay un tren subterráneo que ordena el mundo, a Caracas la pensamos como una mujer enorme. Entender la montaña como un seno sobre el cual caminar descalzos por sus senderos de arcillas, sentir los días de lluvia como dolores de vientre que invitan a recogerse del ruido cotidiano. Nadie tiene muy claro desde donde piensa Caracas, pero todos sabemos que su corazón late desde el suelo, y que ahí abajo estamos nosotros, usuarios usados del transporte público, transportando oxígeno por toda la bestia. El Metro tiene, pues, esa función arterial, pero por sobre todo es la vía pública medular donde nos encontramos siempre, desde donde generamos las emociones colectivas de la ciudad día a día. Trasladar el ejercicio de observar el transporte público a una ciudad como Montevideo se hace bastante distinto. Montevideo es una ciudad más bien masculina, urbanizada por una racionalidad portuaria y militar aunque, por un tema de escala, se puede trasladar el ejercicio y cortar prontamente el etnocentrismo caraqueño. En el Metro de Caracas, 12 de enero de 2014.
Caracas viajan y, por tanto, se encuentran en circulación diariamente lo equivalente más o menos a dos tercios de la población de Uruguay y en Montevideo vive poco más de un tercio de la población del Uruguay. De manera que esas cantidades de gente deben vivir algún tipo de experiencia similar o, tal vez, el filtro conversor solo puede ser mi experiencia fenomenológica. Existe una corporalidad y una preparación al trayecto, existe una disposición al paisaje, un cierto sigilo ante la velocidad del conductor (espacios para la angustia y la sorpresa siempre los hay). aunque el sistema de transporte parezca estar finamente pensado (la implementación de un guarda, la utilización del boleto, los horarios pautados), cosa que en Caracas escapa al Metro y se genera desde la informalidad en el resto del transporte público menos domesticado. En el bondi montevideano un guarda y un conductor son protagonistas, cada línea y cada combinación de estos personajes constituye la personalidad del aparato transportador. Esa emocionalidad construida colectivamente en el Metro de Caracas en Montevideo es dirigida por estos dos personajes, quienes encarnan el cuerpo y la mente de la ciudad. POR Lucía Cardozo Silva
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SOBERANÍAS SEXUALES
De Cuba para el mundo: La Letra del Año 2014 POR Juan Pizzani ILUSTRACIÓN NATHALY BONILLA
La comisión organizadora de la Letra del Año se reunió en La Habana, Cuba, para dar una vez más el pronóstico del año que inicia. Esta es una tradición anual de la santería, o Regla de Ocha. El año pasado lo rigió Oshún y se aconsejó extremo cuidado en los asuntos amorosos y de pareja, so pena de caer en divorcios y separaciones. Este año, en cambio, lo gobierna Yemayá: diosa del mar, de la familia y madre de los orishas, por lo que las relaciones y la armonía familiares pasan a un plano de relevancia. Según se puede leer en la página de la comisión organizadora de la Letra del Año Miguel Febles Padrón (http://proyecto-orunmila. org/letra-del-ano-la-letra-del-ano/cuba/comision-organizadora-de-la-letra-del-ano-miguel-febles-padron/la-letra-del-ano2014-cuba-letra-del-ano-2014), este año puede deparar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y del sistema óseo, conflictos interpersonales y —de mayor relevancia para las personas sexo-género-diversas— “serios trastornos en la armonía familiar”, “lucha generacional y sus fatales consecuencias”. Es un momento de considerar “el diálogo y el respeto al criterio ajeno” para evitar conflictos, tener presente el respeto a los adultos y adultas mayores y se hace un llamado a mantenerse unidos(as), pero siempre respetando la diversidad. Para la comunidad LGBTI es hora de reconsiderar sus expresiones más excéntricas, recordando que debemos tener cuidado de no hacerle el juego a la sociedad machista y conservadora, que siempre querrá vernos como perversos(as) o estrambóticos(as). A través del diálogo, la paciencia y entendiendo que el proceso de educación de la sociedad no puede llevarse con choques ni conflictos, podremos proyectar mejor el respeto a nuestros derechos civiles y tomar partido en causas justas, no solo las de mayor interés para nuestros colectivos sexodiversos sino aquellas que mejoren el entorno y las condiciones de vida en general (ecología y ambiente, ayuda humanitaria, etc.). Así lograremos mayor integración, disminuyendo el nivel de prejuicio que históricamente nos ha afectado. Ya el antropólogo brasilero Richard Parker ha registrado cómo el trabajo voluntario en materia de prevención del VIH-SIDA (además de otro tipo de participación en labores de beneficio comunitario) logró en Brasil, entre las décadas de los 80 y los 90, una mejoría significativa en la aceptación general y calidad de vida de las y los sexodiversos (artículo disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74702305). Así que aprovechemos este año para hacer el trabajo de cambio social y ampliación de criterios desde nuestras propias familias, con paciencia y con un diálogo comprensivo de las posibles posturas conservadoras o atrasadas, teniendo en cuenta esto como el mejor recurso para la didáctica y la persuasión. Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
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ENTREVISTA
el difícil arte de la inmovilidad fungen como un hermoso complemento a los espacios recuperados del centro capitalino, mas no así en otros lugares de la ciudad, como sabana grande o bellas artes, de donde han sido desalojados a la fuerza. las estatuas vivientes son una expresión cultural integral: recreación, historia, arte y una forma noble de ganarse la vida POR gustavo mérida Fotografías asdrúbal briceño
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22 La sede de Épale CCS queda al lado de la Taquilla Única de la Alcaldía de Caracas. Frente a la entrada de esta taquilla hay una especie de balcón que tiene siete paneles de vidrio (perdón, seis, se rompió uno y todavía no lo han reparado). Desde allí se ve la plaza El Venezolano con la feria gastronómica y un gentío que, como río de corrientes intensas, camina por el centro de la ciudad. Desde este balcón se ve, hacia el oeste, la esquina Las Monjas y, hacia el este, la Doctor Paúl. Muchísima gente en esta última semana de diciembre. Frente al balcón, en la calle, tres corrillos de curiosos y curiosas disfrutan de tres estatuas vivientes. Negro Primero, una muchacha que me parece una india (rojiza) y un obrero que es todo amarillo. Los niños posan al lado de las estatuas. Cada vez que meten dinero en las alcancías, aquellas se mueven y agradecen. La del obrero es la Ayrami rinde tributo a la resistencia de los pueblos originarios más grande. Los voy a entrevistar interrumpiendo su trabajo. Siendo las estatuas vivientes que son, me miran sin mirarme y no responden nada, excepto Negro Primero que, digamos, como estatua viviente habla que jode. Un tipo pasa y se bucea las curvas de la indígena. Otro señor me grita, al verme interfiriendo el trabajo de las estatuas: “¡Métele 50 bolos!”.
para mí es una representación y un homenaje a la mujer como guerrera, pero también a nuestros pueblos originarios y a los pueblos que se mantienen en una postura digna de resistencia. —¿Cuánto ganas?
—(Risas) Es relativo. Lo que la gente considere.
Apenas termina de trabajar la india, me le —¿La policía te deja trabaacerco. Mientras se elonga, conversamos. jar tranquila? —Aquí, en este espacio, sí. Hasta ahora nos ha ido bastante bien. Pero hemos tenido —¿Dime tu nombre, edad y de muchos problemas en Sabana Grande y en dónde vienes? —Ayrami Quintero, tengo 25 años y soy de Bellas Artes. Nos han impedido trabajar, incluso hay compañeros que los han bajado a Caricuao. la fuerza. Me cuenta que tiene cuatro años en esto y que ha durado seis horas sin moverse. An- Me dice que sus trabajos enriquecen la cates trabajaba en Sabana Grande. Ahora lo lle. Se queja del burocratismo para los perhace aquí y en el Teleférico. Se suelta la ca- misos, quiere que los dejen trabajar. Me acerco al obrero, que sigue trabajando y no bellera. se mueve ni me responde. Es una estatua seria. Mientras espero, leo su cartel: “Las —¿Conoces a los otros dos? —Sí, somos un grupo de artistas y ahorita grandes empresas construyen las grandes estamos conformando un colectivo, el co- ciudades, pero eso no sería posible sin las manos que, bloque a bloque, palada a palalectivo de arte urbano A la Gorra. da, hacen posible cada proyecto. Este obrero es un humilde homenaje a esa mano de —¿qué estatua Eres? —Mi estatua, este personaje, se llama Ca- obra que sale, día a día, a trabajar para lleribe. Es una guerrera indígena que, bueno, var la comida a su casa y sacar adelante al Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
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país. Que sean hombres libres de vicios y violencia. Recuerda que cada uno de nosotros debe ser un obrero que salga cada día a construir una sociedad más justa y menos violenta, con el amor como herramienta”. La gente se toma muchas fotos con él. Al fin, termina de trabajar. —¿Dime tu nombre, edad y de dónde vienes?
—Ramón Casanova, tengo 33 años, soy de los Valles del Tuy y llevo siete años viviendo en Caracas. —¿Cómo se llama lo que haces?
—Estatuismo. Tiene como cinco años trabajando en esto, con algunos otros personajes. Conoce la revista. “Como dice mi leyenda, creo que depende de nosotros mismos lo que podemos lograr en la sociedad y que tengamos un poco más de amor en cada hogar”. Tampoco quiso decirme cuánto ganaba. “Es como el secreto del mago”. Falta Negro Primero: una estatua distinta. “¡Dios me la bendiga, pues!”, le dice, con el tono particular que le imprime al personaje, a una niñita que sonríe. Le hago la misma primera pregunta.
Filo y borde Al nirvana se llega en moto
Los transeúntes, además de pasar un rato ameno, se reencuentran con la historia
—Pero, ¿quieres con la voz de Pedro Came- público. El venezolano es muy tocón (risas), jo o con mi voz normal, pues? Con mi voz tengo que estar dándole la mano... normal, porque ¡imagínate! —¿Eso es malo o bueno? Y pone la voz normal. —No, es bueno, porque uno va desarrollando la forma de interactuar. —Mi nombre es Gabriel López, tengo 45 años, soy caraqueño, soy licenciado en Artes, Una niñita nos ve. “Háblale a ella como Nemención Escultura, estudié en la Escuela de gro Primero”, le digo. Y lo hace. Ella sonríe. Arte Armando Reverón. Hago un personaje de la Independencia, Negro Primero, Pedro —¿Cómo te llamas? Camejo, y bueno, lo que busco es representar —Francis. y reivindicar a los héroes, no vamos a decir olvidados porque hoy en día los recordamos Le pregunté dónde vivía, pero se distrajo bastante. Yo trato de que las personas vean a cuando el fotógrafo quiso retratarlos a los un Pedro Camejo humano, patriota y exaltar dos. Su mamá también sonrió. El fotógraun poco el espíritu guerrero del venezolano. fo estuvo muy activo, lo cual me obliga a una pequeña digresión: en su primer traÉl no ha tenido problemas con la policía, pero bajo entrevistamos a un hacedor de cine, tiene colegas que sí, en Sabana Grande. “En Jackson Gutiérrez. Nos sentamos, le digo los espacios públicos, a pesar de la apertura que vamos a tomar unas fotos y Asdrúbal para que el transeúnte camine, generando saca una cámara que parecía de juguete. Me una mayor seguridad, en ciertas ocasiones mira, incrédulo, y yo le pregunto: “Chamo, hemos tenido problemas porque hay sitios ¿y la cámara?”. A partir de allí explicaciodonde no nos dejan trabajar”. Gabriel sí fue nes tecnológicas como arroz, pero siempre un poco más explícito con las ganancias: “En lo chalequeaba cuando sacaba la camarita. un día malo, unos 200 bolívares”. Hoy el pana trajo una cámara arrechísima, con lentes, perolitos, bolso y hasta chaleco Cuando le pregunté cuánto tiempo ha es- tenía. Se tiraba al piso cual corresponsal de tado sin moverse, me explicó: “Hay dos guerra y fotografiaba a Ayrami en un contipos de estatuas: la clásica, con poses, y el trapicado que me dejó sin palabras, como personaje, que tiene más interacción con el una estatua viviente. Caracas, 12 de enero de 2014.
Comprender el budismo zen es mucho más sencillo. Más complejo resulta asimilar el cosmos de los motorizados en la calle. Intento comprender y compartir esta visión porque así me lo ha pedido Roberto Malaver, quien sugiere que, tras el aparente caos, debe existir una especie de mística y hasta una estética que lo explique todo. Como yo, quizá usted piense que el tráfico de las ciudades fue concebido para organizar el tránsito de los carros, autobuses y camiones, pero podría no ser así. ¿Qué ocurre si, por un momento, entendemos que esa trama fue pensada para las motos? De ser así, los choferes lo estarían irrespetando constantemente. Si asume esta óptica y mira bien, las líneas blancas no son para dividir los canales de calles, avenidas y autopistas. Trazan la ruta sagrada por donde deben ir las motos y prohíbe a los choferes cruzarlas. También puede observar que en las esquinas están los “pasos cebra”, esas rayas blancas, gordas y cortas de las esquinas, que indican dónde estacionar las motos si, y solo si, por alguna razón inexplicable deban detenerse. En este caso son los imprudentes peatones quienes siempre pretende cruzar impunemente por allí. Cuando un un chofer acciona las luces de cruce, debe comprender que está lanzando un reto a los motorizados. Al percibir esa intermitencia, una fuerza sagrada los obliga a acelerar, tocar corneta y adelantar el carro justo por el lado que indican las luces intermitentes. Bajo esta comprensión del mundo, los semáforos solo existen para los carros y nada tienen que ver con las motos. Todo motorizado sabe que el nirvana no es un lugar, es un estado. Por ello los frenos solo sirven al final, en la llegada. Frenar impide el avance espiritual. Solo en el punto final se deben accionar y no en el trayecto. Distinto es el uso de la corneta, que debe operar desde el inicio y durante todo el recorrido, porque el viaje es una fiesta. No estoy seguro de haber resuelto el dilema propuesto por Malaver, pero intentarlo me ha permitido entrever que así como el zen enseña a no aferrarse a nada, pareciera que los motorizados saben que somos del universo y que no hay que aferrarse a la Tierra. Freddy Fernández @filoyborde
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GASTRONOMÍA
PICHONES DE SIBARITA
comer migas para eliminar esos kilitos de más POR Kay yam hung FOTOGRAFÍA AMBROSIO PLAZA
Están pillados todos. Seguramente se comieron todas las hallacas que pudieron, acompañadas de la respectiva ensalada de gallina y el pan de jamón, sin dejar de lado el postrecito. La verdad es que hasta yo. Nos olvidamos por completo de dietas y comer sano, mientras la aguja del peso va subiendo. Y nos repetimos “en enero comienzo la dieta”, pero la primera semana no vale. Entonces, mis lectores, comencemos mañana que es lunes. Hacer dieta o “comer sano”, como lo llaman ahora, es un poco fastidioso al momento en que tenemos que comer fuera de casa. Por eso una opción al salir puede ser Miga’s, reconocido por su comida light variada. En esta oportunidad fuimos al restaurante que queda en la planta baja del Centro Comercial
Multiplaza Paraíso, ubicado en la avenida tos. Son unas ensaladas grandes con las que siempre quedo satisfecha. Ojo: nada de esPáez de El Paraíso. tar poniéndole extras a lo que vayan a pedir Su menú es muy variado, tanto dulce porque esa cuenta sube muchísimo. Con como salado, tanto frío como caliente. una sonrisa de oreja a oreja el chico de caja Para darles unas idea, pueden conseguir te pregunta: “¿Desea extra de queso paisa a ensalada de pollo asiática a Bs. 123, dina- la plancha?”, y uno, como pendejo, cae en la mita light a Bs. 149, César a Bs 95; sándu- trampa. ¿Saben en cuánto sale el mencionache vegetariano a Bs. 119, sopa del día a do “extra”? Nada más que Bs. 49. Bs. 69 y wrap de pavo a Bs.115. También Su mecanismo para atender es muy práctise ofertan desayunos y dulces. co. Llegas a la caja, haces el pedido, pagas y No me pongo con indecisiones y pido te dan un número que colocas en la mesa mi ensalada Miga’s, que por Bs. 140 (sin que elegiste. Uno de los empleados que bebida) consiste en un mix de lechugas, atienden las mesas te coloca un mantel de tomate, huevo, aceitunas negras, queso papel con los respectivos cubiertos para coMunster y aguacate, acompañado de un mer y después de unos 10 minutos te llegan aderezo de mostaza dulce y unos casabi- la comida y la bebida.
RECETARIO DEL PELABOLA
No comprar porquería POR Malú Rengifo malurengifo@gmail.com
¡Muy feliz año para usted, mi amigo pelabola!, le mando un gran abrazo, esperando que en diciembre se haya hartado de cuanta apetitosa cosa haya querido y que esa barriguita le dure poco tiempo. Este domingo en mi nevera no hay tanta cosa como pa’ una receta que brindarle. Espero que me entienda: enero, como siempre, comenzó bien austero. A falta de receta compartiré unos trucos, también de pelabola, para hacer muchas cosas con un solo ingrediente. Le pido me disculpe la no comestibilidad de este secreto: luego de tanta hallaca, y en esta pelazón, hablar sobre comida resulta bochornoso para mí. Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
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Calidad Precio Ambiente Atención
Sus precios son los mismos en los 18 locales que se encuentran en la Gran Caracas. Barato no es, pero es una buena opción para seguir con el régimen de alimentación o cuidarlo.
UNA TENTACIÓN
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Los dulces en este establecimiento son toda una tentación, todos los que tienen son buenísimos. Sus famosas merengadas de Óreo —nunca te van a decepcionar— por Bs. 75 y sus smoothies de fresa, mango o parchita, por Bs. 55, son una delicia calórica. Si el objetivo es perder los kilitos ganados en las Navidades pasadas, entonces hagan la vista gorda y lo prueban un fin de semana. Recuerda, solo tienes que comer sano: proteínas, vegetales y frutas, y hacer un poco de ejercicio para llegar a tu peso ideal.
En cambio, puedo hablarle de cómo resolver algunos imprevistos del papel con el poquito ’e pega necesario para hacer una especie de masa hogar con poca plata, o de cómo la industria del consumo insiste en pegajosa. que compremos cuanto gato pulgoso nos presenta disfrazado de liebre. Esa masa se utiliza para tapar los huecos y grietas en paredes, que al pinEn las librerías del señor Nacho están vendiendo un producto innece- tar por encima del color que usted quiera no se notará nada. También la sario y caro, que nuestras abuelitas usaron hasta que se cansaron, ha- puede usar para hacer adornitos para el cuarto de sus niños sin tener que ciéndolo ellas mismas, ¡casi hasta regalado! pagar un dineral por cosas que fabrican otros niños parecidos al suyo. He visto muebles muy hermosos que tienen armazones de cartón del Le estoy hablando del papel maché No recuerdo ahora mismo cuál era el precio exacto, pero iba por enci- que se bota en los abastos y que usted ni lo nota, pues por fuera se le ponen puro papel maché bien trabajado y pintura. ma de los 80 bolos un solo poquitico, como 200 gramos. A ese precio le restaban un descuento sospechoso, que una joven de caja le explicó a otra persona diciendo alguna cosa de Nicolás Maduro, pero no escuché qué. El caso es que igualito seguía siendo caro, porque esa guarandinga que me estaban vendiendo la podía hacer yo misma con periódico viejo y cualquier cola blanca.
Muebles bonitos, originales, del tamaño que usted los necesite, del color que usted quiera y muy livianos: ¡usted los puede hacer! Eso es papel maché, le sale barato y los puede vender. Pero hágalo usted mismo: la bolsita que venden no vale 80 bolos ni a balazos. Yo no lo hice: si los pagaba, “la bolsita” iba a ser yo.
¡Sí, señor!: esta revista que tiene usted en sus manos y que le dieron gratis puede desgarrarla en pedacitos y quitarle las grapas, echar a remojar los papelitos en una perola de agua una mañana y, al mediodía, licuar, pasar por un colador para sacarle el agua y mezclar toda la pulpa de
Si usted tiene una pared estropeada, que no puede reparar en el momento, puede evitar que se siga desmoronando echándole una capa de cola blanca diluida en agua. Tendrá que barrer menos y eso, cuando uno pela bolas, es un pequeño alivio.
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CRÓNICAS BUROCRÁTICAS
¡Cuidado te meten en la olla con tu tarjeta! POR Rocío Cazal ILUSTRACIóN Nathaly Bonilla
A veces puedes caer por inocente cuando viene uno más vivo que tú a meterte un “paquete chileno”, como dicen por ahí, sin darte cuenta. Tibisay fue una de las que tuvo mala suerte. Claro, cayó en la trampa rápido porque la llamaron, supuestamente, de “Servicios Platino” del banco donde tiene la tarjeta de crédito para ofrecerle otro plástico que podría utilizar para viajes. Ella se confió, pues la persona que estaba al otro lado del teléfono le dijo su nombre completo, cédula, número de tarjeta y dirección. Lo sabía todo. Solo le pedía que le dijera el código de seguridad que está detrás del plástico para poder “confirmar” los otros datos. Ella inmediatamente ofreció la información. No tenía por qué sospechar. El tipo, incluso, después de obtener esa información, le dijo que le enviaría una planilla por correo electrónico, la cual ella debía bajar, llenar, firmar y luego entregar a un supuesto mensajero que iría a la entrada de su casa a recibir el papel, quien, además, le entregaría la otra tarjeta de crédito. Lo que le causó suspicacia a Tibisay fue cuando, pocos minutos después, le llegó un mensaje de texto del banco diciendo que se le había debitado cinco mil bolívares de su tarjeta de crédito. Ahí mismo le comentó la situación a su amiga Blanca, quien le abrió los ojos: “Eso es un fraude”.
El acoso
Al siguiente día Tibisay acudió a la entidad bancaria y le indicó al operador todo lo sucedido. La persona inmediatamente le dijo que el banco nunca hace esas llamadas, no manda planillas por internet ni, mucho menos, envía personal para entregar tarjetas. Efectivamente, la habían embaucado. Se canceló el plástico y Tibisay regresó con una carta deEdición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
nunciando la situación. El banco llevó el caso al Departamento de Fraudes y le aseguraron que su caso iba a ser resuelto. En 20 días le regresarían esos cinco mil que le habían debitado los estafadores. Así ocurrió. Sin embargo, Tibisay seguía recibiendo llamadas de donde la habían timado. Abajo de donde reside la estaba esperando el supuesto mensajero. Nunca bajó por miedo. Las llamadas continuaban. No contestaba, pero insistían. En una de esas atendió y les dijo que no le inspiraban confianza y que no la volvieran a llamar. Ante esto, le enviaban mensajes de texto diciéndole que iba a perder el servicio y que era una “embustera”. Ante tanto acoso, ella acudió a la División Contra Delitos Financieros del Cuerpo de Caracas, 12 de enero de 2014.
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). La respuesta: si el banco le solucionaba la situación, entonces no tenía sentido la denuncia (¿¿¿???) y que si en esos 20 días no le retornaban el dinero, entonces podía denunciar y ellos procederían. Está bien, le retornaron el dinero, pero la idea de Tibisay era que investigaran el caso y cayeran los estafadores. Quizá el banco hizo la denuncia entonces, es lo que queda pensar. “Gracias a Dios me moví rápido, si no me meten en la olla”, es lo que ella piensa y espera que esto no le ocurra a otros.
ENVíE SU HISTORIA A epale.ciudadccs@gmail.com
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DIARIO
Días y Noches de Amor y de Guerra (XIII) POR Eduardo Galeano Ilustraciones ALFREDO RAJOY
Caracas, 12 de enero de 2014.
Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
28 LAS CEREMONIAS DE LA ANGUSTIA
1.
Tipo áspero, el Viejo. Se defiende de que lo quieran. Él me ayudó mucho. Yo tenía veinte años cuando lo conocí. Pasó el tiempo. Lo visitaba, le llevaba lo que escribía. Él gruñía y me daba sus opiniones implacables; yo hacía lo posible por divertirlo un poquito. Una vez, hace añares, fui a buscarlo al municipio. El Viejo tenía un empleo allí, medio fantasmal: dirigía bibliotecas que no existían. Trabajaba rodeado de viejas funcionarias, a cuál más fea, que hablaban todo el tiempo del presupuesto y los nenes. Me acerqué al mostrador y esperé. Estaba el harem en pleno. Ellas tomaban mate y comían bizcochos. Por fin se acercó una. Pregunté por él. —No... —dijo la funcionaría, y se sacó los lentes. Se puso a limpiar los lentes con el pañuelo. —No... —dijo—. Él no vino. Hace mucho tiempo que no viene. —¿Qué le pasa? —pregunté—. ¿Está enfermo? Subió las cejas en un gesto de compasión. Miró los lentes al trasluz. —Pobrecito... —dijo—. Pobrecito. Y agregó: —¿Sabe? Él no es de este mundo. 2. Lo encontré tumbado en la cama. Pasaba largas épocas así. Aquella vez, en Montevideo, creo que todavía tenía junto a la cama el alambique de cristal, complicado mecanismo de tubos, serpentinas y retortas, que le habían traído de Viena. El aparato cumplía la función de evitarle al Viejo el esfuerzo de servirse vino. Le bastaba con mover apenitas la mano: el vaso presionaba una válvula y se llenaba de vino. Él ordeñaba vino, como quien dice. Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
En esos períodos el Viejo no se levantaba —Cuando era chico, yo estaba en la banda nunca ni comía nada. Se organizaba para del Corsario Negro. Había una banda de Sandokán y otras bandas más, pero yo estaba morirse de a poco. a muerte en la del Corsario Negro. —Escribo de a chorritos. Ya no viene más aquel impulso de escribir toda la noche, has- —El novio de Honorata. Conozco. ta el amanecer. —Él estaba enamorado de una rubia, que yo Tomaba vino bien ordinario, de esos que sepa, y era un amor imposible. te hacen mear violeta, y engullía pastillas para estar siempre dormido. Pero a veces —Le erraste. Ése era el Tigre de Mompraestaba despierto y a eso él lo llamaba in- cem. somnio. A la luz de la veladora leía novelitas policiales que se iban amontonando, —El Corsario Negro, animal. El Corsario esmontañas de basura, alrededor de la cama. taba loco por la rubia. Si lo sabré yo, que era El retrato de Faulkner presidía, desde la de la banda. cabecera, las ceremonias de la angustia. —Son un peligro. Aquella vez le abrí la ventana y las persianas, a prepo, y el golpe de la luz del día casi —¿Qué? lo mata. Nos puteamos un buen rato. Le ofrecí murciélagos. Le conté chistes y chis- —Las rubias. mes políticos que a él le gustaban, mientras refunfuñaba contra el calor o el frío —La rubia esa, Honorata, no tenía nada que o la luz, y al final conseguí alguna sonri- ver con la de Sandokán. Estás entreverando sa. Discutimos, como siempre, en el estilo cosas que no tienen nada que ver. Sandokán lento y desganado en que discute él, por- operaba en Malasia. El Corsario era más que yo no creo que el hombre fue y será bien del Caribe. una porquería y porque no le agarro viaje cuando me invita a acompañarlo hacia lo —Honorata lo quería al Corsario Negro. hondo del pozo de la desesperanza. No puedo jugar con eso: si yo me dejo caer, —Quererlo, lo quería. Pero, ¿y el gobernador me quedo. No puedo acariciar a la muerte de Maracaibo? ¿Vos te crees que el asunto es quererse y chau? Pobre Corsario Negro. Se sin entrarle. vino a enamorar justo de la sobrina de su Yo sabía que no era joda. Sabía, sé, porque enemigo mortal. lo conozco y lo leo, que el Viejo tiene su cuerpo huesudo lleno de demonios que lo —Se murió, al final. acosan y le revuelven las tripas y le hunden puñales, y es para ver si consigue marearlos —Qué se va a morir, el hijo de puta ese. que él se llena el cuerpo de vino y humo, con los ojos clavados en las manchas de hu- —Honorata, digo. El gobernador no. Tenía medad del techo. Dormir, tal vez soñar, es una salud de mierda, pero no se murió. ¿Te una tregua. Las novelitas policiales son una acordás? Sufría de gota. Pensaba maldades tregua. Escribir, cuando consigue hacerlo, con la pata arriba de un puf. Él no se murió. es también una tregua, y quizás el único Honorata sí. triunfo que le está permitido. Entonces, cuando escribe, él se alza y convierte en oro —La mataron, querés decir. su mugre y su ruina, y es rey. —Los soldados del tío. 3. —Eso. Cuando la fuga. A veces se olvidaba de que era un puercoes—Disparo de mosquete, fue. pín. Y me decía: Caracas, 12 de enero de 2014.
29 —Ella se tiró del balcón y el Corsario Negro la barajó en los brazos. Los caballos esperaban en el puente. —Era para él la bala, pero ella puso el cuerpo. Aparecieron los soldados, que los estaban esperando, y ella abrió los brazos y...
Dormir, tal vez soñar, es una tregua. Las novelitas policiales son una tregua. Escribir, cuando consigue hacerlo, es también una tregua, y quizás el único triunfo que le está permitido. —
—En el pecho, le entró. Acá. —Más abajo. Le atravesó el escapulario. —Decime, ¿vos estuviste en Maracaibo? El Viejo, impávido, miraba las cortinitas doradas de la ventana.
—Estuve.
El Viejo insistía:
—Contá.
—Pero, ¿estás segura de que no querés ir Aquel fue el postre más difícil de mi vida. al baño? Él no lo probó. Ella comió una cucharadita de helado. A mí se me atragantó la ensala—Sí, s í—dijo ella—. No te preocupes. da de frutas. Al rato, otra vez. Finalmente, ella se levantó. Se despidió, —Tenés la cara brillante —le dijo—. Con- con la voz quebrada por el llanto, y se fue. vendría que fueras al baño a empolvártela El Viejo no movió un músculo. un poco. Siguió callado un largo rato. Aceptó el café con una leve inclinación de la cabeza. Ella sacó un espejito de la cartera.
—Hay edificios enormes, con aire acondicionado, y un lago lleno de torres de petróleo. —Cretino. No viste nada. ¿No sabes que en Maracaibo ni se puede caminar, de tanto fantasma que anda por la calle? 4. A mediados del 73 lo nombraron jurado en un concurso de novelas y el Viejo cruzó el río. Una noche me invitó a cenar. Él estaba con una mujer. Caminamos unas cuadras, los tres, por el centro de Buenos Aires, por esa zona que los porteños llaman la City. Le costaba caminar, andaba lento, se cansaba fácil. Le costaba pero quería, y parecía bastante contento, aunque decía que no reconocía las calles y los lugares de esa ciudad donde había vivido, tiempo atrás, unos cuantos años.
Intenté decir algo, cualquier cosa, y él asentía sin palabras. Tenía la frente arrugada y la mi—Pero yo creo que tenés muchas ganas rada de infinita tristeza que yo le conocía bien. de ir al baño —insistió el Viejo—. Yo creo —Hay que joderse —dijo, al fin—. ¿Sabes para que vos querés ir al baño. qué quería yo que ella se fuera un momento al baño? Para decirte que me siento muy feliz. Yo Entonces ella reaccionó: quería decirte que nunca estuve tan bien con —Si querés quedarte solo con tu amigo, ella como en estos días. Que estoy hecho un decímelo nomás. Si yo molesto, podés de- potrillo, que... —y movía la cabeza—. Hay que joderse —decía. Fuimos a una cervecería de la calle Lavalle. El círmelo y me voy. Viejo se sirvió un par de bocados y dejó los cubiertos cruzados sobre el plato. Estaba callado. Se levantó y me levanté. Le puse una mano EL HOMBRE Yo comía. Ella hablaba. en el hombro, le pedí que se volviera a sen- QUE SUPO CALLAR tar. Le dije: Juan Rulfo dijo lo que tenía que decir en pocas En eso, el Viejo le preguntó: páginas, puro hueso y carne sin grasa, y des—Vamos a pedir un postre. Vos no... pués guardó silencio. —¿No querés ir al baño? Y ella dijo: —Si él quiere que me vaya, me voy —so- En 1974, en Buenos Aires, Rulfo me dijo que —No, no. llozaba. no tenía tiempo para escribir como quería, por el mucho trabajo que le daba su empleo en Terminé la salchicha con ensalada rusa. Llamé —Vos no te vas de acá sin comer el postre. la administración pública. Para tener tiempo al mozo. Pedí una costilla de cerdo ahumada Él no te quiso decir eso. Él quiere que te necesitaba una licencia y la licencia había que con papas redonditas. Tres chops. quedes. pedírsela a los médicos. Y uno no puede, me —No está brillante —dijo, sorprendida.
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explicó Rulfo, ir al médico y decirle: “Me sien- Nunca pudo. to muy triste”, porque por esas cosas no dan Años después, Mónica fue una de las pocas licencia los médicos. personas que atravesó, sin secarse ni romperse, las pruebas del horror. Me gustaba QUITO, MARZO DE 1976: escucharla. Mónica Lacoste y su compaÚLTIMA NOCHE Suena el teléfono. Es la hora de partir. No he- ñero eran vecinos míos en Buenos Aires, mos dormido más que unos minutos pero es- y la casa de ellos estaba siempre llena de uruguayos. tamos frescos y despiertos. Hemos hecho el amor y hemos comido y bebido, con la sábana como mantel y nuestras piernas a modo de mesa, y hemos vuelto a hacer el amor. Ella me ha contado dolores de Chile. Resulta difícil, me ha dicho, que estén muertos los compañeros después de haberlos visto tan vivos. Ella se salvó por un pelito y ahora se pregunta qué hacer con tanta libertad y sobrevida.
Un mediodía la acompañé al mercado. El mercado, que funcionaba en la antigua estación del ferrocarril, era una fiesta de aromas y colores y pregones: deme tomates, tres, más bien maduritos. Cebolla, cuánto será, mira qué linda lechuga, ponga ahí, y deme otra más grande; ¡ah!, ajo y perejil, ¿morrones no tiene?, cómo que no, y qué morrones, pimientos verdes le recomiendo; cancha, cancha, por favor, el que no trabaja que se tome el barco por favor.
Llegamos demorados al aeropuerto. El Mónica se puso un par de rabanitos en el avión sale con retraso. Desayunamos tres pelo y sonreía a todo el mundo. veces. Hace medio día que nos conocemos. Volvíamos cargados de bolsas y paquetes. Camino, sin volverme, hacia el avión. La pista está rodeada de volcanes azules. Sien- Pancho, el hijo de Mónica, se nos quedato asombro por la electricidad y el hambre ba atrás, paralizado por alguna maravilla de la calle, como ser la balaustrada de un de mi cuerpo. balcón, una vidriera, una puerta de hierro, una paloma comiendo. Se quedaba con la boca abierta por el asombro del mundo y EL UNIVERSO VISTO POR EL OJO DE LA CERRADURA había que volver a buscarlo. Cuando era chica, Mónica no quería salir por las noches para no pisar a los pobres —Vamos, Pancho —le dije, y él me pidió caracoles. Además, tenía miedo del regue- que le comprara un fantasma chiquito. ro de sangre que venía de un camión abandonado en la carretera y se perdía campo Después se adelantó corriendo a saludar al diariero, y le ofreció un maní. El diariero le adentro, entre los yuyos. dijo que no. “¿Por qué no le acepta?”, lo inMónica se enamoró del hijo del panadero, crepé. El diariero bajó la cabeza y confesó: que era un forajido y todas las madres lo odiaban. Ella lo miraba de reojo mientras —Tengo alergia. cantaban el himno nacional, a la hora de entrar a clase. Después rompían fila y ella BUENOS AIRES, MARZO chocaba, pum, contra el busto de bronce DE 1976: LAS NEGRURAS de Artigas. Y LOS SOLES Una mujer y un hombre celebran, en BueDe chica, Mónica quería ser bailarina de nos Aires, treinta años de matrimonio. Incabaré. Quería andar con plumas de co- vitan a otras parejas de aquellos tiempos, lores en la cola y sentirse pájara y volar y gente que no ven desde hace añares, y sobre pecar. el amarillento mantel bordado para la boda Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
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todos comen, ríen, brindan, beben. Vacían unas cuantas botellas, cuentan chistes verdes, se atragantan de tanto comer y reírse y palmearse las espaldas. En algún momento, pasada la medianoche, llega el silencio. El silencio entra, se instala, vence. No hay frase que llegue a la mitad ni carcajada que no suene fuera de lugar. Nadie se atreve a irse. Entonces, no se sabe cómo, empieza el juego. Los invitados juegan a quién lleva más años de muerto. Se preguntan entre sí cuántos años hace que estás muerto: no, no, se dicen, veinte años no: te estás quitando la edad. Vos llevas veinticinco años de muerto. Y así. Alguien me contó, en la revista, esta historia de vejeces y venganzas ocurrida en su casa la noche anterior. Yo terminaba de escucharla cuando sonó el teléfono. Era una compañera uruguaya que conocía poco. De vez en cuando me veía para pasarme información política o para ver qué se podía hacer por otros exiliados sin techo ni trabajo. Pero ahora no me llamaba para eso. Esta vez me llamaba para contarme que estaba enamorada. Me dijo que por fin había encontrado lo que había estado buscando sin saber qué buscaba y que necesitaba decírselo a alguien y que disculpara la molestia y que ella había descubierto que se podían compartir las cosas de más adentro y quería contártelo porque es una buena noticia, ¿no?, y no tengo a quién decírsela y pensé... Me contó que habían ido juntos al hipódromo por primera vez en la vida y los había deslumbrado el brillo de los caballos y las blusas de seda. Tenían unos pocos pesos y se los habían jugado, muy seguros de que ganarían porque era la primera vez, y habían apostado a los caballos más simpáticos y a los que tenían los nombres más cómicos. Habían perdido todo y se habían vuelto a pie y absolutamente felices por la hermosura de los animales y la emoción de las carreras y porque ellos también eran jóvenes y hermosos y capaces de todo. Ahora mismo, me dijo, me muero de ganas de salir a la calle, tocar la trompeta, abrazar a la gente, gritar que lo quiero y que nacer es una suerte. Continúa la próxima semana.
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Baile canario Figura 2
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Impone, MordisEmpresa Curso de trasla- Terca y Céntimo compro- queo, de euro de videoTodavía postgra- Se do (pl.) da (inv.) porfiada juegos Poner la mete desgasto (inv.) orla en el escudo
Coloq. suavemente
Figura 1
Figura 6
El primer hombre
Juego de azar parecido al monte
Plural de U
Lengua provenzal
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Web para Israel Aspecto exterior
Acción de quitarse la vida
Nationalsocialismo (s.)
El campeador
Tranquilidad Cama a bordo
Que supera lo común
Astilla o raja de madera Juego de pelota Reparten las aguas
Mentirosos en inglés
Pelo blanco Figura 4
Línea de luz de cuerpo luminoso
Poner nervioso Andad, caminad
Diccionario (inv.)
3 en números romanos
Ganso, ave palmípeda Ahora mismo Letra B (pl.)
Apócope de Norte
Derecho, sin curvas
Figura 3
Capa de concha
Suave, poco
Burro
Entienda lo escrito
Pescado azul
Centésima parte de un yen
Notar, percibir
Das al suelo Muhammad...
Figura central
Acort. número
Onda del mar
Marcharé, andaré Compact disc
Negación
Risa
Solar o casa solariega
Batracio
Condición de ser otro
Aquel
Símbolo químico del cerio Símbolo químico del cloro
Artículo femenino singular
Varón ilustre por sus hazañas (pl.)
3.600 segundos
Sucedían
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Cuerpo Unidad de longitud Bebida Figura 5 de la neurona japonesa típica venezolana con trozos de frutas
Elevo, doy altura Ind. Mil. Israelí
Letra C
A
Med. sífilis
Palpad
Voz para expresar asco
Inic. Gabi Isler Onomat. del ruido de algo que cae
Preliminar, naciente Inferioridad, subordinación
Nota musical
LA RANA PLATANERA
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POR NATALY SANOJA
“Empezó el fin de la minería ilegal con la nacionalización de esta actividad en el país (...) Hago un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a las instituciones del Estado, al pueblo, para que juntos hagamos realidad este proyecto en beneficio de la población”. Hugo Chávez 23 de agosto de 2011
SOLUCIÓN DEL ANTERIOR
laranaplatanera2012@gmail.com
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CUENTOS DEL ARAÑERO
Los Tres Reyes Magos POR HUGO CHÁVEZ FRÍAS ILUSTRACIón MELANY PÉREZ
Nos fuimos al hospital J. M. de los Ríos en una revista imprevista. Apenas nos bajamos del vehículo le digo a Elías, que iba conmigo: “¡Mira, fíjate!, ¿qué es aquello?”. Un bojote inmóvil y una cobija verde clara cubriendo el bojote, en toda la acera de enfrente del hospital de niños J. M. de los Ríos. Teníamos que ir directamente al hospital, pero dije: “¡No, no!, vamos a ver qué es eso. ¿Qué gente está ahí?”. Los pies sobresalían de un bojote. Empezamos a llamar: “¡Epa, ¿quién está ahí?”. Y se levanta alguien rápido, se sienta, un gordito, un gordito negrito: “Somos los niños de la calle, Chávez”. ¡Ah, los niños de la calle! Durmiendo tres niños amontonados en la acera sobre unas cajas de cartón, que ellos abren y las colocan así, como si fuera un colchón. Ahí se acuestan los tres y se arropan con una cobija prestada de alguna casa de al lado. ¡Los niños de la calle!, un regalo de los Reyes Magos. Eran como los tres Reyes Magos esos muchachos. Entonces hay uno que no se quería levantar y lo llamaba su hermanito. Uno tendrá como 10 años, el más pequeño; el gordo tendrá unos 13 y el flaco más largo como 14. Ahí estaban, amanecieron en la acera. Y hablamos un rato con ellos. Son habladores, no se fueron corriendo, se sentaron ahí: “Chávez, ¿qué hubo?”, “¿cómo estás?”. “¿Cómo está Fariñas?”. Me preguntaron por William Fariñas. ¡Ah, William!, me dio mucha alegría que los niños preguntaran por ti. Porque yo sé que tú te la pasas por ahí con ellos y ayudando. “Bueno, mira, ¿y tu papá y tu mamá?”. “No, mi mamá nos botó de la casa”. “¿Te botó de la casa tu mamá?”. Quién sabe cuál será el problema y la tragedia. Pero, lo cierto es que allí estaban esos tres niños. Ahora, el regalo es que anoche yo pude convencerlos de que se vinieran conmigo, porque ahí estaban, ¡imagínense, ustedes!, sin bañarse, sin comer, en la calle. Y anoche estábamos ahí, la vicepresidenta, un grupo de ministros, cuando me dice el teniente Andrade: “Aquí están los muchachos, tiene visita”. Los tres muchachos, bañaditos, vinieron y comieron. El gordo andaba con una franela amarilla reluciente y una sonrisa de oreja a oreja. Pero me llamó la atención la manera desinhibida con que esos muchachos hablan con cualquiera. “Vicepresidenta, ¡ah, mucho gusto!”, y un beso. “Mire, le presento aquí al doctor”. Alegres, y bueno: “Chávez, queremos oír música, ¿por qué no pones música aquí?”. Y yo le digo: “¿Dónde está la música? Aquí lo que estamos es trabajando, chico, para ver cómo arreglamos el país y lo seguimos arreglando”. Un diálogo con ellos y al rato se fueron. Edición Número Sesenta y dos. Año 02. ÉPALE CCS
Están aquí por un día, por dos días, mientras los ubicamos. Bueno, ese es el regalo que me trajeron ayer los Reyes Magos, tres nuevos amigos y son magallaneros. Le dije al gordo, que es el líder, a Musulungo, que me ayude a buscar a los demás. Él me dijo: “Yo sé donde están toditos, en Sabana Grande”, en no sé dónde. “¿Y cuántos son?”. “¡Ufff!, muchos”. El gordo me va a ayudar a buscarlos a todos y yo pido ayuda a todo venezolano que sepa dónde hay un niño, un grupo de niños. Porque ellos tienen sus sitios, ellos van por ahí en el día y se van en la madrugada a dormir debajo de un puente, en una plaza. Venezuela en esta nueva etapa, en esta revolución, no puede darse el lujo de tener niños abandonados.
Caracas, 12 de enero de 2014.